Hijo Mío, hija Mía:
No busques la perfección de la vida fuera de ti y menos en el mundo, porque te aseguro que no la encontrarás.
La perfección de la vida se alcanza por medio del servicio, de la renuncia y de la entrega incondicional a Dios.
No busques fuera de tu mundo interior algo que nunca te satisfará plenamente ni te colmará.
Busca dentro de ti la perfección que Dios colocó en el principio que, siendo silenciosa y oculta, está allí para despertar y despuntar en el firmamento.
La perfección interior está unida a la Perfección de Dios. Ella debe ser moldeada por medio de los aprendizajes de la vida, del crecimiento interior y hasta de las propias pruebas.
Esa perfección interior es lo que despierta la santidad y, en seguida, la consagración de la vida a los niveles superiores de la consciencia.
La perfección nunca carece de humildad ni de una máxima entrega, porque, en verdad, quien vive la perfección de sí está en un absoluto vacío y libre de voluntad propia.
¡Les agradezco por esforzarse todos los días en buscar la perfección interior!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Hijo no espera la perfección de Sus servidores, sino la donación constante de sí para que Su Obra se cumpla.
Mi Hijo no espera la trascendencia total de los seres, sino el amor verdadero que pueda brotar como una fuente desde el corazón.
Este mundo es la escuela de los desafíos y de las pruebas. Cada alma recibe los aprendizajes que necesita para poder despertar, cada día más, a la verdad y a la entrega absoluta a Dios.
Mi Hijo no espera almas realizadas, sino corazones en ofrenda de amor y sacrificio para que, de esa forma, se cumplan los Designios de Dios en la humanidad.
Mi Hijo no espera santos del nuevo milenio, sino corazones ardientes que vivan el amor crístico, a pesar de sus caídas o pruebas.
Mi Hijo sí espera almas en plena devoción que amen y reverencien todo lo que viven, que sean conscientes de su misión en este planeta y que, por encima de cualquier circunstancia, lo puedan representar para que cuando Él retorne, la humanidad y el planeta sean liberados del actual cautiverio y de toda prisión, y así triunfe de nuevo el Reino de Su Sagrado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Luz de la Misericordia de Cristo guíe el camino de las almas que se entregan, con confianza, a los Brazos del Redentor.
Que esa entrega incondicional pueda abrir la puerta para la cura de los corazones y de las vidas de las personas que confían plenamente en la Misericordia Divina de Jesús; que así se establezca una alianza espiritual entre los redimidos y nuestro Señor, y que esa unión de almas con Cristo fortalezca el desarrollo de la Obra de la Redención y de la Misericordia en la humanidad.
Dejando atrás el pasado, que las almas reencuentren el sentido del Propósito y que siempre lo puedan ver y sentir en su interior como la llama que todo lo guía y que todo lo resguarda.
Abriéndose las puertas a la Misericordia de Jesús, que los corazones se renueven, que pierdan el miedo al fracaso y que se establezca una alianza inquebrantable entre las almas y el Creador.
Que todo sea renovado, que la vida sea permeada por el espíritu de la paz y que, finalmente, todo sea curado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más