APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo como la Señora del Apocalipsis, para decretar a través de Mis Palabras que el tiempo final se está aproximando y, nuevamente, el fin de un ciclo en el que la humanidad deberá estar aún más despierta para poder percibir los cambios, que no solo llegarán a la consciencia, sino también a la vida planetaria.

Soy la Señora del Apocalipsis, soy la que antecede al final del Omega, porque a partir de allí todo sucederá y nada más estará oculto.

Por eso, deben estar preparados para ese momento, con otra actitud a partir de la consciencia, porque así, esa actitud se reflejará en la vida material, y sabrán actuar con discernimiento y cautela en el momento de tomar decisiones y de llevar adelante el Plan de Mi Hijo.

No teman si ven a su alrededor a las fuerzas del caos moviéndose, actuando o interviniendo; es señal de que el fin está llegando y de que su neutralidad será importante para que, sin indiferencia, puedan hacer lo que deben hacer.

Este momento marca un tiempo inesperado para todos. La humanidad nunca pasó por esta transición y tampoco conoce de qué se trata.

Por eso, vengo a anunciar, como Señora del Apocalipsis, que todos Mis hijos deben estar despiertos en esta hora crucial para que, junto con sus Ángeles de la Guarda, puedan atravesar estos desiertos que se aproximan a la consciencia planetaria, en donde será muy necesaria la Misericordia de Dios.

Ya no teman por lo que se mueve dentro o fuera de ustedes, por lo que es impuro, imperfecto o infiel.

Aférrense a Mi Manto Solar, Yo los levantaré del suelo para que caminen junto con su Madre del Apocalipsis hacia la finalización de una etapa que recién ha comenzado.

Mientras tanto, mantengan un espíritu de esperanza y proyecten hacia el futuro todo lo bueno que podrá suceder cuando muchas más almas se rediman en Cristo y encuentren el sentido de sus vidas, para dejar de estar ciegas espiritualmente y encarceladas álmicamente.

Necesito que sustenten este Cetro que Yo les estoy entregando hoy, el Cetro de Dios, que moverá en este planeta todas las cosas antes de que retorne Mi amado Hijo, el Cristo.

Por eso, los apóstoles no pueden estar dispersos, perturbados ni tampoco alarmados por lo que sucede a su alrededor. 

En estos tiempos, deben mantener un espíritu de fe, de confianza y de amor para superar las pruebas que llegarán.

Sé que se han preguntado interiormente: ¿por qué Dios permite ciertas cosas, al punto de que las almas deban sufrir y pasar por duras pruebas?

Dios no es Quien causa el caos, sino la humanidad que es indiferente y está apartada del amor.

Ustedes, que ya han conocido cómo llegar a la Fuente, deben llegar a esa Fuente todos los días, porque si no sus espíritus se secarán y no estarán nutridos por el agua de vida que representa Mi Hijo en Su Divinidad.

Necesito que sean valientes y que aún sustenten con una mano el estandarte de Mi Paz y con la otra mano la espada redentora de Cristo; porque aún habrá que seguir luchando por un Plan que, en muchas mentes, no tiene más sentido.

Si Mi Hijo no hubiera permitido que lo derrotaran, aunque aparentemente haya sido así, Su Amor no hubiera triunfado.

Su entrega, Su incondicionalidad y Su Amor derrotaron a los enemigos; y venció el Plan, triunfando la Luz por encima de todas las tinieblas.

Abran sus ojos internos y sientan en sus corazones, profundamente, que están atravesando el momento más crucial de la pasión que vive la consciencia del planeta, que está agonizando al sentir que sus criaturas aún no viven el cambio.

Por eso, las corrientes del universo están actuando, y algunas llegan físicamente a ciertos lugares, para movilizar el estado de resistencia y del no cambio que viven algunas almas.

No piensen que están siendo castigados o que el Juicio de la Divinidad ya llegó, porque aún no se ha aproximado al mundo.

El propio caos lucha contra el propio caos; el mal se traga a sí mismo, luchando, batallando y debatiendo para saber quién tiene el primer puesto.

No permitan que los tiempos los atormenten, no dejen de mirar al sol que verdaderamente son, porque será necesario que él brille en estos tiempos de purificación y de pruebas.

Yo vengo a preparar el camino para la llegada de Mi Hijo, para el momento en el que todo estará permitido.

Realmente serán dichosos aquellos que, con suma confianza, se coloquen debajo de Mi Manto, para que su Madre Universal los pueda proteger.

Y ahora, vean a través de lo que viven en estos tiempos, que es necesario realizar un cambio interior.

No se sorprendan por lo que ven dentro de ustedes y a su alrededor. Es hora de que todo se expurgue hacia afuera a fin de que se cumpla el Proyecto de Cristo en la humanidad, y los nuevos rebaños se congreguen en la nueva Cena que celebrará el Señor.

Yo soy la Señora del Apocalipsis; y hoy vengo como Madre y Sacerdotisa de las almas que espejan, con sus oraciones, el Amor de Dios y que, tomadas de las manos junto a Mí, en un sagrado oratorio, proclaman la victoria de Cristo y Su Retorno al mundo en estos tiempos que llegarán.

Que sus labios nunca se cansen de proclamar la fe, que su camino sea pleno de Gracias y que abran sus sentidos internos para poder percibir la realidad que acongoja al mundo y lo sumerge en un profundo dolor.

No teman, ya no teman. Yo estoy aquí y soy su Madre. Es momento de que confirmen su confianza en Mi Corazón Inmaculado.

Cuando las aguas de los mares están turbulentas es señal de que todos deben estar unidos bajo el mismo propósito. Y es ese propósito y ese fin que los protegerá, porque el propósito siempre debe ser amor, servicio y entrega para que muchos más se beneficien con esto. 

Hoy tengo entre Mis manos el Libro del Apocalipsis, y su Madre Celeste lee las revelaciones que en él se encuentran y que aún la humanidad no ha conocido, que son las revelaciones escritas con las palabras de Juan.

Son las señales que él ha visto hace tanto tiempo y que se están manifestando en la humanidad, en esta era para que, finalmente, surja el cambio y todos puedan llegar a la Fuente y comulgar de Dios.

Sientan que estas escrituras se están proyectando en la humanidad y que el dragón de fuego está saliendo de su abismo. Esto indica que Cristo está retornando, aunque no lo parezca.

En seguida verán a San Gabriel Arcángel abriendo el último sello, de los siete que existen, para mostrarle al mundo que la última etapa de la redención se aproxima y que todo lo que está en el abismo será colocado en juicio ante el Creador. Mientras tanto, mantengan su neutralidad permanente e invoquen el poder del Amor para que sepan socorrer a sus semejantes.

Mientras el último sello se abre no dejen de orar ni siquiera por un momento. Llegó la hora de que su pensamiento esté elevado de forma continua y constante. Llegó la hora de que sus sentimientos, pensamientos y acciones sean pura oración, porque así estarán siempre protegidos por el Manto de su Madre Celeste.

Si algunas cosas hoy suceden a su alrededor, recuerden que por detrás de todo existe un Propósito.

Abracen el cambio y esas cosas terminarán; el sufrimiento se disolverá de la nada; florecerá la fortaleza, la sabiduría y la esperanza que muchos necesitan; y podrán caminar libres de sus amarras y cadenas. Sus pies llegarán hacia lo más alto de la montaña, donde Cristo posará Sus Pies como Luz Solar, para declarar al mundo que Él ya ha llegado a poner fin a todo lo que se ha destruido. 

Y Sus Arcángeles elevarán los Cálices a Dios, ofreciendo este nuevo sacrificio por la humanidad.

Los que han sido mártires, corderos, los que han sido desterrados de su patria o de su misión serán reconocidos.

Cristo Jesús, a través de Su Corazón, entregará Su gran Estrella al mundo para sembrar en la Tierra los nuevos principios de Luz, los cristales de la redención que sustentarán a la nueva raza en el surgimiento de una Nueva Humanidad. Para que todo eso se cumpla, deben pasar por este ciclo, queridos hijos.

Cuando el lobo esté queriendo cazar a las ovejas del Pastor será señal de que el Redentor estará llegando con pasos firmes y silentes al mundo para derrotar a su enemigo y disolverlo en la Fuente del Amor.

Que sus ojos no dejen de mirar al cielo e implorar con oraciones.

Que sus actos sean verdaderos y no mezquinos.

Que su sentimiento sea, cada vez más, amar, amar y amar hasta que sus seres se rindan en la energía crística.

Y así, los que han venido del universo, enviados por los Señores de la Ley, finalmente, se redimirán. Entregarán sus cascos, espadas y estrellas a los Pies de Cristo; y ya no será necesario batallar para conquistar la Verdad y el Amor de la Fuente; porque su Señor, el Maestro entre los maestros, los liberará del pasado y sus esencias se encenderán cuando reconozcan la Presencia de Cristo.

Esto es todo lo que está en el Libro del Apocalipsis, algo que Juan no ha escrito, por más que lo haya visto, porque no era momento de que la humanidad lo conociera.

Pero ahora, Yo que soy su Profetisa y Sacerdotisa, al servicio eterno de Mi amado Hijo, vengo a anunciar los nuevos tiempos, las nuevas metas y los nuevos principios, para que las almas se aferren a ellos y no se dejen llevar por la tribulación, porque San Miguel retornará.

San Miguel Arcángel retornará en su estado de resplandecencia para que, con su espada de Justicia y de Luz, extirpe lo que ha ocasionado el dolor y el sufrimiento en la humanidad; y las ilusiones del mundo se disolverán, las almas sentirán un amor crístico desconocido y, finalmente, los soles en la Tierra brillarán para formar parte, junto con este mundo, de la Confraternidad Universal.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Todo lo que les revelo, en este día, es parte de una Voluntad Celestial, Divina, de Aquel que Me envió al mundo.

Llego con el Libro del Apocalipsis, hijos Míos, para fortalecer la fe y la esperanza en sus corazones; porque el mundo se purifica y aún se purificará más intensamente, y todos Mis hijos habrán de vivir esa purificación.

Sin embargo, en su interior Mis palabras resonarán como una fortaleza y una esperanza que estarán en el horizonte de sus vidas, como algo que se cumplirá, una Verdad que se manifestará después de que el caos y el mal emerjan en este mundo con todo su falso poder.

Hoy, vengo a enseñarles a no observar los acontecimientos del mundo solo con ojos humanos, sino que los ojos de sus espíritus y de sus corazones estén abiertos para comprender los acontecimientos y para hacer que otros comprendan que la Justicia de Dios no es un castigo, que la purificación del planeta no es el fin de la humanidad, sino el fin de la degeneración humana.

Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva era, en donde la indiferencia y la falta de amor ya no podrán existir en las consciencias. Y aquellos que no puedan vivir la Ley, manifestarla y expresarla en sus vidas, serán conducidos a otros mundos, a otros espacios, en donde podrán aprender según su consciencia y sus elecciones en esta Tierra.

Todo será encaminado hacia donde deberá estar. Nada quedará fuera de lugar, porque la Ley de Dios vendrá a enderezar los caminos de los hombres, para que ellos encuentren la senda para retornar.

Cuando el caos y el mal emerjan delante de sus ojos, recuerden Mis palabras, recuerden su misión y su propósito en esta Tierra. Porque lo que construí dentro de ustedes se transformará en herramientas para que puedan actuar en estos tiempos. Herramientas que se expresan a través de la paz, de la neutralidad, de la compasión y de la Misericordia para los que están perdidos y distantes de Dios.

Fortalezcan, hijos Míos, todo lo que les entregué. Descubran, dentro de ustedes, estas herramientas de Luz que se expresan a través de las virtudes para que, en el momento correcto, sepan encontrarlas en su interior.

Hoy, pensarán que su transformación es rigurosa y que los cambios son intensos para que la consciencia acompañe al ciclo del planeta. Pero pronto comprenderán que todo lo que Dios les pide tiene un principio y una finalidad superior, que verán manifestarse cuando llegue la hora de que Mi Hijo los encuentre prontos, dispuestos a unirse a Él, para que tenga compañeros con los cuales contar cuando llegue al mundo.

Su resplandecencia será absoluta y Su brillo será visible para todos los ojos humanos.

Sin embargo, muchos hijos Míos temerán mirarlo, seguirlo y recibirlo en este mundo; porque no se sentirán dignos de recibir Su perdón, porque verán emerger sus errores y las consecuencias de su indiferencia.

Por eso, hoy les pido que, comprometidos con el Plan Superior, preparen sus corazones y los fortalezcan, no solo para cruzar los tiempos de mayor tribulación, sino para que tengan el valor y la humildad de mirar a los Ojos de Cristo, cuando Sus Pies pisen la Tierra.

Que tengan la humildad de recibir Su perdón y de ser colmados por Su Misericordia, para que Él los transforme definitivamente y les muestre su verdadera faz, aquello que ustedes son como parte de una Voluntad Divina y que, de esa forma, hijos Míos, una molécula de la Consciencia de Cristo ingrese en su interior y los haga partícipes de un nuevo tiempo, de una nueva raza que se construirá con esfuerzo, con renuncia y con un profundo amor que no proviene de esta Tierra, sino de lo más íntimo del Corazón de Dios.

Quiero hoy, renovar a todos Mis hijos, a todos los Hijos de María, para que jamás teman vestir Mi Manto, para que den testimonio de Mi Presencia; que jamás nieguen que son consagrados a Mi Inmaculado Corazón, que venzan el miedo con la potencia del amor y que den testimonio de la transformación que la oración hizo en sus vidas.

Con esto, hijos, les dejo una advertencia, pero también una Gracia para que perseveren y sean dignos de ver cumplirse cada una de Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Súplica de la Sagrada Madre y Señora del Apocalipsis al Padre Celestial

Escucha, Señor, la voz de Tu Sierva y Esclava,
que quiere amorosamente interceder por Tus hijos más perdidos.

Escucha la voz de los que claman por una oportunidad
 y que, en estos tiempos, nada reciben en su mundo interior.

Vengo a ofrecerme como un Sol para iluminar los abismos
y elevar a Tus estrellas caídas hacia el Universo Celestial.

Derramo Mis Rayos de Gracia sobre el mundo,
para que las almas capten Mis sentimientos más profundos
de amor y maternidad.

Hoy, coloco en Mis brazos, Señor, a los que más necesitan de Ti.

Hoy, contemplo a través de Mis ojos
las heridas internas de todos Mis hijos,
y con la caricia que Yo les doy a través de Mis manos,
calmo y sereno a todo lo que perturba y trae tribulación.

A través de Mi abrazo, los coloco cerca de Mi pecho
para que sientan el calor de una buena y humilde Madre,
para que sientan Su Corazón Inmaculado palpitar infinitamente,
así como vibra todo el universo, en su creación y existencia.

Hoy, disuelvo las amarguras de los corazones y establezco Mi Paz
en aquellos que la han pedido con tanto fervor y oración.

Construyo las bases de una nueva vida,
traigo a esta civilización la oportunidad de amar
 hasta que todos se sientan uno,
y Cristo los encuentre en comunión eterna.

Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NAZARÉ, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aún gobierno espiritualmente a este mundo, a fin de que se establezcan los mil años de paz y de cura, después de la intensa purificación de la Tierra.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, obedezco, en suprema humildad, a los designios de Mi amado Hijo y así cumplo con las Sagradas Promesas realizadas ante nuestro Eterno Creador.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, impulso un cambio en la consciencia humana, a fin de que esta raza participe de un nuevo ciclo y de un nuevo estado de mayor consideración con el planeta, con sus Reinos Menores y con todo lo que en él existe.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo hacia el mundo el Principio de la Renovación, para que despierten los Nuevos Cristos y, finalmente, abandonen la resistencia de otrora. Así, todo podrá transformarse.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, decreto los Designios de la Divinidad y, de este modo, Mi Consciencia actúa entre los Universos mayores y menores, para que todo se mantenga en la sagrada armonía.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aparto de Mis hijos a las fuerzas capitales de la perdición, de la ignorancia y de la indiferencia, permitiendo que reine el Reino del Amor y de la Verdad.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los 144.000 y los llamo por su nombre, a pedido de Mi Hijo, para que preparen sus moradas internas para el gran momento del Retorno del Señor.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, convoco, en esta hora, a todos los ángeles, devas y elementales del planeta para que se unan como una única fuerza positiva y espiritual, y así, ayuden al mundo entero en su agonía y purifiquen pronto a la humanidad.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, su Madre Celeste moviliza la Luz de los Espejos de los Universos para que ellos capten los códigos sublimes e irradien, a los grandes océanos del planeta, las corrientes positivas de la purificación y de la paz a fin de que se establezca la conversión mundial.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, hago descender la Luz de Dios; y así, disuelvo, poco a poco, los espacios oscuros del planeta, en donde millones de almas se pierden y se sumergen en la ilusión.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, retiro de los infiernos de la Tierra a las almas caídas que han recibido la sagrada expiación de poder ser perdonadas y elevadas a los Cielos.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo el poder de los doce Rayos y uno estos impulsos cósmicos con los espíritus. Así, establezco los Dones, misiones y tareas en las almas que despiertan al poder infinito de la Vida Universal.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, abro las puertas de los Cielos para que los ángeles solares desciendan y anuncien interiormente a la humanidad que es urgente, preciso e inmediato, un cambio en la consciencia.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, elevo a los orantes hacia estados divinos de paz, para que así, Me ayuden a concretar la Obra corredentora junto a Mi amado Hijo, el Cristo.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, ayudo a las consciencias para que ellas se liberen de la eterna cadena de sus errores cósmicos y así nazca, en esos espíritus, el Principio de la Redención.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, uno la consciencia de todas las naciones y preparo a los continentes y a las razas para recibir la llegada del gran Hijo Solar.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, santifico lo imperfecto, consagro lo no redimido y vivifico el espíritu que estaba muerto.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aproximo a Mis hijos hacia la verdad celestial.

Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los Arcángeles para revaluar el Plan del Creador y hacer todo lo posible para que Su Divino Plan de Amor se cumpla, pues mientras existan dos o más almas que respondan a este Plan, el Plan continuará adelante, sea como sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los alienta, siempre, en la Divina Fe,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en Fátima, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Lleven en sus corazones la insignia de la Hermandad.

Que se levanten los que han caído.

Que la maldad se sumerja en sus infiernos y que finalmente se cierren las puertas a la perdición de la condenación de las almas, porque el Todopoderoso ha venido a su encuentro para poder colmarlos con Su Luz y Su Misericordia y hacer de Sus criaturas un nuevo rebaño de Luz, lleno del Amor de Dios, e impregnado por Sus Dones de Compasión, de Unidad y de Fe.

Hoy vengo como el Sacerdote del Universo; vengo a darles Mi Paz para que estén en Mi Paz y les doy Mi Paz para que la multipliquen y la hagan viva en sus corazones y en los corazones de sus hermanos.

He venido de un lugar muy especial para Mí y también para Mi Padre, uno de los lugares más bellos de la Creación de este planeta.

Vengo de las altas cumbres de los Himalayas, en donde el espíritu de lo sagrado, de lo puro y de lo reverente se gesta para la humanidad.

Quiero que los Míos caminen junto a Mí por esa montaña. Quiero que sientan sus pies libres para poder hacerlo.

Quiero que puedan alcanzar las metas que Yo les propongo para estos tiempos y que, a pesar de todo, sigan confiando en Mí, porque a pesar de que la purificación sea grande, el misterio de la Fe es infinito y es lo que permite a las almas estar en Dios y a Dios estar en ellas.

Quisiera que contemplen estas montañas de los Himalayas como una gran revelación de su Maestro y Señor, que cuando estuvo entre ustedes hace más de dos mil años, ya conocía lo que allí existía.

Que las montañas sean el ejemplo y el principio de la elevación de la humanidad y sobre todo, de la elevación de la mente humana que es precaria y destructiva.

Vengo a dar fuerza a los que se consideran Mis soldados.

Vengo a traer la Luz que surge en lo infinito del horizonte.

Por eso, caminen junto Conmigo por esa senda de la montaña, hasta poder alcanzar el punto más elevado de ella; y así, sus espíritus se regocijarán porque ya no verán obstáculos ni tampoco tendrán límites para poder elevarse a Dios. Mientras la materia se purifica, que el espíritu sea firme en su propósito y en su misión.

Joyas preciosas de hermandad están siendo entregadas para todos y ellas deben ser reconocidas primero en su interior, para después poder expresarlas en la vida material.

Para poder subir a lo alto de esa montaña deberán cumplir una regla que es necesaria para Mí: que sean lo que Yo necesito que sean; que den el ejemplo de su verdadera espiritualidad y que, a pesar de lo que suceda, se mantengan en la fe y saber que nada está perdido.

La humanidad nunca ha enfrentado tiempos tan difíciles como estos. Es la primera vez que cruza un portal hacia la definición de sus consciencias y de su propósito.

Yo vengo desde lo alto de los Himalayas para poder mostrar al mundo que es posible alcanzar la meta y llegar al final del propósito cueste lo que cueste.

Pero si sus manos se mantienen unidas como hermanos y crean una gran cadena de Luz hasta lo más alto de los Himalayas, aquel que es último y está en la prueba más difícil, podrá ser elevado a través de ustedes y alcanzará la Luz, sentirá la Paz y podrá encontrar en este ejemplo el Espíritu de la Hermandad.

Muchos lugares del planeta guardan sagrados misterios.

Llaves desconocidas serán activadas en el fin de los tiempos para que la Humanidad dormida pueda despertar.

Y para que eso pueda suceder, primero partirá de ustedes esa iniciativa, porque en verdad ya saben que es lo que existe en los mundos internos de este Planeta y que permite el verdadero despertar de la humanidad.

Hoy les muestro a los Himalayas para que puedan ver en ellos el espíritu de lo sagrado, de todo lo bueno que se puede fecundar en la consciencia que busca la trascendencia y la elevación de su ser.

Yo no soy el único Maestro en ese lugar, también hay otros, que en los planos internos, trabajan por el propósito de la salvación de esta Humanidad, sobre todo de la Humanidad más inconsciente.

Ingresen a lo alto de estas montañas y sientan sus espíritus en profunda libertad.

Vean cómo sus almas vuelan como las aves, sientan cómo sus corazones se abren al palpitar de la Hermandad y de todo lo sagrado.

Descubran en ustedes el verdadero Sol que son. Déjenlo que brille y que encandile para poder cumplir con su propósito en esta humanidad.

Vengo a liberarlos de las raíces de la indiferencia.

Vengo a elevarlos hacia el espíritu de la Verdad, para que puedan ingresar hacia esas montañas, libres del pasado, redimidos en sus acciones y curados en sus heridas.

Así recibirán la luz interior que necesitan y abrazarán, con gratitud, los Códigos de Amor que les enviará Dios a través de Su Presencia en esos sagrados lugares del planeta.

Desde lo alto de los Himalayas, vengo a proclamar Mi llegada al mundo, para que todos los oídos escuchen en los mundos internos y este Verbo haga eco y resuene en donde debe resonar, mas allá de este Universo.

Mientras tanto, las puertas hacia una oportunidad incalculable se abren, para que las almas puedan reconocer su origen y dejar de ser ignorantes y dormidas, ante los Misterios del Universo que se develan en estos tiempos, en donde todo está en juego.

Hoy, los dejo a todos en lo más alto de los Himalayas, en uno de los lugares más sagrados para Mi Padre, el que Él ha escogido para posar Sus Pies y traer de nuevo Su Espíritu de Reconciliación y de Paz, para entregarlo a todas Sus criaturas.

Su Fuente se hará visible en los tiempos que llegarán, y las almas despertarán y dejarán su ignorancia; abrirán sus ojos a lo que verdaderamente son y abandonarán la soberbia y todo lo que es mezquino en el hombre de superficie.

Las cadenas de los errores de otrora se disolverán porque San Miguel Arcángel pasará Su espada sobre ellas. San Rafael Arcángel derramará Su cura en los espíritus que sean incondicionales a Dios.

Las llaves de las puertas del Cielo serán entregadas en las manos de los simples, en aquellos que han seguido el Camino del Señor, a pesar de su purificación y de sus pruebas.

Benditos sean los que ingresen a Mi Himalaya interior.

Benditos sean los que comulgan de este Misterio y lo revelen al mundo.

Benditos sean los que, con gratitud, agradecen todas estas cosas, sin profundamente conocerlas.

Benditos sean los que buscan el Espíritu de la Hermandad, más allá de si mismos y de sus imperfecciones.

Benditos sean los que cuidan el Proyecto de Dios y lo hacen parte de sus vidas, defendiéndolo de sí mismos.

Benditos sean los que se descalzan para entrar al Templo, en un acto de reverencia y devoción a la Divina Compasión.

Benditos sean los que se postran en lo alto de las montañas, para suplicar al Padre, al Adonai.

Benditos sean los que construyen lo nuevo y lo preservan a través de los tiempos.

Benditos sean los que no tienen nada que ganar y tampoco qué perder, porque el Reino de los Cielos estará en ellos y se cumplirán todas las escrituras; serán liberados del pecado de Adán y Eva. Y finalmente nacerá una Nueva Humanidad, colmada de nuevos cristos, espíritus servidores, de almas en constante adoración.

Benditos sean los que cuidan su trabajo de oración, verdaderamente y sin engañarse.

Benditos sean los que construyen las bases de la espiritualidad y las guardan en sus corazones, como el último legado.

Hoy, su Sacerdote Mayor les habla; el Todopoderoso pronuncia Sus Palabras a través de Su Amado Hijo, para que los rebaños extendidos por toda la Tierra se congreguen, a los pies de esta montaña de los Himalayas, a la espera del gran momento del Retorno de su Amado Señor.


"Te pido, Padre, que abras los Cielos sobre un mundo que está a oscuras y que a través de la Compasión de tu Corazón veas en el mundo las luces que se encienden para reconocer Tu Llamada.

Mira ahora, Padre, cómo brillan Tus estrellas caídas y cómo ellas se elevan hacia lo más alto del Firmamento para formar parte de Tu Reino Universal y de Tu gran Bóveda Celeste.

Ahora, Padre, no dejes a nadie para atrás. Prometo refugiar en Mis Brazos a los que están perdidos. Prometo cumplir Mis Obras a través de los que se donan a Mí y que, incondicionalmente, son consecuentes con Mi Convocatoria.

Hoy dejo en lo más alto de los Himalayas, Padre, a los que más necesitan de Ti, para que los que son más conscientes y despiertos, a los pies de estas montañas sagradas, cuiden de Tus demás rebaños.

Coloco Mi Cetro sobre lo alto de estas montañas y lo golpeo sobre la Tierra, para encenderla en Luz.

Los falsos templos caerán a Mi derecha y a Mi izquierda y las ruinas de la perdición y de los infiernos serán tragados por la tierra, a fin de que se abra Tu Gran Portal de Compasión entre Oriente y Occidente, y finalmente, Padre, se cumplan Tus Palabras en la Humanidad. Amén".


Hoy envío Mis agradecimientos a los que cuidan de la Sagrada Instrucción, de la Jerarquía Espiritual y Divina. A través de ellos Mi Palabra es conocida en el mundo y todas las lenguas pueden recibir Mi Mensaje, para que él se pueda cumplir en la Humanidad.

Quisiera dedicar Mi Amor a los que hacen los esfuerzos para que esto se cumpla según Mis designios.

Sepan que a través de Mis Palabras y de todos lo que revisan y corrigen, para que Mi Mensaje de Luz se expanda en el mundo, sus corazones son trabajados profundamente, de época en época, y sin percibirlo, sus consciencias se unifican a la Mía y así se manifiesta el Plan.

Después de estos últimos años de trabajo, los que cuidan de las Instrucciones de los Mensajeros Divinos sepan que tienen un tesoro espiritual entre sus manos y que a través de su oferta, este tesoro espiritual e interno puede llegar a muchas almas que también lo necesitan.

Porque así despertarán los ciento cuarenta y cuatro mil que esperarán a su Señor durante una noche de vigilia.

Y antes que despunte el amanecer, antes de que surja la nueva Aurora, escucharán en su silencio, los Pasos del Señor que se aproxima para volver a encontrarlos y así sellar la Alianza entre los corazones y Dios.

Que así sea.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, para aplacar nuevamente las injusticias del mundo, revelando la verdad a los corazones de los hombres, renovando su fe y lavando sus almas para que puedan restablecer su vínculo con el Padre.

He aquí, hijos Míos, a la Señora Vestida de Sol, que nuevamente posa Sus pies sobre el mundo, apartando de él, el mal y la falsedad, que ciegan los ojos de aquellos que vinieron para vivir el Amor.

El Universo entero se detiene para contemplar la Presencia de Su Divina Señora en la Tierra, la que, en humildad, viene a advertirles a Sus hijos que ya no es tiempo de intentar engañar a Dios ni a sí mismos, proclamando una falsa fe, que engrandece a los hombres y no al Creador de todas las cosas.

Vengo a ayudar a erguir a los justos y a los simples con Mis santas manos, para devolverles la paz que perdieron por no encontrar en la Tierra un ejemplo que fortalezca su fe.

Vengo, hijos, para colocar sus ojos nuevamente ante el ejemplo de Cristo y a buscar en Él, que hoy está más allá de las estrellas y los contempla desde el Infinito, el único Camino, Verdad y Vida.

Vengo a renovar el Evangelio de Mi Hijo, con las Palabras que Dios le entrega a Sus criaturas a través de Sus Mensajeros, porque es hora de que sean guiados por Dios y no más por los hombres.

Es tiempo de renovar la fe, retirar las barreras que los estancaron en el tiempo, aprisionados en la limitación de la mente humana. Yo vengo, amados hijos, para retirarlos de los muros de la ignorancia, y que ya no encierren las palabras y designios divinos en una comprensión humana.

No limiten a Dios a una doctrina, no encierren su propia fe en las palabras humanas. Busquen la renovación constante que proviene de la unidad con el Todo, de la unidad de los unos con los otros y con toda la Vida, con el Universo que los aguarda más allá de este mundo.

Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, porque el Creador Me pidió que sea Su Intercesora en este tiempo y en este lugar. Me concedió Su Poder de Renovación para que la humanidad despierte y vea en el horizonte el verdadero sentido de su existencia.

Hijos, el Evangelio de Cristo no terminó en la Cruz y en la Resurrección. Él sigue escribiendo en el Universo la vivencia de las Nuevas Leyes. Él sigue construyendo, más allá de las dimensiones, un Reino que existe no solo para transformar a la Tierra y a la vida humana, sino a toda la Creación.

Nuestro Señor vino al mundo por un Propósito mucho mayor, y les habló en símbolos y parábolas, que muy pocos pudieron comprender, y mucho de lo que Él dijo no se encuentra en los Libros Sagrados, sino solo en la memoria, en la consciencia y en el corazón humano.

El Evangelio universal se está escribiendo, y Dios invita a los hombres a leer, en el Cielo, las Nuevas Leyes de la vida, que en verdad son la vivencia pura de lo que Cristo les enseñó en la Tierra.

Si vivieran lo que Él les enseñó, lo poco que saben de lo que Él dejó en el mundo, podrán encontrar la puerta que se abre hacia el Cosmos. Porque, aquel que verdaderamente vive la Enseñanza de Cristo, no puede permanecer encerrado en la comprensión y en la limitación humana; su consciencia se expande y su corazón tiene sed de una verdad que desconoce.

Vengo para revelarles, en este tiempo, esta verdad, para todos aquellos que, en los cuatro puntos del mundo, están sedientos y confusos, están buscando una respuesta y no encuentran en este mundo nada que los sacie, nada que les responda.

Aquí estoy, hijos Míos, con el Cetro de Dios en Mis manos, que es el Cetro de la unidad y no de la separatividad. Es el Cetro que les revela la verdad sobre el corazón humano y los invita a ingresar en este misterio universal; es el Cetro que une las religiones, las culturas y las naciones en un único propósito, que es la vivencia del Amor y el retorno al Origen.

Déjense tocar hoy por el Cetro de Dios, que desvanece la mentira y la vanidad, y los torna cristalinos delante del Padre. Este Cetro los purifica y los eleva de los abismos, de los abismos del mundo, para que encuentren en Dios el sentido de su existencia.

Con el Cetro de Dios en Mis manos, Yo los bendigo y los renuevo, para que caminen Conmigo rumbo a un nuevo despertar, que no busca otra cosa, si no devolverles la paz y la verdad.

Los amo hoy y siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Nueva Profecía

Sus bases son de piedra revestida, pero en esencia, no existe nada que la sostenga.

Sus columnas elevadas, elevan el poder aparentemente conquistado, olvidando claramente que el Poder lo tiene Dios.

Su corazón está revestido de oro y luce toda la belleza que no es del Cielo.

Muestra su supuesta justicia, pero dentro de su templo se ocultan las verdades a la gran inmensidad de su pueblo.

El Nombre Sagrado de Dios es usado para poder realizar sus obras.

Pero, ¿quién despertará antes de tiempo para poder ver la realidad y no la apariencia?

Los Ojos de Fuego observan sus acciones y la mayoría cae como en una trampa de sorpresas.

La fe se pone en juego y es necesario encontrar la verdad.

Ella emana un agua tan semejante a la de una fuente y la sed de luz y amor es tan grande en las almas, que todas corren, medio ciegas, a la búsqueda de una solución.

Por eso, pocos saben que no todo está en lo cierto, en lo justo y en lo sano.

El templo estará siendo removido y sus fieles lo sentirán, pero la mayoría quedará hipnotizada por lo que es externo.

Será difícil derrotar ese poder; él creció mucho después de la confianza concedida por Cristo.

Pero a partir de las acciones, los caminos se desviaron completamente.

¿Quién corregirá los errores de siglos enteros?

Por eso, el Padre observa con Misericordia y confía solamente en los que viven Su Verdad y no la desvirtúan.

Muchos son los pastores que son responsables por rebaños enteros, pero muy pocos hacen lo que el Señor les enseñó.

Toman con su mano el báculo del pastoreo, pero no saben conducir a los rebaños por el camino de la fe.

El templo es tan semejante a una moneda; él tiene dos caras, una de fuego y otra de oro.

En él se escribe una historia de otrora, que finalmente, deberá ser purificada.

Sus pasos son tan confusos como el alma que no sabe caminar ni encontrar la dirección.

Nadie ha conseguido oponerse a ella, es la madre de la aparente “paz”. Pero sus obras no son luminosas ni verdaderas.

Muchos llorarán por haber comprado su fe.

Por eso, el Cetro Divino de la Luz golpeará tan fuerte, que sus estructuras se moverán, así como se mueve la tierra en un terremoto.

A pesar de su fase más aguda, el Señor coloca Su Divina Mano sobre aquél que es justo y simple, pero que todo debe callar para que su pueblo no tiemble.

El Padre le dará la fuerza para continuar adelante; su nombre es pobre y eso lo protegerá. De él nacerá la fuerza del mismo Cristo para poder purificar el templo y a todos sus allegados.

El sufrimiento mayor será saber la Verdad; aquello que fue dicho: no quedará piedra sobre piedra.

Aún en los tiempos en donde Cristo está retornando, todas las bases infieles se moverán, dentro y fuera de la consciencia.

En el próximo amanecer, el Sol, la Aurora, y la Luz del Amor, se mostrarán a los corazones cristalinos y se mostrarán a los corazones opacos, pervertidos y dominados por la ambición espiritual.

Para que el amor y el bien se cumplan, la Madre del Cielo viene para interceder, pero ahora, bajo el mando de la Justicia Divina, la que corregirá los hechos de otrora.

Será el momento de que cada alma y cada vida sabrán en donde han colocado su fe y en las manos de quién las han depositado.

Dichosos serán los que conseguirán, por encima de todo, colocar su corazón en el Cielo y tristes serán los que se quedarán en la superficie de los acontecimientos.

El Señor envía a Su Sierva para salvar la fe de miles de almas, porque aún el adversario sigue trabajando.

Sabios serán los que oren, porque ellos tendrán discernimiento.

Iluminados y claros estarán los que busquen siempre la humildad.

Santos serán los que tengan divina compasión por sus hermanos.

Nada será perfecto hasta que retorne Cristo, quien finalmente gobernará con soberanía y el poder será quitado de las manos de los hombres.

Los simples vivirán la esperanza y conseguirán, a pesar de los hechos, permanecer en la luz interior.

Así, todos tomarán consciencia del verdadero pedido de Cristo. Su Casa se encuentra pobre y no revestida, dentro del corazón de los humildes.

Y todos verán venir la Casa de la Luz desde el Universo y sabrán que sus moradas habitan en los mundos sutiles.

Por último, las viejas llaves serán quitadas y los ángeles mostrarán a los hombres quién tiene las Llaves de los Cielos.

Mientras tanto, oremos, hasta que el cielo de la noche anuncie la señal de ese momento venidero.

Su Madre Celestial secará las lágrimas de los que golpearán su pecho por haber confiado en los hombres.

Pero Cristo, traerá el gozo de poder vivirlo y sentirlo vivamente, por encima de toda apariencia.

Llegó la hora de que los verdaderos apóstoles del silencio testimonien el Reino de Dios para los que no lo consiguen ver.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Ora junto a ustedes,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL SANTÍSIMO ROSARIO, TRANSMITIDO EN LA VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He aquí la Esclava del Señor, hágase en Mí según Tu Palabra.

He aquí Tu Sierva del Amor y de la Maternidad, bendita entre todas las mujeres y honrada por todas las generaciones.

He aquí Tu Amada Hija, simple en el sentir y profunda en el amar.

He aquí Tu Servidora incansable, que arde de Amor y Misericordia por las almas que buscan Tu Reino.

He aquí Tu culcísima Madre, que vigila Tus rebaños, que los guía y los acompaña hasta el establo de Tu Corazón misericordioso.

He aquí Tu Estrella, que ilumina los caminos de las criaturas que se abren para conocer lo infinito que es Tu Amor en esencia, poderoso e invencible.

He aquí la Señora Vestida de Sol, que enciende la llama de la oración simple en Sus hijos, que llama a todos a la conversión y al perdón de los pecados.

He aquí la Divina Señora, abogada e intercesora de las causas imposibles, intermediaria entre las almas y Dios.

He aquí la siempre Virgen Madre, que ruega y suplica por la paz, que pide y solicita la unión entre los pueblos y las naciones.

He aquí la Señora del Santísimo Rosario, hoy coronada en Fátima y en el mundo, reconocida como la Madre de la bondad y de la Misericordia.

He aquí la Madre Celestial de Dios, que se une a cada peregrino y a cada corazón que busca, en estos días, una Gracia especial, la Gracia de poder amar, de poder perdonar y de ser perdonado por el Padre Eterno.

He aquí la Reina de los ángeles y de los arcángeles, descendiendo en Gloria sobre la Cova da Iría, despertando nuevamente la paz que concede Fátima, como terafín del mundo.

He aquí la dulcísima Madre, venerada y querida, amada y aceptada por todos Sus hijos, Madre de la reconciliación y guardiana de la vida, escudo contra todo mal y Templo de la Sabiduría.

He aquí la Santa Mujer más buscada, la que alivia el pesar y el dolor, la que comprende y ayuda a los más perdidos.

He aquí la Madre del Sol, la Señora de la Luz, la que acoge en Su seno el sufrimiento del mundo y lo hace Suyo para que el mundo sea aliviado del pecado y del error.

He aquí la Reina de Lys, la Comandante de los espíritus misioneros, el Espejo del Amor Divino que se refracta en la esencia de quien la invoca.

He aquí la Madre de la Esperanza y la guardiana de la fe, la gestora de los nuevos principios que repoblarán la Tierra y la Nueva Humanidad.

He aquí la Señora de Fátima, la Madre de los corazones orantes, la Servidora de la Fuente de la renovación.

He aquí la Madre de la Nueva Alianza, la que acompaña la consagración de Sus hijos y los lleva de la mano hacia Jesús.

He aquí y ahora la Señora del Santísimo Rosario, al lado de cada alma que en las próximas horas se prepara, en oración, para el gran acontecimiento esperado.

He aquí la Madre de Jesús, el Redentor, con el Cetro de Dios en Su mano, apuntando al continente europeo para que se convierta, se redima y viva la paz, con el fin de cumplir el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

He aquí y ahora a la Reina de la Paz, rodeada de Luz y más brillante que el sol; Madre que desciende del Cielo para estar cerca de Sus hijos para abrazarlos, besarlos y darles el Amor del Corazón.

He aquí y ahora la Madre que dijo sí por toda esta humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios para abrir las dimensiones, decretando el Poder de la Luz Divina y de Su Voluntad.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para abrir las puertas hacia Su Reino y disipar la ilusión de los ojos y de los corazones de Mis hijos, para que reconozcan la Verdad y la sigan.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, el que simboliza Mi profunda unión con el Creador; simboliza Mi Origen y demuestra a los corazones ignorantes del mundo la verdadera existencia de la Madre Celestial.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, demostrando que el Verbo Divino es Uno, no solo con el Hijo, sino también con la Madre, con el Vientre Puro del cual surgieron todas las cosas, inclusive el Hijo, que es Uno con el Padre.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios para que todas las almas y todos los espíritus reconozcan la Potestad Divina que Me fue entregada desde el principio; para que reconozcan el nuevo ciclo, cuando Mi Vientre gestará nuevas cosas, así como gestó todo lo que hasta hoy fue creado.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios y muchos Me reconocerán, pero no comprenderán que este es el Poder Divino, hasta que este Poder toque sus ojos y los libere de la ceguera y del mal.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para unir lo que estaba separado, para que las mentes se rindan y los corazones se abran a la Verdad Divina.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, como vengo hoy, y todos los ojos Me verán, porque cuando este día llegue ya no estaré preparando el retorno de Mi Hijo, sino que traeré en Mi Vientre a la Nueva Vida, que Él establecerá después de Su segunda Venida al mundo.

Con esto les digo que, después del Hijo, vendrá la Madre Celestial. Prepararé Sus pasos en Espíritu y en Divinidad, así como preparé Su camino en silencio, cuando Él estuvo sobre la Tierra. Pero después de que Su promesa se cumpla y que las Escrituras del Nuevo Tempo, expresadas en las palabras de los Mensajeros Divinos, también se cumplan, Yo vendré con el Cetro de Dios y reconstruiré el mundo con Mis Hijos.

Les daré a conocer al Niño Nuevo que durante este tiempo estoy gestando en Mi interior, y este Niño nacerá y crecerá en el interior de los que sean perseverantes y que, venciéndose a sí mismos y vaciándose de sí, se rindan completamente ante Dios.

Así como Mi Hijo ascendió una vez, ascenderá nuevamente, y así como Yo ayude a los Apóstoles en aquel tiempo, ayudaré a todos ustedes. Juntos construiremos el nuevo mundo, el nuevo tiempo, y las dimensiones se harán visibles.

En ese momento, las miserias ya no serán lo que predominará en sus vidas. Su transformación ya no será solo una batalla contra las fuerzas capitales de este mundo, que habitan dentro y fuera de ustedes; la transformación será eterna y constante, porque todo en el Universo se transforma; sin embargo, les digo, hijos Míos, que cuando Yo descienda al mundo después de Mi Hijo, les traeré una nueva vida y les daré a conocer un nuevo camino, en el cual se consumará la transición entre el viejo y el nuevo hombre. Y sus pasos consistirán en unirse al Universo, recuperar la filiación con Dios y reintegrarse a Sus Leyes.

Les daré a conocer los principios de la Unidad con toda la Vida y el orgullo que hoy hace que muchos se sientan únicos en toda la Creación Divina desaparecerá, y reconocerán a toda la Vida que habita en el Cosmos desde el principio, y que en humildad aguarda que ustedes puedan crecer y despertar.

He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios y estableceré la Paz dentro y fuera de ustedes, en este mundo y más allá de él. Pero hasta que llegue ese momento perseveren, ríndanse, humíllense, perdonen todo, inclusive a sí mismos y busquen el vacío, con constancia y con fe.

Pues ya llegará el día en el que verán en Mis manos al Cetro de Dios y darán gracias por ver  cumplirse todo lo que un día les dije.

Yo les agradezco y los bendigo, para que no pierdan la fe ni la divina esperanza de ver cumplirse las Sagradas Escrituras de estos tiempos.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He llegado aquí con el Cetro de Luz de Dios para socorrer al mundo y establecer así la paz que aún falta en la humanidad.

He recibido de sus corazones todas sus oraciones y esto agrada mucho a Dios, porque los corazones peregrinos, los más humildes entre los humildes, han decidido ser fieles a Mi Corazón, para poder ser fieles a Cristo y, en consecuencia, al Todopoderoso.

Crean, queridos hijos, que hoy les entrego muchas Gracias, después de haber peregrinado hasta aquí, buscando fortalecer su fe, la unión entre sus familias y la comunión reparadora, que son invitados a vivir todos los días a través de la Santa Eucaristía.

Hoy sus corazones simples se confesaron a Mi Corazón. Como Madre piadosa, Yo los coloco a todos entre Mis brazos, para ofrendar a Dios lo mejor que ustedes tienen en su interior.

Quiero, en esta noche, expandir sus consciencias más allá de esta aparente vida material, para que sus almas puedan dar nuevos pasos en representación de toda la humanidad, que en estos tiempos está muy desconectada de Dios, lejos de la Fuente de Su Amor.

Ustedes, siendo misericordiosos y fieles a Mi Corazón Inmaculado, podrán siempre encontrar las puertas abiertas al Reino de Dios, en donde todas sus súplicas serán acogidas, no solamente por Mi Corazón Materno, sino también por el Corazón Sagrado de Mi Hijo.

Es así que hoy quiero decirles, queridos hijos, que infinita es Mi alegría, por encontrarlos hoy aquí conmigo, fortaleciendo en sus almas el camino de la perfección, el camino de la oración, que es muy necesario en estos tiempos.

Sientan que sus tristezas, problemas y obstáculos se disuelven ante Mi presencia, porque hoy llevando este Cetro de la Luz de Dios, no estoy sola aquí, queridos hijos, sino con todos los ángeles del Cielo que asisten a su Madre Celestial para llevar adelante esta Obra corredentora

Hoy vengo mostrando Mi corona de estrellas para iluminar los cuatro puntos de la Tierra y para que más allá de esta humanidad, los espíritus superiores de sus seres despierten a este llamado, y así lo reencuentren.

Los invito a vivir la instrucción de corazón y que sean la instrucción viva en estos tiempos, porque así el Evangelio de Mi Hijo se estará cumpliendo.

Hoy vengo con el Cetro de la Luz de Dios para apartar lo que Mi enemigo imparte en todas las mentes humanas que son muy débiles porque carecen de una verdadera vida de oración, de una verdadera súplica del corazón al Corazón de Dios.

Necesito, queridos hijos, que se fortalezcan. Por eso traigo este Cetro de la Luz de Dios, y hoy les extiendo esta revelación para que sus consciencias den nuevos pasos y no pierdan el impulso divino que está llegando directamente del Cielo y del Universo, para vivir esos impulsos espirituales que harán posible a la Nueva Humanidad, que será impulsada por ustedes.

Necesito que sean humildes, y si aún no han encontrado la humildad del corazón, los invito a vivir la resignación ante Mi Hijo porque así permitirán, queridos hijos, que Cristo cumpla Sus Obras a través de sus vidas y corazones.

Nuevamente los invito a la fidelidad, para que sean contemplados por Dios en la inmensidad de Su Divina Misericordia.

Por eso a cada uno de ustedes, queridos hijos, vengo a consagrarlos a Dios día a día, según lo que cada uno Me puede dar, en la escuela que se encuentre, para así poder aprender de todo lo que el Universo traerá a la Tierra, dentro de esta escuela de redención y de perdón.

Por encima de todo, que prevalezca en ustedes el Amor de Dios, porque sin el Amor de Dios, les aseguro, hijos Míos, que no podrán hacer nada; se sentirán muy limitados para poder resolver las cosas de esta vida superficial.

Sin el Amor de Dios, no podrán seguir a la Jerarquía Celestial, estarán muchos escalones abajo y no llegarán a estar en el punto que Dios necesita en estos tiempos.

Cada uno de ustedes, a pesar de las imperfecciones de la vida humana, es un precioso instrumento para Dios.

Yo vengo a encender la llama que existe en ustedes, para que a través de ustedes, estén al servicio de Mi Hijo en este Plan preparatorio de Su segunda Venida al mundo.

Quiero que puedan abrir los espacios de sus corazones, para que las espinas de la incomprensión puedan ser sacadas, y en lugar de ellas, sea cultivado el amor, el amor que les trae su Madre Celeste, para hacer resucitar sus espíritus y consciencias en esta propuesta de redención y de perdón.

No pierdan la oportunidad de amar, porque estoy muy segura de que ustedes saben cuando no están amando, ni tampoco perdonando a sus semejantes, apartándose del camino de Mi Hijo, con sus incomprensiones, por su ignorancia.

La Obra de Dios aún no es conocida por ningún ser de la Tierra. Es un misterio divino que se revela de a poco, para que las almas puedan aprender a amarlo de una forma desconocida y adherida, no importando lo que cueste.

Es así, queridos hijos, que Yo les invito a seguir a Mi Hijo por el camino de la luz y de la hermandad, de la consideración y de la conscientización de que en verdad, cada acto que cometan, por más pequeño que parezca, repercute en la humanidad y en el universo.

Ustedes son parte de la última fase de esta raza, antes de que surja una Nueva Humanidad, después de su purificación y entrega a lo que Dios necesita.

Mi Corazón de Amor y de Verdad les revela lo que Dios está pensando.

Los invito, queridos hijos, a corregir sus caminos porque aún están a tiempo.

Mi adversario hará temblar a la humanidad pero Mi Cetro de Luz, de la Luz de Dios, será invencible, cuando él golpee a la Tierra con el Poder de la Gracia y de la Liberación.

Este es Mi mensaje para ustedes, estas son Mis palabras para hoy. Necesito que las mediten y que no salgan de aquí como si no supieran nada, como si aquí nada hubiera acontecido.

Les traigo así el Don de la Sabiduría para que lo puedan contemplar en sus corazones.

Den los pasos hacia Mi Corazón en obediencia y sacrificio, para que puedan estar Conmigo en todo.

Quisiera, queridos hijos, que sus oídos internos no se cerraran, mas que sus corazones se expandieran al ser tocados por la luz de Mi instrucción, para que el se disipe, las almas recapaciten y puedan ser colocadas en el camino del cual se perdieron.

Es Mi amado Hijo el que en esta noche de oración y de consagración, Me envía para decirles todas estas cosas.

Ustedes saben, queridos hijos, a quién Yo le estoy hablando, a quién dirijo Mis palabras, para que su corazón pueda despertar.

Mi mensaje es para el mundo y especialmente para Mis siervos que hace tanto tiempo Me siguen por este camino de esperanza y de fe.

Y ahora les demostraré cómo es Mi amor maternal por medio de la consagración de nuevos hijos, que ahora llamo, para que estén cerca de este altar, de este centro de humildad que es ofrecido a su Madre Celeste.

Estas almas que hoy se congregan aquí para la consagración, representan a muchas más en el mundo; almas que deben ser tocadas por el fuego del Amor de Mi Hijo, para que todos reciban la oportunidad de ingresar en el ciclo de la salvación.

Los hijos de María son llamas que se reencienden a través del llamado de Dios, que es emitido por nuestros Sagrados Corazones.

Hoy, estoy ante hijos diferentes, pero en esencia muy iguales, porque hoy, aquí. los ha congregado el Universo de Dios para que pudieran recibir esta Gracia.

Ustedes hoy, queridos hijos, se comprometen a orar Conmigo todos los días por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, no solo en sus consciencias,en sus familias, en sus seres queridos, sino también en el mundo y en la humanidad que necesita de una gran Gracia, para poder estar a salvo antes de que retorne Mi Hijo al mundo.

A través de su silencio interior, queridos hijos, hijos que hoy se consagrarán a Mi Corazón Inmaculado, coloquen en Mi Corazón sus intenciones para que el Padre del Amor, el Padre Celestial las escuche

Recibo ahora sus peticiones en el silencio del corazón y del alma, para que así toda la humanidad pueda dar el gran y esperado paso hacia la consciencia del amor y de la unidad.

Hoy no solo Mi Corazón los bendice como nuevos hijos renovados, sino que también el Cetro de la Luz de Dios es colocado sobre sus cabezas, para que la santa y divina Voluntad descienda sobre ustedes y así se cumpla el Proyecto Redentor.

Mis Rayos descienden sobre sus espíritus para consolarlos.

Mis Gracias tocan sus almas para convertirlos.

Mi Amor ingresa en sus corazones para que puedan revivir en Cristo, hasta que se cumplan los mil años de paz.

Yo los consagro, los bendigo y también hoy, los abrazo, colocándolos debajo de Mi Manto en donde no hay peligro, no hay mal, no hay adversidad, sino Luz, Triunfo, Redención y Misericordia para todas las almas que así lo acepten.

Los bendigo en Mí infinita alegría.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Les agradezco por responder a Mi Llamado.

Que sus fortalezas no tiemblén, pero que sus corazones se transformen para que la mente no los colonice. Que así sea.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE SAN CARLOS, ESTADO DE SAN PABLO, HACIA EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y verán venir, como un Sol, al Poderoso Hijo de todos los universos, estrellas y planetas.

Y verán en Su Mano Derecha el Cetro de la Divina Justicia, que aplacará la furia de los injustos y la indignación de los sufridores.

En aquel día, verán a los doce coros angélicos, siendo guiados por el Santo Arcángel Miguel; y como un haz de Luz, verán mover a Su Divina Espada, de oeste a este y de norte a sur, marcando en el cielo la señal de la Venida Gloriosa de Cristo.

Todos se levantarán de sus lechos por lo que verán: el Hijo del Hombre erguir el estandarte de la victoria de los redimidos que han cumplido los Designios de Su Sagrado Corazón; y el Gran Soplo del Espíritu Santo soplará como una corriente mayor que mil vientos, moviendo la barca que flameará irradiando las virtudes alcanzadas por los autoconvocados.

En aquella hora, el Señor Dios, el Todopoderoso, contemplará la inmensidad del mundo y el vasto universo colmado de seres y de estrellas descenderá en Misericordia para restablecer los Mil Años de Paz.

Ningún alma o consciencia quedará atrás, porque el Prodigioso Hijo, con el esplendor de más de mil soles, brillará para derramar Su Soberana Paz.

En ese momento, todo sufrimiento, decadencia y perdición desaparecerá de la faz de la Tierra y lo que ha oprimido durante eras, desde los Adanes y las Evas, será aprisionado y vivirá su redención final; porque el gran ángel caído no soportará el Amor Infinito del Hijo de Dios, se postrará con su cabeza en el suelo con todos sus ejércitos caídos, se convertirá y abandonará el planeta, y los nuevos apóstoles gobernarán la Nueva Tierra.

Cristo posará Sus Pies sobre la tierra en donde Él derramó Su Preciosa Sangre, el Sagrado Cáliz saldrá a la superficie y la humanidad vivirá su última expansión de consciencia.

Los malos serán derrotados. Los prisioneros de sí mismos serán liberados y ya no existirán más angustia ni dolor.

Después que el planeta se haya purificado, los ángeles creadores descenderán y harán de todos los lagos de la Tierra los nuevos estanques de la humanidad.

Que así sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Les revela la verdad del corazón,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En ofrenda, hoy les ofrezco Mi Inmaculado Corazón como el triunfo perfecto para sus vidas y para todo el Proyecto de Dios.

Hoy Me reúno con ustedes, hijos Míos, y con todos aquellos que escuchan Mi Voz, con todos los que contemplan el esplendor de Mi Inmaculado Corazón, que transborda de amor por el mundo y por las almas, las que buscan a Dios y también las que se pierden sin poder verlo.

Hoy, en este día trece de mayo, los uno al Centro de Fátima, y los hago ingresar a la Fuente de su Luz, de su Amor y de su Pureza Original, para que recuerden, queridos hijos, lo que en verdad son para Dios y para todo el Universo, que ya no son más lo imperfecto, lo impuro, lo pecaminoso.

En ustedes existe la Pureza que Dios creó desde el principio, para poder manifestar Su Amor sobre la Tierra y en toda la humanidad.

Esa Pureza esencial, queridos hijos, se encuentra en sus almas, y sus almas esperan por mucho tiempo para poder dar ese paso hacia la entrega mayor.

Hoy vengo coronada por las doce estrellas que Mis hijos de la Tierra Me han colocado, honrando cada uno de Mis atributos, y haciéndolos parte de sus vidas, como el bálsamo perfecto para la cura interior.

Hoy estoy con todos aquellos que Me escuchan y que abren las puertas de sus hogares y de sus corazones, para que Yo pueda entrar y reinar como su Madre Santísima.

Hoy vengo con el Cetro de Dios tomándolo con Mi mano, para mostrarles, queridos hijos, que el poder del Amor es invencible, y que las tinieblas serán derrotadas, porque aún Yo sigo pisando la cabeza de la maléfica serpiente que causa el dolor y la desesperación en todos los seres humanos.

Hoy vengo con el libro de Dios que les revela la Justicia y también la Misericordia que los acoge en este momento, que les permite ingresar al Corazón de Dios en perfecta plenitud, devoción y amor.

Hoy Mis ojos están aquí para observarlos y contemplarlos como la pureza que son y la misión que tienen, queridos hijos, de poder alcanzarla en este tiempo tan difícil para el mundo.

Pero siempre que recuerden a Fátima, lo alcanzarán. Porque Yo estoy allí, y también espero estar en sus corazones para que se cumpla la Voluntad de Dios.

Este mensaje que hoy les traigo, queridos hijos, es preparatorio.

En este día trece de mayo, en donde todos los ángeles se reúnen alrededor de su Madre Celeste y sobre este suelo de Aurora para unir ambos Centros de Luz, Fátima y Aurora, Yo vengo a declararles, queridos hijos, una fundación especial, y la continuidad de un movimiento mariano, que será el preámbulo para la derrota de Mi adversario.

Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal prometerá, para todos, la devoción incalculable a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús.

El Hijo de Dios y la Madre de Dios se ofrendan como Corazones para el mundo, para que las almas los puedan contemplar y vivir plenamente a través del amor y la oración; columnas que no los harán perecer a pesar de la tempestad de estos tiempos.

Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal los unirá a Mi Corazón Inmaculado.

Yo querré ser la Gobernanta de sus vidas y corazones, de sus hogares y familias, para que se pueda constituir la Sagrada Familia en estos tiempos y la consagración de cada ser de este mundo al  Plan perfecto de Dios, que debe cumplirse con la colaboración de cada esencia de la Tierra.

Mucho más de este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal conocerán a través del tiempo, pues él ya viene siendo gestado para poder ser presentado a todos.

Este Movimiento es la continuidad de una Obra que Yo comencé en Fátima, después de Mis Apariciones, con todos los sacerdotes, que son los siervos de Mi Hijo y de la santa Eucaristía.

Este Movimiento quiere, queridos hijos, que vivan la devoción a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús, para que las almas, en los tiempos finales, tengan en quién confiar a pesar de lo que suceda y del tiempo de su purificación.

Adoptar Mi Inmaculado Corazón y el Corazón de Mi Hijo significa un paso para sus vidas, una renovación para sus familias, para que los dones del Espíritu Santo puedan comenzar a manifestarse, en cada obra de amor y en cada acción diaria.

Esos dones que serán derramados por los Sagrados Corazones les permitirán realizar el Proyecto de Dios y cumplir con su misión principal para este tiempo final.

Por eso, queridos hijos, Yo me ofreceré como el centro para sus familias y como la Mediadora para todas las causas imposibles.

Quiero entrar en sus vidas aún más. Todavía no he alcanzado lo suficiente para conquistar sus corazones y, aunque sé que Me han adoptado, aún espero, queridos hijos, revelarles Mis designios para estos tiempos.

Quien ingrese a este Movimiento Mariano y Sacerdotal contará con la ayuda de Mis ángeles del cielo y podrá aprender, queridos hijos, de los tesoros de instrucción que quedaron grabados en la Tierra y en el Evangelio por la Sagrada Familia.

Se develarán en sus vidas muchas gracias y podrán construir, en ustedes y en sus seres queridos, aquello que nunca consiguieron, porque el alma que adopta Mi Inmaculado Corazón, no perecerá, aunque se purifique.

Este Movimiento intentará unir sus corazones, pero también los corazones de toda la Tierra, que en alguna advocación viven Mi Presencia en sus vidas e imploran a Dios por la infinita gracia, para que ella descienda del Cielo y se derrame en todas las almas que lo necesitan.

Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal será protegido por los sacerdotes de esta Orden que Yo he formado junto a Mi Hijo.

Será el primer paso para un ecumenismo mayor y verdadero, que no solo unirá a los cristianos, sino a todos aquellos que en verdad buscan vivir en el Amor de Dios y que necesitan encontrarlo en este momento, para poder sobrevivir espiritualmente.

Por eso Mi Corazón se ofrece a ustedes y al mundo, dando continuidad a este Movimiento Mariano que comenzó una vez en Fátima, y que brotó y nació como una pequeña flor, que después se convirtió en grandes jardines en todas las almas del mundo que contemplaban Mi Corazón.

Vengo a traerles a través de este Movimiento la posibilidad de que estén unidos al Universo de Dios y que puedan ser mediadores para estos tiempos finales;  porque  habrán almas que necesitarán de sus oraciones y también de su paz.

Cuando Yo ya no esté entre ustedes, este Movimiento continuará con Mi Obra; y serán ustedes, los apóstoles de Mi Hijo, quienes darán ese testimonio de que Yo estuve aquí, entre ustedes, por tanto tiempo y que les di a conocer el poder de Mi Inmaculado Corazón para todo el planeta. Que también les enseñé a cerrar las puertas de los infiernos y a retirar de las garras del adversario a cuantos se pierden en este ciclo.

Así cumplirán, queridos hijos, a través de este Movimiento, con el mismo Apostolado que Mi Hijo fundó con sus primeros seguidores; y también darán continuidad  a la Obra que su Madre realizó con José de Arimatea y las santas mujeres de Jerusalén después de la Ascensión de Mi Hijo, fundando la primera Orden Consagrada a Nuestro Señor Jesucristo.

Así recordarán, queridos hijos, algo que siempre hicieron, y cada alma de esta Tierra tendrá oportunidad de participar de ese Movimiento, según su grado de consagración y de despertar.

Por eso en este día trece, queridos hijos, sepan que todos tienen un lugar en Mi Inmaculado Corazón, y que Yo oro por ustedes para que finalmente se cumpla el Plan de Dios en todos los corazones.

Este Movimiento abrirá las puertas para la verdadera fraternidad; y la Obra que Yo he realizado aquí, en el comienzo, en Aurora, será más aceptada y comprendida después de que todo haya pasado.

Muchos se apenarán por no haber escuchado antes, pero la luz de este Movimiento ayudará a convertirlos.

Aunque sean religiosos y cristianos, la luz de éste, Mi Movimiento, los convertirá porque estará presente Mi Inmaculado Corazón, que es el emblema para la salvación de las almas de los que quieren reconciliarse con Dios, después de haberse separado de Él por mucho tiempo.

Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, es la representación del Universo del Amor de Dios, que aún no todos conocen; Universo que espera ser conocido por todos, para que puedan curar sus heridas, sus incomprensiones y sus dudas.

Mi Inmaculado Corazón se ofrece al mundo nuevamente en este día para salvarlo, antes de que todo suceda.

Mi Corazón Inmaculado será el estandarte de este Movimiento.

Será Mi Corazón que querrá estar estampado en sus espíritus y almas, en esa fusión perfecta con el Amor de Dios y con su Misericordia.

Mi Corazón Inmaculado, en este Movimiento, será el portal para que los ángeles desciendan y puedan trabajar junto a ustedes en esta Obra Corredentora junto a Mi Hijo.

Mi Corazón lo es todo para el mundo, y así espero que sus corazones también lo sean, para que Dios sienta agrado de estar en ustedes y en sus hermanos todo el tiempo.

Hoy he traído Mi Inmaculado Corazón para que nazca, en este día, el Movimiento Mariano y Sacerdotal; para que los nuevos cristos se presenten ante el llamado del Universo y en su redención, alcancen cumplir con la Voluntad del Padre Celestial.

Aún no comprenderán lo que hoy les estoy diciendo, pero guarden Mis palabras en sus corazones, porque en sus corazones es el primer lugar en donde Mis designios se cumplen, y es desde donde las obras se realizan para todo el planeta.

Sientan Mis palabras antes de comprenderlas y así se transformarán, queridos hijos.

Mi amor espera depositarse en ustedes cuando su confianza sea absoluta, cuando sus espíritus se abran para esta sagrada convocatoria y así, las naciones de América serán aliviadas.

Porque este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal, queridos hijos, comenzó desde el primer momento en que ustedes dijeron: "sí", a Mi Llamado hace ocho años atrás, cuando aprendieron a orar y oraron Conmigo; cuando cumplieron cada uno de Mis pedidos por la paz en el mundo y por la salvación de las almas.

Ese Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal fue siendo gestado en sus espíritus cuando éstos fueron receptivos a Mi Llamado Universal.

Y aún hay mucho por hacer, queridos hijos, hay mucho por realizar y cumplir ante Dios.

Hoy dejo Mi Inmaculado Corazón para ustedes como el tesoro del Universo, el emblema del amor para toda la humanidad; como la fundación de este Movimiento para este día bendito y glorioso, en donde su Madre del Cielo es coronada por el amor de sus hijos.

Quiero que hoy firmen este compromiso Conmigo a través de su amor y de su "sí".

Así muchos serán ayudados, y llegarán de diferentes formas a Mi Inmaculado Corazón: como el refugio para los afligidos, como el hogar para los que desesperan, como la cura para los que están enfermos y como la salvación para los que estuvieron en el abismo.

Hoy deposito aquí, ante ustedes, Mis siete rosas de Luz; porque a partir de este noveno año de encuentros Conmigo, queridos hijos, el séptimo ciclo se cumplirá y comenzará un nuevo ciclo para todos Prepárense.

Este Movimiento también será formado por los Hijos de María que Me representan en esta humanidad, como el testimonio de la conversión y del Amor de Dios en sus vidas.

Hoy llamaré a los que se consagrarán, en este día, en  que vuelvo a revelarles el poder de Mi Inmaculado Corazón, que es el Poder de Dios.

Que vengan aquí Mis hijos, los que se consagrarán.

Hoy son tres, queridos hijos, en el sagrado recuerdo de la pureza de Jacinta, Francisco y Lucía, y en el sagrado recuerdo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¿Qué significará, queridos hijos, este momento para sus almas?

¿Qué representará esta consagración para sus almas ante Mi Inmaculado Corazón, que se abre para recibirlos y  amarlos, infinitamente?.

Hoy dejo para cada uno de ustedes la semilla de la pureza original, para que la recuperen y la hagan crecer como un gran árbol de luz que acogerá a los corazones sufrientes y perdidos, por su oración.

En unión a Mi Inmaculado Corazón reciban la Luz del Cielo, que hoy les extiendo por obra de la Gracia y de la Misericordia, tocando sus cabezas y rogando a Mi Hijo su gran paso al Universo Mayor.

Yo los amo y los adopto como Mis hijos, porque ustedes ya Me adoptaron como su Madre.

Y así vuelvo a cumplir en este día, a través de estos tres hijos, el Proyecto del Amor de Dios en todos los corazones.

Reciban de Lys Fátima, la Paz.

Y ahora, hijos que hoy se consagran, repitan conmigo:

Mi Dios yo creo en ti...

(Oración del Ángel de la Paz, recitada por tres veces)

Y así, hijos que hoy se consagran, sus corazones se limpian y sus almas se purifican en Mi Luz, en el Amor perfecto de Dios y en la Unidad con Su Espíritu.

Hoy los consagro en el nombre de todo el Universo, en el nombre del Amor y de la Paz, para que ella se establezca en sus vidas y en todos aquellos que se crucen en sus caminos.

Recuerden, queridos hijos que hoy se consagran, que adoptaron Mi Inmaculado Corazón, quien siempre los protegerá y los amará como nunca nadie los ha amado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Por este día, por los días que pasaron y por las obras que vendrán, les agradezco por responder a Mi Llamado.

Que se eleven sus velas y que se cante “El día trece de mayo”.

Vayan en paz.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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