MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Universidad de los Cielos

Queridos hijos:

Así como en la Tierra existen escuelas de aprendizaje y de formación, también en los Cielos existen universidades espirituales de aprendizaje y de formación.

La Universidad de los Cielos es un lugar que está presente a partir del séptimo Cielo hasta el décimo primer Cielo universal.

Allí, hijos, ella recibe y acoge amorosamente a las almas que pasaron por una reciente experiencia en la Tierra y que en sus últimos aprendizajes vivieron en este planeta la escuela del amor y del perdón, del servicio y de la abnegación.

A la Universidad de los Cielos llegan las almas que siempre, o de alguna forma, han buscado la unión con Dios de una manera verdadera; ya sea por algún camino espiritual o por medio del servicio a los demás.

A esa Universidad de los Cielos ingresan las consciencias que ya no necesitan regresar a la Tierra para seguir aprendiendo lo básico de la vida espiritual y de la vida humana.

Existen requisitos simples provenientes de Leyes divinas que son aplicadas en esos altos niveles de conciencia y que son los que permiten el ingreso de las almas a los diferentes Cielos, según los grados de despertar que las consciencias adquirieron en la Tierra, así como en los diferentes momentos de la vida.

A la Universidad de los Cielos las almas llegan para profundizar en las enseñanzas del amor, de la luz y del servicio.

Por eso, la oferta que cada alma efectúa en la Universidad de los Cielos es importante y, según el grado de amor y de esfuerzo colocado, ese acto de oferta podría permitir, en otros niveles, el rescate de alguna consciencia que no ha alcanzado el ingreso a la Universidad de los Cielos y se ha estacionado en espacios más bajos de la consciencia, debido a que sus experiencias de amor y de redención fueron muy prematuras o deficientes.

Es así que los ejércitos angélicos que moran en la Universidad de los Cielos intervienen, y por la oferta sincera de esfuerzo y de amor de parte de esa alma que ingresó a la Universidad de los Cielos, se genera, por Ley de Correspondencia, la salvación de otra alma que es retirada por los propios ángeles y es llevada hacia un reservorio en donde comenzará a sentir y a tomar contacto con Principios sublimes de la Creación del Padre, lugar en el que recibirá los afluentes de la Gracia y de la Misericordia Divina.

Dentro de la Universidad de los Cielos las almas viven y transitan por diferentes estados y escuelas de amor.

En la Universidad de los Cielos se presenta la oportunidad espiritual de vivir las divinas Virtudes y de desarrollar los sublimes Dones; los que se amplían aún más después de haberlos vivido en la Tierra.

La Universidad de los Cielos también reúne y congrega una agrupación de Rayos divinos que provienen de la Fuente Mayor del Padre, en donde se expresan y se muestran según los diferentes niveles de consciencia en los diferentes Cielos.

Estos Rayos de Dios, proyectados directamente por la Fuente y conducidos por los grandes Arcángeles, ayudan a profundizar la virtud o el don que cada consciencia desarrolla según su escuela y según su grado de despertar.

En la Universidad de los Cielos no se dan reconocimientos ni honores porque el amor interior en los seres es lo que hace evolucionar a las consciencias y las hace ir ingresando, según sus aprendizajes, en nuevos Cielos, en donde encontrarán nuevas experiencias creadoras y vivirán nuevos estados de consciencia, a fin de ir perfeccionando la Creación y así recrear el Universo por medio del servicio incondicional y de la entrega de las almas.

En la Universidad de los Cielos se vive la realidad de la consciencia, y la presencia de la paz eterna es lo que reina en esos niveles de consciencia; paz que muchas veces se aproxima a la humanidad cuando los Divinos Mensajeros descienden a la Tierra.

La Consciencia de la Madre de Dios, por medio de la ofrenda sincera y amorosa de las almas, dentro de la Universidad de los Cielos ha abierto un sector para la experiencia divina de la consagración eterna que alguna vez las almas consagradas vivieron en la Tierra.

En ese lugar, en un recinto especial de la Universidad de los Cielos, las almas pueden vivenciar esa unión con la Fuente Divina de una manera más profunda y consciente, experimentando el Sacramento de la Fe y de la Comunión con los niveles del Sagrado Espíritu.

Que la Universidad de los Cielos sea la aspiración de los servidores de Cristo y de todos los que despiertan al llamado de vivir y de expresar el amor y la paz en el planeta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE POSADAS, HACIA SANTA FE, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo Soy la Portera del Universo y en Mi Corazón Inmaculado guardo las llaves de los Cielos, las mismas llaves que Pedro recibió como legado interior y espiritual de parte de Mi Amado Hijo.

Estas llaves, que están bañadas del Amor de Mi Corazón por todos los hijos del mundo, son las que Me permiten, como Madre y Mediadora, interceder por la salvación de las almas y por la redención de los corazones.

De la misma forma, puedo desatar con Mis propias Manos los nudos y las amarras más duras de la humanidad, y tan solo con la apertura de un corazón valiente, Yo puedo interceder por esa consciencia y liberarla de su constante cautiverio.

Hoy vengo como la Portera de los Cielos, porque en algún momento de sus vidas se depararán con ese misterio, que será revelado y será necesario de su atención para poder reconocerlo.

Soy la Portera de los Cielos, porque deseo que muchos más corazones puedan ingresar al Reino de los Cielos y así vivir la Comunión con lo Alto para que finalmente se establezca la redención.

Soy la Portera de los Cielos e intento llevar a Mis hijos hacia la verdad del corazón.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPANHA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN E HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu mirada en Mi Corazón para que encuentres el Universo de Mi Paz.

En este día Yo soy la Señora del Monte Carmelo, la que cuida de la vida religiosa y también de la evolución de las almas.

Por eso hoy he venido con el Reino de Mi Paz, para que tú te animes a ingresar a él y sentir, en confianza, tu verdadero origen.

Esta es la Casa del Padre, en donde todo se crea y se recrea.

Este es el plano y la dimensión en donde todo existe y nunca nada está separado; porque aquí, en este lugar, surge la Fuente Primordial desde donde todo este Universo que fue creado proviene, desde el momento en que el Padre emitió Su Pensamiento y Su Sentimiento de Amor para que todo existiera, así como también Sus criaturas, tan semejantes a Su Consciencia Divina.

Es de este Cielo Superior desde donde hoy provengo como Madre y Señora del Monte Carmelo, para fortalecer la espiritualidad de las almas.

Hoy Me muestro así, ante sus ojos internos y ante sus corazones, para que puedan ver que existe algo mayor y que para muchos es desconocido.

En este lugar también está Cristo, vuestro Señor, vuestro Maestro y Soberano.

Desde allí Él rige con las Leyes del Padre los Universos y los comanda, para que existan la fraternidad, el amor y la unidad.

En este Cielo no todos pueden entrar, pero existen otros Cielos que están abiertos para recibirlos.

Les muestro este Cielo del cual hoy provengo, porque es hacia donde llevaré a los que Me he aparecido a través de esta Obra, para que junto a Mí, y en el próximo mundo que no será material, Me sigan sirviendo y sigan respondiendo al llamado, que no solo es por la humanidad futura, por la próxima humanidad, por la próxima raza, sino por todo lo que vendrá después, para este Universo y más allá de él.

Cada una de las almas tiene un lugar en el Cielo que debe conquistar con su sacrificio, con su entrega, con su renuncia, y sobre todo, con la oración.

Si no existen estas bases en sus vidas, ¿cómo podrán ingresar hacia esos Cielos, donde su vida espiritual e infinita continuará junto a los ángeles bienaventurados, junto a los Sagrados Corazones, que desde ese lugar claman al Padre por una Gracia mayor para la humanidad?

Aunque para muchos parezca que en esta vida material muchas cosas no tienen sentido, o no tienen importancia de ser vividas o experimentadas como sacrificio y entrega, hoy les digo, queridos hijos, que todo eso tiene mucha importancia para Dios; porque es el testimonio y la forma de que paguen sus deudas del pasado, y que a través de la Divina Misericordia que surge de esa Fuente Primordial, pueden ingresar en el próximo mundo a los Universos que hoy les ofrezco con tanta misericordia, gracia y amor.

Hoy, todo lo que rodea Mi aura celestial es sublime e infinito, es cósmico y superior, porque en ese lugar se vive la igualdad, la justicia, la hermandad y el equilibrio.

Todo está en su lugar para que pueda despertar y evolucionar, así como Dios lo piensa y lo siente. Solo que el mundo y la humanidad está con su mirada hacia otras cosas, y el tiempo de la definición se aproxima, y dependerá de cada uno de Mis hijos que puedan dar ese gran paso hacia su misión espiritual y hacia su camino, que continuará en las estrellas.

Mientras tanto, vengo hacia ustedes a llamarlos, para que Me sigan en confianza y fe, porque de esa forma en los planos internos podré llamar a toda la humanidad, y sobre todo, a la que está más dormida y lejos de Dios, sin conocer el verdadero amor, la verdadera existencia, y el verdadero sentido de estar encarnados en este tiempo, y en este ciclo final.

Todas las pruebas que vivan los fortalecerán.

Todas las dificultades que experimenten los harán crecer, para que puedan encontrar el camino y el sentido de estar respondiendo a algo mayor y sublime.

Desde este lugar de donde hoy provengo, desde uno de los siete Cielos del Creador, vengo a llamarlos para que puedan ampliar la consciencia de su caridad y servicio para con los demás, porque es necesario ayudar a un mundo que sufre y que agoniza, día a día.

Vengo a enseñarles a generar, a través de los buenos ejemplos y no de las resistencias, los méritos necesarios para poder ingresar hacia los Universos que Dios tanto espera en el próximo mundo.

Adquieran prontamente un espíritu de caridad y de servicio para con los demás, y aprendan, en estos tiempos, a cuidar de la Obra de Dios en todos los detalles, porque cada cosa que hagan en este tiempo influenciará mucho en el Plan.

Ayuden a que el destino de este Plan se cumpla como está pensado.

Ayúdense a ustedes mismos para que pueda concretarse el Plan.

En este Universo del cual hoy provengo suceden muchas cosas que son desconocidas para la humanidad consciente.

Aquí se guardan proyectos, ideas y tesoros que emana el Creador directamente de Su Fuente, de forma permanente y continua.

De lo que les hablo son los designios que nacen de Su Corazón Eterno, para que en todas las manifestaciones de Su Creación se puedan cumplir, y las almas finalmente conozcan la esencia del Amor, que en este tiempo deben conquistar con esfuerzo y sacrificio.

Eso, al menos, por tan simple que parezca, hará de esta humanidad una humanidad redimible; generará una posibilidad para que nuevas Leyes del Universo puedan actuar en un mundo infernal e indiferente.

Pero a pesar de todo, queridos hijos, Mi Corazón es incansable, Mi paciencia es infinita y Mi propósito por ustedes es aún mayor, y trabajo por ello.

Quisiera que Mis palabras no pasaran, como han pasado otras palabras u otros mensajes.

Necesito que interioricen Mis mensajes y que puedan comprender, a través de sus corazones, todos los símbolos que Yo les revelo, porque de esa forma estarán conscientemente preparados para poder ver las señales que el Universo mostrará en poco tiempo.

Y a pesar de eso, el planeta no dejará de sufrir.

Necesito que Mis siervos y que los apóstoles de Cristo correspondan a cada necesidad que se presenta en estos tiempos, por más simple que parezca. Si no lo hacen, queridos hijos, no estarán creciendo interiormente sino que se estarán estacionando evolutivamente.

Y ustedes deben seguir creciendo para poder abrazar nuevos principios y nuevos propósitos que Dios les mostrará en los próximos años.

Sus vidas, ya no son sus vidas; sus caminos, ya no son sus caminos; sus decisiones, ya no son sus decisiones.

Aprendan a ser en Cristo, para que Él pueda estar en ustedes, y así, actuar. Y tengan consciencia, discernimiento y sabiduría para no equivocarse, ni errar.

Los invito a ser celadores de un Propósito desconocido.

Los invito a ser columnas de una Obra infinita, que no solo comienza y termina en una aparición, en un mensaje, o en una liberación de una región, de un país, de un pueblo, de un sufrimiento, o de una cultura.

Necesito que con las bases de instrucción que han recibido en los últimos treinta años y en los últimos tiempos, puedan actuar así como Dios lo necesita.

La exigencia será mayor, pero el consuelo será muy grande.

Mi Corazón Inmaculado será la fortaleza de los consecuentes, de los que dicen "sí", sin pensarlo tanto, y de los que responden espontáneamente, sin ninguna resistencia a vivir lo nuevo, lo renovador y lo transformador.

Quisiera que acogieran en sus corazones los Designios de Dios, así como Mi Corazón Inmaculado los acoge en esta hora, como la Sagrada Señora del Monte Carmelo, que vuelve a entregarles el símbolo del escapulario de la paz, para que las almas puedan tener sobre sus cuerpos la unión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y las almas, entre este Universo y el Paraíso.

Vengo así, hijos Míos, a prepararlos para un tiempo en el cual solo podré observarlos.

Vengo para que maduren rápidamente, que puedan sentir y comprender lo que vivirán en el futuro y que tengan como fortaleza para las pruebas que llegarán los misterios del Infinito, del Universo que los aguarda y los aguardará siempre, porque ellos son sustentados por la Fe y la Esperanza del mismo Dios, su Padre Creador.

Vengo a prepararlos para un tiempo en el cual Mi voz ya no resonará sobre el mundo, pero el eco de Mis palabras deberá estar dentro de ustedes.

Todo lo que les dije a lo largo de estos años y de los años que vendrán, debe quedar impreso en sus consciencias y reflejarse en sus vidas como acciones puras y simples, de corazones que están despiertos para cumplir el Plan de Dios.

Hoy los coloco delante de un portal que la humanidad desconoce, porque los corazones están mucho más dispuestos hacia las cosas del mundo, que para los Misterios de Dios.

Por eso vengo hasta aquí, para renovar la fe de la humanidad, para renovar su compromiso con el Plan Superior, para renovar la espiritualidad de este mundo, que está tan degenerado, por los pocos Principios Divinos que aún resuenan en los corazones.

Vengo, hijos, para renovar las religiones, para renovar las almas en una unidad con Dios, con Su Plan; para retirar de los templos y de las iglesias la voluntad humana, para que reine, finalmente, la Voluntad Divina, como debería ser desde el principio.

Vengo para ayudar a retirar del templo de sus corazones su propia voluntad, para que reencuentren el propósito que los hizo llegar a este mundo.

Y es con las cosas simples, hijos Míos, aunque puras y verdaderas, que conseguirán cumplir con lo que les pido y vivir lo que les digo.

Muchos quieren encontrar los Misterios Celestiales solo con el rebusque de la mente, pero se olvidan de la simplicidad del corazón, de construir este camino con los escalones de una oración verdadera, del servicio al prójimo, de la comprensión de las miserias de sus hermanos, para curar, en sí, lo que esperan ver curado en el otro.

Este Reino sublime que hoy tienen delante de sus ojos es solo uno de los muchos Reinos que están disponibles para que el corazón humano ingrese.

Pero ese corazón no puede estar impuro, debe curarse, para expresar aquel pensamiento perfecto que Dios emanó al crear Sus criaturas, Sus hijos, que deberían ser la esperanza para la evolución universal.

Este proyecto es un gran desafío para la Consciencia Divina; tanto como lo es para cada uno de ustedes. Pero acuérdense, hijos, que si la Esperanza de Dios aún está sobre la humanidad, y aún en silencio Sus Ojos continúan colocados sobre el mundo, aún está al alcance de cada uno de ustedes vivir esta pureza de la cual les hablo, y esta verdad que les presento.

Hoy vengo a preparar sus espíritus para una misión más amplia, más profunda, en la cual conduciré la consciencia humana a Universos desconocidos.

Pero para eso, hijos Míos, necesito que comprendan y que vivan, definitivamente, los primeros pasos de su consagración al Plan Divino.

Quiero llevarlos a Universos Superiores, a realidades mayores, para que la humanidad ya no esté ignorante de lo que es real.

Por eso preparo hoy sus corazones, por eso les revelo y les anuncio los símbolos que se manifestarán en el futuro, para disipar la incredulidad de los corazones y que puedan guiar a otros en el momento en que todo acontezca.

Confíen en Mis palabras y esfuércense para despertar la fe, la simplicidad y la humildad en sus espíritus.

Si tan solo oraran conmigo, la misma oración de sus corazones, unidos al Mío, los libertará del pasado que aún los oprime y les impide vivir lo que les hablo.

Hoy, hijos Míos, como Nuestra Señora del Carmelo, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Señora y Madre de todos los espíritus consagrados, concedo una Gracia especial a todos Mis hijos religiosos de este mundo, para que puedan liberarse de los atavismos del pasado y que su consagración sea verdadera; para que todas las cofradías, monasterios, conventos, templos, de verdadera unión con Dios, se tornen esas columnas de luz que sustentarán el mundo, y que allí se viva la Verdad y no la mediocridad humana.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se unan a Mí, en una oración verdadera, por la consagración de la humanidad; para que los corazones estén listos para que, en un futuro próximo, encuentren a Cristo, cara a Cara, sin culpas y sin miedo, por no haber ehcho lo que Él esperaba de Sus compañeros.

Prepárense y esfuércense, para que su Señor los encuentre cristalinos, perseverantes en su meta y dispuestos a despertar el amor que hace valer cada gota de Su Sangre derramada en la Cruz; que hace valer cada Sacrificio Suyo que se hizo eterno, a lo largo de los siglos, en el Universo y que hace valer Su Retorno a la Tierra para enfrentar el mal con la potencia de Su Amor y rescatar los corazones humanos.

Dejo para ustedes este mensaje como una preparación para lo que vendrá, en poco tiempo.

Todos los símbolos posibles son revelados, para que la humanidad tome consciencia y de el paso.

No sientan frustración por lo que no pueden hacer.

Sientan alegría y júbilo por lo que son llamados a vivir en estos tiempos, sabiendo que el beneficio de su sacrificio y entrega, de su renuncia y de su donación, es para los demás; para los que son desgraciados por no tener la Gracia de Dios, como ustedes así la tienen, y deben cuidar, preciosamente, a cada momento y sin abusar de ella, porque todo esto es parte de un misterio del cual ustedes participan, y que proviene de este Cielo Mayor que hoy les traje para que conocieran, en simplicidad y amor.

Que sus ojos se puedan abrir a lo que deben descubrir de ustedes mismos y seguir transformando, con valentía y sin miedos a enfrentarlo, porque la fuerza de Mi Divino Espíritu siempre los ayudará.

Siempre estoy fuera, frente a la puerta de su mundo interno para poder ingresar; solo les pido que la abran para que Mi Luz y Mi Maternidad todo lo pueda transformar.

Que el Señor escuche nuestras súplicas por una humanidad futura.

Que los Reinos de la Naturaleza puedan ser restaurados.

Que el planeta, como consciencia, alcance su evolución y que los mil años de paz finalmente desciendan, para que las almas vivan en el gozo de encontrar a Cristo, en su interior.

Que nadie pierda la oportunidad de vivir este misterio.

Que los no redimidos se puedan redimir pronto, y que los que ya se redimieron puedan avanzar, sin tener miedo de perder el control, el poder o su propia soberanía.

Que las riendas y las amarras del pasado sean liberadas.

Que los apóstoles que son autoconvocados puedan caminar libres hacia el portal del infinito, en donde los espera, en el otro lado, una nueva etapa, que será preparar el Retorno de Cristo.

Que sus labios nunca se cansen de orar.

Que sus mentes nunca se cansen de elevar.

Que sus sentimientos sean cada vez más puros y que permitan que la Luz Divina pueda ingresar, para que cada partícula, cada átomo y cada célula se transfiguren, en Cristo.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria y desde las puertas del Castillo Interior en Ávila, los bendigo y les doy la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Los Elohim: Ángeles Dorados

En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.

Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.

Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.

Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.

Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.

Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.

Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.

Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.

Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.

Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.

En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.

El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.

Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.

Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.

A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.

En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.

A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.

Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.

Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.

Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.

El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.

Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.

El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.

Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.

Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En unión a cada ángel de la guarda,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Red de Comunicación de los Espejos Celestes

En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.

En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.

Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.

Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.

Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.

Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.

Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.

Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.

A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.

La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.

El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.

Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.

Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.

El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.

En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.

En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.

Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.

 Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.

El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante  muchos siglos.

La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.

De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.

Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.

Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Unida al espejo de cada corazón orante,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En el séptimo cielo del universo espiritual se manifiesta la Iglesia Celestial de Cristo, que muchos ángeles veneran. Es un espacio que reúne los dones y los verdaderos dogmas de la fe a través de la vivencia de los Sacramentos espirituales.

En la Iglesia Celestial de Cristo se viven estados de profunda ceremonia, religiosidad y sacerdocio entre las almas ya santificadas y Cristo. Es un principio ya establecido como ley de comunión permanente con la sublime Divinidad de Jesucristo.

En la Iglesia Celestial de Cristo se veneran los tres aspectos principales de Cristo.

El primer aspecto venerado es el Sagrado Corazón de Jesús, que es el principal símbolo vivo del Amor de Dios expresado para toda la Creación.

El segundo aspecto venerado es el Alma de Cristo, que es la manifestación suprema que permite la unión entre las criaturas y Dios.

El tercer aspecto venerado es la Divinidad de Cristo, que es el estado que alcanzó la total realización de la obra redentora de la humanidad.

En la Iglesia Celestial de Cristo la consciencia angélica participa y promueve para las almas bienaventuradas la constante plenitud de permanecer en Cristo eternamente.

Esta Iglesia Espiritual y Divina fue la misma que Jesús intentó instituir en la Última Cena. Él quiso que la humanidad fuera un espejo de consciencia que pudiera atraer del universo los valores del plano álmico y espiritual.

La ciencia de esta Iglesia Celestial se basa en el amor verdadero, que es parte de la experiencia divina de todos los bienaventurados.

La Iglesia Celestial de Cristo se establece en el recinto interior de Su Sacratísimo Corazón y expresa, para todos los adoradores de Su divino Espíritu, los dones provenientes de Su Patriarcado universal.

La Iglesia Celestial de Cristo es un centro de devoción, de plenitud y de espiritualidad, en donde las almas enriquecen sus consciencias para así formarse y prepararse para nuevos servicios al Plan del Creador.

En el séptimo cielo del universo espiritual, la Iglesia Celestial de Cristo presenta una entrada principal que ilumina a la consciencia que la atraviesa, es el portal que se abre hacia el interior del Divino Corazón de Jesús.

La Iglesia está apoyada en las columnas de la fe, de la devoción y del amor ardiente, su cúpula o bóveda principal irradia la luz de la unidad espiritual, y su altar manifiesta la Presencia de Dios en Sus tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Trinidad que se establece permite a los bienaventurados estar en comunión eterna con la Consciencia mística de Cristo.

El coro principal de la Iglesia Celestial está formado por siete legiones angélicas o coros mayores, son ángeles que cantan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en siete planos de consciencia. La sagrada vibración que los coros angélicos emiten, permanentemente, ayuda a las almas del purgatorio y a las almas del infierno para que, cada siete ciclos y por la ofrenda de un bienaventurado, un alma reciba la liberación y enseguida sea elevada su consciencia.

Los siete coros angélicos de la Iglesia Celestial de Cristo protegen los tesoros celestiales que allí se guardan, los ángeles también son sabios custodios de las reliquias espirituales de la Iglesia Celestial para las almas. Estas reliquias espirituales las podemos comprender como los actos de Amor y de Misericordia realizados y alcanzados por las consciencias bienaventuradas durante su vida en la Tierra.

En la Iglesia Celestial de Cristo existe un momento importante para las almas, que es la confirmación interior ante el Plan de rescate de Cristo, previo a Su segunda venida.

La Iglesia Espiritual de Jesús prepara un espacio en la consciencia celestial del universo para recibir a todos los que, en algún momento de sus vidas, serán elevados al Paraíso.

Por la presencia espiritual de la Iglesia Celestial de Cristo, el Padre concede la total y libre acción de la Misericordia y de la Piedad para las almas bienaventuradas que viven en ese espacio del Paraíso. Son estas almas, ya iluminadas por el Espíritu Santo y formadas en las bases de esa Iglesia Celestial, las que imploran y oran por las almas de la Tierra que están perdidas y necesitan de redención.

Cuando un alma aún encarnada en la Tierra crea el puente hacia Dios por medio del universo de la oración, el alma bienaventurada recoge la luz de esa plegaria y la presenta como ofrenda inmaterial en los altares de la Iglesia Celestial de Cristo; es de esa forma que se establece un estado de Gracia especial y el Padre concede una expiación o milagro, cuando está dentro del Propósito del amor y del bien común para el mundo.

A la Iglesia Celestial, Cristo la creó para que las almas encuentren el sentido de vivir la eternidad, el servicio permanente y, sobre todo, para que sean mediadoras de la humanidad de superficie.

Algunos de los bienaventurados, ya santos dentro de la Iglesia Celestial, actúan como mediadores y eso permite que las almas de la Tierra cuenten con la ayuda de consciencias cristificadas y veneradas en toda la humanidad.

En esta Iglesia Celestial se impulsa a las almas de la Tierra a vivir el apostolado y la misión, cuando las mismas están en sintonía con ese principio de amor y de unidad que nace del interior de la Iglesia Celestial de Cristo.

Este espacio de consciencia se amplía en siete planos de consciencia, y la nave principal de la Iglesia se expande en siete largos brazos para recibir en sus siete Templos a las almas que llegan y a las que egresan hacia otras escuelas de instrucción.

En la Iglesia Celestial de Cristo, el Padre reúne a Sus nuevos apóstoles para que desde el universo espiritual ellos irradien los atributos de la paz, de la unidad y del amor hacia otras dimensiones de consciencia.

El ingreso a la Iglesia Celestial de Cristo es posible cuando el orante adora al Sagrado Corazón de Jesús y, a través de esa unión perfecta, es llevado a descubrir la comunión interna con Cristo. Cada vez que un alma comulga del Cuerpo y de la Sangre de Cristo ingresa en ese estado de iniciación y de formación para el espíritu.

Que esta Instrucción Divina los motive para abandonar la vida común y para estar en contacto con la riqueza de Cristo, que surge y emana de lo más profundo de Su Sagrado Corazón.

En unión a todos los argentinos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE UNIVERSAL Y MADRE SOLAR, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Se abren las puertas del Séptimo Cielo para que se aproximen a la humanidad todas las dádivas que le permitirán cruzar el umbral que la separa del Gran Reino.

Hijos Míos, con alegría vengo al mundo a traer a vuestras vidas una oportunidad de redención y de renovación permanente. Sepan que para alcanzar el cumplimiento de los Planes de Dios es necesario que se renueven en la adhesión a este Plan todos los días.

En este último tiempo, todos los vientos soplan para que se fortalezcan los soldados de Dios, autoconvocados para estos tiempos. Muchos pueden pensar que los vientos soplan para hacerlos perderse y que desistan de llevar la bandera que hace tanto tiempo portan en sus manos. Mas yo les digo, hijos Míos, que todos los vientos y tormentas que deben vivir en este tiempo, dentro y fuera de ustedes, forjarán el soldado de Cristo, para que la victoria del Señor en vuestras almas pueda perdurar en los siglos y fortalecerse para cuando llegue la hora verdadera de establecer el Bien y el reinado del Amor Universal, en todos los espacios de este infinito.

Por eso, ¡no se desanimen ante las dificultades! Sepan que cuanto mayor es la prueba, mayor serán el fortalecimiento y la maduración interior, y también estará más plasmado el amor al Plan de Dios en vuestras esencias y en todas las partículas de vuestros seres.

Deben vivir en este tiempo una batalla en todos los niveles de consciencia, porque hasta la menor célula de vuestros cuerpos será purificada para que toda la vida que habita dentro de la Vida Superior esté adherida a lo que debe construirse en este mundo. Para eso estoy aquí consagrándolos y consolándolos todos los días.

Vengo al mundo incansablemente, porque sé de la grandeza que surgirá del alma que se abra a vivir en sí, verdaderamente, el Propósito Divino.

Yo conozco, Mis amados, el Plan del Altísimo, porque Él se gestó en Mi vientre Universal. Yo sé cuál es el pensamiento de Dios para cada una de Sus criaturas, por eso puedo decirles al corazón los pasos que cada uno debe dar en este tiempo para alcanzar la redención y la paz. Principios sin los cuales el Plan Mayor no podrá cumplirse.

Mis amados, entre Mis palabras plasmo la Ley del Espíritu de Dios, para que puedan comprenderla, y más allá de esto, para que puedan ingresar en el universo superior de la comprensión mayor para lo cual estas palabras los conducen.

Déjense impregnar por Mi Verbo divino e universal y abran el corazón y la consciencia para que Yo pueda hacerlos comprender Mis palabras y pueda conducirlos al propósito por el cual ellas fueron pronunciadas en el día de hoy.

Yo los llamé al Centro Mariano del Espíritu Santo con el propósito de consagrarlo definitivamente a Mi Corazón, y así, entregar para la humanidad una puerta más de Salvación. Porque a partir de hoy, no serán las leyes de la Tierra que regirán este lugar, serán Leyes Divinas y el Poder de Mi Corazón de Luz los que plasmarán la Voluntad del Señor en cada cosa y, para cada alma que se acerque aquí, quiero que le abran las puertas, sabiendo que le están abriendo las puertas para la redención.

Cada palabra que pronuncien entre ustedes, en este lugar, debe ser Mi palabra de Vida, que desciende hasta las cosas más simples y fortalece la unión y la fraternidad entre los seres, a cada instante. Cada acción que viven debe ser un acto de unión con el prójimo y con Dios, para que el alma reciba la oportunidad de plasmar los impulsos que recibe desde lo Alto, y en toda la vida de la materia.

Mis amados, quiero hacer de este Centro Mariano una puerta para el Séptimo Cielo y, de cada uno de ustedes, los porteros que conducen a las almas a una realidad superior. Que este sea el refugio para las almas que tanto buscan y nunca consiguen encontrar la vida divina.

Yo los amo y los bendigo bajo la Luz de Mi manto universal.

Alégrense y regocíjense, pues un nuevo tiempo deberá llegar para todos. Renuévense siempre delante de Mi presencia, así no perderán la oportunidad de seguir el rumbo de vuestra evolución y no se detendrán en este mundo material.

Yo Soy más de lo que pueden ver, sentir o comprender, pero si no se abren para descubrir el Poder de Mi presencia y se detienen solo en lo que el mundo les enseña sobre María, jamás encontrarán el camino hacia la vida superior.

Dejen resonar Mis palabras en vuestros corazones y escúchenlas, cada vez, como quien nada sabe, pues si piensan que ya lo saben todo sobre los que les digo, perderán la oportunidad de descubrir los impulsos guardados en las entrelíneas de Mis palabras.

Bajo la Luz del Espíritu de Dios, los bendigo y los consagro por todo la eternidad.

María, Madre y Reina Universal

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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