APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Gran Espíritu Inmortal del Señor del Oriente intentará reconstruir la paz en el planeta; ya que las guerras de estos tiempos, principalmente aquellas guerras que se ocultan a los ojos de todos, han rasgado el éter del planeta y las fuerzas contrarias han ingresado a la humanidad para perturbar a los corazones, para disociar a las mentes, para dividir a toda la humanidad al punto de que se olvide de que todos son hermanos, que tienen un mismo Dios, y son hijos de un mismo Padre.

Por eso, el Señor del Oriente despuntará nuevamente como el Gran Sol del Universo para que pueda ayudar a las almas de la humanidad, para que pueda rescatar a las naciones que se están perdiendo, para que pueda volver a erguir a todos los corazones que han perdido la fe y la confianza en la esperanza, que han perdido el amor por todo lo que viven, por todo lo que atraviesan y padecen en estos tiempos.

Pero esa poderosa Luz del Señor del Oriente, Su Gran Espíritu Inmortal, no se opondrá a nadie ni a ninguna otra energía, porque Su Consciencia Crística e Inmaterial les traerá a todas las almas lo nuevo, así como Él lo trajo hace tanto tiempo a todos los corazones que buscaban incesantemente al Maestro entre los maestros.

El Señor del Oriente reaparecerá como prometió y abrirá las puertas de la Misericordia en el planeta para que los corazones se vuelvan a erguir, para que las naciones se vuelvan a reconciliar, para que todos puedan aguardar Su Retorno tan prometido y esperado.

Porque en esa hora, Su Paz y Su Luz que son invencibles, poderosas e inmortales, les traerán a los corazones el fin del ciclo del sufrimiento, el fin del ciclo de la enfermedad espiritual, mental o física.

Él abrirá las puertas a la cura universal, y será en esa hora, hijos Míos, que el Señor del Oriente llevará adelante el Juicio Universal cuando proclame una vez más Su Palabra; y todo se sabrá en ese momento, todo se conocerá profundamente y nadie quedará más en la ignorancia, porque Su Espíritu impregnado de Sabiduría y de Amor les traerá claridad a los corazones, les traerá la paz a todas las vidas que siempre esperaron con ardiente devoción Su Retorno, y todo el universo lo acompañará.

Por eso, prepárense para ese momento a partir de ahora, preparen internamente sus corazones y almas porque Su hora se está acercando, y ya no verán más el caos de estos tiempos porque aun los que todavía no se han redimido tendrán la oportunidad de redimirse, tendrán la oportunidad de pedir perdón y de enmendar todos los errores que cometieron a través de los tiempos.

Sé que esto les parecerá que es inalcanzable; pero el Señor del Oriente, cuando emerja como la Luz del Sol en el horizonte de este planeta, tendrá todo esto muy presente porque un nuevo ciclo comenzará como está escrito y profetizado. Y Yo estoy aquí, como Su Santa Madre, para anunciarlo, porque Soy la Madre de los profetas, la Madre que anuncia el Retorno de Cristo.

Por eso, vengo aquí para que espiritualmente pueda dejar las señales de Cristo, así como esas señales que Él dejó en cada paso de Su vida pública, en el momento de cada milagro como también en el momento de cada liberación.

Cuando el Señor del Oriente retorne, en el próximo ciclo, reunirá todas Sus experiencias vividas y Sus méritos. Él no usará el Poder que Dios le dio, porque Él emanará Su Amor infinito y cósmico para las almas.

En esa hora, nadie se podrá resistir a Su Amor inconmensurable porque Su impulso será un impulso solar más fuerte que todas las estrellas reunidas, más fuerte que todos los soles de este universo, más poderoso que la expresión original de la Creación; porque el Señor del Oriente vendrá con Su verdadera Faz, aquella Faz que inicialmente fue conocida por algunos de Sus apóstoles en el Monte Tabor.

Y les aseguro, hijos Míos, que la humanidad comprenderá completamente lo que estará pasando; porque el Señor del Oriente en Su Retorno ya no les traerá misterios, sino que les develará los tesoros del Cielo y del universo; porque Él, como emanación del mismo Dios y de la misma Vida Divina, les demostrará a todos, a todas las criaturas de la Tierra, lo que verdaderamente es Dios en Su Esencia, en Su Espíritu de Amor, Prodigio y Compasión.

Por eso, hijos Míos, todos los que siguen a Cristo más allá de la religión o de la creencia, más allá de todo dogma o disciplina espiritual; todos, a través de sus aprendizajes de amor, perdón y redención, deben preparar el Retorno de Cristo y separarse de una vez y para siempre del conflicto, porque este mundo ya está lleno de conflictos.

En este último encuentro de diciembre, Mi Hijo les enseñó a reunirse y a unirse, a través de la oración, a la poderosa Red Suplicante, que es a la que ustedes deben conectarse internamente, a través del verbo creador que proporciona el poder de la oración auténtica. Esto detiene los graves acontecimientos que quieren hacer sucumbir a la humanidad.

El poder del verbo creador, correctamente utilizado, evita desastres mayores en el plano material y espiritual, detiene las ideas tenebrosas de muchas mentes, porque nadie se imagina a una humanidad sumergida en la oscuridad.

Por eso, el espíritu de la oración y del verbo creador detiene muchos acontecimientos, concede muchas oportunidades, otorga muchas Gracias y Misericordias a aquellos que tal vez por Ley no las merecerían, corrige el camino de muchas almas que está desviado y les trae la paz.

Con esto, estarán preparados para recibir al Señor del Oriente porque Su Presencia será inconfundible, Su Amor será el mismo que conocieron en Tierra Santa, en cada acto, en cada prodigio, en cada Palabra emanada a través de Su Amor.

Aurora, como Reino Interior, tiene una tarea fundamental en el final de los tiempos, como base preparatoria para el Retorno del Señor.

No quiero decirles más de lo que debo decirles para que no pierdan Mi impulso espiritual; porque es importante, hijos Míos, que comprendan lo que les estoy queriendo decir a través de este Mensaje.

Él Me envía aquí como Su Sierva, pero Yo vengo aquí también como la Madre de todos para llevar adelante este Plan de Dios que debe manifestarse y concretarse en cada plano, que debe ser una realidad y un triunfo a través de las almas redimidas.

Como muestra de ese Amor, que permite el milagro de la vida y la conversión de los corazones, que se acerquen aquí los que hoy se consagrarán como Hijos de María, para que Yo los pueda bendecir en nombre de la humanidad.

Hoy, estoy aquí, queridos hijos, ante la célula más importante del Proyecto de Dios que es la familia, la familia que en este tiempo está siendo atacada y dividida por Mi enemigo. Pero sientan Mi protección, sientan Mi abrazo consolador y maternal, porque Dios no permitirá que Su más preciado Proyecto se destruya.

Más allá de las batallas o de los conflictos, más allá de la falta de paz o de entendimiento en la familia, ustedes, hijos Míos, que hoy se consagran ante Mí, ofrezcan su vida orante por todas las familias del mundo, principalmente por aquellas que han sido lastimadas y agredidas por los juicios de valor o por la condenación.

Confíenme a sus hijos y a sus familiares, que Yo Me comprometo, como su Santa Madre, a cuidarlos y a asumirlos; porque Mi principal misión, hijos Míos, es que sus familias puedan ser un espejo de amor en el mundo y que los valores espirituales y humanos hagan dignas a todas las familias del mundo.

Reciban así Mi bendición maternal y espiritual, y especialmente las madres que con sus hijos hoy están aquí, junto a este Altar, que reciban al Espíritu Inmaculado, el Espíritu de Dios, que envolvió a su Santa Madre, a San José y al Niño Jesús en Belén.

Que la llama de sus vidas sea la simplicidad, así como lo fue en el Corazón de su Madre Santa.

Que la llama de la humildad sea en sus vidas, así como lo fue en el Corazón Casto de San José.

Y que la llama de la pureza sea en sus familias, así como lo fue en el pequeño Niño Jesús, para que la inocencia se recupere en este mundo, en las familias, en los pueblos y en las naciones que viven las guerras.

A través de Aqua Solar, ofrezco esta alma, en nombre de todas las almas que han sido decapitadas en Medio Oriente, para que la humanidad recuerde que sin el amor de una verdadera madre nunca podrá vivir. Porque el amor de una madre nunca los condenará, siempre los guiará por el buen camino, por el camino del bien y de la caridad.

Yo les agradezco, hijos Míos, por haberme ofrecido hoy esta Gracia de sus familias.

Sepan que el Amor siempre triunfará y el mal nunca vencerá, porque ustedes son Hijos de Dios.

Los bendigo y los consagro como Hijos de María, como hijos Míos que siempre fueron, desde otros tiempos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, quiero bendecirle una rosa a cada uno, para que siempre recuerde que existe la Belleza de Dios y, sobre todo, siempre existe Su Amor más allá de todas las cosas, y que Él colocó Su Amor y Su Belleza en cada uno de ustedes desde que fueron concebidos en los vientres de sus madres.

Hijos, Dios lo ha pensado todo y hoy Dios se los recuerda a través de Mí.

Que la belleza de sus almas se pueda expresar como una flor.

Que la devoción de sus almas se pueda elevar a través del aroma de la flor y que el Amor del Padre siempre los cure y los sane.

Hoy, ya son Hijos de María.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre, después de este momento, vamos a prepararnos para que estas familias, que hoy se consagraron, reciban el Sacramento del Bautismo, como un acto de renovación espiritual y como una oferta por las familias del mundo, especialmente por las familias que viven las guerras y que no encuentran la paz.


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL VALLE DEL RÍO LOIRA, REGIÓN CENTRAL DE FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como una Madre refugiada, vengo en busca de consuelo, el consuelo que Me pueden dar Mis hijos, por los que oro incansable e inmediatamente para que todos estén protegidos bajo Mi Manto, para que todos sientan la caricia de la Madre de Dios a través de Sus serviciales y humildes Manos que coloco sobre sus rostros para animarlos a seguir adelante.

Hoy de manera extraordinaria, estoy aquí en esta sagrada iglesia. Estoy aquí para dar testimonio de la Presencia de Cristo en el Sagrario, así como en todos los Sagrarios de la Tierra, en los que Mi Amado Hijo es reconocido y adorado.

Hoy, vengo en busca de ese consuelo espiritual de Mis hijos porque lo necesito.

Hoy, vengo a pedirles esto de manera especial, porque sé que a través de Mis hijos y de la oración de todos los consecuentes, de todos los que responden a Mi llamado maternal, Yo podré, queridos hijos, aliviar y ayudar a las almas que en este momento están desprotegidas, mucho más desprotegidas de lo que ustedes pueden imaginar.

Esa desprotección, de Mis más inocentes hijos, provoca un dolor indescriptible en Mi Corazón Inmaculado; porque hoy, una vez más, el Corazón de la Madre es traspasado por una lanza, la lanza de la crueldad humana, la crueldad que hoy practican algunos de Mis hijos en el mundo, provocando desgracia, sufrimiento y muchísima desesperación en todas las madres que pierden a sus hijos, especialmente las madres que sufren y padecen la guerra.

La razón de también hoy estar aquí, queridos hijos, es que Me acompañen en peregrinación a Lourdes, porque es imperiosamente necesario que la humanidad alcance la cura espiritual.

Que la fuente de cura espiritual, que proporciona Lourdes para las almas, pueda llegar a todos los mundos internos posibles, especialmente a los que en este momento padecen la guerra y la persecución mortal.

Hoy, Mi Tierra Santa, la Sagrada Tierra de todos, está dividida y disociada; la tierra que Mi Hijo pisó con Sus Pies, por donde caminó y peregrinó al encuentro de los más necesitados y desprotegidos de aquel tiempo, para anunciar Su Evangelio de salvación a los corazones caídos.

Hoy, Mi Tierra Santa está siendo invadida y perseguida, porque es la tierra de todas las religiones y de todos los credos, de todos los que buscan en la esencia el Amor de Dios.

Hoy, esta tierra una vez más está siendo ensangrentada y, así como fue en la flagelación de Jesús, la Madre de Jesús recoge a través de Su Manto la sangre inocente que es derramada para que sea depositada en los cálices de todos los mártires del Cielo.

Queridos hijos, los invito a Lourdes no por una peregrinación más. Hoy, los invito a Lourdes para que Me acompañen en esta tarea espiritual que es de emergencia para Mí, y sé que en algún grado no podrán comprenderlo, pero sigan Mis pasos de Madre, los pasos de la Madre Consoladora y Corredentora; porque necesito que, a través de la Fuente Espiritual de Lourdes, no solo la faz de la Tierra se pueda purificar de tanto mal impartido, sino también que las almas de los inocentes y mártires que están apresados en los planos inferiores, después de haber vivido el terrorismo y la persecución, sean elevadas en gloria a los Cielos. Y esto es tarea de la Madre Mediadora e Intercesora de los corazones.

Por eso, vengo aquí de forma extraordinaria a anunciarles este pedido espiritual del Corazón Inmaculado de María, a fin de que esta guerra no alcance dimensiones que después no puedan controlar.

Mientras tanto, queridos hijos, Mi Manto sigue manchado con la sangre de los inocentes y se lo llevaré a Dios como una oferta por la reconciliación de los que están perdidos y caídos, por la redención de los que están condenados al fuego del infierno, después de haber cometido esta grave y delicada acción. Porque lo que queda en el plano etérico del planeta es una energía del mal muy difícil de transmutar; así, los pueblos y las naciones son intoxicados por esa vibración.

Por eso es importante vivir en este tiempo la oración del corazón y pedir por todos los pecadores y condenados en el mundo para que tengan la Gracia de la oportunidad de ser perdonados por Cristo, Mi Hijo; porque su Divina Madre quiere el bien para todos Sus hijos, sin excepción y sin condiciones; quiere ese bien para que todos estén en paz, en la felicidad de poder vivir en el Reino de los Cielos, aunque estén en la Tierra.

Porque, a pesar de que hoy Mi Corazón está siendo traspasado por la lanza de la crueldad humana de este tiempo, su Divina Madre les trae el Reino de los Cielos, en este lugar y tan solo por un momento, para que puedan comulgar del Propósito Divino y, a través de ese Propósito, puedan vivir la Voluntad de Dios que está escrita para cada uno de Mis hijos desde el principio.

En esta especial Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, su Madre Celeste recoge la oración de todos Sus hijos, como la última chance de salvación de la humanidad, para que la Ley de la Justicia no descienda porque es una Ley que es desconocida absolutamente por todos.

Deseo ardientemente, a pesar del dolor de Mi Corazón, que todos Mis amados hijos tengan la Gracia de seguir conociendo la Misericordia Divina, para que esa Divina Misericordia los pueda liberar completamente. Ese es Mi anhelo, queridos hijos.

Los ángeles del Cielo, en este momento, aún siguen recogiendo, a través de los cálices, la sangre de los mártires y de los inocentes; porque alguien, en este universo, tiene que justificar esta terrible crueldad humana.

Y ante el Santísimo Sacramento, ante el Cuerpo Eucarístico de Jesús, que hoy contemplamos y adoramos juntos de forma especial, vengo a pedirle de rodillas al Padre Eterno que tenga Piedad y Misericordia no solo por los que han muerto injustamente en el mundo, no solo porque aún se sigue viviendo la ley de la condena y la muerte, sino también vengo a pedir por los que están condenados y viven en el mal, porque en lo profundo son corazones que se apartaron del Amor de Dios y viven, en este momento, la ley de la venganza y de la impunidad.

Queridos hijos, estas situaciones y estas vibraciones son las más difíciles de transmutar para la Jerarquía. Por eso, el espíritu sagrado de la oración siempre aliviará estas penas terribles y abrirá una pequeñísima puerta de Luz en el gran abismo de la oscuridad planetaria.

No puede haber paz en el mundo mientras haya mártires en el mundo. No puede haber bien en el mundo mientras haya impunidad en el mundo. Pero sigan trabajando fielmente en la oración del corazón, porque este es el tiempo, queridos hijos, después de todos estos años de haber vivido en Mi escuela de la oración, que practiquen este ejercicio con consciencia y no solo como disciplina o compromiso.

Es necesario que la oración del corazón arda en ustedes para que la Palabra de Dios pueda resonar en ustedes, una y otra vez, todas las veces que sea necesario. Así, se transformarán y se convertirán en verdaderos apóstoles que permiten que la Energía Divina los transfigure completamente, más allá de que aún vivan la condición humana.

Tengan fe en la sagrada ciencia de los Sacramentos que Mi Hijo les entregó. Tengan fe en el poder incalculable del Santísimo Sacramento del Altar, porque cada vez que se coloquen delante del Santísimo Cuerpo Eucarístico de Cristo sus corazones se liberarán y ayudarán a liberar al mundo de estas ideologías y formas terribles de vida; porque recuerden, queridos hijos, que el Proyecto Humano necesita ser reconstruido y reparado.

La Señora de Israel, hoy, los invita a caminar descalzos, despojados de sus intenciones y de sus preferencias, vacíos de corazón, para que los pueda llenar el Todo, el Supremo. Esta será la actitud fundamental, será la actitud esencial que los ayudará a atravesar estos tiempos dolorosos. Y así, podrán siempre invocar la Sagrada Luz de la Esperanza y del Amor de Dios, para que las almas más necesitadas puedan ser tocadas por esa Luz de la Esperanza y del Amor de Dios.

Iré a Lourdes a lavar Mis Vestimentas para que la sangre de los más inocentes y mártires sea purificada por el agua de Massabielle, para que la cura divina y espiritual, que Yo dejé guardada en Lourdes, brote como una fuente inagotable, como una fuente espiritual sobre las situaciones del mundo que hoy no tienen solución; porque el poder del Amor todo lo puede convertir y todo lo puede transformar cuando tan solo tienen fe en el Amor de Cristo.

Hoy, les hablo de Medio Oriente porque es una situación grave para Dios, porque Él allí colocó Su Palabra y Su Mensaje. Dios, a través de Su Corazón, reflejó allí Su Llamado a todas las almas del mundo y esto no puede ser en vano, queridos hijos; esto tiene una responsabilidad incalculable ante la Ley.

Pero, quiero decirles que su Madre Celeste también contempla los graves errores que suceden en África y la esclavitud opresora que viven algunas naciones de América Latina. No se olviden de que Mi Mirada está en todo y en todos, y que la Madre de Dios no tiene preferencias, sino Amor.

Que, en este tiempo de oscuridad planetaria, vuelva a arder en ustedes el poder de la oración y de la adoración, para que las Leyes Superiores estabilicen los desastres del planeta, para que el amor no desaparezca completamente de la humanidad.

Si esto llegara a suceder, Mi Corazón sería rasgado por completo y el grito de la Madre de Dios será escuchado en todo el universo, así como Dios escuchó el llanto de María en el Monte Calvario cuando Su Único y Amado Hijo fue clavado en la Cruz.

Que la Divina Sangre de Jesús purifique este tiempo y este momento.

Que los Rayos de la Misericordia prevalezcan sobre el mal.

Que los Rayos de la Gracia trasciendan la impunidad, porque ningún ser humano en esta superficie puede vivir sin Amor, porque el Amor de Dios es la vida. El Amor de Dios es el impulso espiritual que los motiva a seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación, a pesar de las consecuencias.

Por eso, les pido que no se olviden de que el Amor de Dios está en juego en este mundo, y es la propia humanidad que lo está retirando de sí misma. No se olviden de que deben amarse los unos a los otros, como Mi Hijo los ama y como Yo los amo.

Por eso, que entre ustedes siempre viva el Amor. Sean un testimonio del Amor que hoy les traigo, y recuerden a los inocentes y mártires, a los que en este tiempo les fue arrebatado el amor y la vida. Por eso, amen más de lo que creen amar, más de lo que creen saber, más de lo que creen conocer.

El Amor es infinito, la Gracia es invencible, y eso es lo que quiero decirle al mundo.

Reforcemos la oración por Medio Oriente. Estoy atenta, una vez más, a la voz de las súplicas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Oremos por la paz.


Oración: “Madre Universal” (en español, en portugués y en inglés).


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 16

Ave María en francés

Je vous salue, Marie,
pleine de Grâce,
le Seigneur est avec vous.
Vous êtes bénie entre toutes les femmes
et Jésus, le fruit de vos entrailles,
est béni.

Sainte Marie, Mère de Dieu,
priez pour nous, pauvres pécheurs,
maintenant, et à l’heure de notre mort.

Amen.
 (tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo aquí como la Emperatriz de la Paz, trayendo en Mi Mano el Cetro de Dios para que el mundo viva el Propósito del Padre, para que Mis hijos se unan a ese Propósito Espiritual antes de que sea demasiado tarde.

Por eso hoy, este impulso espiritual de la Fuente Creadora, lo deposito en el corazón de Mis hijos, lo derramo en las almas de Dios, para que la mayor cantidad posible de consciencias despierten en este tiempo de emergencia y pueda responder a la gran necesidad del planeta, a la emergencia de la humanidad.

Por eso, queridos hijos, Yo vengo aquí, a La Salette, una vez más, para recordarles Mi Mensaje, el Mensaje de la Señora de La Salette, un Mensaje que no fue completamente escuchado ni aceptado.

Por eso, les vengo a recordar esto, porque aún resta un poco de tiempo para que todo se pueda revertir y transformar en toda la consciencia humana.

Queridos hijos, Yo los necesito aquí, Conmigo, a Mi lado, al lado de la Madre de Dios, caminando por este mundo, siguiendo los pasos de Cristo, sirviendo a través del apostolado incansable, ante la gran necesidad planetaria.

¡Cómo Me duele lo que sucede en Medio Oriente! ¡Cuánta sangre inocente aún sigue siendo derramada!

¿Cuándo la humanidad se detendrá? ¿Acaso no le temen a la Justicia de Dios?

Muchos tal vez no le temen, porque creen que nada les sucederá. Por eso, Yo vengo aquí como su Abogada, como la Madre Mediadora e Intercesora entre las almas y Dios, porque lo necesitan imperiosamente.

Por eso, les vuelvo a decir que antes de que sea demasiado tarde, queridos hijos, despierten al cambio que Yo les pido. Escuchen la Palabra de Dios a través de Sus Mensajeros; porque si no muchas más almas vivirán el pesar y la angustia de estos tiempos, por no haber escuchado el Llamado de Dios que viene a través del Corazón de su Madre Celeste, del Corazón del Divino Hijo y del Humilde Corazón de San José.

Nuestros Tres Sagrados Corazones, en esta hora tan delicada y grave del planeta, trabajan en unidad con la Santísima Trinidad para que, a través de los santos ángeles, muchas más almas puedan estar protegidas, puedan estar amparadas de los horrores de estos tiempos, de los que todos están participando y viendo.

Mis amados hijos, vuelvo a repetirles que detengan las armas. Vengo a pedirles, imperiosamente, que se detengan y mediten, que ya no se agredan, que ya no se lastimen, que ya no invadan lo que no les pertenece, que eviten en este tiempo la migración de millones de almas, el exilio de muchas familias por terror a la guerra o a la muerte.

Yo vengo como la Emperatriz de la Paz, a lo alto de los Alpes, para que Mis hijos escuchen el profundo eco de la Voz de Dios, para que algo cambie pronto. Eso es lo que más necesito, en este momento, además de sus oraciones y suplicas, que también las escucho atentamente. Porque así se evitan las guerras, a través de la oración se evitan los conflictos, a través de la verdadera oración las almas no se pierden, sin tener retorno.

Por eso, Yo vengo hoy con el Cetro de la Luz de Dios encendido, atrayendo hacia la Tierra, una vez más, Su Divino Propósito, para que todo pueda ser impregnado por esa Luz Superior, para que los corazones vuelvan a encontrar la paz que perdieron. Porque este es el tiempo, queridos hijos, de que todos puedan conocer Mis Gracias, de que todos puedan comulgar de Mi Hijo para sentirse curados, redimidos y renovados.

Por eso, Yo estoy aquí para volver a interceder, para volver a intervenir en la emergencia de estos tiempos. No quisiera ver morir más inocentes. Esto hace doler el Corazón de Dios, esto hace doler el Corazón de su Madre Celeste, esto lastima el Corazón del Divino Hijo.

Contemplen la Misericordia de Dios, el universo de Su Amor está abierto a todos.

Reencuéntrense con ustedes mismos, para poder comprender este Propósito que hoy les traigo.

Reconcíliense, perdónense a ustedes mismos, para que la cura espiritual pueda llegar.

Yo les agradezco que estén aquí, Conmigo, y que hayan hecho todo lo posible para estar aquí, en este momento, acompañando a la Emperatriz de la Paz en esta tarea especial que Su Inmaculado Corazón y Su Divina Vida llevan adelante por el bien de las almas, por la paz de los corazones, para que se detengan las guerras, para que ya no haya más sangre inocente derramada en la superficie de este mundo.

Yo les vuelvo a decir esto, queridos hijos, porque estas cosas no pueden acontecer. El mundo se aleja de la Ley y pierde el sentido de su pureza y de su inocencia. Estoy unida a todos los que oran por esta causa, por la causa del llamado de la Madre de Dios.

Fortalezcan la oración en sus familias. Que sus oraciones se multipliquen y se amplíen, que el clamor y la súplica como una sola voz y un solo corazón lleguen al Corazón del Padre, porque Él quiere estar más cerca de Sus Hijos. ¿Sus Hijos quieren estar más cerca de su Padre?

Yo vengo a abrirles esta puerta hacia el Reino del Amor de Dios, para que todos tengan la Gracia de algún día ser dignos en el Padre, dignos en el Hijo y dignos en el Espíritu Santo; porque es posible, hijos Míos.

Ustedes no pueden olvidarse de que son Hijos de Dios. Todos son Hijos del Padre, más allá del credo, de la religión o de cualquier otra situación. Todos deben recordar esto. Por eso, estoy aquí para hacérselos saber, porque muchos lo están olvidando.

En esa filiación, encontrarán la felicidad que necesitan, la respuesta que tanto buscan, el consuelo que tanto esperan, la paz que tanto aspiran. Porque todo está en el Reino de Dios y, una y otra vez, Su Reino puede descender a la Tierra a través de aquellos que se abren para recibirlo en su interior y así formar parte de la Vida Divina, de su verdadero origen, de su verdadera existencia, de donde todo puede comenzar de nuevo.

Su Madre Celeste, la Emperatriz de la Paz, se recoge en estas montañas para contemplar el horizonte desde lo alto; así como también ustedes lo pueden contemplar, esperando con ardiente devoción la llegada de Cristo desde los Cielos, para que este mundo y esta humanidad se reconstruyan y finalmente vivan la Voluntad de Dios. Porque Cristo, Mi Hijo, traerá Su Gobierno, pero sobre todo traerá Su Amor y Su Luz, para volver a llevar a sus corazones a Su Eterna Paz.

Hijos, sigan orando, sigan respondiendo a Mi llamado. Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de la humanidad; y, bajo la Luz y el Amor de Mi Hijo, Yo los bendigo por la valentía de seguir los pasos de Cristo en este tiempo final.

Que el Amor de Dios los bendiga y Su Luz los guíe hasta poder alcanzar los prometidos Mil Años de Paz para toda la esfera terrestre, para toda esta humanidad herida.

Me llevo, en Mis Manos, sus intenciones y oraciones para ofrecérselas a Dios en reparación y por la cura de la humanidad, porque la cura es posible.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 112.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les hablo a todos al corazón, en esta noche que se recoge, pero que se ilumina por la Presencia del Amor Vivo de Dios.

Los He llamado aquí y han respondido a Mi llamado, y por eso, les agradezco; aunque no comprendan en profundidad lo que esto significa, pero Yo sí sé lo que significa y lo que representará en las próximas etapas del Plan de Rescate de la humanidad, en las próximas tareas que su Maestro y Señor llevará adelante en Israel y, a través de Israel, con todo el Medio Oriente. 

Porque en verdad, Yo les digo, que en esta noche, estando Conmigo y  pudiendo ingresar en Mi Corazón Misericordioso, están volviendo a vivir lo que una vez vivieron Conmigo en el pasado, cuando su Maestro pisó con Sus Pies la superficie de este planeta para predicar, para curar y sanar, para anunciar la Buena Nueva, la que en este tiempo, Yo espero que haga eco más allá de la vida  material del planeta, más allá de toda ignorancia e indiferencia, porque Mi Voz y Mi Palabra hacen eco cuando las almas Me viven y Me sienten, cuando los corazones confían en Mí.

Por eso, en esta noche, Yo estoy aquí con ustedes y con el mundo. Estoy aquí por todos los refugiados y exiliados, por todos los que desaparecieron trágicamente en Turquía y en Siria.

Pero hoy, sí, les aseguro que todas esas almas están siendo contempladas por el Padre Eterno, para que alcancen su camino de liberación; pero también su camino de reconciliación con los Cielos, porque el Padre Eterno escuchó las oraciones de Sus Hijos, de todos aquellos que en este tiempo se disponen a responder a Su Llamado, ante la trágica realidad planetaria.

Una vez más, a través de este océano, que se encuentra ante ustedes, Yo les traigo el reflejo del Gran Espejo del Amor de Dios, del Amor Eterno de la Fuente, de la cual todos ustedes provienen y también todos sus hermanos; la Fuente Suprema e Inmaterial que está siendo olvidada por el mundo, por la indiferencia, por las guerras, por la falta de religiosidad o de toda conexión espiritual.

Por eso, a través de Mi Presencia servicial y de Mi Presencia paternal, Yo vengo a congregar a todas Mis ovejas, a llamarlas por su nombre en los planos internos, porque ya llegó el momento del tiempo final, en el que todos Mis compañeros deberán estar firmes y disponibles, enteros, para sostener Conmigo este momento de gran Armagedón.

Pero no se desesperen ni tampoco se amedrenten, porque si confían en la Misericordia de Mi Corazón, nada les sucederá. Si siguen fielmente Mis preceptos, estarán protegidos de ustedes mismos, y así como lo hice con Mis apóstoles en el Sagrado Cenáculo, en este tiempo Yo les enviaré el Santo Espíritu de Dios para que los guíe y para que los conduzca hacia la concreción y la experiencia de vivir la Divina Voluntad; una Voluntad Suprema que también está siendo olvidada y, en algunos casos, está siendo despreciada por los hombres y mujeres de la Tierra.

Pero cuando Yo retorne, mostraré al mundo entero todo lo que ha dejado de vivir con el Padre Eterno. Porque las señales, que Yo daré, serán concretas y todo lo que se guarda como un tesoro en los planos internos se revelará, para que esas señales rediman al planeta y a la consciencia humana; porque este es el tiempo de que esas señales comiencen a descender al mundo entero, para los que están dormidos y aún no despertaron, para todos los que deben reencontrar el camino de la redención.

Por eso, este es el tiempo de la preparación inmediata. Esta es la hora de darlo todo por el Plan, a fin de que este Plan se concrete en la superficie del planeta, aunque esto comience a suceder en las cosas más pequeñas, o en la transformación y la rehabilitación de sus vidas.

Esto es lo que necesita el Padre Eterno en este tiempo final: que las almas se decidan a ser Su Gran Espejo, que las vidas de Sus Criaturas reflejen Sus Atributos Divinos, ante un mundo que se aleja cada día más de la verdad y pierde el camino hacia el Reino de la Paz, por vivir todo lo que es mezquino e indiferente.    
   
Este es el tiempo de que sus ojos y los ojos de sus hermanos se abran, para que comprendan que, a través de la actual situación planetaria, es necesario un cambio en la consciencia, pero también en la vida material.

Por esa razón, una vez más, Yo estoy aquí, no solo para llevar Conmigo hacia los Cielos a los que han muerto en este Mar Mediterráneo, sino para advertirle al mundo y, sobre todo, a Europa que deberán enmendar todos sus errores y corregir todas sus indiferencias con los que sufren y son sometidos en la esclavitud; porque este planeta, que el Padre Eterno les ha dado, tiene un Propósito Espiritual y Mayor que aún no se ha cumplido.

Por eso, compañeros, es tiempo de enmendar los errores y de vivir el cambio. Es tiempo de que, de una vez y para siempre, entre los pueblos y las razas, entre las naciones y las culturas, se consideren como una única familia espiritual porque, aunque esto parezca lejano para la mayoría, para su Maestro y Señor no lo es.

Por eso, dediquen su vida a una vida de servicio y de oración, no permitan que en este planeta se sigan abriendo puertas inciertas. Que, por medio de sus oraciones y de su acto de entrega y de donación sincera, puedan mantener las puertas de la Misericordia abiertas a la humanidad, porque de lo contrario el mundo se seguirá purificando fuertemente.

Yo solo busco que puedan crecer en sabiduría y entendimiento, porque ya no quiero ver a nadie más sufrir y padecer lo que este mundo hace todos los días, ultrajando las Leyes del universo, apartándose del Amor y de la Verdad, dejando de cumplir la Divina Voluntad.

Por eso, Yo volveré a erguir sobre el éter de este planeta todos los méritos que alcancé a través de Mi Vida Pública, de Mi Dolorosa Pasión, de Mi Muerte y de Mi Resurrección, a través de Mi Presencia en Tierra Santa. Porque no solo el Medio Oriente lo necesita imperiosamente, sino también la humanidad entera lo necesita; ya que, de no hacer esta gran tarea en Israel, la humanidad se encaminaría a un punto sin salida y nadie conseguiría retirarla de ese lugar, ni siquiera los ángeles.

Por eso, deberán seguir orando por esta gran misión a Israel. Los invito a estar Conmigo, de corazón y en esencia, para que puedan acompañar cada paso de su Maestro y Señor durante los días de la Semana Santa.

También les pido que esta Cuaresma preparatoria que están viviendo, la vivan de verdad, con introspección, con profunda reflexión y penitencia, por esta gran indiferencia que vive el mundo y que no consigue ver la Luz de Dios.

Así, terminarán de estar preparados para los tiempos culminantes que llegarán y nada, absolutamente nada, los tomará de sorpresa, porque lo que deban vivir en este tiempo final solo los impulsará a que puedan ser los Nuevos Cristos. Esos Cristos que Mi Padre Eterno espera ver presentes en este planeta, dentro de esta humanidad, convirtiendo a todos a través de la fe y de la oración, del servicio abnegado y simple que borre de una vez y para siempre los estigmas de este planeta, que cierre las heridas aún no cicatrizadas de esta humanidad golpeada por las guerras y por los conflictos, por la desigualdad y también por la locura de lo que ofrecen las modernidades de estos tiempos, llevando a la mayoría a vivir un dios artificial.

Pero no se olviden, compañeros, de que la Sangre que Yo derramé sobre la superficie de esta Tierra tiene un precio, tiene un valor incalculable e inextinguible. Y es a esa Poderosa Sangre a la que deben invocar, aspirar a recibirla espiritualmente para que sus vidas sean sanadas, redimidas y liberadas del error y del pecado y, a través de la poderosa comunión Conmigo, puedan renacer y renovarse.

Por eso, que esta Cuaresma sea una Cuaresma consciente, que los prepare espiritualmente para ingresar en la Semana Santa. Así, Me podrán acompañar, como Yo lo necesito y lo espero, en todo lo que hará su Maestro y Señor en Israel y, a través de Israel, para el mundo entero. Así, sus corazones estarán prontos y en el lugar en donde Yo los quiero tener.

Que en esta noche reciban Mi bendición, así como muchas veces la recibieron Mis apóstoles y en cada lugar que Yo visité, en cada espacio en donde Yo prediqué, en cada corazón en donde hice un milagro en el nombre del Padre Eterno.

Quiero que sus vidas sean un milagro de amor para que este milagro en sus vidas transforme al mundo, muchas más almas alcancen la Gracia de ser merecedoras de ese milagro de amor, así como ustedes lo están viviendo.

Yo los unjo con Mi Luz Espiritual y, en este mes de marzo, los preparo para la Semana Santa. Sepan que marzo será el mes de la gran preparación, como nunca antes sucedió en la historia de la humanidad y en ninguna otra Semana Santa. Así, comprenderán la importancia de todo lo que les estoy diciendo en este momento. Por esa razón, también estoy aquí, para que ese Propósito se cumpla como está escrito y ustedes sean, una vez más, partícipes de la Misericordia de Dios, que tanto necesita la humanidad y el planeta.

Les agradezco, a los que están presentes, por haber trabajado con las almas y las esencias de los refugiados.

En esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, deseo que le recen de todo corazón al Sagrado e Insondable Corazón de Jesús por todos los que son descartados y oprimidos, por los desaparecidos en la tierra y en los océanos, por los que no tienen la oportunidad de vivir la esperanza en ellos y en sus familias.

Recen por todo esto y, así, aliviarán Mi Corazón del malvado espíritu de la indiferencia.
Que la Misericordia convierta las miserias.

Que los corazones reciban la paz y que todo pueda ser renovado; así como es renovado en los Cielos, pueda ser renovado en la Tierra; y así como puede ser renovado en la Tierra, todo pueda ser renovado en su mundo interior; porque lo que más deseo en estos tiempos es que sean parte del Reino de los Cielos, así como lo son los ángeles y los bienaventurados.

Me recojo en los corazones que adoran.

Me fortalezco en las almas que oran.

Me renuevo en los corazones que sirven.

Me hago presente en los que comulgan de Mi Cuerpo y de Mi Sangre; y así, establezco la Luz y el Amor de Dios.

Les agradezco por estar Conmigo en esta noche y, a pesar de que sea tarde en este momento, sepan que, en las noches más profundas, era cuando su Maestro y Señor tomaba Sus grandes decisiones, elevando Su Mirada a los Cielos o buscando en el infinito, en el horizonte, la Presencia del Padre Eterno para sentir Su abrazo y Su consuelo; porque Él es Quien nos conforta y nos renueva a través de Su Amor y de Su Verdad.

Les agradezco y una vez más los invito a orar, durante esta Maratón de la Divina Misericordia, por todo lo que les He pedido con la honestidad de Mi Corazón.

Que África, Europa y Medio Oriente sean bendecidos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, en Mi sagrado peregrinar visité algunos lugares en el mundo que necesitan de la intervención divina. Y esto, una vez más ha sido posible, queridos hijos, por la oración de todos ustedes y de los que Me escuchan en este momento; de todos los corazones que se unen al fuego del Amor de Mi Corazón y que, en esta hora tan preocupante del planeta, las almas le suplican a Dios para que Él derrame Su Gracia y Su Misericordia, Su Paz y toda Su Redención.

Hoy, vengo aquí para contarles esto, porque una vez más les vuelvo a decir, hijos Míos, que la oración del corazón será lo que convertirá y salvará al mundo, evitará las guerras y los desastres. La oración evitará las epidemias, los conflictos y los desplazamientos de los seres humanos. La oración del corazón siempre equilibrará el eje de la Tierra y les proporcionará, a todos Mis hijos, el estado de Gracia que todos necesitan en esta hora para aprender a atravesar el fin de estos tiempos.

Hoy, vengo a hablarles nuevamente de la importancia de la oración del corazón para que puedan sentirla en lo más profundo de la esencia, para que cada nueva oración sea una oportunidad de comunicarse con Dios y abrirle las puertas de los Cielos a toda la humanidad, y así cerrar las puertas inciertas que existen en muchos lugares del mundo.

Como su Madre, como la Madre Celestial, nunca, pero nunca, Me cansaré de repetirles esto; porque ustedes, con sus propios ojos, verán lo que les digo y podrán percibir, hijos Míos, la diferencia entre un alma que ora y un alma que no ora. Y este ejercicio es algo más que religioso o espiritual.

El propio Padre Eterno fue el primero que oró en este universo a través de Su Verbo, y Su Verbo se hizo carne a través de Cristo. Si observan esta frase que les digo, ustedes comprenderán el poder de la oración, un poder de concreción y de manifestación suprema.

En los planos internos es donde todos pueden estar unidos a través de la oración, a pesar de las distancias, de los acontecimientos o de las situaciones. A cada día que pase, los eventos de este mundo los llevarán a vivir la oración del corazón con más contundencia y responsabilidad.

Hoy, ante todo lo que sucede en la humanidad, Yo les pregunto, con todo el Amor Materno de Mi Corazón: ¿cómo está su participación en las oraciones de todos los días, en las oraciones que la Jerarquía Divina les ha pedido en todos los días de la semana, por todas las causas del mundo, por todas las situaciones que se presentan y se precipitan cada día más?

En verdad, les digo, Mis amados hijos, que a Dios no le importa si están trabajando o están en otra situación; su pensamiento y sobre todo su corazón pueden estar en oración, a veces más allá de pronunciar palabras.

Es en este ciclo que sus consciencias deben estar en un estado orante permanente; así como muchos más deberían estar delante del Santísimo Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo. Sin estos dos ejercicios, Mis amados hijos, disculpen que les diga esto, no conseguirán sobrevivir, porque las energías de este mundo no solo comprometen a las naciones y a los pueblos, sino también colocan a las almas en grandes abismos, desconocidos e impenetrables para la propia Jerarquía Divina.

No les digo que no pasarán pruebas o sufrimientos. No les digo que no vivirán desiertos o desafíos, porque mientras estén en este mundo deberán aprender a trascenderse y a superarse todos los días.

Nuestros Sagrados Corazones necesitan hacer énfasis en esto para que lo entiendan y lo acepten, porque en la hora en que todo verdaderamente suceda, ¿ustedes serán parte del caos de la humanidad o serán pacificadores, siervos de la Luz Divina del Padre que, por medio del verbo de la oración y de la adoración al Santísimo Sacramento del Altar, aprenderán con paciencia y mucha determinación a aplacar la injusticia de este mundo?

Hoy, quiero entregarle a cada uno de Mis hijos un poco más de Mi escuela de oración, para que todos los corazones posibles puedan estar más unidos a Nosotros en esta emergencia del final de los tiempos; en el que, a través de un gran esfuerzo interior, tendrán que aprender a superar la impunidad de este mundo y la falta de la paz.

Pero Mi Presencia en esta noche les trae la Paz de los Cielos. Mi Presencia, como un Instrumento del Padre, se ofrece a traerles a Mis hijos una mayor consciencia, que necesitan en este tiempo para que sus corazones no se confundan ni tampoco se engañen; para que, a través de la oración del corazón, algo profundamente simple pero verdadero, ustedes ayuden a las almas a superar el fin de los tiempos, porque no todas las almas lo conseguirán.

Pero si existiera al menos una consciencia, o muchas más consciencias, en la superficie de este planeta, implorando, orando e invocando a Dios, adorando y amando al Santísimo Sacramento del Altar, les aseguro, Mis amados hijos, que las almas que no consigan superar el fin de los tiempos tendrán una amnistía espiritual y serán reconsideradas por el Plan de Rescate, tan solo por las almas que oran y adoran.

Esa base espiritual en sus vidas, una base espiritual que cada día que pasa debe profundizarse, ampliarse y no quedarse solamente en el ejercicio espiritual, es lo que ustedes necesitan para aprender a identificar las señales del fin de los tiempos, aquellas señales que llegarán del universo al planeta para anunciar el Retorno de Mi Hijo; un Retorno que será sin precedentes, un Retorno nunca antes visto ni conocido por ningún ser de este planeta.

¿Ahora comprenden la importancia de estar en nuestra misma vibración y de hacer el esfuerzo correcto y sincero para no salir de nuestra dimensión a pesar del caos del mundo y de la indiferencia, a pesar de la falta del amor y de la paz en la humanidad, a pesar de la venganza que se ve en el mundo y dentro de las familias, algo que hiere mucho al Corazón de Dios?

¿Cuántos motivos más tendríamos para orar, no solo para fortalecer el Propósito de este país, no solo para ayudar al alma de esta nación y a su ángel, sino también para orar conscientemente por todas las necesidades del mundo? Porque todas las necesidades son importantes a los Ojos de Dios y, así, Dios espera que Sus amados Hijos también las consideren importantes a todas.

En esta noche de gran inflexión planetaria, Mi Inmaculado Corazón pudo interceder y salvar a muchas almas de infiernos oscuros de este mundo, porque las oraciones fueron ofrecidas y los corazones fueron expuestos en ofrecimiento ante Dios. Sin esto nada sería posible.

Por eso, les recuerdo, una vez más, la oración mediadora, el poder de la oración intercesora, porque en el fin de los tiempos verán cosas increíbles que les darán espanto; pero no teman, porque al alma que ora nunca le faltará la Luz de Dios y, sobretodo, nunca le faltará el Amor del Padre, que a través de Su Divino Espíritu los guiará para que, en este tiempo final, aprendan a tomar decisiones correctas.

Mis queridos hijos, Yo les doy toda esta explicación, porque hoy se consagrarán nuevos Hijos de María, pero también todo esto ayuda a los que ya son Mis Hijos consagrados. Y no es solo recibir el Manto de la Madre de Dios sobre sus cuerpos, significa vivir en este tiempo un compromiso real y verdadero que no se debilite ni tampoco sea pasajero.

Ahora, no solo deben ser Mis hijos, también deben ser Mis guerreros de la oración y los comediadores de la Madre de Dios, que tengan muy presente todo lo que sucede en el mundo y cuán urgente es que el Cielo pueda interceder, porque así mantendremos al planeta y, sobre todo, a la humanidad en su lugar.

Toda guerra que es ocasionada en las familias o en las naciones, entre los pueblos o aun en la sociedad, nunca, pero nunca, perdurará si las almas oran de verdad por las guerras del mundo y las guerras en las familias. Les aseguro que desarmarán, de la noche a la mañana, los planes de Mi enemigo. Porque en este tiempo, y más que nunca, la Señora de las Siete Espadas debe trabajar ampliamente por la humanidad, para que los principales Siete Atributos de Dios, a través de Mis Espadas, extirpen la impunidad, la indiferencia, la cultura del descarte, la maldad de los corazones, el odio, la venganza y la masacre de esta humanidad.

¿Ahora comprenden la necesidad de la oración perpetua, así como su Madre Celeste ora perpetuamente?

Por eso, el compromiso en este ciclo, de nuevos Hijos de María, deberá ser renovado a través de todo lo que hoy les dije.

Todos son bien recibidos en el Templo Sagrado de Mi Inmaculado Corazón. Siempre esperaré que Mis hijos se ofrezcan para consagrarse a Mi Corazón y, así, se puedan consagrar a Dios; y Él, a través de Su Esclava y Sierva, les entregue Sus Gracias y Sus Misericordias.

Antes de retirarme de Sudamérica y acompañar a Mi Hijo en la tarea más importante de Su existencia, en este tiempo final en Medio Oriente, consagraré a los corazones que hoy se ofrecen ante Dios para aprender a vivir en este tiempo la escuela de la oración del corazón, para que cada una de sus vidas sea una llama incandescente del Padre Eterno, para iluminar estos tiempos de oscuridad y de tribulación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los que se consagrarán pueden acercarse a los pies de este Altar y, escuchando el Himno de Consagración de los Hijos de María, nos prepararemos para este momento de consagración y para escuchar de la Madre de Dios, Sus Sagradas Palabras de bendición, de amparo y de amor para Sus hijos.
La Madre Divina pide que traigan aquí el aceite para bendecir, porque ungiremos a los que hoy se consagrarán. Y vamos a pedir, en este momento, que un sacerdote se prepare para esa Unción.

 

En esta noche, en la que el mundo agoniza por no ver la Luz de Dios, recibo con gratitud y amor el ofrecimiento de su consagración. Almas tan diferentes, pero que, a partir de este momento, pueden estar unidas en un mismo propósito, el propósito de descubrir cuál es la razón por la cual están aquí en este mundo; el sagrado propósito de servir a Dios con gratitud, reverencia y devoción, bajo la luz poderosa de la oración de los Hijos de María.

Por eso, pedí este aceite para bendecir, a pedido de Mi Hijo, Jesucristo, el cual marcará la señal en sus frentes de la unión con la poderosa Cruz del Redentor, que alivia las deudas espirituales, aplaca los sufrimientos, conforta a los corazones, cura a los espíritus, libera las amarras, enciende los corazones en la Esperanza de Dios, trayéndoles la Paz, la Luz y la Misericordia.

Por eso, no solo consagro este aceite que los ungirá con la señal luminosa de la Cruz del Redentor, sino también los consagro como Mis hijos, Hijos de María.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Podemos cantar el Himno de la Consagración.
Vamos a prepararnos para la Unción.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SEGUNDO DÍA DE LA 111.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra;
 en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido,
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
 os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.

 

Estoy en silencio para que aprendan a percibir lo más profundo de Mi Ser y, a través de Mí, puedan sentir lo que en este momento siente y vive la Jerarquía, por todo lo que sucede en el mundo. Y esto no Me cansaré de repetirlo porque aún el tiempo de la redención no ha llegado.

Mi silencio habla de algo profundo y espiritual, de Mi meditación y de Mi oración por las almas, porque las almas deben tener fuerza para atravesar el Armagedón; y sé que esta palabra, Armagedón, asusta a muchas consciencias. Pero no habrá otra forma ni otro camino para que, después de la transición del planeta, pueda comenzar de cero una Nueva Humanidad.

El Señor, su Maestro, no es afín al sufrimiento de las consciencias. El sufrimiento de los seres y la agonía de los corazones son los que Yo debo transmutar y purificar, para que las almas confíen plenamente en Mi Amor Crístico y, así, no pierdan la esperanza de poder rehacer sus vidas y consciencias, de recuperar el camino que perdieron hacia el Padre Celestial; porque muchas almas, en esta humanidad, pierden ese camino día a día.

Por eso, estoy en silencio y en meditación, para que sientan la profundidad y la magnitud de Mi Corazón, para que asuman Conmigo los dolores de Cristo, dolores más profundos y desconocidos que los de la Cruz.

Esto los hace crecer interiormente; y ustedes aprenderán a ver la vida de sus consciencias y la de sus hermanos con mayor discernimiento y responsabilidad, sabiendo que este es el tiempo de no desperdiciar las oportunidades del universo, de no volver la vida superficial e indiferente. Esto fortalece la impunidad, que es algo que el mundo desconoce, y que acelera el fin de los tiempos y sus consecuencias.

Porque ahora, a través de Mis propios Ojos, veo cumplirse lo que el Padre Me mostró hace tanto tiempo, lo que Yo les enseñé en Mi Evangelio a los apóstoles durante Mi vida pública, cuando hablaba del fin de los tiempos, de todo lo desconocido que las almas deberían aprender a enfrentar sin perder la fe, aunque les pareciera difícil.

Por eso, ustedes son muy bendecidos, ante los que no pueden ser bendecidos en el mundo. Por eso, a ustedes se les exigirá más, porque deben corresponder a los tesoros que recibieron de Mí mismo; y esas perlas del Cielo, que Yo les He entregado a cada uno de sus corazones, deben darle sus frutos y sus respuestas al Padre.

Yo les hablo de algo profundamente maduro, aunque muchos no están en el mismo nivel ni en la misma escuela, pero Mi Amor Misericordioso no tiene excepciones.

En el fin de estos tiempos, su Maestro y Señor les dará grandes oportunidades a los menos preparados; porque Yo los conozco esencialmente y no Me fijo en lo que es superficial, y en nada temperamental, Yo busco aquel don que el Padre les depositó desde el principio, de la Fuente.

Así, como sabía que llegaría el tiempo del Armagedón, también sabía que llegaría el tiempo de venir a buscar los talentos. A través de los que siguen Mis Pasos y Mi Camino, ese tiempo está llegando ahora.

¿Lo están percibiendo y reconociendo?

Vendré a pedirles esos talentos por una única vez, no podré detenerme en aquellos que no quieren entregar su vida. Dios, como es tan Bondadoso y Misericordioso, tiene un lugar para cada uno de Sus Hijos.

Seguir Mis comandos y Mis directrices, dentro del desarrollo del final de los tiempos, significa mucho más que tener una consciencia madura y responsable, significa más que obedecer y ser fiel.

Seguir Mis comandos y Mis directrices significa estar disponible incondicionalmente, para que Yo pueda obrar a través de los corazones, ante los horrores que se ven en este mundo y en esta humanidad, situaciones que deberán ser liberadas y aliviadas por alguien, por aquellos que se ofrecen a postularse al camino del apostolado, a estar presente donde es necesario y cuando es necesario, donde Dios quiera y cuando Dios lo necesite.

Por eso, Yo les traigo el ejemplo de Mi Corazón Traspasado, un ejemplo fuerte de contemplar en estos tiempos, porque deben tener la valentía de sentir lo que Yo siento y lo que Yo vivo para poder estar tan unidos a Mí como nunca antes lo estuvieron. Porque la unión Conmigo siempre es gradual cuando las almas se animan a vivir su camino de cristificación y de entrega.

Por eso, en esta tarde de Piedad y de Misericordia para el mundo, les dejo delante de ustedes las necesidades del planeta y de la humanidad; los proyectos y las aspiraciones que tiene la Jerarquía en los diferentes lugares del mundo, en donde a toda la Hermandad del Cielo le urge la expresión de los Sagrados Puntos de Luz, reflejados a través de la vida grupal de las Islas de Salvación. Los lugares menos pensados necesitan de esa asistencia espiritual y concreta, por ejemplo, hoy, Medio Oriente.

Imaginen, por un momento que, a través de esos Puntos de Luz, si existieran y se manifestaran por medio de la correspondencia de los Míos, ¡cuántas puertas inciertas se podrían cerrar en el mundo entero!

¡Cuánto más los elementos y los Reinos de la Naturaleza disminuirían su furia y su enojo con la humanidad!

¡Cuánto más se podrían sostener las fuerzas telúricas del planeta, el Círculo del Pacífico!

¡Cuánto más los continentes, a través de los Puntos de Luz, podrían sostener, mínimamente, su conexión con lo Divino!

Podría decirles muchas cosas más que las que les dije hasta ahora. Pero para que todo eso sea posible no es necesario solo de interés o de entusiasmo, no es necesario solo de consciencia, de responsabilidad o discernimiento; es necesario que eso viva en ustedes, en primer lugar.

No quisiera ver a un mundo más destruido de lo que está, una superficie corroída por las fuerzas del caos. No quisiera encontrar a una humanidad reducida, cuando Yo retorne. Pero sé, desde el Huerto Getsemaní, que Yo vendré a cerrar, definitivamente, los infiernos del planeta; y llegaré en ese momento en el que las almas percibirán todo esto claramente.

Por eso, deben orar con más fervor y con mayor consciencia todos los días que vendrán. Deben estar preparados para las emergencias inesperadas, no solo aquí, sino en cualquier lugar del mundo.

Les He podido manifestar y concretar la Fraternidad - Misiones Humanitarias, un impulso tan concreto de la Jerarquía para el fin de estos tiempos, una llave fundamental para cada una de sus vidas, para que su vida material también esté preparada, a través de ese espacio que la Fraternidad - Misiones Humanitarias pudo ofrecerles a todos y al mundo.

No solo estoy hablando de ética, de reglas o de principios fundamentales para sobrevivir en el Armagedón; estoy hablando de que puedan estar profundamente unidos a la Jerarquía, a través del Plan de Rescate que se perfila en el fin de estos tiempos, a través del ejercicio de la Fraternidad - Misiones Humanitarias.

La Jerarquía se ha arriesgado por ustedes, y a Mi pedido, al unirse con otras instituciones y organizaciones del mundo. Y aunque esta Obra y este servicio sean pequeños e insignificantes; en este momento, compañeros, es el lugar que Yo tengo para poder sembrar Mis semillas de Luz en aquellos espacios del mundo en donde ya no existe la luz, el amor ni la paz.

Les daré un ejemplo: imaginen que un día despiertan y todo su alrededor está en un profundo caos y destrucción, ¿qué es lo que ustedes harían? ¿Cuál sería su primera actitud espiritual?

Así, viven millones de personas en el mundo; y esta Obra, que fue formada a través de la Comunidad Figueira, Me ha ofrecido este espacio único en el fin de estos tiempos, para que Yo tuviera la oportunidad de hablarle al mundo.

Nadie está preparado en esta humanidad para lo que llegará. Por eso, les vuelvo a implorar que profundicen en la luz de la oración; y les pido, por caridad, que no solo busquen su propia salvación, que también busquen la salvación de aquel que tienen al lado, todos los días. Así, comenzarán a aprender y a comprender lo que les digo.

Hoy, les adelanto este Mensaje antes del tiempo previsto, porque impredecibles están este mundo y esta humanidad. Mientras muchos más sigan creyendo que nada sucederá, les sugiero que cambien de idea rápidamente, que sean humildes y reconozcan el Armagedón para que nada los tome de sorpresa, así como Mis apóstoles fueron tomados de sorpresa cuando fui apresado en el Huerto Getsemaní. Espero no tener que ver lo mismo en este tiempo.

Pero para Mí es importante, en esta hora, que ustedes puedan crecer conscientemente y madurar, no solo por todo lo que le espera a este país, sino también por todo lo que le espera al resto del mundo.

Aquí, Yo no vengo a dar un Mensaje apocalíptico. No quiero que se confundan, quiero que sean conscientes de la realidad en la cual viven y que, a partir de ahora, todo lo que suceda aquí o en cualquier otro lugar del mundo debería ser tan importante para ustedes como lo es para la Jerarquía, porque eso los formará como verdaderos servidores de Mi Plan.

Necesito sacarlos de ustedes mismos, de una vez y para siempre. Si salen de ustedes mismos, también los demás saldrán de sí mismos y dejarán de lado sus preferencias e intenciones para vivir Mi Voluntad, que aún espera cumplirse en sus vidas.

Así, Yo vengo una vez más a rezar por ustedes y por el mundo. Vengo a decirles que pueden contar Conmigo en cada momento, y que las entrañas más profundas de Mi Corazón están abiertas para que puedan entrar y ser parte de Mi Cuerpo Místico. Y el primer camino para conseguirlo es la adoración, reconociendo la Presencia de su Maestro y Señor a través de Su Cuerpo Eucarístico.

Cada vez será más urgente para el mundo que las almas se postulen para el ejercicio de la Adoración Eucarística, para que los diferentes puntos en la Tierra estén sostenidos por un equilibrio espiritual, sobre todo, el eje de la Tierra que tanto lo necesita.  

Como un testimonio de Mi Amor por los que se esfuerzan, He aceptado la consagración de nuevos adoradores; a los que invito silenciosamente a que se aproximen al altar para que sean consagrados, en este momento, por Mí.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Preparemos, por medio de los sacerdotes, el incienso y el agua para que sean bendecidos por Cristo.

 

Les quiero dar las gracias a cada uno de ustedes porque, con esfuerzo, han colocado un granito de Luz en este mundo, dentro de este árido desierto de sufrimiento y de guerra en la humanidad.

Por eso, hoy los consagro para que Conmigo se comprometan, a través de las futuras adoraciones al Santísimo, a sostener el equilibrio del planeta, de los elementos y de los Reinos de la Naturaleza; para que, en el norte, en el sur, en el este y en el oeste de este mundo, el tiempo de la purificación sea sostenido por ustedes en cada momento de adoración, como en cada momento de oración.

Sus almas caminan juntas hace mucho tiempo, aunque lo desconozcan. Así, caminaron Conmigo por muchas regiones de Tierra Santa; porque ustedes Me buscaron y Me encontraron, Me suplicaron y tocaron Mi Manto, y Yo los sané y los curé.

Hoy, les vuelvo a recordar esto como un tesoro para sus almas y sus vidas; para que confíen que estoy a su lado, aunque muchas veces se hayan sentido solos, golpeados por la tristeza o la desesperación.

Yo les vengo a dar la fuerza y el poder que les da la Eucaristía. Si ustedes están siempre ante Mí, Mi Corazón siempre estará en ustedes, siempre los aliviaré y a través de ustedes podré aliviar sus familias y amigos.

No se olviden de lo siguiente: si el esfuerzo mínimo nunca es hecho, este mundo no podría convertirse.

Cada cosa que puedan sacrificar por Mí será una muestra fiel de que están en Mi camino de apostolado. Es así, que a través de esta consagración y de este tiempo que Yo les dedico a ustedes, porque sé que lo necesitan, les afirmo Mi Amor y Mi Victoria, porque le han abierto la puerta al Señor, para que Yo viva en ustedes, más allá de las imperfecciones. Por eso, estén en paz y confíen.

Todo en la vida tiene un porqué. Todo tiene su hora y su momento. Y Yo estoy aquí para alentarlos y alentar a sus hermanos; porque verán, al igual que Yo, que habrá más horrores en el mundo.

Ofrézcanse plenamente a Mí a través de la adoración del Santísimo del Altar, para que todo sea aliviado en ustedes y en el mundo. Tengo sed.
 

Padre Celestial,
Tú que ves la respuesta de Tus Hijos,
Tú que ves, de cerca,
concretarse la Obra de Mi Amor
a través de las almas,
recibe en Tu Reino esta ofrenda
de los que reconocen plenamente
la Presencia de Tu Hijo en la Eucaristía,
y por este mérito que ellos han generado,
bendícelos y bendice a sus familias,
para que algún día, así como Yo lo espero,
ellos sean un verdadero templo de adoración,
 testimonio de la redención con Cristo.

 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Que la Paz y la fuerza de Nuestro Señor Jesucristo esté en ustedes.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 111.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Dios los bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No esperaba llegar aquí en este momento, pero es necesario.

Mi Corazón está donde es invocado. Mi Nombre está donde es llamado, para recordarles una vez más que Yo estoy con ustedes y, al estar con ustedes, estoy con esta nación de Brasil, orando y trabajando silenciosamente, así como lo hice en la Pasión. Por eso, que nadie crea que no estoy haciendo nada.

Las señales del Cielo son internas, son impulsos inextinguibles que llegan a las almas que están abiertas de corazón para poder acompañar todo lo que realiza la Jerarquía.

Pero Mi atención no está solamente en este país, sino en todo lo que hoy sucede en el mundo. Hay situaciones peores que suceden en este planeta y que muchos desconocen, porque son situaciones que se ocultan a los ojos de la humanidad para que la humanidad no pueda hacer nada.

Pero Mi Padre Celestial lo ve todo, a través del Corazón de Su Hijo. Así, Él envía a Su Hijo al mundo a preparar los corazones para Su esperado Retorno.

Por eso, Yo les digo que, en verdad, todo lo que viven en este tiempo no es por acaso y que, si muchos de ustedes están encarnados en este tiempo, es por una razón espiritual aún desconocida para muchos.

Por eso, Yo les digo que no se estanquen en las cosas superficiales. No se queden en lo que es superficial, en todo lo que es insensible, carente de amor y de verdad.

Coloquen su consciencia en el lugar correcto y, así, ayudarán a las Jerarquías; porque esta es la última barca que está pasando por el mundo, la barca de la salvación a través de Mi Palabra y de Mi Mensaje, a través del signo visible que Yo les dejo a los corazones abiertos que, más allá de sí mismos y de toda circunstancia, consiguen percibir la verdadera tarea de su Señor.

Yo les dejé un Legado importante para estos tiempos finales, el Legado de la Santa Eucaristía; al que deben estar muy atentos cuando lo viven y lo practican, porque veo que la Celebración Eucarística en el mundo se está tornando pasajera.

Y este es el gran momento para que cada uno de ustedes profundice y viva los méritos de Mi Sagrada Pasión; es decir, que viva cada momento de Comunión como algo único y verdadero, que su sed por Mí no sea sentimental, sino profundamente espiritual.

Porque delante de todos los errores, que hoy vive la humanidad, ustedes se han preguntado: ¿cómo se enmendarán esos errores?, ¿su Maestro tendrá que volver a cargar la Cruz?

Por eso, necesito de los Nuevos Cristos, de aquellos que están lejos de la mediocridad y de la negligencia, de aquellos que no enfrían su corazón y dudan ante cualquier embate; sino que, por medio de la fortaleza que Yo les He dado a través de Mi Corazón, saben superar sus propios límites y todas las barreras que son impuestas por el sistema de este mundo, sin desafiar ni batallar.

Por eso, Yo les pido que se replanteen su ejercicio espiritual de Comunión Conmigo, porque solo a través de las almas que Me viven y Me sienten, Yo podré derramar Mis Gracias sobre el mundo, por aquellos que les dan valor a la Eucaristía y a los Sacramentos.

Por eso, cada uno de los Sacramentos que Yo les He dejado es sagrado y no pasajero. Porque a través de los Sacramentos que Yo le He dejado al mundo está el único y verdadero camino de la redención; así como está el camino abierto hacia la paz, a través de todos los que Me adoran en el Santísimo del Altar.

Les pido a todos Mis hijos de Brasil que no busquen la solución para este país fuera de ustedes. Busquen esa respuesta que está dentro de ustedes, en su mundo interior, y replantéense todo lo que les estoy diciendo en este momento. Así, muchos podrán percibir cómo, de una forma ignorante y por falta de conocimiento, muchas veces las almas desaprovechan la Gracia de Dios.

El mundo está ardiendo en sufrimiento. Las guerras desafían la migración de los pueblos y de muchas naciones. La sangre sigue siendo derramada sin ningún precio, y el grito de la Tierra se escucha cada vez más fuerte a través de los fenómenos del clima, de la expresión de toda la naturaleza.

¿Quién estará firme para sostener Conmigo este momento?

¿Quién no oscilará ante las tentaciones y desafíos del mundo?

Sé que las almas son frágiles, pero los espíritus pueden ser fuertes e invencibles y estar prontos para vivir lo que haya que vivir, sin nada a cambio, sin reconocimientos, sin ninguna vanagloria.

Cuando las almas perciban, a través de este Mensaje, y los corazones sientan el valor de los Sacramentos que Yo les dejé, aún habrá un poco de tiempo, el poco tiempo que le resta al mundo para que, a través de las almas que viven Mi Palabra y Mis Sacramentos, Yo pueda justificar ante la Ley los impagables errores del mundo.

Por eso, si las almas son conscientes y generan méritos, no se salvarán solo ellas, sino también muchas almas más, especialmente aquellas que, en vida, están ardiendo en el fuego del infierno por sus vínculos con el mal.

Pero no se olviden de que Yo vengo aquí como el Redentor del mundo y, extendiendo una vez más Mis Brazos sobre el Brasil, vengo a bendecir lo más sagrado que existe en este lugar, que son las almas que viven a Dios con alegría y que, fielmente y con esfuerzo, siguen Mis Pasos, más allá de sus imperfecciones, más allá de todo lo que es desconocido para ellas.

Necesito establecer aquí Mi Gobierno Espiritual para los próximos tiempos. Sudamérica deberá ser ese sostén para el resto del mundo en los tiempos de mayor tribulación. Pero eso no significa, Mis amigos, que no vivan aflicciones, porque mientras estén en este mundo las vivirán.

Quien está Conmigo verdaderamente, aprende a superar en sí mismo la ley del sufrimiento, aprende a trascenderse todos los días un poco más, aun dando pasos muy pequeños o lentos.

Lo más importante, compañeros, es el esfuerzo y el ímpetu, pilares fundamentales de la determinación de ser el ejemplo que Mi Padre tanto espera que sean en estos tiempos en los que reinan la oscuridad, la soberbia y la maldad, hijas de la indiferencia y de la ingratitud.

Pero ustedes tienen la Gracia de poder cambiar estos acontecimientos con su honesto camino de santidad, día a día, esfuerzo tras esfuerzo; para que algún día, sin que lo perciban, sean ese Espejo de Dios en la superficie de la Tierra, el fiel ejemplo de una redención alcanzada y vivida. Por eso, aún hay mucho que trabajar y construir.

Su Maestro y Señor se prepara para una importante tarea en Medio Oriente, que será la más importante de todas las tareas en los últimos tiempos; y en la que espero que, en espíritu y de corazón, Me puedan acompañar para que, una vez más no solo ustedes, sino también sus hermanos y hermanas del mundo, reciban los códigos crísticos y los méritos alcanzados por su Señor durante toda Su experiencia en este planeta.

Esta Maratón de la Divina Misericordia será importante por los que sinceramente se autoconvocarán y espiritualmente recibirán el impulso que necesitan para terminar de formarse como Mis apóstoles.

Necesito ver ya esto como algo real. Necesito verlos como Mis apóstoles en la superficie de la Tierra, así como tengo muchos otros apóstoles en el mundo que Me viven y Me sirven, y que sus vidas solo están para poder reparar el Corazón del Señor.

¿Quién más se postulará para vivir este momento, para estar donde Yo lo necesite, como lo necesite y cuando lo necesite?

Yo les tengo que decir todo esto para que puedan crecer rápidamente; porque sé que Me pueden responder, así como Me han respondido en estos últimos años.

Quiero agradecerles la valentía de escuchar Mis Palabras y por eso, vuelvo a bendecirlos y a darles Mi Paz; para que siempre en ustedes todo se renueve y, así, participen de la Sagrada Voluntad del Creador, de lo que Él preciosamente tiene guardado en Su Corazón para cada uno de Sus Hijos.

¡Sean valientes y no se desanimen!

Vivan su purificación como una liberación, como el fin del cautiverio espiritual de este mundo.

Mis Gracias, sobre aquellos que las quieran recibir.

Que la paz esté con ustedes, así como Mi Paz resuena en este universo a través de los que Me dicen sí.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Recemos:

Sagrado Fuego del Corazón de Jesús,
transforma mi vida y libérame de todo mal.

Amén.

(tres veces)
 

He aquí el Fuego de Mi Sagrado Corazón, expuesto al mundo entero y, especialmente, a las almas sedientas.

Este es el Corazón que se entregó por ustedes, este es el Corazón que se donó por ustedes y es el Corazón que aún está abierto a todos los que quieran entrar en Él.

¿Saben por qué Mi Sagrado Corazón hoy está abierto?

Por haber llegado a Mi encuentro. Por haber respondido a Mi convocatoria.

Por eso, Yo les entrego el Fuego de Mi Corazón Eterno, para que sus vidas se puedan transfigurar, así como el Señor se transfiguró en lo alto del Monte Tabor y reveló Su verdadera Faz a algunos de Sus apóstoles.

El Fuego de Mi Corazón, en aquel tiempo no podía ser conocido por todos, pero sí podía ser percibido por muchos, los que estaban unidos al Señor, en Comunión Sacramental, en oración y en Adoración.

Este es el Fuego que traeré al mundo cuando retorne, el Fuego Glorificado de Mi Corazón que, con tan solo la Presencia del Señor, transfigurará los planos y las consciencias que estén presentes.

Y no solo verán venir al Hijo del Padre en compañía del Sagrado Espíritu, sino también podrán ver con sus propios ojos el Fuego de Mi Corazón que, como un Sagrado Sol del Universo, retirará a las consciencias de la oscuridad, del sufrimiento, de las angustias y del dolor.

Por eso, veneren el Fuego de Mi Corazón, Aquel que ilumina más que cientos de soles, Aquel que les trae a sus esencias, en la sabiduría, la alegría de estar Conmigo todo el tiempo, el júbilo de servirme y de sacrificarse por Mí, no solo por este planeta, sino también por toda la humanidad.

Este es el Fuego de Mi Corazón que hoy les presento.

El mismo Fuego que veneró Mi Santa Madre, el mismo Fuego de Mi Corazón que conocieron las santas mujeres en Mi Resurrección.

El Fuego de Mi Corazón que los pastores de Emaús conocieron cuando estuvieron a Mi lado, compartiendo Conmigo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

El Fuego del Amor de Mi Corazón es el que permitió la salvación de la humanidad y del planeta.

Fue el Fuego de Mi Amor que Me permitió llegar hasta lo alto del Monte Calvario y aunque físicamente ya no tenía ni una gota de sangre en Mi Cuerpo, por haberla perdido en el camino del Calvario, quiero decirles que fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que Me permitió llegar hasta el final para cumplir la misión que el Padre Me había propuesto.

Si ustedes hoy pueden sentir y conocer el Fuego del Amor de Mi Corazón, ¿creen que este Fuego puede vivir en ustedes y con ustedes?, no solo para iluminar sus caminos y vidas, sino para que participen de la grandeza del Reino de los Cielos, aunque estén viviendo en la superficie de este planeta, aunque estén participando del Armagedón.

Yo quiero recordarles, a través del Fuego de Mi Corazón, no solo la experiencia del Amor que Yo viví por ustedes, sino que el Fuego del Amor de Mi Corazón es lo que permite que Yo llegue al mundo, una y otra vez, para encontrar a Mis apóstoles, a Mis ovejas, para tenerlos cerca y para que ustedes Me tengan cerca de sus corazones y esencias.

Hoy, en la solemnidad de este Fuego que se revela a todos, sientan en sus corazones una parte del Fuego de Mi Amor que los reconsagra y los vivifica, que los transmuta y los trasciende, que los eleva y los reconcilia con Dios para que el mundo se pueda reconciliar con el Padre Eterno.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben trabajar y obrar.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben vivir esta experiencia de la Tierra como una oportunidad de crecer en el amor, en la felicidad de servir a Dios y, sobre todo, de ser parte de Mi Obra de Redención, de la manifestación de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Quiero decirles que es el Fuego del Amor de Mi Corazón que hoy llevaré a Sudamérica y, a través de Sudamérica, al mundo entero.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que iluminará a la Argentina.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que intentará conceder intuición y sabiduría a las almas del Brasil, en el momento de escoger a quién los gobernará.

El Fuego de Mi Corazón fue el que también se reveló en el Sagrado Cenáculo, en los días siguientes a Mi Resurrección.

Fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que les trajo a los apóstoles y a Mi Santa Madre el Espíritu Santo, porque la Segunda Persona de la Santísima Trinidad estaba presente, es decir el Sagrado e Insondable Hijo. 

Es este mismo misterio que hoy les traigo a todos, porque en el fin de los tiempos lo necesitarán; para que no se olviden de que, siendo parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, son parte de la Unidad Trina, de esa unidad que debe reflejarse entre hermanos y entre servidores de un mismo camino espiritual.

Por eso, este es el momento de su reconsagración a la Llama de Fuego de Mi Corazón, que arde incansablemente por las almas que adoran y reconocen a Mi Sagrado Corazón y que arde por aquellas almas que no Me conocen ni Me saben, las almas que Yo necesito que ustedes Me aproximen en estos tiempos, para que Yo también las pueda consagrar y curar como a ustedes los he curado y consagrado.

Esa debería ser su principal tarea espiritual: aproximarme a las almas, para que sientan y vean la Llama del Fuego de Mi Corazón, la Llama que encandilará al mundo entero durante los tres días de oscuridad, y las almas podrán ser partícipes de la Luz de Mi Corazón Eterno, a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que se presente o se manifieste.

Porque la Llama de Fuego de Mi Corazón no les hará tener dudas, desconfianza o incertidumbre, sino que sus vidas y consciencias se podrán afirmar en Mi Corazón; porque recuerden que Mi Corazón es el Corazón del Padre Eterno, que encarnó y estuvo entre ustedes y con ustedes para traerles la Buena Nueva.

A través de la Llama del Amor de Mi Corazón, Yo los preparo para los próximos tiempos, para que vivan su verdadero apostolado y para que ayuden a su Maestro y Señor a despertar a nuevos apóstoles, que ya están prontos esperando el gran momento, el momento del despertar.

Sean conciliadores y mediadores, sean precursores de la Llama del Amor de Mi Corazón. 

Hagan conocer al mundo que Mi Corazón no solo está abierto a todos, sino también es un Corazón que puede recibir a todos, sin excepción y sin condición. 

Porque cuando tan solo adoren a la Llama del Amor de Mi Corazón, les aseguro que conocerán el universo de Mi Amor y sentirán el impulso interior de hacer cualquier cosa por el cumplimiento del Plan.

Que esta Llama ilumine a los presentes y a los no presentes. 

Que esta Llama le conceda al mundo la paz, la sabiduría y el discernimiento, el entendimiento para saber gobernar, así como gobierna Dios; para que los pueblos y las naciones ya no sean prisioneras de los sistemas del mundo, sino que las almas alcancen la libertad de este eterno cautiverio planetario; para que los corazones reencuentren el Amor de Dios y la eterna esperanza del Sagrado Corazón de Jesús.

Quien venera a la Llama del Amor de Mi Corazón se compromete, y esto no es pasajero ni transferible.

Contemplar a la Llama del Amor de Mi Corazón significa ser consecuente, estar en prontitud y en alerta para ayudar a la Jerarquía Espiritual en todo lo que Ella intenta construir y manifestar. 

Yo no les entrego algo diferente a lo que les entregué a los apóstoles. En este momento, Yo les estoy legando el mismo conocimiento y sabiduría que Mis apóstoles y seguidores recibieron en el Cenáculo. Porque de esta forma, no solo los preparo para los tiempos que llegarán, en los que deberán alcanzar un estado de consciencia neutra, pero no indiferente; un estado de consciencia pacífica, pero no omisa; un estado de consciencia de amor y de compasión, pero no olvidada de la verdadera necesidad planetaria, de las naciones y de los pueblos que sufren en este momento la guerra, los conflictos, el hambre, la persecución religiosa, el tráfico y la migración.

Yo vengo a trabajar al mundo por esas almas, para que la humanidad entera, esa es Mi Mi aspiración, sea una humanidad misionera y fraterna, que no pueda tener el corazón tranquilo hasta que la última alma esté abrigada en Mis Brazos, hasta que la última alma reciba lo que necesita, hasta que la última alma sea retirada del sufrimiento y del dolor. 

Porque existen misioneros disponibles para ser Mis Brazos y Mis Manos en el mundo; para disolver el sistema cruel de esta humanidad a través del servicio anónimo, de la oración interior y del cumplimiento del Propósito de Cristo en el planeta. De esta forma, también Yo los preparo para la próxima misión en Medio Oriente. 

Por esa razón hoy, detrás de Mí, están viendo a Israel, Mi Tierra Santa, la tierra escogida por el propio Padre Eterno para desarrollar el Sagrado Proyecto Genético, a través de Sus Dádivas y Gracias al pueblo de Israel y a sus tribus.

Hoy, la humanidad es el gran pueblo de Israel, expresado en los cuatro puntos del planeta.

Hoy, la humanidad perdida y desorientada, influenciada y perseguida por los dioses modernos del mundo, deberá volverse hacia el pueblo de Israel, hacia el Proyecto Original del Padre, aquel Proyecto que Él les confió a los patriarcas y a los profetas: el Gran Proyecto de la concreción de Su Sagrada Voluntad en el fin de estos tiempos. Porque dentro de cada corazón, dentro de cada uno de ustedes, está una parte de ese Proyecto del pueblo de Israel.

Por eso, vuelvan hacia sus orígenes. Como humanidad, recuperen sus raíces y recuerden que una vez fueron parte de un pueblo sagrado, de un pueblo que debe recuperar su dignidad espiritual y moral, de un pueblo que aún debe concretar la Voluntad del Padre, así como está escrita en Su Corazón Interno. 

La misión al Medio Oriente, que ya deberían estar viviendo internamente, no solo será una misión para ayudar a los pueblos sufridos de esa región del planeta, no solo será una misión para desatar los nudos que atan a muchas consciencias a la perdición; será una misión para poder develar nuevamente los tesoros sagrados de la Jerarquía Espiritual; para que, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón, esos tesoros se manifiesten y se revelen al mundo entero, a través de las Sagradas Reliquias que el pueblo de Israel una vez recibió, por medio del Arca de la Santa Alianza y de las Sagradas Reliquias del Cenáculo, por medio del Santo Grial.

Todos esos tesoros deberán emerger a través del Corazón de la Jerarquía, no solo para Medio Oriente, sino también para el mundo; no solo a través de los Retiros Internos, sino también a través de los corazones que tienen sed de encontrar su origen y de sentirse parte del Proyecto de Dios.

Cada etapa de la tarea de la Jerarquía es para completar un nuevo paso, es para realizar un nuevo esfuerzo que va más allá de lo material o aun de lo espiritual, tarea a la que todos son convocados a formar parte, a sentirse parte de la aspiración de la Jerarquía Espiritual; sabiendo que, si los tesoros de la Jerarquía no se manifiestan y emergen, ¿cómo la humanidad enfrentará los tres días de oscuridad?

La solución para el mundo no se encuentra en lo material, sino en lo interno, en el Sagrado Conocimiento que les puede proporcionar la Jerarquía, a través del inagotable manantial de la Instrucción que ennoblece sus espíritus y que fortalece su fe, que los lleva tarde o temprano a vivir como Nosotros vivimos el Plan de Dios, sintiendo en lo profundo del corazón el Amor Divino que todo lo concibe y que todo lo puede. Ese mismo Amor que permitió que Dios se sacrificara por el mundo entero y fuera el último Cordero llevado al matadero, para que el Árbol de la Vida se pudiera volver a erguir y las raíces de los orígenes y de la sagrada historia del planeta pudiera ser reintegrada a la consciencia del mundo. 

Eso es algo que realizaremos en Medio Oriente, algo semejante y profundo. Acompañen a la Jerarquía en esa meta, en la concreción de esa aspiración. 

Por eso, hoy les entrego el Fuego del Amor de Mi Corazón para darles entendimiento y sabiduría, para que todos se sientan Uno en Nosotros y, a través de Nosotros, se sientan Uno con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.

Mientras estoy aquí, contemplo las necesidades del planeta, las súplicas de las almas, los ruegos de los corazones, las intenciones de los corazones puros y humildes de todos los que verdaderamente claman por ayuda.

El deseo ardiente de Mi Corazón es que, a través del Fuego de Mi Amor, alcancen la misma visión y percepción que la Jerarquía. El único puente y el único camino para poder conseguirlo es el servicio a los demás, es la escuela de los grados del amor, que los hará llegar más allá de sus limitaciones y condiciones. Y, cuando alcancen los grados del amor, tendrán una visión universal, así como la tiene la Jerarquía y no una visión limitada o condicionada por la mente.

Es solo a través del corazón que los alcanzarán, cuando su devoción por Mi Amor sea cada vez más profunda y verdadera, sea capaz de colocarlos donde Dios los necesita colocar, aunque ustedes crean que no es posible.

Ahora, Me recogeré para poder prepararme, al igual que ustedes, para ayudar al hemisferio sur y a las Américas, que son parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, así como lo es parte todo su pueblo.

Mi Amor se expande sobre la Argentina y les aseguro que, a partir de ahora, cuento los días y las horas para volver a reencontrarme con Mis hijos de Argentina, con todos los guerreros de la Misericordia y de la Paz.

Porque a través de los argentinos, de los corazones que verdaderamente Me aman y Me sirven, Yo podré volver a reencontrarme con todas las Jerarquías de los Sagrados Recintos que guarda la Argentina de norte a sur. 

Les aseguro, a Mis hijos de Argentina, que eso no será en vano y que cumpliré Mi Palabra con ellos, en el fin de estos tiempos, para que cada uno de ellos vuelva a recordar que no solo la Jerarquía ama a la Argentina por ser parte de la cuna de la Nueva Humanidad, sino que la Jerarquía siempre les proporcionará Sus instrucciones y tesoros, para que sus almas siempre se puedan ennoblecer en el Amor del Redentor.

Que Argentina no baje los brazos, que Argentina eleve los brazos hacia Mí, así como Yo extiendo Mis Brazos hacia Argentina, para que Me pueda tomar fuerte y Yo retire a su pueblo de ese eterno naufragio, de la mentira, de la impunidad y de la corrupción.

Que se vuelvan a erguir los corazones de Argentina y de toda América. Recuerden que ustedes son parte de una Gran Red del Tiempo que brilla silenciosamente de norte a sur del planeta hasta que pueda despertar y revelarse. Ese es el gran momento que se aproxima para toda la humanidad.  

Que, a través de Mis sacerdotes, celebremos ahora la Comunión Espiritual, por todo lo que deberá hacer la Jerarquía en Argentina y, a través de la Argentina, en toda América, por todas las culturas y por todos los pueblos, por los más pobres entre los pobres. 

Celebremos, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón.

Y luego de esta Comunión Espiritual, bendeciremos a una esposa Mía, de alma y de corazón, que se ofrece para servir en Mis Altares, a la que esperaré en Israel.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Te damos gracias, Señor, por cuanto nos das. 

En este encuentro, te honramos, Señor.

 

A través del Fuego del Amor de Mi Corazón, Yo los bendigo y, a través de ustedes, bendigo al mundo entero: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.   

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN PRZEMYŚL, POLONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 103.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Muchos de los Míos temen sentir el peso de la cruz planetaria que, en algunos momentos, Yo hago recostar sobre ustedes, para que puedan sentir lo mismo que Yo sentí durante Mi Dolorosa Pasión.

Hoy, vengo aquí como el Príncipe de la Paz y como el Gobernante Universal para que, aprendiendo a través de la cruz, sus consciencias puedan aprender a gobernar y a llevar adelante el Plan del Redentor, que es un Plan aún no develado al mundo.

Por esa razón, Yo estoy aquí en este día, a las puertas de la nación de Ucrania, no solo para colocar en Mi Corazón a los que han sido víctimas de la guerra, de la persecución religiosa o aun de la muerte; sino también estoy aquí para que esta región del planeta, que fue antiguamente fundada por muchos pueblos sagrados, pueda volver a recuperar la unidad que perdió a través de los tiempos, de los conflictos y de las guerras; una unidad que viene del Universo para poder colmar a los corazones de la Verdad, y para que esa Verdad les muestre el camino hacia el Portal de Mi Paz.

No solo vengo aquí por una Ucrania herida, ultrajada y sepultada por la guerra; también vengo aquí como Liberador del Mundo para retirar, de esta región, a las fuerzas negativas que aprisionan a las consciencias, los corazones y las almas, y que no les permiten ver la luz de la esperanza.

Pero no vengo a desafiar a nadie, ni siquiera a aquellos que dirigen algunas naciones del hemisferio norte, que se han comprometido con el mal y que han expandido ese mal por varias regiones de Europa, así como en otros lugares del mundo, en la olvidada África.

El desafío no es la tarea de su Maestro y Señor. La tarea de su Maestro y Señor es el Propósito Divino a través de la Sagrada Llama del Amor y de la Unidad que, en estos tiempos críticos y difíciles, Yo los invito a contemplar en su mundo interior, porque esa Llama del Propósito de Dios no puede ser apagada por nada, aunque a su alrededor reine la oscuridad.

Pero Yo vengo a disipar las tinieblas en Ucrania, para que este pueblo que ha sido invadido, lastimado y transgredido tenga la oportunidad de recibir el ciclo del renacimiento interior, porque renaciendo internamente en Cristo, renacerán en el Padre y también en el Espíritu Santo, Energías Superiores que les darán las fuerzas que necesitan, como pueblo y como cultura, para resistir y seguir adelante.

No estoy solo aquí, como su Gobernante Espiritual, estoy también aquí acompañado, en este momento, por las Huestes Angélicas Regentes y en especial por los Ángeles de las Naciones de Europa y del hemisferio norte, que se han unido a su Maestro y Señor para esta tarea.

Cuán importante ha sido, en esta jornada interior y espiritual, cada una de sus oraciones misericordiosas depositadas a los Pies del Redentor, para que Yo pueda derramar Mis Gracias y Misericordias, liberaciones y curas, no solo en las almas de Ucrania, sino también en las almas del mundo entero que aún esperan por su liberación y redención.

Con esto, Yo les hago comprender, compañeros, que Mi tarea no se restringe solo a Ucrania o a la situación de Europa del Este. Cuando el Gobernante Espiritual, Cristo Jesús, ingresa al planeta, Él atiende a todas las emergencias del mundo, especialmente aquellas situaciones dolorosas y difíciles que la humanidad sepulta para que nadie las pueda ver.

De esta forma, a través de la universalidad de Mi Corazón, Yo los invito a contemplar todas las necesidades y a trabajar por ellas, aunque su colaboración y sintonía sea indirecta; porque, cuando están en esa actitud y en esa apertura consciente y madura, no se imaginan cuántas puertas inciertas se pueden cerrar.

De esta manera, Yo los vengo a formar en el canal y en el Linaje de la Transmutación, para que esto deje de ser una teoría y pase a ser una realidad. Por ese motivo, en el principio de este Mensaje, les hablé del peso de la cruz planetaria, del que muchos intentan escapar. Pero, si Yo les hago este pedido de que sientan Conmigo esa cruz, les aseguro que no sentirán la Cruz que Yo llevé en el Monte Calvario, porque no la soportarían ni un segundo.

La unidad interna es la gran llave de estos tiempos; una unidad interna, fraterna y espiritual que supere las diferencias, los conflictos, los pareceres, los gustos y también los deseos.

Mi Gobierno Espiritual los lleva a la elevación de la consciencia. Y cuando sus consciencias se aproximan a Mi Gobierno Espiritual, no solo se aproximan de Mi Gran Tarea Universal, sino también, compañeros, ustedes pueden comprender la magnitud de Mi Presencia en el mundo cada vez que Me presento ante ustedes para darles un Mensaje.

Los tiempos que llegarán serán tiempos más exigentes; pero si creen en la fuerza de la fe y del amor, la ayuda del Universo llegará, sus consciencias se renovarán y el servicio se ampliará a través de su donación honesta. 

Por eso, no pueden descartar nada, nada de lo que el Universo les presenta. Ningún tipo de servicio puede ser ignorado por ustedes, porque Yo necesito cumplir Mi Plan hasta en los pequeños detalles. Estén atentos y vigilantes, porque podré enviarles muchas señales y tienen que estar despiertos y conscientes para poder percibirlas.

No les pido que se coloquen en una posición que no les pertenece o en un nivel que no han alcanzado; les pido que se coloquen en una actitud de donación interior, porque la donación es un fuego que nunca se extingue.

La donación es piedad, es amor, es Misericordia, pero también es paz. 

La donación les permite acoger a todos, bajo cualquier situación o condición. 

La donación siempre los llevará a vivir el pionerismo, para que sus corazones no se enfríen ni se acomoden a lo que es aparentemente normal.

Estamos en tiempos de caos y, por eso hoy, ustedes, en nombre de toda esta Obra y de todas las almas, están aquí, sirviendo Conmigo en esta importante tarea de liberación, por Ucrania y Rusia.

Sigamos rezando con fervor y con fe, afirmando en este plano material cada una de las oraciones y decretos; porque las fuerzas están perdiendo el control de su poder por la sagrada intervención del Arcángel Miguel y de Mi Madre Celestial. 

Sigan siendo valientes y los Ángeles de la Guarda los acompañarán. Arriésguense a asumir la responsabilidad que aún no consiguieron, porque el Amor Crístico de Mi Corazón los ayudará a asumir esa responsabilidad y tarea.

Es que necesito que entiendan y comprendan que en el lugar y en el momento en los que cada uno de ustedes se encuentra es donde Yo los necesito tener y, según las necesidades o demandas del Plan, eso puede cambiar.

Vivir el Plan Cósmico, cumplir el Plan Divino, no es pasajero, es un esfuerzo permanente y determinante. Así, nunca estarán sin asistencia, porque el Señor cuida de todos Sus apóstoles, el Señor cuida de todas Sus ovejas y protege a todos Sus rebaños.

Ucrania aún deberá reconstruirse, no solo del punto de vista material, sino también espiritual. Y para que lo material se pueda reconstruir, primero es necesario reconstruir lo que es espiritual, la gran desconexión que este país ha vivido a través de la guerra, colocando en juego a todos sus pobladores, así como a todos sus mundos internos.

Por eso, la intervención divina, como en este momento, a través de un estado de Gracia y de expiación, de unidad de corazones orantes, podrá conceder esa reconstrucción espiritual que solo los Ángeles Ultraterrestres podrán realizar, porque ellos son los únicos que pueden hacerlo. 

¿Ahora, comprenden la importancia de la oración misericordiosa en estos días?

Esto también repercutirá benéficamente en todos los cristianos de Ucrania que han sido empujados a asumir una actitud fría.

Pero su Maestro y Señor nunca se detiene, y Mi Presencia en los planos internos despertó a muchos Cristos Internos de Polonia y de Europa para que fueran verdaderos acogedores de los refugiados y de los que sufren. 

Por eso, estoy muy agradecido, eternamente, porque muchas almas se pudieron salvar de una destrucción espiritual y esencial que, en estos tiempos de desequilibrio planetario, no tendría solución. Por esa razón, agradezco a aquellos que abrieron las puertas de sus casas y especialmente abrieron las puertas de sus corazones.

Porque de continuar esto así, en Europa del Este o en otros lugares del mundo, toda la humanidad se podría volver refugiada. Piensen en esto y actúen con prontitud y de forma inmediata, cerrando las puertas inciertas que se abren en el plano espiritual, asumiendo por toda la raza los Sacramentos, la vivencia interna con Cristo, su Señor, para que el gran portal de la Misericordia Divina, abierto en Polonia, sustente estos tiempos de destrucción y de persecución planetaria y, por lo menos, las almas sean atraídas hacia ese canal de la Misericordia para que estén protegidas y amparadas.

Seguiré trabajando por el mundo en estos días, porque este es el preámbulo de lo que los Mensajeros Divinos realizarán en Medio Oriente en los próximos meses que llegarán. 

Como ese momento está tan cerca, esa misión en Medio Oriente está tan próxima, Yo los invito a todos a colocar su mano en el corazón y a colaborar en la materialización de esa tarea y con el apoyo inconmensurable de sus oraciones por todos sus hermanos, servidores consagrados y colaboradores, que impulsarán esa misión en Medio Oriente, llevando alivio al sufrimiento, en donde verdaderamente es muy necesario.

En el país de Túnez, la Jerarquía Divina y Espiritual cicatrizará una herida que no está cicatrizada. Diría que es un estigma en la consciencia de la nación de Turquía; porque allí surgió ese estigma que se ha irradiado al resto de Medio Oriente, a Túnez, Eritrea, Egipto y gran parte de África.

¿Saben cuál es ese estigma que Turquía y las demás naciones de Medio Oriente han vivido y que comenzó en Turquía?

Es el estigma de la indiferencia, de las puertas cerradas a los refugiados y a los necesitados. Y Túnez, como nación de África, siente en su carne este estigma de la indiferencia que solo una misión humanitaria de Misericordia y de Paz podría curar, así como las oraciones de todos podrían curar al estigmatizado Medio Oriente.

En Egipto, su Maestro y Señor junto a su Señora, la Madre de todos, y a las Jerarquías Espirituales, recuperarán los códigos de Luz alcanzados por el profeta Moisés, el gran patriarca del antiguo pueblo de Israel, quien tuvo la misión espiritual de anunciar la Ley a todos, la unidad con la Ley Divina, con la Ley Universal y Cósmica a través de los Mandamientos que hoy no vive la humanidad. Será una oportunidad de gran corrección interna para todos.

Y en Israel, la Sagrada Tierra de su Maestro y Señor, y de su Señora, podremos llevar a adelante una tarea planetaria que necesita no solo Medio Oriente, sino también el mundo para aprender a sobrellevar el Armagedón.

Detrás de todos estos impulsos, que Medio Oriente necesita, existen muchas más tareas que desconocen. Por eso, desde ahora los invito a rezar para que la materialización de esa tarea descienda y acontezca como está previsto.

Desde la frontera de Ucrania, bendigo a este herido país y, a través de este país, bendigo a todas las naciones que han sido traumatizadas por el sistema mundial, por las guerras y los conflictos, por la venta de armas, la esclavitud de las personas, el tráfico de órganos y de niños, y el temido aborto.

Que esta bendición abrace todas estas situaciones necesitadas de cura espiritual, para que las almas, esclavas de los que las aprisionan, recuperen la esperanza, el amor y la fe en la Nueva Humanidad.

¡Les agradezco por acompañarme en esta Sagrada Tarea!

Bendigo a todos, a través de la señal luminosa de la Cruz de Emmanuel, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 102.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras las tinieblas hacen sucumbir al planeta, hoy vengo como la Gran Consciencia Solar a dar vida y renovación a las almas, a detener a los infiernos de este mundo.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar para que las almas se vuelvan hacia Dios, para que los corazones que no se arrepintieron, se arrepientan.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traerles cura a los corazones heridos, a darles abrigo a los exiliados y refugiados, a calmar el llanto de los inocentes, de todos los niños de la guerra.

Yo vengo como la Gran Consciencia Solar a despertar a los corazones dormidos, a traer sabiduría a las mentes cerradas, a nutrir con Mi Luz Solar a los espíritus.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traer esperanza a los que la perdieron, a entregar Mi Amor a los que no lo tienen, a entregar Mi Misericordia a aquellos que no la merecen. Porque Yo Soy la Gran Consciencia Solar que proviene del corazón del universo y que, cruzando dimensiones y planos de consciencia, hoy llega a Europa y al mundo entero para decirles a todos: ¡persistan!, porque el triunfo de Mi Corazón está cerca, aunque en este momento no lo parezca.

Por eso, este es el tiempo de los apóstoles, este es el tiempo de aquellos que darán la vida por Mí, no solo dando testimonio de Mi Palabra y de Mi Presencia, sino dando la vida por Mí donde sea necesario, en el lugar y en el momento que Yo los necesite, porque hay mucho que ayudar en esta humanidad.

Y mientras los conflictos y las guerras se desatan, muchos Ángeles de las Naciones ya no pueden hacer nada. Y el Ángel de la Ira de Dios se quiere precipitar sobre el mundo con más de miles de rayos, trayendo la fuerza de los elementos cósmicos y solares para poder corregir al mundo. Pero, las oraciones de los consecuentes y justos, el servicio de los abnegados e incondicionales, aplacan la furia de ese Ángel del Universo. 

Pero este Ángel no quiere imponer un castigo, sino una severa corrección, ya que el mundo no ha escuchado el Mensaje ni la advertencia del Cielo y las almas siguen viviendo de la misma forma, con los mismos modos y hábitos, como si lo espiritual y lo divino ya no importaran.

Por esa razón, Mi Madre Celestial, como ha sido en estos últimos días, se coloca entre el Ángel y ustedes para poder intervenir. De esa forma, se desata un Juicio Universal, la primera etapa de este Juicio que ya comenzó a vivir la humanidad.

Pero mientras las armas y las ideas de destrucción y de conquista se lleven adelante, ¿quién podrá detener a este Ángel de la Ira de Dios? Porque el mundo, y sobre todo la humanidad, ya vive fuera de la Ley desde hace más de dos mil años, y para muchos Ángeles Creadores, el precio de Mi Sangre derramada parece que no lo justifica.

Por eso, a través de los ángeles que hoy Me acompañan, y en especial el Ángel de Portugal, vengo a implorarle al mundo un cambio en la consciencia y sobre todo en la actitud, porque no conoce las Leyes Superiores y menos conoce las Leyes Divinas.

Necesito que este Mensaje sea difundido en el mundo y que puedan escuchar muchas veces lo que hoy les digo, porque cielo y tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán en los corazones abiertos y adheridos para ofrecerse a construir el Retorno de Cristo.

Con estos ángeles que hoy Me acompañan, junto con el Ángel de la Paz, imploramos al Padre Celestial para que los méritos de la Misericordia de Cristo sean contemplados, en honor al sufrimiento que Yo padecí por ustedes en la Cruz.

Para aplacar el poder del Ángel de la Ira de Dios, hoy vengo a exponerles Mi Corazón Espinado, gravemente ultrajado por las guerras y conflictos del mundo y, en especial, por las almas que generan las guerras y que se han condenado al fuego del infierno, aliándose a Mi enemigo.

¿Quién hará lo mismo que Yo hice por ustedes?

¿Quién dará la vida por los amigos como Yo lo hice por ustedes?

¿Quién será capaz no solo de tener el corazón pronto para lo que sea o de entregarle algo más al Señor, sino quién será capaz de vivir algo que no merece por amor, por la salvación de la humanidad?

Pero sí les digo una cosa: no sean ingenuos para que no sean ignorantes. El ofrecimiento que Yo les hago es en lo más pequeño y hasta en lo más simple, en los lugares donde a veces sus corazones se resisten a colaborar Conmigo, aunque no se den cuenta de que Me están sirviendo a través de sus hermanos.

Uniendo los esfuerzos que se necesitan en estos tiempos de tribulación, Mi Consciencia Solar podrá ayudar más al mundo y a la humanidad para que la Ley de la Divina Misericordia se perpetúe y se cumpla en las almas más necesitadas de Luz.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia, que en estos días están orando Conmigo a las puertas de la reapertura de los Centros Marianos, sea una Maratón de súplica, de ruego y de intervención junto con los Ángeles de la Guarda de cada uno de ustedes, a fin de que esta situación en Europa del Este no se precipite por un absurdo egoísmo de los hombres, por una impunidad que ya no tiene lugar en estos tiempos y que deberá ser erradicada de la consciencia humana para siempre. 

Porque cuando Yo retorne al mundo, en este próximo tiempo, podrán comprender y ver lo que es el verdadero Poder de Dios, que no está basado en la imposición ni en la autoridad; el Poder de Dios que es nutrido en su centro por el Amor Universal que, como una sublime esfera de consciencia, emana sabiduría y discernimiento a todas las dimensiones y planos.

Hoy, estoy en un lugar diferente al que se han acostumbrado a verme. Estoy en otro espacio de la Comunidad Flor de Lys, que es el más importante para Mí, porque representa la casa de la vida consagrada. Por esa razón, les pido, en esta íntima analogía, que recen por todos los misioneros consagrados a Mi Plan de Redención, porque tanto en África como en Medio Oriente y en Europa, algunas almas de esta Obra, que Yo he formado y fundado a través del esfuerzo, se ofrecerán a dar la vida por Mí, más allá de lo que signifique y represente el servicio que Me ofrecerán para el alivio y la paz de los corazones afligidos.

Desde hace dos mil años, cuando era solo un niño en los brazos de la Madre Celeste, cuando fui llevado a Egipto para ser protegido, no solo Nuestra Familia fue la primera familia refugiada del mundo, sino que también Mi Corazón, desde ese momento hasta el presente, siente pesar por el sufrimiento y el dolor de África, que es la próxima etapa, es la próxima misión que, a pesar de la distancia o del momento, invitaré a vivir a cada uno de ustedes para que la deuda espiritual de África sea aliviada y para que nunca más ningún ser humano, en África o en ninguna otra parte del mundo, sea capaz de tirar una vida a la basura, porque el género humano ha llegado a desmerecer la vida hasta ese punto, por su gran ignorancia y hasta por su gran maldad, por no conocer la esencia de la vida.

Quisiera que tuvieran presente Mi aspiración de que cuando se abran las puertas para las misiones en África, existan manos, brazos y piernas que se ofrezcan a caminar por ese continente para rescatar a los inocentes y perdidos, a los que son descartados en los basurales del mundo.

Si supieran qué es lo que siente el Padre cuando una vida es descartada o abortada, les aseguro que nadie sería capaz de hacerlo, porque desafiaría su evolución y hasta su destino, desviando su propósito del Camino de Dios y asumiendo una deuda espiritual impagable, que solo Mi Divina e Insondable Misericordia puede curar.

Teniendo consciencia de esto y colocando esta situación en esta Maratón de la Divina Misericordia, los invito una vez más a abandonar sus pequeñas miserias, a dejar atrás sus resistencias e incomprensiones y a colocar la consciencia madura en donde verdaderamente existen el sufrimiento y el dolor en el mundo, para que puedan crecer como apóstoles conscientes y disponibles para servir donde sea necesario y cuando sea necesario.

Yo les aseguro, como la Gran Consciencia Solar, que si más almas pusieran atención en todo esto, no habría razón de que existieran guerras, exilios, hambre, sufrimiento, locura o hasta adversidad, porque todos serían más fraternos, unos con otros, y siempre serían impulsados por el Amor de Dios que a través de los tiempos ha golpeado la puerta de sus corazones, ha llamado a sus almas innumerables veces para poderlos despertar a la Verdad, una Verdad que ha sido sepultada en la consciencia del mundo.

Por esa razón, solo con Mi Retorno muchas situaciones serán reparadas y exorcizadas, y un nuevo Gobierno Espiritual emergerá del corazón de todos los que tuvieran fe en Mí hasta el fin de los días, para que aprendan a vivir en comunión con el universo y con la Confraternidad, sin necesidad de seguir perdiendo el tiempo y la oportunidad de elevar la consciencia de todo este planeta hacia la cuarta dimensión. 

Porque cuando tengan la Gracia de ver en la cuarta dimensión, no solo comprenderán la Pasión de Cristo, sino también comprenderán en qué punto se encuentra la humanidad en este momento, un punto de inflexión que se vuelve irreversible.

Por eso, no dejen de orar; que sus labios no se cansen de orar y de pedir a los ángeles del Cielo que intervengan todo el tiempo, porque no solo las almas deberán ser protegidas de la guerra, de la impunidad y del asedio, sino también los más inocentes y pequeños deberán ser protegidos y amparados de ser descartados por sus propios padres en los basurales del mundo.

Si muchas más naciones en el mundo se aferran al ideal de la ley del aborto, ¿cómo se justificará que más guerras no deban suceder o que bombas nucleares no deban activarse?

Después de 1945, con la gravísima deuda espiritual de los Estados Unidos a través de la bomba atómica, la humanidad demostró al universo que sabe autodestruirse y que impuso a través de sistemas corruptos la comercialización e instrumentalización de las armas, para justificar la supuesta libertad de los pueblos y de las naciones.

Pero, compañeros, despierten, estamos en el fin de los tiempos. Desde el Huerto Getsemaní, cuando bebí el cáliz por ustedes y por la humanidad, no esperaba, se los confieso, que el mundo llegara a este momento y que fuera capaz de ir tan lejos, más lejos de lo que fue hace más de dos mil años atrás, crucificando a su Mesías, martirizando al propio Dios, Aquel que los creó desde el origen.

Por eso, una vez más, ese propio Dios, que se hizo carne y se hizo hombre a través de Su Hijo, vuelve a decirle al Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

Es hora de estar en las filas del Armagedón, porque mientras pasa el tiempo, no solo el tiempo termina, sino que los acontecimientos se precipitan y las personas no cambian.

Que la Verdad Suprema penetre todos los espacios y consciencias, a fin de que el sacrificio del Hijo de Dios y toda Su Sangre derramada en el camino del Calvario hasta la Cruz justifiquen las atrocidades de estos tiempos, alivien el llanto de los niños y, especialmente, de los no nacidos, para que la Santísima Virgen María restablezca el espíritu del amor maternal en las consciencias que hoy ya no saben amar, para que la vida sea respetada y amada, para que la vida de los inocentes ya no sea descartada, para que la pobreza en muchos lugares del mundo ya no sea la causa de desesperación y de falta de paz.

Que la verdadera Justicia, que proviene de la Fuente Divina, equilibre la balanza de la desigualdad. Porque Mi gran deseo es no escuchar ya el llanto de los niños de la guerra, el llanto de los inocentes descartados en los basurales del mundo.

Aprendan a amar la vida y algún día aprenderán a apreciarla. Mientras la vida sea utilizada como justificación para generar la muerte o la impunidad, el mundo no alcanzará la cura de todas sus enfermedades. Por eso, agradezco a los que han sido conscientes hasta ahora y, semana a semana, han rezado por los no nacidos. Allí está la respuesta de por qué el mundo está como está. 

Y, aunque Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre se desgarren por dentro, así como Mi Corazón fue desgarrado en lo alto de la Cruz, Nuestro Amor es inconmensurable e incomprensible, porque viene a dar vida a lo que está muerto en aquellos que creen estar vivos.

Oremos al Padre Celestial. 

Que cada uno haga su oración al Padre, en lo más íntimo de su ser, en el silencio del corazón. Los escucho.

Que sus almas oren al Padre Celestial para que todos los errores reciban la expiación que necesitan.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Repitamos la oración que Jesús nos enseñó:

 

Ángel de la Ira de Dios, 
calma Tu corazón dolido,
recibe el fuego de nuestro amor
y establece la paz.
Amén.

 

Vayan en paz, meditando sobre Mis Palabras y concretando Mis aspiraciones.

Sean bien conscientes de esto, para que no sea un Mensaje más, sino la proyección de una próxima etapa que todos son llamados a vivir.

Les agradezco por tener el coraje de escucharme.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

MENSAJE SEMANAL DE LA LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Con alegría, retorno a Mi amada Figueira, para volver a encontrarme con Mis hijos predilectos y para anunciarles que el Padre Eterno Me concedió la Gracia de traer Su Mensaje del Cielo el próximo 25 de marzo; momento en el cual, los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José completarán esta importante preparación interna y espiritual de todos los seguidores de Cristo para la próxima Sagrada Semana.

Quiero decirles que esta será Mi única oportunidad de que, el próximo 25 de marzo, Yo pueda estar entre ustedes como una Madre que se alegra por el reencuentro con Sus hijos de Sudamérica.

Luego, los Mensajeros Divinos continuarán, desde el hemisferio norte, abriendo los caminos para el importante ciclo humanitario en África, Medio Oriente, Europa del Este y en otros lugares en donde la Jerarquía Divina tendrá la oportunidad de intervenir y de auxiliar.

Después de la próxima Sagrada Semana, se terminará de abrir la puerta del fin de los tiempos. Esto significa que se abrirá la puerta para que los que estén definidos la puedan cruzar junto con Mi Hijo y, así, asumir los preparativos para Su esperado Retorno.

Todo lo que sucedió en Aurora, como en Figueira, a través de los tiempos, los preparó conscientemente para asumir con adultez espiritual este importante ciclo de redención planetaria.

Yo, como Madre de todos, rezo y rezaré por ustedes, Mis hijos predilectos; para que, al lado de Mi Hijo, caminen firmes y fortalecidos en el Amor, porque el mundo necesita de almas misericordiosas y de corazones abnegados que, junto al Arcángel Miguel, sean capaces de disolver el mal, para que vuelva a nacer el Amor de Dios en todos los corazones.

Llegó el tiempo del apostolado, llegó la hora de crecer interiormente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo Mío e hija Mía, Mis queridas almas de la Tierra:

La Madre de Dios se aproxima a ustedes para consolarlos y para fortalecerlos con el fin de que, en este tiempo, los apóstoles de Cristo, que se están purificando y transformando, sigan teniendo el ímpetu de decirle sí a Mi Hijo Jesús, el Cristo.

En este día, estoy sobre los océanos de este amado y agonizante planeta, para decirle a la humanidad:

¡Basta! Ya no lastimen a la naturaleza.

¡Basta! Ya no instrumentalicen a los seres humanos como si fueran armas en las manos de los que hacen las guerras.

¡Basta! Ya no promuevan el aborto y la pérdida de cientos de pequeñas e inocentes vidas.

¡Basta! Ya no descarten a sus hermanos de la humanidad.

¡Basta! Ya no desforesten más, ya no contaminen la Tierra, ya no intoxiquen sus propios alimentos.

¡Basta! Ya no dividan a las familias, ya no disuelvan el amor de sus corazones, ya no practiquen el mal.

¡Basta! Ya no gratifiquen sus gustos, ya no trafiquen a los seres humanos, ya no vendan a los animales, ya no los sacrifiquen.

¡Basta! Ya no generen más caos, ya no sean indiferentes, ya no se aparten más del Amor de Dios.

Les digo ¡basta!, para que Me puedan escuchar, porque aún hay corazones muy cerrados, pero también hay corazones lastimados.

Hijos, rezo por el planeta y rezo por ustedes; parece que ya no es suficiente hablar, pero como una buena Madre no Me cansaré, y con todos Mis ángeles trabajaré para cerrar las puertas al mal.

Mis amados, veo, en este momento, las difíciles pruebas que enfrenta el mundo y especialmente algunos pueblos de África y de Medio Oriente, que están estigmatizados por sus propios hermanos de la humanidad; algo que no les permite salir adelante y reconstruir sus vidas. Pero también veo la violencia y la agresión que hoy se vive en toda la sociedad, actitudes que hicieron perder los valores no solo de la fe, sino también del respeto mutuo.

Todos los días, les pido a los ángeles del Señor que llenen con su Luz los espacios más oscuros de este mundo, para que las almas dispongan de una ayuda interior para poder rehacer sus vidas interna y externa.

En este tiempo, la familia es el foco de la división y del odio, porque al disolverse el amor en muchas familias, Mi adversario las manipula y las hiere de par en par. 

Por eso, Mis amados, debemos aliarnos cada día más a la oración del corazón y orar por aquellos que no tienen la Gracia de percibir la realidad, por haber vendido sus almas al infierno. 

También, rezo por todo esto. Pero también rezo para que la humanidad no continúe condenándose así misma hasta el punto de que la violencia y la muerte parezcan normales.

A través de todos Mis Espejos, todos los días en el Cielo y en la Tierra, transmuto los grandes impactos contrarios a la Ley, los que abrazan abruptamente a cientos de almas en el mundo, no dejándolas escapar del terror espiritual y de la persecución mental.

Pero unidos a Mí, hijos amados, venceremos esta batalla espiritual y física, no con armas, no con agresiones, no con reclamos ni tampoco con conflictos ni alzando la voz. Resolveremos esta situación planetaria con neutralidad, pacificación, amor y fe. Esto, tarde o temprano, desactivará las grandes artimañas de Mi enemigo, porque él no tendrá espacio ni lugar para sembrar la división.

Hijos, sean optimistas, no sean pesimistas, atraigan hacia sus corazones el Amor de Dios, porque Su Reino se aproxima para que las consciencias sean liberadas de la opresión y de la prisión espiritual.

No pierdan la fe, no se mezclen con las críticas, con los comentarios, con el desgaste innecesario del verbo. Sean inteligentes y promuevan la cultura de la inclusión, y no la cultura del descarte.

Es muy necesario que, en este momento, se reconozcan como hermanos, que ya no cierren sus corazones por nada, y que, a pesar de todo, confíen en el Amor de Mi Hijo, porque Su Amor siempre los liberará.

Si la humanidad entera coloca la atención en todo esto que les digo, ya no será necesario sentir el peso de la cruz; pero, sobre todo, no sentir más el peso de los asedios.

Aférrense a Mi Manto, colóquense cerca de Mí, porque Mi Corazón Inmaculado los protegerá. 

Abandónense en el Señor, porque en Él está la salida, la superación de cualquier situación y la respuesta ante cualquier prueba.

Hijos, los vuelvo a bendecir, les vuelvo a confiar Mi Amor de Madre. 

Yo estoy aquí, no se olviden de Mí.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz   

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Con gozo y alegría, retorno a Mi sagrada Figueira para que, a partir de junio, mes del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, los frutos internos del espíritu de cada hijo Mío ya puedan estar al servicio del planeta y de las almas.

Quisiera que, en este próximo encuentro de oración de las 1.000 Ave Marías, sus oraciones y súplicas más sinceras sean dirigidas al Padre Celestial por las intenciones y súplicas de su Madre Celeste.

Deseo, con ardiente devoción, que Mis hijos orantes recen por las siguientes intenciones:

1º Por un verdadero y sincero tratado de paz en Medio Oriente, para que Mis hijos israelitas y palestinos alcancen el diálogo pacífico en pro del bien común, y por los más desprotegidos y desamparados.

2º Por un acuerdo fraterno y real en Colombia, a fin de que los más pobres e inocentes ya no sean los más castigados por las protestas y las paralizaciones.

3º Para que el Brasil conciba un gobierno coherente, acorde a los mandatos divinos, a fin de que los más golpeados por el desorden nacional de la pandemia, tengan la Gracia de reconstruir sus vidas.

4º Por los desplazados e indigentes de Marruecos, a fin de que Europa deje de enfriar su corazón ante la actual y crítica crisis sin precedentes, para que todos los refugiados sean ayudados y dignamente reconstruyan sus vidas.

5º Por la paz y el cese del conflicto dictatorial en Myanmar, a fin de que la religión no sea usada como máscara para ocultar las más traumáticas acciones que perjudican a toda la nación y, sobre todo, empujan al exilio de los más pobres.

6º Por el fin del conflicto en Siria, en Venezuela y en Etiopía, a fin de que la vida de la sociedad humana no sea aprovechada para imponer más miseria y caos en los pueblos y entre los pueblos.

7º Les pido orar por las misiones humanitarias, para que todos los precursores del servicio humanitario estén protegidos, guiados e inspirados por el Espíritu Santo; a fin de que se tomen decisiones benéficas y duraderas para todos los que buscan volver a comenzar, después de una traumática y dolorosa partida de sus tierras de origen.

Si oran por estas intenciones Mías, les estaré agradecida, ya que Mi Corazón es ultrajado por la corrupción mundial, la que tendrá fin en el Retorno de Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Soy la Señora de las Lágrimas de Siracusa. Vengo en este día para decirles, hijos Míos, que Mi llanto por este pueblo de Sicilia nadie lo ha calmado y que espero todavía el gran momento de la conversión de los pecadores que se encuentran en esta isla.

Es así que hoy Me presento a ustedes como la Señora de las Lágrimas, porque a través de Mis lágrimas dejo en este lugar el mensaje de que este pueblo del sur de Italia aún no acepta la redención y de que, por medio de las apariencias, creen que todo está bien y que lo seguirá estando.

Yo llamo a Mis hijos de Sicilia para que se arrepientan de corazón, para que pidan perdón al Padre Celestial, porque así Él les concederá Su Misericordia y no Su divina y poderosa Justicia.

Así, Mis hijos, el pueblo de Sicilia, con la oración de todos, alcanzará una gracia extraordinaria y esa gracia repercutirá también en los miembros de la Iglesia de Mi Hijo.

Vengo hasta Sicilia para que el pueblo del sur de Italia no olvide que la Señora de las Lágrimas lloró y que aún está llorando porque Sus hijos más necesitados de amor no la quieren escuchar.

Vengo para retirarlos del poder que creen tener en sus manos.

Vengo para ofrecerles Mi Corazón maternal como un camino para su conversión final.

Pero también vengo al sur de Italia, como la Señora de las Lágrimas, por una de las crisis más graves de este siglo XXI, que es la migración de Mis hijos de África y de Medio Oriente hacia Europa, a través del mar Mediterráneo.

Es así, hijos Míos, que la Señora de las Lágrimas también llora por la gran indiferencia de todos los europeos, ante la falta de acogimiento y de amor para con los refugiados.

Este es el tiempo y es la oportunidad de que no solo Italia, sino también toda Europa, tengan la gracia de poder revertir sus deudas a través del servicio a los refugiados.

Yo, como Madre de todos, los llamo a la fraternidad y a salir de sí mismos para que el que más sufre y escapa de los conflictos y de las guerras ocupe el primer lugar en sus vidas. Así, aprenderán a conocer la Misericordia Divina.

Italia siempre fue una tierra muy bendecida por los santos y por los milagros eucarísticos, porque es la nación que más necesita de Piedad y de Misericordia en el fin de estos tiempos.

Todos los orantes, en este momento, pueden ser importantes intermediarios ante la Justicia Divina para que, unidos a su Madre Celeste, colaboren a fin de que todas las importantes etapas de la Peregrinación se cumplan conforme Dios lo desea y lo siente.

Sigamos, hijos Míos, permitiendo que la insondable Misericordia descienda en las naciones de la Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BAD VÖSLAU, AUSTRIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Desciendo desde el Cielo en este día para traerle paz al mundo y, especialmente, para colocarla en el corazón de los que más la necesitan.

Después de la importante misión que ha cumplido Mi Amado Hijo, su Madre Celestial llega para concluir la etapa final de la labor espiritual que fue realizada estos últimos días, aquí, en Austria.

Esa es la razón principal por la cual el Padre Celestial Me concedió el permiso para descender en Austria, junto a algunos coros celestiales, a fin de sembrar en los mundos internos de las almas ciertos atributos que las ayudarán para la próxima etapa de la humanidad, a nivel del espíritu.

Es así que la Madre de Dios y la siempre Virgen María hoy estará obrando no solo en ustedes, como almas y esencias, sino también estará obrando en el contexto de toda Europa Oriental.

En este sentido, la propia Peregrinación por la Paz, los lugares y las ciudades que son visitados, demuestran la necesidad de ayuda interior y espiritual que tienen miles de almas, más allá de pertenecer al continente europeo o a otras regiones, como por ejemplo África y Medio Oriente.

La operación espiritual llevada adelante por las huestes de Luz de la Madre de Dios, llega a trabajar y a actuar en niveles de la consciencia humana cada vez más profundos, y esto repercute no solo en la vida planetaria, sino también en el ámbito de la superficie del planeta, en donde se desencadenan acontecimientos cada vez más comprometidos que podrían perjudicar la próxima etapa de la actual humanidad.

Cuando los Mensajeros Divinos visitan diferentes naciones y ciudades, en este caso de Europa, es para prevenir acontecimientos y para desviar a la raza de peligros inesperados.

Es así que cada ciudad visitada por la Peregrinación por la Paz no solo recibe el impulso divino de la oración y de la música, sino que también aspectos pasados, bien profundos, son trabajados por la propia Jerarquía Espiritual. Y en muchos de los casos actuales esos aspectos son trabajados todos juntos, al mismo tiempo, y bajo la misma Ley: la Ley aplicada de la Redención, de la Liberación y de la Misericordia.

Cada aspecto que es directamente tratado está unido, desde la consciencia, a un aspecto de esa nación o de la cultura de ese pueblo.

Como pudieron presenciar en este último mes y medio de peregrinación, la Jerarquía Celestial ha intervenido en lugares, ciudades y culturas que no estaban previstos dentro del propósito de la Divinidad.

Pero esto se dio a partir de la adhesión de almas que representan originariamente a esas naciones y que participaron de la Campaña por la Paz. Así como también participaron almas de otras naciones que residen en países europeos y que abrieron una puerta espiritual para que la operación e intervención divina, que sucede a través de esta Peregrinación, pudiera llegar a esos lugares; como es el caso de Colonia, en Alemania.

Con toda esta perspectiva, como Mensajeros Divinos del Amor, aspiramos a que los participantes de esta Obra, que se han demostrado totalmente adheridos y también los que llegan por primera vez, comprendan que la Peregrinación por la Paz es más que un recorrido físico por lugares indicados por la Jerarquía y que la respuesta, y sobretodo el amor, la fe y la confianza de los corazones orantes y devotos, fortalece esa gran red operativa de ayuda espiritual y divina que desciende directamente desde el Cielo para socorrer a la humanidad de estos tiempos.

Esa adhesión inmediata construye la unidad dentro de los seres y, en consecuencia, en la humanidad.

Que esta operación divina que viene del Cielo pueda seguir adelante con el apoyo de todos, para que más naciones, ciudades y almas sean tocadas por el Amor Curador de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi llanto le demuestra al mundo el dolor que le provocan las guerras a Mi Corazón; especialmente las que se generan en Medio Oriente.

Así se pierde el amor entre hermanos y la hermandad entre los seres, por prevalecer ciertos ideales de conquista y de ostentación.

Hoy Mi llanto es por todo lo que veo que, allí, en Medio Oriente sucede y lo que ese duro enfrentamiento entre las naciones y sus pueblos está provocando.

La paz ya se disipó y esa es Mi principal agonía de Madre.

Las armas ganaron más poder y reino que los propios corazones, y algo peor se podría desatar en semanas.

Por eso vengo para pedirles a Mis hijos orantes que intercedan ante el Padre, junto Conmigo, y que cada oración sea una chispa de luz que se enciende dentro de una oscura realidad planetaria. Que esa luz, que proviene de la oración, ilumine los espacios internos de la consciencia para que se pueda recuperar la dignidad de ser hijos de Dios y hermanos entre las naciones.

Deseo que Mi llanto sea sentido y escuchado.

En verdad, hijos, algo peor se ha desatado en Medio Oriente y debemos rogarle a Dios para que Él, con Su Poder infinito de Amor, lo detenga.

Les estaré agradecida por su unión interior.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, vengo como el Señor de Israel para que, por medio de Mi Misericordia, las fuerzas materiales del caos se calmen y reine la Paz, la Paz que Yo traigo del Cielo y del Universo.

No crean que todo está perdido, sino que el triunfo de Mi Corazón está próximo.

Que el estandarte de Mi Misericordia sea colocado en los cuatro puntos de la Tierra y que las almas beban de esa Fuente que brotará del suelo, porque será el propio manantial de Mi renovación el que Yo les daré para que aprendan a superar los tiempos y las dificultades.

Con este anuncio, vengo como el Señor de Israel para traer Paz al lugar donde una vez nací; para reactivar, en los que aún están despiertos, los códigos de la cristiandad.

Pero el Señor de Israel no luchará contra las fuerzas materialistas ni tampoco se sumergirá en los conflictos. La estrategia del Padre Eterno es otra. Por eso, quien vigila siempre sabrá qué hacer y dónde estar, y qué actitud tomar en el momento cierto para que no sean sorprendidos por nada.

Mi primera aspiración era llegar a Medio Oriente de una forma directa, llevando este ejercicio de paz que Yo les enseño y que los animo a vivir diariamente; sabiendo que, a pesar de los conflictos, la paz no se puede disipar del planeta ni de su humanidad.

Mi Espada no luchará contra otra espada. El Señor de Israel siempre triunfó a través de Su silencio y de Su amorosa entrega. En el recogimiento está la victoria. En el callar está el triunfo y en la entrega está la derrota del enemigo, porque él no conoce el sacrificio, solo la destrucción.

De todas formas, Mi Consciencia aún abarcará muchas más cosas de las que estaban previstas. Esta vez no podré arribar a Mis orígenes o a los lugares en donde una vez pasé. Mi Consciencia abarcará otras esferas para que, de alguna forma, el Plan se pueda cumplir.

En esta batalla, debemos actuar con inteligencia y, sobre todo, con sabiduría; sin perder la visión del Propósito, la esencia, aunque los acontecimientos cambien de un día para otro. Es de esa forma, que los animo a vivir las estrategias del Plan, que la humanidad no tiene interés de conocer en esta vida.

Estas estrategias son operaciones para el triunfo del Plan y para el desarrollo del mismo sobre la superficie de la Tierra. Por eso, la adhesión es la llave que protege el cumplimiento del Plan, aunque él cambie constantemente.

Lo que siempre deben aprender a resguardar es la aspiración de la Jerarquía que, por más que no se cumpla en la materia, sí se cumple en el espíritu, uniendo el espíritu a la Fuente.

El Señor de Israel deberá ampliar Su Consciencia para que el planeta esté contenido y, sobre todo, su humanidad.

Lo importante es que la misión se lleve adelante. Lo importante es que las almas oren con el corazón y que pidan a lo Alto por perdón y Misericordia. Eso es suficiente para Mí, porque así podré seguir obrando, porque así podré seguir reconstruyendo y llevando adelante los Designios de Dios que, por más que no son totalmente comprendidos, pueden ser amados, que es lo que el Padre necesita para que Su Plan se construya en las almas, más que en la materia o en lo concreto.

De esa forma, vengo a introducirlos en la escuela de las operaciones de rescate que lleva adelante la Jerarquía y que siempre debe vigilar por el establecimiento y la permanencia de la paz, a pesar de los conflictos y de las confrontaciones.

La hermandad es paz, y esa hermandad no se puede alterar, porque es la hermandad que protege a la esencia del Propósito para este planeta; y es la hermandad la que se adapta a los cambios, a los diferentes momentos y a los presentes acontecimientos.

En esa hermandad siempre encontrarán la sabiduría, encontrarán una respuesta clara y precisa. Pero si esa hermandad no se mantiene, no existirá discernimiento y así, podrían entrar en la coordenada del caos.

En el momento más decisivo, deben estar en esa hermandad para que todo pueda continuar adelante. Los cambios que hoy se presentan son parte de la protección de ese propósito de la hermandad, pues aún es necesario que los designios se cumplan.

Desde otra parte del planeta, llevaré un impulso mayor. Daré ese impulso con precisión. Será un impulso de Luz medido para que se cumpla en el lugar que tocará, que es el Medio Oriente.

No colocaré Mis Pies sobre el Medio Oriente, pero sí Mi Misericordia. Y esa Misericordia la haré emanar desde la Fuente que Yo he abierto en Polonia, por medio de la consciencia que Yo he escogido para que la revelara al mundo.

La Fuente llegará a Medio Oriente porque ustedes deberán ir a beber de la Fuente. Irán al origen y al principio para que Mi impulso de Luz aun tenga más fuerza y determinación en donde será proyectado y colocado.

Pero no dejaré de aspirar a llegar a Egipto o a Israel algún día, porque eso aún está pendiente para Mis compañeros, para todos los que siguen Mi Obra y Me ayudan a cumplirla con sus donaciones y contribuciones, con sus oraciones y súplicas.

El Señor de Israel se mostrará como el Señor de la Misericordia, Aquel que emana los Rayos desde Su Corazón al mundo entero y a las almas.

Se mostrará como Aquel Señor que una vez murió en la Cruz por ustedes y que, a través de la perforación de la lanza, derramó Agua y Sangre, elementos divinos que podrán justificar los errores de la humanidad en este tiempo y ante todo el universo. Serán la tabla de salvación en esta última parte de la emanación de Mi Divina Misericordia al mundo entero.

Reabriré esa Fuente en Polonia y la expandiré, no solo en Europa, sino también en el Medio Oriente; y desde allí, podré obrar con mayor seguridad y protección.

Mis apóstoles de estos tiempos no tocan con sus manos las llagas de los conflictos; al contrario, intentan curarlas con sus oraciones y su recogimiento. En esta estrategia de guerra, todo debe ser pensado milimétricamente para que no existan fallas, frustraciones ni miedos.

Aunque sé que la sensibilidad de los Míos es muy grande, por más que Me digan sí, debo proteger lo que estoy construyendo, no solo en sus personas, sino también en sus almas; lo que, finalmente, en el último día de sus vidas deberán entregarme completamente.

El mundo debe conocer que aún es posible amar de verdad.

Y a pesar de que Mi Iglesia romana y apostólica esté decayendo por sus propios miembros, no dejaré que Mi Iglesia Celestial se disipe en aquellos que buscan encontrarla algún día, con su más ardiente aspiración de ser parte de Mi Reino.

Con este testimonio, los invito a seguir trabajando por el Plan, a seguir apoyándolo y a seguir construyéndolo, donde sea y cuando sea.

Les agradezco por acompañarme en estos momentos decisivos y con sinceridad; sabiendo que, por encima de todo, Dios debe reinar en este planeta.

Les doy la Paz para que la Paz esté en el mundo, y esa Paz se multiplique.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 58ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Que la luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo estén en este lugar y en los lugares del mundo que más la necesitan. Amén.

Después  que han acogido Mi llamado, ahora sí podré volver a Egipto, luego de haber pasado por allí como niño; pero ahora volverá el Rey, a liberar al pueblo de su esclavitud, a traer a ese lugar y a Medio Oriente, la Paz.

Y aunque aún los acontecimientos se desencadenen en el mundo y en esta humanidad, llevaré Conmigo a las almas que más necesitan y retornaré a los corazones que más Me buscan, no importando su creencia o religión, porque lo que permite la vida en este mundo es el amor; es el amor que los mantiene vivos, es el amor que les permite respirar y soñar con un tiempo mejor, con esperanza.

El cautiverio terminará algún día, no solo en Egipto, sino también en el mundo. Por eso debo retornar a los lugares en donde una vez ya estuve, siendo niño, joven o adulto, en Oriente, o en el lejano Oriente.

Los valores de la espiritualidad se deben recuperar para que el mundo no pierda la paz. Por eso estoy volviendo a esos lugares, como sacrificio y también como Gracia, para llevar a los corazones el reencuentro con Dios desde los planos internos y para que estos se espejen en la superficie, en la sociedad. Eso hará todo más justo y equilibrado, eso aplacará el sufrimiento y las agonías, porque es a través de los méritos que su Maestro y Señor alcanzó en la Pasión, que estas Gracias son posibles en este mundo y en su humanidad.

No puedo dejar de decir que a veces Mi Corazón está triste por los que no entienden, pero el gozo de los que Me viven y de los que creen en Mi y Me dan su confianza Me alegra, como lo han hecho ustedes ayer y hoy, de forma simple.

El Reino de Dios es el mayor tesoro de la simplicidad para este mundo y para las almas. Si son simples siempre vivirán el Reino de Dios y Él siempre estará próximo de sus vidas y sobre todo, estará en sus corazones.

Quiero que este gozo y júbilo que viven Conmigo de tiempo en tiempo llegue al mundo entero y no solo a Sudamérica. Ahora llegó el momento de vivir el apostolado y de hacerlo parte de ustedes en cada etapa de la vida.

Así Mi Misericordia llegará a los que más sufren, como también a los Reinos de la Naturaleza, que en esas partes del mundo también viven su sufrimiento silencioso, porque no pueden hablar como los hombres de la Tierra.

Sé que a su alrededor también existe el sufrimiento, a veces en sus familias, en sus ciudades, en sus trabajos, en sus seres más queridos. Pero Yo les pido, por misericordia, que den un paso más hacia Mí y llevemos este tesoro del amor a los lugares que más necesitan y que durante miles de años no han recibido nada, ni del Universo, ni de los Cielos.

Vengo a recuperar a través de Egipto los valores de las últimas humanidades, porque la evolución continúa y el despertar también.

Llegó el momento, compañeros, de que recuperen lo que una vez vivieron Conmigo en Tierra Santa y más allá de ella. Esto no es una teoría ni tampoco es una ilusión. Es hora de vivir el Plan de forma verídica. Es hora de hacer el Plan vivo en más corazones del mundo, que Me están buscando y no Me encuentran porque no saben la salida.

Ustedes sí encontraron la salida, pero el mundo aún no la ha encontrado. Por eso debo volver y retornar al centro, desde donde todo se crea, como conflicto, guerra y persecución.

Porque esta vez no solo la Señora de la Luz pisará con Sus pies a la serpiente, sino también su Maestro y Señor pisará con Sus Pies a sus aliados y los derrotará, para que se arrepientan algún día. Y ya no existirá arma contra arma, religión contra religión, porque a pesar de que el momento más grave no ha pasado todavía, aún el ímpetu y la fuerza de Mi Corazón poderoso podrán transformar todas las cosas cuando tan solo Me digan “sí, Señor, aquí estoy”.

Así Yo tendré el permiso de seguir obrando, tendré el permiso de seguir transformando y unificando a las almas con Dios, para que Su Reino celestial descienda a la Tierra y se cumpla Su Voluntad. Porque al fin de todo, Su Sagrado y Eterno Corazón triunfará.

Los caídos serán perdonados, los asesinos serán redimidos, los perseguidores serán amados y se disolverá el mal, porque el mal no conoce el Amor que viene de la Fuente. El mal es la incomprensión de la consciencia humana por no aceptar la Voluntad de Dios, como fue la Voluntad de Dios traer a Su Hijo a la Tierra para enseñarles la Escuela del Amor y de la Redención.

Vuelvo a reunir en este tiempo a los que estuvieron Conmigo en algún momento, sea en la vida consagrada, o en la vida del espíritu; en la vida del servicio, o en la vida abnegada; en la vida misionera, o en la vida orante.

Que ese compromiso sea revivido por los que despiertan.

Que ese compromiso sea reconfirmado por los que ya despertaron, para que se siga cumpliendo la Voluntad del Creador en estos tiempos críticos.

Mi Corazón abrazará al Medio Oriente y a todos los que se encuentren en ese lugar, no importando su condición o su condenación. Porque en verdad, compañeros, Mi Misericordia es muy grande y aún desconocida. Mi Misericordia es tan grande, que Mi Sangre se dejó verter en la Cruz gota por gota, dolor por dolor y angustia por angustia, para disolver el mal de la humanidad y su condenación eterna.

Es el tiempo de dar a conocer Mi Amor al mundo. Y que los demás pueblos y razas sepan que los amo, como los amo a ustedes.

Que anuncien que estoy volviendo al mundo por segunda vez y que el Reino celestial se reaproximará a la Tierra junto a los ángeles y arcángeles, para poner fin a la perdición de la humanidad y para disolver las tinieblas por la intervención del poderoso Padre San Miguel Arcángel,  de San Rafael Arcángel y de San Gabriel Arcángel.

Los anunciadores de la Palabra de Dios retornarán a la Tierra, como fue en el principio del pueblo antiguo del Medio Oriente.

Y a partir de allí se escribirá una nueva historia y se borrará el sufrimiento, trayendo del Cielo los Libros de Dios abiertos, para mostrarle al mundo Su nuevo Propósito en la Nueva Humanidad.

Bienaventurados serán los que vivan las profecías y se regocijen en ellas, porque el Señor, el Todo Poderoso, le mostrará Su Poder a los humildes.

Con esta Luz que traigo extiendo la Paz hacia la Tierra, renovando este ciclo y este momento para todos; dando la chance a los que están confundidos, de poder retornar a Mi camino antes de que el Portal se cierre.

Que se eleven los corazones hacia Mi Iglesia celestial y que en comunión con la vida de cada ser, todo sea renovado.

El Universo de Dios desciende a la Tierra y en este simple lugar, las almas siempre encontrarán a Dios. Aunque Mi Presencia no sea aceptada, Yo siempre aquí estaré para abrazarlos con la Luz de Emmanuel.

Vengo a bendecirlos con la Palabra de Vida. Vengo a ungirlos con el soplo del Espíritu. Vengo a bautizarlos con el Agua que brotó de Mi Costado en la Cruz, como parte de la Fuente de la Divina Misericordia, para que sean santificados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Hoy no existen fronteras ni separaciones entre las naciones y los pueblos. El amor que Yo pude ver aquí es el que necesito para renovar los tiempos y sobre todo, a la humanidad. Es el amor de los que se congregan dentro de Mi Iglesia celestial para comulgar de la Llama de la Santísima Trinidad, junto a los Ángeles de nuestro Padre-Madre Creador, Emmanuel.

Hoy, los Elohim, llamados seres resplandecientes del Universo mental, los Ángeles de Dios, testimonian con Su puño y letra que Mi misión en Egipto será realizada por la receptividad y la oración de las almas que colaborarán para que eso sea posible y así, Mi gran Espejo de la Misericordia se encienda en Medio Oriente.

Alegren sus corazones porque están siguiendo el camino correcto. No habrá otro lugar que Me represente en la Tierra, sino este. Porque vuelvo a decirles, compañeros, vengo fuera de Mi Iglesia para llamar a los rebaños que más Me necesitan y que Mis representantes no han sido dignos de acogerlos con castidad.

Que el amor de los simples promueva la Paz en la Tierra.

Que el servicio de los humildes restaure a los Reinos de la Naturaleza.

Que la oración de los que se congregan en comunidad y en luz, transforme los tiempos, a fin de que el Cetro del Hijo de Dios descienda a la Tierra para poner fin a la maldad humana.

Y ahora elevaré al Cielo esta ofrenda que han colocado a Mis Pies, porque en verdad todo pertenece a Dios, nuestro Padre, que está en los cielos y hoy escucha con atención la Voz de Su Hijo y de Sus compañeros, a fin de que un grano de Su Reino celestial se siembre en esta humanidad, para que la humanidad sea recreada por medio del amor y del bien entre los hombres.

Que todo sea santificado y que todo sea elevado bajo el Rayo de la Transubstanciación. Y que a los pies del Altar de Dios sea colocada la ofrenda de cada corazón humano, en esta tarde.

En el silencio, compañeros, pueden hacer su ofrenda ante Mi Iglesia celestial. Los escucho en el silencio de la oración.


Padre Celestial, que a todos conduces,

acepta nuestra oferta de entrega a Ti.

Guíanos por el camino del amor,

para que Tu Voluntad sea hecha.

Amén. (x3)


La oferta ha sido aceptada.

Los que hoy serán bautizados serán iluminados, y al ser iluminados, se convertirán.

Los que hoy serán ungidos recibirán la Gracia que tanto esperan, pero por ella deberán orar.

Padre, que Te has hecho pequeño para que el mundo Te comprendiera y así pudieras ingresar en la esencia de Tus hijos a fin de que te vivificaran y exaltaran Tu Nombre, para siempre, a la mesa de estos nuevos apóstoles Míos, hoy Te vuelvo a declarar, mediante esta fórmula sagrada que Tú has dictado al humilde Corazón de Tu Amado Hijo.

Que escuchen los mundos internos lo que hoy declara su Rey y Señor del Universo: Les pido que tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón y la remisión de los pecados.

Señor Mío y Jesús Mío, que escuchen las almas de la Tierra la Voz de su Maestro y Señor, el Cristo Vivo, que les dice: Tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.

Les pido, que por los tiempos que vendrán y los acontecimientos que llegarán, hagan esto en Mi memoria a fin de que la Paz y la Misericordia de Dios estén presentes en el planeta.

Señor Mío y Dios Mío, este es El que ha dado la vida por todos y que ha resucitado para volver al mundo en espíritu y divinidad, a fin de transfigurar la Tierra en una humanidad redimida.

Padre Nuestro...

Y como les dije a Mis apóstoles, Mi Paz les dejo y les doy Mi Paz, porque siempre su Maestro y Señor mirará la fe de los miembros de Su Iglesia celestial a fin de que todo sea reparado y la humanidad sea curada de su enfermedad espiritual.

Que esta Paz sea llevada a Egipto y a los lugares que fueron encomendados por su Maestro y Señor y por Su dulcísima Madre, la Santísima Virgen María, para que Sus Corazones de Servicio y de Humildad, de Amor y de Esperanza, lleguen a todo el mundo. Amén.

Dense ahora la paz.

Que la paz repueble a la Tierra de esperanza y que la esperanza renueve a los corazones que aspiran a alcanzar la Misericordia de Dios.

Con las voces de sus corazones hoy deseo expandir, por medio de una canción, la lluvia de amor en todo el planeta, dando la bendición al mundo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por estar Conmigo en la simplicidad del corazón y de la vida.

El Sagrado Llamado
Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la ciudad de Lisboa, Portugal, transmitido al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy, África palpita en Mi Corazón Misericordioso. Y hago esto por todos los que la han ofendido, los que la maltrataron, los que la colonizaron y que abrieron puertas inciertas, para la perdición de las almas.

Pero hoy no vengo a hablarles de los abismos, sino de la pureza infinita que existe en cada hijo Mío de África, la que a través de los tiempos he venerado y contemplado con amor.

Por eso, ha llegado la hora y el momento de que su Rey retorne a África, para cerrar las últimas puertas y hacer descender los Cielos y los Universos y poner fin al sufrimiento humano.

Mi Sangre también fue derramada por ellos, para generar en sus almas la salvación y la liberación de todos los abismos de la Tierra. Es con este fin que hoy traigo entre Mis Manos el Santo Grial, para entregarles Mi divina Sangre, para que comulguen de él y pongan fin al sufrimiento, a la falta de esperanza, a la aflicción y al dolor humano.

Hoy, vengo a verter Mi Sangre sobre África. De esa forma, vierto Mi Sangre sobre Portugal y Europa, para poner fin a las discordias humanas, a la explotación de estos tiempos, a la indignación que sienten los niños y jóvenes de África, al ser maltratados a través de los tiempos y de los años.

Hoy, vengo a abrir Mis Brazos y a extender Mis Manos por un continente doloroso y sufrido. Vengo a ofrecer Mi Sagrado Corazón, como expiación universal por todas las causas sucedidas en el continente africano, a través de las últimas décadas.

Vengo a donar la Luz de Mi Espíritu y de Mi Divinidad. Mi Corazón hoy se regocija al haber recibido en Su Altar, una humilde cesta de intenciones y súplicas. Quiero, de esta forma, que Mis más pequeños hijos de África, tengan la total certeza y seguridad, que su Rey está derramando sobre ellos Su divina e infinita Misericordia.

De esa forma, cuando Yo llegue a África en el próximo tiempo, volveré a consagrarla al Inmaculado Corazón de María; porque debemos, compañeros, dar gracias a esa gran Consciencia Maternal y Universal, que ha generado los medios y las condiciones espirituales para que Mi Sagrado Corazón también triunfe en África, finalmente.

Vengo a colocar el bálsamo de Mi Cura en cada corazón africano; a sellar los males, los dolores y los sufrimientos generados por los corazones de Europa, hacia ese continente tan herido.

Vengo a pedir para toda Europa, que recen todos los días de rodillas, un Padrenuestro por la reconsagración de África a Mi Sagrado Corazón. De esa forma, queridos compañeros, ustedes, que son de aquí, de Europa, y todas las almas del mundo entero que conocen la adversidad que vive el continente africano, generada por otras naciones y pueblos, que abrirán las puertas con sus oraciones y corazones, para que Mi Victoria Celestial pueda descender sobre ese continente y sobre todas las naciones.

Hoy, vengo a ofrecer este Cáliz, este Sagrado Grial, por los inocentes, por las víctimas de la explotación, del martirio y de la aniquilación.

Hoy se vierte Mi Sangre espiritual, los códigos de vida y de renovación, como un gran afluente, como un inagotable manantial, sobre todas esas almas que más necesitan. Aquí se encuentra una historia de vida; almas que pertenecen al Proyecto de Dios y que están intentando en estos tiempos de crisis, vivir la esperanza.

Deseo que cada uno de los europeos asuman espiritual y materialmente, a cada una de estas “crianças”. Digo “crianças”, en portugués, porque esta misión es especialmente para los portugueses; para los que están aquí y los que no están aquí. Quiero ser claro y que puedan comprender la importancia de cumplir este pedido a su Maestro y Señor del Universo.

En cada una de estas intenciones, como en cada una de estas fotos, se guarda una historia, un pasado, que debe ser redimido, renovado y restaurado por Mi Sagrado Corazón y todas las súplicas de los que se unen a Mí, en esta misión de generar, en el final de los tiempos, la cura, el amor y la unidad en todas las almas de África; especialmente por las almas que están en esta cesta, suplicando a Mi Misericordioso Corazón, la intercesión divina del Padre Celestial, que hoy concedo por la autoridad que Él Me dió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aquí hay ciento veintiocho esencias que se ofrecieron a encarnar en África, para que la humanidad aprendiera sobre el sufrimiento ajeno, sobre el dolor humano, sobre la tortura, la explotación y la indiferencia.

Deseo que todos los corazones del mundo no olviden a Mi amada África y miren hacia ella, porque aún sigue sufriendo, silenciosamente.

La causa de esta peregrinación en Europa no es solamente por sus almas y corazones, que tanto ya recibieron, sino para que sus espíritus y sus consciencias se unan a Mi Apostolado universal, y para que vayan de dos en dos, a ayudar a los que más lo necesitan, así como a los Reinos de la Naturaleza.

En este momento sagrado, en donde Adonai escucha la súplica de Su amado Hijo y las intenciones de los corazones simples, su Maestro y Señor orará por cada una de estas almas, en representación de todas las almas de África y de Medio Oriente.

Escuchamos ahora “Así habló el Maestro”.

Colocamos nuestra mano izquierda sobre el corazón, sobre el pecho.


Padre, Adonai, Eli, Yahve, Tú que has generado la vida, vuélvela a dar a Tus criaturas, para que puedan vivificarte y sentirte en lo más profundo de sus espíritus.

Eli, escucha la Voz de Tu Hijo, que suplica por Su amada África. Disipa los sufrimientos. Borra de los corazones las angustias. Enciende en los más pequeños la esperanza de seguir viviéndote hasta el fin de sus días.

Que Tus ángeles desciendan, Eli. Eli es Tu Nombre Santo, Tu Nombre Santo para toda África, para Tu amado pueblo, marcado por las heridas y las huellas de la persecución.

Hoy, retorno a ese pueblo, Eli. Hoy, retorno al origen, en donde todo comenzó en este planeta; al lugar en donde despuntó Tu primera civilización de amor, de servicio y de entrega, al verter sobre ellos Tus Códigos divinos.

Que las almas recuperen la confianza de poder vivir. Que todo sea sanado, para que ninguna célula ni ningún cuerpo sienta el sufrimiento, ni tampoco sienta el dolor, ni pierda la fe de creer en Ti.

Así como le pediste a Moisés cuidar de Tu Pueblo, hoy escucho Tu Voz, Eli, amado Padre; cuido de Tus rebaños, para que las semillas de la vida, de la regeneración, sean sembradas en las almas que han sido sometidas por el castigo humano, por la explotación, en estos tiempos.

Que Tu Fuente de Amor y de Luz, descienda sobre ellos. Que todos recuperen la alegría de poder sentirte y que vivan en la plenitud de Tu poderoso Espíritu, Adonai.

Adonai Manu, Padre, escucha la voz de Tu Pueblo.

Adonai Elah, que se cumpla Tu Voluntad.

Eli, Eli, Eli, que todo sea consumado, para que la humanidad, que está sufriendo, alcance la paz. Amén.


Estas intenciones y estas fotos, volverán a quienes pertenecen. Yo las llevaré hasta Angola, para entregarlas a cada uno de ellos y así, entregarles Mi más profundo abrazo de amor.

Que así sea.

Y ahora, en honor a la Santísima Madre del Cielo, Abogada de ustedes, Intercesora de las almas y Mediadora de todos los corazones, en acción de gracias, gratitud, reverencia y devoción, y para la consagración de estos elementos, que se volverán el Cuerpo y la Sangre de Cristo, hoy les pediré que llamen e invoquen a Nuestra Señora de Kibeho.

Y así, Yo los llevo hacia Mi Paz, porque en la Paz de Dios, todo se realiza. En la Paz, se puede vivir la vida eterna, la renovación y la fe en todos los corazones que creen en Mi Sagrado Corazón.

Que el bien y el amor reinen. Que la humanidad viva el Proyecto de Dios. Que los Reinos de la Naturaleza sean curados y que todas las esencias de este mundo alcancen la redención, para que cuando Yo retorne en Gloria, todos vivamos la alegría del Paraíso. Amén.

Les agradezco a todos los que llevarán a África en su corazón, para que se cumplan Mis Designios; y Mi Misericordia, que es la Misericordia de vuestro Dios, se expanda en el mundo entero.

Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Sigamos cantando, porque hoy, su amado Hijo, llevará a su amada Sierva, Madre y Señora del Cielo, las súplicas de todos los que han invocado por África.

Les agradezco. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Durante la próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo, su Madre Celeste intentará atraer, hacia gran parte de esa región, un cierto y urgente equilibrio, que se conseguirá por la adhesión de todos los europeos.

Desde ahora, a ellos les corresponderá, dentro de los principios de la caridad, del bien, de la cooperación y de la fraternidad, gestar las bases para que esta peregrinación liberadora pueda realizarse.

Esta próxima Peregrinación por la Paz intentará llegar a las raíces espirituales de ciertos asuntos que, a lo largo de los siglos y de los tiempos, quedaron inconclusos y sin resolver.

Por eso, vuelvo a decir que la adhesión, el trabajo y la dedicación de todos los europeos en recaudar los recursos para esta peregrinación, le mostrará al universo que, en verdad, la consciencia de todos ha cambiado de espacio y de punto, ha madurado y está correspondiendo a la necesidad de estos tiempos, que es planetaria.

La peregrinación se desarrollará a partir de lo que los grupos de oración generen, para que todo se pueda llevar adelante según lo establecido por el Plan Divino.

Es hora de que los europeos atraviesen la dura capa de la indiferencia y que miren a su alrededor, para ver la necesidad de ayuda y de alivio de miles de almas refugiadas, apartadas del caos reinante en las naciones de Medio Oriente.

Todos son invitados a crear las condiciones para que esta próxima peregrinación no solo sea concedida por los latinoamericanos, sino también por los europeos, llamados a trabajar ampliamente en la Campaña por la Paz.

¡Manos a la obra y no a la comodidad, el Cielo aguarda su participación activa!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice siempre,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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