MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los desiertos, hijo, son vividos en diferentes etapas de la entrega y de la transformación de los hombres.

A lo largo de su crecimiento interior, el Creador trae muchas veces a Sus hijos hacia el desierto. A veces de forma rápida y simple, y a veces de forma profunda y prolongada que parece no tener fin.

El desierto es un estado interno de vacío en donde el Creador retira de Sus hijos y amigos todas las consolaciones de la Tierra, todo sentir, todo afecto, todo aquello que el ser espiritual crea como apoyo y, a veces, como trampolín en su camino hacia la vida interna.

Todo esto le es retirado para que, así, la consciencia aprenda a sustentarse en bases puramente espirituales, en el conocimiento y en la experiencia de Dios que nace de la fe y de la vivencia del vacío.

Consolida tu unión con Dios por la simple certeza de que Él está presente, aunque no se haga sentir, oír o ver.

El desierto puede ser visto como áspero y doloroso, pero en verdad, hijo, el desierto es la invitación de Dios para que las almas alcancen una unión profunda y directa con Él, distante de las ilusiones y de los sentidos, distante de las dimensiones de la materia y de todo lo que las compone.

El desierto es la invitación para lo que es real, pero para cruzar este desierto no basta el conocimiento. Necesitas descubrir la ciencia de la humildad, de la rendición y de la entrega, la ciencia de lanzarse en las Manos Divinas y saber que Su Voluntad es perfecta, tanto en el oasis como en el desierto, tanto en los templos llenos de almas que despiertan como en el calvario lleno de almas que desprecian.

Por esto hablo sobre el desierto, para que aprendas a amarlo y a aspirar por él. No para aspirar al sufrimiento, sino para aspirar a una unión directa, profunda y verdadera con Aquel que te creó y que te invita a expresar la semejanza con Su Corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, contempló desde el principio la posibilidad de hacerse Él mismo criatura entre Sus criaturas.

Los seres humanos fueron creados, entre tantos seres y civilizaciones del Universo, para expresar algo que ninguno de ellos había expresado.

Fueron creados para unir las dimensiones, para expresar el amor que supera los límites de toda la existencia y que permite que los seres se unan a Dios. Fueron creados para expresar la semejanza esencial con el Padre de toda la vida.

El propósito humano es grandioso y es por eso, hijos Míos, que no se alcanza simplemente, a pesar de que todo se pueda dar con el despertar de la consciencia y la firme decisión de amar sin condiciones y de entregar todo por ese propósito de profundizar los misterios divinos en el propio corazón, como en el Cosmos infinito.

Vivir el potencial humano parece algo imposible, porque la mayoría de los seres no se abrió para experimentar verdaderamente el Amor de Dios, que son capaces de encontrar y de sentir dentro de sí mismos.

Yo les enseñé a orar, para que de esa forma cruzaran las puertas del propio corazón y, poco a poco, descubrieran la posibilidad de unirse a Dios, sentirlo y vivirlo.

Cuando un ser vive verdaderamente el Amor a Dios, hijos Míos, aunque sea por un instante, esto es suficiente para llevarlo a comprender que todo sacrificio, esfuerzo, o renuncia de las cosas del mundo y de las ilusiones humanas es poco para alcanzar la Eternidad dentro de este Amor Divino.

Sabiendo Dios que Sus hijos estaban perdidos en su evolución y que cada vez se distanciaban más de su propósito y de su verdad, y para no permitir que la humanidad  nuevamente se perdiera como tantas otras veces sucedió, su Padre Creador decidió Él mismo venir al mundo y mostrarles el camino.

Tan inmenso y misericordioso fue el impulso de Dios para la humanidad, impulso nunca antes dado a ninguna criatura en el Cielo ni en la Tierra, que toda la existencia colocó sus ojos, su corazón y su esperanza en este mundo.

Misterio entre misterios es la evolución de los hombres, hijos amados, donde los errores del pasado y la historia de antiguas consciencias universales se detienen para que se inicie una historia de redención y la revelación del Amor de Dios para toda la vida.

Aún ningún ser de la Tierra fue capaz de comprenderse a sí mismo y de profundizar, estando en vida, tanto en su origen como en el verdadero potencial de su esencia. Todos aquellos que recibieron de Dios la posibilidad de vivir la experiencia del Amor en este mundo, solo después de esta vida fueron capaces de percibir la oportunidad que recibieron.

Pero hoy, hijos Míos, ustedes son llamados a vivir el mayor milagro de este y de todos los tiempos, el milagro del despertar de la consciencia, el milagro de la unión de los tiempos, el milagro de comprender lo que fueron antes de llegar a este mundo y cuál es la esencia y el propósito de sus vidas. Son llamados a vivir el milagro de la Ciencia y de la Sabiduría Divina para comunicar al mundo Su Verdad, no solo con el verbo, sino sobre todo con la propia vida.

Hace más de dos mil años, a pedido de su Creador, reuní a los discípulos y compañeros de Cristo para que el Espíritu Consolador vertiera, sobre ellos, Lenguas de Fuego. Su misión era anunciar la Buena Nueva de la llegada del Mesías y plasmar en la consciencia y en la historia de la humanidad la presencia y el ejemplo de Dios entre los hombres.

Hoy los reúno para que el Espíritu Consolador les dé fortaleza, despierte en ustedes el Don de la Ciencia, que se convierte en sabiduría y discernimiento. La ciencia para despertar, hijos amados, la ciencia para saber cómo actuar y cómo hacerse responsables no solo por la propia redención, sino por la sustentación de este mundo en transición.

En cuanto Mis últimas palabras resuenan en el mundo, Yo les derramo Gracias en medio de la Justicia, les traigo Dones entre las correcciones, porque es necesario que sean corregidos, pero también es necesario que despierten y cumplan el Propósito de Dios.

Así como el Creador vino al mundo cuando la humanidad estaba perdiendo su propósito y les mostró el Camino, la Verdad y la Vida, hijos Míos, Él vendrá nuevamente, a mostrarles la revelación de Amor dentro del caos, a mostrarles el despertar de la Verdad en el ápice de la ilusión del sufrimiento humano. Vendrá para que sepan cómo unir los tiempos y las dimensiones y así lo hagan no solo en este mundo, sino en toda la Creación, porque no solo la Tierra necesita de redención, toda la vida debe aprender a retornar a Dios, y esto acontecerá a través de la plenitud de sus vidas y de la expresión de lo que verdaderamente son.

Yo los amo, los bendigo y con la profunda humildad de Mi Inmaculado Corazón les agradezco, para que ustedes aprendan que a través de la gratitud el Cielo se abre y el Creador toca todos los corazones del mundo.

Su Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN POTRERILLOS, LUJÁN DE CUYO, MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Era una vez, en el tiempo eterno, un Propósito infinito y amoroso del Único, en el que quería reflejar Su experiencia a través de una Creación formada y constituida por muchos tipos de vida.

Así, se crearon primero los Universos, sus galaxias, soles y estrellas; luego se crearon las nebulosas y, dentro de ellas, ya habitaban las dimensiones y los planos de consciencia.

Más tarde, cuando esa primera Creación había madurado, vibratoria y espiritualmente, el Padre con todo Su Amor, fijó Su mirada en un punto del Universo, en donde un planeta, el que más había brillado, generó una condición espiritual mayor que era capaz de albergar y de recibir un Proyecto.

Para eso el Padre pidió que ese tesoro del Universo, que se estaba expresando espontáneamente, recibiera uno de los elementos y fluidos más especiales de la Creación: el elemento agua, para que lo que sucedería después, tuviera el apoyo necesario para poder desenvolverse y evolucionar.

Ese elemento traería para la consciencia humana, que fue el último proyecto realizado, la capacidad interior y también material de recordar su origen no solo desde el vientre materno, sino también su origen superior.

El elemento agua es la base fundamental para el equilibrio emocional y sentimental del ser humano. Por eso, en la creación del planeta Tierra, el Padre le quiso conceder a Sus hijos la mayor cantidad de océanos y de mares para que no sintieran la desconexión espiritual del vientre materno.

Es así, que el Proyecto humano fue acompañado desde el principio, y ha sido el Proyecto genético más privilegiado porque el propio Proyecto, para poder ser corregido y redimido, recibió la encarnación del Hijo de Dios para que la raza humana encontrara un camino directo por donde poder retornar a su verdadera esencia.

Fue así que otros seres humanos se ofrecieron para que el Proyecto pudiera perdurar y alcanzar el mayor grado de perfección, lo que fue posible por todo lo que enseñó Cristo, que fue el camino del Amor y del Perdón.

Por eso todos los seres humanos bajo cualquier condición tienen la posibilidad, dentro de todo el Universo, de vivir y de experimentar el Amor de una forma directa y sin grandes esfuerzos; un Amor que proviene del espíritu, un Amor que trasciende los errores y que pacifica, que amplía la consciencia y que abre los sentidos internos para poder vivir conscientemente el Plan y la Voluntad de Dios.

Este pequeño planeta azul, dentro de la Creación, es la escuela predilecta en donde otras consciencias universales pueden aprender sobre cómo el Amor verdadero por el Creador, por el Padre Supremo, puede mover los acontecimientos y puede conceder milagros de vida y de redención.

La llave está en vivirlo y en confiar en el poder del Amor Mayor.

¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el principio de la Creación Divina, aun antes de la existencia de los ángeles y arcángeles, de las dimensiones y de las estrellas, el Creador escribió una historia en el Espejo de Su Corazón. Hizo nacer un pensamiento de Su Amor y lo manifestó en colores y en sonidos. Para verlo, lo reflejó en un Espejo que emanó de Su interior y todo comenzó a plasmarse, desde un puro sentir divino.

La historia pensada por Dios y escrita de forma inmaterial en el Espejo de Su Corazón fue repartida entre las dimensiones y colocada en el interior de cada una de Sus criaturas. Todos los hijos de Dios guardan, en sí, una parte de Su Pensamiento. La historia de la Creación se completará cuando todos esos espejos se vuelvan a reunir en uno solo y todo lo que estaba escrito en cada uno de ellos se haya manifestado.

La historia inmaterial, escrita en los espejos, toma vida cuando los seres encuentran la Voluntad Divina en el propio interior y cada paso dado para el cumplimiento de esa Voluntad se torna una información de luz que colma su espacio inmaterial en los espejos de los corazones. Es como si con sus vidas, hijos, pintaran el diseño de la Voluntad Divina para cada uno de ustedes. Este Arte Universal, plasmado en los espejos, se completará cuando todos regresen al Corazón de Dios.

Para manifestar esta Obra Divina, busquen esa Voluntad en los espejos de sus corazones y exprésenla. Encuentren allí los misterios del Origen, el camino de retorno y el sentido del presente, del ahora. Todo esto está en su interior.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN MEDJUGORJE, BOSNIA Y HERZEGOVINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Por donde pases, busca rescatar con tu corazón los principios espirituales para que lo sagrado despierte, poco a poco, y revele sus misterios.

Deja que la paz habite en tu interior y que la reverencia more en tu consciencia para que puedas reconocer la presencia de la Jerarquía en los lugares sagrados, más allá de las apariencias humanas.

Que tu corazón esté siempre elevado hacia lo alto, unido y en sintonía con el Propósito Divino, para que de esta forma, hijo, prestes un servicio al mundo, uniendo las dimensiones superiores con la vida sobre la Tierra para liberar lo que está oscuro en el planeta, a través de la armonía y de elevación de la consciencia.

La humanidad debe ingresar en un nuevo ciclo para aproximarse a la realidad divina y ese ciclo es de un contacto interno más profundo y verdadero, porque esto es lo que permitirá a los seres discernir y dar los pasos correctos en el tiempo que llegará. Su consciencia debe aprender a estar elevada, más allá del caos y de las apariencias; colocada en la Verdad a través del amor, del silencio y de la oración. Así, no solo encontrarás la paz, sino que serás vehículo de esa paz para el mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Tu primera conexión con el Universo debe ser la oración, porque la oración es la que preparará a tu consciencia para cruzar las dimensiones y ser digno de encontrar a Dios y a Su Verdad universal y divina.

Para adentrar en los portales y revelar los misterios más sublimes del Cosmos infinito, debes primero entrar en los portales de tu propia consciencia, revelando el lodo y el barro que debes transformar antes de llegar a Dios.

Tanto para cruzar los portales del Cosmos como para cruzar los portales de tu propio interior hay algo que tu consciencia debe saber: sin amor, nada te será revelado. El amor es lo que te hace digno de estar en Dios, y es el mismo amor el que te permite lidiar con las miserias de tu consciencia, transformándolas de forma correcta.

En oración, aprenderás a amar. Por eso, ora y deja que sea el propio Dios quien conduzca tu consciencia hacia los portales que ya estás preparado para cruzar.

No temas, hijo, porque tanto el autoconocimiento como el conocimiento del Cosmos son fuentes de sabiduría y de evolución, son revelaciones que se complementan y que son necesarias para retornar plenamente al Corazón del Padre, aunque estén en vida.

De la misma forma como decimos que hay muertos en vida, también decimos que es posible retornar a Dios en consciencia y seguir en este mundo. De esta forma, los seres estarán en Dios, en Su Pensamiento, en Su Sentimiento, en Su Mente, en Su Corazón y, como un lápiz en Sus Manos, diseñarán la manifestación de Su Plan en la Tierra.

Todo comienza con la oración, pero no con la oración vacía, con distracciones o por obligación. Todo comienza cuando los seres aprenden el verdadero valor de orar y oran con el corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Sábado de Aleluya fue marcado por el silencio y por el vacío, en el cielo como en la Tierra. El Corazón y el Verbo del Creador se silenciaron, y el propio Dios se recogió en lo profundo de Su Corazón. Allí se gestaba el poder de la Resurrección de Cristo, la sabiduría de la eternidad, el renacimiento y la renovación del Amor.

Ya no sería por la ciencia que el universo conocería la eternidad y el prolongamiento de la vida. La resurrección espiritual era algo nuevo, nunca vivido en toda la Creación de Dios; y hasta aun los sabios y los arcángeles acompañaron en silencio el movimiento de amor que, en todas las dimensiones, hacía resurgir la vida de Cristo.

Su Espíritu, que había entregado todo de Sí, tocó al Padre con su experiencia y volvió hacia la Tierra para que pudiera renovar Su Amor.

Dios acompañaba, en profundo silencio, el Amor que nacía de Su Hijo. Hasta el propio Creador aprendía de Su entrega y de Su Resurrección.

Por el poder perfecto del Amor, Su Alma, Espíritu, Divinidad y Cuerpo humano y material se encendieron y se reconstruyeron. El Amor era el aire que volvía a circular en Sus células. El código de la cristificación dio vida a Su Sangre, a Sus órganos físicos y espirituales. La vida recobraba su sentido.

El Amor de Cristo permanecía expandiéndose más allá de los niveles materiales. Su entrega siguió creciendo y penetrando dimensiones desconocidas, tanto en el cosmos como en las dimensiones más oscuras de la vida material, los llamados infiernos terrestres.

Como una ola que caminaba en todas las direcciones del mar de la Creación, el Amor de Cristo recorría los universos y las manifestaciones de la vida. Al mismo tiempo que tocaba a todas las criaturas, la propia experiencia de Amor hacía que Su Cuerpo reviviera y se renovara en una nueva vida, imperecedera, una vida omnipresente y omniabarcante. Una vida que no tiene una dimensión propia y que al mismo tiempo habita en todas las dimensiones, vida eterna por ser vida en Dios, en la unidad con el Creador.

Así como el Padre está en todas las cosas, también el Hijo lo está. Su Cuerpo se podría manifestar en la materia como en las supradimensiones. Y donde no hay materia ni colores y sonidos, solo la existencia silenciosa e invisible, allí también está el Hijo de Dios. Todo se une en Su Amor.

La Resurrección de Cristo no se explica con palabras o con ciencias, porque trasciende todas las ciencias, todo entendimiento y toda sabiduría. El propio Creador, en el Sábado de Aleluya, se renovaba y con Él, toda la Creación. 

El silencio es la única explicación para lo que allí acontecía. En el silencio podrán experimentar ese Amor que todo abarca. Plenitud, omnipresencia, vida, todo se hizo nuevo en el Sábado de Aleluya y se manifestó en el Domingo de Gloria.

Mediten, sientan y experimenten los códigos de esta experiencia divina.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla la perfección del cuerpo humano, su ciencia, sus sistemas, sus órganos, sus células y sus átomos, aún tan desconocidos para la mente de los hombres. 

Solo observa la perfección con la cual la vida fue diseñada y abre tu consciencia para penetrar en ese misterio de amor y de gracia.

El Espíritu de Dios, con Su Soplo, manifestó la perfección de las estrellas en la composición humana. Y así como el Creador tiene Su Cuerpo vivo en el Cosmos y en las diferentes dimensiones, también los seres humanos, semejantes a su Padre y Dios, guardan en el misterio de sus vidas no solo el poder creador, sino también el infinito Cosmos que se espeja en cada pequeño espacio de la expresión humana.

Para descubrir la vida oculta y divina que se manifiesta en ustedes mismos, necesitan aprender a ser reverentes con su propio cuerpo, con su mente, con sus sentimientos, con su alma y con su espíritu. Porque la llave de la reverencia les abrirá las puertas más profundas al autoconocimiento, a la ciencia del propio cuerpo, del espíritu y de la consciencia.

Ser reverente consigo mismo es saber que están delante de una parte del Creador, saber que sus cuerpos son el templo que guarda a sus almas durante el aprendizaje en este mundo y que ellos también son una morada divina, una morada de la esencia del Amor y del Espíritu de Dios.

Respetan a sus cuerpos cuando viven con gratitud, cuando se alimentan con gratitud y cuando son consecuentes, cada día, con lo que llevan en su interior sin exponer sus mentes y sus sentimientos a estímulos retrógrados, buscando que sus cuerpos siempre sean estimulados hacia su origen en Dios y no permitiendo que cada día estén más perdidos y distantes de su verdad.

En este tiempo, todo lo que son se debe elevar porque la genética humana está llegando al punto correcto de su transformación, al retorno a su origen de pureza. Y los que despiertan deben caminar hacia esto con consciencia, colocando sus cuerpos ante la Verdad y el Amor, colocando su pensamiento en el Pensamiento Divino, sus células en lo que es puro, sus sentimientos en lo que los conduce al Amor de Dios y así, poco a poco, una a una, sus células despertarán y se encenderán en el propósito para el cual fueron creadas.

Sé que hoy les hablo de un misterio, pero deben comenzar a caminar hacia esos misterios para descubrir la ciencia de la propia consciencia, para retornar al Tiempo de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que brille el sol de la esperanza en el interior de los que oran, para que jamás tengan miedo del porvenir y de lo desconocido.

Que pulse la esencia de las profecías divinas en el interior de los que tienen fe para que, siendo conocedores de ellas, sepan que su triunfo es cierto y que su Gracia sigue a toda oscuridad y dificultad.

Que nazca, despierte, crezca y se multiplique el amor en el interior de los que se esfuerzan todos los días para imitar los pasos del Señor y vivir, como Él, la cruz de estos tiempos.

Que se unan las dimensiones a través de la esencia de los que se autoconvocaron para estos tiempos, y que así descubran el verdadero sentido de la existencia humana.

Que el conocimiento de la verdad y la sabiduría de la vida universal sean el escudo de los corazones que aspiran a vivir en paz la transición de los tiempos. Sus espíritus se sustentarán en la certeza de que esta vida es una escuela de pasaje hacia lo que es real y eterno.

Por eso, hijos, fortalezcan su mundo interior. Busquen la verdad a través del conocimiento que les entregamos. Sirvan y sean la luz puesta sobre la mesa de este mundo.

Profundicen en su entrega y donación a Dios y verán el nacer, el despertar, el crecimiento y la multiplicación del amor en sus corazones.

Sean lo que verdaderamente es ser un ser humano y vivan el verdadero propósito de su existencia.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Despertar es comenzar a recordar que, antes de la vida en la Tierra, una vida mayor existía.

Despertar es recordar que, antes de sus cuerpos de carne, en cuerpos de luz sus almas vivían.

Despertar es comenzar a comprender la inmensidad de la Creación Divina y no limitar, a la vida en la Tierra, el Poder que tiene Dios para darle vida a los seres.

Despertar es comenzar a comprender la vida, lo que sienten, lo que piensan, las raíces de sus acciones y de su forma de vida, las raíces de sus costumbres, de su cultura, de su esencia humana.

Despertar es comenzar a recorrer un camino más amplio en el cual, al mismo tiempo, que se avanza se retorna a Dios. La evolución sucede cuando los seres comienzan a retornar, llevando consigo los aprendizajes que aportan a la renovación de la Consciencia Divina y a la evolución de la vida en todas las dimensiones.

Despertar es vivir en comunión y en humildad. Cuanto más se reconozcan pequeños e ignorantes, más estarán dentro de la grandeza y de la Sabiduría de Dios.

Despertar es reconocerse parte verdadera de Dios y saber que, en este Todo que es el Padre, una amplia e infinita Vida habita.

Despierten, hijos, del sueño en que viven, porque llegó la hora de retornar, como humanidad, al Corazón de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El sentimiento de Amor de Mi Corazón en el Nacimiento de Jesús

Desde Mis primeros años de vida, y antes de ellos, fui preparada por Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Sus promesas, esas que estaban guardadas en las palabras de los Profetas, en los Libros Sagrados de nuestro pueblo.

Mi Corazón amaba al Señor con todo fervor y ese mismo Amor permitía que en Mis oraciones Mi Consciencia cruzara las dimensiones para estar delante de Dios.

Contemplaba, así, esa Fuente eterna de Vida y Su Silencio. Observaba cómo toda la vida se renovaba a través de los rayos, sonidos y colores que partían del Corazón de Dios y que eran conducidos por los ángeles y arcángeles hacia los diferentes Universos.

Mi Corazón solo aspiraba a silenciarse con Dios para estar allí, en aquella dimensión de la consciencia, en donde todo era quietud y paz.

Fue así que, contemplando la Consciencia Divina, el Creador Me reveló los misterios de Su Creación; Me mostró el momento en el que Su Amor se expandió y dio origen a la vida manifestada a través de las dimensiones; Me mostró el momento en que eran creados los primeros Espejos del Cosmos y cómo ellos servían para conducir el Amor y la Voluntad Divina hacia todo lo que había sido creado.

En Su Silencio, el Señor Me reveló la gracia de la expresión de la Divina Trinidad y cómo nació, de Su Corazón, Su Divino Espíritu y Su Hijo. Y, al fin, a través del Arcángel Gabriel, el Creador Me reveló que Su Amor se manifestaría en la vida como cuerpo, alma y espíritu humano, ocultando todo ese misterio antes revelado.

Delante del Arcángel Gabriel Mi Corazón se expandió y todo el Cosmos y las realidades sublimes que antes Yo contemplaba delante de Mis ojos, a través de los portales de luz que se abrían en el cielo, ahora comenzaban a ingresar en Mi interior; en Mi Vientre se guardaba todo ese misterio divino.

Primero el Creador hizo morada en Mi Corazón; después en Mi Consciencia y, entonces, en Mi Cuerpo, haciendo que todos los niveles de Mi Ser experimentaran Su presencia divina.

Cuanto más Yo vivía a Dios, más Yo Me silenciaba, porque Su Amor inundaba Mi Ser de forma que no había lugar para expresiones Mías, sino solo de Dios.

Cada día que pasaba, y que el Niño Dios crecía en Mi Vientre, era como contemplar otra vez la Creación de los Universos, la manifestación de los Aspectos de Dios, el nacimiento de los ángeles y de los arcángeles a través de los más puros sentimientos del Padre. Pero en aquel momento, hijos Míos, eso sucedía dentro de Mi Vientre.

Un Cosmos interior despertaba en Mi cuerpo físico y todo lo que Yo era, como parte de la vida humana, se transformaba en un Espejo de la Consciencia Divina. El Espíritu de Dios se espejaba en Mí y, así como Él le dio la vida a todo lo que habitaba en el Universo, ahora Él gestaba una vida nueva en Mi Vientre Materno.

Expreso hoy con palabras lo que fue vivido en el silencio para que sus corazones participen de los misterios de la vida y los amen, a fin de que busquen la verdad sobre sí mismos.

Cada día de Mi gestación fue acompañado de una revelación divina y Mi Espíritu se regocijaba en Dios, en la eterna presencia de los ángeles, como si Mis pies ya no tocaran la Tierra, sino que vivieran constantemente en la renovación de la vida en las dimensiones divinas.

Mi Casto Esposo José acompañaba Mi silencio y también se silenciaba. Eso le permitía comulgar de los misterios, a pesar de que Él no los comprendía y no los vivía con la misma profundidad.

En el Camino hacia Belén, Yo acompañaba con amor cada prueba que Él vivía y, en Mi silencio, dejaba que la humanidad se transformara y se convirtiera a través de Su Casto Corazón. Ya llegaba el momento en que el Espíritu de Dios inundaría Su Corazón y, sabiendo que todo tiene su tiempo, Yo solo silenciaba y dejaba que el Amor de Dios, que pulsaba en Mi vientre, se expandiera hacia Su humilde y fiel Corazón.

El Nacimiento de Cristo fue sentido por Mí como una nueva Creación, una nueva expansión divina. Mi Consciencia se trasladó al Cosmos y, viendo al Dios Único multiplicarse, sentía a Su Hijo nacer y expresarse en la materia.

Los ángeles cantaban gloria y aleluya y emanaban sonidos jamás escuchados en la Tierra. El Silencio de Dios se expandía como ondas de amor y todo eso Yo lo sentía en Mi Corazón.

Tener a Mi Hijo en los brazos Me hizo compartir el Amor de Dios al multiplicarse. El primer sentimiento de maternidad de toda la vida provenía de Su Corazón. Y, como algo sublime e indescriptible, un sentimiento renovado de Amor, un Amor que no vivía en la Tierra, Mi Corazón vivió una nueva expansión de luz.

Sientan, hijos Míos, este Amor que se guarda en la memoria de Mis palabras y dejen que, en este día de gloria, esta expansión de Amor viva, en algún grado, dentro de ustedes.

Hoy les revelé los más profundos sentimientos de Mi Corazón y con palabras simples les di a conocer aquello que no se explica, sino que solo se vive.

Para comprender verdaderamente lo que les digo, deben dejar que Mis palabras ingresen en sus corazones y originen un estado nuevo dentro de cada uno de ustedes.

¡Les agradezco por confiar en los impulsos que provienen del Cielo y por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MACHADO, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Ciencia, madre de todas las ciencias, es el Amor Divino.

El amor renueva, transforma y convierte todas las leyes, en todas las dimensiones. 

Del Amor de Dios nació la expresión de toda la vida manifestada, en este universo y en todos los otros.

Del Amor de Dios surgieron Su Espíritu y Su Hijo, Fuentes de vida nueva que dieron origen a todos los rayos, a todos los sonidos y a todos los colores que vibran en las diferentes escuelas de la vida. 

Del Amor de Dios nacieron los ángeles y los arcángeles. Sus emanaciones multiplican ese Poder divino para todos los seres y lo protegen en su interior para que siempre tengan la posibilidad de desarrollar el amor, dentro de sí mismos. 

Del Amor de Dios surgió la esencia de los seres humanos, como semilla de una nueva fuente, una gota que, cuando es multiplicada, se transforma en un nuevo mar. Esta es la esencia de los hombres, esto es lo que portan en su interior: un potencial de renovación de toda la vida, llamado amor. 

Busquen dentro de ustedes ese misterio y dejen que esa pequeña gota de Dios, en su interior, se multiplique, crezca y, en su ápice, sea una nueva fuente de vida. 

Dentro de ustedes, hijos, se encuentra un cosmos nuevo, pleno de posibilidades, en el cual todas las criaturas pueden encontrar la renovación. Esta es su misión como seres, como hijos de Dios: renovar todas las cosas. 

Amen y verán surgir dentro de ustedes una nueva vida. 

Amen y verán los principios divinos despuntando en el propio interior.

Amen e instituirán en la Tierra una nueva vida, porque el amor convierte las leyes del pasado, que hasta entonces guiaron a la humanidad, y les da a todos los seres la oportunidad de recomenzar. 

Amen, descubran y vivan el propósito de su existencia.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¿Hijo, no ves que el mundo agoniza?

De las entrañas de la Tierra son expurgados los males que le ocasionan heridas profundas y espirituales. De las entrañas de los hombres son expurgados los males milenarios, frutos de una historia construida con base en errores y desvíos, en decisiones sin Dios, en corazones sin amor.

Como tu Señor en el huerto Getsemaní, cierra tus ojos y observa el mundo; ve cómo el planeta agoniza y la consciencia de los hombres se estremece sin percibirlo. No conocen la razón de sus males y catalogan nuevas enfermedades para darle nombre a una vida vacía de Dios o plena de una profunda ignorancia.

Como tu Señor en el huerto Getsemaní, observa la vida sobre la Tierra y ve, hijo, como solo un gran Amor podrá curar a este mundo.

El Amor es esa potencia desconocida y oculta que hizo que el propio Dios se multiplicara y se espejara en Sus criaturas para que ese Amor se tornara vivo y se renovara, de tiempo en tiempo, en un Amor Mayor.

El Amor crece cuando el corazón se aparta de la ignorancia y se adentra en la Verdad. El Amor se multiplica cuando el ser no solo conoce la Verdad, sino que la vive, expresando su sabiduría por medio de acciones de amor.

El camino hacia la Verdad es la oración, la que los coloca en dimensiones internas, que están más allá de toda la ignorancia. Por eso, ora y clámale al Padre por Su presencia. Elévate hacia Su Corazón y desde adentro del Corazón de Dios observa el mundo y la vida, así como lo hizo Su Hijo en el Huerto Getsemaní.

Ve que no hay límite para el Amor, porque él es infinitamente necesario en la Tierra y mucho más allá de ella.

Ora, hijo, y encuentra una causa mayor para tu propia vida. Encuentra la causa de Cristo, la causa de Dios, el sentido de tu existencia que se guarda en la necesidad que tiene la vida de una constante renovación en el Amor de Dios.

Observa cómo en el silencio de tu corazón puedes servir y en la sinceridad de tu espíritu puedes traspasar fronteras. Sin una vida espiritual verdadera y profunda nada tendrá sentido. Esta es la gran sed del mundo; esta es la sed de Cristo; esta es la Sed de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VUELO DESDE LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, HACIA LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el Relicario de Mi Corazón en lo profundo de las dimensiones divinas y encuentra allí la puerta a tu propia redención.

Contempla el Relicario de Mi Corazón y encuentra en él un ejemplo de superación y de humildad, un camino para seguir y encontrar a Cristo, para encontrar a Dios.

Contempla el Relicario de Mi Corazón y encuentra en él un ejemplo de servicio y de caridad, la caridad crística que, más allá de los actos de compasión, te conduce al despertar del Amor que hace de ti un fiel imitador de Cristo.

Contempla el Relicario Espiritual de Mi Corazón y encuentra, en los relicarios de madera que Yo consagré y que consagraré en el mundo, un puente hacia el Corazón del Padre, una inspiración para tu pequeña vida, la fortaleza que se guarda dentro de ti y que aún no pudiste encontrar.

Contempla el Relicario de Mi Corazón y sabe, hijo, que en la humildad de este Corazón, delante de tus ojos, se encuentran Dones Divinos y Espirituales, Dones que provienen de Dios y que te llaman al despertar, Dones que te invitan a expresar la semejanza con el Padre en la eterna trascendencia de tu condición humana, para que, un día, finalmente retornes a tu Origen Celestial.

Recibe la Gracia de contemplar el Relicario de Mi Corazón, no por Mí, sino por todo lo que Dios Me entregó y que hoy Yo le ofrezco a la humanidad como símbolo de Mi servicio perpetuo a Su Corazón de Amor.

Tu Padre y Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los Planes de Dios y todos Sus designios se pueden cumplir en la humanidad cuando emerge de los corazones la verdadera adhesión.

Esa incondicional adhesión es la que permite manifestar los Planes del Altísimo y es la que le concede a la humanidad la oportunidad de recibir Gracias y Misericordia.

Pero cuando esa adhesión por parte de las almas es trabajada honestamente, lo que antes era un designio, o incluso un Propósito Divino, se convierte en realidad porque en el mundo interno de las consciencias existe apertura y disposición a cumplir todo lo que el Universo Divino programa.

Eso también permite la redención y la conversión de los corazones. De esa forma, desde el Universo se derraman gracias que están llenas de oportunidades y que le concederán la cura a la humanidad.

Luego de que las almas den el paso y ayuden a concretar el Plan, después de que se cumpla el Designio como estaba previsto y pensado, allí será cuando los corazones tomarán consciencia sobre la importancia de siempre llevar adelante la Voluntad de Dios, que es una Voluntad que abarca muchas dimensiones y a muchas consciencias.

¡Les agradezco por responder al Propósito Divino!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con Mi gran Consciencia Celestial, desde la decimotercera dimensión del plano espiritual, todos los días a las tres a la tarde, por un período, desciendo íntegramente, a fin de establecer en la consciencia profunda de la humanidad despierta los códigos divinos de Mi Glorificación.

A pesar de que en este tiempo la humanidad esté inmersa en una batalla material atroz, su Maestro y Señor, desde la decimotercera dimensión de la Consciencia Única y Divina, desciende en esplendor y en luz para derramar en ciertos lugares del mundo estados de paz inalterables, los que aún permitirán mantener al planeta en su eje y equilibrio.

Desde esa dimensión superior vengo todos los días, sin restricciones y sin obstáculos, para preparar a los Míos para el gran y esperado momento en que el Hijo del Padre retornará entre las nubes, para poner fin al cautiverio de la humanidad.

Mientras lo más grave está aún por suceder, desde la decimotercera dimensión de la Consciencia Divina, su Maestro trae para los universos internos de los seres, todos los impulsos lumínicos y ascendentes que necesitarán para poder representarme fielmente en la humanidad, en este tiempo.

Para ello, en poco tiempo le daré a conocer a los Míos la verdadera Faz de su Maestro y Señor. Y cuando esa Faz sea revelada al mundo entero, en el momento más agudo de la Tierra, nadie podrá rechazarla o desmentirla. Al contrario, la revelación superior será tan fuerte e intensa que no habrá creyente o ateo que se pueda resistir.

Por eso, su Maestro y Señor mueve acontecimientos importantes en esta área del hemisferio del planeta, preparando a esta parte de la raza como testigo de la venida de Cristo a la Tierra.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice paternalmente,

Vuestro Redentor, Cristo Jesús

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuanto más las agujas del reloj se pierden del tiempo y las horas que antes medían los días ya no pasan con el mismo ritmo, se aproximan a este mundo la Verdad y el Tiempo de Dios.

Las horas de la Tierra se revelan como una ilusión. Las estaciones y los días ya no son los mismos de tiempos atrás, porque la Tierra no está en el mismo punto, está en constante movimiento de aproximación a las dimensiones del Universo.

Los corazones de los hombres temen el caos y la perdición, porque sus almas pueden vislumbrar los abismos que se abren ante las vidas vacías de sentido.

Y aquellos que pueden sentir la angustia de sus interiores y escuchar la voz de sus almas, están buscando un camino por el cual caminar seguros.

¡Oh, corazones del mundo! Ha llegado el momento del Tiempo Eterno, de la disolución de la ilusión, de la absolución de los pecados, de la reparación del Corazón de Dios, tantas veces herido por los hombres.

Las últimas puertas para el despertar se están abriendo. Envíen su "sí" al Universo y dejen que el preconcepto, el temor o la incapacidad de buscar a Dios, den lugar a un nuevo ciclo en sus vidas.

Anímense con el ejemplo de los que dicen "sí" y déjense quebrar por dentro, para que sean reconstruidos por las Manos de Dios.

A los que están con los pies en el camino de una Vida Superior, les digo: no se permitan titubear.

Sean rectos, firmes consigo mismos y verdaderos. Sean mansos y simples, y den a conocer la alegría que nace en sus corazones al encontrar a Dios, más allá de las miserias humanas, porque esta alegría y este ejemplo animarán a las almas que están indecisas entre la Luz y el caos en este tiempo.

Sean instrumentos de auxilio para la definición humana; y eso no se hace de otra forma sino sirviendo, amando y dejándose corregir, transformar, purificar, redimir y elevar a Dios.

Colóquense, hijos del Nuevo Hombre, en los Brazos de Dios, en Su nueva y última Barca. Y aún en aguas agitadas y llenas de la furia propia de esta batalla espiritual, asegúrense firmes en la fe, no se dejen arrojar en el mar de las ilusiones del mundo.

Recojan de Mis Palabras la Fortaleza. ¡Escuchen el eco de la Voz de Dios en Sus Mensajeros y sigan adelante!

¡Remen! ¡Y nunca dejen de remar! Alcen las velas blancas del triunfo de la Paz y salven a los que se perdieron en estas aguas de ilusión. Tienen Mi Bendición para eso.

Su Padre y Amigo, este que siempre remará con ustedes y en silencio les ayudará a mantener, en lo alto, las velas de esta nueva y última Barca de la Salvación y de la Redención de la vida humana.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En estos tiempos, el Espíritu de la Paz los llevará a concretar cosas que parecerían imposibles. Por eso, su alianza con el Padre Eterno, diariamente trabajada, construye ese puente que es capaz de traer, desde el universo, los principios de cura.

El Santo Espíritu de la Paz actúa en todos los planos de consciencia y trae entendimiento en el momento de tomar grandes decisiones.

Será este Santo Espíritu de la Paz que viene a su encuentro, de tiempo en tiempo, él que nutrirá su presencia de preciosos dones que construirán una nueva consciencia y un nuevo ser.

De esa forma, el Santo Espíritu de la Paz los colmará y les hará comprender misterios universales que están lejos de los que son ambiciosos y orgullosos.

Es este Santo Espíritu de la Paz, el que les traerá la sagrada humildad para vivir en la resignación diaria y en la entrega absoluta, bajo el gobierno de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

De Mi Vientre purísimo nace la vida cósmica y esa vida se proyecta en las diferentes dimensiones de la Creación.

Mi Vientre de Luz gesta lo nuevo y todo ser o consciencia que él recibe es transformado por Mi Luz maternal.

De Mi Vientre nacen los Rayos inmateriales que circulan por los universos para ordenar y gobernar bajo la armonía universal.

De Mi Vientre luminoso pueden nacer las nuevas vidas espirituales en los corazones que se entregan a Mí, incondicionalmente.

Del Vientre purísimo de su Madre del Mundo parte el Principio de la Creación y así, de tiempo en tiempo, la Creación se renueva y todo evoluciona dentro del universo de la Luz de Dios.

En Mi Vientre castísimo doy vida espiritual y esencial a lo que aparentemente estaba muerto.

Mi Vientre resucita al espíritu perdido y recupera por medio del Principio de la Cura a las almas que se apartaron de Dios.

Mi Vientre es un universo nuevo que gesta el amor para la Nueva Humanidad.

Quien se coloca dentro de Mi Vientre será iniciado en una nueva etapa y estará en Mí y Yo, como Madre, estaré espejándome humildemente en las criaturas de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, Mi Corazón pulsa de amor, el amor recibido de Sus hijos. Por eso Él pulsa intensamente para traer al mundo la Paz.

Es este Corazón humilde que refugia a todas las almas, el que trae, para estos tiempos, el camino, el puente hacia la salvación, en Cristo Redentor.

Este Corazón siempre les trae lo nuevo, porque es un Corazón que vive el Plan de Dios y que invita a los corazones de todo el mundo a unirse a esta propuesta de luz y de hermandad.

Hoy traigo la Luz que sus corazones concibieron en el Mío. Para ustedes, esto les parecerá un misterio, pero en verdad es posible cuando sus voces se unen a la Mía en oración. Así se cumple este misterio que aún puede ser más profundo, cuando la oración es hecha con amor y de corazón.

Con esto les muestro, queridos hijos, cómo en estos tiempos de crisis planetaria, sus almas y espíritus se pueden expandir en la Consciencia de Dios a través de Mi Corazón, que hoy pulsa por el mundo. Y habiendo sentido la respuesta de sus corazones a la súplica de la Madre de Dios, es este Corazón humilde y pacífico el que les abre las puertas hacia realidades sutiles, en donde pueden vivir las consciencias, que sólo buscan estar en Dios todo el tiempo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que la Madre de Dios hoy les concede la aproximación hacia Universos Mayores, en donde la Vida divina, el Amor supremo y la Unidad fraterna habitan, y son como una fuente inagotable que renueva a las almas y consciencias que allí existen para solo servir a Dios y aspirar cumplir con Su Voluntad.

Hoy a través de Mi Consciencia Maternal, elevo sus almas hacia las estrellas, en donde habitan millones de soles y muchas consciencias, que viven esa confraternidad con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

Ingresen a través de Mi Corazón hacia esa realidad y vean delante de ustedes, en los planos internos, un luminoso camino guiado por los ángeles, que los conduce hacia esas realidades sutiles, en donde están la Unidad y el Amor, como atributos principales de la Creación.

Sigan ese camino, queridos hijos, con sus mentes y corazones. Coloquen la atención en Mi Inmaculado Corazón y vean como Él abre las puertas entre las dimensiones e ingresa a sus espíritus en el Tiempo Real. Sientan cómo todo es Uno; cómo sus almas y consciencias pueden estar unidos a Dios en una perfecta armonía y silencio.

Ahora, teniendo como referencia la Luz de Mi Inmaculado Corazón que ilumina ese camino hacia los mundos sutiles, sigan a su Madre Celeste por esa senda, en compañía de sus ángeles de la guarda.

Sientan en sus pechos una gran estrella de luz, dorada y brillante, de seis puntas. Dentro de esa estrella sientan ahora, su esencia interior, su verdadero origen y existencia, lo que siempre han querido saber de ustedes mismos, en este planeta y dentro de esta humanidad.

Siéntanse limpios y puros, conducidos por la mano de su Madre Celestial, camino hacia la Fuente Primordial. Sientan cómo se elevan sus seres; cómo todo queda liviano, porque existe la vibración de la Paz, lo que siempre han buscado y tanto les ha costado encontrar.

Pero ahora que están a Mi lado, como Mis hijos, Mis orantes y Mis siervos, tómense fuerte de Mi mano maternal. Tómense de Mi manto; colóquense debajo de él, así Yo los abrazaré y los conduciré sin miedo hacia su verdadera consciencia, hacia su verdadera realidad, que habita en lo profundo de cada alma.

Sigan caminando en confianza. Vean al lado de ese camino, las rosas de luz, que se abren y despuntan a los rayos del sol. Vean cómo esas rosas son las oraciones de todos Mis hijos que crean ese puente y ese camino hacia la Fuente Primordial, en donde existe el verdadero origen y la sublime alianza entre las consciencias y Dios.

Sigan a su Madre Celeste y vean en el final de ese camino, un gran portal que se abre en su universo interior. Véanlo como un gran horizonte, como un precioso atardecer que los ilumina y los nutre completamente. Vean cómo los ángeles abren ese portal para que las almas y espíritus ingresen en la morada de los simples, de los humildes, de los que pueden ser puros en Dios.

Crucen con su Madre Celeste ese gran portal para encontrar la vivencia del amor y de la fraternidad. Háganlo, queridos hijos, por todos los que niegan a Dios, por los que están olvidados y los que están perdidos de su camino espiritual y de su origen.

Vean, a través de este portal, una gran escalera de luz al Cielo. Vean, en lo más alto de esa Escalera, en su infinito y en su horizonte, la Consciencia de Dios, nuestro amado Adonai, irradiando Su Luz y Sus códigos a toda la Creación. Elevémonos a través de esa escalera de luz.

Sigamos en confianza adelante, porque sólo los quiero llevar a la Paz, al encuentro con su verdadero ser, con su verdadera existencia, que espera emerger en estos tiempos para gobernar sus vidas y sus esencias.

Siéntanse libres, a través de Mi intercesión, de todas las energías capitales, de todos los estímulos externos, de toda la vida superficial y material. Ahora son sus almas que están a las puertas de la Casa de Dios. No teman subir esa escalera. Den los pasos porque Yo los ayudaré. Soy su Madre Celestial y sólo quiero el bien para Mis hijos, que todos puedan vivir a Dios como Yo lo vivo.

Ya estamos en lo alto de esa escalera, próximos al horizonte de Dios. Veamos delante nuestro, un gran lago de luz, en profunda quietud y silencio. Veamos ese lago de color dorado, que brilla e irradia las leyes creadoras de Dios para todas las esencias que existen más allá de este Universo.

Ahora, miren a su Madre Celestial, frente a ese lago dorado de luz y permanezcan delante de él, así como permanece su Madre Celeste, en una perfecta sintonía y unión.

Vean ahora, emerger de ese lago una gran Esfera de Luz, más brillante que el Sol. Vean cómo esa Esfera de Luz se eleva por encima de ese lago de luz y cómo los ángeles a su alrededor, entonan alabanzas y cánticos de alegría al Todopoderoso:
 

¡Elohim, Elohim, Elah!, ¡Padre, Padre, aquí estoy!
 

Y ahora, ante esa Esfera de Luz y para que Ella se aproxime a sus consciencias, alabaremos al Todopoderoso, junto a Sus ángeles y arcángeles, decretando Su Nombre a través del Kodoish melódico. Nos mantenemos en quietud.

Y vamos a recibir ahora, queridos hijos, en nuestras manos, esa parte de Dios que cada alma necesita en este planeta y en esta humanidad, para poder vivirlo, para poder sentirlo y para poder cumplir con Su divina Voluntad.

Y ahora, queridos hijos, lleven sus manos hacia el corazón. Repitamos:
 

Sagrada unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unificanos en profunda fraternidad.
Amén.

 

Veamos cómo esta gran Esfera de Luz, la Consciencia de Adonai, se recoge dentro de ese lago. Los ángeles se postran con sus cabezas al suelo para reverenciarlo, para adorarlo, para glorificarlo, al igual que su Madre Celeste, que se postra al suelo para agradecerle infinitamente.

Reverenciemos a Dios.

Y ahora queridos hijos, así como hemos llegado hacia ese lugar, así retornaremos, hacia este lugar, en donde Yo Me encuentro con ustedes, para entregarles y donarles la instrucción de la Luz.

Bajemos por esa Escalera; veamos a su derecha y a su izquierda a los ángeles del amor; sintamos su presencia mientras Yo los conduzco, en dirección hacia ese portal, por donde hemos ingresado con el alma, a través del corazón, del espíritu de cada ser.

Veamos ese portal cerca de nosotros, así como la estrella de Luz en sus pechos, más brillante que el sol, en confraternidad y devoción.

Crucemos ese portal y veamos el camino que nos conducirá hacia este lugar, en la perfecta Unidad de Dios. Sintamos a nuestro lado al ángel de la guarda, tomándolos de la mano para conducirlos hasta aquí. Veamos cómo sus almas ingresan de nuevo a sus consciencias materiales. Sientan la vibración del Creador. Ya no pueden ser los mismos, al haberlo recibido en su universo interior.

Hoy les dejo este mensaje, esta experiencia de amor por todos los que no la tienen y que no la pueden vivir en estos tiempos. Sean bienvenidos ahora, al Universo de la confraternidad.

Me he tomado este tiempo hoy, con ustedes, por todas las almas del mundo. Deseo ardientemente que sigan acompañando a su Madre Celeste, en esta Sagrada Misión de Amor y de Liberación de la humanidad.

Con la autoridad celestial del Universo y del Todopoderoso, Yo los bendigo, y consagro también a los nuevos Hijos de María, por todos los hijos que vendrán. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Damos gracias a Dios por haber permitido a su Madre Celestial visitar nuevamente Portugal para derramar Sus Gracias, el Amor y la Cura en este lugar y para todo el planeta.

Cantemos “Maravillas”, porque esto es una maravilla de Dios, en todas las almas, para estos tiempos de transición; esto es obra de la Gracia y de la Misericordia de Dios, a través de los Sagrados Corazones.

Les agradezco infinitamente. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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