Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 40ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En donde aparenta no suceder nada, acontecen muchas cosas en aquel que está unido a Mi Espíritu.

Es así que hoy vengo a unir los pueblos y las creencias bajo una misma espiritualidad, aquella que Yo enseñé en el pasado a Mis apóstoles y a Mis seguidores a través del Evangelio, la regla del Amor. Esta es la espiritualidad para estos tiempos.

Muchos podrán proclamar Mi Nombre, pero en verdad, no estaré en ellos.

Muchos realizarán obras a través de Mi Nombre, pero, en verdad, no estaré en ellos.

Es la esencia de Mi Amor que permite todas las cosas en este tiempo.

Por eso hoy les aproximo la Gracia de que ustedes estén en Mí, y Yo en ustedes. Es en esta simplicidad que siempre Yo los quiero ver, y no en la opulencia, ni en el poder.

Yo destierro con Mis Manos a los que dicen gobernar a través de Mi Nombre.

Yo vine a enseñar en el pasado para que aprendieran a amar, a perdonar y a comprender al semejante.

Yo vine a estar con todos, sin excepción. Me senté  a la mesa con los ricos, Me senté en el suelo con los pobres, conversé con prostitutas, convertí a los ateos y rescaté a aquellos que habían hecho adulterio, porque Yo vengo a ver en ustedes la esencia de sus almas, que es lo que no se puede perder y es lo que muchos están perdiendo en este tiempo.

Vengo a reconectarlos con el compromiso que hicieron Conmigo hace mucho tiempo atrás, del cual hoy no son conscientes, solo a través de Mi Gracia que los despierta hacia esa realidad. Por eso no teman, Yo estoy presente en aquellos que Me viven, en aquellos que Me predican de verdad, sin nada a cambio.

Yo vengo aquí, compañeros, para que ustedes recuperen la filiación con Mi Padre y no pierdan tiempo en las cosas falsas que promete el mundo. Mi verdadero Reino se encuentra en sus corazones y Yo podré estar en sus corazones cuando Me abran la puerta de sus almas; así, Yo podré purificar sus vidas y consciencias, y serán uno con Dios, y uno Conmigo para siempre.

Yo vengo a traer para ustedes la tabla de la salvación que muchos hoy no quieren vivir, porque no aceptan el arrepentimiento.

Muchas cosas sucederán en el mundo, aunque ustedes no lo puedan creer. Por eso los vengo a preparar en este ciclo como Mis nuevos apóstoles, para que puedan vivirme, para que puedan dar testimonio de Mí en cada rincón de este mundo.

Vengo así a renovar los Sacramentos, y a dar los sacramentos a aquellos que nunca los recibieron en sus vidas. El Sacramento es una oportunidad de purificación y de renovación, de santidad y de consagración de todos sus espíritus ante el Padre Celestial.

Están delante de un gran misterio a través de los Sacramentos; pero por más que no los comprendan, Yo les enseño a vivirlos en la simplicidad, porque cuando abran sus corazones podrán acontecer muchas cosas, y milagros inexplicables sucederán en cada una de sus vidas.

Después de tantos encuentros Conmigo, compañeros, están listos para poder soportar el fin de los tiempos, y aunque el cansancio sea grande, la victoria de Mi Corazón será más grande; cuando trabaja en las naciones del mundo, él viene a disipar las tinieblas de los corazones y de los pueblos, viene a abrir una puerta de luz donde no existe, una oportunidad única e inexplicable para todos. Por eso, Yo Soy el Sagrado y Bendito Corazón.

Es la esencia de Mi Corazón vivo la que permite todas estas cosas. Así, Yo les traigo la paz y la posibilidad de renovar la esperanza y de confirmar en cada una de sus vidas la vivencia de Mi Corazón en sus seres, porque será ese gran tesoro de Mi Corazón lo que los librará de todo mal y de toda tentación.

A través de Mis Palabras, que hoy les entrego con Amor, voy liberando las amarras de sus consciencias, desato los nudos de sus espíritus para que las puertas de la redención se puedan abrir sobre ustedes; es a través de esta causa que envío a Mis ángeles del Universo Celestial, para que no solamente sus vidas, sino también sus naciones puedan recibir la expiación de Mi Corazón y no pierdan esta oportunidad de poder volver a encontrarme en este tiempo de tribulación. 

Quiero de Costa Rica almas en oración por esta nación y por las naciones hermanas de Centroamérica, para que el equilibrio del Ecuador se mantenga dentro de este planeta en el lugar que le corresponde, y no en otro. 

Así les vengo a hablar de física y de ciencia verdadera, porque en la verdadera ciencia de Dios siempre está lo espiritual y lo inmaterial.

Si oran con devoción a Mi Corazón Sagrado, Costa Rica, a pesar de que vive de forma superficial, no tendrá las puertas cerradas a Mi Gracia y muchos más serán tocados por el impulso de su oración y de su sagrada invocación a Mi Nombre Glorioso.

Es así que los invito, amigos Míos, amigos Míos del pasado, a tener consciencia dentro de la consciencia para disipar la distracción y abrir los ojos hacia la verdad que vive el mundo, la verdad de su sufrimiento y de su dolor.

Quiero que sean almas conscientes, disponibles para Mi Servicio, para que Yo pueda obrar a través de sus vidas y corazones, y que hoy no solamente venga por ustedes, sino por todas las almas de Costa Rica que tanto necesitan de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Les vengo a decir, amigos Míos, si en verdad no viven el amor, que Yo Soy esa Fuente de Amor para sus vidas que los puede aproximar a Dios por diferentes caminos;  es por eso, amigos Míos, que estoy uniendo las creencias y los pueblos bajo una misma espiritualidad; esta es la esencia de Mi Mensaje para este día.

Quiero de Centroamérica que no pierda su hermoso Edén. Mi Padre lo ha creado para que ustedes lo pudieran cuidar a través de sus generaciones y de todos sus pueblos. No dejen que esto se destruya, porque no tendrán dónde poder refugiarse cuando el planeta se mueva, así como está previsto, físicamente.

No les vengo a traer presión ni miedo, sino consciencia y verdad.

Yo Soy la Verdad viva para ustedes. Sus vidas pueden ser verdaderas cuando tan solamente Me busquen y estén en Mí.

He podido cumplir parte de Mi Obra en este lugar, con todas las oraciones de sus hermanos que Me acompañaron bajo el espíritu de la Divina Misericordia.

No saben qué alivio siente Mi Corazón por todos los orantes del mundo que oraron esta Maratón de una forma sincera y no mecánica, sintiendo la necesidad de la redención y de la intervención de Mi Fuente de la Misericordia, porque como les dije, la Justicia de Mi Padre llegará.

Solo quiero que todos se salven, así como Yo los salvé en la Cruz, donando cada parte de Mi Cuerpo y de Mi Espíritu, asumiendo los pecados del mundo hasta Mi última expiración. ¿Saben lo que eso significa, compañeros?

Recuérdenme en la Cruz no como un muerto, sino como el Hijo de Dios vivo, Aquel que hizo victoria a través de las vidas del mundo, cerrando las tinieblas y todos los infiernos.

Pero ahora el mundo se encuentra en una gran ignorancia e indiferencia. Muchísimas, pero muchísimas almas se preguntan por qué sufren en este tiempo y si será un castigo de Dios.

El que los ha creado a Su Imagen y Semejanza nunca podría castigarlos, porque no sería el Dios del Amor.

Él solo puede darles Su Justicia, no la justicia que hay en esta Tierra, sino la Justicia que hay en el Reino Celestial, y dentro de esa Justicia compañeros, está Mi Divina Misericordia.

¿Pueden comprender ahora la expansión de Mi Amor que es infinito, sublime e inmaterial? Es eso lo que no pueden perder.

Por eso los llamo a estar Conmigo en este ciclo, porque no podré estar mucho tiempo más con ustedes. Mi ciclo está finalizando y la humanidad deberá escuchar Mi Palabra. Deben ser difusores de este, Mi Mensaje  y de todo lo que he dicho, a través de estos años, para ustedes.

Deseo que cada una de Mis Palabras estén escritas en un libro, pues la humanidad debe recuperar su origen y leer como lee Dios y no con modernidades que afectan la evolución de los espíritus. ¿Ahora comprenden el hipnotismo global?

Vengo a dar para todos Mi Gracia. Por eso, si leen Mis Palabras en los libros, recuperarán su intimidad con Dios, sentirán la vibración de Mis Palabras escritas en el papel, y no en las pantallas.

Por eso uso estos medios de comunicación, cumpliendo la profecía que le di a un gran espíritu, a un gran servidor de Oriente.

Cumpliendo la profecía de ese sabio servidor, estoy cerrando un ciclo antes de que el mundo y la humanidad vivan su Juicio y la última trompeta de los ángeles de Dios resuene en el mundo.

No vengo para ser apocalíptico, sino verdadero en el Amor, y en la esencia del Espíritu.

Dichosos de los que comprenden más allá de lo que digo, porque las palabras habrán entrado en sus corazones y no en sus mentes, y no habré desperdiciado ni un gramo de energía, así como la desperdicia la humanidad todo el tiempo, creando confusión, error y guerras, por su verborragia.

Vivan en el silencio del Universo, miren a las estrellas durante la noche y pregúntenle al Padre: Adonai, ¿quién soy yo? Y así sentirán la paz, saldrán del caos y podrán estar unidos a Mí en oración y en vigilia.

Es así que los necesito para que Yo pueda terminar de realizar Mis Obras en América y más allá de ella.

Vengo a dejar para ustedes Mis más preciados tesoros espirituales, perlas preciosas de la vida inmaterial, de la vida espiritual y del Reino de Dios; aquellas mismas perlas que entregué en el pasado como Jesús de Nazaret.

Por eso, quiero que recuerden en este día de bendiciones un mensaje que se ha vuelto una canción para Mí, de parte de Mis hijas predilectas, que en el mundo hacen resonar Mi Mensaje a través de su voz y de la unión Conmigo.

Es a través de este canto que los bendeciré en este día, y todos estos elementos serán espíritus de Gracia para las almas y para los corazones más necesitados; porque cuando ustedes viven un Sacramento, recuerden que lo estarán haciendo por toda la humanidad que sufre las causas de sus propios males y de su desconexión con Dios.

Es esa Gracia de Dios la que Me permite estar aquí entre ustedes.

Y ahora, bendeciré mientras cantan el relato de Mi Vida.

Los amo y siempre los amaré.

Aunque algún día Me fallen, Mi Amor por ustedes es más grande que todo eso. Yo Amo al planeta, el Proyecto de Dios es esta humanidad que debe ser la nueva Jerusalén que brilla en este Universo, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Oración del Ángel de la Paz
Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)

Comulguen de Mí en este momento y adoren al Todopoderoso, porque Él está atento a la voz de todas las súplicas.

He venido nuevamente en Mi Gloria para bendecirlos, pues la hora de este gran encuentro ha llegado para cada uno de sus espíritus y de los espíritus de sus hermanos, que también apelan por este momento de estar unidos a Mi Corazón en esta propuesta evolutiva de concretar el Plan de Dios, en estos tiempos de Armagedón.

Hoy vengo con la Gloria del Padre y del Espíritu Santo, como la manifestación del Hijo Primogénito, para que así recuperen su filiación con Dios; y el mundo también recupere su espiritualidad, que la ha perdido por las guerras.

Hoy vengo a establecer aquí el segundo protocolo de Mi Paz, en unión a la Creación Universal, que rige todas estas cosas, de la cual Yo me sirvo para realizar las Obras de Mi Padre; que también son sus obras, de ustedes, Mis apóstoles.

Hoy vengo en el silencio percibiendo a la humanidad y su gran necesidad de amor, para estos tiempos críticos. Por eso, su esfuerzo debe ser permanente para que Mi Obra se realice en el mundo y en esta humanidad. 

Cada uno tiene su papel en este tiempo. Cada uno cumple una parte de este Plan. Todas las piezas de este Plan son importantes para que la Obra se pueda concretar. 

En lo profundo de Mi Corazón, sé que aún faltan muchas piezas para que formen parte de ese Plan Universal, que invita a elevar la consciencia y a salir de la superficialidad en la cual la humanidad se ha colocado, olvidándose del Amor de Dios. 

Este Plan está regido por el Amor de Dios. Así como el Amor rige a todos los Universos, así el Amor que rige a sus consciencias, rige toda la Creación, todo lo que es vida y manifestación en este Universo material.

Ustedes son parte de esto, compañeros, de un comando mayor al que son invitados a participar; que no es un comando como el la Tierra, que es regido por hombres débiles que buscan su propiedad, la guerra y la separación entre las almas.

El comando del que Yo les hablo, amigos Míos, es el comando de Mi Corazón, de donde brotan todos los Rayos de la Misericordia,  donde nacen todas las almas que se congregan espiritualmente Conmigo para servir en el fin de los tiempos.

Ustedes son parte de esa realidad y cada uno de ustedes se posiciona dentro de esta Obra. Cada acción que cometan dentro de esta Obra es importante, así como lo es el discernimiento en la misma.

Todo forma parte de una ciencia espiritual que Yo los estoy invitando a vivir de una forma desconocida, porque aún no está en sus consciencias; pero sí puede estar en sus corazones, cuando ellos vibren junto al Mío, en esta Obra de Redención y de Paz de toda la humanidad.

El Plan se articula en estos tiempos según la necesidad de este Universo, de todas las humanidades que forman parte de esta creación material. Desde allí parten todas las Leyes, en donde todas las criaturas son regidas según un principio mayor, según la Ley del Amor y de la Unidad de Dios.

Quien está fuera de ese Principio no puede estar formando parte de este Universo material ni en espíritu, ni en alma, ni en cuerpo, porque estará fuera de la Ley.

En este punto se encuentra la humanidad, fuera de su verdadera realidad para la cual fue creada en el Principio del Génesis para realizar la Obra de Dios; para concretar este proyecto humano basado en el Amor, en la Verdad y en la Unidad, que muy pocos viven a través de los tiempos. 

Esto llevó, compañeros Míos, a la determinación del Padre Celestial y de Sus santos arcángeles para que Yo, el Cristo, el Hijo Primogénito, nacido del Corazón del Padre Celestial, de la Fuente Mayor, encarnara entre ustedes para poder salvarlos y guiarlos, para hacerles recordar las Leyes del Universo a través de las parábolas simples que todos los corazones pueden comprender.

Revivan Mi Mensaje, Mi Evangelio, el Nuevo Testamento, y también únanlo a este Nuevo Testamento, a este Nuevo Mensaje que hoy entrego para el mundo, y a todos los mensajes que ya les entregué, para que sus vidas se pudieran redimir bajo el Principio de Mi Amor Misericordioso.

Vine al mundo y muy pocos comprendieron qué fue lo que hice. Solo a través de los tiempos, muchas consciencias santas y almas inspiradas en Mi Cristiandad consiguieron acceder a Mi Principio de Amor y de Unidad.

Ellos fueron retransmisores de Mi Amor Universal para el mundo; así como ustedes, compañeros, que en esta hora definitiva, dentro de este Plan que los convoca, son llamados a irradiar el Amor de Dios para el mundo, sin olvidar primero que entre ustedes deben estar bien unidos para que eso pueda suceder; de lo contrario, todo sería un fracaso.

Por eso Yo les vengo a decir en esta Maratón, que deben buscar su verdad por encima de los errores y de los aciertos, de los aprendizajes y de las pruebas, de los desafíos, de las calamidades o de las tristezas.

Por encima de todo Yo vengo a entregarles el Principio de Mi Verdad, que está basado en el Amor de Dios, en donde ustedes pueden ingresar en consciencia para descubrir su verdadero propósito, que deben cumplir en esta hora, en honra a Mi Sagrado Corazón.

Por eso vine en el pasado y vine a través de los tiempos realizando milagros y prodigios, testimonios y curaciones, para que todos pudieran creer que Yo Soy el Cristo, el Hijo de Dios, que prepara Su Retorno en esta hora aguda del planeta, en donde las almas deben encontrar el sentido espiritual de sus vidas, el camino a la reconciliación y al perdón, que han perdido entre sus semejantes.

Yo vengo a unir los tiempos: el tiempo en que ustedes viven y el verdadero tiempo del Universo.

Yo vengo a aproximarlos hacia la verdadera dimensión de las cosas, a través de todas las Jerarquías Espirituales y de todos los ángeles que cooperan en esta Obra de Redención y de Paz. 

Yo vengo a abrir las puertas a una oportunidad única y definitiva que las almas tendrán en esta última hora; una oportunidad de cruzar el umbral, de cruzar el portal hacia Mi Corazón, de reconocer su propia verdad, su verdadera constitución espiritual para la cual fueron creados a imagen y semejanza del Creador.

La humanidad no podrá autodestruirse, y aunque lo ocasiona todos los días, los Mensajeros Divinos están al servicio del Plan, así como ustedes deben estar al servicio de Dios; deben desterrar del mundo esa idea destructora de apartar la fe de los corazones, de apagar el amor de los corazones, de hacer sufrir al mundo.

Por eso Yo vine aquí para mostrarles el origen, su verdadera filiación con Dios, con el Altísimo, que está tan lastimado por los pecados del mundo, por la guerra y la persecución de hermanos entre hermanos.

Como lo ha dicho Mi Madre en Fátima, vengo a traerles en esta hora un corto tiempo de paz, para que la mayoría de la almas ingresen al Reino de Dios y no pierdan la Gracia de redimirse.

Yo les traigo la consciencia del Plan, porque debe ser bien comprendida; pero primero amada para poder después ser entendida en cada corazón humano que se abre para este Misterio infinito de Amor.

Yo uno a las consciencias cuando las consciencias se unen a Mí de verdad y no quieren nada para sí, sino todo el bien mayor para el mundo, para los que más necesitan encontrar la salvación, así como ustedes la encontraron.

Por eso este Encuentro Conmigo, compañeros, es único y en poco tiempo no se repetirá más, porque el mundo deberá purificarse completamente, dentro y fuera de los seres.

Esa purificación será intensa, pero el corazón que confía en Mí no perecerá.

Yo le daré la renovación, la fuerza para poder soportar su purificación. Porque quien Me ama es protegido por Mí cuando es sincero en su pensamiento, en su sentimiento y acción.

Ésa es la verdad que quiero que vivan por los que no la viven, por los que la ocultan por estar ciegos de sí mismos y estar lejos de Dios, aunque crean no estarlo.

Por eso Yo les muestro, compañeros, Mi verdadera Iglesia Espiritual, que no vive en este mundo, sino en el corazón de quien la busca en la íntima unión con Dios, con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

En esa Santísima Trinidad está Mi Iglesia Espiritual expandida por el mundo, en los templos internos de las almas; porque será su pequeña iglesia interior  la que se fundirá con la Mía para formar los nuevos pilares de la Nueva Raza.

Bendeciré y sacramentaré los elementos. Así como en este día los bendeciré nuevamente a pedido de Mi Padre Celestial, por medio de Mi Gracia sublime.

Derramaré las Gracias de Mi Glorificado Corazón para aquellos que sepan contemplarlas en humildad y amor.

Alabemos al Padre que está en los Cielos. Es el Creador que Me ha enviado para salvar al mundo de su total ignorancia e incapacidad de amar.

Apóstoles Míos, siervos de Mi Divina Misericordia, salgan de este santuario interior amándose los unos a los otros. Recuerden esa Ley, porque quien ama de verdad no estará en las garras de Mi adversario.

La bestia le teme al Amor y en consecuencia, a todos los que le siguen.

Mi Corazón es el Poder de Dios manifestado en cada parte de la Tierra. Veneren Mi Gloria, difundan Mi Misericordia y todo estará cumplido.

He venido con Mis ángeles del Universo. Regentes Solares del Universo Celestial que conocen sus almas y el origen de sus espíritus, y les traen la consciencia en este momento, la sagrada oportunidad de poder despertar a la Ciencia del Universo basada en el Amor de Dios, en Su infinita Unidad.

Como los ángeles cantan a Adonai, proclamando Su Sabiduría en este Universo material, así quiero que sus voces canten, proclamando al Padre, al Regente de esta Creación, a Aquel que los ama desde el principio.

Kodoish...

Oración:
Santísimo Corazón de Cristo...


Todos de pie.

Cuando los Sacramentos son bendecidos, las almas son premiadas; no como el premio que el mundo conoce, sino como la Gracia Suprema de Dios, que desciende sobre las consciencias para que puedan dar un nuevo paso.

Este es el verdadero sentido de los que son sacramentados, ser renovados por el Amor y la Unidad de Dios y encontrar el camino, el verdadero camino de su propósito para esta vida, la realización de la Obra de Dios en cada corazón humano, en cada alma que se congrega para poder servirme.

Mi Sagrado Corazón se ennoblece por estar aquí y Él se expande en Amor para todos.

Mi Madre concede estas oportunidades para todos, porque Ella intercede por cada ser que le clama de corazón por la Gracia de Su Amado Hijo.

Ustedes son agraciados en este día especial y les agradezco por acompañarme en esta Comunión eterna Conmigo por el triunfo del Plan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO EN LA CIUDAD DE BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sagrado Corazón de Jesús
Fuente de todos los prodigios
Derrama Tu Misericordia
Sobre los conflictos del mundo
Amén.
(tres veces)

 

Como el Soplo del Espíritu de Dios, vengo a este lugar para bendecirlo y bendecirlos a todos, en el nombre de la Verdad y del Amor de Dios que se derrama en este momento sobre ustedes y sobre sus hermanos.

Esperé mucho tiempo para poder encontrarnos aquí, nuevamente, en la Alianza con Mi Divino Espíritu; esperé volverlos a encontrar en la Paz que traigo del Universo para cada uno de sus corazones en esta perfecta Comunión Conmigo, con Mi Cuerpo y con Mi Sangre.

Vengo a Europa para erguirla ante los  tronos de Dios, por la aceptación profunda que emiten sus corazones de que el Plan se cumpla en esta parte de la humanidad; para esto, las puertas del Universo se abren para poder recibirlos en el Corazón de Dios, Padre Celestial.

Las legiones de los ángeles han llegado aquí, con mucha levedad para poder encontrarlos en la oración que proclama Mi Divina Misericordia.

Abran sus corazones, sientan sus almas, y queden en Mí. Esto es ahora lo que necesitan para poder proseguir, sobre todo Mis apóstoles, a los que Yo he llamado con tanto amor.

Sigan Mis Pasos, sigan Mis Caminos y nunca perderán la paz, porque si sus corazones confían en Mí, estarán confiando en Dios, porque Dios ES a través de Mi Corazón, y Yo Soy a través de ustedes, en la esencia profunda del espíritu y de la hermandad.

Hoy no vengo a ver  las conductas malas del mundo, los horrores, las malas acciones y la indignación. Hoy vengo a ver de sus corazones la llama del Espíritu de Dios que encarnó en ustedes, desde sus nacimientos en esta humanidad y a través de los tiempos, una llama que nunca puede apagar Mi adversario porque si  el corazón ora y persiste, triunfará.

Hoy están nuevamente ante Mi Misión Celestial, que es la Iglesia a la que muchos esperan ingresar  pero que no la conocen.

Hoy están ante Mi Patriarcado, Mi Legado y todo Mi Universo; que es el Universo de Mi Padre, que se congrega en lo invisible de Su Espíritu.

Hoy vengo a traer para ustedes esa presencia que siempre deben aspirar encontrar en estos tiempos de caos y de persecución en el mundo.

Alimenten la llama de sus espíritus y por más que vean la oscuridad a su alrededor, les digo, en verdad,  que no perderán la paz.

Pero hoy los invito a ser verdaderos Conmigo, en cada paso de la vida, en cada ejemplo, y en cada pequeña acción. No necesito sus corazones perfectos, sino honestos y simples, abiertos a recibir Mi Instrucción, a través de Mi Santa Palabra, o a través de cada hermano que se encuentre en sus caminos, porque Yo me hago presente de forma inesperada en la vida de ustedes y de todos sus hermanos, compañeros Míos.

La oportunidad que Yo les traigo, es la oportunidad que necesita el planeta y toda la humanidad, como también los Reinos de la Naturaleza que tanto sufren la consecuencia del hombre de superficie.

En cada aspecto de la vida, Mi  Corazón y Mi Luz está presente, cuando el alma invoca Mi Presencia universal. Junto a Mis ángeles constituyo entre sus corazones, en esta hora, la presencia de Mi Iglesia Celestial y abro los altares del Cielo para que puedan comulgar, de lo único y verdadero que es el Amor de Dios.

Es el amor de Dios que nunca los decepcionará, que nunca los engañará, como muchos los engañan y se engañan a sí mismos todo el tiempo porque tienen sus corazones endurecidos a Mi Presencia y Energía; pero Mi Misericordia permite traerles el perdón y la expiación que tanto necesitan en esta vida y en este tiempo final.

Si están ante Mi Iglesia Celestial, están ante el Único, el Adonai. Emmanuel, Abba, el Elohim, están ante el Universo, ante toda la Hermandad que se congrega para recibirlos en la Fraternidad del Espíritu y de la Unidad.

Vean en este momento, corazones Míos, cómo emergen desde ustedes las estrellas de la luz, los soles internos, que deben  resplandecer en esta hora, para alumbrar a la humanidad que está en las tinieblas; y muchos no creen estar en ellas, pero lo están.

Si piensan estar Conmigo, compañeros, háganlo, y no pierdan tiempo. Busquen la esencia de Mi Corazón que los llevará a la paz y les permitirá  realizar el camino que han venido a cumplir en nombre de Mi Padre y de Su Plan.

Los corazones no se animan a amar Mi Corazón profundamente, por temor a lo que Yo les pueda pedir. Pero desde el principio, compañeros, Yo sé lo que cada uno de ustedes Me puede dar y no les pediré aquello que no Me puedan dar, eso sería una gran pérdida de energía para estos tiempos finales.

Necesito que Mi Obra se realice en sus corazones, de la mejor forma posible. Pero en verdad les digo, compañeros,  que algunos de ustedes tienen un compromiso marcado Conmigo y que es definitivo y eso no lo pueden omitir, con su propia indiferencia.

Sientan que Mis Palabras forman sus espíritus y moradas internas.

Sientan como sus almas se elevan a Mi Iglesia Celestial, para ingresar al templo y vivificar la unión Conmigo, a través de la Eucaristía.

Adoren Mi Corazón, como los ángeles lo hacen, y confirmen que en esta humanidad es posible alcanzar la Redención y la Paz.

Quisiera que otros soldados Míos estuvieran aquí para escucharme, pero sé que por sus propios medios, espirituales e internos, no lo pueden hacer; pero les pido que no se justifiquen. Mi Sangre y Mi Agua se derramó para justificar sus vidas, sus errores, sus pruebas, omisiones e indiferencias, como todos los ultrajes hasta los tiempos de hoy.

Ahora es momento de no hacerlo más y de abrir los ojos y de mirar hacia el infinito, hacia el Universo, para verme llegar entre las nubes con toda la Gloria del Padre Celestial.

Necesito que estén preparados por los que aún no se han preparado.

Necesito que despierten a Mi Vida Crística por los que aún no despertaron a Mi Vida Crística.

Necesito que sean testigos, incluso en las imperfecciones, porque si sus corazones son verdaderos y sus mentes son puras, siempre estarán en Mi Corazón.

No vengo a pedirles lo imposible porque sé que la humanidad ahora no lo puede dar.

Necesito que sus vidas se transformen, así como Yo transformo el barro con Mis Manos y moldeo un nuevo odre para la Gloria de Dios; odre que recibe los Códigos de Mi Gracia y de Mi Misericordia que provienen del Padre Universal.

Entonces, compañeros,  reciban en esta hora Mi Gracia, y Mi Misericordia, por aquellos que no la quieren recibir y que se omiten para no querer conocerme.

Hay tanto amor en Mi Corazón que muchos no creen que Yo pueda transformar sus vidas completamente.

Mi Corazón explota de tanto amor para entregar al mundo y a todas las almas, aún a las que omiten Mi Presencia. Es este el Amor que Yo viví por ustedes, que Yo trabajé por ustedes,  que Yo entregué para salvarlos, una vez cuando estuve en la Cruz.

Cada Llaga de Mi Cuerpo, cada señal marcada en Mi Santo Cuerpo Glorificado, fue para testimoniar la Salvación, el  Perdón y el Amor por cada uno de ustedes.

No quiero que en Mi Corazón se multipliquen las espinas de la ingratitud de los apóstoles Míos que no han comprendido lo que les he pedido en esta hora.

Sean parte de Mis Rayos, de los Rayos de Mi Corazón Glorificado, Sagrado y Bendito. Sean esos Rayos que se transforman de la noche a la mañana, que viajan como el viento; que viajan como el viento por todos los lugares del mundo, para llevar la Paz y la Misericordia de Dios.

Sean ese sol que nace todos los días en el horizonte y ya no vivan más a oscuras. Confíen plenamente en ustedes, en que pueden dar los pasos, al menos por Mí, por Mi Santa Madre y por Mi Padre Celestial.

Vivan todo el tiempo en Nuestra Santísima Trinidad y serán premiados con los Dones de Mi Espíritu: tendrán fuerzas para caminar, aliento para seguir adelante y esperanza por donde ver en cada parte de la Tierra.

Y a pesar de que el mundo está a oscuras y los corazones están cerrados,Yo vengo a dar, en esta tarde, el Testimonio de Mi Amor en ustedes y por cada uno de sus hermanos en  este mundo.

Reciban la Unión con Mi Sagrado Corazón y vivan Mi Camino como la puerta de salida a su liberación y perdón.

Agradezco que hayan preparado este Altar para Mí, así como preparan sus vidas, en este tiempo y en este ciclo, para recibirme en la plenitud de Mi Espíritu, de Mi Gracia.

No teman por lo que no han conseguido.

No quiero que sufran más, porque Mi Corazón ya sufre por los que son indiferentes, por los que caen, por los que hacen el mal, por los que niegan Mi Amor todo el tiempo.

Necesito de sus corazones un templo de alegría, de regocijo, de verdadero amor y de paz, para que sus pecados se limpien,  y las manchas en sus almas se puedan borrar por la Fuente y el Océano de Mi Divina Misericordia.

Así, compañeros, amigos, discípulos y siervos alegrarán Mi Corazón por los horrores que vive el mundo de los que caminan todo el tiempo al abismo.

Si sus corazones no aman, ¿cómo amarán al prójimo? Si no Me aman a Mí, ¿cómo amarán a sus semejantes? Porque si Yo estoy en sus semejantes, escondido en el tabernáculo del corazón, ¿por qué son indiferentes y no Me ven?

Yo estoy en el que está desposeído, triste, perdido, ciego y sordo. Yo golpeo la puerta de esos corazones para que puedan despertar a su verdad y a su misión.

Cada cosa tiene su tiempo, porque está marcado por el Universo de Dios.

Ofrezcan en esta tarde, esta Comunión por toda Europa, por los que están perdidos, por los que están ciegos, por los que están solos, por los que están enfermos, por los que sufren en la ignorancia de sus vidas y de sus caminos, por no encontrar,  por los que no encuentran a Mi Sagrado Corazón que hoy está aquí, entre ustedes, para que lo vivan y lo sientan en esta Comunión perfecta, con espíritu de paz y de fraternidad.

Yo los constituyo a todos como una nueva familia, así como fue la familia de Nazaret, junto a María y San  José. No está lejos de ustedes formar esa sagrada familia espiritual que debe reinar entre las almas y los corazones que siguen a los Mensajeros Divinos.

En esta hora, compañeros, la Divinidad trabaja en todos los continentes de la Tierra para sembrar Su Luz en el mundo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a cantar "Estoy contigo, Señor", a pedido de Jesús, para bendecir los elementos que Él hoy consagrará, para todos nosotros.

 

A través de los tiempos, compañeros, elevo a las almas hacia el Reino de Dios, cuando cada una de ellas comulga, el mayor testimonio de amor en la presencia de Mi Cuerpo Vivo y Mi Preciosa Sangre, en Honor al Padre Celestial y a Su Divino Plan que emana del Universo para todas las criaturas de la Tierra.

En Mi Iglesia Celestial, les vuelvo a enseñar lo que una vez prediqué para todos ustedes: sentados a Mi mesa de Luz y de Amor, los invité en aquel tiempo, a agradecer a Dios por todo, por cuanto Él nos da en el Misterio Infinito de Su Amor. Y para eso, compañeros, en el nombre de la Paz, Yo elevé el pan, di gracias al Padre por el Sacrificio; lo bendije, lo repartí a ustedes y les dije que "siempre comieran de él  porque él es el Cuerpo Vivo de Cristo, vuestro Señor".

Una vez terminada la Comunión con el pan, di gracias a Dios por el Cáliz que las almas recibirían en sus esencias, para ser depositarias de Mi Espíritu de Misericordia y Redención. Elevando el Cáliz hacia lo alto, di gracias al Padre, lo pasé a ustedes y les dije una vez: “tomen y beban  todos de él, porque esta es Mi Sangre que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón  de todas las faltas”.

Y hoy, en Mi Presencia, compañeros, ante Mi Iglesia Celestial,  reafirmo la Presencia y el Poder del Amor de Dios. Amén.

Gracias Señor, gracias Señor por tantas bendiciones que siempre nos das, que siempre nos das

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos que todos los que están aquí presentes y a través de la transmisión en vivo para el planeta, por MMTV, nuestros hermanos del monasterio de la Orden, de las comunidades, de los grupos de oración, que están unidos a nosotros, queremos compartir, realmente, cómo  fue esta Aparición con Cristo, que en realidad, tal vez, no diga muchas cosas, pero lo que Él hizo hoy con nosotros, así como en los días de la Maratón anterior, en Buenos Aires, en Argentina.

Él nos introdujo en ese misterio que la humanidad todavía no conoce muy bien, que es la Iglesia Celestial de Cristo, y el propio Cristo nos dijo que es algo que intentó instituir para que pudiéramos aprender desde que el tiempo que estuvo aquí, con nosotros, hace dos mil y tantos años atrás.

Hoy, Él realmente vino muy espléndido, maravilloso en su Amor y en Su Misericordia.

Él nos fue introduciendo poco a poco , en ese espacio de la consciencia que llama la Iglesia Celestial, en donde los ángeles y los bienaventurados, de forma verídica, verdadera, celebran continuamente esa adoración, al Cuerpo y a la Sangre de Cristo; y Él nos llevó hacia ese lugar, poco a poco.

A través de Sus Palabras, de Su Mensaje, nos fue introduciendo a todos nosotros, los que estamos aquí y a los que están en sus hogares acompañándonos, quienes también fueron siendo llevados, a través de sus almas hacia ese espacio de la consciencia.

Fue algo bien intenso, muy difícil de poder soportar, porque a pesar de que es una Energía Divina, Celestial, el voltaje vibratorio energético de la Presencia de Cristo, de ese estado de consciencia, de la Iglesia Celestial. es bien alto para nuestras células, para nuestros cuerpos para nuestros átomos; pero como Él sabe que nosotros somos seres terrestres, somos seres humanos, Él cuenta con nuestras almas.

De alguna forma, Él se sirvió de nuestras almas, de nuestra apertura del corazón para quien tuvo el corazón abierto, para ingresar hacia ese estado de consciencia y vivimos, como quien dice, varias iniciaciones, varias purificaciones; pasamos por varios procesos durante toda la Aparición y no solo nosotros fuimos beneficiados espiritualmente, sino también aquí, esta región del continente europeo, que tanto lo necesita.

Y cuando el Maestro repetía que ofreciéramos la Comunión por todo lo que Él dijo, los enfermos, los que son ignorantes, que están  ciegos, están sordos, etc.,  Él fue detrás de cada uno de ellos porque el canal de oración que nosotros abrimos durante la coronilla  lo utilizó para esa tarea; de alguna forma encontró los corazones abiertos y consiguió realizar esa tarea.

Entonces entre tan pocos que somos, Él hizo que cosas grandiosas, como una vez lo prometió, que íbamos a hacer cosas más grandes a las que Él hizo, aunque en ese momento Él las comandaba, las llevaba adelante, esa tarea, esa misión, que vino a cumplir aquí, en Barcelona, la hizo a través de nuestro corazón.

Lo que vino a realizar, lo pudo cumplir y eso se expandió para todo el planeta , para toda la consciencia planetaria con la ayuda, gracias a Dios, de los ángeles que estaban bien cerca de nosotros; ángeles muy alados estaban bien cerca de nosotros, y eso también me llamó mucho la atención, el acercamiento de los ángeles, con una sutileza, una bondad, una misericordia inexplicable.

Queríamos dejar este relato con ustedes para que podamos proseguir unidos en esa tarea que los Mensajeros Divinos vienen realizando no solo en América, sino ahora aquí, en Europa, de una forma bien amplia.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y aún cuando el mundo no escucha a Dios, Su Amor se hace visible en los corazones humildes.

El poder de Su Simplicidad es grandioso, por eso hay muchos que no lo conocen. Mas aquellos corazones que son simples siempre lo conocerán, a pesar de que no tengan nada en su vida material.

El contacto con Dios se crea a través del amor, de la unión perfecta con Él, en la búsqueda incesante de Su Universo, para concretar Su Voluntad sobre la Tierra.

Hoy vengo como la Madre del Uruguay, porque aún tengo esperanza.

No demoraré en trabajar para que Mis hijos despierten; así como deben despertar, queridos hijos, todas las criaturas de este mundo, antes de que la purificación se acreciente en cada una de sus vidas.

Pero Dios no imparte castigo para nadie, Él solo desea que lo amen y que lo busquen todo el tiempo.

El Amor de Dios es lo que construye todas las cosas y es lo que permite manifestar las ideas divinas en todos los planos.

Si en sus corazones no está el Amor de Dios, el Amor del Único, ¿cómo lo conocerán?

El Padre no está lejos de nadie, solo que está muy olvidado y las almas sustituyen su despertar por las modernidades, por la búsqueda vanidosa de la espiritualidad, por la búsqueda de la energía que solo pertenece al Creador.

Por eso, queridos hijos, Yo les enseñé a orar. Con algo tan simple y profundo, he visto que sus vidas se han transformado con mucho esfuerzo.

Pero aún hay mucho por hacer. Tendré que cumplir con Mis Obras, las Obras que Yo he prometido al Padre, junto a sus corazones, y esas Obras no pueden finalizar sin que el mundo las conozca antes, así como Yo las he revelado en otros tiempos y en otras apariciones.

Hoy vengo bajo el esplendor del Amor, para que lo puedan reconocer en su interior. El Señor necesita que se unan a ese Amor para que aparten sus consciencias de la ilusión que promueve el mundo, una ilusión que promueve el aborto, la drogadicción, el fanatismo, la superstición, la soledad, el abandono, la falta de luz en el alma.

Pero es el Amor infinito de Dios lo que hoy Me ha traído aquí, queridos hijos, para compartir con ustedes lo que es la Verdad; la Verdad que no es profundamente conocida, pero que debe ser amada por ustedes para que estén dentro de la Verdad de Dios.

El Señor, que está en el Universo y rige en todos los cielos, no quiere el castigo de nadie; pero las decisiones del mundo, las actitudes de las almas llevan a que Sus Leyes se manifiesten en este tiempo con severidad.

Dios no podría ser Dios si no fuera el Dios del Amor.

El Amor fue lo que creó todos los universos, las estrellas, los planetas y la vida en todos los planos; pero si el Amor de Dios no está presente en sus corazones, nada de eso podrán conocer.

La vanidad espiritual es un arma muy peligrosa para este tiempo. Sé que existen almas, queridos hijos, que buscan la vida espiritual con arrogancia, con propiedad y control.

Las criaturas de la Tierra nunca tendrán nada para sí. Por eso les hemos enseñado, queridos hijos, a través de nuestra Presencia en el mundo, por medio de los Sagrados Corazones, que la humildad es la primera tabla de su salvación.

Sin humildad, nada conseguirán.

Sin humildad no podrán conocerse a ustedes mismos y desterrar lo que no es verdadero, lo que Yo llamo de falso.

Así el mundo, a través de los tiempos, de la guerra, de la aniquilación y del falso poder, creyó conquistar el planeta.

No será necesario, queridos hijos, que observen lo que sucede en el mundo. Miren a su lado y verán la verdadera necesidad.

Jesús también está dentro de los corazones que sufren y Él espera que lo puedan servir a través de sus hermanos.

El servicio en este tiempo es lo que promoverá la salvación de la humanidad; el servicio a los Reinos de la Naturaleza, a todo lo que encuentren en sus caminos como necesidad.

Hay mucho por hacer, queridos hijos, y son pocos los corazones y brazos que se disponen a hacerlo.

Uruguay tiene esa gran oportunidad.

El servicio en Uruguay no es la prioridad de las almas para su camino espiritual, porque significa rebajarse ante el prójimo.

¿Acaso Jesús, Vuestro Señor, no lavó sus pies por medio de los apóstoles?

Él se humilló ante ustedes para que Dios pudiera derramar la Misericordia sobre el mundo; Él se dejó morir en la Cruz, para que ustedes se pudieran salvar.

Él es la Verdad. No hay otra, queridos hijos, en este tiempo.

Los espíritus impuros podrán revelarles muchos secretos, o las energías que creen conocer podrán satisfacerlos; pero si no hay oración, no hay Amor de Dios, no hay servicio, no hay ascensión de la consciencia.

Estas bases que Yo les dicto los harán dignos ante el Señor.

Y creerán que orar será algo rutinario, pero en este tiempo es el portal que se abre para la liberación del mundo, en todos los Centros Marianos que Yo he consagrado a la devoción de Mi Inmaculado Corazón.

Aurora es ese Centro que Yo consagré desde el principio, cuando Mi Luz, la Luz del Amor de Dios, posó Sus Pies sobre este lugar.

Muchos creen que esto todo fue una locura y que aún lo sigue siendo. Miren el interior de sus hermanos y verán los frutos que Yo he conseguido realizar, de forma simple pero verdadera.

El mundo busca lo que satisface sus deseos y se aparta de Dios. Por eso sufre y no encuentra la Luz, se pierde en las tinieblas y sucumbe en los infiernos de la consciencia; cuando están sumergidos en el error, en la perdición, en el engaño y el sufrimiento, ¡ahí recuerdan a Dios!

Pero como Él sabe que la humanidad es muy frágil y débil, Él envía a Su Sierva para que sus ojos del corazón se abran a reconocer la Luz que viene del Cielo y de todo el Universo.

Queridos hijos, trabajaré con los que estén Conmigo hasta el final. No necesito que Me prometan nada, solo que hagan lo que les pido de la mejor forma posible.

Agraden al Corazón de vuestro Dios ofendido y mediten en Su Presencia a través de la Eucaristía; y que la oración siempre los eleve a lo Alto, así como Yo los elevo en Mis brazos a la Casa del Padre Celestial.

Hoy vengo a traer la quietud para sus espíritus, la serenidad para sus almas y la restauración para sus cuerpos.

No podré prometer, queridos hijos, que las batallas espirituales en este mundo cesarán. Mientras haya guerra y matanza de animales en la humanidad, el sufrimiento existirá.

Por eso, Yo los llamo a la oración; para que sus cuerpos, células y átomos se puedan elevar y perciban, finalmente, que no es necesario comerse a otro, a otro Reino semejante, tan amoroso e insignificante a sus ojos.

El Amor de Dios es lo que permite mantenerlos en la unidad.

Por más que lo que hoy les digo, queridos hijos, sean siempre las mismas palabras, es porque hoy todavía no han elevado sus corazones hacia Mis pedidos.

No cierren sus corazones por nada. Yo siempre los mantengo en Mis brazos para que puedan ver a Jesús y Su Corazón, que resplandece en este Universo.

Él es el Sol que los guía.

Yo Soy la Estrella que les indica el camino para poder encontrar su verdadero amanecer en la presencia de Aurora.

No se desesperen, pero no sean ingenuos. Acepten vivir la reconciliación, para que en el mundo se establezca la paz.

Estoy unida a cada corazón que hoy ha orado Conmigo sinceramente; porque Dios reconoce las ofrendas de todos Sus hijos y agradece su esfuerzo.

Ahora, queridos hijos, ante los Tronos del Padre, de los arcángeles, de los elohim, de los coros y ejércitos celestiales y de los ángeles de la guarda, que han sigo desterrados por las criaturas de este mundo que no aceptan el Amor de Dios, junto a ustedes y a cada peregrino oraré por el mundo con una simple proclamación.

Coloquen sus manos en recepción para que reciban el mayor regalo del Universo: el Amor de Dios que se fundirá en sus corazones y en el Corazón de Dios.
 

Padre del Universo, escucha la Voz de Tu Servidora
y enciende en los corazones la Llama de Tu Sagrada Presencia.

Perdona a la humanidad por su continuo sueño y despierta,
a través de Mi Aurora, a todos los que duermen.

Líbéralos de la ingenuidad. Llévalos hacia el servicio
para que encuentren Tu Paz y Tu Amor.

Derrama, a través de Mi Corazón bondadoso y servicial, todos Tus Dones
y concreta Tus Obras en todos los corazones del mundo.

Envía a Adonai, ¡Oh Padre Amado!, a Tus ángeles de Luz, para que derramen
Tu Misericordia sobre aquellos que Te niegan y no Te escuchan.

Ten Piedad, Señor, por los que son ignorantes y cierran su corazón a Tu Llamado.

Que en la última hora de este mundo las almas encuentren Tu Camino
para llegar a Jesús, y que Jesús los lleve a todos hacia Tu Reino de Poder Celestial.

Hoy dejo a Tus Pies, Padre Universal, a cada una de Tus criaturas,
para que no hagas temblar en ellos Tu Justicia,

sino que enciendas en sus corazones la Compasión infinita de Tu Espíritu.

¡Oh, Señor del Universo!, cierra las puertas inciertas en este mundo.

Perdona a los que no hacen bien las cosas y se olvidan de Ti.

Compadécete de los que destierran, de los que sufren el exilio.

Y muéstrate con Tu Faz, con Tu Gloria y con Tu Amor
a cada ser de este planeta, para que por Mi imploración y Mi alabanza a Ti,
Emmanuel, el Plan pensado por Tu Mente Única se cumpla hasta la Nueva Humanidad.

Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Ave María, en la Presencia de nuestra Madre.

 

Los encontraré siempre en la oración del corazón, sagrado refugio de las almas que esperan el retorno de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por orar por la consagración de las Américas a Mi Inmaculado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, siempre es muy bueno que intentemos guardar en nuestro corazón ese Amor que nos trae María, este Amor que todo lo comprende, que todo lo alcanza, que todo lo puede, y que Ella sabe, por encima de todo, que está dentro de nosotros: el Amor de Dios.

Ella vino con ese Amor de Dios, con esa Fuente del Amor y de la Unidad del Padre, a ofrecerlo no solo a nosotros, sino también a todos aquellos que no lo quieren aceptar.

Y María, pacientemente, a través de cada encuentro, nos decía que va intentando reconstruir, trabajar en cada uno de nuestros seres, esa conquista, ese triunfo del Amor de Dios en nuestros corazones, en nuestras vidas.

Que es ese Amor de Dios, según María, lo que nos va a ayudar a enfrentar estos tiempos, estos momentos difíciles que está viviendo la humanidad y que Dios se servirá del amor que nosotros le ofrezcamos para que también Su Obra se pueda cumplir.

Queríamos, sintéticamente, simplemente relatar cómo fue la Aparición de hoy, pues es importante, para que todos puedan llevar esa imagen, esa misión que María trajo a través de Su Presencia.

Cuando llegó aquí, Ella se mostró, como siempre se muestra, como la Virgen María. Hoy, su Manto, el Manto que la cubría, era la Bandera del Uruguay.

Y en un momento, cuando comenzó a dirigir Sus palabras, se aproximó más hacia nosotros para irradiar ese Amor de Dios, el Manto que caía por detrás de Ella, que formaba ese Velo que iba hasta los Pies, tenía las banderas de todas las Américas, de todas las naciones de América.

Y mientras hablaba, a pesar de que hablaba, Ella iba orando por cada una de las naciones, por cada uno de los miembros que forman las naciones y por cada uno de los presentes que estaban coligados con Ella en este momento.

Y cuando comenzó a aproximarse aquí, a aparecer como siempre lo hace a través de una esfera dorada de luz que viene del Universo Celestial, que comienza a dirigirse hacia el planeta hasta localizar este lugar espiritualmente, Ella comenzó a descender y a abrir varios Cielos a través de una columna de luz.

Y mientras esa columna de luz descendía con cantos de los ángeles, las almas perdidas, las almas que estaban presas en los infiernos de este mundo, comenzaban a elevarse a medida que Ella descendía.

Y allí fue cuando Ella apareció, y se mostró esa Madre que estaba con el Manto del Uruguay.

Así que, solamente queríamos relatarles eso para ustedes, para que realmente confiemos que todo lo que está sucediendo es lo que tiene que suceder y que tenemos que, como Ella decía hoy, amar esa Voluntad del Padre.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, las santas madres consagradas vengan aquí y póstrense ante Mi Altar.

Como a las santas mujeres de Jerusalén, Yo les entregaré Mi Legado para este tiempo definitivo.

Póstrense y vivan junto a Mi Madre Santísima, que hoy ha venido Conmigo, la Comunión Eterna, para concelebrar esta ceremonia con ustedes.

Arrodíllense los que puedan en el suelo, como los ángeles, por lo menos por un tiempo; así entrarán en el Universo de Mi Corazón para participar de esta Eucaristía que nuevamente vengo a renovar en este Jueves Santo.

Quisiera que las santas madres tuvieran una vela encendida para adorarme, así como las tuvieron ayer en unión a Mi Corazón de Luz.

Hoy el Cenáculo se establece en este lugar, el Cenáculo Espiritual que concibió y permitió la manifestación de la Santa Comunión, a través de Mi Cuerpo y de Mi Sangre en el pan y en el vino.

Dichosos de aquellos que saben celebrar esto, que se arrepientan y se humillen ante el Maestro de los maestros, porque podrán ser consciencias nuevas, almas en rehabilitación y paz, espíritus congregados por Mí de diferentes puntos del Universo que llevarán Mi estandarte de Paz, así como lleva Mi Corazón Glorificado para los cuatro puntos de la Tierra.

Alégrense y vivan Mi Comunión eterna, la renovación de sus votos en el Plan del Creador delante de un tiempo de crisis.

Antes de encender las velas quisiera bendecirlas para que ellas estuvieran purificadas, pues Mi Espíritu vive en la pureza, así como Yo los introduzco a todos en Mi Espíritu de Paz, para que trabajen su sublimación.

Estoy preparando una ceremonia para ustedes. Estén atentos a lo que hago, porque es único para este tiempo y para todos los corazones de la Tierra.

Renovaremos esta mesa sagrada con ofertas que me han hecho, desde sus corazones para el Mío.

Estén en adoración como está Mi Madre, postrada a Mis Pies, orando por el mundo en Su magnífica Santidad.

Agua bendita, por favor…

Sigan las instrucciones que Yo les estoy dando para que la Ceremonia sea perfecta, en el Cielo como en la Tierra, en sus almas como en sus cuerpos, en esta institución que Yo hago de los Códigos de Mi Luz en cada uno de los elementos.

Si las madres pueden venir aquí, por favor...

Con esta vela que Yo les entrego rezarán por trece días después de las Pascuas, para que Mi Corazón pueda ser más glorificado en el mundo, especialmente por las almas que deban despertar y que se pierden.

Así lo harán junto a Mi Madre, cada vez que enciendan esta vela, en conmemoración a Mi Corazón Misericordioso. Especialmente lo harán por aquellos, sus hijos espirituales, que deben ser cuidados por su maternidad, así como Mi Madre cuida a todos Sus hijos hasta el fin de los tiempos.

Queridas madres, den ese testimonio de perseverancia y de amor, para que sus hijos caminen así como ustedes caminan.

Ahora colóquense en semicírculo de un extremo al otro de la mesa.

Cada una, en su interior, emitirá una oferta a Mi Corazón, por la humanidad, la cual Yo acogeré con plenitud, para que sea transformada por Mi Misericordia y por Mi Paz.

Las escucho en el silencio.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón, madres y, emitan esa petición a su Esposo Celestial.

Ante la Divinidad de María, fúndanse con Mi Corazón y restablezcan Mi Legado en el mundo para todas las criaturas que encuentren en sus caminos y que necesiten de mucha ayuda para soportar la transición.

Así como Yo reuní a los doce en el Cenáculo, así reuní a las mujeres de Jerusalén, en la Comunión Espiritual con Mi Cuerpo y Mi Divina Sangre.

Reunidas con María todas comulgaron y se prepararon para enfrentar la Pasión del Señor y así Me ayudaron a soportar las crueldades del mundo, las injusticias del hombre y la omisión de los corazones, fases que podrían vivir en estos tiempos, madres. Pero en la plenitud del Inmaculado Corazón de María, su Gobernanta y Comandante, todo superará por el potentísimo Fuego del Amor y de la Paz, en Perdón y Misericordia.

Ahora, detrás de las madres, estarán los sacerdotes para que concelebren Conmigo esta renovación Eucarística.

Hagan todo en armonía, porque Yo estoy donando un tiempo especial para ustedes y para el mundo, y con suma importancia para este lugar.

Cuando ya estén los sacerdotes, podré proseguir con esta celebración y este Cenáculo.

Traigan a Mí el incienso y el agua bendita de nuevo, para que pueda purificar esta mesa.

Ahora compañeros, a los pies de este escenario, se colocaran los residentes consagrados de las Comunidades Luz y acompañarán Conmigo esta Consagración, así como Yo los consagro a Mi Padre Eterno.

Estamos preparando la mesa para este Sagrado Sacramento.

Vamos a cantar juntos Kyrie Eleison.

Kyrie Eleison...
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Podemos ponernos de rodillas, las madres y los consagrados también.

 

Vamos a prepararnos, compañeros, para la divinización de estos elementos.

Agua, Sangre, Vida y Redención que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús, 

ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros, Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús dice que escuchemos "Así habló el Maestro".

Las madres podrán venir a lavarse las manos.

Jesús dice que hay que traer otra jarra de agua.

 

Con esta agua Yo purifico sus sentimientos y sublimo sus ideas. Con ella bautizo a los humildes y elevo a los simples, uno a los puros con Dios, santifico a los que se consagran, elevo a los pequeños hacia el Reino de Dios; perdono y curo a los que siempre Me han buscado, encuentro en los servidores, la Paz, trasciendo a todos hacia Mi Reino, vivo el sacrificio de los que recién comienzan, Me presento en los corazones abiertos, Me vivifico en los que sufren. Me elevo en los que oran Conmigo, curo en los que Me buscan, Me sirvo en los que se dan, los libero en el poder del silencio.

En aquel tiempo, compañeros, las santas mujeres comulgaron Conmigo. De la misma forma que Yo lo hice con los doce, con Mi Santa Madre lo hicieron para instituir el poder de la maternidad, a través de los tiempos, la infinita obra del amor y de la caridad para todos los corazones caídos y perdidos.

Por eso María, en Su santa bondad, en vez de tomar un Cáliz con vino, tomó entre Sus manos un Cáliz con agua, lo elevó en el nombre del Poder de Su Hijo, para instituir la liberación del mal del planeta y la redención de las almas, a través de Su infinita caridad.

Y en aquel tiempo, en el Cenáculo silencioso de María, elevó el Cáliz en el Nombre de la Pasión de su Hijo, agradeció a Dios por ese sacrificio que viviría el Primogénito de Dios y siendo el Cáliz santificado por los ángeles de todo el Universo y en su santa visión y locución interior dijo:

Hijas Mías, tomen y beban de este poderoso Sacrificio que derramará Mi Hijo por ustedes y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Hagan esto por vuestra santidad y la santidad de todos los seres de la Tierra hasta el tiempo en que Él retorne al mundo, por segunda vez. Beban de la sangre Preciosa que es derramada por el Cordero de Dios. Purifiquen vuestros cuerpos con la infusión de Su Espíritu Divino, que los acoge en Su Purísimo Corazón. Beban de la Humildad que el propio Padre manifestó a través de Su Corazón, del Corazón de Su Hijo.

No pierdan tiempo, porque así como Él vierte Su Sangre, Él derrama Su Misericordia hasta el fin de los tiempos. Beban, hijas Mías del Código perfecto de la redención y nutran sus esencias con la divina Pasión de Mi Hijo.

De la misma forma Yo lo hice con los doce, cuando elevé el Cáliz de la Redención y de la Paz por todos los ultrajes del mundo y les dije a Mis compañeros como les digo hoy a ustedes:

“Tomen y beban todos de él porque esta es Mi Sangre que los elevará al Cielo y los purificará en espíritu”. Beban y no teman porque Mi Luz se hará visible en sus corazones.

Confíen en lo que Yo he derramado por el mundo entero. Confíen y amen así como Yo amé cuando derramé cada gota de Sangre por las almas de aquel tiempo y de los tiempos de hoy.

Arrepiéntanse de todo corazón y no perderán el camino que Yo he venido a encomendar para sus vidas, ante los ángeles del Cielo, que hoy se congregan para hacer resplandecer la Tierra por los siglos de los siglos.

Así María, entre Sus Santas Mujeres, tomó el pan, lo elevó en el Nombre poderoso de Su Hijo y de todos los Reinos Celestiales, pidiendo al Creador, Adonai, que se convirtiera en el Cuerpo precioso de Su Hijo y en la Comunión Espiritual con todas las almas de la Tierra.

En ese mismo instante su Maestro y Redentor también elevó el pan, instituyendo la Eucaristía en la Presencia de la Santísima Trinidad, lo partió y dijo en la humildad de Su Corazón, como dijo María, coman hijas Mías, este es el Cuerpo del Señor, que en nombre de todos se entrega para establecer el perdón de los pecados. Coman y vivan antes de Mi hora, la Pasión del Cordero de Dios. Coman y renueven sus votos con Dios, el Creador.

Y así compañeros, antes de Mi Muerte dejé para el mundo Mi mayor testimonio de amor por aquellos que Me entregarían a través de los tiempos, por sus indiferencias, ultrajes y, por los castigos a los inocentes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Gracias Jesucristo por cuánto nos das.

Después, compañeros, harán comulgar a todos sus hermanos de esta bendición sacratísima que hoy Mi Corazón ha realizado para todos los presentes.

Me elevo en oración y vigilia hasta el momento de Mi Cruz.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como un símbolo de paz coloquen sus cabezas debajo de Mis Manos para que Yo los pueda bendecir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy estoy aquí como Jesús Misericordioso para que recuerden la importancia de esta misión que el Padre le encomendó para el fin de los tiempos.

Ahora sientan Mi rayo blanco y Mi rayo rojo.

Yo soy la justificación y la sanación para las almas y, de la misma forma, Yo soy la Sangre que todo renueva y purifica.

En este segundo día, el segundo Trono de Dios se ha aproximado a través de Mi Sagrado Corazón y del Arcángel Rafael, que ha venido en Mi compañía para glorificar este momento y por la redención de la humanidad.

Mientras el Arcángel Rafael los contempla en nombre de todos los Padres Creadores, busquen unir vuestros espíritus a la esencia de la Cura cósmica que proviene de los Universos mayores, aquellos que tienen fe y fidelidad a los planos mayores, a los planos superiores de consciencia desde donde todo surge en la Creación.

Recemos para nuestro Padre, que está atento a la voz de todas las súplicas. Repitamos:

Amados Padres Creadores,
Esencias sublimes de Luz,
desciendan la Misericordia de Dios sobre el mundo
para que la raza entera alcance la redención
(7 veces)
Amén

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchamos trece campanadas a pedido de nuestro Señor.
 

Observen y sientan con amor todos los prodigios que Yo les traigo desde el Cielo, porque si en verdad las almas se sumergieran en Mi Misericordia, la maldad del mundo ya no existiría y no sería necesario sufrir.

Yo vine a ustedes a través de Mi encarnación en Tierra Santa. Nací como Luz de Dios para el mundo y derramé esa Luz de Dios para todos sin excepción.

Quiero que aprendan a beber de esa Fuente de Luz, que reúnen todos los Padres Creadores en el Universo y, que glorifican el Santo Nombre de Adonai eternamente.

Abracen esta oportunidad de redención y sientan, compañeros, cómo vuestras amarras se liberan, el pecado es purificado y la paz despierta en los corazones que escuchan Mi Voz.

Hoy vengo con la potestad de todo el Universo para el mundo entero y para las almas presentes y no presentes, visibles e invisibles, que necesitan encontrar la luz para poder abrir su corazón y reconocer la presencia del Rey que se hace visible entre las dimensiones, en cada esencia interior, que acoge con amor cada una de las palabras.

Hoy estoy como Jesús Misericordioso Solar. Traigo la sabiduría para todos, la consecuencia de poder cumplir con el Plan y de manifestar las obras de Mi Padre, así como están escritas en vuestros corazones y almas para esta tarea de fin de tiempo.

Ustedes, compañeros, tienen esta parte que cumplir. Otras almas deben hacer otra parte del Proyecto, que está intentando ser concretado a través del servicio de las almas que se donan a Mi Corazón por medio del despertar de los corazones, a la Sagrada Liberación Divina que los congrega.

Hoy vengo en la expresión infinita de Mi Misericordia y por la Misericordia de todos los Padres Creadores, los arcángeles, que intentan elevar este momento como una bendita ceremonia de purificación y de luz, de redención y de paz para todos los espíritus de la Tierra.

Así como Yo entré en Jerusalén y muchas cosas sucedieron, hoy Mi Padre concede a través del Corazón de Su Hijo Amado, un tiempo de paz en los corazones frustrados, en las almas que hacen las guerras y que desvían el Proyecto de Dios por sus acciones.

Hoy estoy aquí por todos, por cada uno de los hijos de Mi Padre, por los que Me responden y por los que no Me responden, por los que abrazan Mi llamado y por los que niegan Mi llamado, porque así Mi victoria se dará y Mi adversario será derrotado, cuando los corazones acepten Mi convocatoria. Está en ustedes el cambio del destino de todo el planeta, así como también está la responsabilidad en toda la humanidad.

Si doce consciencias que en el pasado estuvieron Conmigo consiguieron cambiar los acontecimientos de todo el planeta, ¿qué podrían hacer miles de ustedes, aferrados a Mi Fe, unidos a Mi Corazón, para que todo mal se extirpe en los corazones ignorantes que no ven la Luz?

Si cada uno cumple con su parte, a pesar de lo que suceda, no habrá por qué temer.

Den con amor todo lo que puedan dar y no se restrinjan, no cierren vuestros corazones ante las ofensas sino acojan vuestras lecciones como un acto de humildad y de pacificación, para que al fin, compañeros, la humanidad cumpla el nuevo patrón, la nueva vida sobre la Tierra en los corazones obedientes a Dios y a Su cambio.

Como fue en una Sagrada Semana anterior, conquistaré a siete intenciones, no para revelar la curiosidad y la propia voluntad sino para guiar a los espíritus hacia el Proyecto que Mi Padre tiene previsto para estos tiempos, a través de todas Sus jerarquías y criaturas, que se reúnen en el nombre de la Luz y de la Verdad.

Por eso prepararán, como una vez se los pedí, una cesta dorada para el día de mañana, escribirán vuestras intenciones. Y si pudieran dar un paso mayor, escriban la intención de vuestros hermanos, de vuestros familiares o conocidos y no las propias, así podrían estar en el escalón de la fraternidad y de la hermandad entre todos los seres, poniendo la atención en el que más necesita de una palabra de salvación.

Hasta el final de los días de este encuentro Yo rezaré por cada una de esas intenciones, porque es lo que se Me ha permitido. Y si confían en Mi Misericordia, esas intenciones se cumplirán y no habrá ningún nudo que se oponga a que todo se pueda concretar en el nombre de la Paz.

El Padre Eterno está presente a través de Mi Espíritu para que el mundo despierte a su gran llamado de redención y de conversión, de comunión con el Hijo Primogénito y con la Santísima Trinidad.

Hoy bendeciré los elementos, pero especialmente a los niños que han venido a Mi encuentro en nombre de todos los niños del mundo, especialmente de aquellos que son enterrados en los desiertos en esta hora aguda del planeta.

¿Será que ustedes, compañeros, por un instante sentirían Misericordia por esas cosas y no por ustedes mismos?

Yo necesito que caminen a Mi lado de otra forma y con otra perspectiva, haciendo madurar la consciencia y el corazón en la verdadera necesidad planetaria que Yo los invito a vivir Conmigo, como Mis apóstoles.

Tráiganme aquí el incienso para santificar la Mesa de Dios.

 Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo escucharemos Pater Noster, uniéndonos al Espíritu del Creador de todas las cosas.

Pater Noster...

A través de los elementos sagrados se encuentra la liberación de los caminos, se disuelven todas las amarras, se abren las puertas internas para que los corazones caminen en confianza hacia Dios y eleven su aspiración hacia lo Alto.

Esta Comunión de hoy, compañeros la ofreceremos por aquellos que deben ser consecuentes con el plan de evolución, y especialmente por los que más necesitan de una intercesión divina.

Mañana quisiera verlos a todos con velas en sus manos, pues Mi Luz debe materializarse frente a ustedes, para que así crean que Yo estoy presente en el nombre del Amor y de la Paz por los siglos de los siglos.

Hoy Mi Corazón glorifica vuestros corazones. Hoy Mi Amor colma a los que más necesitan del Amor de Dios y ese Amor hace reafirmar los votos en aquellos que dicen “sí” a la Voz del Maestro y a Su Sagrada Palabra.

Hoy necesito, compañeros, que sientan la Alegría de Mi Presencia, porque donde está Mi Alegría no está el mal.

En los más pequeños verán el ejemplo de la inocencia que Yo necesito de ustedes, para que pronto en conciencia y en el próximo mundo puedan entrar al Reino de los Cielos.

Mi Corazón se complacía ampliamente en los más pequeños, cuando Yo vivía aquí en el mundo entre ustedes. Mi Corazón se calmaba en los niños ante tanta adversidad; ellos son el regocijo de la nueva humanidad, es el espíritu de la pureza que nunca puede perderse en los hombres y en las mujeres de la Tierra.

Sean como niños y estarán en Mi Corazón, no con infantilidad sino con inocencia, con verdadera pureza y compasión por todos vuestros hermanos, así como ellos aman a todos los que ven en sus caminos.

Por eso hoy, también vengo al mundo desde el Universo de Mi Padre, trayendo esta buena nueva de que los más pequeños, en estos tiempos, son los que se ofertan de corazón para apoyar a la humanidad en esta transición. Busquen la unión con vuestro niño interior y curen el pasado para que él se pueda borrar de vuestra historia.

Mis Rayos de Misericordia permiten multiplicar todos los dones y todas las obras. En los niños, Yo también Me encuentro, dos veces, cuando juegan y cuando sonríen para los adultos.

Yo estoy en todas las cosas, así como Mi Padre está en todas las cosas, porque si así lo creen vivirán la verdad.

Mientras Me elevo en este día de bendición, cantaremos al Hijo Supremo, para que Su Gloria se expanda por los cuatro puntos de la tierra.

Repitamos:

Aleluya, aleluya, aleluya

Misericordia, Misericordia, Misericordia

Jesús yo confío en Ti.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible  cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.

Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.

Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].

Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.

En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.

Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.

En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.

En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.

Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.

Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.

Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.

Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.

Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.

Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.

Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.

¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.

Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.

Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.

Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.

Padre Santísimo, desciende Tu Poder sobre los corazones no redimidos.
Desciende Tu Gracia sobre los corazones que Te honran día y noche.
Desciende Tu Misericordia sobre aquellos que aceptan la redención y la liberación del mal.
¡Oh, Adonai! Bendice a Tus hijos, a aquellos que perseveran a través de Mi Corazón amante;
a aquellos que caminan a pesar de las barreras y de sus propios desafíos.
Bendice al mundo en este día, para que muchos más puedan entrar en Tu Reino
a través de la ofrenda de Tu Amado Hijo, que se hace pequeño ante los ojos de los hombres,
para que te puedan reconocer, Padre, en la presencia de Tu Amor Infinito.
 
 
Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.

Kodoish, Kodoish, Kodoish...

 

Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.

Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.

Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.

Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.

Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.

Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.

 

Oración al Ángel de la Guarda...

 

No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.

Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.

El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.

No tengan expectativas por ser escogidos.

Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.

Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.

Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.

No se alejen de Mi Gloria.

Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.

Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.

Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.

Padre Nuestro en arameo...


[1] Jesús está mostrando un libro abierto.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE SAN PABLO, Y CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En las entrañas más profundas de Dios, en donde habitaba la pureza de Su Divina Consciencia, reposaba un principio de vida, una molécula viva de la Consciencia Divina, proveniente de Adonai. Como el Amor de Dios no podría permanecer en Él mismo, el Creador le dio vida a ese principio purísimo: creó una Consciencia Divina y Universal, que abarca más que un pequeño cuerpo o una consciencia material.

María es el Vientre Divino, es la Vida, es lo que hace nacer a las criaturas de todos los Reinos y las ampara durante toda su evolución.

María no vino de los hombres y ascendió a los Cielos; María descendió de los Cielos y, por Su Amor infinito, se hizo carne entre los hombres para acompañar al Hijo de Dios.

María no es parte de la humanidad, la humanidad es parte de María.

Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, un proyectoque viviría en sí un potente grado de Amor, necesitaba de una Fuente Creadora Pura, una Consciencia que emanara el Amor que los seres humanos necesitaban para desarrollarse. Y fue así como los Ángeles y Arcángeles del Padre Celestial recurrieron a Aquel Principio Puro de Dios, que era la propia energía de la maternidad, de la pureza y del amor, para crear, desde esa Fuente perfecta, los códigos que los seres humanos contendrían en sí.

Así como es en el Cielo, es en la Tierra. Para hacer nacer el Amor en la consciencia planetaria, como había nacido en el universo, el Creador manifestó en mente, cuerpo, alma y espíritu Su Divina Pureza. De ahí proviene la Madre de Dios, la Madre de Jesús.

María es la Gracia de Dios; es la Bondad manifestada en una Consciencia sublime. María es el don maternal que, aun después de haber ascendido a los Cielos, no deja de proyectarse entre los hombres, de representar en el universo, así como en la Tierra, un ejemplo para las criaturas materiales.

Lo que tuvieron delante de ustedes durante todos estos años es la Perfección de Dios manifestada en el Amor y en la Bondad materna de María.

Queridos, les digo esto para que aprendan a estar delante de una Consciencia que, a pesar de Su Grandeza y Divinidad, a pesar de no caber dentro de una forma humana, sigue manifestándose entre los hombres, sigue expresando Su semejanza con las criaturas de la Tierra, sigue mostrándoles a todos el Camino.

Su Amor es inalterable, Su Perfección es incorruptible, Su Paz es eterna, porque Ella espera que, algún día, ustedes acepten con alegría revivir en Su plena Paz.

Permítanse retornar a los brazos de Aquella que los creó como parte de Dios. Permítanse ser guiados por Aquella que proviene del Santo Espíritu del Creador y que manifiesta Sus Dones entodas las criaturas. Mientras aún hay tiempo, hijos, ríndanse en los brazos de su Madre Celeste y, así como la Sagrada Familia, permítanse ser amados y conducidos por María. Su Amor les revelará muchos misterios y Su Pureza les abrirá las puertas del Cielo.

Aquel que los ama y los entrega todos los días, en oración, al Inmaculado Corazón de María,

San José Castísimo

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 31.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El silencio les abre la puerta para entrar en Mi Corazón y allí permanecer en regocijo y luz.

En estos tres últimos días, hemos recorrido gran parte de Shambhala y Yo les he mostrado, a sus internos, cuáles son los próximos pasos a seguir en este Plan, que debe cumplirse en el fin de los tiempos.

Hoy Mi Corazón se siente honrado por el resultado de su empeño y esfuerzo ante el  Padre  Celestial. Aún es necesario hacer más, porque la humanidad lo necesita, no solo en los encuentros  de oración, en el servicio, sino también en la entrega, día a día.

Estoy con ustedes, acompañándolos, guiándolos; y ahora vayan, vayan de dos en dos como hicieron los misioneros para poder ayudar a las almas y aproximarlas a Mí, en unión con Dios.

Aún el mundo sufre y eso no podemos ocultarlo, es una realidad ante sus ojos, es la consecuencia  de un error continuo que nunca termina por no haber un profundo cambio en la consciencia y en los corazones de todos los seres humanos. Pero el tiempo de Mi Justicia está llegando; por eso Yo los preparo, para que sean portadores de Mi Misericordia y la difundan todos los días, así como las almas lo necesitan en estos tiempos que están llegando.

En Shambhala, hemos vivido un retiro interno que debe quedar grabado en sus memorias; porque  de allí partirán las nuevas cosas, se darán las nuevas obras y las almas se congregarán en torno a Mi Corazón Glorificado para servir al universo en este Proyecto de Redención.

Aún las puertas de la redención deberán estar abiertas para que más almas puedan ingresar; así  como lo hicieron ustedes en estos últimos años, que han sido llamados a vivir el perdón y el amor  en esta escuela del planeta.

Me regocijo cuando existen almas que se animan a seguirme de verdad y que no temen perder   nada; porque en verdad, el universo siempre les da todo, más que a los otros.

Los tesoros que guarda Mi Corazón para ustedes son incalculables e infinitos.

Desearía que no solo amaran Mi Misericordia, sino también Mi Gracia que es el poder vivo de Mi Divinidad, que estuvo entre ustedes en el tiempo pasado para guiarlos hacia la redención y hacia el amor que no conocían y que habían olvidado.

Hoy, ante las puertas de Shambhala, ante los doce coros de ángeles que se congregan alrededor del Rey del Universo, ante la Presencia de Adonai y de la Santísima Virgen María; les vuelvo a  recordar que nunca se olviden de amar, porque si aman como Yo los he amado, sabrán perdonar y no estarán en el pecado.

Mi Misión es que sean apóstoles en este tiempo de tinieblas y de pruebas constantes para todos los corazones. Pero les vuelvo a repetir este Mensaje de Amor porque muchas veces lo olvidan, y sus cosas superficiales emergen y los dejan ciegos, sin poder ver la importancia que tiene el Amor de Dios en estos tiempos.

A través de cada Maratón de oración, Yo les recuerdo la misma llave, hasta que un día la puedan unificar a sus vidas como parte de sus seres y deje de ser solamente un Mensaje para que lo vivan  en la práctica de esta escuela de redención.

Los doce coros representan las doce misiones que aún deberán cumplirse en los cuatro puntos de la Tierra, a las cuales ustedes están siendo llamados a participar y a colaborar para que Mis semillas   de Luz sean sembradas en los más olvidados y abandonados de este mundo.

Hay muchas almas en soledad. Hay muchos corazones que no reciben ni una gota de amor, ni siquiera de amor humano. Por eso, los preparo en estas misiones actuales, no solo a los que sirven, sino también a los que oran, para que puedan dar su gran paso evolutivo a través de un servicio humanitario, en el que el dolor del mundo es insoportable cuando se ve cara a cara.

Así, compañeros, Yo les enseño a hacer lo que Yo hice en el tiempo pasado: amar a los enemigos, triunfar a través del amor, donarse por amor a los otros y alcanzar la unión con Dios, la unión perfecta en esa comunión infinita con el Padre Celestial.

Hoy, les dejo a todos la Presencia de Mi Corazón Glorificado, con Sus doce Estrellas y Sus Rayos de Gracia. Que este símbolo los impulse a adorarme, para que adoren a Dios a través de Su Hijo amado. Que este símbolo represente a través de las Estrellas, la unión entre las naciones y la constitución del Amor eterno para todo el planeta, el Amor Crístico Redentor.

Que los Rayos sean las almas que emergen de Mi Corazón Glorificado, Rayos que se expanden por todos los espacios para iluminar los abismos oscuros de la consciencia y para elevar a los pecadores hacia el Reino de Dios, en donde deben alcanzar la Misericordia por medio de la colaboración con sus semejantes, con Sus servidores y pacificadores.

Que no se vayan de Aurora sin estas señales que Yo les dejo en sus corazones, porque les servirán de ayuda en el momento en el que deberán dar el salto a la evolución, así como los misioneros de Medio Oriente lo han dado y se lo han demostrado a Dios.

Reconozco, como su Señor, la ofrenda que están haciendo a través de las oraciones diarias en los grupos de oración. Eso hace vitalizar el Plan, lo hace vivo en cada uno de ustedes y, amorosamente, se sienten partícipes de esta Obra de Redención y de Paz que será cumplida por medio del esfuerzo  y de la entrega de todos Mis compañeros.

Por esta jornada de oración sucedida, han ingresado a Shambhala Conmigo y sus almas han reconocido la importancia de amar el Plan de Dios y de traerlo hacia la Tierra a través de las buenas obras para que él se pueda cumplir, así como Mi Padre lo espera desde el principio.

Ustedes son un rebaño muy característico que puede despertar a otros rebaños al servicio, a la oración, a la confraternidad; algo que espero cumplir, a través de ustedes, todo el tiempo y todos   los días de la vida hasta el fin de los tiempos, hasta que Yo retorne para presenciar el Juicio de la

Tierra, junto con todos los coros celestiales que dictarán sus proclamaciones de cómo han sido los últimos dos mil años de esta humanidad. En ese momento, ya no habrá más tiempo.

Por eso, vengo en esta hora para motivarlos a la entrega mayor y para que no pierdan de vista el Propósito que brilla frente a sus ojos como un gran sol para iluminar los caminos de todos los servidores.

Hoy, abrazo a aquellos que Me han abierto su corazón y los guardo debajo de Mi Manto para unificarlos con Dios y con Mi Corazón misericordioso.

Pues la oferta que Yo les hago es para todos, pues todos tienen la oportunidad de vivir en el nombre del Amor que proviene del universo para todas las galaxias.

Hoy, les muestro, compañeros, cómo agradar al Corazón de Dios; que está muy olvidado por el mundo, por la guerra y la separación.

Que Dios siempre los escuche, para que Sus Obras se realicen en los corazones simples que en verdad quieran cambiar por el bien de la humanidad y de la Nueva Tierra prometida.

Siempre recen Conmigo para fortalecerse; la oración es el diálogo entre Nuestros Corazones y es por donde puede fluir Mi Gracia hacia sus espíritus.

A pesar de las caídas, Yo los contemplo, porque Mi Amor es más grande que sus pecados o que sus incertidumbres. Aún ustedes no conocen Mi Amor, pero Yo sí les muestro una parte de Mi Amor que es el Amor de Dios, el Amor vivo y sabio que comprende y ayuda a las almas, que las acerca a la Fuente del Amor para renacer todos los días, y para que así cada alma cumpla con su misión que ha venido a cumplir en este tiempo.

Hoy, haré una nueva oración por ustedes y les pido que ahora se unan a Emmanuel. Esta oración, compañeros, Yo la recité a Mis apóstoles en la Última Cena, antes de que Judas Me entregara. Yo   la llamo "Oración del Propósito", porque es el Propósito para esta humanidad desde el principio de los pueblos del desierto, de Abraham, de Moisés y de los profetas.

Oración del Propósito
 
¡Oh, Gloriosa y Nueva Jerusalén!,
que habitas en las dimensiones de Mi Padre.
 
¡Oh, Sagrado Tesoro del Arca de la Alianza!,
que aún vibras en el Reino de los Cielos.
 
Desciende, Nueva Jerusalén, como ciudad resplandeciente,
como Nueva Humanidad sobre los hijos de Mi Padre.
 
¡Oh, Gloriosa y Nueva Jerusalén!
Únete a los espíritus que creen en el Reino de Dios
y que solamente esperan que se cumpla
la promesa del Retorno de Cristo.
 
Mientras tanto, ¡oh, Nueva Jerusalén!,
formada por la Mente Única de Mi Padre
y por Sus Creaciones maravillosas,
hazte vida en las almas que esperan
el cumplimiento del Proyecto Redentor.
 
¡Oh, Gloriosa y Nueva Jerusalén!,
que una vez brillaste en el firmamento de Belén,
cuando el Hijo Primogénito encarnó en la Tierra
para dar testimonio de Misericordia al mundo.
 
Únete, ¡oh, Gloriosa y Nueva Jerusalén!,
al Propósito de los que se han autoconvocado
para vivir Mi Segunda Venida al mundo.
 
Padre, Padre-Madre Emmanuel,
haz descender Tu Nueva Jerusalén que brilla en el universo,
como el principio del nuevo Propósito para la Nueva Tierra.
 
Que Tus leyes y designios, ¡oh Nueva Jerusalén!,
se cumplan en los que esperan Tu llegada.
 
Hoy, abro las puertas ante Ti, ¡oh, Nueva Jerusalén!,
para que el Padre toque el corazón de Sus hijos
y ellos sientan la confianza de vivir en el Propósito.
 
Sagrada y Nueva Jerusalén,
colmada de Ángeles y Arcángeles;
de leyes, dones y designios, desciende a este mundo enfermo
que se oscurece por haberse olvidado de Ti.
 
Que Tu Amor se manifieste, ¡oh, Gloriosa y Nueva Jerusalén!,
para que las almas revivan Tu Principio,
Tu Principio de ascensión y de unificación con Dios.
 
Que la Nueva Humanidad surja
por la llegada de la Gloriosa y Nueva Jerusalén.
 
Que todo se haga Uno
y que en unidad seamos en Mi Padre, Emmanuel.
 
Padre Amado,
así como en el Getsemaní Me entregaste
el mayor peso sobre Mis Espaldas,
que era el pecado del mundo y la perdición de las almas,
después de haber cumplido Tu pedido
en nombre del Amor y de la Unidad,
a Tu lado, ¡oh Emmanuel!,
cumple Mi petición de que Tus hijos reciban la nueva Luz del universo.
 
Emmanuel, abre las puertas de la Nueva Jerusalén,
para que todos puedan entrar y no dejes a nadie afuera.
 
Que Tu Mirada paternal, Emmanuel, ilumine a las almas
y que, en Tu Nuevo Reino, seamos Uno para siempre.
 
Amén.
MENSAJE DIARIO ESPECIAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS REFUGIADOS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FREY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Un grupo de monjes de Aurora nos reunimos para orar el Rosario y esperar la llegada de la Madre Divina. Cuando estábamos en el último misterio del Rosario, vi con claridad el Medio Oriente que estaba siendo trabajado espiritualmente por la oración, y vi a la Santísima Madre por encima de todos esos países derramando una intensa Luz blanca que salía de las palmas de Sus manos, de Su Corazón y de toda Su aura. La Santísima Virgen extendía Sus brazos hacia esa región en actitud de constante ofrenda y, al mismo tiempo, suplicaba por todas esas naciones a través de un profundo silencio, mientras observaba todo lo que allí sucedía.

Cuando la Virgen María apareció donde nos encontrábamos orando, se mostró envuelta en un manto que tenía grabada la bandera de Siria. María abrazaba con amor y fervor ese manto, suplicando al Padre. 
 

Como un gran Espejo de Luz y de Amor, desciendo al mundo para retirarlo de la maldad en la que vive, porque el mundo está ausente del Amor de Dios.

Desciendo en gloria hacia los recintos más oscuros del planeta, para que Mi Espejo de Luz disipe las ideas y formas sobre una guerra estremecedora. Por eso, sus oraciones siempre serán las luces que brillarán y no dejarán que reine el mal en el corazón de los hombres, mal que se ha expandido por el mundo.

La victoria y el triunfo de Mi Inmaculado Corazón se darán a través de todas las almas, que en la hora más aguda de la Tierra, cuando el gran abismo esté totalmente abierto, serán el consuelo en la desesperación, serán la fuerza interior para la transformación, serán el verbo vivo en la esencia de los que busquen la unión con su Madre Celeste.

En esa hora, en la que todo será evidente y nunca más ocultado, la firmeza y la oración realizada con confianza serán el camino para encontrar la salida. Las almas no tendrán hacia dónde correr durante el tiempo de la purificación de la Tierra.

Ya estamos en la primera hora del Juicio, todo el universo sabrá de qué lado estará cada alma de la Tierra. La cosecha ya terminó, la paja y el trigo están extendidos por todo el campo. A los ángeles del Cielo les llegó la hora de presentar la ofrenda de los frutos de los hijos de Dios y el resultado de lo que cada alma sembró para estos últimos tiempos.

Su Madre se encuentra en oración permanente, esperando que las últimas trompetas sean tocadas por los serafines en dirección a la Tierra, momento en el que los vientos soplarán fuerte y la Tierra se purificará.

Sé que muchos de Mis hijos no creen que esto sucederá; lo que fue escrito en los Libros Sagrados se está cumpliendo y esto es la muestra de que son muy pocos los que han dado el paso hacia el Señor. Pero aún hay tiempo para el arrepentimiento y el perdón verdadero, sus vidas ya deberían estar corregidas y alineadas con el principio del Señor del Mundo.

En esta hora tan aguda, la fe deberá ser el pilar inquebrantable, la estructura inamovible, serena y mansa que pueda sustentar a otras consciencias cuando todo suceda.

Dios, en Su profundo silencio y reflexión, no esperaba tanta indiferencia humana y tan poca respuesta de parte de Sus hijos al llamado a un gran cambio.

Los Siervos de Adonai ya decretaron cada una de las Palabras encomendadas por su Dios, pocos escucharon y ya es tarde; aún los corazones duermen en sus castillos de barro y la gran corriente del cosmos se está aproximando con fuerza al planeta y al sistema solar.

Por eso, su Madre desciende como un gran Espejo para que comprendan que es hora de que la mayoría de los autoconvocados reflejen cosas buenas, siguiendo los principios de la Ley y de la Verdad, para poder estar protegidos de los propios engaños.

El Cielo sabe que las almas nada saben sobre el Apocalipsis, porque esta es una experiencia que se desarrolla en los últimos tiempos que todos están viviendo.

Si ustedes se transforman, no se resisten y hacen triunfar Mi Corazón verdadero en cada una de sus vidas, tal vez, hijos amados, muchos no padecerán lo que no sembraron bien.

Sean esos espejos tan necesarios en estos tiempos, espejos que deben estar en ofrenda en las Manos de Dios para que Él refleje Sus principios de Amor y de Unidad, algo que toda la humanidad ha olvidado.

Por eso, sean consecuentes con el llamado y así no se desviarán por causa de sus propios impulsos humanos. El Padre los espera con Sus Brazos abiertos para darles a conocer el poder de Su Amor, Amor que en este tiempo no es buscado.

Espero que, en esta hora de definición y de Juicio para todo el planeta, sus corazones estén elevados hacia el Señor, así Él recibirá de sus seres internos una verdadera respuesta de amor.

Hoy Me encuentro rezando y observando el Juicio espiritual que está viviendo todo el Medio Oriente; así, comprenderán, queridos hijos, que algo está por suceder.

Solo nos resta orar, orar y orar y nunca faltar, así sus corazones estarán protegidos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En oración y vigilia,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Eleva tu corazón a los Cielos y entra en la Casa del Padre Celestial. Postra tu alma y todo tu ser ante Su luminosa Presencia y pídele lo que tanto necesitas.

Hazlo por todas las almas que no ascienden al Cielo ni se postran ante el Amor Universal. Báñate con la luz que emana de Su Infinito Corazón y siente el poder de Su Misericordia.

Entrégale todo lo que te ha hecho feliz, entrégale tus aciertos e incluso todos tus fracasos. Ante la Casa del Padre Celestial se vislumbra la inmensidad de ángeles y de arcángeles reunidos para glorificar el nombre de Adonai.

Imita a todos esos seres alados y elévate, elévate, elévate a lo Alto. No dejes que nada te haga descender, el alma de cada ser es la expresión infinita del Amor que Dios tiene por todos.

Recuerda que en la Casa del Padre Celestial la paz es como la luz que se expande en el firmamento. Penetra en esa luz sin miedo, y pronto todo se pacificará.

Vive en la Casa de Dios en adoración, silencio y oración, deja que todo se reconstruya dentro de tu ser, todo tiene su momento.

Quédate delante de Dios en gratitud, pues el Padre te ha salvado y quiere, a través de tu alma, unirse a todas las almas de esta humanidad.

Sigue en elevación, todo ya está previsto. Sigue la Luz de Adonai y vive en el tiempo eterno, allí estarás libre de Mi adversario, porque quien está en Dios nada teme.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los unifica en la Esencia de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

¿A qué le temen? Cuando Yo estoy presente la Luz reina y la oscuridad se disipa de los espacios más profundos de todos los seres. 

¿Por qué temen? ¿Acaso el Poder que Dios Me ha dado no es más fuerte que mil ejércitos?

El Poder que viene de Dios es invencible pero no puede ser tentado por nadie.

El ángel caído aún no ha salido de su abismo porque todavía falta que Yo retorne para entregarles Mi Victoria y Mi Paz. 

Yo los llevo a todos por un largo desierto y algunos temen morir en el camino por tanta sed.

Yo Soy ese gran Espejo de Agua, Soy ese Oasis que está en la mitad de sus caminos para salvarlos y darles de beber de la última Agua de Vida que todo salva, que todo redime y que todo sana.

Aún están a las puertas de ese gran desierto que Yo los invito a cruzar a través de las experiencias y de las pruebas. ¿Acaso no confían que Yo pueda estar allí para ayudarlos?

Hoy estén postrados como Yo una vez lo hice en el Getsemaní.

La soledad forma parte de la prueba de todos los iniciados. Si Yo, que Soy vuestra Vida, lo padecí, ustedes también, pero no en el mismo grado como Yo lo sufrí por ustedes y por todo el mundo, hasta los tiempos de hoy. 

No hay hacia donde puedan escapar, compañeros. El Armagedón es la puerta de entrada al Apocalipsis, que muchos creen que aún no ha llegado pero que se desenvuelve de una forma arrasadora en esta humanidad. 

Yo Soy ese Sagrado Corazón que los consuela, que los conmueve, que los une con el Padre Celestial.

Las espinas de Mi Corazón son la muestra de la gravedad del mundo y de todos sus moradores.

El yugo es fuerte en estos tiempos pero no hay qué temer, trabajen por Mi Padre y junto a Mí, para servirme en el nombre del Amor, del Amor Infinito. 

Hoy se desata en el mundo la gran y primera batalla espiritual, que no está en la visión,  ni al alcance de todos.

Por eso he venido en esta noche para confortarlos, para darles a beber de Mi Agua, que no los hará morir sino renacer en espíritu, en unión Conmigo. 

Son tiempos difíciles y se volverán cada vez más difíciles, pero necesito que se aferren a Mi Corazón para que puedan estar en el Corazón de Mi Padre.

También sufro por tantas crueldades, por tantos desánimos, por tantos pecados; pero Yo morí por ustedes en la Cruz y Me fue concedida la Misericordia de Dios.

El mismo Dios se hizo clavar en la Cruz por ustedes para que no se perdieran. Pero esta experiencia parece no ser suficiente para esta humanidad de hoy, que en la consciencia profunda cree que el Maestro fracasó.

La victoria está en la fuerza del Amor verdadero e invencible que proviene de la Fuente de Mi Padre y que regenera todas las cosas, las cosas más perdidas. 

Si sus caminos alguna vez se desvían de los Míos, sepan que pueden retornar.

¡Cuánto amor tengo para dar a las almas y pocos lo aprovechan!

¡Cuánto tiempo tengo Mis Brazos abiertos y extendidos hacia ustedes para acogerlos y pocos Me abrazan!

¡Cuánta paz puedo entregarles y pocos la buscan!

Les di los Sacramentos, las señales de la salvación para que pudieran vivirlos una y otra vez; porque el cuerpo puede morir pero el alma vive en la eternidad.

Es a sus almas que no deben fallar, es a sus espíritus que no deben lastimar por sus acciones, por sus dudas, por su poca fe.

Yo sé que muchos no se animan a cruzar este desierto tan extenso y duro.

Quien confía en Mi Misericordia se salvará y no estará perdido. 

Hoy vengo como el Jesús de la Divina Justicia para el mundo.

Mis Manos siguen llagadas por las faltas del mundo, por la soberbia, por la arrogancia, por la falta de penitencia. Pero Yo les doy la fuerza para reconstruirlos, para sanarlos, para renovarlos una y otra vez. 

Estoy a las puertas de ese desierto para acompañarlos, pues muchas almas no sabrán cómo caminarlo porque no tienen la guía interior. Pero Yo Soy ese sendero que los llevará al Padre, a la casa del Padre Celestial en donde no existe el miedo, no existe la oscuridad, solo reina el Amor. 

Me ofrecí al mundo para que llegaran a Mi Padre, para que ascendieran hacia lo más alto. Muchas veces sus cuerpos no lo quieren, pero no se amedrenten, todavía el universo es dual y la experiencia es viva para todos.

Pero si existe el amor entre los Míos, nada pasará, porque donde está el amor verdadero y no orgulloso Yo estoy presente. Tal vez no Me podrán ver ni sentir en los momentos más cruciales, pero cuando la batalla esté en pleno auge, Yo estaré presente para apoyarlos. 

Viví por ustedes la primera guerra de la Redención a través de la Pasión y de la Cruz. Yo les enseñé cómo hacerlo en el silencio, en la entrega y en la confianza en Dios, pero muchos no quieren hacerlo porque temen fracasar.

La no resistencia será su cordial hermana, la que los fortalecerá para vivir las pruebas, así como están escritas. Si no se purifican no pueden llegar al Reino de Dios. 

Adán y Eva salieron de este proyecto durante el Génesis y desde ese momento, el pecado original se cultivó en el corazón de los hombres y de las mujeres de la Tierra.

Llegaron los Patriarcas para enderezar los caminos de la humanidad.

Llegaron los Profetas para anunciar la salvación del mundo a través de Cristo.

Llegó María, vuestra Madre, para acompañarlos en el amor y en la fe; si esa mujer tan simple decidió vivir los poderes del Cielo, abrazándolos con fervor y devoción, aceptando la Voluntad del Padre, ¿por qué ustedes no lo hacen? 

Todo lo que se muestra en sus caminos es parte de una experiencia.

La santidad es la meta de los nuevos cristos, de los nuevos corderos que irán a diferentes mataderos; pero nadie irá al matadero así como Yo fui, por cada una de las esencias a las  que les faltaba la paz y la reconciliación.

Mi Sangre fue vertida sobre el mundo y pocos la adoraron; es la Sangre de Dios hecha carne que se entregó por la Redención.

La luz de los misterios es para todos sin excepción; los misterios de la Sangre vertida, los misterios de la Cruz, de la Pasión, de la Agonía y de la Resurrección, fueron y son para que el mundo pudiera dar sus pasos hacia el Señor. 

Mientras les hablo contemplo el mundo que agoniza y otros festejan su propia realización. ¿Qué es más valioso: Que una humanidad se salve, o que una nación se desarrolle por sus pobres poderes? Las armas fueron creadas para instigar a los corazones, para crear el miedo y la persecución.

Si están unidos a Mí podrán morir, pero sus espíritus siempre resucitarán. La victoria se encuentra en el Amor, en la Unidad que es encomendada por Mi Padre a todo el Universo. 

Mientras les hablo camino en el desierto junto a ustedes, así como lo hice con los doce para mostrarles dónde se encontraba la verdad.

Que sus corazones se pacifiquen, se calmen, que sean mansos y amorosos. Sus semejantes podrán fallar, pero su amor no podrá desaparecer.

¿Cómo estaré Yo presente en ustedes si no está la Fuerza del Amor que todo lo mueve y que todo lo recrea para que las almas crezcan en el Amor de Dios? 

Hoy consuelo a los que han caído, los que no consiguen levantarse del suelo por sus propias experiencias. 

Hoy los bautizo así como Juan Me bautizó en el Jordán y les confío la alegría de vivir esta experiencia que muchos no comprenden porque es desconocida.

No pierdan la esperanza, que su fe no sucumba, pues hoy el Rey de Dios, el Hijo del Hombre, el Siervo del Altísimo pisa con Sus Pies lo que causa el dolor y la amargura en los corazones, liberándolos de los pecados, de las tentaciones, de los desvíos.

Les entrego Mi Fe que es lo que puedo legarles. No dejen de buscarme, pues muchos corazones Me necesitan a través de Mis verdaderos discípulos. 

Hoy traigo la serenidad y la calma, pues las batallas no terminarán, y cada vez muchas más almas deberán sumarse para que ese Ejército de Luz nunca decaiga.

Vuestra Madre corre al desierto para refugiarse, así como lo dijo Juan; ustedes también deberán hacerlo antes de que llegue el mal tiempo. Muchos se sorprenderán por no haberse preparado. 

Los Sacramentos serán las llaves para entrar en ese refugio, así como la oración y la vigilia.

No deben perseguirse, no deben amedrentarse, sino estar al servicio de lo que Dios necesita para la humanidad. Pues en este Libro que hoy llevo entre Mis Manos, son pocos lo que se han comprometido, aunque podrían ser muchos más, si todos caminaran en la fe. 

Yo los amo, los bendigo y los bautizo en la indulgencia concedida por Mi Divina Misericordia. 

Adoren al Señor, adoren a Adonai. 

Padre, que confiaste a Tu Hijo el misterio del sacrificio por el mundo, ayúdalos Señor para que se vuelvan a erguir en Tu Nombre Santo.

Así como enviaste al Huerto Getsemaní a  centenas de ángeles para que Me auxiliaran, así Señor levántalos del suelo cuando caigan.

La carne es débil pero el alma es fuerte, creada a Tu semejanza, creada en el nombre de Tu Amor.

Adonai, nutre los espíritus, eleva a las almas a Tu Reino, a Tu Vida, a Tu Corazón. Disuelve el dolor del mundo, reconstruye Tu Proyecto por aquellos que te escuchan a través de Tu Hijo. Amén. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, HACIA EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que Mi Águila de Luz derrame los poderosos rayos de Mi Corazón, rayos que permitirán iluminar el camino de las buenas almas, almas que deben alcanzar, al igual que ustedes, la redención.

Que Mi Águila de Luz  irradie los códigos de la rehabilitación a las naciones y a los pueblos; y cuando vean pasar el Águila de Luz por cada lugar, los corazones puedan reconocer la filiación con Mi Corazón.

Águila blanca, en tu vuelo, tú existes para recordar que el Santo Espíritu de Dios pertenece a todo corazón que lo invoque para vivir su transformación.

Águila de Luz, tú existes para elevar a tus hijos hacia Dios y para recordarles el Mensaje salvador de Cristo.

En tu interior, Águila de Luz, guardas a los redimidos que, como tantos otros siervos Míos, pudieron ver claramente las pisadas de Cristo y así has reunido en Tu purísimo Espíritu a cuantos hoy celebran contigo la redención.

Que tu andar, por cada espacio, deje brillando la alegría de reencontrar a Dios, así como la estrella marca en el firmamento su infinita Presencia.

Águila de Luz, eres el espíritu de las divinas obras; eres en humildad la ofrenda verdadera del Plan de Dios al planeta.

Nunca te canses de volar, Águila de Luz, pues detrás de ti aún caminan los buscadores de tu luz; llévalos a todos hacia el Reino de Adonai para que se unan al Amor del Universo.

Águila de Luz, a tu paso, deja grabado el Rostro luminoso de Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Hoy bendice toda esta misión,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo soy el Águila del Sol y protejo a todos Mis hijos bajo el manto sagrado de Mis alas de luz. A todos los envuelvo en Mi Espíritu Materno y derramo sobre los seres el Amor de Dios.

Yo soy el Águila del Sol, Mis rayos provienen del Cosmos y Mi Amor interno reúne a todas las estrellas para que vivan la redención.

Yo soy el Águila del Sol y guío con Mi mirada de paz a todos los rebaños de Cristo hasta que alcancen la unión con el Hijo de Dios.

Yo soy el Águila del Sol, porque Mi Espíritu obra en los corazones que buscan la simplicidad de las formas y la humildad de sus corazones.

Yo soy el Águila del Sol, Me reflejo en la mirada de los puros y Mi obra se manifiesta en las vidas que se han redimido.

Yo soy el Águila del Sol, soy la Madre que congrega a las almas y les recuerda su unión con Dios, para que de una vez y para siempre se sientan dignos hijos de Dios.

Yo soy el Águila del Sol, con Mi canto en las montañas elevo a todos los corazones y les hago descubrir su verdadero origen y su filiación con Adonai.

Yo soy el Águila del Sol, alrededor de Mi manto sagrado están todas las estrellas que reúno para que vivan la redención a través del amor y de la verdad.

Yo soy el Águila del Sol, hago renacer al corazón que Me reconoce como su Madre y Guardiana de todas las vidas.

Yo soy el Águila del Sol, soy la Madre de la humanidad. Soy el gran Rayo del Amor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los eleva al Cielo y al Gran Sol,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Deseo todo el tiempo, de corazón y de alma, que todos Mis hijos algún día conozcan el gran Amor de Dios, porque fue ese Amor y esa Misericordia que trajo al mundo a cada uno de ustedes en el grado perfecto de la necesidad. 

Por eso, hijos, mientras enfrentan los primeros pasos de una purificación tardía, Yo los invito nuevamente a que se aferren al gran Amor de Adonai, Amor que reconstruye los universos y los corazones heridos. Sin ese Amor de Dios nada sería posible en estos tiempos. 

Es ese amor, hijos Míos, que los ha hecho madurar y crecer y así asumir su redención en este planeta. 

Aprendan a vivir y a buscar el perdón, porque es el perdón que los llevará al amor, y el amor les hará encontrar la Misericordia tan necesaria y urgente en este tiempo de caos. 

Hijos Míos, su Madre Celeste los ayuda a tomar consciencia de que sin el Amor de Dios no se podrán superar las pruebas ni los ciclos de una purificación intensa y acelerada. 

El amor de Dios los lleva a la paz, por eso entrego Mi Corazón de Madre para que lo puedan sentir y vivir como parte de sus vidas. 

Para eso, hijos, destierren su amor propio, amor humano que controla y deteriora todo lo que toca. 

Yo vengo en este tiempo para convertir el amor terrestre en un amor sublime, cada día más puro y sano. 

Para eso, Mis queridos hijos, su verdadero permiso permitirá que nuevas Leyes Divinas reformen sus vidas, para que así comiencen a vivir en el océano del Amor de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los conduce hacia el universo del Amor de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE MENSUAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Deseo, en este día santo, en el que las tinieblas de la Tierra son apartadas de los Míos, dictarles una aspiración de Mi Corazón.

Hoy he venido a hablarles de la gloriosa imagen de vuestro Señor Jesús Glorificado y de la poderosa imagen de Jesús Misericordioso.

Cuando Yo dicté, a la hermana Faustina, los poderes universales y celestiales de Mi océano de Misericordia, Yo, en una noche, le revelé Mi Faz misericordiosa para que el mundo conociera la infinita compasión de Mi Corazón piadoso.

Así, Yo le mostré la Sangre y el Agua que brotaban constantemente de Mi Costado, pero también le di a conocer la gran sed que, en aquel tiempo, Yo sentía ante una humanidad ciega y sorda, que nunca quería escuchar la Voz de Dios, a través de Su Hijo amado.

En aquel tiempo, la Sangre y el Agua serían la gran justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.

Así, le pedí a la hermana Faustina, Mi hija, que hiciera pintar una imagen tal cual la había visto en una visión exterior. Vine durante la noche para demostrar a través de Mi Misericordia, que Yo Soy la Luz que vence e ilumina toda oscuridad. Así le revelé el océano de Mi Misericordia y pedí por escrito, que quien la venerase y contemplase en el final de los tiempos estaría protegido por el manto de Mi insondable Misericordia.

Después de diez años, cuando ya la guerra había terminado, fue conocida Mi Faz. Ningún pintor sería capaz de expresar Mi Presencia, solo lo podría hacer si amara la Misericordia de Mi Corazón.

Pedí en aquel tiempo que Mi Misericordia fuera conocida y venerada el domingo después de Pascua, porque en el pasado, después de Mi muerte los apóstoles conocieron el poder de Mi Resurrección a través de las Llagas de Mi Misericordia.

Así fue que Adonai concedió, por medio de la Faz de Mi Misericordia, que la humanidad conociera, a pesar de sus pecados, el camino de salida hacia el universo del Amor de Dios.

Pasaron los años y la humanidad no comprende lo que significa esta expiación que Yo le ofrezco a las almas del mundo. Y como lo prometí en el huerto Getsemaní, antes de elevarme al universo, Yo volveré aun con más poder y gloria. Por eso le dije, por locución interior, a la hermana Faustina, minutos antes de su muerte, que la humanidad tendría la Gracia de conocer Mi Gloria eterna a través de los poderes de Mi Misericordia.

Por eso le dije que antes de Mi retorno al mundo, antes de que se cumplieran los últimos ocho ciclos lunares, Yo volvería a aparecer con la Faz con la que Mi Padre Me vistió, para que así la humanidad contemplara no solo Mi Misericordia, sino también el misterio de Mi Gracia por medio de la esencia de Mi Glorificación.

Esa Faz es conocida por todo el universo. Por eso, en este día, he venido días antes de que todos conozcan Mi Faz, a revelarles las doce promesas a aquellos que contemplen y guarden la imagen del Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús.

Por eso he venido en esta noche santa, noche santa de cena, para que el mundo sepa conscientemente a Quién estará contemplando.

A aquellos que contemplen Mi imagen glorificada Yo les prometo:

1. Unificar la esencia del propósito familiar a través de una vida sagrada, libre de las influencias y de las tendencias de estos tiempos.

2. La concreción de la tarea espiritual a través de la consagración de la mente, del cuerpo y del espíritu al Sagrado Corazón de Jesús.

3. La protección divina de los viajantes y de los que trabajan diariamente por amor al Plan de Dios.

4. El conocimiento interno de una experiencia de amor espiritual que permita la madurez interior.

5. La liberación de los males que influyen en la vida de oración y que perturban los sueños.

6. La reconciliación con el Santo Padre Eterno, para reencontrar así la tarea espiritual.

7. Apartar del peligro a quien lleve y difunda la imagen con reverencia.

8. La unión espiritual con la Fuente Primordial durante el tiempo de la transición planetaria.

9. La guía por encima de las pruebas y de los miedos.

10. La expansión del canal del corazón para que more Cristo Dios.

11. La redención de los hábitos y de las acciones que llevan a una vida de condenación del alma y de la pérdida del espíritu.

12. La unión con la esencia de la Santísima Trinidad, es decir, la Comunión espiritual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 

Así, cuando estén frente a Mi Misericordia, estarán pidiendo por redención. Cuando estén frente a Mi Faz Glorificada, estarán rogando por la evolución de vuestras almas. De esa manera, tendrán dos formas de ingresar a Mi Reino, a través de Mi Misericordia y a través de Mi Gloria.

Bajo la Piedad que proviene de Dios, Quien ha permitido todo esto, sean bienaventurados.

Los une a la Creación Divina,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

No existe mayor sol que Mi Corazón Inmaculado, el que todos los días se ofrece ante Dios para ser el camino y la luz entre las tinieblas. Mi Corazón encarna el Espíritu Santo de Dios y es ese Espíritu el que Yo derramo como dones de Misericordia y Perdón para el mundo.

Ahora, hijos, ustedes conocieron la obra de Mi Espíritu y de Mi Corazón a través de los tiempos, Yo les ofrezco el momento de la renovación para que ciertos valores internos puedan estar al servicio de Dios Padre.

Por eso hijos, vuestros caminos están siendo enderezados por el ciclo de la purificación. Que todos ustedes puedan aceptar la convocatoria de responder a la Voluntad del Padre Eterno, así aquellos Planes del Universo que no son cumplidos por los corazones que están ciegos y distraídos podrán realizarse y cumplirse en los corazones abiertos a reconocer la Voluntad del Señor.

Para estos tiempos les traigo la ciencia del discernimiento, el tiempo de poder buscar los recursos internos que ayudarán a reformar la vida sobre el planeta. Para eso, Mis amados, vuestra Madre Celeste los reúne en el cenáculo del Corazón de Cristo para que sientan el poder de Su Confianza y el amor de Su Consciencia, algo que siempre los ayudará a caminar y dar los pasos correctos hacia el Sagrado Propósito de Adonai.

En todo este trabajo, ustedes hijos Míos, tienen una participación importante para con el Plan de los Mensajeros Divinos; es a través de una humanidad despierta y menos indiferente, que todo podrá convertirse y consagrarse a tiempo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los cuida siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY LEÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Desde el Cielo y desde todo el Universo Mayor, vengo para despertar vuestras almas y consciencias a la vida infinita del cosmos. En esos espacios y moradas divinas vuestros seres internos tienen un lugar predilecto ante el Reino de Dios. Es así, hijos, que en todo el cosmos, en donde gobiernan soles, estrellas y galaxias desconocidas por la humanidad, la vida evolutiva forma parte de una gran experiencia de amor, de perdón y de redención.

Otras humanidades se expresan en el Universo, así como los rayos tienen sus propios colores y formas. En los espacios del Universo, la vida evolutiva es la tónica de toda una experiencia milenaria y esto trasciende la historia de vuestra humanidad. Ustedes, hijos, proceden de diferentes partes del Cielo Universal y desde allí vinieron a la Tierra para aprender sobre la rehabilitación y el amor en esta escuela terrestre, en la cual los Sagrados Corazones se dignaron vivir por un tiempo.

En las esferas celestiales del Universo, los atributos son aplicados en la vida y cada atributo es una experiencia divina que permite despertar aún más a la consciencia que los pone en práctica, liberándola de cualquier error. Hijos, en el Universo, el que es vasto e infinito, las leyes se manifiestan como principio de educación y de consciencia para todo lo que es vida; es así que la armonía, el orden y la paz se expanden entre los soles, las estrellas y las grandes galaxias. Se vive una comunión con la Consciencia de Dios y siempre se busca aprender a través del amor.

Adonai es el principio y el motivo para todo lo que existe en los diferentes gobiernos estelares. La vida es impregnada por la Consciencia del Padre y la Presencia de Dios es la guía espiritual en todos los caminos. Es la Fuente Única de Adonai, la que brota y rebrota en las galaxias y en las estrellas, y toda la vida es partícipe de un manantial divino que es capaz de restaurar y de curar a toda criatura.

En el Universo, hijos Míos, vuestro planeta representa un Proyecto inicial de Dios, una experiencia de amor que una vez tuvo un propósito y que desde el génesis todo cambió. Por eso, después de haber vivido la humanidad muchos aprendizajes y errores, vuestro Padre Eterno buscó, contempló y meditó cómo haría para que la Tierra fuera nuevamente un planeta rescatable.

Así, las Jerarquías Arcangélicas comenzaron a trabajar para que el mejor proyecto de redención, de perdón y de liberación pudierase manifestar, y también para evitar el desvío y la decadencia de la humanidad. Fue así que en los espacios infinitos del Universo, en donde la Fuente Espiritual de Abba se expresa, los Padres Creadores, los Arcángeles, trabajaron para manifestar el principio del amor divino que daría la redención a este mundo material. Fue en ese momento universal que Dios quiso hacerse hombre y consciencia viva en este planeta, a través de la segunda persona de la Santísima Trinidad, a través del Hijo Primogénito.

Para eso, en el Universo Celestial y en los demás universos, los gobiernos pensaron en manifestar esa preciosa vida a través de una Santa Mujer. Allí, en esa instancia, Dios escogió a la Consciencia de María para ser la Madre del Redentor. El Espíritu de los Sagrados Corazones que es divino y puro, se donó para que ese proyecto se llevara adelante.

Y así como nació Jesús de un vientre tocado por el Espíritu Santo, también nació María de una generación que seguía la Voluntad de Dios. Y Mi Espíritu Materno proviene de la Fuente Creadora Universal, en donde la concepción de la vida es el mayor presente de la belleza de Dios. María y Jesús eran uno ante el proyecto, vivieron la experiencia de salvación, y la Misericordia venció a la Justicia antes de que el mundo se perdiera.

Hoy, queridos hijos, quisiera llevarlos a comprender con el corazón la verdadera historia de esta Creación, que sigue aprendiendo y madurando a través de la vida universal, de la cual el mundo forma parte, por más ignorante que sea de ello. Por eso vengo para despertar vuestro interés por la vida divina, para que al menos dejen la vida terrestre y crean en algo mayor que los espera.

En este día, hijos, por medio de la oración, reflejen vuestro verdadero espejo de amor para el mundo y ayúdenme a disipar los horrores que éste mundo ciego realiza ante el Padre Celestial.

Incansablemente vengo para guiar a la humanidad hacia el camino de la redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los despierta hacia la verdadera vida universal,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Escucha la Voz de Mi Corazón Eucarístico y ríndete en paz ante Mi universal Presencia Redentora.

Permite que Yo pueda realizar los designios en cada etapa de tu vida.

Recapacita a tiempo, pues Mi Verdad hoy se manifiesta ante ti.

Déjame ser la semilla en tu interior, la que dará el fruto prometido para Adonai.

Yo Soy el único escudo seguro para tu pequeña vida.

Si estás en Mí, nadie te podrá producir temor, en cuanto tu confianza sea más grande que tus propios miedos.

Yo estoy presente en cada espacio de tu vida. Ya he pasado a tu lado muchas veces. Por eso, sé valiente y arriésgate en este tiempo a escuchar lo que nunca quisiste ver de ti mismo.

Para que Mi infinito Corazón more dentro de ti, debo encontrar primero un espacio ordenado, libre de ambiciones y de deseos humanos.

Solo busco todo el tiempo el sagrado templo de la simplicidad y de la igualdad, para que al fin se manifieste el espíritu de la fraternidad.

Siempre recuerda a quien te llama. Ayúdalo y no sientas recelo o incomodidad solo porque alguien precise algo de ti. 

Hazte como Juan el Apóstol, fiel servidor, incansable y silencioso, abierto a escuchar la Palabra de su Señor, confiando todo el tiempo en Su Majestad y Amor.

¿Por qué hoy te digo estas cosas?

Porque sé, hijo Mío, en qué momento te encuentras y cuántas veces has dejado de mirarme.

Yo Soy ese insondable y divino manantial que nutre la vida y el espíritu de cada alma.

Yo Soy el misterio de Amor aún por conocer.

Quien Me busca, Me encuentra.

Quien Me llama, espera pacientemente la llegada de su Maestro.

Yo Soy el puente que une lo que está separado.

 Yo Soy ese misterio que perdona y redime al mayor pecador.

En este día sacro, en el que vuestros ojos se colocaron delante de Mi Eucarístico Corazón, les digo que retorno a esta casa. Retorno a una nueva Maratón de oración para que, más que nunca, Me sientan cerca, entre ustedes y en ustedes; para que Me sientan vivo en la Comunión y en el corazón; para que, de una vez y para siempre, crean que Yo estoy vivo y omnipresente en cada alma que se entrega totalmente a los Brazos de su eterno Rey.

Cree, hijo Mío; cree, hija Mía; Yo puedo estar en ti en estos tiempos difíciles. Purifícate y redímete.

A través de Mi Amor estoy más cerca de todos, porque Mi Amor, el Amor de Adonai, penetra las dimensiones de vuestros corazones. Allí seremos uno para todo el universo.

Que esta Maratón sea la Maratón de la alegría, de la renovación.

Que vuestros corazones gocen y se alegren por estar en Mí, y Yo en ustedes.

Acepten Mi Voluntad y no estarán solos.

Bajo la Misericordia que los reúne, sean bienaventurados.

¡Gracias sagrada Figueira, por recibirme y esperarme con fe!

Aquel que los une y los ama siempre: 

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

 

Luego de transmitir el Mensaje extrordinario, Cristo Jesús, nos continuó transmitiendo lo siguiente:

 

Así como han visto a Mi Corazón vivo en la Eucaristía, deseo que esté vivo en vuestros corazones.

Este es Mi principal motivo, queridos compañeros, de volver a unirlos aquí, en el Nombre de Dios, en el nombre de Su Voluntad y de Su Amor.

A través de la imposición celestial de Mis Manos, Yo los bendigo para esta tarea y todos estos elementos sagrados que han servido en Mi mesa.

Por la absolución del Espíritu Santo, Yo los renuevo y los bendigo con la señal luminosa de la cruz y de vuestras esencias, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Alegren Mi Corazón durante estos días. El Reino Celestial debe estar aquí, como hoy está con ustedes para ayudar al planeta.

Los bendigo.

 

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijos:

Hoy, Mi Manto de protección y de amparo se extiende como luz en este sagrado lugar de Adoración a Mi Hijo.

Hoy, los reúno en este cenáculo para que sigan orando Conmigo por esta misión de paz en África; que ha tenido, en los últimos días, repercusiones internas en la vida y en la existencia de las almas pecadoras.

Pero en este día, los estoy llamando al recogimiento, al silencio y a la oración interior, como un camino para alcanzar la paz en estos tiempos difíciles.

Su Señor Jesús, el Rey de la Misericordia, reencontró Su lugar de fe y de devoción en el corazón de África. Por esta causa, en estos días, la tarea de apoyo y de sustentación ha llevado a que algunos de Mis hijos dispusieran de sus instrumentos internos para hacer fluir la importante misión en otros planos de consciencia, en donde ni la mente ni el intelecto pueden llegar y solo la oración todo lo construye y lo transforma.

Nuevas ovejas, nuevas almas redimidas y rehabilitadas fueron incorporadas en las escrituras de los libros de Adonai para comenzar a caminar, a partir de ahora, al servicio de Dios y de Su Plan Divino. Para que esta salvación mayor de almas africanas pudiera darse, fue necesario, hijos Míos, que el Universo de la Luz Divina entregara a los instrumentos de la Madre Universal todos estos hechos internos que necesitaban de mucha oración, de transmutación y de compasión.

Y todo esto se consiguió, hijos queridos, pues la Voluntad de Adonai así lo determinó, y su Señora de Kibeho logró aplacar la Justicia de los ángeles del Creador.

Las deudas más difíciles fueron liberadas y perdonadas, poco a poco. Las acciones injustas y graves fueron reconvertidas por el espíritu de la oración y de la misericordia de todos.

La paz llegó a los espacios en donde nunca existió y las almas presas, y en su mayoría condenadas, encontraron el respiro de una nueva brisa divina. La misión continúa y Mis misioneros se preparan para ingresar en una de las naciones más necesitadas de ayuda espiritual y de oración.

En el Congo descubrirán los hechos y las causas que han llevado, por ejemplo, a la destrucción de los Reinos de la Naturaleza y a la falta de consciencia de lo que se está haciendo.

Hijos amados, el Congo es una realidad poco conocida, en donde la necesidad, la pobreza y la ceguera espiritual generan falta de consciencia y de sentido en la vida manifestada. En el Congo habrá mucho que perdonar y hacer para recuperar, al menos, una gota de Misericordia.

Mis hijos ya caminan hacia el último tramo de la intensa y profunda misión; por eso, sigan rezando por ellos, para que las obras puedan concretarse.

Pero hoy, les pido, hijos, que también recen por los videntes, para que se concrete Mi Plan de Paz en el mundo. Estos ya son los últimos momentos en que su Señora del Cielo dirige Sus Palabras a todo el mundo antes del Armagedón que está llegando.

Mis saludos de paz para todos Mis hijos de Goiania, por haber respondido con prontitud y esmero a Mi llamado. Les agradezco su comprensión y amor sincero.

Les agradezco por ayudar a concretar Mis planes.

Los congrega en el sagrado cenáculo del Corazón de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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