Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay mal que pueda prevalecer donde Yo estoy, porque el triunfo de Mi Corazón es una realidad en los corazones que se abren para recibirme y adorarme. Es allí en donde Yo coloco todos  los Códigos y Principios de Dios para que las almas, viviendo la transformación, alcancen la redención.

Es en este momento que eso sucede, en el que todas las almas de la Tierra, independientemente de dónde se encuentren o estén, por medio de este encuentro Conmigo reciban los códigos y los méritos de Mi Pasión y aún más, los méritos alcanzados por su Maestro en el universo, después de la Ascensión.

Hoy vengo a hablarles de ese lugar del universo en donde Me encuentro, una revelación que aún no ha llegado a la raza humana, porque no está escrita en el libro sagrado de la Biblia.

Son ustedes en este tiempo, como Mis siervos y apóstoles que deberán dar continuidad a la historia de su Maestro y Señor en el universo, para que Mi Iglesia Celestial esté más cerca de las almas sedientas de Dios y principalmente de aquellas que aún no encuentran la salida.

Así como ustedes viven aquí, en la superficie de la Tierra, bajo gobiernos que son puramente humanos, en el Universo existe el verdadero Gobierno espiritual, que rige una gran Confederación de consciencias, que en estados puros de ascensión y evolución viven, al igual que ustedes, en el universo material, pero en otros planos de consciencia, en donde esta civilización humana muy, pero muy lentamente ha tomado contacto con esa realidad y sobre todo con esta existencia.

¿Qué les quiero decir con todo esto? Que la vida no termina aquí ni tampoco la vida comienza aquí. La vida original surge del Universo, de la Fuente, y así como la Fuente generó la vida por medio de la Divina Voluntad del Padre, así también el Padre Eterno decidió que existiera un Gobierno Universal del cual ustedes también forman parte, así como muchas otras consciencias que hoy no pueden ver ni percibir.

El Universo espiritual es más real que el universo material. La materia es corrupta y muere, pero es un vehículo fundamental para que la ciencia y la vida de los seres puedan experimentar lo que cada alma necesita para aprender y para evolucionar.

Ese Gobierno Espiritual que existe en el Universo es eterno, poderoso y emblemático, porque su eje principal y primordial es el Amor, que en otras periferias del sistema de vida universal colma a todas las consciencias de sabiduría y unidad.

Ese Gobierno fue asumido por su Maestro y Señor después de la Ascensión, y es desde allí desde donde Yo vendré al mundo, desde donde retornaré para mostrar Mi verdadera Faz, aquella Faz que conocieron los apóstoles, así como Yo les dije en el día de ayer.

A través de ese Gobierno Universal no solo se pueden vivir y cumplir las Leyes, sino que todo lo que es vida y vibración es guiado y conducido por ese Gobierno espiritual.

De ese Gobierno, Moisés recibió los Mandamientos; por ese Gobierno, Abraham fue inspirado a proteger su pueblo; de ese gobierno, Juan, el Bautista, habló, predicó y enseñó a los hombres y mujeres de la Tierra. Y de ese mismo Gobierno espiritual del Universo, Yo traje para ustedes el Evangelio, las parábolas, para que pudieran comprender de una forma más simple lo que verdaderamente existe en el universo y está latente.

Aunque ese Gobierno aún existe en el Universo, y mientras la humanidad aún demora mucho tiempo en ingresar al verdadero sistema de la vida universal para cumplir las leyes y todo lo que de ese Gobierno emana, Yo los estoy preparando en estos últimos tiempos para que todos los seres, que dicen vivir en Cristo y por Cristo, tengan consciencia y conocimiento de esa poderosa emanación del Gobierno Espiritual, al cual su Maestro y Señor rige y acompaña de cerca.

Lo que hoy quiero decirles es que ese Gobierno espiritual fue el que Me envió al mundo no solo hace más de dos mil años, sino que también Me ha enviado en este tiempo final para que, por medio de la Divinidad y del Espíritu de Cristo, las almas tuvieran la Gracia y la oportunidad de encontrar el camino que muchos perdieron a lo largo de estos últimos tiempos.

Todas las consciencias del Universo dependen de ese Gobierno espiritual y ustedes también dependen de ese Gobierno espiritual. Al no estar bajo su gobierno, la humanidad está sufriendo porque pierde la esencia de lo que, en verdad, tiene que realizar y cumplir.

Ese Gobierno espiritual inspiró el surgimiento de esta raza. Desde el principio de todo y hasta los días de hoy, esa aspiración del Gobierno espiritual está latente. Ahora, en este tiempo y en este momento, llamo a todos los corazones para que ingresen con sus consciencias en ese Gobierno espiritual que, desde el principio los viene acompañando y que, a través de los últimos tiempos, después de 1950, ha intervenido en la humanidad para que ella no se volviera a autodestruir como en la Atlántida o en la Lemuria. De esa forma, las almas tienen la oportunidad de liberarse de sus deudas y de la viciada cadena de errores humanos.

Quien está con su consciencia en el Gobierno espiritual, por más que profundamente no lo conozca, pero si lo sintoniza a través del corazón y de la oración es considerado por ese Gobierno espiritual, en este momento final, en todo lo que ese Gobierno realizará en el mundo, especialmente en el momento más difícil de la humanidad, momento que recién comenzó.

No vengo a hablarles de algo abstracto, compañeros, hoy vengo como Portavoz de ese Gobierno espiritual que rige a este universo y a otros, que es un espacio especial de la Consciencia de Dios, en donde el Amor es lo primordial para tomar grandes decisiones, evolutivas e importantes proyectos de vida en todo el universo.

Así como a Abraham y a Moisés ese Gobierno espiritual se les reveló y se les aproximó para fortalecer el Proyecto Sagrado del pueblo de Israel, hoy a través de su Maestro y Señor, Jesucristo, por medio de Su Corazón Misericordioso y Glorificado, las almas tienen la oportunidad esencial y espiritual de ser contempladas y consideradas por ese Gobierno Mayor, para que no solo cada uno de ustedes cumpla con la misión que Dios les confió desde el principio de la Creación, sino también para que se unan a este momento en el que ese Gobierno espiritual del universo se aproxima a la Tierra, para poder socorrerla y ayudarla en este momento crucial.

Esto también es uno de los últimos impulsos que hoy les traigo.

En ese Gobierno espiritual también se encuentra Mi Madre Celeste y todas las consciencias que la acompañan para que pueda llevar adelante su tarea planetaria con cada uno de Sus hijos, con cada una de las naciones, con cada uno de los pueblos, con cada corazón que sufre por no poder encontrar a Dios.

Será este Gobierno espiritual el que volverá a intervenir, en el planeta y en la humanidad, así como lo hizo en otros tiempos, para intentar corregirla y advertirle de lo que la humanidad verdaderamente necesita cumplir y realizar en nombre de Dios; y esto va más allá de cualquier religión o credo. Es una situación espiritual y cósmica que une directamente a cada uno de ustedes con la Fuente mayor de ese Gobierno espiritual.

En los planos internos de la consciencia planetaria, en un lugar poco accesible para cualquier ser humano, en lo alto de los Himalayas, el Gobierno espiritual que Yo rijo y conduzco tiene una base espiritual en el planeta para guiar a la humanidad de cerca.

Consciencias de sabiduría, de amor y de profunda hermandad, se reúnen en ese espacio, de tiempo en tiempo, después de 1950 y hasta el presente, para guiar a la humanidad en los planos internos, para que la humanidad reconozca que no solo perdió su guía a través de la Ley de Dios, sino que también perdió su contacto interno con la Fuente.

Por medio del Gobierno espiritual del universo, hoy su Maestro y Señor vuelve a reintegrar, en lo profundo de las esencias, esa conexión necesaria con el Padre Eterno. Esto no es una Gracia ni un merecimiento, es parte de una gran necesidad planetaria para que por lo menos la mayor parte de la humanidad se pueda salvar y redimir.

Los pilares del conocimiento de la verdad y de la lealtad son las bases fundamentales para la acción de Mi Gobierno espiritual, rodean a estos pilares los grandes principios del amor, de la sabiduría y de la fe.

En este tiempo culminante, esto es posible por las almas que oran a la Fuente de Mi Divina Misericordia, porque lo más importante, compañeros, es lo que las almas necesitan recibir en su interior para poder llevar adelante su compromiso Conmigo.

Ese Gobierno Espiritual se revelará a la humanidad de una forma que nunca nadie ha visto, y el despertar volverá a impulsar a la raza humana para que reconozca lo que aún necesita vivir y cumplir, en este tiempo, para que los nuevos Cristos puedan despertar.

Hoy, bajo esta Consciencia y Sabiduría que los rige, volverán a ofrecerme su Comunión espiritual para que Yo pueda volver a obrar en la humanidad, en los lugares más necesitados de asistencia no solo espiritual, sino también material. Y así, volverán a recibir de Mí los códigos de Luz que necesitan para hacer de sus vidas ejemplos de Mi Obra en la Tierra.

Ante este Gobierno Espiritual que está presente por medio de Cristo, vamos a vaciar nuestros seres completamente, para que los impulsos crísticos colmen nuestros corazones y renueven la vida planetaria en este momento culminante de la humanidad.

Hermanos, por favor, la mesa.

A través de esta celebración eucarística, y por medio de la Comunión espiritual que en este momento podrán vivir las almas del mundo, Yo volveré a traer hacia la Tierra, por medio de Mi Corazón, los pilares del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse en este momento.

“Padre, Tú enviaste a Tu Hijo para que las almas volvieran a aprender sobre el amor y el perdón. A través del sacrificio vivido por Tu Hijo, concédele a este planeta y hasta humanidad, la Gracia extraordinaria de volver a recuperar el sentido y el camino de la evolución para que, a través del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad, las almas despierten a su misión y al sentido y razón de haber venido aquí, a la Tierra, en Tu Nombre. Amén”.

Cuando Yo celebré la Última Cena, los apóstoles conocieron al Gobierno espiritual por medio de la Comunión Conmigo. Esa noche fue definitiva no solo para su Maestro, sino también para toda la humanidad a través de la presencia de los apóstoles.

Hoy vengo a realizar el mismo ejercicio, con una consciencia más amplia en todos, para que no solo recuerden que estoy presente en el Cuerpo y en la Sangre por medio del pan y del vino, sino también que estoy presente en el universo, esperando el gran momento de Mi Retorno a la humanidad.

Fue así que tomé el pan, se lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida lo partí y lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Y la Luz del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad ingresó en los apóstoles, para que fueran Mis representantes en el planeta hasta los tiempos de hoy.

Enseguida tomé el Cáliz, el que, después de Mi Ascensión, recorrería algunos lugares del planeta, para que el triunfo y la victoria del Sagrado Cáliz del Señor se derramara en toda la humanidad y en las generaciones siguientes, con el fin y el sabio propósito de que, a través del Cáliz, naciera la primera orden religiosa en la humanidad, y de ella surgieran muchas órdenes más, de las cuales Yo Me serviría para cumplir Mi Obra en el planeta.

Elevé el Santo Cáliz para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida se lo ofrecí a los Apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Señor para el perdón de las faltas. Hagan esto en memoria Mía.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre viva de Cristo.

En unión con el Gobierno Espiritual de Nuestro Señor Jesucristo, rezamos la oración que Él nos enseñó.

Padre Nuestro.

Padre Nuestro (repetimos en inglés)

Que la Paz, el Amor y la Sabiduría de Cristo desciendan a la Tierra.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme.

En este momento, unidos a todos nuestros hermanos del mundo, en sus hogares, naciones y grupos, recibimos el Sacramento de la Comunión espiritual y así, reparamos el Corazón de Dios.

Escuchamos tres campanadas.

La forma de Luz de Cristo ha ingresado en las almas que se abrieron para comulgar con el Señor. Amén.

Les dejo la Luz de Mi Gobierno espiritual para que también comulguen con él, para que más almas en el mundo aprendan a vivir en el amor poderoso de la Ley.

Agradezco profunda e internamente a todos los que se autoconvocaron espontáneamente para orar por Mi Divina Misericordia, sabiendo que es urgente y necesario rezar por la cura de la humanidad. Pero recuerden que, en los próximos días, y a través de la Poderosa Novena a San Rafael Arcángel, el Padre Creador volverá a ingresar en el planeta y en la consciencia de la humanidad para llevar adelante la segunda etapa de Su misión espiritual.

Únanse a Rafael Arcángel en esa sagrada misión.

Yo los bendigo bajo la Luz y la Sabiduría del Gobierno Espiritual de su Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He llegado en un momento en el cual la humanidad sigue herida. He llegado en el momento en donde todo parece perderse, en donde la fe de muchos de Mis compañeros en el mundo se debilita, en el momento en donde nada tiene sentido. Llego en este momento importante de la humanidad, aunque difícil para millones de almas en el mundo.

A través de Mi Corazón Yo les traigo la presencia del Cielo y del Universo, para que puedan percibir y sentir que Yo estoy aquí con ustedes, aunque aún no llegó el momento de Mi Retorno al mundo.

Traigo para ustedes lo que cada uno de ustedes necesita en este momento. No es nada material, ni siquiera espiritual, es algo profundamente interior que es depositado en cada una de sus esencias para que aprendan, así como Yo les dije, a transitar en el fin de estos tiempos. Aún lo más culminante no llegó, y ustedes se pueden dar cuenta de eso.

Es momento de seguir con mucha obediencia la Ley divina, para que cada una de sus almas esté protegida bajo el Amor de Dios. Es momento de multiplicar el amor en los corazones que más sufren y padecen, porque en este escenario del fin de los tiempos, la humanidad por sí misma no sabe cómo se conducirá.

Por eso, Yo les ofrezco en este momento las Leyes divinas de Dios, desde los conocidos Mandamientos de Moisés, hasta los nuevos Mandamientos que Yo les he traído a través de los años, lo que Yo llamo de Bienaventuranzas.

Necesito que apliquen esas reglas en sus vidas porque, de esa forma, estará protegida la esencia de esta humanidad, aunque la mayoría no lo haga ni lo cumpla. En una menor proporción de la raza humana, esas reglas y Mandamientos se cumplirán e impulsarán a otros corazones y vidas a no solo alcanzar la bienaventuranza, sino también a perseverar en la fe y en la confianza de Dios.

Si Dios no estuviera con Sus ojos en este momento planetario, no hubiera enviado a Su Hijo en esta tarde. ¿Qué sentido tendría para esta humanidad?

El Amor de Dios está por encima de todas las cosas y situaciones, las almas tienen que volverse a Dios en este tiempo y no pueden demorar. Porque será en ese Amor del Padre en donde sus vidas se renovarán y así renovarán a todos los que están a su alrededor.

¿Qué esperan para poder hacerlo? Aún la puerta de la gran convocatoria está abierta, para que las almas sean impulsadas a vivir el apostolado de Cristo en el fin de estos tiempos, por medio de los impulsos y los dones que les trae el Espíritu Santo.

Atención compañeros, escuchen lo que les estoy diciendo, porque no son unas palabras más. Necesito que sean conscientes de que Mi tarea está terminando con ustedes. Y cuando eso suceda, ustedes deberán dar testimonio y ejemplo de que Yo estuve aquí, así como estoy en cada uno de sus corazones siempre que Me lo permiten. Porque es allí en donde prevalecerá la verdad, la sabiduría y el entendimiento que ustedes necesitan en estos tiempos.

Aunque la situación planetaria parezca difícil o imposible de revertir, no pierdan la fe y renueven sus votos y compromisos con el Padre Eterno. Él también tiene abierta la Fuente de Su Divina Misericordia, Su Océano de Amor y de Misericordia está vacío. Todos son invitados a sumergirse en ese Océano de Amor, de un Amor inmaterial y eterno.

Hoy estoy en paz por su respuesta para este encuentro de oración porque ustedes, por sí mismos, perciben que es necesario orar, orar y orar, para que en el mundo descienda una nueva oportunidad, más allá de lo que la Tierra y la humanidad deberá purificar.

Con todo lo que han aprendido Conmigo, compañeros, vivan su apostolado conscientemente, que ya no sea una teoría, sino que sea una práctica. Que sean capaces de ir más allá de ustedes mismos por la humanidad y por el planeta, que hagan triunfar el Amor de Mi Corazón en el mundo y sobre todo en los que más sufren, en la gran soledad de estos tiempos.

Yo siempre vendré a colmarlos de todo lo que necesitan. Mi Amor no tiene fin ni forma. Por eso estoy aquí, como respuesta a su compromiso Conmigo, sabiendo que es el tiempo de la gran decisión.

Jesús acaba de abrir el Libro de la Sabiduría de Dios y una Luz muy fuerte salió de ese Libro, el cual tiene escrito todas las Voluntades del Padre. Contemplémoslo y reconozcámoslo para entender y comprender por qué Jesús lo trae.

Los profetas y los grandes patriarcas conocieron algo sobre este Libro que hoy está entre Mis manos, el Libro de la Sabiduría de Dios, lo que la humanidad necesita alcanzar para darse cuenta de que no solo deberá redimirse, sino también reconciliarse con el Proyecto Original que la creó. Mientras eso no suceda habrá tiempos difíciles. Pero no serán tiempos difíciles que duren para siempre, porque Yo vendré, retornaré y en Mis manos traeré ese Libro Sagrado de Dios, así como los ángeles traerán el Arca de la Santa Alianza.

Aún la Gran Revelación no llegó al mundo. Mi verdadera Faz solo fue conocida por algunos de Mis Apóstoles y ustedes eso lo saben. Cuando Mi Faz se revele a la humanidad en poco tiempo, todo sucederá. No hablo de caos, de catástrofes, ni tampoco de sufrimientos, hablo del gran momento que cada una de sus vidas tendrá ante Mi Presencia Eterna y Cósmica.

Porque en ese momento y en esa hora, será cuando cada uno de ustedes estará ante la Mirada de Dios, para darle una respuesta definitiva. Y por algunos segundos, el mundo entero tendrá consciencia de lo que hizo durante su vida; toda la historia de su encarnación pasará por sus mentes y reconocerán cada una de las escenas y estarán ante su juicio personal.

Pero en esa hora la Bienaventurada Madre, la Virgen María, ya estará en oración, no solo por el mundo sino por cada uno de Sus hijos y bajo la autoridad que el Padre le concedió como Sierva fiel. Ella enviará a muchos de Sus ángeles para que inspire a las almas y las fortalezca en esa decisión.

Será en esa hora y en ese momento que Dios, antes de que retorne Su Hijo a la Tierra en gloria, abrirá el Libro en donde ha escrito la Voluntad para este planeta. Por un instante, la humanidad tomará consciencia de eso, pero también de todos sus pecados y errores cometidos a través de los tiempos, así como la agresión realizada a los Reinos de la Naturaleza.

Muchos corazones sentirán el grito del centro de la Tierra. Las entrañas se abrirán y lo oculto aparecerá. Y allí, ante esa visión y esa consciencia, Dios mostrará su Faz en los que lo sepan reconocer y amar, y delante de los arcángeles, sus almas podrán escribir en ese Libro la respuesta que Dios tanto espera.

El mundo parecerá perdido por su ilusión. Cientos de estrellas fugaces, grandes consciencias del Universo descenderán a la Tierra y todos las reconocerán, aunque no sepan de sus orígenes.

Dios, ante Su propia Voluntad y ante el momento culminante del planeta, que no está tan lejos, se postrará, para que en humildad la Fuente de la Suprema Fuente Divina conceda una Gracia universal para el planeta y para toda la Creación, y todos escucharán en su interior el Eco del Padre. Y aunque exista el corazón más cerrado en el mundo o el ateo más grande de la humanidad, ellos también escucharán, porque Dios entregará Su última Gracia para que las almas, los corazones y las personas recapaciten sus vidas y se rindan, esa será la hora de Mi Retorno al mundo.

Todo lo que hoy les entrego no solo son Mis últimas palabras, sino también Mis últimas revelaciones, porque hay una parte que aún la humanidad no puede saber.

Atesoren estos momentos. Reverencien estos encuentros, porque lo necesitarán.

Dios Me envía al mundo para poder levantarlo. Es urgente y es necesario para que la profecía de la conversión se cumpla.

Vengo a pedirles, nuevamente, la Comunión reparadora durante todos los días del mes de mayo, especialmente la Comunión espiritual, para que Mis últimos impulsos y palabras abarquen a más personas en el mundo. Aún una parte de la humanidad debe saber que Yo estoy aquí para recibirlos, para escucharlos, para absolverlos y para entregarles Mi Misericordia, lo que restaurará y curará sus vidas.

Todas las almas que han muerto, a través de esta pandemia en estos últimos días, han encontrado un lugar en los planos intermedios de consciencia, en donde ya no sufren, porque sus oraciones, en este día, alcanzaron la Misericordia para cada una de ellas.

Aún la Misericordia más profunda de Mi Corazón sigue actuando a través de la Pascua que aconteció en este año. Y a pesar de que ya pasaron algunas semanas, la Fuente de Mi Misericordia está abierta para que las almas se sumerjan en el océano de Mi Amor. Estamos en el tiempo de la última amnistía, valórenlo.

Celebremos este momento con el regocijo de encontrar la Verdad, el Camino y la Vida. Ofrezcamos este momento por la reparación del Corazón del Padre Eterno, en ofrecimiento de cada una de las oraciones y cánticos por esta actual situación planetaria, para que la Gracia de la cura y de la ciencia inspire a los científicos y médicos del mundo a encontrar la respuesta para esta situación.

Incienso.

Podemos traer el altar.

“Señor y Dios del Universo, que escuchas las oraciones de Tus hijos, que renuevas y consagras el alma y la vida de las personas, sírvete, Padre Eterno, de este momento para que Tu insondable Misericordia y Amor descienda a los lugares más necesitados de la humanidad. Amén”.

Que el Señor nos conceda la Gracia, en este momento, de vivir profundamente este Sacramento, para que más Gracias e impulsos de Luz lleguen a todos los corazones, en este ofrecimiento de la Comunión reparadora y de la Comunión espiritual con nuestro Señor.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse.

Que el legado del Amor, de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo pueda colmar, como un bálsamo de Luz, a la humanidad y a nuestro planeta. Amén.

Cuando estaba reunido con los doce, así como hoy estoy reunido con cada uno de ustedes, más allá de la distancia, los hago unificarse a Mí para que estén unificados al Padre y también al Espíritu Santo, Quien obra en este momento a través de sus Dones y Gracias.

Tomé el pan, lo elevé y di gracias al Padre por lo que Él Me estaba ofreciendo. Enseguida lo partí, lo entregué a los Apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Tomé el Cáliz y realizando la misma oferta de Corazón, lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado. Enseguida, lo ofrecí a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sean felices, dice Nuestro Señor, los que son llamados a servirse del Cordero, que fue inmolado y resucitó para darles vida eterna, vida en abundancia.

Oremos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta consagración.

Padre Nuestro

Padre Nuestro (repetimos en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y que la Paz esté en cada corazón. Anunciamos la Paz.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Repetimos en inglés.

Cuando Yo ya no venga al mundo para hablarles e instruirles, tendrán Mi Nuevo Evangelio para encontrar consuelo y fortaleza, pero especialmente tendrán Mi Cuerpo y Mi Sangre para poder sentirme y para que se puedan renovar.

En la bienaventuranza de la Gracia de Dios bendigo, en esta tarde, a todos los que participan de este momento Conmigo, el cual llevo grabado en Mi Corazón como un fuego de amor de cada uno de los corazones valientes y perseverantes. En ellos derramo Mi confianza.

Yo los bendigo y les agradezco. Que la paz esté en la Tierra y que la paz traiga la cura para toda la humanidad. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión agradeciendo a nuestro Señor Jesucristo y a cada uno de los presentes.

Para cerrar esta transmisión vamos a agradecer:

Gracias, Señor, por cuanto nos das. En este encuentro Te honramos, Señor. Amén.

APARICIÓN DE  CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi silencio proclama la victoria y la renovación de las almas.

Es en el triunfo de vuestro Rey en el silencio de Su Corazón Sagrado, en donde se guarda el Misterio de Dios para todas las consciencias de la Tierra.

A través de Mi Corazón encontrarán el Portal que los dirigirá hacia Dios, para que estén en Él y en perfecta reconciliación.

Es el silencio de Mi Corazón que renueva todas las consciencias, que trae la paz, el amor y la luz para todos los seres que se rinden ante Mí.

He venido aquí para pedirles colaboración, siguiendo los pasos de Mi Santa Madre y de Mi Padre San José, en perfecta Trinidad con el Todopoderoso.

Derramamos nuestras Gracias sobre aquellos que no las merecerían, porque son todos mis seguidores que han permitido esta Gracia mayor y extraordinaria sobre este pueblo del Brasil y más allá de él.

Vean entonces, compañeros, cómo es que trabaja la Consciencia divina donde no tiene límites ni fronteras, donde se abren nuevas puertas para todos los corazones que buscan una oportunidad de redención y conversión.

Les pido, compañeros, no endurezcan el corazón, pues Mi Corazón Todopoderoso les viene a traer la transformación y la paz.

Vuestro Maestro del Amor está moliendo el grano duro, los aspectos más difíciles de las consciencias de este planeta. ¿Qué resultará de todo esto? Si ustedes se dejan moldear por Mi Espíritu, nada malo les pasará.

Yo Soy el Sagrado e Invencible Corazón de Jesús, que viene a unir las consciencias y las naciones, en este Espíritu Universal de la Paz, que viene al mundo para poder rescatarlo de su profunda ilusión e indiferencia.

Yo les traigo, compañeros, el último chance, momentos antes de Mi Glorioso Retorno.

Yo les traigo, compañeros, la posibilidad de amar y de perdonarse a sí mismos y a sus semejantes.

Ya no esperen más, compañeros, amen y perdonen, y así alcanzarán la liberación.

Las dudas y todas las confusiones se disiparán de sus corazones y mentes; porque podrá ingresar Mi Divina Misericordia, que viene a desterrar el viejo ser para que nazca el nuevo hombre, la nueva consciencia, al alma que aún está dormida.

A través de Mi Presencia Yo les traigo la Pacificación.

Les pido que crean en Mi Mensaje, en Mi Nuevo Evangelio que vengo a dictar para los corazones simples; porque si sus corazones viven en la simplicidad, no sufrirán, tendrán fuerza, fuerza interior y fe para superar todas las barreras de esta gran inercia planetaria.

Nuevamente, como hace ya dos mil años atrás, vengo a traerles la Palabra de Dios, la salvación de sus consciencias y de todos los Reinos de este Planeta, que también sufren por ustedes  en este tiempo que cambia.

Quiero de sus vidas un ejemplo verdadero de amor.

Moldeen sus corazones en Mi Corazón. Sentirán la verdad y el alivio que tanto buscan.

No vengo a traerles los milagros de hace dos mil años atrás y de todos los tiempos, que fueron realizados por Mi Consciencia Divina para demostrar al mundo que Yo estoy presente en la Eucaristía, en la eterna comunión que pueden vivir las almas Conmigo.

Dichosos son los que comulgan de Mí, a través del Cuerpo Vivo, de la Preciosa Sangre de vuestro Señor. En este Sacramento está su renovación y la justificación ante el Padre, delante de todos los pecados que comete el mundo sin detenerse.

A través de Mis Llagas, las Llagas de Mis Manos, Yo los vengo a bendecir, y así a revelarles que Soy el mismo Jesús de Nazaret, el Hijo del Dios Vivo que viene al mundo para conducirlo hacia la vida eterna,  para sacarlo de la perdición, de la profunda indiferencia y la falta del amor, de la caridad y de la hermandad.

Primero debe comenzar en ustedes esa gran experiencia de amor, que es interno y no humano.

Debe comenzar primero en ustedes la hermandad y la caridad, el servicio que cura y abre las almas para que encuentren la Fuente del Amor de Dios.

En nuestros Sagrados Corazones están las llaves para su liberación y redención.

Hoy vengo en la quietud del Espíritu y no de la batalla. Vengo a pacificar a las consciencias que deben despertar a Mi Amor Misericordioso y aceptarlo  como una tabla de salvación ante  la Justicia de Dios.

No pierdan esta oportunidad de reencontrar todos los días el Amor de Dios. No pierdan esta Gracia de salir renovados y vivificados en la fe, en la fe que les trae Mi Corazón, con toda Su Gloria.

Oren por el mundo que está agonizando.

Oren por la Madre Tierra que está sufriendo las acciones de sus hijos en la superficie.

Oren por las almas que se están perdiendo, por los olvidados, por los que están perdidos sin poder ver la luz.

Oren por los que están enfermos y los que sufren.

Es la oferta de Mi Corazón de que puedan salir de sí, para ver la verdadera necesidad de estos tiempos.

Oren por los Reinos que se están perdiendo por las manos de los hombres de esta humanidad, que destruyen la Creación de Dios si ningún gramo de consciencia.

Oren por los que, verdaderamente, necesitan encontrar la salida hacia Mi Corazón, la cura de sus consciencias y la redención  de sus espíritus.

Oren por los que padecen la guerra, las consecuencias de la tribulación .

Oren por los continentes y las  naciones, que enfrentan el caos de estos tiempos, generado por la propia humanidad que no mira para Dios sino para sí mismo.

Oren por los que claman por Misericordia.

Por los que sufren el hambre y la enfermedad.

Oren por los que mueren solos.

Por los que no tienen padres ni madres.

Oren por los niños que lloran sin consuelo.

Oren por los animales que son sacrificados y por el perdón que necesitan los hombres, al no ver en ellos, el amor semejante de Dios que se vivifica en cada Reino de la Naturaleza.

Oren por los mares que están contaminados y por los grandes Espejos que son afectados, que traen la armonía a este Planeta y la consciencia humana los lastima, sin saber lo que están haciendo.

Oren por el desequilibrio mundial, por la falta de igualdad en todos los pueblos.

Oren por los que tienen mucho y no dan nada.

Oren por los que no tienen nada y reciben poco, porque ellos están sufriendo la consecuencia de estos tiempos.

Oren por las esencias que se están perdiendo.

Oren por los que ignoran la realidad superior y que no tienen interés de conocerla y pierden su filiación con Dios.

Oren por los que se sumergen en la vida material, por los que son vendidos y traficados, como animales del fin de los tiempos.

Oren por los que no viven la paz en su interior y en el planeta.

Oren por los que no conocen Mi Divina Misericordia.

Salgan de sí por un momento y vean todo así como Yo lo veo, con profunda piedad y compasión.

Oren por los ángeles que están caídos y que son llevados a la perdición, por las fuerzas contrarias a Dios.

Oren por los que no oran por sus Ángeles de la Guarda, que no tienen conocimiento ni consciencia de esa Presencia divina.

Oren por los que no creen que Yo estoy aquí presente, pero Mi Verbo es más profundo que toda falta de fe.

Oren por la Justicia que se aproxima y para que el mundo se corrija y vuelva a ser un pueblo sagrado, la esperanza de una Nueva Humanidad, unida al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Únanse a los arcángeles que están trabajando en toda esta consciencia planetaria, únanse a sus ejércitos celestiales para que la paz no se disipe del planeta.

Sientan el sufrimiento de Mi Corazón, que trae el peso de este mundo que está agonizando.

Oren por Mis Llagas que están doliendo, al ver los horrores de este mundo que se aparta del amor y de la verdad, que no ama a su semejante así como Yo los amo a todos, sin mirar sus pecados, sino sus esencias divinas que aún deben descubrir en esta hora difícil del planeta.

Oren para que su Madre Santísima los pueda seguir ayudando y Ella derrame la Gracia de lo profundo de Su Corazón, sobre todo lo que es imposible y aún no se transforma en esta consciencia humana.

Oren por los que están padeciendo las injusticias de este mundo.

Oren por los que son perseguidos por las religiones.

Oren por los que son verdugos de este mundo y que traen el sufrimiento a las consciencias.

Oren a Mi Sagrado Corazón para que siempre los ilumine y encuentren, por encima de todo, Mi Eterna Paz. 

Oren por aquellos que no Me escuchan y que no abren su corazón a Mi Llamado.

Oren por los que ignoran Mi Presencia y que no se sirven de Mis prodigios.

Oren para que el Reino Celestial se aproxime sobre todo esta Tierra sufrida.

Oren para que el mundo no pierda el amor y este proyecto humano se cumpla con todos los que despierten. 

Este es el Llamado del Gran Maestro, que anuncia al mundo Su Segunda Venida.

Es la Segunda Persona de Dios quien les habla, el Hijo Primogénito del Padre, que encarnó en este mundo y vivió entre ustedes, para darles a conocer la Fuente del Amor y la Unidad Suprema.

Pero, hoy vengo a agradecer con Mi Corazón manso, que esta tarea en Centroamérica se cumplirá.

No saben lo que significa para nuestros Sagrados Corazones que las consciencias se abran para algo que es invisible y que es perpetuo en el Corazón de Dios.

Agradezco por aquellos que han colaborado para que los nuevos apóstoles despierten en Centroamérica, así estoy lanzando Mis redes, para atraer hacia Mí todos los corazones.

Esta es la victoria del fin de los tiempos, de todos los que se unen a su Rey, para llevar adelante el Plan de Dios entre todos los autoconvocados.

Quiero escuchar esa canción que resuena en Mi Corazón, pues es la súplica de vuestro Maestro para todos los que aún no Me han conocido en su interior.

Por toda esta causa, Yo los absuelvo, les doy Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

En todo el Planeta, derramo Mis Rayos  de Misericordia y congrego a las nuevas almas para que se sirvan de Mi Corazón en esta Comunión perfecta con Mi Santísimo Cuerpo y Mi Divina Sangre.

Como hace dos mil años atrás, parto el pan para ustedes y les vuelvo a decir:

"Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que hoy es entregado por muchos, por el sufrimiento de la consciencia humana".

"Les entrego Mi Cáliz y les doy de beber de Mis Dones espirituales, por todos los que derraman su sangre a través de la injusticia humana y que pierden la oportunidad de poder conocerme".

Los mando de dos en dos, como Mis Apóstoles, para que en estos tiempos prediquen Mi Amor y difundan Mi Paz; esto es obra de Mi Misericordia.

"Con todos los Ángeles reunidos y el Poder Celestial que todo gobierna, Yo transubstancio estos elementos, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"

Gracias por cantarme y por pedir y orar por el mundo.

Vayan en paz y en confianza.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 23.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Al comenzar, se comparte el video en donde Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús recibe el Mensaje extraordinario del 4 de junio de 2015 para la Maratón.

 

Hoy Mis Pies caminarán por vuestros senderos para corregir vuestros caminos.

Reverencien a Mi Corazón, que es el Corazón de Dios vivo. 

Y así, postrados como los ángeles los quiero ver todo el tiempo para que acompañen Mi tarea redentora en estos tiempos de caos.

Los sacrificios son los mejores pétalos de luz que las almas Me entregan y depositan a los pies de Mi Reino, como una oferta de amor y de reparación para las almas del mundo.

Estos tiempos que vendrán serán más exigentes y por eso no deberán temer. Yo los necesito unidos a Mí, todos los días, para que no pierdan las huellas que Yo les dejo en el camino.

Así, sabrán hacia donde ir y no se perderán por las cosas banales, mas estarán despiertos para percibir todas las cosas, todas las necesidades a las que ustedes deberán responder en nombre del sacrificio y por el sacrificio que Yo hice por ustedes en el principio.

Cuando estoy aquí con ustedes, estoy con el mundo, contemplándolos, observándolos, sintiendo vuestros corazones y vidas, esperando ardientemente el momento de vuestra entrega a Mí, pues la hora está marcada para cada uno de ustedes. Así lo ha determinado Mi Padre, a través de la Voluntad de Su Corazón.

Fácilmente, a pesar de las tribulaciones, reconocerán el camino que Yo les dejaré y estarán abiertos a encontrar las emergencias del fin de los tiempos que se revelarán en los corazones, en todos los internos de los seres, para que después se manifieste esa gran necesidad planetaria en toda la humanidad. ¿Quién estará preparado para eso?

Por eso, vengo en estos tiempos a confortarlos, para que reconozcan Mi antigua Palabra en el Evangelio y Mi nuevo Evangelio en estas Palabras, las cuales escribo con Mis Labios de Luz para toda la humanidad y el universo, pronunciando el Verbo de Dios, aquél que ustedes deben saber distinguir entre los falsos verbos de esta humanidad.

Mi Corazón es consecuente con ustedes, pero al mismo tiempo es muy paciente. 

Mi Amor siempre los puede ayudar. Mi Amor entiende todas las cosas, porque es el Amor de Dios, aquél que debe estar en ustedes, así como estuvo en Mi Corazón en las horas crueles de la Pasión.

Ustedes vivirán nuevas pasiones a través del sacrificio que Dios les enviará. 

En esa hora tan esperada, ustedes deberán dar el gran paso hacia el Creador, sin perder un minuto en todo lo que Él les entregará durante estos tiempos difíciles, porque aquel que haya confiado en Mí, recibirá del universo todas las Gracias que necesite para volver a reencontrarse Conmigo en el Paraíso de Dios, el Paraíso del Señor.

Lleven estampada, en sus corazones, Mi Luz eterna. Ella será útil para ustedes. Será muy necesaria y urgente para enfrentar la trascendencia de los tiempos. El universo marcará esa hora universal y la humanidad no escapará de ver esas cosas, pues el universo se mostrará así tal cual es y todos lo podrán conocer como fue en el principio y como es ahora, en este tiempo eterno y presente, en el que todas las Jerarquías de la Luz se congregan para poder concretar el esperado Proyecto de la humanidad. 

Ustedes son parte de ese Proyecto, aunque muchas veces no lo crean. Cada parte de vuestros seres forma parte de esta Creación mayor. Cada célula de vuestros cuerpos forma parte de esa chispa divina, la que permitió que surgieran en los orígenes, en el principio, en donde todo fue creado y manifestado por Dios. 

Ese mismo principio tendrá un fin y así ustedes deberán retornar con una verdadera experiencia de amor hacia las moradas de Adonai, en donde todas las experiencias de redención se fundirán como una sola para concretar el gran deseo del Padre de que se rediman a través del amor y del perdón.

Eleven vuestros corazones hacia Mi Reino. Yo les espero.

Mientras Yo estoy aquí, Mi adversario está con muchos. ¿Quién Me ayudará a retirar el mal de la humanidad con la oración fervorosa que todo lo transforma y lo transfigura, así como Dios lo prevé?

En esta tarde vengo a hablarles de la importancia de volver a Dios, porque cuando salgan de aquí, habiendo recibido Mis Gracias y Misericordias, sé que Mi adversario los tentará.

Allí deberán estar fuertes e invencibles, demostrando al mundo lo que he enseñado, lo que aprendieron a través de Mi energía espiritual.

Así, estarán salvos y tendrán la dignidad de pertenecer a Dios, porque Dios quiere pertenecer a ustedes. Él quiere ser el gran espacio en vuestras vidas, esa ciencia divina que transforma vuestras vidas en estos caminos tan confusos que vive la humanidad.

Mientras estoy aquí, confiésense ante Mi Corazón. Yo los escucho en el silencio del espíritu, en la profundidad del alma, donde en verdad se viven todas las cosas. Son cristalinos ante Mis Ojos; conozco a vuestros internos antes de que ustedes Me conocieran.

Y así como estoy con ustedes, estuve con los apóstoles y con todos aquellos que siguieron Mi Palabra en confianza, en fe y en amor.

Elevemos la oferta al Creador en esta tarde de Gracia, mientras el mundo sucumbe por la acción de sus propios males.

¿Quién se arriesgará a conocer la grandeza de Mi Amor y a ser conquistado por Mí, sin miedo a perder las propias estructuras que crea esta humanidad superficial?

Porque si están en Mi Amor, ayudarán al planeta y podré decirles que este Proyecto valió la pena en este mundo. 

Si ustedes no cambian ¿quién cambiará?

Vengo a anunciarles este Mensaje a ustedes porque sé que Me escuchan y que alguna vez Me han escuchado, a pesar de las circunstancias de vuestras vidas.

Vengo a despertar a los nuevos discípulos. Los ejércitos ya deben estar preparados para la batalla. Comandados por el arcángel Miguel, se forman las filas de la evolución para que los Resplandecientes desciendan al mundo y puedan guiar a las nuevas almas redimidas en el Señor, en el Corazón de Cristo, el Maestro Redentor.

Hagamos la oferta con simplicidad. Dios los escucha y los escuchará aún más cuando abran vuestro corazón para vivir en Su Suprema Voluntad.

Y así, como la Misericordia infinita lo permite, descenderé para darles una parte de Mi Amor a vuestros espíritus y a todos aquellos que, en estos momentos, en el lugar donde se encuentren en cada parte de este mundo, estén verdaderamente abiertos a escuchar Mi Mensaje y comprender Mi energía crística, la misma energía que redimió al mundo durante la Pasión.

Vengo a entregarles estos dones para que vuestras vidas ya no sean las mismas, sino que estén totalmente abiertos para corresponder al Plan de Dios.

En estos lugares santos, en donde Yo he aparecido y vengo a visitarlos, deben existir verdaderos núcleos de luz. Dios les confió esta obra de las Comunidades.

Está escrita vuestra firma en los Libros de Luz, en este sagrado compromiso con esta parte del Plan que Yo vengo a recordarles en este tiempo difícil. Porque cuando las cosas se atropellen, deberán tener bien presente lo que han recibido. Así podrán corresponder a Dios.

Apoyen y ayuden a esta Obra. 

Aquí existe vuestra verdadera morada interior. Es lo que Dios necesita que ustedes vivan. No existe otra cosa. Es lo que Dios destinó para vuestros espíritus desde el principio.

¡Ay de aquellos que salieron de aquí sin haberlo percibido!

Dios Me pidió descender hasta aquí para recordarles este sagrado compromiso, que no es una obligación con Adonai, sino que es una fusión interna con el verdadero propósito de esta sagrada tarea de los núcleos de luz, donde los Mensajeros Divinos se sirven para ayudar a la humanidad y principalmente a ustedes, modelos perfectos para la redención.

Yo Me aparezco en este sagrado Cenáculo para recordarles los votos, los mismos votos que hicieron los apóstoles en el pasado y que, en esta vida bendecida por Dios, ustedes también deberán hacer, dando el testimonio de vuestra confianza absoluta en Mi Sacratísimo Corazón.

Eleven vuestras vidas hacia Mi Espíritu. Eso es lo único que les resta hacer. Así, Yo podré trabajar a través de vuestras vidas, en medio de una intensa purificación. 

Yo no los soltaré, los cubriré con Mi Manto en los momentos más urgentes del mundo. Así, sabrán, compañeros, que Yo siempre estuve con ustedes, así como con Mis apóstoles, en espíritu.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos, a pedido de nuestro Maestro, a consagrar los elementos. Él dará la bendición en esta tarde, entre todos. Algunos hermanos sustentarán estos elementos sagrados para la consagración.

 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

 

Y así, Yo estoy sobre ustedes y el mundo para consagrarlos y Mi sacerdocio es para todos, para aquellos que quieran vivir Mi ministerio crístico, renovar sus espíritus a través de Mi Corazón y de Mis Palabras sagradas.

En este momento de Misericordia, en el que Mis Rayos irradian al mundo y bajo ese ministerio sacerdotal de vuestro supremo Rey, bendeciremos los elementos y vuestras vidas, renovando los votos por el Plan Divino de Dios.

 

Canción: "Pater Noster".

 

Y así, como en la Última Cena, Yo los renuevo, entregándoles Mi glorioso Cuerpo y Mi preciosa Sangre, dones sagrados que esperan vivir eternamente en el tabernáculo de vuestras almas.

Los bendigo y los absuelvo nuevamente, bajo el poder que Dios Me ha concedido por Amor y Misericordia por esta humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (dos veces en portugués y una en latín).

Vayan en paz y mañana los espero, porque vuestros espíritus se renovarán a través de los sacramentos que Yo con tanto amor he entregado al mundo para que siempre pudiese retornar al Reino de Dios.

 

Canción: “Oración para la Reparación del Corazón de Cristo” del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, a través de esta consagración de la Comunión que Cristo hizo hoy para nosotros, Él nos llevó a una parte de la Última Cena y trajo códigos nuevos para cada uno de nosotros.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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