MENSAJE EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ENCUENTRO DE MÚSICA PARA LA CURA Y ELEVACIÓN DE LA HUMANIDAD

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy la felicidad se pierde en el mundo por la falta de la paz y de amor entre los seres.

Por eso, como parte de la emanación de Dios, como el aspecto femenino de Dios representado en la Madre del Mundo, vengo a entregarle a la humanidad el Amor divino y cósmico que tanto necesita.

Y Yo les pido que no teman, que no duden y que tampoco fracasen espiritualmente, hijos Míos. Este es el tiempo de la adversidad, el gran momento del Armagedón planetario, en el que todo se definirá.

También es el momento en el que Mi Hijo, cada vez más, se aproxima al mundo para poder volver a colocarlo en el Camino de Dios.

Por eso hoy estoy aquí, hijos Míos, para que escuchen Mi voz y para que anuncien Mi mensaje al mundo. 

Que hoy, este Encuentro de Música que será ofrecido eleve la consciencia del planeta, la consciencia de la humanidad, pero que también traiga la cura espiritual que las naciones necesitan para poder alcanzar la paz y la reconciliación entre los pueblos.

No dejen de aspirar a poder alcanzar los Sagrados Méritos de Dios. Esos Méritos los harán dignos ante Su Presencia.

Por eso, hijos Míos, ofrezcan cada momento de hoy como si fuera el último, para que Dios escuche la voz de Sus hijos que se eleva a través de la canción y de los instrumentos.

Que esa elevación, que desde ustedes se construirá como un puente de luz hacia el Universo, transmute las energías corrosivas y retrógradas para que las esencias más perdidas, y que están en la oscuridad, puedan ser rescatadas por Mí.

Como hasta ahora, cuento con la adhesión de cada uno de Mis hijos; porque la música elevada y la música que trae consciencia a las almas todo lo transformará siempre, aunque sea imposible.

Cuando las almas se agrupan y se reúnen en el nombre de Dios para cantarle y para alabarlo, las Gracias extraordinarias e inexplicables del Universo pueden descender para que todas las criaturas, independientemente de estar o no en el bien, reciban la ayuda que necesitan y puedan despertar.

Hoy vengo como la Madre del Sol, como la Gobernanta del Universo, para decirles, hijos Míos, que el Universo nuevamente se abrirá para escuchar sus melodías y las vibraciones que ofrecerán en el nombre de Mi Hijo y por la paz.

Yo les traigo la alegría verdadera de poder vivir en Dios y de poder encontrarlo en cada momento de sus vidas, sabiendo que más allá de lo que vivan, de lo que experimentan o del dolor que sufran, Dios siempre estará atento para ayudarlos, porque Él es infinito en Misericordia.

Aférrense y afírmense en el poderoso Reino de Dios que está dentro de cada uno de ustedes; y en donación, en servicio, en canto y en oración podrán estar en contacto con el Padre Supremo y en comunión con Su Espíritu.

Que en estos momentos agudos de la humanidad se sigan ofreciendo diariamente las Oraciones por las Naciones de Sudamérica.

Quisiera, en este día especial, en el que el Cielo comulgará de las voces que emergerán de la Tierra, y la Tierra y sus habitantes comulgarán del Universo, que fuera ofrecida una oración semanal por Sudamérica que incluya a todas las naciones, a todos los pueblos, a todas las situaciones y momentos agudos que ella atraviesa a fin de reafirmar la reconsagración de Sudamérica a la Madre de Dios, al inmaculado y eterno Corazón de María, ante la sagrada faz de la Señora de Guadalupe, Madre de las Américas, Madre de todos los pueblos y de todas las culturas, para que la llama de la fe se encienda en los corazones y esta llama atraiga la paz entre las sociedades, los gobiernos y los pueblos.

Sabemos, hijos Míos, que el mundo conocerá en este tiempo la realidad que siempre se ocultó. Ya los hombres no podrán transgredir las leyes ni omitirlas, ni tampoco sacar de todo esto ventajas y beneficios, porque si no hay justicia e igualdad, no habrá paz.

Los conflictos en las naciones son crisis para poder madurar, reflexionar y cambiar. Que Mis hijos ya no se agredan los unos a los otros. Que ya no existan transgresiones ni violencias en los pueblos y en las sociedades.

Este es un tiempo de rebelión pero también es un tiempo de Misericordia.

Eleven sus voces hacia lo Alto, que el Padre pueda sentir en Su Corazón el amor de Sus hijos en esta noche, para que todo el planeta y su humanidad reciban Su Misericordia, y al mundo se le conceda la Paz, especialmente a Sudamérica.

Yo les agradezco por todo lo que hoy ofrecerán, porque es muy importante para su Madre Celeste.

Y los que aún no se animan a dar el paso hacia el servicio al Plan de Amor, que lo hagan porque nada perderán, sino que recibirán los tesoros del Cielo que son incalculables e infinitos.

Apoyen esta obra de la Música para la Cura de la humanidad. Que las almas se postulen, que los corazones se congreguen porque la oración y la música elevada es lo que en este tiempo curará y sanará a la humanidad.

Los bendigo, hijos Míos, y les deseo una buena gala de oferta al Padre Creador. 

Que sea una noche en la que las estrellas del cosmos brillen en el firmamento interior de cada ser.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ustedes no son lo que parecen, sino lo que aún desconocen. Yo los reuní aquí por un propósito mayor, y aún sus consciencias no lo conocen profundamente.

Por eso, los invito siempre a estar Conmigo para poder cumplir el propósito que Dios Me entregó para sus vidas y para traer más consciencia a sus corazones, en el profundo sentir de que todo esto es verdad.

Por alguna razón, compañeros, Yo estoy aquí, una razón mayor y desconocida para sus vidas. Es ese propósito que Dios Me entregó que Me hace venir aquí todo el tiempo y anunciar la Palabra del Padre Eterno.

Por eso, hoy no estoy solo aquí, sino además acompañado por los ángeles y por muchas consciencias que una vez pasaron por este planeta y que evolucionaron espiritualmente, dando testimonio de Mi Amor al mundo y representándome en la superficie de esta Tierra, como almas crísticas.

Yo los invito, compañeros, a que tengan en sus consciencias y especialmente en sus corazones, la claridad de ese propósito que Yo les traigo.

Sé que sus vidas no se transformarán de la noche a la mañana, pero que es posible, compañeros, alcanzar lo que Yo aspiro para cada uno de ustedes.

Todo lo que sucede en este momento es obra de un milagro de amor concedido por el propio Padre Eterno, para cada uno de los presentes y no presentes, a través de la existencia y de la presencia de los Sagrados Corazones.

Eso es lo que nunca deben perder de vista, más allá de lo que atraviesen, de lo que sientan, de lo que puedan pensar, o de lo que pueda suceder en este momento.

Todo lo que les envía el Universo es un dulce aprendizaje, por más duro y difícil que parezca.

Yo necesito forjar en sus corazones los nuevos Cristos, necesito forjar esas almas que han venido a servirme, como Me sirvieron en otros tiempos, como en la era en la que Yo estuve presente entre ustedes y con ustedes, en la que pudieron conocer Mi Corazón y Mi Presencia, en la que pudieron escuchar la Palabra de Dios expresada a través de Mis Labios por el Espíritu Santo.

Compañeros Míos, les pido que no se confundan, les pido que no se autocastiguen, les pido que ya no se perturben.

Vinieron en este tiempo a ser el puente hacia la transición planetaria. Sus propias vidas son la transición del planeta para muchas, muchas almas de esta humanidad que padecen en la oscuridad de los abismos del planeta y que algún día merecerán encontrar la Luz. 

Por eso, todo lo que les sucede, compañeros, delante de la grave situación planetaria, es muy pequeño. Agradezcan a Dios todo lo que reciben, todo lo que viven y todo lo que sienten. Agradezcan profundamente al Padre Eterno que hayan podido ser congregados por Mi Amor en este tiempo definitivo.

Por eso, nunca se olviden de Mis Principios crísticos que son los nuevos mandamientos que Yo les traigo en esta era. Vengo, de esa forma, a renovar la iglesia que está muy corrupta y deteriorada.

Vengo a renovar la iglesia de los corazones, la iglesia que está en ruinas y que solo por un representante de la Paz, con la ayuda de todos los seres de buena voluntad, está intentando ser levantada nuevamente.

Por eso, ese representante de la Luz se llama Francisco y todos deben apoyarlo incondicionalmente. Pero sepan que todo el Plan se cumple en diferentes fracciones, cada uno tiene una responsabilidad dentro del Propósito Divino. La parte personal que le corresponde a cada uno de ustedes, dependerá de cada uno de ustedes que pueda ser cumplida.

Eso permitirá, compañeros Míos, que la intervención divina pueda estar presente en este caos planetario que cada día se agrava más en la superficie de esta Tierra.

Son llamados no solo a ser un puente hacia la transición de la humanidad, son llamados también a ser un plan de emergencia, el esperado plan de rescate anunciado por la Jerarquía espiritual.

¿Ahora comprenden que todo lo que les sucede es pequeño?

Día a día, Yo les entrego nuevos sufrimientos y pequeñas pruebas para que los puedan vivir por Mí, para que los puedan hacer por Mí, para que alguien en la superficie de esta Tierra haga algo por la humanidad.

Pero recuerden que nunca les faltará Mi apoyo y Mi presencia, aunque llegue el tiempo en el que Yo me deba recoger, como ya se recogió el Castísimo Corazón de San José.

Cuando llegue ese tiempo, compañeros, los estaré contemplando, acompañando y observando para que puedan poner en práctica todo lo que recibieron.

Ese será el gran momento en el que Mi Corazón sentirá que sus vidas comprendieron lo que Yo les dije, así como lo que les dijo San José y Mi Madre Santísima. En ese momento la situación estará más difícil, a nivel planetario, a nivel de la humanidad.

¿Pero a qué le deberán temer? Si Yo estoy aquí entre ustedes, soy su Pastor, soy su Maestro, seguiré siendo su Redentor y su Mediador ante el Padre Celestial, aunque caigan y sigan cayendo cientos de veces. ¿Acaso dudan de que Yo los levantaré?

Vengo aquí para poder renovarlos, para prepararlos para situaciones y experiencias que nunca vivieron. Todo lo que sucedió hasta el presente ha sido una preparación.

Estos son los tiempos de los grandes cambios, no solo a nivel material sino también espiritual. Eso permitirá que las bases de la Jerarquía estén presentes sobre la superficie de la Tierra y que todas Sus sagradas y divinas herramientas puedan seguir irradiando a esta enferma humanidad. El Proyecto se debe salvar sea como sea, la evolución de esta raza no puede terminar aquí. 

Por eso, todo lo que vivan será imprescindible para Mí, todo lo que ofrezcan y toda su dedicación no solo reconstruirá la consciencia corrupta de la humanidad, sino también reconstruirá a los Reinos de la Naturaleza que ya fueron lastimados y siguen siendo lastimados por el hombre de superficie.

Compañeros, es momento de vivir la gran donación de sí, una donación más profunda y desconocida que pueda compensar y equilibrar lo que sucede en el mundo.

No los estoy llamando a estar exhaustos, a estar desequilibrados o a estar locos. Yo los estoy llamando a asumir con responsabilidad el Plan espiritual del Padre.

No solo estoy hablando para los que están presentes aquí, en donde cada uno está en su escuela en este momento, estoy hablando para toda la humanidad, para el mundo entero.

Porque estas ya son Mis últimas y definitivas palabras que los prepararán para lo que está llegando en poco tiempo, y lo que llegará ya no serán solamente palabras, serán hechos y acontecimientos que sus propios ojos físicos verán.

No solo estoy hablando a nivel de la humanidad, de la naturaleza o del grave cambio climático; estoy hablando también a nivel cósmico y universal, del movimiento de los astros, de las estrellas y de los soles, del cambio que está viviendo este planeta y los planetas que lo circundan, del momento de inflexión que vive, en este momento, el Universo local.

Por eso, toda la Jerarquía espiritual está concentrada en este momento, que fue muy profetizado en otros tiempos, en el que el Libro del Apocalipsis se ha cumplido paso a paso.

Pero aún, compañeros, la parte más contundente y fuerte no llegó. Por eso los preparo interiormente para que puedan soportarlo y superarlo por Mí, por Mi nombre, porque Yo les daré la fuerza interior siempre y cuando lo necesiten. No estarán débiles, no perderán la fuerza interior, no tendrán duda ni tampoco incertidumbre.

Yo los llamo, compañeros, a creer definitivamente en Mi Presencia aquí. Porque si hasta el día de hoy no hubo ningún fenómeno anormal es porque sus mundos internos no lo necesitan.

La humanidad necesita de un gran despertar, un despertar más contundente y fuerte, como fue en 1988. Pero ahora este despertar será preciso y único. Por eso, deben preparar los espacios sobre sus Comunidades-Luz y sobre todos los lugares en donde seres de buena voluntad se unan de corazón, para que la Jerarquía espiritual tenga la posibilidad de manifestar ese despertar que producirá un gran cambio en la consciencia profunda de la humanidad.

Pero todo lo que sucederá, compañeros, que este cambio profundo pueda suceder dependerá de cada ser humano de este planeta. Aunque las estrellas, los soles y las galaxias se muevan o que la propia Jerarquía se pueda materializar, aunque eso suceda verdaderamente, ese gran cambio en la consciencia dependerá de cada ser humano que deberá estar afirmado en el amor.

Hoy vengo a hablarles así, porque esta Comunidad de Figueira está preparada, ya que ustedes dieron el paso, en la confianza y en el amor, para que su Maestro y Señor pueda hablarle al mundo entero, para saber que esto no son solo palabras sino que son hechos, acontecimientos que llegarán y se mostrarán al mundo entero de una forma concomitante porque el planeta también se moverá.

El planeta está sufriendo mucho las consecuencias del comportamiento de la humanidad de superficie y estamos evitando de una forma divina y cósmica, que suceda algo peor o semejante a lo de la Atlántida.

Así comprenderán, compañeros, que lo que hoy vive la humanidad es muy grave, lo que hoy siente la humanidad es muy grave y sobre todo lo que hoy practica, no respetando las leyes universales y divinas.

Por eso, he hecho la propuesta ante el Padre Celestial y ante todos los Señores de la Ley, los que cuidan de las deudas de esta humanidad y del Universo, de poder intervenir directamente en la humanidad hasta la última oportunidad, cueste lo que cueste.

Por eso, yo necesito compañeros que ustedes Me sigan y Me apoyen, porque eso permitirá que muchas situaciones más sean evitadas en esta humanidad y, sobre todo, que planes nefastos sean establecidos en la consciencia del ser humano.

No puede suceder una tercera guerra mundial peor que las dos anteriores, las tres cuartas partes del planeta quedarían muy afectadas.

El ser humano está viviendo una ambición sin límites y cree tener un poder más grande que el de Dios, pero el Padre Eterno nunca los enfrentará, nunca los desafiará porque el Padre Eterno es una Consciencia de Amor vivo, una Fuente de Misericordia y de Compasión infinita. El Padre solo los contemplará y Él le pedirá a Su Sierva Fiel, la Santísima Virgen María, que haga lo posible y lo imposible por ayudar a todos Sus hijos en este momento de despertar, en el que cada ser de la superficie de la Tierra deberá ser consciente de lo que debe cumplir en este momento.

Les daré un ejemplo: no es por casualidad que en estos días, por una Voluntad mayor de Dios que también es desconocida por ustedes, Mi Corazón permitió reunir a un grupo de consciencias, a un grupo de almas que estuvieron Conmigo cuando Yo estuve presente en esta humanidad y que se comprometieron Conmigo, cara a cara, a dar la vida por Mí en este tiempo final.

Eso demuestra que la Voluntad de Dios es desconocida y que Su misterio de Amor se puede revelar a los corazones que se abran para ser tocados por Su Luz y Su Compasión.

Es ese Amor que esas almas vivieron por Mí, y que aún hoy viven, que les permitió reunirse aquí para poder reconfirmar sus votos ante su Maestro y Señor.

Eso también puede suceder con cada uno de ustedes. Por alguna razón, compañeros, hoy están aquí; nunca se olviden de preguntarse eso o de preguntárselo a su Maestro y Señor: ¿Señor por qué hoy estoy aquí? Pudiendo estar en un mundo cómodo, en un mundo de ilusión, en un mundo que vive la indiferencia, habiendo tanta necesidad y tantos traumas por curar en la humanidad como en los Reinos de la Naturaleza.

La Gracia Divina, que los tocó desde el origen de su existencia, es lo que les permitió llegar hasta este presente, hasta esta encarnación para vivir este encuentro interno Conmigo, sabiendo que su Maestro y Señor a través de los tiempos y de las generaciones trabaja con pequeños grupos de almas, en los que el Plan de Dios se puede establecer y manifestar de forma segura.

Ustedes, en esta noche, como en otros encuentros pasados, son parte de una historia que Yo mismo estoy escribiendo. Depende de ustedes, compañeros, que esa historia pueda seguir siendo escrita por Mí mismo, que ustedes sean parte de ese Libro Sagrado de la nueva humanidad, de la revelación del fin de los tiempos que la Jerarquía Divina depositó y seguirá depositando en sus corazones para manifestar la Voluntad de Dios.

No quiero que se sientan movidos con todo lo que les he dicho. Quiero que puedan sentir, más allá de Mis Palabras, lo que quiero transmitirles y decirles.

Necesito que puedan despertar su intuición para poder percibir lo que la Jerarquía Divina está haciendo, sabiendo que en este último ciclo, lo que resta del 2019, 2020 y 2021 serán los últimos y grandes movimientos de la Jerarquía espiritual para con la humanidad.

Porque después de eso, compañeros, cuando nosotros ya no estemos aquí para hablarles, pero sí para conducirlos y guiarlos desde el espíritu, serán ustedes los que tendrán las puertas abiertas de esta casa y de las demás comunidades, para sostener junto a las almas peregrinas a este planeta y en una "sagrada común unidad" manifestar la presencia del Cristo interno.

Por ese movimiento y ese momento, estaré profundamente agradecido porque Mi Paz, a pesar del caos que reinará en la humanidad, no faltará en aquel que crea en Mí. Amén.

La Iglesia Celestial se abre en este momento para recibir a sus seres imperfectos y para que sus esencias sean colmadas por la Luz de Dios. Por una Luz que es eterna, inextinguible e invencible. Por la Luz que los trajo hasta aquí y la Luz que los conducirá hasta la eternidad.

Nos colocamos de pie.

Celebremos este momento con regocijo y que de lo más profundo y sincero de nuestro corazón, ante la Presencia de nuestro Señor Jesús Cristo, el Rey del Universo, el Rey del Amor y de la Paz, cada uno de nosotros emita en el silencio de su corazón, la oferta que necesita expresar en este momento a los sagrados altares del Creador, para que esas ofertas, súplicas e intenciones sean acogidas en el Corazón del Padre a través de la intercesión de los ángeles.

Que Santa Bakhita los inspire al amor que debemos tener por el sacrificio, para que los corazones que más sufren, y que hoy día agonizan, sean curados, amparados y protegidos por la Luz del Amor de Dios. Amén.

Todos los que en este momento puedan y sientan, ante la Presencia de nuestro Señor, en la revelación de ese infinito misterio de Amor celebrado en la Eucaristía, les pedimos que se arrodillen como un acto de reverencia y de devoción a nuestro Señor, en este momento de transubstanciación y de consagración de los elementos.

Por el Soplo del Espíritu de Dios que intervino y obró en la Última Cena, por la redención de la humanidad y del planeta, les vuelvo a entregar el honor y la gloria de este Sacramento que fue expresado por el pan y el vino que se convirtieron en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Por eso, en una noche como esta, antes de vivir el gran sacrificio y la dolorosa pasión por la humanidad, tomé el pan, lo elevé para que el Soplo del Espíritu de Dios lo bendijera, lo partí y lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: ''Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados''.

Escuchamos las tres campanadas que transubstancian este elemento.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

De mismo modo, acabada la primera parte de la Cena, tomé el Cáliz entre Mis Manos, elevándolo al Padre Eterno, el Soplo del Espíritu de Dios lo bendijo y enseguida lo entregué a Mis apóstoles y a cuantos estaban presentes en los planos internos, diciéndoles: ''Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Redentor para la remisión de las faltas, hagan esto en memoria Mía''.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Elevamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Y ahora, compañeros, bendecidos por el Soplo del Espíritu de Dios, repetirán en confianza y amor, la oración que Yo enseñé en el Monte de la Bienaventuranzas.

Oración: Padre Nuestro.

Elevando el Cuerpo y la Sangre de Cristo, adoramos al Señor presente eternamente en la Eucaristía, así como en la Sangre. Y agradecemos.

Cubrimos los elementos y los colocamos sobre el altar.

Nos podemos colocar de pie.

Cuando Dios los llama a vivir Mi camino por medio de la vocación o de la consagración al servicio, al canto o a la oración, es por una razón.

Por eso deben confiar en lo que sienten, en lo que viven, sin dejar de perder Mis pasos de Luz.

Hoy quiero dar un saludo especial, a un alma que hoy cumple años, antigua caminante de Mis pasos de Cristo, que hoy he traído aquí por un motivo mayor que Yo mismo estoy construyendo y preparando silenciosamente. Doy a ella Mis gracias por su donación y por su ofrecimiento por medio de la música y de la voz.

Hoy no solo celebro este momento, de una forma especial y única, porque sé lo que significa ese momento de aniversario en el que cada alma tiene la oportunidad de renovarse en el Plan de Dios y, sobretodo, a través de Mi Corazón, de estar más cerca de Mí.

Por eso, como lo he esperado en estos últimos seis años, reuní a esas almas en este día, por millones de almas más que están detrás de ellas, para que hagan el ofrecimiento de una canción que relata de forma simple pero verdadera, la historia de su Redentor. 

Hoy escucharé en una una dulce melodía, aquel que Yo fui: "Un Hombre llamado Jesús".

Los escucharé y en este momento les doy Mi Paz, para que esa Paz sea compartida y donada al mundo entero por el triunfo y la victoria de Mi Sagrado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Y ahora sí, se pueden dar el saludo de la paz, en reverencia y silencio.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 53.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el mundo tengo muchos seguidores y a todos los coloco a Mis Pies. Provienen de diferentes historias, de diversas experiencias y son retirados por Mi humilde Mano del abismo y del error, llevando a cada uno de ellos cerca de Mi Corazón.

Por eso, en el mundo muchos Me adoran; pero en verdad les digo, compañeros, que a Quien adoran es a Dios, por medio del Corazón de Su amado Hijo que viene a proporcionarles y entregarles las virtudes divinas que los tornarán libres y podrán así alabar mucho más a Dios.

Por eso, cada uno de ustedes, como cada uno de Mis seguidores en el mundo, cumple un papel importante en este tiempo, diría una sagrada tarea que viene a fusionar y a instituir, en este ciclo, Mi Proyecto Redentor.

Por eso, Yo estoy con todos los que Me siguen, porque Mi Corazón no tiene religión. En verdad les digo, compañeros, que su única religión es el Señor, el Todopoderoso. Diría, la religión del Amor, de la Compasión y la Misericordia.

Por eso, en esta tarde tan especial, en la que Mi Corazón misericordioso ha latido tan fuerte al escuchar la última canción, que sus células y almas también participaron, especialmente, de una comunión mística Conmigo que regularmente no sucedía desde hace más de dos mil años.

Crean en este acontecimiento, porque a través de Mi Corazón y de Mi Consciencia Divina y por medio de Mi servicio humilde a Dios, hoy les traigo la revelación del universo, en la que ustedes también algún día participarán dentro de ese universo de Amor y de Unidad, que Nuestro Padre El Shaddai ha creado desde el principio de todos los mundos, de todos los soles, de todas las estrellas.

Vengo a traerles, compañeros, el impulso que los llevará a vivir una adoración verdadera, una comunión verdadera, en estos tiempos críticos, en los que será necesario poder expresar el mayor grado de amor para que este mundo se transforme y se cure de todas sus heridas.

Todos Mis seguidores son importantes en este tiempo. Por eso, estoy presente en muchas religiones y credos; en los que tienen religión y en los que no la tienen, como también en aquellos que solo creen en el amor y en la infinita Consciencia del Padre, que es un sentimiento interno emanado de sus corazones y que también es verdadero en este tiempo final.

Con esto, quiero decirles, compañeros, que por medio de la puerta de la adoración, de la alabanza y de la glorificación de Dios, ustedes abren las puertas a Mi Divina Misericordia y Yo puedo llegar a aquellos lugares del mundo en donde, en este mismo momento y en este tiempo, las almas sufren por no encontrar la Luz, el Amor y la Unidad que ustedes también pueden expresar en este momento.

Cada alabanza hecha de corazón, cada adoración que es entregada desde sus espíritus al Espíritu Divino de Dios permite recrear esta Creación, permite atraer hacia este planeta cosas maravillosas que aún son desconocidas por el mundo y por toda la humanidad.

Hablo de nuevo de esas virtudes y dones que harán de las almas, almas transformadas en Dios, almas transformadas por Mi Corazón misericordioso.

Mientras les hablo, compañeros, que sus células se enciendan al recibir los códigos crísticos de Mi Corazón, que sus corazones resplandezcan de amor y de alegría por estar viviendo la oportunidad de la redención y de la cristificación.

Quiero traerles, en esta tarde, algo que nunca he podido entregar a Mis compañeros. Algo que es profundamente interno, que no solo los liberará de cualquier angustia o de cualquier pesar que en estos tiempos estén atravesando, sino que también los renovará.

Pero dependerá de ustedes, apóstoles Míos, de que ese legado que les entregaré, como el que les entregué a los apóstoles por medio del Espíritu Santo, puedan cuidarlo, cultivarlo y hacerlo florecer para que muchas almas, además de las suyas, puedan recibir este mismo impulso en este tiempo de caos y de oscuridad.

Vengo a colocar sobre sus espíritus la Llama del Espíritu Santo.

Su Maestro y Señor, Jesucristo, abre las puertas de la Iglesia Celestial para que los santos ángeles y arcángeles, a través de la donación de sus manos y de su incondicional servicio, depositen sobre sus consciencias y sobre cada cuerpo, la Llama del Espíritu Santo.

Así, compañeros, en estos tiempos venideros, en los que florecerán los nuevos Cristos, podrán reconocer su sagrada tarea, su importante misión, no importando cuál sea, sino solamente servir a Dios con la plenitud del corazón y del alma.

¿Están dispuestos a ser otros?

Los apóstoles renunciaron para poder recibir este importante Legado. Los apóstoles, en aquel tiempo, no comprendieron de qué se trataba hasta que Yo reaparecí para revelarles ese misterio, así como hoy se lo revelo a ustedes, trayéndolo a todo el mundo, a las almas seguidoras de Mi Corazón.

Arrodíllense.

Colocando sus manos en señal de recepción, dirán al Padre Todopoderoso: 

“No soy digno de recibir Tus Gracias, pero las necesito para saber sobrevivir en este tiempo final.

Renuncio a lo que me apetece, a lo que me satisface, a lo que despierta en mi consciencia todo lo que me separa de Ti.

Hoy me confirmo como Tu apóstol, Señor, de la paz, del servicio y de la oración para que, en Mí, Tú establezcas Tus Misericordias que harán cultivar en Mi espíritu los dones para la Nueva Humanidad.

Y aunque no estés presente en este planeta durante los tiempos que vendrán, sentiré gozo en Mi Espíritu, gratitud en Mi Alma y amor en Mi Corazón al celebrar junto a Ti, Señor, el descenso y la gloria de Tu Reino en esta humanidad. Amén”.

Lleven las manos hacia el corazón.

Señor, yo que nada soy, me entrego a Ti, 
para que hagas de mí, Tu morada.
Amén.
(tres veces, en portugués)

Pueden sentarse y mantener la mano sobre el corazón, para seguir en comunión con el Espíritu Santo y en adoración a la Vida Divina que proviene del universo y de la Fuente, que les permitirá abrir sus corazones para poder vivir nuevas cosas.

Por eso, entrego estas Gracias al mundo, aunque sean internas e inmateriales, porque Mis seguidores las necesitarán para tornarse dignos y merecedores del Reino de Dios y de la victoria de vuestro Maestro y Señor, el Cristo, en Su Retorno.

Hoy expando esta Gracia hacia los cinco continentes y sientan en sus corazones el recibimiento del Amor de Dios por medio de Su Tercera Persona, el Espíritu Santo.

Ahora vean sobre sus cabezas a la flameante Llama de Fuego, tan semejante a la que recibió Mi Santa Madre y los apóstoles.

Repitamos:

Ven Espíritu Santo, unifica nuestros corazones, 
para que podamos vivir Tu Divino Plan.
Amén.
(tres veces)

Cuando encuentren dificultades en sus caminos para vivir el Plan de Dios, reciten esta simple oración que fue emanada del Corazón de Mi Madre, durante el Sagrado Cenáculo, en Jerusalén.

Revivan la comunión con la Vida Divina, con el Santo Espíritu de Dios, borrando el pasado, aliviando el sufrimiento y reconciliando sus seres con el Amor.

Ahora tómense de las manos.

“Padre, que siempre haces nuevas todas las cosas, santifica a Tus hijos, santifica la vida que Tú creaste.

Glorifica las esencias que emanaron de Tu Fuente inmaterial y despierta con Mi súplica a los Nuevos Cristos, para que esta Tierra, en este planeta y en los cinco continentes despierte el amor en toda la humanidad y las heridas sean curadas, Señor; los errores sean perdonados, Señor.

Que el Fuego de Tu Espíritu todo lo impregne para que las almas resplandezcan en la Sagrada Fuente de Tu Divina Unidad”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: 

Llevemos las manos hacia el corazón.

 

He santificado también todo lo que hoy han traído a Mi altar, porque si sus corazones están abiertos, como hoy lo están, todo se renueva, todo se cura, todo se puede reconciliar por la presencia del Amor de Dios y de Su Divina Unidad.

Que, desde este Centro Mariano, el mundo sea irradiado por el sagrado Rayo del Amor, por el sagrado Rayo de la Gratitud y que la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo abunde sobre la Tierra. Que así sea.

A los que Me adoran, Me esperan y Me aman quiero decirles que, por medio de esta canción ecuménica, las puertas del Cielo unificaron a Oriente y a Occidente, cerrando así el ciclo y el Proyecto de los mil años de paz.

Aunque no comprendan lo que esto significa, bienaventurados serán los que ya lo vivan, porque saldrán de aquí sintiendo el Fuego de la renovación y de la cura de sus almas.

Sepan que Yo vendré aquí mientras el Padre Me lo pida. No desaprovechen ninguna oportunidad, porque el mundo deberá vivir su transición para que finalmente aprenda a amar, así como Yo los amo incansablemente.

Quiero que eleven sus corazones por medio del Fuego de la adoración y de la alabanza, como lo hicieron en la última canción, repitiendo esas palabras no por Mí, sino por Aquél que los creó, para que aún más en esta hora, Su Fuente de Luz, de Gracia y de Redención se derramen sobre los cinco continentes. Y el amor, que hoy pueden emanar sus corazones con esta canción, llegue a aquellos corazones que en la soledad y en el sufrimiento, en la amargura y en la perdición, no tienen nada.

Que esta canción active los Cristos del nuevo tiempo, porque quien alaba a Dios, lo agrada dos veces.

Antes de retirarme, recuerden que las sagradas medallas y las promesas de Mi Glorificado Corazón deben llegar a Asia, Medio Oriente, Venezuela y África.

Les agradezco por hoy estar Conmigo y unidos a Mi Corazón. En este momento, alabemos a Dios para que el mundo despierte, en gloria y en alabanza.

Los bendigo, compañeros y apóstoles de Mi Corazón, bajo la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Podemos ponernos de pie.

Seguimos conectados con Cristo, porque Él está presente.

Viendo en nosotros esa Llama, sobre nosotros la Llama del Espíritu Santo, la vamos a activar en adoración.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 4, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Los Cielos hoy se abren para revelar sus misterios de redención y de paz.

Y así como lo he dicho hace tan poco tiempo, deseo nuevamente compartir esta mesa con ustedes, esta cena de reparación y de conversión que ayude en esta era a liberar los pecados del mundo.

Hoy vengo ante ustedes como el Sagrado Corazón, para que sus ojos se abran a Mi Gran Misterio, que estoy revelando en este tiempo.

Agradezco, en este día tan especial e importante, que se hayan abierto para recibirme en esta Cena, para guardar el lugar que Me corresponde en este mundo, para que Yo pueda difundir Mi Amor y Mi Luz hacia todos.

Esta sagrada mesa que hoy están compartiendo Conmigo, servirá de ayuda y de luz para otras consciencias, especialmente para aquellas que hoy no se encuentran aquí, Conmigo, acompañándome.

¿En verdad comprenden lo que significa que Yo esté entre ustedes en esta semana?

¿En verdad ustedes comprenden lo que significa que Yo esté en el mundo?

Vengo a traer un mensaje renovador para todos, una alegría infinita y una esperanza para las almas.

Hoy los Cielos hacen llover sus pétalos de luz para bendecir a aquellos que se han abierto a encontrarme y seguir Mi camino de redención y de rehabilitación.

Hoy los ángeles preparan este altar especial y derraman sus Rayos de Luz sobre estos elementos, de la misma forma que lo hacen con Adonai, alabando eternamente al Padre por los siglos de los siglos.

Agradezco también en este día por las canciones que me han donado; el gran misterio de la canción y de la voz no es conocido por todos. Es un instrumento que Dios utiliza para abrir las puertas del Cielo. Pero no se preocupen porque cada uno de ustedes tiene un don para desarrollar. A algunos de los Míos les ha tocado desarrollar el don de la voz y eso es una herramienta preciosa para el Creador.

Los invito a unirse al sonido y a la vibración de la voz, para que no se unan preferentemente a una persona.

Es hora que Mis apóstoles conozcan los dones en cada consciencia, así permitirán que los frutos que guardan en sus corazones se puedan expresar.

Sepan que Mi Amor tiene predilección por todas las almas que están sobre la Tierra y Yo vengo, a través de ustedes, para rescatar a las que han sucumbido en el infierno y se sumergieron en los abismos de esta vida material.

Por eso, Mi Presencia en estos días les trae la vida divina (y lo corrijo porque es importante que lo escuchen bien), la vida espiritual que muchos deben encarnar. Así, permitirán que el Espíritu Santo se aproxime al igual que a los apóstoles.

Pero no será necesario que conozcan los dones del Espíritu Santo en profundidad, mas que los practiquen a través de la simplicidad y de la caridad. Así el propio Espíritu de Dios fluirá entre sus células y encontrarán las respuestas a todas las dudas que tienen. Pero es hora de abrirse a esos misterios que desconocen en esta vida.

Yo vengo a revelar lo importante y lo bueno, vengo a corregir sus caminos nuevamente, para que sigan un único camino a través de Mi Corazón.

Pero sepan que Mi voz se expande en el mundo a través de otras consciencias a lo largo de los tiempos y de los siglos, porque es necesario que Mi voz se escuche en todas partes de esta Tierra.

Yo vengo especialmente por los que no están aquí, más que por ustedes. Ustedes ya han tenido grandes encuentros Conmigo en esta vida, por más que no los conozcan, o no los hayan sentido. Perciban cuando Yo pasé frente a ustedes, dejando Mis huellas marcadas para que las pudieran seguir.

Hoy, Mi Padre me ha enviado para recordarles ese compromiso. Que este calor de la tarde, tan intenso y fuerte, sirva como fuego de transformación para sus consciencias.

Sepan que los rayos de este sol que los alumbra, cósmicamente se están abriendo para enviar un impulso importante. Déjense quemar, que el fuego los transforme y los transfigure. Así todo se cumplirá como está previsto desde el principio, desde el momento en que nacieron de los vientres de sus madres.

Deben cumplir la misión que Dios les ha encomendado. Y nuevamente, no me refiero solo a ustedes, sino también a los que no están aquí hoy presentes, que deberían haber estado compartiendo Conmigo esta Cena.

Pero sepan que Mi Misericordia es profunda y desconocida.

Quiero decir, con todas estas cosas, que Yo estoy presente en todas partes del mundo, principalmente para aquellos que viven esta Semana de Mi Pasión.

Solo les pido que no se alejen de Mí después de esta semana, porque todos estos Dones que Yo he derramado, al cabo de los días querrán ser quitados de sus espíritus, de sus corazones, a través de la perturbación y de la inquietud. No se dejen amedrentar, éste será el momento en que deberán estar firmes para vivirlo y confirmar a Mi Consciencia pastoral que en verdad están Conmigo, a pesar de todo.

Yo vengo, al igual que Mi Santísima Madre, a pedirles cosas simples, que puedan caminar a Mi lado en el silencio y en devoción. Por eso, Mi Espíritu ha consagrado nuevas madres en esta Orden, madres que serán mediadoras de Mi Madre Universal, que serán los brazos de María sobre la Tierra; las manos que acogen y que dan calor a los que sufren, que alivian y que curan a los corazones solitarios. Esas madres deben ser la manifestación de Mi Madre Universal.

Mañana recordarán algo importante de Mi Pasión, cuando Yo entregué a Mi Madre María a ustedes, al mundo, a la humanidad, a todas las almas. Aún no han comprendido lo que esto significa: Que el Dios femenino del Amor los quiere abrazar y consolar profundamente, a través de esta Gran Consciencia que vivió entre ustedes aquí en la Tierra, que comprendió la condición de la humanidad, el sufrimiento y el dolor de las almas en aquel tiempo.

Pero Dios, a través de Mi Santísima Madre, obró y realizó Sus grandes planes sobre la Tierra.

Estos planes que han surgido desde el principio de Mi nacimiento no han terminado, deberán proseguir cumpliéndose y ustedes deben ser ese camino, ese puente, para que se puedan realizar.

Nuevamente les digo, queridos compañeros, Mi Voz se anuncia al mundo, pero ¿quién recogerá Mis palabras en el corazón, las hará vida y espíritu encarnado para que se puedan llevar adelante y manifestar la Voluntad de Mi Padre sobre la Tierra?

Por eso les dono, en este Jueves Santo, Mi Sagrado Corazón, para que lo puedan sentir como un corazón que palpita constantemente por amor a ustedes, para que todo se pueda cumplir como está previsto.

Recuerden que cada uno de ustedes tiene un tiempo para poder realizarlo.

Yo no les pediré nada más, solo que hagan lo que Yo les pido, como Yo lo hice cuando estuve entre ustedes y como Mi Madre lo cumplió, cuando estuvo entre ustedes. Por eso la envío en el fin de este tiempo, para que sea Mi Mensajera y Mediadora del Corazón, para que los pueda guiar como rebaños y congregarlos alrededor de Mi Corazón, porque así todo estará dicho.

Ahora, levantaré esta mesa hacia los Altares de Mi Padre; la elevaré en espíritu hacia el Trono del Creador, para que se cumpla lo que hoy quiero que se cumpla: que se construya el Templo en sus corazones, que las bases para esta vida sean firmes y que las columnas del amor, de la unidad y de la humildad puedan erguir la Gran Cúspide del Creador sobre ustedes. Así reconocerán la Voluntad de Mi Padre cuando Yo no esté aquí y vivirán la Voluntad de Mi Padre hasta que Yo retorne. Así serán verdaderos apóstoles.

Haremos la bendición de esta mesa y de todos los frutos, frutos que deberán rebrotar como semillas en sus esencias.

Repetimos estas intenciones porque hay algo que se debe vivir. Los frutos deberán rebrotar en ustedes, para que nazcan nuevos frutos al servicio del Creador y sean alimento vivo para aquellos que no lo tienen, así ayudarán en Mi proyecto redentor.

Recordando, queridos compañeros, este Jueves Santo, en que Dios hecho hombre y hecho consciencia se entregó por ustedes, quiero derramar en esta tarde Mis Misericordias para todos y sepan que estoy haciendo lectura de sus intenciones, por eso bendigo todos estos elementos sagrados.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por hoy estar Conmigo

A pedido de nuestro Señor Jesús, en este momento vamos a hacer la representación de la Última Cena y la Comunión entre todos.

Mientras comían, Jesús tomó el pan pronunció la bendición, lo partió y lo dio diciendo a sus discípulos: "Tomen y coman todos de él, éste es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes."

Después tomó una copa, dio gracias y se las pasó, diciendo a los apóstoles: “Beban todos de ella, ésta es Mi Sangre. Esta copa es la alianza nueva, sellada con Mi Sangre, que será derramada por ustedes, para el perdón de sus pecados. Hagan esto en memoria Mía.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto