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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí el Vivo, Soberano y Eucarístico Corazón de Jesús, que como un Sol del Universo esparce Sus Rayos sobre el mundo y en toda la humanidad para poder transmutarla y redimirla.
Les expongo hoy Mi Eucarístico Corazón a aquellos que lo quieran contemplar, como un portal que supera todos los límites de la consciencia, como un portal que supera todas las barreras y obstáculos; porque Mi Eucarístico Corazón, el Corazón Sacerdotal de Cristo, es el fundamento del Amor de Dios por las almas, por todas las criaturas.
No hay nada que impida que las almas lleguen a Mi Corazón. No existen barreras ni límites, porque si las almas son en Mí, Yo Soy en ellas y así se establece la divina unidad.
He aquí el Eucarístico Corazón que ha derramado la Sangre por las almas del mundo en el madero de la Cruz, en lo alto del Monte Calvario.
Cada gota de Mi Sangre derramada fue un código de renovación, de cura y de perdón. Invoquen el poder de la Sangre de Jesús en estos tiempos en los que el mundo vive su propia oscuridad, en los que muchas almas son condenadas injustamente.
Yo Soy el Eucarístico Sol que nace en el horizonte; para que, después de los tres días de oscuridad, la humanidad vuelva a levantarse, a erguirse y a elevar su mirada a los cielos para ver venir al Hijo de Dios entre las nubes, como el Cristo entre los Cristos, como el soplo poderoso de la esperanza renovadora que traerá gozo en los corazones que, a pesar de todo, tengan fe en Mí.
Contemplen el Eucarístico Sol de Mi Corazón, hoy una vez más ofrecido al mundo como expiación por todos los errores y pecados cometidos hasta el presente; porque sé que desconocen el Amor de Dios, porque Su Amor es tan grande y tan infinito que sus vidas no lo soportarían.
He aquí el propio Dios Vivo que estuvo presente entre los hombres y mujeres de la Tierra para predicar, curar, sanar, exorcizar y liberar a las almas del mundo.
He aquí el Dios que encarnó en un humilde pesebre de Belén, oculto a la vista de todos, adorado por los más simples y humildes, reconocido por los ángeles del Cielo y de todo el universo.
Confíen en el poder de la liberación, porque el mundo necesita ser liberado de sus agonías y culpas.
Mi enemigo ha impuesto sus garras sobre muchos de los Míos, pero confíen porque Yo triunfaré, así como el Misericordioso Amor de Dios triunfó en la Cruz para enmendar los errores desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos.
Por eso, estoy aquí, compañeros, para dar continuidad al triunfo del Amor de Dios en todas Sus Criaturas.
¡Cómo quisiera que el tiempo no pasara, para no tener que despedirme de los Míos! Porque sé que la hora del Huerto Getsemaní le llegará a cada uno de ustedes, así como le llegó al Señor. Y en esa hora, el Cáliz del Sacrificio le será presentado a cada uno; ¿lo beberán, así como Cristo lo bebió en la noche de Jueves Santo?
En la mayor soledad está la mayor fortaleza, porque Dios los hace crecer en Su Amor Infinito y Cósmico, un Amor capaz de perdonar al enemigo para que también se pueda salvar.
Quiero que sean parte del Sol de Mi Corazón, quiero que sean parte de Mis Rayos, que penetren las capas más oscuras de la ilusión del mundo, del dolor y del sufrimiento, para que muchos más en Mi Nombre, en el Nombre de Jesús, se puedan salvar, así como ustedes fueron salvados por Mí en el principio.
Hoy, uno los tiempos y las dimensiones, uno los planos y las consciencias, uno a todos en el Creador, el Dios del universo y de la vida, así como el Hijo se unió al Padre en la Cruz.
Sean fuertes y persistan, la cruz podrá ser pesada, pero Mi Amor siempre los renovará, los sacramentará, les dará la vida eterna, porque es el Amor de la Fuente que los lleva a la verdad, que les trae sabiduría y entendimiento en estos momentos críticos.
Tengan fe y sigan adelante, den el paso y represéntenme en este mundo tan necesitado del Señor, así como Yo necesito de los Míos; porque por más que esté en los Cielos o en el corazón de este universo, Soy parte de la humanidad.
Me acerco a los que más Me necesitan, escucho a los que más Me suplican, les respondo a los que confían en Mí.
No le tengan miedo a la cruz. No le tengan miedo al fin de los tiempos. No hay cosa más grande que ustedes puedan vivir que la que Yo viví por ustedes en lo alto del Monte Calvario, en donde Dios Me dejó solo, por un momento, para que Yo muriera por Mis compañeros.
Y, así, de la aparente muerte o derrota de Cristo, naciera, creciera y diera frutos el Árbol de la Vida, renovando el principio de este Proyecto a través del Amor y del Perdón.
He aquí el Dios de la Misericordia que unge con Su Luz a los que creen en Él y no se desesperan. Porque si ustedes tienen parte en Mí, Yo siempre tendré parte en ustedes y, a pesar de lo que suceda o a pesar de lo que vivan dentro o fuera, nadie, nadie, los separará de Mi Amor; porque Mi Amor es fidelidad, Mi Amor es obediencia, Mi Amor es verdad que libera a las almas del mundo.
Lleven este Mensaje en lo más profundo, para que lo vivan y para que Me representen.
En este día, una vez más, les vuelvo a otorgar el Sacramento del Sol Eucarístico de Dios y de la Unción a sus cuerpos, para que tengan vida en abundancia.
No pierdan la fe, Yo Soy el que Soy, Soy el Alfa y el Omega.
Hoy, dejo expuesto el Eucarístico Corazón de Jesús en lo alto del Monte Calvario, para que Israel y el mundo se santifiquen a través de los que aspiran a estar a los pies de la Cruz de Cristo, así como estuvo Mi Madre, Juan y las santas mujeres, viviendo Conmigo la entrega mayor del Amor y de la Renuncia por la salvación de todo el género humano hasta el fin de los días.
Mi Manto los abraza a todos, Mi Manto los protege; Mi Mano los conduce y los guía hacia la Casa de Mi Padre. Porque, después de esta experiencia en la Tierra, volverán a sus orígenes, recordarán sus historias y pasajes Conmigo, en cada momento de su trayectoria interior. Y así, en ese día que ya está escrito, verán ante ustedes los tesoros que Yo les He confiado a través de la vivencia de los Sacramentos.
Benditos sean los que perpetúan el Legado de Cristo a través de la Eucaristía y de los Sacramentos, porque serán llamados, en el Cielo, Hijos de Dios y siervos de Cristo.
No dejen que Mi Amor muera en el mundo, especialmente en las almas. Es hora de salvar a los que ya no confían en Mi iglesia y que han colocado una barrera entre Mi Corazón y el corazón de Mis hijos.
Por eso, vengo a renovarlo todo, así como lo renové en Jerusalén en el Viernes Santo a las tres de la tarde, cuando, en la aparente derrota y la risa de los fariseos, la tierra tembló, los muertos resucitaron, el Templo se rasgó y Dios mostró Su Poder a través de Su Hijo. Y, en esa hora, el mal fue extirpado del mundo durante tres días, y así también lo haré cuando retorne.
Pondré fin a lo que separa a Mis hijos de Mi Padre; porque Él los ama tanto, que sé que no lo comprenden ni lo saben. Su Amor los ha traído aquí, a este momento, a Montserrat, para demostrar una vez más Su Misericordia por ustedes y por el mundo.
Celebremos, en renovación y en vida, por todos los que su Señor espera que puedan retornar a la Casa de Dios; para que Mi Corazón ya no sufra una agonía por los que se apartan, por los que se pierden, por los que sufren, por los que no ven la Luz ni sienten el Amor de Dios.
Es hora de que se viva Mi Amor Crístico.
Adonai, Shalom, Balakthi,
oh, Señor de la Misericordia,
escucha a Tu Hijo.
Eli, Eli, Balakhti,
escucha la Voz de Tu Siervo.
Elohim, Salohua, Iod,
acepta Mi sacrificio, Señor,
para que todos se salven en Tu Nombre.
Amén.
Mis días con ustedes ya están contados.
Que Mi Amor haga milagros y renueve la vida.
Les agradezco, por estar hoy aquí Conmigo, de verdad, así como son, sin esconderse; porque Yo no veo los errores, Yo contemplo los Tesoros de Mi Padre en sus esencias.
Vayan en paz y tengan fe.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Un ser que ora es un corazón redimido.
A través de la novena a San Rafael Arcángel, sus corazones también reciben los impulsos espirituales de cura y de redención, expresados por medio de los siete Dones del Padre Creador.
San Rafael Arcángel es la consciencia angélica creadora que lleva a toda la Creación hacia sus orígenes, al momento anterior de haber cometido los errores.
Por eso, es urgente que Su Luz curadora llegue a toda la humanidad, ya que ella necesita recuperar su origen, y también sus raíces espirituales y divinas.
San Rafael aproxima al planeta Su Fuente curadora y redentora, y surge como una nueva aurora, para que las almas del mundo aprendan a renacer y a reconocerse como hijas de Dios.
Este es el momento planetario del Arcángel Rafael, y ustedes, Mis hijos, son invitados a acompañar a su Creador en esta tarea de reconstruir la dignidad espiritual y humana de las almas.
Que a través del ofrecimiento de la poderosa novena continúe esta importante misión planetaria que los ángeles de San Rafael Arcángel llevan adelante.
Que cada una de sus oraciones sea la puerta de gratitud que se abra para que los ángeles curadores la puedan atravesar y asistir a esta enferma humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Al fin llegó el día de la liberación de este lugar, de las raíces del mal y de sus persecuciones.
Al fin la voz de los peregrinos se alza a los Cielos y el Padre del Universo escucha la voz de Sus hijos que claman por Su Misericordia y por Su Piedad.
Al fin las puertas inciertas son cerradas y una puerta de Luz se abre en el corazón de los hombres para que ingrese la Energía Divina, aquella energía que todo lo transformará cuando los corazones se abran para recibirla y hacerla parte de sus vidas para siempre.
Al fin la Divina Misericordia volvió a triunfar y los corazones perdidos encuentran el camino que, por diferentes circunstancias, nunca lo habían encontrado.
Este es el tiempo de las revelaciones, este es el tiempo en el que la Consciencia Divina se aproximará a la humanidad para hacerle recordar su compromiso con la Fuente, así como fue en el Génesis, en el principio.
La humanidad, después de haberse desviado y pervertido, puede por medio del sacrificio del Hijo de Dios, alcanzar la Misericordia del Padre y justificar su existencia a pesar de los errores.
Es por esa razón que hoy estoy aquí, entre ustedes, y con muchos más que hoy no están aquí, también lo estoy, para transmitirles el júbilo de Mi Corazón, la Gracia de Mi Espíritu y la Soberanía de Mi Alma, la que ante el Padre Celestial los redimirá y los justificará para que puedan atravesar la puerta de la redención.
Hoy no solo el pasado es purificado y sublimado, sino también el presente es redimido y contemplado por la Misericordia del Padre a fin de que Sus hijos alcancen la verdadera Paz, la que pierden en estos tiempos por las modernidades de este ciclo que ciega la consciencia de las almas y que de a poco la separa de Dios.
Pero Yo vengo a ofrecerme como ese puente de Luz por donde todos pueden cruzar hacia la Casa del Padre Celestial, que a pesar de los gravísimos errores de Sus hijos a lo largo de los tiempos, Él envía a Su Salvador para que lo vuelvan a encontrar y a sentir, para que se vuelvan a aproximar a la Fuente de Su Amor y de Su Sabiduría que desciende desde el Universo Celestial para colmarlos y bendecirlos.
Este es el tiempo, compañeros, de vivir el cambio de la consciencia, de vivir con júbilo el Plan de Dios y de adherirse a ese Plan Divino, completamente, para que sus vidas reciban nuevos atributos y esos atributos de Dios se irradien al mundo así como ahora Yo les irradio la Luz de Mi Corazón.
Por eso aquí, hoy, se abren las puertas del Cielo y del Universo para que no solo los caídos se puedan liberar y redimir, sino también sus almas puedan vivir la comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo a fin de que se vuelva a establecer la alianza que una vez se perdió por la acción de los propios hombres que creyeron tener más poder que Dios y más autoridad que la Justicia Divina.
Pero hoy no vengo a remover el pasado, ni tampoco su historia. Vengo a despertar dentro de ustedes el compromiso de vivir con júbilo la unión con Dios y la existencia de todo el Universo, porque todo lo que fue creado, compañeros, no es solamente material y concreto. Todo lo creado es profundamente espiritual, amorosamente pensado por la Fuente Divina para que todas las criaturas que existen más allá de este Universo, y que tienen la filiación con Dios, aprendan del Amor y de la Sabiduría. Porque los errores en la Creación no solamente fueron aquí. Los errores de la humanidad son remotos y desconocidos, tienen sus orígenes en otras estrellas, en otras formas de pensamiento, en otras formas de sentir, en otras formas de actuar.
Yo vengo a interrumpir con Mi Misericordia esa línea de tiempo, cronológica y concreta, que ha llevado al mundo a su autodestrucción muchas veces.
Por eso vengo a corregir en su origen estos defectos que no solo son humanos o materiales, sino también espirituales y que están lejos de Dios porque no tienen amor ni unidad y mucho menos tienen sabiduría.
Por eso vengo a corregir en este tiempo lo que nadie ha conseguido corregir por sí mismo, sabiendo que millones de almas no solo en Europa, sino también en el mundo se vieron interferidas por ese desvío espiritual de la humanidad.
Una fuente corrupta hoy es sustituida por una Fuente de Luz y Sabiduría para que en el origen de la esencia humana que va más allá de todo lo intelectual o mental, que va más allá del alcance del ser humano, pueda regenerar a esta raza actual que vino con un propósito a la Tierra y que aún no lo cumplió, desde los orígenes de Adán y Eva.
Por eso Me sacrifiqué y morí por ustedes en la Cruz, porque si Yo no hubiera estado aquí como su Maestro y Señor, la humanidad no existiría en este momento, aun después de todo lo que ha hecho a lo largo de los tiempos y lo que ha transgredido las Leyes Universales una y otra vez.
Vengo a hablarles con la claridad de la Sabiduría de Dios, con el ímpetu del Espíritu de Mi Padre Eterno porque este es el tiempo de una Gracia extraordinaria que hoy no solamente recibe Berlín, sino también el mundo entero que fue partícipe de estos acontecimientos pasados que dejaron huellas imborrables en las almas y en los corazones.
Pero Yo vengo a convocar a los nuevos redimidos, a aquellos que abrieron su corazón para escuchar a Dios y para sentir en lo profundo de su espíritu la voz amorosa y poderosa del Hijo de Dios; Consciencia que los conoce profundamente, desde antes que ustedes existieran, desde antes que fueran esencias de luz en la Fuentes Creadoras de Mi Padre.
Hoy vuelvo, compañeros, a colocar a Europa y especialmente a Alemania ante la oportunidad de volver a la Fuente de la Creación de Dios para que los atributos del amor, de la compasión, del perdón, de la unidad, de la cura y especialmente de la luz estén dentro de la consciencia de este pueblo que debe reencenderse en el Amor de Dios, teniendo una gratitud profunda e infinita por todos los que han clamado en este momento a través de esta oración de hoy, por su pueblo, por su cultura y por su nación para que, por medio de la intercesión divina del Hijo, todo sea transfigurado con la ayuda amorosa y piadosa del Arcángel Miguel, quien ha extirpado nuevamente la esencia del mal a pedido del Padre Eterno.
Siéntanse entonces renovados y liberados. Siéntanse nuevamente bautizados por Mi Espíritu, por el Espíritu que descendió en Pentecostés y que trajo para los apóstoles, en el pasado, el fortalecimiento de su fe y del apostolado.
Por eso los invito como nación y como pueblo, como cultura en redención, a ser apóstoles Míos en este tiempo, no solamente a través de la oración de corazón y de la súplica, sino también expresando el amor interior a sus hermanos, a los que más sufren, a los Reinos de la Naturaleza que silenciosamente transmutan la condición del ser humano todo el tiempo.
Ustedes fueron bendecidos por una naturaleza exuberante y preciosa, porque los Reinos se donaron antes de ustedes para acompañarlos en su transición hacia la redención.
Y ahora que ese momento se aproxima y que no solo sus almas, sino también las almas de Alemania tendrán esa oportunidad de vivir la redención verdaderamente, por todo lo cometido y sucedido, alegren sus corazones y reconfirmen, una y otra vez, su filiación con Dios para que el Ángel de Alemania, profundamente ofendido por la acción de los hombres durante el pasado, reciba la ayuda que necesita del Ángel de Portugal para que reine en este pueblo los mil años de paz y sean partícipes de la venida gloriosa de su Redentor.
Que así sea.
Dios, por medio de Su Hijo, abre las puertas de Su Iglesia Celestial para que las almas comulguen con Su Fuente Divina, con los atributos del amor y de la unidad, atributos que expresaron la Creación de los Universos espiritual, mental y material.
Es así que ante la Fuente de la Creación del Padre y ante el Don divino de Su Misericordia, al igual que los ángeles del Cielo, los invito a postrarse en el suelo para recibir de Dios el Don de Su reconciliación y perdón, más allá de que sean de Alemania o no, porque la humanidad es única e inseparable.
Cuando la humanidad entienda eso, ya no existirán las guerras, el hambre, la desigualdad, los conflictos humanitarios y las persecuciones religiosas.
Cuando la humanidad acepte que es única e inseparable, todo cambiará para siempre.
Nos ponemos de pie.
"Señor del Universo, que todo liberas y transmutas, concede a Tus hijos la Gracia infinita de Tu Perdón para que todo sea reconstruido restaurado y reconciliado con Tu Espíritu. Amén".
"Por el Agua que brotó de Mi Costado, las almas reciban cura y Misericordia. Amén".
Celebro con los que más sufren y necesitan el ministerio de Mi Eucaristía para que las almas comulguen con Mi Espíritu que los renueva y que les trae la fe en estos tiempos.
Los que puedan se arrodillan para realizar esta consagración, consagración que renovará a Alemania y a todas las almas que aquí viven a través de la insondable Misericordia del Corazón de Jesús.
En aquel tiempo, cuando estaba con los apóstoles celebrando el misterio del Amor de Dios, manifestado a través de la presencia del Hijo, Yo traje todos los Atributos Divinos para el mundo, ofreciendo el pan a Dios para que fuera bendecido y consagrado en la presencia silenciosa de los ángeles del Cielo.
Después de ese momento les dije a los apóstoles, como hoy les digo a ustedes: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).
En la expansión de ese misterio de Amor, que provenía de la Fuente Divina del Padre, del mismo modo Él bendijo el Santo Cáliz. Y en ese momento lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Redentor para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi memoria".
Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).
Oración: Padre Nuestro.
Este es el Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo, dichosos los invitados a servirse de este Sacramento, porque alcanzarán la vida eterna.
Yo les enseñé hace mucho tiempo que se amaran los unos a los otros, que se soportaran y se acompañaran en los momentos de júbilo como en los momentos de tristeza, en los momentos de vida como en los momentos de muerte. Ahora Yo les pido que hagan lo mismo con quien tienen al lado, día a día, porque así lo harán Conmigo.
Renueven este pedido de su Señor todos los días que vendrán, así el Amor de Dios no faltará en el mundo, y las naciones de la Tierra aprenderán a corregir sus caminos y se colocarán en el camino de Dios; un Dios que no tiene religión ni gobernante porque es el Dios del Amor, infinito, amplio, profundo, curador, restaurador e interdimensional porque es un Dios omnipresente y omnipotente, es la Fuente que los ama todo el tiempo y que nunca los olvidará porque Su Amor es verdadero e invencible.
Que este Amor hoy llegue a las almas de Alemania para que, renovadas por el Sacramento de la Fe, se sientan dignas hijas de Dios.
Que la Paz profunda de Mi Corazón esté con ustedes, porque así la Paz que proviene de Mi Corazón estará con su pueblo y con todas las naciones.
En unidad y en amor por Mí se darán el saludo de la Paz.
Agradezco a Alemania, a Europa y a todos Mis seguidores por haber respondido a Mi llamado, este importante llamado espiritual por Berlín.
Les agradezco.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Nos podemos dar el saludo de la Paz.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más