Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARIA, EN LUANDA, ANGOLA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL 25 DE JULIO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(cuatro veces)

 

Agradezco, en primer lugar, a quien ofreció este lugar para preparar Mi llegada en este día; por haber respondido a Mi llamado sin saberlo y, principalmente, por haber ofrecido su corazón a la Madre del Cielo y de la Tierra.

Por eso, quiero agradecer en primer lugar, porque siempre debemos agradecer a Dios por cada momento vivido y compartido, y cuando esos momentos son compartidos con hermanos y hermanas, reflejan en la superficie de la Tierra la Unidad de Dios. Una unidad que en estos tiempos ha sido corrompida y disuelta a través de los conflictos y de las guerras, de la división de las familias y de la desigualdad de estos tiempos.

Por eso, cada vez que se reúnen en el nombre de Mi Hijo, atraen hacia el planeta la Unidad de Dios, que disuelve todo mal y toda adversidad, trayendo paz a los corazones sufridos, a los que más necesitan de amor.

Hoy, estoy aquí para anunciar, con alegría y con júbilo, la renovación de la Casa Santa Isabel; la realización de un Plan del Padre, a través de un sagrado proyecto comunitario, que atraiga, hacia estas almas y hacia muchos más corazones, la oportunidad de recuperar el amor y la fe, a través de una educación sana y digna, a través de una experiencia evolutiva que haga a los corazones partícipes del Reino de Dios, a través de la sagrada experiencia de la vida grupal.

Ese proyecto sagrado, que hoy presento ante ustedes, es algo que levita en el Universo Celestial y que Mi Corazón Inmaculado guarda con mucho celo; porque estoy orando por ese proyecto sagrado, que ayudará a atender a muchas más necesidades de Angola y de África.

Ahora, para que ese proyecto se realice, en el plano material, es muy importante, hijos Míos, que todos hagan los esfuerzos correctos para que eso suceda y, principalmente, que estén unidos en ese propósito que Yo vengo a regir y a comandar por ustedes y por el mundo. Porque ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, creará condiciones espirituales diferentes para que las almas internamente alcancen la cura y también la paz, y no estén influenciadas por las interferencias de este mundo, que llevan a Mis almas preciosas a la perdición.

Yo necesito, en ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, que todos Mis hijos del mundo entero colaboren y oren.

Esta respuesta, que podrá venir de cada uno de ustedes, a este llamado de la Madre de Dios, permitirá abrir las puertas de la Misericordia sobre África; y que aquellos que viven una vida miserable y no tienen nada, puedan recibir la Gracia de rehacer sus vidas y consciencias, teniendo la oportunidad de conocer que la vida es otra cuando está permeada por la Presencia de Dios y por Su Amor, a través de los corazones que sirven al Padre y que trabajan incansablemente por Cristo.

Este proyecto podría parecer osado para ustedes, pero no lo es. Él ya está allí, pronto para descender del Cielo, bajo la guía y el amparo de su Madre Celestial.

Necesito que los corazones que Me aman, que adoran a Mi Hijo y que se unen a Mí en esta sagrada tarea orante, Mis hijos de la Casa Santa Isabel y aquellos que aún no son parte de esa Casa y que necesitan de amor y de ayuda, puedan recibir lo que verdaderamente merecen.

Todo lo que Mi Corazón espera, se los podré entregar a través de la expresión y de la manifestación de esa sagrada y renovada Casa Santa Isabel.

Hoy, estoy aquí, con el rosario entre Mis Manos, porque uno Mis oraciones a sus oraciones, por todo lo que África y Angola necesitan alcanzar. Mi Corazón de Madre ya no quiere vivir en el dolor por lo que ve de este lugar, de esta nación y de otras naciones de África.

El verdadero cambio que África necesita no llegará de aquellos que se dicen grandiosos o más poderosos que Dios. Esa ayuda llegará de los corazones anónimos, abnegados y, diría, sacrificados por el semejante para que la fraternidad triunfe, para que la igualdad se exprese, para que la justicia se cumpla y ya no se altere ni tampoco se modifique en el ideal de los hombres y mujeres de la Tierra; para que la verdadera Ley se cumpla, la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad, de la cual todos deben ser partícipes y no puedan ser alejados o apartados de la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad.

Por eso, la expresión de este proyecto, primero comenzará en sus corazones. A través de sus oraciones, con la fuerza de su fe y de su bondad, con la colaboración de todos Mis hijos del mundo entero, esa Obra se manifestará y se concretará. Crean en lo que les digo, que esa expresión de la renovada Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, estará en concordancia con la Ley de la Tierra y del Cielo.

Mi Hijo, que es su Maestro y Señor, le ha pedido a Su Madre asumir este proyecto. Por esa razón, hoy estoy aquí, cerrando este importante impulso espiritual para toda Angola y para toda África; porque la vida de las Comunidades-Luz es posible en aquellos lugares en donde parecería imposible; porque para que sea posible, debe reinar el poder del Amor, la reverencia a lo sagrado y la devoción al Propósito, para estar en concordancia con la Voluntad del Padre.

A través de Mi Hijo, es el Padre que desea este proyecto de la renovada Casa Santa Isabel, en donde muchos más, de cualquier parte del mundo, con espíritu de servicio y de pura colaboración, hagan renacer en estos corazones tan inocentes los valores espirituales que han sido sepultados por el hombre de hoy. Confío en que esto sucederá de alguna forma. 

Por esa razón, hoy se los digo para que sean conscientes, para que escuchen atentamente, para que no se olviden de este pedido. Por eso, llamo a todos Mis hijos del mundo entero a que coloquen sus manos y sobre todo sus corazones en donación.

Esta obra renovada de la Casa Santa Isabel no podrá construirse a distancia, sino con la presencia de Mis servidores, de los apóstoles de Cristo, de aquellos que dicen serlo; con su presencia en este lugar y, sobre todo, con sus oraciones.

El renovado proyecto de la Casa Santa Isabel, hoy está plasmado y dibujado en Mi Corazón. 

A aquellos que se unan a este proyecto, de una forma desinteresada y absolutamente abnegada, les aseguro que serán guiados por el Espíritu Santo, y las puertas de la manifestación se abrirán de una forma inexplicable para ustedes, porque es Voluntad de Dios poner fin al sufrimiento y a la angustia, a la necesidad, a la desigualdad y a la falta de caridad. 

Esto es una Gracia, no solo para ustedes, sino también para Mi Corazón Inmaculado. 

En estos últimos años, recé silenciosamente tanto por esta causa que hoy Mi Hijo Me autorizó a poder anunciarla a todos. Esperaré por la respuesta de todos Mis hijos del mundo.

Esta Obra de los Sagrados Corazones y, especialmente, la Fraternidad y las misiones humanitarias serán el eje central y fundamental para que todo sea guiado y amparado por la Jerarquía a fin de erradicar el mal espíritu del oportunismo.

Alégrense por lo que les estoy diciendo. Hoy, no lo comprenderán de forma absoluta, pero el corazón que se abre sí lo comprende, lo acepta y lo recibe, porque es Voluntad de Dios, está escrito en el Corazón del Padre.

Ha llegado la hora de que África pueda renacer. Llegó el fin del eterno calvario.

Una vez más, te bendigo, Mi hija Domingas, y a todas las jóvenes presentes, que también son Mis hijas, que representan a toda África. Porque África es una sola, es un solo corazón que en la aparente nada expresa al Todo, que es el propio Dios, a través de su devoción y alegría, de su fe y de su amor al Propósito.

Vengo a renovar, a través de Mi bendición, a cada uno de sus corazones y al corazón de sus hermanos, de aquellos que sufren, que padecen y que no tienen nada. 

Pero, como les dijo Mi Hijo, hace tan pocos días, ustedes ya ganaron el Cielo y sé que hoy no comprenderán eso; pero guárdenlo en el corazón, así como la Madre de Dios guardaba los Misterios de Cristo en Su Corazón, y solo rezaba por ellos.

También bendigo a aquellos que se aproximaron a este lugar, que forman parte de este establecimiento, porque también son Mis hijos y pueden estar en Mis Brazos cuántas veces lo necesiten. Mi Amor es para todos.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por ser espejos al igual que este lago, espejos de Mi Amor y de Mi Devoción.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, el tercer secreto de Fátima, anunciado por Mis propios labios hace más de cien años atrás, ha sido alterado por la consagración de la humanidad, y en especial de Rusia, a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Por eso, hijos Míos, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre Dolorosa, la Madre Piadosa, la Madre Amorosa, que se comprometió con Su Hijo a los pies de la Cruz.

Hoy, Mi Rosario, Mi Rosario de Luz está lleno de las oraciones y de las plegarias de Mis hijos, que con amor seguiré esperando recibir en los próximos tiempos que vendrán, porque lo que hoy sucede en el mundo es solo el comienzo.

Pero, ¡atención, Mis hijos, en la poderosa llave de la oración! Con ella se abren las puertas de los Cielos, para que Mis ejércitos angélicos y arcangélicos intervengan y transmuten las causas que aprisionan a la humanidad.

Hoy, en especial, Mi Manto se reviste de la bandera de Ucrania, por todos los que han suplicado por esa nación, altamente destruida por el tirano azul. Pero no teman, hijos Míos, porque es en la aparente destrucción en donde vuelve a nacer la vida y resucitan las consciencias que persisten y que resisten a las adversidades de estos tiempos.

Por eso, sigan tomando el rosario entre sus manos, como una poderosa alianza entre el Cielo y la Tierra, para que la Mujer vestida de Sol pueda pisar aún más la cabeza de la astuta serpiente, y el Arcángel Miguel, en Mi sagrada compañía, envíe a los infiernos a todos los espíritus impuros que vagan por el mundo, como así también a aquellos espíritus que ingresan al planeta por las puertas inciertas que están abiertas.

Pero les vuelvo a decir, Mis amados hijos, que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Ahora, llegará el tiempo de la reconstrucción de aquellos lugares del mundo que han sido altamente destruidos. Por eso, Mi Luz, la Luz del Reino de los Cielos, desciende sobre esos lugares para volver a consagrarlos a Dios y al propósito que tuvieron desde el principio de su existencia.

Por eso, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Sigan colocando a Mis pies las verdaderas necesidades del planeta, todo lo que no encuentra solución ni salida; pero les pido que dejen sobre Mis manos sus corazones y todas sus circunstancias, para que su Madre, la Reina de los Ángeles y del Cielo, todo lo pueda transformar y curar.

Que sus corazones, como los corazones de sus hermanos, sigan trabajando por la paz; porque allí, a través de la paz, está el camino de salida para que las almas se reencuentren con Mi Hijo, para que las almas se preparen para recibir a Mi Hijo, porque Su Llegada está cerca; y aun será en el momento de mayor incertidumbre, de una incertidumbre mundial, cuando Mi Hijo retornará de una forma sorpresiva y desconocida; y muchos de los Míos, de Mis queridos hijos, lo podrán reconocer. Quien esté unido a Su Corazón Misericordioso, a pesar de las circunstancias o de todas las adversidades, podrá sentir la Llegada de Cristo, el esperado Retorno del Redentor.

Sus vidas, si están decididas a consagrarse a Dios por completo, podrán preparar el Retorno de Mi Hijo; primero a través de la transformación de sus vidas y de sus corazones, en los pequeños actos del día a día.

Él se servirá de esos momentos, de esos pequeños actos de amor, actos verdaderos y honestos que todas las almas le puedan proporcionar a Mi Hijo para poder transmutar, liberar y purificar los gravísimos errores que ha cometido la humanidad, especialmente aquella parte de la humanidad que se sirve, a través de las guerras, del hambre, de la persecución, de la esclavitud y hasta de la muerte.

Mi Hijo contará todos los pequeños actos de amor verdaderos, uno a uno, para poder derramar Su Divina Misericordia en los lugares en donde la Luz no puede penetrar; porque Él es la propia Luz de Dios, la Luz que se entregó por ustedes y la Luz que se sigue entregando por ustedes por un solo fin, por su redención.

Hoy, también Me uno en Espíritu a todas las almas y corazones, a todos los lugares y espacios que han abierto un canal de oración para que, en este día, el triunfo de Mi Corazón Inmaculado sea cada vez más real y verdadero.

Todo esto ha permitido, así como les dije al principio, que el tercer secreto de Fátima haya sido alterado. Por eso, debemos seguir rezando con fervor y con compromiso. Esto es lo que necesita el Padre Celestial de cada uno de Sus hijos, necesita que estén en espíritu de oración y de unidad para que las temibles fuerzas del mal, regidas por Mi enemigo y adversario, no tengan la mínima autoridad para hacer sucumbir a los pueblos y a las naciones, ni tampoco tengan autoridad para utilizar a muchas almas como instrumentos del mal.

Sigan haciendo crecer, sigan haciendo extender en todo el mundo los frutos de los Rosarios de Luz, porque su Madre Celeste, al igual que Su Hijo, se sirve de los corazones simples y humildes, de las familias pobres y austeras que tienen como principal alimento la oración del corazón.

Mi Hijo, cuando retorne, vendrá por cada uno de ellos; vendrá por aquellos que han sido anónimos en la oración, que han estado a los pies del Santísimo Sacramento del Altar durante horas y horas de sus vidas, por un solo objetivo y por una sola misión: que el Cielo descienda a la Tierra.

Mi Corazón también se servirá de la fidelidad de todos los sacramentados, de aquellos que tienen presente en sus conciencias que no pueden pasar ni un día sin comulgar del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, que no pueden pasar ni un momento sin poder dirigir una oración a los Altares de Nuestro Creador.

A través de estos tiempos, de todas las Apariciones públicas, Yo los preparé para este momento, Mis amados hijos. Yo los preparé para que fueran un sólido y fortalecido ejército de Luz que, presente y extendido en todo el planeta, estuviera unido en espíritu y en omnipresencia bajo el impulso poderoso de la oración.

Sé que estos tiempos los llevan, a cada uno de ustedes, a correr detrás de las necesidades prácticas y materiales, ante las demandas de estos tiempos, del trabajo, de la familia, de los problemas que puedan tener en el día a día. Pero les aseguro que si en sus vidas, en cada día, está presente la oración del corazón, encontrarán la solución para todas las cosas.

Dios necesita que la humanidad esté unida más fraternalmente, para que se pueda erradicar la indiferencia que Mi enemigo ha sembrado en muchas consciencias, una indiferencia que hace enfriar el corazón ante tanta impunidad y destrucción planetaria.

Pero ustedes, ante Mi Presencia, tienen el deber de responder a Mi llamado, porque sé que son más conscientes y despiertos, y estos últimos trece años de Apariciones no fueron en vano.

Ahora, en esta próxima Semana Santa que se aproxima, son invitados a dar nuevos pasos; así, de la misma forma, son invitados a asumir con responsabilidad y con amor las tareas espirituales, internas y materiales que Dios les está encomendando para este próximo ciclo de la humanidad.

Por eso, Mi Amado Hijo, en la Sagrada Semana, vendrá a pedirles definitivamente los talentos que Él les entregó; y, aunque no lo sepan en profundidad, por el simple hecho de estar coligados con Él, reconocerán en ustedes los talentos que Él les entregó, talentos que Él necesita para llevar adelante Su Retorno, el tiempo preparatorio de Su Llegada.

En el silencio de Mi Corazón, escucho la voz de los que claman, y de los que crecen junto a Mi Hijo en este camino de apostolado y de redención.

Si ustedes, Mis hijos, llegaron hasta este momento, significa que pueden completar y realizar su misión personal, y conocer más ampliamente su compromiso con lo Alto. Un compromiso que muchos de los que hoy no están aquí no comprendieron, no valoraron, no amaron y no apreciaron, porque no se dieron cuenta de que el compromiso con Nuestros Sagrados Corazones es inmutable.

Ahora, que ya escucharon esto, como vuestra Madre espero que correspondan a Mi Hijo. Él no les rogará nada, Él nada les pedirá. Cuando puedan sentir Su silencio se darán cuenta, a través de la oración, de que Él tiene algo pensado para ustedes desde hace mucho tiempo.

Permitan que sus vidas puedan ser escritas por las Manos de Dios, y ya nunca más por sus propias voluntades; porque Mi enemigo habita en la voluntad propia, se sirve de la voluntad propia, confunde a través de la voluntad propia y distorsiona a los rebaños de Cristo a través de la voluntad propia.

¿Qué es lo que erradica esa voluntad propia?
Es la Ley de la Obediencia fundamentada en el sagrado espíritu de la humildad.

Mi Hijo Me ha pedido decirles todo esto, no solo para celebrar el triunfo de Mi Inmaculado Corazón a través de todos los que hoy se ofrecieron a consagrarse, en alma y de corazón, sino también, les he dicho todas estas cosas, como una buena Madre, para que estén prontos para lo que llegará después de la Sagrada Semana, en los meses que vendrán, en los que sus vidas deberán estar firmes, entregadas y fortalecidas en el compromiso de amor con Cristo.  

Hoy, Mi Corazón Inmaculado se alegra por tener la oportunidad de estar en esta Casa, que tiene sus brazos abiertos para recibirme, cada vez que Yo les hago un llamado. Pero, hijos, por más que volveré a peregrinar por otros lugares del mundo, en donde los infiernos habitan y las almas necesitan de una urgente liberación y expiación, no faltarán oportunidades benditas para que la Señora de Figueira pueda estar aquí nuevamente.

Antes de retirarme en el profundo recogimiento de Mi Corazón, en donde guardo a cada uno de ustedes, Mis hijos, a cada una de sus aspiraciones, problemas, desiertos y pruebas, quiero anunciarle a la Comunidad Figueira que, mañana sábado, los esperaré en la Colina, para que Me reciban, porque será la última oportunidad en este ciclo de que, antes de que su Madre vuelva a Europa, pueda dejarles en sus corazones una pequeñísima llave que podrá abrir la puerta correcta, en el momento más importante, siempre y cuando estén en sintonía con Mi Corazón.

Quiero que peregrinen a la Colina, por todos los que se han visto en la imposibilidad de peregrinar a los Centros Marianos; porque mañana, esta Sagrada Comunidad, debe volver a reconsagrarse a Mi Corazón.

Los espero, con alegría y maternidad. ¿Me van a decir sí?

Los presentes dicen: “¡Sí!”.  

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Está sonriendo, pero también está llorando.

 

Porque es el amor de los que Me viven, al igual que de los que viven a Mi Hijo, que Nos permite ante Dios volver aquí para traer el Mensaje de Paz al mundo.

Hoy, bendigo de forma especial, esas sagradas imágenes que han sido ofrecidas por Mis hijos peregrino; en especial, por un hijo peregrino que ha tenido absoluta fe en los milagros de Mi Amor, a los que Yo también los invito a vivir; tener absoluta fe en las Gracias y en los milagros de la Madre de Dios.

Mi Hijo Me ha pedido una última cosa para que ustedes se preparen conscientemente para esta próxima Sagrada Semana, y puedan comprender la importancia del compromiso en estos tiempos, que ya no es pasajero, sino eterno. Por este fin, quiero que Me regalen sus canciones, una canción en especial que los hace ser nada: “Haz de mí nada”. 

Eso es lo que deben pedir fervorosamente en esta Cuaresma y en la víspera de los encuentros con Mi Hijo en la próxima Sagrada Semana, así sus corazones estarán vacíos en la plenitud de Dios y, como odres nuevos, serán llenados por el Espíritu Consolador de Nuestro amadísimo Señor Jesucristo.

Que esta Luz, que hoy Me ofrecen, sea el símbolo del establecimiento de la paz en todo el mundo y, en especial, en Rusia y en Ucrania.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado y a Mi convocatoria.

Los bendigo, bajo el espíritu de la Paz de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vuelvo al Cielo con la melodía: “Haz de mí nada”.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Cuadragesimoquinto poema

Madre,
dame un corazón simple,
para que yo pueda reconocer
la inmensidad del Amor de Dios.

Madre,
dame un corazón manso,
para que yo aprenda a encontrar la paz.

Madre,
dame un corazón humilde,
para que yo pueda ver a Cristo
reflejado en el rostro de cada hermano.

Madre,
dame un corazón fortalecido,
para que, ante las tentaciones y las pruebas,
yo solo esté pensando en Cristo.

Madre,
dame un corazón vacío,
para que yo pueda despojarme de mí mismo,
y Cristo tenga un lugar donde habitar en mí.

Madre,
dame un corazón caritativo y servicial,
para que me pueda dar cuenta
de la necesidad en cada lugar.

Madre,
dame un corazón agradecido,
para que no caiga en la prueba de la crítica 
ni del juicio de valor,
sino que yo pueda siempre vivir la gratitud
hasta en los pequeños detalles de la vida.

Madre,
dame un corazón pleno de fe,
para que yo siempre confíe en lo que es desconocido,
y me abra tranquilamente a ser redimido por Tu Hijo.

Madre,
dame un corazón fiel,
para que Tú y Cristo confíen en mi alma,
que se esforzará por cumplir su misión en la Tierra.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi Divina Sangre espiritual sigue siendo derramada sobre el mundo como grandes e infinitos códigos de luz, y el cáliz del corazón de algunos seres conscientes se ofrece para guardar y proteger el Legado espiritual de su Maestro y Señor.

Mi Divina Sangre trae la gran justificación que necesita la humanidad para poder estar ante el Creador y, así, poder reparar todos los pecados cometidos.

Los corazones humildes que se ofrecen como cálices y receptáculos del Legado de Cristo son los que llevarán consigo una experiencia de amor y de devoción que se irradiará a toda la Tierra.

Por eso es importante seguir los pasos del Señor para que, dentro de la consciencia humana, todo sea transformado y elevado.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Finalmente, Mi Obra se cumplirá siempre en los corazones humildes, lugar y recinto en donde Yo podré llevar adelante Mi Plan de Amor y podré irradiarlo hasta los confines de la Tierra.

Silenciosamente, Me encuentro en el corazón de los humildes, en todos los que son capaces de representarme con humildad, transparencia y pureza. Yo residiré siempre en esos corazones, estaré presente para acoger al necesitado, al enfermo, al moribundo, al que aún no encontró Mi Luz.

En el corazón de los humildes Yo vivifico Mi Proyecto y cumplo, de tiempo en tiempo, con los pedidos de Mi Padre.

A través del corazón de los simples, Yo puedo elevar la consciencia de la humanidad y puedo santificar a los que ingresan, por primera vez, en Mi Camino.

En el corazón de los humildes Yo deposito, con confianza, Mi Iglesia Celestial y hago partícipe al corazón humilde de Mis Dones y de Mis Gracias.

En el corazón de los humildes encuentro la pobreza y el vacío, la simplicidad y la paz para poder regresar y aliviar Mi Espíritu.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy se abren los lirios de San José y las rosas blancas de Cristo, porque se celebra la presencia paternal del Casto Instructor y la presencia espiritual de Cristo en el día de la fundación de la Orden.

Dos acontecimientos importantes se escriben en los Libros de Dios, porque San José vuelve a confirmar Su presencia en los corazones humildes y Cristo vuelve a hacerse presente, como Sacerdote Mayor, en la esencia de la Orden monástica fundada por Él.

Esto es motivo de alegría y de júbilo, porque el Padre nuevamente está dando testimonio del universo de Sus Gracias en este mundo, y en los tiempos más difíciles.

Que hoy sea celebrada, en el espíritu, la comunión con el Señor y la sabiduría de las Palabras de San José, para que el mundo reciba del Cielo muchas más Gracias que puedan ser derramadas y colocadas en los corazones que deben despertar al amor y a la fe.

Que la Sagrada Instrucción sea reverenciada y que la Presencia de Cristo sea adorada, a fin de mantener las puertas de la Misericordia abiertas en la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 13.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Glorifiquemos en este momento a los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José.
A pedido de Nuestro Señor realizaremos un minuto de silencio por la paz en el planeta.
Postrémonos ante el Sacratísimo Corazón de Jesús.
Que el campanario siga sonando, por favor.

 

El Cielo desciende a la Tierra y comulga con las almas buenas. ¡Vivifíquenlo! 

Inspiremos el aire del Cielo.

Oren junto Conmigo, Mis compañeros, así como lo han hecho hasta el día de hoy. El Cielo los ha escuchado con atención y amor.

La gran hora se aproxima para todas las almas. Las puertas del Cielo se abren hacia la Tierra y los corazones comulgan del Espíritu de Dios.

Bienaventurados aquellos que prevalecen y siguen los caminos del Señor, porque serán sacados del desierto en el cual viven y el mal se extirpará de los corazones sufrientes.

Reinarán el Amor y la Verdad en todos los que hayan buscado Mi Camino y así alcanzarán la pureza que tanto buscan.

La semilla de la humildad de Dios brotará en los corazones que renacerán en Cristo y vivirán en unidad con el Padre Celestial y no será necesario que nadie más sufra porque la gran absolución del Infinito vendrá en auxilio de los corazones que claman.

Es hora de desterrar lo viejo y permitir que el espíritu de cada uno de ustedes pueda resurgir en el Universo del Señor. De esta forma, todo se cumplirá y nadie quedará afuera del camino que Yo estoy indicando para este tiempo, el camino hacia el Espíritu.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Repitamos las oraciones que el Señor está transmitiendo.

 

Por la liberación de las almas, 
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Mineral,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Vegetal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Animal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Humano,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
 
Por la liberación de los corazones que sufren,
Señor Jesús concédenos la cura profunda.
 
Por todos los que han caído en el espíritu y en la materia, 
en la tentación y en el engaño,
Señor Jesús sálvalos a todos.

Por todos los que sufren y que han perdido la esperanza,
Señor Jesús ten compasión de todos nosotros.

Por aquellos que arden en el fuego del infierno
y que en vida se queman por los engaños del enemigo,
Señor Jesús ten Misericordia de todos nosotros.

Por la Nueva Humanidad que debe resurgir resplandeciente, 
 curada y liberada de todo, renovada por el Retorno de Cristo,
Señor Jesús escucha nuestras súplicas.

Por los Seres Divinos, los llamados Mensajeros Celestiales,
clamamos al Padre Celestial que estos Sagrados Corazones
retornen a este mundo para liberarlo del mal,
desatar las amarras, curar los corazones,
trasmutar las heridas y abrir las puertas a la redención.

Oh, Señor Jesús,
oh, Santa Virgen de las Vírgenes,
oh, Castísimo Corazón de San José,
que, en Vuestra sagrada triangulación, 
 la Santísima Trinidad guíe a la humanidad, 
y que todas las almas que viven sobre la Tierra
puedan alcanzar la morada del Cielo.

 
En este tiempo que vendrá y por toda la eternidad,
que las almas celebren, en Cristo, el glorioso Retorno del Redentor
junto a los ángeles, arcángeles y a todas las consciencias del universo.

Que este mundo sea confederado
y cumpla el Proyecto del Señor,
en el tiempo que llegará.

Amén.

 

Hoy este es Mi Mensaje para ustedes a través de esta oración. Es una proclamación de todos los corazones del mundo, de todos los servidores de Cristo que han aspirado a alcanzar Mi Corazón y a vivir en Mi eterna Paz.

Si decretan esta oración con convicción, todo podrá cumplirse.

Si solo un alma lo hiciera con devoción, abrirá una pequeña puerta en el universo, dando una oportunidad para el rescate y la salvación de las almas. Imagínense si todas las almas, la voz de todos los corazones, dijeran al Cielo esta oración, ¿qué podrá suceder, Mis compañeros? 

Yo les entrego en esta tarde Mi Legado universal, un Legado de simplicidad y de humildad que fue profesado desde Mi Nacimiento en este mundo.

Yo los aproximo a encontrar los Misterios de Dios, aquellos que están guardados dentro de ustedes, en el universo interior de cada ser. Así, todos pueden comulgar del Espíritu de Dios y alcanzar en estos tiempos la redención.

Los Tres Sagrados Corazones hoy se presentan ante vosotros para glorificarlos y alabarlos, elevar vuestros espíritus hacia el Reino Celestial.

Por eso, queridos compañeros, que en esta Comunión Trina todos los corazones se rediman. Que vuestras vidas sean savia de vida, alimento para los que tienen hambre, espíritu para los espíritus que están caídos.

Yo los invito a llevar a Dios en el corazón y a que puedan transmitir este impulso a todos los que encuentren, porque esta Gracia que hoy derramo sobre ustedes es única en un tiempo difícil, para una humanidad enferma espiritualmente. 

Yo Soy vuestro alimento y vuestra cura. Sigan adelante. Liberen vuestras amarras a través del poder infinito de la oración.

Hoy vengo con Mi Madre Santísima y con San José. Ella viene anunciando Su gran momento. San José guía a las almas que deben servir, y Nuestros Tres Sagrados Corazones se donan a todos para anunciar la Buena Nueva a todos los corazones. 

Dejen ya de sufrir. Acepten la cura que el Cielo les quiere entregar, porque a partir de allí vuestras vidas se transformarán rápidamente. Muchos ya no reconocerán vuestros rostros porque reflejarán las nubes del cielo, los rayos del sol universal, aquellos que irradiarán a la oscuridad y disiparán la tribulación. Pero deben tener un corazón confiado, una fe segura y una fortaleza inquebrantable. Si vivieran estos tres principios tan simples podrán ser Mis apóstoles del amor y de la redención.

Hoy todos están unidos en este encuentro y han orado para construir este puente hacia el universo. ¿Saben lo que esto ha repercutido en el mundo actual?, principalmente en los Reinos de la Naturaleza. ¿Cuántas deudas son equilibradas en este momento? ¿Cuántas almas y corazones son ayudados en este momento?

Sé que muchos quisieran ver todas estas cosas, los verdaderos resultados materiales. Pero Mi Padre Me envía para traerles el Espíritu, aquel que siempre se fortalecerá y nunca perecerá, aunque viva en este mundo.

Yo los traigo a todos hacia Mi Corazón para que vivan la Comunión perfecta con el universo.

Y para que esta tarde sea un cierre de ciclo, y un ciclo nuevo comience para todos a partir de mañana, alabemos al Señor de las Alturas.

Enviemos nuestras súplicas a los Sagrados Corazones para que los santos ángeles puedan descender en este momento, no solo para ayudar a este país, sino a toda la humanidad, principalmente a los corazones que claman por la cura suprema y la redención.

Abramos la puerta al Cielo. Ingresen más, dentro de este Cielo. Este Cielo se dispone para servirlos y viene a comulgar con todos los corazones a través de la Presencia de los Mensajeros de Dios.

Recibiremos vuestra oferta en este momento. Ahora, esto es único para todos.

Abramos las puertas a la esencia del Amor de Dios, adonde, después de todo esto, deberán retornar y fundirse con el Padre Celestial.

 

Canción: Elohim.

 

Al Sagrado Corazón de Jesús le agradan las almas que cantan con devoción.

Para terminar de realizar esta glorificación sagrada a los Santos Corazones de Jesús, de María y de San José, glorificaremos al Inmaculado Corazón de María y después al Sagrado Corazón de San José para que vuestras ofertas como humanidad puedan ser derramadas, en Misericordia, sobre los Reinos de la Naturaleza y la Ley deje de pesar tanto sobre la humanidad y sea transformada por el poder de Mi Corazón misericordioso.

Estamos presentes, acompañándolos en esta bendición. Sigan unidos al Espíritu que está fluyendo en esta hora de Misericordia.

Agradecemos también a todos los que le han cantado a Dios desde sus hogares. Imaginen cuántas puertas se abren en los hogares de todos los seres cuando buscan, de verdad, la unidad suprema entre las criaturas. Hoy estamos estableciendo, como Sagrados Corazones, un ejemplo de fraternidad celestial que es vivido en el Cielo y en el universo, en todos los planos y dimensiones divinas, desde los seres que sirven a Dios hasta los ángeles.

Estoy observando si están atentos. El Cielo aquí los reúne de forma especial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús nos está diciendo, en este momento, que hoy ha traído a este encuentro la Faz de la Asunción de la Virgen María, rodeada de ángeles que la elevan hacia el universo. 
Glorifiquemos a María y a Su Inmaculado Corazón, a Su Corazón maternal.

 

Canción: Ave María.

 

Queridos hijos Míos, confíen en el Corazón Inmaculado de María. Siempre querrá llevarlos hacia el fruto bendito de Su Amor.

Para terminar esta unión entre el Cielo y la Tierra, esta comunión entre las almas y Dios, almas redimidas y renovadas, liberadas y perdonadas por el fuego poderoso de Cristo, glorificaremos a San José Castísimo, Padre de todas las esencias servidoras, Guardián de los corazones que padecen y sufren, de los pobres moribundos, enfermos y solitarios. 

San José que, a través de este canto en el que invocamos Tu Corazón, África entera pueda consagrarse a la cura infinita del Creador. Que así sea.

 

Canción: San José, Padre del Amor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a hacer la oración que Él nos está inspirando en este momento que es la oración por la salvación de las almas de África, repetiremos frase por frase.

Sagrado Corazón de San José, 
Siervo y Vigilante universal,
te clamamos, en esta hora, 
por la salvación de todas las almas
que viven en la amada África.

Que junto a Cristo, Nuestro Señor, 
sirvamos al Padre Celestial 
por la cura de la humanidad 
y su redención.

Amén.

 

Les agradecemos por venir a Nuestro encuentro.

Los bendecimos en nombre de toda la humanidad: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

¡Gracias Sagrados Corazones por cuánto nos dan!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Estamos volviendo después de un momento muy fuerte con los Tres Sagrados Corazones. No esperábamos que Ellos Tres aparecieran al mismo tiempo. Los Tres Sagrados Corazones trajeron el Universo Celestial hasta aquí y cada uno de Ellos, en Sus auras, manifestaba una realidad infinita. Cada uno de Ellos nos fue acogiendo en diferentes momentos. Ellos fueron observando nuestras necesidades internas y espirituales no solo de nosotros, sino también de toda la humanidad.

Es la primera vez que comprendemos, con nuestra consciencia, que Cristo habla sobre los Reinos de la Naturaleza.

Cuando Él se refería a ellos en ese momento y principalmente con la invocación de la oración que nos enseñó, Él fue trayendo la consciencia de cada uno de los Reinos de la Naturaleza hasta aquí, principalmente las situaciones que ellos viven por acción de la humanidad.

Y cuando Él traía, por ejemplo, la imagen o la presencia del Reino Vegetal o del Reino Animal, Él mostraba cosas muy horrorosas que se generaban con situaciones que la humanidad hacía. Él decía que una parte de nuestra consciencia no es consciente de lo que significa esa situación y de los peligros espirituales que estamos corriendo por esa situación. Porque, por esa falta de consciencia, Cristo decía que la humanidad está generando que una ley muy fuerte pueda acontecer.

En un momento de la Aparición a los Pies de Cristo apareció cada uno de los Reinos representados. Él nos mostraba y nos hacía sentir el sufrimiento de cada uno de los Reinos, que era algo inexplicable de poder expresar en palabras o en relatos. 

Pero, a través de la oración de esa invocación que Él nos transmitió, Él fue transmutando esa situación y vimos que varias partes del planeta, específicamente de Asia, fueron ayudadas.

En un momento de la Aparición de Cristo, cuando Él se refería al Reino Animal, Él nos mostraba, como Consciencia universal, por ejemplo, a los laboratorios en donde los animales son manipulados. Él nos mostraba que los Reinos también tienen una esencia crística que no sabría cómo explicarles a ustedes. Él decía que la guardan como esencia porque son parte de la creación del universo. Y a esa creación, nosotros la estamos modificando.

A medida que iba aconteciendo la Aparición, muchos estados diferentes fueron siendo tratados por la Jerarquía, referidos a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza. 

Después de un momento, Ellos comenzaron a derramar la energía de la Gracia.

Hoy María se manifestó en un estado de profundo silencio, de una contemplación que es desconocida. Ella estaba envuelta con un gran paño, una gran tela y estaba en estado de oración, con Sus ojos en dirección al Cielo. Estaba con Su cabello descubierto, no tenía velo, estaba rodeada de muchos Ángeles Querubines, ángeles pequeños. 

A la derecha de Cristo apareció, un momento después, la imagen de San José, Él venía guiando simbólicamente a un grupo de ovejas. Él las venía pastoreando desde un nivel celestial hacia este nivel físico y simbólicamente nos mostraba cómo quería intentar ayudarnos y guiarnos. Por un momento, nos mostró cómo nuestras almas estaban en Sus brazos. Él tenía nuestras almas en Sus brazos. En ese momento, imploraba al Padre a través de Su Casto Corazón por nosotros. Entonces, Ellos nos hicieron entender que no era solo por nosotros, sino por la humanidad como consciencia. En ese momento, San José canalizaba los santos grados de amor que había alcanzado en esta vida en la Tierra y de esa forma Él elevaba esa oferta al Creador.

Hoy estuvimos frente a una Aparición bien diferente y especial, porque los Tres Sagrados Corazones mostraban cómo invocaban al Padre Celestial por Misericordia.

Después de un momento, Cristo comenzó a pedirnos que llamáramos a Su Padre y Él nos dijo: “Quiero que canten Elohim”, y yo le pregunté: ¿Es eso mismo, Maestro?

“Elohim es el Padre, están llamando al Padre, a Mi Padre. Yo les estoy enseñando a traer la Consciencia del Padre hacia la Tierra, y solo a través de la invocación al Padre Celestial, ustedes conocerán la desconocida Conciencia Suprema”.

Y cuando comenzamos a cantar “Elohim”, María estaba divinizada, por así decirlo. Ella adoraba lo que estaba escuchando y los gestos de Su rostro iban cambiando, se transfiguraban en luz. Y San José estaba muy…, no sé cómo explicarlo…

Ellos nos hacen conocer todas esas cosas y esos sentimientos que no son humanos. Era como una gran celebración universal.

Cristo estaba sereno. Él observaba cómo nuestras almas se encendían en el momento de cantar “Elohim”. En ese momento Él observaba, con Su visión de serenidad, como nuestra esencia crística se iba activando y seguía ese ritmo del canto a través de un silencio profundo.

En un momento, Cristo elevó Sus Ojos hacia el Cielo y tan solo con hacer ese movimiento comenzaron a aparecer diferentes Jerarquías Angélicas. A medida que íbamos cantando “Elohim”, ellos se iban congregando en círculos de luz y un gran proceso de transmutación fue liberando al planeta.

Después que Cristo construyó ese canal de luz, Él mandó a los ángeles a que bajaran al infierno terrestre. Entonces Él mostraba por encima de nosotros el Cielo y por debajo de nosotros el infierno. Esas almas que estaban en el infierno querían como prenderse, agarrarse de los ángeles, de las alas de los ángeles. Pero Él mostraba como algunas de ellas todavía no le había llegado el momento de ser liberadas.

Los ángeles obedecieron la indicación del Maestro y fueron retirando, sacando de ese infierno, a algunos grupos de almas. Después se cerró esa situación y escuchamos el cántico de María y el cántico de San José.

San José en el momento en que cantábamos a Su Corazón, Él fue ayudando específicamente a África, a través de la oferta que cada uno de nosotros pudo generar en ese momento.

Y, para terminar, cuando Cristo explicó y nos dijo que Él sentía agrado por escuchar al alma que cantaba, Él nos intentaba explicar que para la humanidad el sentido del canto es muy importante en este tiempo, porque es necesario crear nuevas vibraciones de luz en la Tierra. Él explicaba que eso es más fuerte cuando muchas más almas cantan de forma verdadera. Él dice que otras condiciones positivas se crean en la esfera planetaria y la liberación es más viable y posible para aquellos que no la merecerían.

Ustedes percibieron que Él bendijo al principio las cruces. Son las cruces que llevarán las Hijas de la Caridad Crística, representando a la protección de Cristo en el trabajo de servicio que estas hermanas tienen que desarrollar y que desarrollan en este momento.

Por eso, ahora, nosotros vamos a participar de la colocación de la cruz en las hermanas que, a pedido de Cristo, Madre María Shimani realizará en ellas. Y después, los hermanitos que están aquí de pie van a recibir la unción de óleo como símbolo de la cura interior.

Luego, participaremos de la Comunión y de otras cosas más que el Cielo nos pidió. Entonces vamos a preparar nuestro corazón para ese momento.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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