Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA 30ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Al igual que los doce Apóstoles sentados a la mesa, hoy los tengo a todos cerca de Mí, para colmarlos con Mis Dones de vida espiritual, para mostrarles el Propósito de Dios en estos tiempos de caos.

Yo Soy ese Sol que brilla en las tinieblas de estos tiempos finales.

Yo Soy el Corazón Eucarístico para el Universo de las almas, para todos los espíritus que están en Dios; pero también vengo por los pecadores, por los que Me dan las espaldas a través de los que Yo envío para entregar Mi Palabra de salvación.

Hoy están ante Mi Cenáculo no solo con los doce que Me siguieron en el principio para dar el impulso mayor de la cristificación de la humanidad, proyecto que ha sido alcanzado solamente por muy pocos. No pierdo las esperanzas, la batalla no ha terminado y aún la tregua no se ha establecido porque el Apocalipsis no ha pasado y los corazones no conocen lo que sucederá.

Yo vengo a dar fuerza a los mundos internos en donde verdaderamente vive Dios y Su gran experiencia de amor.

Mientras las fuerzas del mal se desatan furiosamente sobre el mundo para conquistar los corazones, vengo a establecer, en los nunca vistos, Mi verdadero Cenáculo de consagración impregnado por el Propósito de Dios y por Su Divino Pensamiento, en toda esta Creación y para toda esta raza.

Si Adán y Eva rompieron con el proyecto, la humanidad tuvo que asumir sus propias faltas a lo largo de los tiempos y de las generaciones. Pero encarné en este mundo para dar fin a esas cosas.

Yo Me ofrecí por ustedes en la Pasión y en la Cruz, en la Muerte y en la Ascensión, para ser ese hilo de luz que unía todos los mandamientos.

Ahora que ya saben que deben amarse los unos a los otros, deben apoyarse. Deben aprender a sanarse por medio de la experiencia del amor y de la unidad. En eso Mi adversario no podrá trabajar porque no conoce qué es el Amor Verdadero de Dios. Cuando él estaba en el Cielo se confundió y la Ley lo destituyó; será el último que será vencido por la fuerza de Mi propia Sangre cuando retorne al mundo en gloria y en luz.

Mientras eso está por suceder, los buenos cristianos serán perseguidos y los que creen en Mí serán maltratados, no por castigo, sino para que hagan como Yo lo hice. En el silencio Me entregué por Amor, por Redención y por Salvación. No deberán pensar quién lo vivirá ni cómo sucederá. En el Corazón del Padre está todo escrito, mas ustedes seres de la Tierra, creados a imagen y semejanza de Dios desde el inicio del proyecto de la Tierra y de la humanidad, pueden cambiar los acontecimientos cuando son verdaderos, puros y humildes.

Los pecados abrazan a muchos corazones que no encuentran consuelo ni salida.

Yo les doy la tabla de Mi Misericordia para que la hagan conocer. Esa tabla sustituye a sus faltas en el libro del Universo donde todo está escrito, desde el principio y hasta el fin.

Yo les dije hace un tiempo que Soy ese Omega que viene a dar final a todas las cosas, pero para eso será necesario pasar por la transición.

Sé que muchos de sus corazones quisieran escuchar palabras de esperanza, pero este tiempo ya fue escrito en el corazón de los profetas, en los pueblos del ayer.

Yo Soy esa estrella que brilla en el Universo, que ascendió hacia la casa del Padre para primero retornar en la divinidad de los seres y en los espíritus de los obreros de Dios que trabajan sin cansancio para concretar el Plan.

Ya no sufran por sus imperfecciones, solo trabajen para concretar Mis Planes y les daré la fuerza de la transformación y de la vida de todo el Universo.

Yo Soy ese Sol que viene a anunciarse nuevamente en el fin de los tiempos así como una vez vine a este mundo para morir por ustedes.

Yo Soy ese Sol glorioso, ese Sagrado y Glorificado Corazón que les trae la Gracia y la Misericordia; por eso Mi enemigo trabaja para disipar la aspiración de los corazones de encontrar Mi Misericordia y Mi Paz.

Los soldados se forman en las primeras filas del Apocalipsis y el espíritu de todos los hombres se prepara para enfrentar el tiempo final.

Quisiera poder decirles todo lo que está previsto, pero la humanidad cambia el destino de las cosas como consecuencia de sus acciones y de sus cometidos.

Deben aprender a amar la Voluntad de Dios sin juzgarla ni replantearse si está bien o no.

Deben amar la Voluntad del Padre así como Yo la amé y como siempre la amaré, porque es una voluntad colmada por el Amor de Dios, por Su Corazón purísimo y noble para todo el Universo.

La voluntad humana es lo más duro de morir, es la piedra más resistente en el corazón de los hombres y detrás de ella está la soberbia y está la negación.

Vengo a darles el impulso para transformar todas esas cosas, para que no sean los mismos.

Vengo a dibujar, por medio de sus vidas, los nuevos caminos hacia el Señor.

Por eso mientras se purifican o cuando se alegran, deben agradecerle a Dios, porque en verdad Yo siempre les estaré extendiendo Mi Mano para darles fuerza interior y motivos para cambiar la vida, para cambiar la genética de la Tierra, de toda la humanidad.

Vine a través de Jesús para mostrarles el camino de la superación, de la redención, de la trascendencia, a pesar de estar constituido como un Ser Divino.

Los apóstoles alcanzaron los mismos prodigios que Yo viví a través del Arcángel Miguel.

Si ustedes tienen fe, todo es posible y nada se hace tan demorado.

De esa forma el Proyecto de Dios desciende y se realiza en el corazón de todos los seres.

Espero que todas las almas reconozcan Mi Presencia en este lugar en donde la aurora amanece en la vida de cada ser.

Dejo en este lugar olvidado, el refugio de Mi Corazón para los tiempos que vendrán y espero que Mis apóstoles tomen partido para cuidar de este refugio, que espiritualmente dejo aquí y que servirá para las almas que vendrán a buscar ayuda, así como el santo oratorio de Miguel Arcángel.

Vengo a recordarles la humildad de las cosas en la simplicidad de las formas y en la belleza de lo manifestado.

Todos deben ser portadores del espíritu de la armonía y de la vigilancia de todo lo que es sagrado, de los cuidados que eso necesita para que perdure a lo largo de los tiempos.

Todos los orantes tienen la misión, en Mi nombre, de ayudar en la manifestación de los Centros de Luz de las comunidades que Yo establezco, para la gran tarea final.

La Figueira debe seguir dando brotes, flores y frutos para que nazcan nuevos Centros de Luz que servirán de apoyo en la transición de la Tierra y especialmente a los grupos de la misericordia que han respondido a Mi Llamado en todo este tiempo.

Así podrán ver, compañeros, que cuando ya no estemos más aquí para anunciarles Nuestra Palabra, estará Nuestro Espíritu hasta el momento en que Yo retorne a este mundo para volver a redimirlo y encaminarlo hacia la Nueva Humanidad.

No habrá otro lugar en la Tierra hacia dónde ir, sino adonde ustedes han trabajado espiritualmente durante tanto tiempo para aprender e instruirse, para crecer en la oración y en el servicio a los demás.

Cuando todo esté más difícil, Mi Iglesia extendida por toda la Tierra reconocerá lo que Yo hice aquí, y será tarde para los impíos, para los que dicen ser inmortales delante de Dios.

Dios es el Espíritu de Inmortalidad, es el Espíritu Eterno y Omnipresente, así como lo es Su Hijo, que nació del Espíritu de la Inmortalidad para darles la vida eterna y enseñarles a trascender los tiempos por medio del Amor y del Sacrificio.

Instituyo aquí una señal que será vista en el corazón de los que creen no solo por su fe, sino por el amor a lo desconocido, el amor a la superación de sí mismos por Mi Nombre Santo.

Por eso hoy los tengo sentados a la mesa, celebrando esta primera comunión espiritual, en lo alto del Monte Sinaí. Porque recuerden que Yo Soy ese hilo de luz que une los mandamientos.

El próximo mes espero ver aquí, en este Centro, a los que dicen estar Conmigo, para implorar por Mi Misericordia para esta humanidad, pues lo que sucederá con las misiones será importante, y esta obra aquí debe ser apoyada. La Aurora lo necesita, así como la Aurora se los ha dado en cada nuevo encuentro interior.

Los grupos de oración deben organizarse para estar el próximo mes en este refugio que Yo les estoy entregando.

Así constituiremos una nueva ceremonia de redención para los que sufren en la humanidad y serán portadores de Mis bendiciones paternales.

En este sagrado cenáculo, sobre el Monte Sinaí, encuentro a muchos viniendo hasta Mí, para presentarme muchas peticiones.

Yo los escucho cuando la oración es verdadera, así como lo ha sido en estos días, en los que Mi Corazón se alivia de los pecados del mundo, de los que olvidan al Señor.

Es tanto amor el que tengo para darles que no lo soportarían. Cada gota de sangre derramada en la Pasión, fue una gota de amor por el mundo, por cada una de las almas ,en el transcurso de los tiempos.

Si contaran cuánta Sangre derramé en la cruz, en el calvario o en la flagelación, y también con la coronación de espinas, comprenderían cuánto los amo, porque Mi Padre los ama a través de Mí.

Les dejo esta señal y traigo sosiego a sus corazones.

En la Luz que proviene del infinito, Yo los bendigo.

En el Nombre Santo de Mi Padre, en la Luz Victoriosa de Su Hijo y en el Poder de los Dones del Espíritu Santo, uniéndolos con lo Alto y lo Superior, renovando su esperanza y fortaleciendo su fe, para poder vivirme, así como Yo lo espero.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Cristo Jesús Glorificado