El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE NÁPOLES, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Solo la Luz de Mi Espíritu les bastará para poder atravesar el fin de los tiempos porque es por medio de Mi Luz que traspasarán toda oscuridad, atravesarán los tiempos con coraje y valentía.

No se medirán por sus miedos, sino por su fortaleza, la fortaleza que viene de Dios, que proviene de Su Espíritu, de Su Templanza y de Su Sabiduría.

Vengo aquí, compañeros, a traer la Luz de la divinidad de Dios, para que todas las esencias creadas alcancen la Luz del Padre Celestial y sean retiradas de los abismos de la Tierra por la intercesión poderosa de su Maestro y Señor y de todos los coros angélicos.

Vengo a traer a Italia la balanza espiritual de la igualdad y de la justicia para que ese principio, que proviene del Padre, se establezca en esta parte de la humanidad y, algún día, en el resto del mundo.

Sin la Justicia Divina y sin la Divina Igualdad, la humanidad de Italia no se podrá redimir.

Por eso, vengo a ofrecerles Mi Corazón. Vengo de lo más profundo y desconocido del Universo para que los ojos de su consciencia se puedan abrir y reconocer la Luz poderosa del Hijo que viene en el nombre del Padre a traer la salvación para la humanidad, el fin de la esclavitud espiritual y de la perdición de todas las almas en la ilusión mundial, en la indiferencia, en la soberbia, en la falta de caridad y de amor por el que sufre, por el semejante, por el que desespera.

Necesito, compañeros, que sus corazones se abran para que los Cielos se puedan abrir sobre Italia porque es una nación que necesita mucho de Dios, de una absoluta reconciliación y confianza con el Todopoderoso, el Padre Celestial. 

Así, aprenderán a ser justos y serán iguales unos con otros. No habrá mediocridad, no habrá indiferencia en sus corazones, no repetirán los mismos errores que repitieron los fariseos en el tiempo pasado.

Ustedes deben ser los Nuevos Cristos, los más imperfectos entre los imperfectos, los que deben colocar la cabeza en el suelo para implorar por su redención y por su patria antes de que todo se desencadene, antes de que todo se manifieste, antes de que nada puedan controlar.

Vengo a través del verbo de la Justicia de Dios, pleno de Su Misericordia y de Su Amor profundo, porque sé que en algún nivel Me pueden escuchar.

No hablo para sus oídos materiales, hablo para sus oídos internos, para sus esencias, para sus almas, para sus espíritus que deben retomar el camino de la luz, del bien y de la paz para que esto no solo se refleje en Italia, sino más allá de esta tierra.

Dios necesita que se conviertan en Sus dignos hijos, que abandonen la apariencia, la mezquindad y el poder que creen tener en sus manos.

Permitan, compañeros Míos y nuevos discípulos, que Yo los pueda transformar, que Yo los pueda amar, que ustedes puedan sentirme, reconocerme y vivirme como cientos de discípulos Míos Me viven, Me reconocen y Me aman plenamente.

Su deber para con el Universo y la humanidad, como nación y como religión, es muy grande. Por eso, escojo los lugares más simples como este, en donde falta aún la Justicia de Dios para que esté presente Su Sabiduría, porque necesito que en los más simples y humildes, en los que aún no conocieron el Amor de Dios, pueda despertar Mi Amor crístico y soberano. Para que, como Mi Corazón misericordioso, sus corazones sean misericordiosos, corazones de bien y corazones de paz, a fin de que su tierra y su país sean reconstruidos espiritualmente y no tengan temor a la Verdad, la Verdad soberana y desconocida que Yo les traigo del Cielo y del Universo. Para que sus esencias, que esperan este momento y esta oportunidad, puedan reconocerla, puedan verla y aceptarla como parte de sus vidas, le traigo la Luz de la divinidad de Dios a una Italia que deberá redimirse, de forma religiosa, social y humana.

Aún hay mucho por curar aquí, hay mucho sufrimiento que aliviar, hay mucha misericordia por derramar. Por eso, Yo vengo del Cielo trayéndoles la Palabra de Dios, para que la Palabra que proviene del Verbo Divino los pueda despertar, redimir y salvar.

Abran sus corazones a lo que proviene del Cielo en este momento. El Señor del Universo, en la acción de Su profunda Misericordia, por los méritos de Su Pasión, disuelve la oscuridad del planeta, los conflictos de las naciones, las incomprensiones de los pueblos, los errores de cada uno de ustedes.

Este es el tiempo de la Gracia, es el tiempo de la Misericordia de Dios, pero es un tiempo que pasará antes de que todo llegue al mundo de una forma desconocida y sorprendente. Vengo a preparar sus almas y corazones para todo lo que vendrá y sucederá, porque en verdad les digo que no lo podrán creer.

El tiempo que llegará es definitivo para todas las naciones, pero si sus oraciones y corazones llegan al Cielo de una forma constante, permanente y continua, todo, todo se transformará por sus buenas acciones, por sus ejemplos de vida en el camino de la caridad y del bien.

Italia necesita vivir el Plan de Dios, apoyar plenamente al Santo Padre por los cambios que él quiere hacer y realizar. Él cuenta con Mi divina autoridad, por eso lo deben escuchar para que Me puedan escuchar a Mí. Italia siempre fue una tierra bendecida y debe seguir siendo bendecida para que sus males se borren de la consciencia humana.

Como testimonio de ese Amor que proviene del Universo, Yo les ofrezco los méritos de Mi Pasión, de Mi Muerte y Resurrección, por medio del Sacramento de la Comunión. Por eso hoy los vengo a ungir con Mi Espíritu, en el nombre del Espíritu Santo.

Hoy vengo a darles la Paz, para que sus corazones se animen a vivir la transformación y el apostolado que hoy le ofrezco a cada uno de ustedes como a cada uno de sus hermanos en el mundo.

Deben ser parte de Mi ejército de Luz del fin de los tiempos para que Italia tenga una extraordinaria oportunidad. Pero, dependerá de su pueblo, de su cultura y de su patria, que verdaderamente abran las puertas para su Maestro y Señor, para que Él nuevamente pueda volver aquí y vivan Su Voluntad y no la suya, la Voluntad de Dios, lo que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.

Su Divina e Insondable Voluntad, para cada uno de los italianos, aún levita en el Universo y espera descender sobre sus consciencias para que se manifieste Su Plan de Amor y de Redención.

Con amorosa gratitud, en el nombre de su Divina Señora, acepto con inmenso Amor la Oración por la Paz en Italia e invito a todos los orantes, como hasta ahora, a que asuman ese compromiso. Porque será Sudamérica y una parte de Europa, las que ayudarán a Italia en su verdadero proceso de conversión espiritual.

Eso ayudará al Santo Padre, y una comunión espiritual e interna se establecerá e irá más allá de los dogmas y de las creencias. Porque el propósito de orar por Italia es sostener el ecumenismo cristiano y la alianza tan esperada que esta obra de amor realizará con el Santo Padre, respetando los principios y las creencias por medio del Amor que Yo les dono a través de Mi Corazón.

Deseo que esa oración sea permanente, comenzando, al menos una vez por semana. Porque el amor, el amor divino, el amor incansable, el amor incalculable, el amor de la Fuente de Dios deberá descender sobre Italia por medio de la Oración por la Paz. Porque hasta que los corazones no sientan el amor, que muchos de ustedes recibieron de Mi Corazón en algún momento, la conversión no llegará, la redención no sucederá.

Por eso, Yo los invito no solo a orar por Italia, sino también a hacer algunos sacrificios como el que les pedimos, hace muchos años, cuando toda esta obra comenzó en la sagrada Aurora. Y un lugar, tan desconocido y pequeño como el Uruguay, fue pensado por Dios y por Su Divino Hijo, en confraternidad con la Divina Señora, para que despuntara desde Aurora, la Luz Redentora hacia la humanidad. 

Amamos el sacrificio de Aurora. Reconocemos su sacrificio, su servicio y su incansable donación para que la luz del nuevo amanecer, como es la Aurora, llegue a todos los corazones del mundo, a todas las naciones y a todos los pueblos, a todas las almas que buscan la Luz de Dios desde hace mucho tiempo.

Esta es la razón por la cual estamos aquí, renunciando como Yo se los pido. Así como su Maestro y Señor renunció desde la Última Cena hasta lo alto del Monte Calvario, hasta el último momento de Su expiración en la Cruz. Este es el sacrificio tan grandioso y semejante al que la Nueva Aurora, la Luz del nuevo amanecer, hace por la humanidad hasta que Dios lo necesite.

Por eso, compañeros, su casa, su morada será el planeta y no sus tierras de origen y tampoco su cultura ni su pueblo. Su morada serán las naciones para que los que necesitan amor alcancen la luz de la redención en el nombre de Cristo.

Ha llegado el momento de renovar el sacrificio del Cordero de Dios por medio de la memoria de la Última Cena. Los invito, en este momento, a revivir Mi Pasión en cualquier lugar de la Tierra, en donde estén reunidos o con quienes se encuentren. Por más que a veces no comprendan a sus semejantes, agradezcan a Dios con quienes se encuentran en este momento y en esta hora, porque tiene un porqué y una razón.

Todos participarán como esencias y como almas del misterio interior de la Eucaristía, de la inmensidad del Amor de Dios por medio de la celebración y de la consagración del pan y del vino como el Cuerpo y la Sangre del Redentor.

Así como Juan el Apóstol lavó las manos de su Maestro en la Última Cena, secretamente, para donarle el amor de su corazón y fortalecer la experiencia del Sacrificio de su Señor; hoy, por medio de la Gracia Divina, lavo y purifico las faltas de Italia para que las almas emerjan de los infiernos y alcancen la Luz Celestial. Que así sea.

Nos colocamos reverentemente de pie o nos arrodillamos.

En aquel tiempo su Maestro y Señor tomó el pan, y reunido con Sus apóstoles dio gracias a Dios por el sacrificio, aun sabiendo todo lo que sucedería después de Su ascensión con la humanidad y con el planeta, hasta los días de hoy. Aun así, en un profundo acto de amor y de reverencia por las almas, su Señor les dijo: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados". Y la Luz de la Divinidad de Dios descendió sobre el mundo.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

Antes de finalizar la Cena, su Maestro y Redentor tomó el Cáliz y, volviendo a agradecer por el sacrificio, lo entregó a Sus apóstoles y les dijo: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Redentor, por todos los mártires para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria". Y la Luz de la Divinidad de Dios volvió a descender sobre la Tierra, los infiernos se cerraron y las almas en un profundo gozo espiritual, se salvaron.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos (se repite tres veces).

Oración: Padre Nuestro (en español).

Escucharemos ahora el Padre Nuestro en italiano.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo. Dichosos los que son invitados a servirse del Redentor. Amén.

En un inmenso amor, Yo los coloco. En una inmensa Gracia, Yo los dejo. Y por un gran Amor, Yo los renuevo para que Me reconozcan dentro de ustedes; y la Obra de Mi Paz y de la Misericordia se cumpla en la humanidad, por los siglos de los siglos.

En unidad, perdón y reconciliación, en el nombre del Amor de Dios, en fraternidad por Italia y por el mundo entero, se darán el saludo de la paz.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Podemos darnos el saludo de la paz.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ORLANDO, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy Mi primer agradecimiento, queridos hijos, es para Mis hijos de la Red-Luz planetaria que, en estos dos meses, unidos a Mi Corazón Inmaculado, han sustentado esta corriente de amor y de purificación planetaria; porque Me han acompañado, paso a paso, por cada nación que Yo he visitado.

Mi segundo agradecimiento, queridos hijos, que Yo les traigo desde el Cielo, es para todas las almas orantes que, desde diferentes partes del mundo, con amor, esfuerzo y dedicación, ayudaron para que esta misión se cumpliera.

He venido aquí, a Orlando, para poder rescatar a las almas sumergidas en la ilusión de la vida material, para lavar con el agua bendita de Mi Hijo los ojos de todos los que duermen, para que puedan ver la Luz del Reino de Dios y construir en sus vidas un verdadero templo de consagración al Padre, un templo en donde pueda estar presente Mi amado Hijo para poder irradiar Sus Códigos de Luz y de Redención al mundo.

Hoy Me aparezco ante ustedes, queridos hijos, para confirmar Mi Presencia en la humanidad por un tiempo indeterminado; para unirme a cada corazón, a cada hijo Mío que acompaña esta sagrada misión, que va más allá de la consciencia mental humana y de la vida superficial.

Vengo así a traerles, queridos hijos, vengo así a mostrarles a cada uno de ustedes la Balanza de Luz de la Justicia de Dios que amorosamente hoy está equilibrada, sobre todo para los Estados Unidos, en correspondencia con las naciones más necesitadas.

He traído esta Balanza de Luz desde el Reino del Padre, porque ella ha estado a los pies del Creador siendo trabajada en estos dos últimos meses, primero por las naciones de Centroamérica, después por México y por último aquí, en los Estados Unidos. Esta es la balanza que porta y que lleva la Madre de Dios, la balanza que intercede por cada uno de los hijos, que porta en su interior y en toda su energía la Consciencia de la Madre Divina.

Es esa energía de intercesión, esa energía de Gracia, que viene al mundo para poder auxiliarlo. Y es con la ayuda y por la ayuda de los Arcángeles, que esta Gracia es posible para el mundo.

Es por eso que hoy Me muestro ante ustedes, queridos hijos, arrodillada ante la humanidad, mostrando el poder de Mi Corazón Inmaculado para pedirle a Dios una oportunidad para cada uno de los hijos de la Tierra. 

Deseo en ese sentido, queridos hijos, que Me puedan seguir acompañando en esta Obra planetaria, con la ardiente aspiración de que Me puedan seguir ayudando, queridos hijos, para que Nuestros Sagrados Corazones puedan llegar a muchos más lugares del mundo, en donde también se necesita la Misericordia del Padre y de la Gracia.

Es por eso que hoy Mi Corazón emite este agradecimiento profundo y eterno a todos los que hicieron posible verdaderamente esta peregrinación. Quiero así transmitir, a cada uno de Mis hijos, Mi confianza maternal que es la que ha permitido que todas estas cosas sucedieran en este tiempo.

Deseo, queridos hijos, que las semillas que he sembrado en Centroamérica, México y Estados Unidos puedan brotar verdaderamente en este tiempo final, para que sus almas estén al servicio del Padre Eterno por todas las almas que necesitarán ayuda para vivir la transición de estos tiempos.

Por eso vengo a dejar en ustedes, por medio de las semillas de Luz que he sembrado, nuevos Códigos de Luz. Son estos mismos Códigos que he dejado en las naciones que he visitado. Son los que hoy les traigo a ustedes, queridos hijos, como la mayor Gracia para sus corazones y vidas, para que estén preparados y prontos para poder esperar a Mi Hijo con alegría y regocijo, construyendo en ustedes una fortaleza interior capaz de recibir todos los impulsos espirituales del Cielo.

Quiero así, queridos hijos, que puedan escuchar la voz de Mi Corazón. La voz que viene de Dios, con inmensa alegría y regocijo, porque toda esta etapa anterior sucedió según la Voluntad Suprema y concedió a los corazones más simples una oportunidad de curar sus vidas internas, de poder ser reinsertados en el camino evolutivo y de poder integrar la Hermandad Celestial para que más soles estén disponibles, brillando sobre el planeta, trayendo el Amor y la Gracia de Dios.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Con estas palabras, les enseño, hijos, cómo en verdad es simple transformar el destino de este planeta y también de cada una de sus vidas.

Les enseño, con el ejemplo de estos meses, cómo con el esfuerzo de cada uno y la unidad entre los servidores del Plan, la Voluntad de Dios se puede cumplir y expandir cada día más, en aquellos hijos Suyos que se olvidaron del compromiso que hicieron con Cristo.

A partir de estos meses, nuevas luces brillarán en la Tierra; nuevas consciencias despertaron y seguirán despertando, porque Mi Luz se expandirá más allá de los continentes, uniendo las fronteras y las naciones a Mi Inmaculado Corazón, y al Corazón de Mi Hijo.

Quisiera decirles, hijos Míos, que Mi Obra Divina no termina aquí, sino que comienza aquí para aquellos que no Me conocían, que no respondían a Mi llamado. Yo los llamo a la oración, los llamo a expresar la propia alma, la unidad con Dios, sin temer los juicios de este mundo. Yo los llamo, hijos amados, a transformarse en verdaderas luces que guiarán a aquellos que viven en la oscuridad cuando ya no encuentren salida en este mundo.

Yo los llamo a tornarse un ejemplo para las almas que están perdidas, expandiendo así Mi Manto en aquellos lugares donde no puedo llegar, porque las almas no Me abrieron el corazón.

Deseo que anuncien Mi llamado en los cuatro puntos del mundo; y que todas las lenguas y todas las razas puedan conocer la posibilidad de encontrar el Reino de los Cielos en el propio corazón a través de este puente que Yo construí en Mis hijos para que, dónde estén, Me puedan encontrar.

Quiero que sepan, hijos Míos, que construí en sus corazones la unión perfecta Conmigo. Esa unión debe ser fortalecida todos los días a través de la oración verdadera, a través de una plegaria de las almas que se rinden a Dios, que reconocen la propia pequeñez y la grandeza celestial para que, de esa forma, puedan ser parte de la Unidad Divina.

Vengo a este país a transformar, hijos, en sus consciencias y en la consciencia de esta nación, su forma de vivir, porque están perdidos por metas que no caminan hacia la Voluntad Celestial. Vengo a que encuentren una verdadera razón para su vida; a que descubran, en el Amor que Yo les entrego, la fuerza para trascender los obstáculos, la incomprensión de sus hermanos por ustedes haber elegido un camino evolutivo.

En esta noche, hijos Míos, les pido que coloquen a Mis pies aquello que les causa dolor, angustias y miedo; porque deseo verlos en profunda alegría y gratitud, como lo está Mi Inmaculado Corazón por haber concretado Mi Plan, esta misión divina que Dios Me encomendó.

Coloquen a Mis pies, como rosas de luz, todo sufrimiento. Deseo convertir su dolor en una dulce entrega a Dios; así como lo hizo Mi Hijo cuando estuvo en la Cruz.

De esa forma les digo que, cuando permitimos que vivan alguna prueba o algún tipo de sufrimiento, no los estamos castigando, hijos. El Creador solo les ofrece la oportunidad de entregarle una renuncia verdadera, de seguir el ejemplo de Cristo por aquellos que no quieren sufrir con nada y que solo buscan los placeres de este mundo.

Ofrezcan las propias dificultades en reparación del Corazón de Aquel que vivió el mayor sufrimiento de este mundo, para que hoy ustedes conocieran la alegría celestial.

Hoy, hijos, elevo a los Cielos sus plegarias, el clamor más profundo de sus corazones y les pido que entreguen en Mis manos aquellas peticiones que desean hacerle a Dios; porque Yo las elevaré al Cielo para que, a partir de hoy, sus vidas ya no sean las mismas y puedan caminar renovados por Mí y por la Gracia de Mi Hijo para que, a partir de ustedes, se establezca en este mundo y sobre todo en esta nación, un tiempo mayor de paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Amados niños, hijos de Mi Corazón Inmaculado, para terminar quiero decirles, con esta gratitud eterna que traigo por cada oración pronunciada, por cada canto entonado, por cada colaboración realizada, por cada sacrificio ofrecido a Dios, por cada detalle que le han ofrecido a Mi Corazón que, a partir de este día, los prepararé para una gran tarea, la más importante del fin de los tiempos y que se llevará a cabo en mayo en Europa, en donde el Reino de Lys-Fátima, en el aniversario de Mis Apariciones, realizará su expansión de consciencia a nivel universal. Sus corazones están llamados a estar presentes y a prepararse, a partir de estos días, para ese acontecimiento.

Lo anuncio porque sé que es importante para la humanidad. Porque aún muchos no saben lo que es Fátima, lo que fue, lo que es y lo que será a partir de ese acontecimiento, en el que muchas esencias dormidas serán beneficiadas.

Quiero así finalizar este encuentro, convirtiendo el sufrimiento de la humanidad por medio de Mis Gracias a través de la bendición a los Hijos de María que hoy se consagrarán a Mi Corazón Inmaculado como un ofrecimiento perfecto de unión al Padre Celestial y a Su Divina Voluntad.

Para esta consagración de hoy, quiero que canten algo especial para Mí. Algo que ha rescatado la esencia y la pureza de los pueblos originarios norteamericanos. Este canto bendecirá, como Gracia, a los Hijos de María.

Vengan aquí, a Mis pies, para que los pueda bendecir y entregarles Mi Amor maternal.

Canción: “Amazing Grace”, en cherokee.

Manténganse unidos a Mí, porque aún estoy presente trabajando con la consciencia de los Estados Unidos, para que hasta en los últimos momentos de Mi Presencia, pueda recibir la Gracia de Dios.

Hoy estoy ante corazones bien diferentes, corazones amables que agradan a Mi Corazón. Por eso es que Yo los invito, queridos hijos, en esta bendición, a confirmar sus almas a la cura, a la reconciliación y al perdón que Mi Corazón les trae por medio de la intercesión de Mi amado Hijo Jesús.

Ya no quiero que lloren, sino que abran sus corazones a la Misericordia de Dios que traigo del Cielo. Reciban Mi Luz con humildad y simplicidad. Esta Luz de Mi Corazón que viene de la Fuente de Dios para nutrir la consciencia, para iluminar el alma, para glorificar el espíritu.

Con esta Gracia que les traigo, queridos hijos, Yo los bendigo, por la autoridad que Dios Me concedió como Madre de la humanidad y de todas las criaturas, y les entrego el perdón de la consciencia cherokee y de todas las tribus que fueron diezmadas por el hombre blanco. Así como en México, establezco la reconciliación interior entre las razas para que vivan, de una vez y para siempre, en el Amor de Dios.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por haberme acompañado en esta sagrada misión. Que su voz y su canto pronuncien la paz para el mundo.

Que así sea.

Canción: “Amazing Grace”, en cherokee.

Aparición de Cristo Jesús en la Ciudad de Bogotá, Colombia, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, para el Sagrado LLamado

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Delante de todo el Universo que nos rige, he venido aquí para congregarlos en Mi Amor y mostrarles Mi Sagrado Corazón, que aún es herido por los pecados de los hombres.

Vislumbren Mi Presencia Celestial. Recapaciten en vuestra entrega y ofrezcan a Dios vuestros sacrificios por la conversión de esta humanidad y la glorificación del Nombre de Dios, desde el principio hasta el fin.

Hoy he venido para saciarlos, pues Mi alimento espiritual es importante en estos tiempos, principalmente para aquellos que se inclinan ante Mí y buscan contemplar Mi Corazón misericordioso.

Quise venir aquí por un motivo primordial, en nombre de la necesidad del planeta y de todas las almas que aquí residen: que no deben olvidar Mi Corazón Vivo, el cual los sustentará en los tiempos que vendrán.

Vine aquí para que sientan Mi Amor y renueven vuestros votos Conmigo en esta comunión perfecta con Mi Espíritu Divino, en esta hora de transición, en la que muchas almas se definen por la luz o el abismo.

¿Quién tendrá compasión de Mi Corazón y podrá saciar la falta que siento de las almas? Pues Yo no busco a los perfectos.

Vengo a resucitar vuestras vidas, vuestras almas y espíritus, de los abismos en donde se han colocado.

Yo vengo a tenderles Mi Mano para darles un nuevo camino, a ofrecerles Mi Corazón por todas las almas que Me ofenden y que no aceptan Mis prodigios ni ningún designio celestial.

Yo vengo aquí para hacerles conocer Mi Poder, que es invencible y poderoso, pues es el Poder de Mi Padre que está en los Cielos, sentado en Su Trono de Luz, observando toda la Creación y cada una de vuestras vidas. Este poder es amoroso, fuerte y vivo para quien lo invoque de corazón, pues a través de Mi Corazón Vivo conocerán el Poder de Dios, y en vuestras vidas ya no deberán temer, porque estará la Voluntad de Dios actuando a través de vuestras consciencias.

Así Yo vengo a renovarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que siempre recuerden que los tiempos apremian por nuevos soldados que se quieran consagrar a Mi Sagrado Corazón.

Yo no vengo a pedirles cosas imposibles. Vengo a pedirles lo más simple que existe, así como Yo le pedí a los apóstoles. Pero sé que muy pocos Me quieren escuchar. Por eso Yo no Me puedo mostrar a todos, porque debe existir una recepción interna para escuchar el mensaje que viene del Cielo con el motivo de transformar vuestras vidas y familias en algo sagrado.

Este es Mi último intento antes de Mi Retorno glorioso al mundo. Pero cuando suceda Mi Retorno, Yo ya no podré hablar así con ustedes. Hablaré con ustedes como hablo con la humanidad, porque Yo vendré por la humanidad. Vendré el día del Gran Juicio, cuando Mi Padre separará la paja del trigo y solo podré observar, con Mi mirada de compasión y de bondad, a aquellos que siempre buscaron Mi camino a pesar de las consecuencias y de las pruebas. Porque esos, que son los últimos, serán victoriosos llegando el día del juicio final.

La balanza está sobre la mesa de Mi Padre. El juicio está comenzando y muy pocos lo perciben. Más aquellos que siguen a Mi Corazón Vivo, Mi llama resplandeciente de Amor, se transformarán a pesar de lo que suceda, porque el mérito sagrado, el premio grandioso del Cielo, estará en la próxima Tierra, en la próxima vida que serán invitados a vivir por los Señores de la Ley, aquellos que juzgan al mundo y a otros en estos tiempos de definición.

Por eso vengo a mostrarles Mi Corazón, que es vivo porque palpita en el Espíritu de Dios y aún quiere derramar Su última Misericordia sobre la humanidad.

Vengo a fortalecer la devoción de todos los colombianos porque esa esencia de devoción no se puede perder. Será con vuestro trabajo muy esforzado que, así como en los campos, esa devoción no se perderá y esa llama viva nunca se apagará en vuestras esencias y en todos los corazones que los rodean, todos los días de vuestras vidas.

Así estarán esperándome con otro grado de preparación y de consciencia suprema, para después ver al Hijo de Dios, que ya está llegando en Su Espíritu Divino, para después llegar en carne, manifestarse en Gloria en tiempos que vendrán.

Pero el mundo aún deberá purificarse y vuestras vidas también. No deberán temer por lo que han de purificar, porque si confían en Mi Corazón, que es sagrado y pleno, vuestra purificación pasará y estarán renovados en cuerpo, mente y espíritu; y estarán preparados para recibir Mi energía de Luz que quiere derramarse por última vez sobre el mundo y especialmente en los 144000 que prepararán la venida del Rey Universal.

Mientras eso está por suceder, compañeros, que vuestras vidas sean cada día más cristalinas. Que vuestros actos sean cada vez más misericordiosos para que la soberbia y la arrogancia, que han hecho sucumbir al mundo, puedan desaparecer de vuestras células y así se pueda instituir la energía espiritual de Mi Corazón.

Deben purificar vuestros seres todo el tiempo, así serán merecedores de la Gracia de Dios, pues muchas Gracias fueron derramadas a lo largo de los tiempos y pocos las consideraron como algo sagrado y reverente.

Por eso, ahora que la balanza de la Ley está en otro punto, preparen vuestros corazones a través de la búsqueda incesante de Mi Corazón Sagrado. Nutran vuestros espíritus con Mi Espíritu de Vida todos los días en la Comunión perfecta que es ofrecida en todos los altares de la Tierra.

Así, arrepiéntanse a tiempo y confiésense todas las veces que sea necesario. Lleven una vida digna de ejemplos sagrados, de oración, de caridad, de servicio, y así estarán sirviendo a Mi Corazón misericordioso. Porque Yo no los veré como almas pecadoras, sino los veré como puertas en donde Mi energía podrá entrar para poder obrar en otros corazones. Así estará todo cumplido en los corazones que escuchan Mi Llamado.

Y así como en Jerusalén, cuando estaba reunido con los doce para dar Mi último ofrecimiento al mundo, Yo les dije: “Coman de Mi pan, porque representa Mi Cuerpo, que es divinizado por el Padre a través de Su oferta máxima en la Cruz y beban de Mi Cáliz que representa la Alianza, a lo largo de los tiempos, con todos los corazones del mundo; Sangre que es derramada hasta los días de hoy por vuestro Señor”.

Ofrezcan esta Comunión en reparación y vida, y que vuestros corazones, cada día, sean más puros para recibir la Gracia del Reino de Dios.

Y así bendigo también estos objetos sagrados que trajeron a Mi altar, para que representen las señales de luz para todos aquellos que los lleven con reverencia y amor.

Oremos.

Santísimo Corazón de Cristo 
convierte nuestros corazones
en llamas sagradas
de Tu Divina Misericordia,
para que Tu Faz
se funda sobre el gran corazón humano.
Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.
Amén.

Oración: Padre Nuestro.

Gloria a Dios en las alturas
y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

 

Y así confirman ustedes, compañeros, la promesa de que siempre busquen Mi Corazón en los tiempos de tribulación.

Felices, dichosos aquellos que lo hagan porque serán recompensados en el Reino de Dios.

Y así, Yo los bendigo a ustedes y a vuestra nación para que fortalezcan la consagración a Mi Sagrado Corazón que quiere estar vivo en cada uno de ustedes. Así la Voluntad del Padre se cumplirá.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y ahora que están limpios, recibirán el Cuerpo y la Sangre que están vivos en los Sacramentos para fortalecer a las almas y sus caminos de vida.

Vayan en paz y en bondad.

Les agradezco.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:  Jesús es una consciencia que tiene muchos grados de amor para ofrecernos y hoy nos  ofreció uno principal, que es el amor profundo de Su Corazón.

Dentro de ese Corazón, que hoy Él nos mostraba, ardía una llama muy fuerte de  amor por nosotros, por el planeta, por la humanidad.

Él vino como el Sagrado Corazón y nos mostró una parte del Reino del Cielo, de  donde Él viene, donde había muchos cristales que brillaban como luz en Sus Pies. Y  esos cristales, esa luz de los cristales, que estaban a los Pies del Maestro, brillaban por toda Bogotá.

Con la ayuda de los ángeles que lo acompañaban, el Maestro nos llevó a todos nosotros hasta el momento del Génesis, en el que Dios comenzó a escribir la historia   para esta humanidad, para esta creación.

Jesús nos llevó hacia ese momento para que recordáramos la importancia de ese  Proyecto de Dios, el cual cada uno de nosotros, según Jesús, como humanidad hemos desviado a lo largo de los tiempos. Él quiere que cada uno de nosotros recupere eso, el Proyecto principal de Dios, el  original,  que nosotros podamos conocer Su Amor, del cual siempre nos hemos separado.

El Sagrado Corazón de Jesús hoy vino a Colombia y para todo el planeta a recordarnos que Él es ese Amor del Dios Vivo, en el que siempre podemos confiar, en  el que podemos penetrar con nuestra consciencia a través de esa unión que podemos  establecer con Él.

Dios dice que nos ama profundamente y Él viene a recordarnos ese compromiso.

Él vino a liberar muchas almas de esta región mientras Él descendía como una esfera  de fuego cruzando el universo, la atmósfera de este planeta, hasta localizar este lugar aquí en donde nos encontramos. 

Allí se abrió un portal de luz y aparecieron los cristales a Sus Pies. Detrás de Él estaba  el Reino de los Cielos, una parte de ese Reino, los ángeles que lo rodeaban y que al mismo tiempo recorrían cada parte de esta ciudad de Bogotá llevándose un alma que  estaba perdida, que estaba buscando la luz y el consuelo.

Él nos dejó un mensaje principal para hoy, que si nosotros penetramos en el Amor de Jesús, no hay nada de lo que tengamos que tener miedo, a pesar de lo que pase a nuestro alrededor. Porque si confiamos en Él, según hoy el Maestro nos decía, Su protección divina siempre prevalecerá.

Gracias Señor por cuanto nos das.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 24.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: Padre Nuestro 

 

Mi silencio le habla al mundo y espero que Me puedan escuchar y comprender a través de Mi silencio.

Que el silencio sea el bálsamo para vuestra sabiduría, pues hoy están delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pero sé que no entenderán lo que eso significa. Solo vengo a hablarle a vuestras almas y, en consecuencia, a vuestros corazones.

Mis Palabras se sembrarán en los corazones abiertos y serán Mis Palabras las que darán frutos en vuestras vidas, porque cada una de ellas contiene una energía espiritual. Así, Yo les he entregado muchas Palabras y Designios para que pudieran comprender el momento que viven.

La consciencia no está despierta y he venido a buscar el despertar de vuestra consciencia. 

A muchos Yo les entregué tesoros incalculables, pero otros recibieron las migajas de Mi pan, y en ellos Yo he visto el valor que le han dado. No estoy desmereciendo a ninguna consciencia. Esto es solo una parábola para que Me puedan entender, porque será de esa forma que Me podrán escuchar, delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

A otros, les entregué Mis perlas más preciosas ¿Dónde han quedado esos tesoros? ¿Cómo los han guardado dentro de ustedes? Los tesoros son los talentos y no las destrezas de vuestras mentes.

La mente de la humanidad está muerta. No es necesario que ustedes crean en Mí, solo vean a vuestro alrededor para comprender cómo está el mundo, lo que ha hecho la mente de la humanidad en desunión con Dios, el Padre Celestial.

La Mente Divina es la sabiduría infinita que va más allá de las formas y de todas las estructuras. La mente se sustenta en el amor, porque si la mente no vive en el amor, rápidamente empobrece.

Yo vengo a enseñarles, en el fin de los tiempos, el camino del corazón. Muchos de ustedes ya lo recorrieron. ¡Ay de aquellos que no lo hicieron por querer estar en la comodidad!

Mi Escuela es única ante el universo. Yo vengo a quebrar las barreras de las superestructuras. Necesito que sean polvo para que después sean vida, porque del polvo han venido a esta vida material. Así, Mi Padre los creó a Su imagen y semejanza y sembró, en el corazón de todos, la esencia del amor para que, a través de los aprendizajes y de las experiencias, todos tuvieran la oportunidad de conocer el Amor de Dios.

Pero algunos están saliendo de Mi Gran Escuela, de la Escuela de la Cristificación que no tiene formas ni estructuras, que solamente está llena del puro sentimiento del Amor, del Amor de Dios, del Amor de Abba.

Yo no los puedo detener. Ustedes son libres desde vuestro nacimiento. Vuestros caminos son tan libres como el de las aves. Yo Soy aquel viento que viene a vuestro encuentro, esa fuerte corriente poderosa que viene a conducirlos por un solo camino de verdad.

He venido a buscar esto de la humanidad, desde el principio, desde el momento en el que Yo estuve entre ustedes como Jesús de Nazaret. 

De los doce apóstoles, solo once consiguieron seguirme. ¿Alguna vez se preguntaron por qué  sucedió esto, más allá de la Divina Voluntad de Mi Padre? ¿Qué fue lo que aconteció en Judas para entregar a Dios en las manos de la muerte? ¿Se preguntaron esto? ¿Sintieron Mi Evangelio, más allá de leerlo? 

Las llaves ya fueron reveladas al mundo. El tiempo está terminando y el reloj de Mi Padre marca un nuevo encuentro dentro del gran tiempo universal. Están siendo llamados a cruzar el portal, el portal del corazón, el portal de la humildad.

Hay algunos de ustedes que se están quedando atrás. Recuerden que son más libres que las aves. No vengo a traerles temor, sino crecimiento interior para que vuestras mentes y vidas abandonen las estructuras, para que pueda morar el único modelo de Dios. Pero eso no será forzado en aquellos que no lo quieran vivir. Así como en Kibeho, no podrán decir que no escucharon al Señor.

Delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en esta Santísima Trinidad, en la cual hoy fueron colocados por Misericordia, les revelo esta que es Mi Petición.

Yo los llamo a vivir algo nuevo, algo desconocido, distante de vuestra vida material. Yo los llamo a vivir la vida del espíritu que no está moldeada por estructuras, sino por la gran consciencia del corazón. Muchos son llamados a buscar esta meta, pero ustedes son regidos por las Leyes y, cada vez que deciden delante de Mí, solo debo esperar.

Delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es Mi Amor misericordioso y piadoso que los congrega, que entiende todas vuestras deudas porque es el Amor que se expande en el universo para abrir las puertas de la redención.

Mi Misericordia es para el mundo, para los valientes y los decididos. Mi Misericordia también es Justicia, pues hoy llevo sobre Mi Mano, la balanza de la Ley, para que puedan ver delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que un ciclo termina después de ocho años de estar con Mi Santa Madre, la Madre del Universo.

¿Se han dado cuenta, compañeros, que ya hicieron el camino del infinito? Ese infinito este año se completa en la humanidad y en esta parte de este planeta sagrado. Ustedes están dentro del principal infinito de la Ley. Fueron convocados por Mi Madre para vivir esto, para atraer a los rebaños hacia Mi Corazón. Rebaños dispersos, solitarios y perdidos. Detrás de ustedes hay una responsabilidad espiritual, más allá de la cruz que Mi Dios les entregó.

Yo vengo a hacerlos madurar, así como Yo maduré en el Getsemaní, soportando los martirios internos de toda la humanidad. Vuestra responsabilidad es semejante a la Mía. Así lo es para muchas almas en el mundo que fueron llamadas por Mí para vivir en este camino, en nombre de aquellos que no lo viven y que nunca lo vivirán, por tener su propia libertad.

Yo vengo a entregarles el Amor, más allá de vuestras estructuras. Han visto Mi Amor, conocieron Mi Amor y sintieron Mi Amor a través de estos tiempos. Pero ustedes le deben mucho a Mi Dios. Mi Misericordia es infinita, por eso Él todo lo permite.

Hoy le hablo incluso a vuestras células, pues ellas también son llamadas a vivir el cambio, cuando busquen solamente Mi unidad.

Sean dignos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo para vivir la nueva fase de la Tierra.

Ustedes deben estar prontos para no estar más juntos, pues Mi Padre es el que presenta el Propósito y así se cumple Su Voluntad universal en los tiempos que vendrán.

Yo los preparé, hasta ahora, para que recorran los caminos y aprendan a vivir del amor y de la verdad.

Yo les derramo la bendición del Padre Abba, del Hijo Jesucristo y de la Santísima Madre del Espíritu Santo para que se cumpla la mejor voluntad en los tiempos que llegarán. Quien Me sigue, Me sabrá entender. 

En medio de la tribulación y del caos, Mi Luz siempre brillará.

Les agradezco.

Les dejo Mi energía de Amor para que la adoren por algunos minutos.

Vayan en paz.

 

Oración: Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 7, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Emmanuel los escucha con Su profundo sentimiento de Amor y de Verdad.

La balanza de la Justicia está siendo equilibrada para algunas partes del mundo, en donde falta la paz y principalmente Mi Misericordia.

Como Ángel Solar les traigo lo que existe en el Reino de los Cielos, aquello que es más puro, entre todo lo que existe de puro en este Reino.

Y para cerrar este séptimo día, recemos, así como han venido haciéndolo en estos días.
Toda la Orden a los pies de Mi altar. Podrán quedar de pie aquellos que no puedan arrodillarse ante Mi Trono. La reverencia nace del espíritu y no de la materia. El espíritu es colmado por la Luz de Dios y así se vivifican en Su Amor. 

Nuestro Señor pide a la Orden, rezar la oración que el ángel nos enseñó en Fátima, la oración de reparación, cuando Él lo indique.

Mientras tanto, compañeros, vean a Emmanuel aquí presente, en Su emanación más profunda, a través de Su Hijo amado que manifiesta Su Poder, Su Manantial y Su Amor para esta Tierra comprometida con las insignias del mal.

Reparación es lo que muchas almas necesitan para alcanzar la redención. Sin la reparación no habrá cura y la cura nace del Amor, y es el Amor el que repara todas las cosas profundas de las almas.

El fin se está aproximando. El Omega se está dibujando en el Universo Sideral. Esa es la señal visible de un gran cambio que llevará a la humanidad a un cambio en la consciencia, permanente y continuo, sin detenimientos, más allá de las horas y del tiempo.

Es la gran mudanza interior en los corazones abiertos, que viven en el Señor, que moran en Su Espíritu y que trascienden los tiempos sin que nada los lastime y los aleje de Dios. Pues es la comunión profunda que los llevará a la Paz.

Recemos, compañeros, la hora lo está marcando. Aquellos que no saben la oración, que se unan a través del corazón, a la gran vertiente que abriré en este séptimo día.

¡Oh! Señor amado,
¡oh! Cristo amado,
acepta nuestra reparación a través de nuestro amor,
de nuestra entrega y de nuestra oración,
para que Tu Corazón flagelado, Señor,
sea aliviado por nuestra devoción a Ti.
Amén. 
(se repite siete veces)

Eleven a Dios vuestras plegarias e intercedan amorosamente por esta humanidad dormida, que precisa despertar al espíritu de la redención.

Liberados de las faltas y de los pecados, durante estos siete últimos días, sean dignos en el Señor para recibir nuevamente Su Gracia.

Y así preparados y dispuestos a enfrentar el fin de los tiempos, podrán ayudar a todos aquellos hermanos que necesitarán de vuestras manos y oraciones. Esto será un signo visible para todos y eso demostrará que el final llegó.

Emmanuel es la fuente de todas las causas justas para este Universo. De Su Corazón nace la Verdad y esa Verdad se proporciona para todos los cielos de este Universo, hasta que llega aquí, a vuestro plano en esta vida material y así muchas almas reconocen Su Voluntad.

Pero cuando la mayoría de esta humanidad está desconectada de esa Verdad de Emmanuel otros son los caminos que se recorren. No son los caminos del Señor, las almas se distancian del propósito y van perdiendo la fuerza de su luz interior.
Por esta razón, Mis compañeros, Mi Dios me envió al mundo; y Dios se manifestó ante ustedes en Cuerpo, Alma y Corazón. Lo flagelaron, lo martirizaron y lo humillaron, pero esto fue así para salvar a toda esta raza.

Muchos de los que hoy no están aquí y que serán testigos de que Yo he estado aquí, cuando conozcan Mi mensaje, agradecerán y se arrepentirán por haber perdido el tiempo y haberle dado las espaldas al Universo que los acoge y los llama a la redención.

Pero el Padre los necesita fuertes y purificados porque las señales vendrán una detrás de otra y, para ese momento, no habrá más tiempo que esperar.

De la fuente de esa Justicia nace el Omega y ese es el símbolo predestinado para el mundo, el que cerrará una etapa al final de la purificación para dar comienzo a otro ciclo, a una nueva Tierra liberada de todo mal.

Pero para que eso sea posible, compañeros, el esfuerzo será grande. La exigencia también lo será. Muchos darán todo para alcanzar esa meta, hasta sus propias vidas, como muchos lo hicieron en el pasado para mantener el equilibrio de la humanidad.

Pero no deberán pensar en esas cosas. Vuestro Señor es la verdadera existencia, debe ser la aspiración de vuestra confianza para que las bases sean construidas verdaderamente y ningún pilar quede torcido, para que el Templo de la Luz, en rectitud y armonía, se pueda elevar ante el Señor, vuestro Dios.

El suelo de vuestros pies deberá ser removido. La Tierra temblará porque dará el grito en el momento de su gran parto. Y allí los seres de la Luz se congregarán alrededor del Omega para dar inicio a la ceremonia final. Y verán brillar en algunos puntos de la Tierra luces protectoras que colmarán a las almas de un espíritu desconocido, de una fuerza desconocida que los fortalecerá y los llevará a la paz, delante de todas las cosas. Y eso servirá de apoyo para muchos corazones que no están destinados a servirse de esa Luz Mayor.

Ahora recuerden, compañeros, la Fuente de la Santa Justicia. Hoy, vuestro Señor, Cristo Jesús, revela a todos la esencia del tiempo final.

No piensen en vuestras familias y en vuestros hijos, pues si en verdad entregaron sus vidas a Mi Corazón, ¿qué deberán temer?, ¿acaso ya no son parte de Mi insondable Misericordia?

En los momentos difíciles deberán recordarme y allí más que nunca, compañeros, las virtudes y los dones que Yo les entregué en estos días, invisibles a vuestros ojos, deberán estar disponibles para el servicio al planeta. No será necesario gritar por las cosas que verán ni tampoco dividirse a través de vuestros fundamentos.

Recuerden buscar la esencia de la humildad que Yo les enseñé, esa es la verdadera casa invencible y fuerte, que no será destruida por el mal. Construyan en vuestras bases la esencia de la humildad, para que el templo sea erguido correctamente y ningún viento mayor a vuestra fortaleza los pueda derribar.

Así, Yo podré entrar a vuestros templos como muchas veces lo vengo haciendo para ayudar a las almas a la liberación.

Canten a Emmanuel, vuestro Padre Eterno. A través de Mi Corazón, Él escucha las ofertas de los simples, cuando la emanación interior nace de verdad desde el corazón de cada ser.

Canción: Emmanuel Padre-Madre Creador.

Cuando ustedes cantan, no solo las puertas del Universo se abren. Las almas son colmadas de un espíritu desconocido, al cual aman mucho desde el principio de su nacimiento. Ese espíritu es el del Amor, fortaleza invencible para los tiempos de caos.

En este séptimo día, compañeros, Mi última bendición será junto a los apóstoles, instituyendo en este pequeño espacio Mi Cenáculo Sagrado, en donde la imagen del Sagrado Corazón deberá ser erguida. Y así muchos recordarán que Yo estuve aquí entre ustedes, no solo caminando entre los naranjos, visitando vuestras almas, consolando vuestros sufrimientos y dando vida a lo que estaba muerto.

Si el Sagrado Corazón estuviera aquí presente como imagen y como luz, aquí encontrarán un lugar de alivio junto a la casa de Mi Madre y a la ermita de San Miguel.
El Universo les dona tres espacios espirituales y profundos, para que en esta vida material puedan encontrar la ayuda que tanto buscan. La cura siempre se dará en vuestro interior y así el cuerpo enfermo se curará.

Realicen ahora el camino correcto. Curen las cosas profundas. Libérense de vuestros seres y así hallarán la paz en este manantial que hoy dejo abierto para todos.
Sepan que en este lugar humilde, pequeño y simple, donde hoy se encuentra este altar estará Mi Presencia, el latir de Mi Corazón, no solo para este país que tanto le debe al Señor, sino para toda esta región de América.

Pero si vuestros espíritus se coligan con Mi Presencia aquí, a pesar de donde se encuentren, amigos Míos, Yo iré hacia vuestros hogares creando un puente de luz, desde aquí hacia vuestros hogares. Les derramaré Mis Gracias, siempre y cuando las necesiten.

Los tiempos de prueba llegarán, por eso les dono un pedacito del Cielo que se deposita en este lugar a través de Mi Corazón Sacratísimo. Este será el recinto del Rey, Aquel que no gobierna solamente en los corazones simples. Ese es el verdadero Rey.

A través de Mis Palabras e instrucciones, he consagrado todos los elementos. Y así como lo hicieron durante estos días de oración de Misericordia, invito a todos los fieles y congregados a que eleven sus rosarios para que lleven esta, Mi Luz, la Luz de Dios hacia donde vayan.

Recuerden que todo se distribuye con amor y caridad, sin manipulación ni poder porque así mi Luz no actuará. La sinceridad de vuestro corazón marcará el camino para llevar Mi Luz al mundo.

Agradezcan a Dios por este encuentro final y como el sol que brilla en esta galaxia, aquel que los alumbra hace muchos siglos y eras, hoy, derramo ese Sol que es la presencia de Mi Corazón, código perfecto para la salvación de las almas, cura profunda de las almas heridas, liberación de los espíritus perdidos y Misericordia para toda la humanidad.

Bajo el poder que Dios me concedió, en la base de la fe y la confianza de vuestras vidas, Yo los bendigo y los absuelvo de todo pecado para que no pequen más, se transformen y se conviertan en comunión perfecta con Mi Corazón.

Recuerden que siempre los perdonaré, pero el tiempo de la justicia está llegando y el manantial de Mi Misericordia se recoge. Beban de esa Fuente Mayor. Sumérjanse en ese Océano de Gracias pues la puerta se está cerrando.

Bajo los ángeles del Señor, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ahora, hermanos, coloquen vuestros rosarios sobre las palmas de las manos.

¡Oh! Sangre de Cristo,
derramada sobre el mundo,
purifica nuestra alma,
alivia nuestro corazón.
Ten piedad de nosotros, Señor.
(se repite tres veces)

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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