APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Por la Sagrada Sábana,
que envolvió y transfiguró a Jesús,
restáuranos, Señor.
Amén.
(ocho veces)

Quiero que recuerden, todos los días de su vida, lo que su Maestro y Señor vivió y padeció por ustedes.

No solo quiero que den honor a Mi Pasión, sino que den gloria y reconocimiento a los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús.

Porque les vuelvo a decir, como les he dicho muchas veces, que en Mi experiencia vivida en la Tierra existe todo el Legado que la humanidad necesita para poder redimirse y cristificarse.

Hoy, de manera especial y hasta diría de manera extraordinaria, les vuelvo a traer el poder del Santo Sudario, porque la humanidad necesita de ese Santo Sudario para poder curarse y sanarse.

Mi Corazón, rebasado de Misericordia, no puede soportar el sufrimiento de las almas, especialmente de las almas que sufren en su cuerpo físico.

Cuenten con Mi oración, ante el Padre Celestial, por todos aquellos que en estos tiempos sufren y padecen enfermedades. Pero les aseguro que la peor enfermedad, en este mundo, es la indiferencia al sufrimiento de los desprotegidos y desamparados.

Quiero curar, en este tiempo y por medio de Mi Misericordia, a todas las almas que viven la indiferencia, que pierden la sensibilidad y hasta pierden la memoria de lo que es amar. A todas esas almas apartadas de Dios, hoy les coloco Mi Santo Sudario, así como también lo coloco sobre cada uno de ustedes.

Fue esa humilde pero poderosa Sábana que Mi Santa Madre y las santas mujeres utilizaron para envolver Mi dolorido Cuerpo, Mi Cuerpo martirizado y ultrajado por los pecados del mundo.

Hoy, su Redentor viene a golpear, viene a abrir la puerta de sus sepulcros internos para que puedan resucitar en espíritu.

Por el poder de Mis Llagas, por la Luz de Mi Preciosa Sangre, hoy vengo a ofrecer lo más íntimo de Mi Ser y de Mi Consciencia, a fin de que las almas se curen internamente, para que la cura externa sea una realidad.

Si las personas no curan sus almas no podrán curar sus cuerpos. 

En el Universo de Mi Padre, está todo lo que necesitan y un poco más. Pero como Mi Madre les ha dicho en el último Mensaje, la Creación no fue reconocida por el hombre de la Tierra, la abundancia que Dios les entregó no fue reconocida.

Hemos decidido, queridos compañeros, que su Maestro y Señor hoy les traiga el poder del Santo Sudario para que, envueltos espiritualmente por él, no solo sus almas, sino también sus corazones se puedan sanar.

Para que esto sea posible, los invito a ingresar a Mi dimensión, a través de este sentimiento de amor que une sus corazones con el Mío.

Y nuevamente les vuelvo a traer el momento del Santo Sepulcro, donde el ultrajado Cuerpo de su Señor fue colocado para que al tercer día resucitara. Su humanidad y planeta está en ese momento, entre la muerte y la resurrección. Están entre los tres grandes momentos de oscuridad.

Mi Luz viene a su encuentro para traer sabiduría, discernimiento y paz, para que sepan atravesar estas tinieblas del fin de los tiempos y nunca se olviden de que más allá de todo y por encima de todo está Dios.

Por eso, vuelvan ingresar a través de Mi Corazón en el momento del Santo Sepulcro de su Señor, para que puedan contemplar que también, más allá del sufrimiento, el amor tiene el poder de curarlo todo y de sanarlo todo. 

Quiero que hoy se puedan sentir muy cerca del Sepulcro de su Maestro y Señor para que no solo recuerden lo que Él vivió por ustedes, sino también para que puedan sentir lo que sintieron las santas mujeres y Mi Madre Celestial.

Pero hoy, en ese Sepulcro, ya no está el Cuerpo de su Señor; está el cuerpo único de esta raza humana, que se comprende como la consciencia de este planeta. El alma de este planeta está en el Sepulcro, viviendo su momento más doloroso, pero desconocido. 

¿Qué harían ustedes ante esta situación? 

¿Harían lo mismo que hicieron las santas mujeres y Mi Madre? 

Es momento de curar las heridas de este planeta, y para curar las heridas de este planeta primero hay que curar a la humanidad. 

¿Por qué la situación de esta pandemia no parece tener solución? 

¿Dónde está la llave que ninguno está viendo?, llave poderosa y maestra que está delante de ustedes para que la puedan tomar y abrir las puertas del universo para el descenso de la Cura Cósmica.

Y Yo, su Maestro, su Amor, su Vida, su Camino, pero también su Verdad, está como intermediario, en el Gobierno de este universo, entre el Cielo y la Tierra, para poder interceder por la humanidad.

Entonces, compañeros, curen el alma de este planeta, primero curándose a ustedes mismos del odio, de la mentira, del falso poder, de la apropiación, de la vanidad, de la falta de humildad, de la falta de fraternidad, hasta de la falta de adhesión.

Curen sus seres de todas estas energías. No lo conseguirán de un día para el otro; pero si lo intentan, todos los días, sabrán cómo superarlo. 

Por eso, hoy traigo entre Mis Brazos este Santo Sudario, la Sábana que envolvió el Flagelado Cuerpo de Jesús; Sábana que tiene grabada la imagen del Cuerpo Herido de Cristo para que esta humanidad y las futuras generaciones recuerden, para siempre, lo que un ser humano, al igual que ustedes, vivió y padeció hace más de dos mil años, tan solo por Amor, para que eso nunca más se repitiera en ninguna otra persona.

Pero, aunque exista el Santo Sudario, aún la humanidad no ha accedido a la Ciencia Divina que él guarda.

¿Pensaron, en algún momento, qué significaría para cada uno de ustedes poder tocar la Preciosa Sangre de Jesús?

Recuerden, compañeros y compañeras, lo que vivieron Conmigo hace más de dos mil años. 

Todos ustedes estuvieron en aquel tiempo presentes, algunos con más consciencia y otros con menos consciencia. Pero vean cuán grande es la Misericordia de Dios que, aunque el Hijo de Dios se haya entregado en la Cruz, todos estuvieron presentes y, a través de los tiempos, supieron de la Presencia de Cristo, así como fue en las primeras comunidades cristianas.

Ustedes, hoy son una prolongación, una extensión, hasta aun una proyección y una continuación de ese espíritu de las comunidades cristianas. 

¿Quiénes se abrirán internamente para formar parte de ellas? 

Porque Mi Comunidad Espiritual es Universal y, a través de esas comunidades que están presentes a lo largo y ancho del planeta, fortalezco, en todos Mis hijos, la Consciencia de Mi Cuerpo Místico, porque también el Cuerpo Místico de Cristo será un gran espejo, una gran herramienta a ser utilizada para el Retorno de Cristo.

Hoy deseo que ante este sepulcro de la consciencia del planeta no solo contemplen sus propias miserias, que no se coloquen ustedes primeros ante la necesidad, sino que coloquen a sus hermanos en primer lugar, a los más indigentes, a los más sufridores, a los más descartados, a los más repudiados, a los más hambrientos, a los más desconsolados, a los más enfermos, a los asesinos.

Todos necesitan ser envueltos por el poder del Santo Sudario de Jesús para que al menos una mínima parte de esta humanidad se pueda curar, y la cadena interminable de sufrimiento sea quebrada para que surja la Luz del espíritu en todas las almas, impulsada por el Espíritu Consolador del Redentor.

Y así, curando el alma de este planeta, podrán curar a las almas de esta humanidad, las que necesitan de mucha oración para poder salvarse.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a hacer la siguiente oración, a pedido de Jesús, frase a frase. Haciendo nuestra oferta ante el Sagrado Corazón de Jesús, para que el poder de Su Santo Sudario envuelva, cure y redima a todas las almas posibles:

¡Oh, Santo Sudario de Jesús!,
Luz Insondable de Resurrección,
repara cada célula de nuestra consciencia. 
Amén. 
(tres veces)

 

Vayan en paz y recuerden que estoy muy atento a la voz de sus súplicas, porque aún la puerta de la amnistía espiritual de Mi Misericordia está abierta para el mundo, no lo olviden.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ya se escucha el eco de las flautas indígenas de Norteamérica, y ese eco resuena en el corazón del Gran Cañón del Colorado.

Ese eco invoca el pedido de liberación y de paz de uno de los pueblos más sagrados que fue víctima de la destrucción y de la persecución.

Pero llegará el Búfalo Blanco y reunirá en Su Espíritu a todos Sus descendientes.

El Gran Búfalo les mostrará la senda por donde los pies heridos de los pueblos del ayer caminarán hacia el encuentro del umbral de la Luz.

El eco de las flautas nativas fue escuchado, el Corazón del Sol se exalta, y Él envía a sus estrellas ancestrales para que la lluvia y las hierbas alimenten a los que quedaron desprotegidos en el ayer.

Así, la historia del río de las lágrimas se terminará y los pueblos nativos caminarán en dirección al amanecer de una Nueva Aurora.

La cura cósmica llegará a cada uno de ellos. Ya no se oirán en los valles los lamentos de los que fueron sometidos.

Madres, padres, ancianos y niños encontrarán en su camino de regreso el portal hacia sus orígenes, y las raíces sagradas de sus sabios contactos volverán a florecer como en la primavera.

El duro invierno de la oscuridad se retirará, porque llegará el Búfalo Blanco que los conducirá hacia la Tierra espiritual y prometida.

Y así serán uno con la Naturaleza y el Universo. Nunca más la alianza ancestral se romperá, porque a partir del próximo tiempo las flautas sonarán con ecos de devoción, reverencia y alabanza.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como un símbolo de paz coloquen sus cabezas debajo de Mis Manos para que Yo los pueda bendecir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy estoy aquí como Jesús Misericordioso para que recuerden la importancia de esta misión que el Padre le encomendó para el fin de los tiempos.

Ahora sientan Mi rayo blanco y Mi rayo rojo.

Yo soy la justificación y la sanación para las almas y, de la misma forma, Yo soy la Sangre que todo renueva y purifica.

En este segundo día, el segundo Trono de Dios se ha aproximado a través de Mi Sagrado Corazón y del Arcángel Rafael, que ha venido en Mi compañía para glorificar este momento y por la redención de la humanidad.

Mientras el Arcángel Rafael los contempla en nombre de todos los Padres Creadores, busquen unir vuestros espíritus a la esencia de la Cura cósmica que proviene de los Universos mayores, aquellos que tienen fe y fidelidad a los planos mayores, a los planos superiores de consciencia desde donde todo surge en la Creación.

Recemos para nuestro Padre, que está atento a la voz de todas las súplicas. Repitamos:

Amados Padres Creadores,
Esencias sublimes de Luz,
desciendan la Misericordia de Dios sobre el mundo
para que la raza entera alcance la redención
(7 veces)
Amén

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchamos trece campanadas a pedido de nuestro Señor.
 

Observen y sientan con amor todos los prodigios que Yo les traigo desde el Cielo, porque si en verdad las almas se sumergieran en Mi Misericordia, la maldad del mundo ya no existiría y no sería necesario sufrir.

Yo vine a ustedes a través de Mi encarnación en Tierra Santa. Nací como Luz de Dios para el mundo y derramé esa Luz de Dios para todos sin excepción.

Quiero que aprendan a beber de esa Fuente de Luz, que reúnen todos los Padres Creadores en el Universo y, que glorifican el Santo Nombre de Adonai eternamente.

Abracen esta oportunidad de redención y sientan, compañeros, cómo vuestras amarras se liberan, el pecado es purificado y la paz despierta en los corazones que escuchan Mi Voz.

Hoy vengo con la potestad de todo el Universo para el mundo entero y para las almas presentes y no presentes, visibles e invisibles, que necesitan encontrar la luz para poder abrir su corazón y reconocer la presencia del Rey que se hace visible entre las dimensiones, en cada esencia interior, que acoge con amor cada una de las palabras.

Hoy estoy como Jesús Misericordioso Solar. Traigo la sabiduría para todos, la consecuencia de poder cumplir con el Plan y de manifestar las obras de Mi Padre, así como están escritas en vuestros corazones y almas para esta tarea de fin de tiempo.

Ustedes, compañeros, tienen esta parte que cumplir. Otras almas deben hacer otra parte del Proyecto, que está intentando ser concretado a través del servicio de las almas que se donan a Mi Corazón por medio del despertar de los corazones, a la Sagrada Liberación Divina que los congrega.

Hoy vengo en la expresión infinita de Mi Misericordia y por la Misericordia de todos los Padres Creadores, los arcángeles, que intentan elevar este momento como una bendita ceremonia de purificación y de luz, de redención y de paz para todos los espíritus de la Tierra.

Así como Yo entré en Jerusalén y muchas cosas sucedieron, hoy Mi Padre concede a través del Corazón de Su Hijo Amado, un tiempo de paz en los corazones frustrados, en las almas que hacen las guerras y que desvían el Proyecto de Dios por sus acciones.

Hoy estoy aquí por todos, por cada uno de los hijos de Mi Padre, por los que Me responden y por los que no Me responden, por los que abrazan Mi llamado y por los que niegan Mi llamado, porque así Mi victoria se dará y Mi adversario será derrotado, cuando los corazones acepten Mi convocatoria. Está en ustedes el cambio del destino de todo el planeta, así como también está la responsabilidad en toda la humanidad.

Si doce consciencias que en el pasado estuvieron Conmigo consiguieron cambiar los acontecimientos de todo el planeta, ¿qué podrían hacer miles de ustedes, aferrados a Mi Fe, unidos a Mi Corazón, para que todo mal se extirpe en los corazones ignorantes que no ven la Luz?

Si cada uno cumple con su parte, a pesar de lo que suceda, no habrá por qué temer.

Den con amor todo lo que puedan dar y no se restrinjan, no cierren vuestros corazones ante las ofensas sino acojan vuestras lecciones como un acto de humildad y de pacificación, para que al fin, compañeros, la humanidad cumpla el nuevo patrón, la nueva vida sobre la Tierra en los corazones obedientes a Dios y a Su cambio.

Como fue en una Sagrada Semana anterior, conquistaré a siete intenciones, no para revelar la curiosidad y la propia voluntad sino para guiar a los espíritus hacia el Proyecto que Mi Padre tiene previsto para estos tiempos, a través de todas Sus jerarquías y criaturas, que se reúnen en el nombre de la Luz y de la Verdad.

Por eso prepararán, como una vez se los pedí, una cesta dorada para el día de mañana, escribirán vuestras intenciones. Y si pudieran dar un paso mayor, escriban la intención de vuestros hermanos, de vuestros familiares o conocidos y no las propias, así podrían estar en el escalón de la fraternidad y de la hermandad entre todos los seres, poniendo la atención en el que más necesita de una palabra de salvación.

Hasta el final de los días de este encuentro Yo rezaré por cada una de esas intenciones, porque es lo que se Me ha permitido. Y si confían en Mi Misericordia, esas intenciones se cumplirán y no habrá ningún nudo que se oponga a que todo se pueda concretar en el nombre de la Paz.

El Padre Eterno está presente a través de Mi Espíritu para que el mundo despierte a su gran llamado de redención y de conversión, de comunión con el Hijo Primogénito y con la Santísima Trinidad.

Hoy bendeciré los elementos, pero especialmente a los niños que han venido a Mi encuentro en nombre de todos los niños del mundo, especialmente de aquellos que son enterrados en los desiertos en esta hora aguda del planeta.

¿Será que ustedes, compañeros, por un instante sentirían Misericordia por esas cosas y no por ustedes mismos?

Yo necesito que caminen a Mi lado de otra forma y con otra perspectiva, haciendo madurar la consciencia y el corazón en la verdadera necesidad planetaria que Yo los invito a vivir Conmigo, como Mis apóstoles.

Tráiganme aquí el incienso para santificar la Mesa de Dios.

 Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo escucharemos Pater Noster, uniéndonos al Espíritu del Creador de todas las cosas.

Pater Noster...

A través de los elementos sagrados se encuentra la liberación de los caminos, se disuelven todas las amarras, se abren las puertas internas para que los corazones caminen en confianza hacia Dios y eleven su aspiración hacia lo Alto.

Esta Comunión de hoy, compañeros la ofreceremos por aquellos que deben ser consecuentes con el plan de evolución, y especialmente por los que más necesitan de una intercesión divina.

Mañana quisiera verlos a todos con velas en sus manos, pues Mi Luz debe materializarse frente a ustedes, para que así crean que Yo estoy presente en el nombre del Amor y de la Paz por los siglos de los siglos.

Hoy Mi Corazón glorifica vuestros corazones. Hoy Mi Amor colma a los que más necesitan del Amor de Dios y ese Amor hace reafirmar los votos en aquellos que dicen “sí” a la Voz del Maestro y a Su Sagrada Palabra.

Hoy necesito, compañeros, que sientan la Alegría de Mi Presencia, porque donde está Mi Alegría no está el mal.

En los más pequeños verán el ejemplo de la inocencia que Yo necesito de ustedes, para que pronto en conciencia y en el próximo mundo puedan entrar al Reino de los Cielos.

Mi Corazón se complacía ampliamente en los más pequeños, cuando Yo vivía aquí en el mundo entre ustedes. Mi Corazón se calmaba en los niños ante tanta adversidad; ellos son el regocijo de la nueva humanidad, es el espíritu de la pureza que nunca puede perderse en los hombres y en las mujeres de la Tierra.

Sean como niños y estarán en Mi Corazón, no con infantilidad sino con inocencia, con verdadera pureza y compasión por todos vuestros hermanos, así como ellos aman a todos los que ven en sus caminos.

Por eso hoy, también vengo al mundo desde el Universo de Mi Padre, trayendo esta buena nueva de que los más pequeños, en estos tiempos, son los que se ofertan de corazón para apoyar a la humanidad en esta transición. Busquen la unión con vuestro niño interior y curen el pasado para que él se pueda borrar de vuestra historia.

Mis Rayos de Misericordia permiten multiplicar todos los dones y todas las obras. En los niños, Yo también Me encuentro, dos veces, cuando juegan y cuando sonríen para los adultos.

Yo estoy en todas las cosas, así como Mi Padre está en todas las cosas, porque si así lo creen vivirán la verdad.

Mientras Me elevo en este día de bendición, cantaremos al Hijo Supremo, para que Su Gloria se expanda por los cuatro puntos de la tierra.

Repitamos:

Aleluya, aleluya, aleluya

Misericordia, Misericordia, Misericordia

Jesús yo confío en Ti.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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