APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 8, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Nos colocamos de pie para poder recibir a Nuestro Redentor.

Canción: Adoramos (en portugués).

¡Gloria a Dios en las Alturas, Paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad!

Podemos sentarnos.

Cuando Yo ascendí a los Cielos los Universos vivieron el estado de la iluminación porque fue el propio Dios, por medio de Su Hijo, que se hizo presente en el Universo para poder iluminar todo lo Creado.

Esa iluminación es parte de la Transfiguración de Jesús mediante la actuación de leyes desconocidas, que provienen de la Fuente de Mi Padre y que actuaron en ese momento para el despertar de la consciencia de la humanidad y de todos los seres creados, en este vasto e infinito Universo.

No solo fue su Mundo el partícipe de esa iluminación, sino todo el Universo y más allá de lo que se encuentra en él.

Esa iluminación que sucedió en el Universo, enseguida de la Ascensión de Su Maestro y Señor, permitió reencarnar en los hombres la Luz del Padre para que tuvieran la gracia de la Comunión Eterna con Él. Un Misterio aún no comprendido por la humanidad, sino un conocimiento vivido por los ángeles, que alaban y que glorifican al Padre eternamente.

Esa iluminación, de la cual hoy les hablo, también la alcanzaron algunos hombres de la Tierra e importantes siervas Mías, que a través de los tiempos y de las generaciones, pudieron traer a la Tierra la Luz de Dios.

Ejemplos vivos existen en la memoria de la humanidad. Seres humanos, como ustedes, alcanzaron el estado de la iluminación porque se animaron, a pesar de sus miedos, a vivir  la trascendencia y a confiar más allá de sus limitaciones o capacidades, a unirse profundamente a lo desconocido, a lo que vibra y actúa en el Universo Celestial.

Incienso.

Para que Leyes Sublimes desciendan a la Tierra, acciones corruptas deben ser transmutadas; las que están más allá de la capacidad de la mente humana pero que forman parte del error de esta raza, que debe alcanzar, algún día, la redención.

Hoy ofreceremos el incienso como un símbolo de la elevación de la consciencia y de la transmutación de las dimensiones inferiores de la Tierra, que impiden el obrar y la acción de Dios.

Pero, en esta hora todo es posible, porque la Luz de Cristo desciende a la Tierra y vivifica a los corazones en el Amor de Dios.

Mientras la Tierra estabiliza sus principios, Yo desciendo con el Conocimiento de Dios para abrazarlos, para hacerlos partícipes de la Ciencia de Dios a través de uno de los Dones del Espíritu Santo.

Eso los ayudará a ser consecuentes Conmigo en los tiempos que llegarán, en donde Mis Obras se deberán cumplir, más allá de los acontecimientos o de los desafíos, más allá de la consciencia humana.

Ustedes deben ser partícipes de Mis Designios, concretarlos y llevarlos adelante para que Mi Gracia permee a la Tierra y Mi Misericordia redima a los corazones perdidos. Solo a través de su ofrenda lo conseguiré. Solo a través de la donación de los corazones es que podré llegar al mundo entero y auxiliar a las almas necesitadas, a los corazones solitarios, a los que no tienen el amor de Dios.

Por eso, Yo los envío como a Mis apóstoles para que en la Tierra, en las naciones y en los pueblos den el testimonio del Amor de Dios en ustedes. No para evangelizar, sino para compartir el amor que Yo les he entregado en estos tiempos, amor que curará a la Tierra, amor que sanará heridas, amor que renovará a quien sea tocado por el Amor de Dios.

No les vengo a ofrecer una nueva Iglesia. Yo los vengo a invitar, en esta era y en este tiempo final, a entrar en la Iglesia Celestial de Dios, Templo del Corazón del Padre que puede morar en Sus hijos por medio de sus esencias.

Así honrarán a Dios Todopoderoso como Me han honrado hoy a Mí, y permitirán que Yo esté más cerca de ustedes en este tiempo, a pesar de los acontecimientos en la humanidad y en las naciones.

No me separaré de Mis apóstoles. No abandonaré a Mis seguidores, los haré dignos en el Señor, no solo por los Sacramentos, sino por el Espíritu del Padre que está en los Cielos y que los contempla con inmenso Amor.

La iluminación es un estado de transformación permanente que las almas deben alcanzar con su entrega y con su sacrificio. Esa iluminación los transmutará, a sí mismos, y la oración es un medio para ello.

El servicio es una puerta hacia la iluminación total. El despojamiento de sí es otro camino hacia la iluminación, a fin de que se entregue la propia voluntad para vivir la Voluntad Divina.

Muchos seres en la Tierra participaron de esos misterios y sin percibirlo alcanzaron, poco a poco, la iluminación en Dios. Ejemplos claros existen en la historia de su humanidad. Es tiempo de que sus células sean iluminadas y que sus aspectos más profundos sean redimidos porque así siempre alcanzarán la paz y vivirán el gran Misterio.

En estos últimos ocho días, sus almas vivieron muchas revelaciones, sus consciencias participaron de muchos acontecimientos, sus cuerpos inferiores recibieron una gran ayuda. Es tiempo de hacer valer todas esas Gracias y que sus consciencias no pierdan esos impulsos porque son los últimos, y no se repetirán jamás.

Aprovechen lo que Dios les entregó y que esto no sea una emoción pasajera, sino la responsabilidad de un espíritu y de una conciencia despierta en Dios, que comprende y sabe dónde debe estar y que entiende de lo que está participando y de lo que está atravesando en este ciclo agudo del planeta.

Así, compañeros, multiplicarán Mis Gracias por donde vayan o con quién estén. Serán Mis instrumentos y aprenderán a vivir día a día la obediencia, sin olvidarse del espíritu de la santa humildad y de la resignación permanente ante el Todopoderoso; alejándose de la soberbia, de la arrogancia, de la competencia y, sobretodo, de la maldad.

Quiero hacerlos puros en el amor, cristalinos como el agua, elevados como el Espíritu Santo.

Ya no hay más que decidir. Ya no hay tiempo para retroceder, es hora de caminar hacia la esperanza, para que la Tierra Prometida se manifieste en el planeta y los mil años de paz se establezcan y dejen de ser una promesa en la humanidad, sino una realidad consciente y presente en todos.

Sostengan al Planeta y a su raza, son muchos los que se autoconvocan, pero pocos los que Me siguen de verdad.

Mi rebaño debe ampliarse. Mi establo está abierto para todos. El Templo de Mi Corazón los espera y nunca les diré que no, porque sé lo que necesitan a su debido tiempo. Así participarán de la iluminación de la consciencia y no serán teorías en la mente humana; será algo que lo sentirán en su corazón, será vivo y resplandeciente, así como la Luz que les entrego, encuentro tras encuentro.

Hemos llegado al fin de un ciclo. El 2019 promete muchos desafíos y esforzados sacrificios, pero no le teman al esfuerzo, teman no hacer el esfuerzo correcto y no estar en el lugar correcto.

Cada uno de ustedes tiene su misión para cumplir en la Tierra. Cuando decidan obedecerme, absolutamente, es que los velos de la consciencia caerán y recordarán quiénes fueron, para qué han venido aquí, no solo para encarnar y vivir, sino para ser lo que deben ser, lo que Dios espera que sean. Porque si ustedes son lo que deben ser, sus hermanos también serán lo que deben ser.

Seremos muchos en este Comando Divino y Celestial, que viene a su encuentro del Cielo para abrir sus ojos y despertar como nunca antes despertaron.

No pierdan los tesoros que les entregué. No pierdan los impulsos de Luz que les derramé. Hagan reconocimiento de Mis Tesoros en los momentos más difíciles de sus vidas, en la prueba más dura de sus consciencias.

Recuerden estos momentos, porque solo recordándolos renacerán, sentirán Mi Paz y recobrarán la fuerza interior para seguir adelante, así como Yo seguí hasta el final, hasta la Cruz.

Nunca se olviden de adorar al Dios Todopoderoso. El mundo lo ofende, día a día, con su indiferencia y tibieza. Pero ustedes, que fueron llamados por Mí para transformar sus vidas en Mi Nombre y por Mi Nombre, hagan partícipes a sus hermanos de Mi Misericordia y así Mi Amor seguirá triunfando en la humanidad.

Antes de despedirme vengo, en este octavo día, a pedido del Padre Celestial, para consumar Mi sacrificio durante la Pasión, Muerte y Resurrección por medio de la Comunión.

Que sus corazones se alegren por estar entrando en este momento a Mi Iglesia Celestial.

El Cordero fue inmolado, pero Su Espíritu los renovó y los renovará de tiempo en tiempo.

Soplaré sobre estos aceites, a través de Mi Espíritu, para que las almas sean ungidas por el Amor de Dios y alcancen la cura que necesitan.

Ante el Todopoderoso, el Hijo y el Espíritu Santo; ante las potestades angélicas y arcangélicas; ante el Universo Creador y todos los seres de buena fe celebraremos esta Comunión en unión a todos los servidores de Cristo, presentes en la Tierra a través de los tiempos y hasta los días de hoy.

Nos arrodillamos.

“Santo Padre del Universo, que Tus Tesoros, Legados y Reliquias espirituales toquen por un momento a la Tierra y a toda su consciencia humana para que, por los méritos de la Pasión de Tu Hijo y por Su Gloriosa Ascensión, las almas caídas, perdidas y enfermas recobren la fuerza interior, la paz y la esperanza para sentirse merecedoras de Tu Reino."

Ante todas las religiones, culturas y pueblos; ante todas las lenguas y a pesar de cualquier condición superior o inferior, positiva o no positiva se constituya la transubstanciación de los elementos bajo los principios superiores del Arca de la Santa Alianza y de las Leyes Cósmicas que rigen a todos los Mundos y Universos. En nombre de la Fraternidad Universal que guía y acompaña a este mundo; en nombre de los arcángeles, creadores de todo lo que existe y vibra en este Universo, hoy celebraremos, bajo esas potestades superiores, el Sacramento de la Eucaristía". 

Recuerden este momento como si fuera la primera vez.

Yo les dije: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te adoramos y te bendecimos, Señor.

“Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que fue derramada por Su Redentor para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria”.

Te adoramos y te bendecimos, Señor.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Piedad cantará: Alabado sea Dios y Glorioso Su Reino, Aleluya, Aleluya...

"Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bienaventurados los invitados a servirse de este Sacramento, a fin de que la paz reine en el planeta y en la humanidad. Amén".

Quisiera estar más tiempo con el mundo, pero sé que Mis hijos y todos Mis seguidores necesitan comprender y reflexionar lo que vivieron durante esta Sagrada Semana.

De la misma forma que cuando Me elevé a los Cielos, es que hoy traigo el Poder de Dios, el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para derramarlo sobre el planeta, en todas las naciones, en todas las culturas, en todos los pueblos.

En este momento apareció al lado de Nuestro Señor, Nuestra Señora y San José.

Agradecemos.

Y los tres Sagrados Corazones se están uniendo, creando una Geometría Espiritual para ser colocada en la consciencia del planeta, la Sagrada Geometría de Dios que ilumina al mundo por medio del Amor y de la Verdad.

Agradezcamos por este momento. Llevemos nuestras manos al corazón y nos unimos íntimamente al Sagrado Corazón de Jesús, al Inmaculado Corazón de María y al Castísimo Corazón de San José. Sentimos el Amor de María, el Amor de San José.

En este ofrecimiento que Ellos hacen para el mundo, ante tanta adversidad y oscuridad, la Luz de Dios reina por medio de los Sagrados Corazones. Ante los Mensajeros Divinos y en el silencio de nuestro Corazón, hagamos la oferta para cada uno de Ellos.

Oración: Ave María.

“Venerable y Castísimo Corazón de San José,
obrero y siervo fiel del Padre Altísimo,
auxilia a la humanidad para que ella sea redimida
por la Gracia Misericordiosa de Cristo,
Rey del Universo. 
Amén”.

"Es todo por Ti Jesús, 
por Tu Insondable Misericordia, 
Amén". 

"Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos,
Amén".

Nos tomamos de las manos y ante los Tres Sagrados Corazones, en la Presencia del Altísimo y de Sus Coros Celestiales, repitamos la oración más poderosa que Jesús nos enseñó: Padre Nuestro (en arameo).

Cristo extiende Su Brazo y Su Mano para bendecirnos a todos, colocando Su otra Mano en el Corazón, como hizo en aquel tiempo.

Dejemos que nos podamos inundar por el espíritu de la gratitud y por la reverencia ante Dios y Sus Mensajeros.

Llevamos las manos al corazón y agradecemos nuevamente.

El año próximo, el 2020, Yo los esperaré aquí, no solo a ustedes, sino a sus hermanos, a todos aquellos que no pudieron estar aquí para ser partícipes de Mi Gracia, de la Misericordia de Dios.

Preparen el próximo año con mayor consciencia y colaboración. Todos deben construir la próxima Sagrada Semana para Su Señor, tendrán un año para hacerlo porque será la última, la última Sagrada Semana.

Que la Paz de Dios esté en sus corazones y esta Paz abrace al mundo entero, que renueve las vidas, que exalte a los corazones, que todos sean parte de la infinita Fraternidad de Dios. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En silencio y adoración, se darán el saludo de la Paz.

Les agradezco.

A pedido de Nuestro Señor vamos a hacer un cántico que muchos conocen, que se llama "A Ceia".

A pedido de Cristo vamos a hacer este tributo para Trigueirinho, haciendo una síntesis de esta historia que Trigueirinho fue generando a través de los tiempos para que el Maestro pudiera estar aquí, y en alabanza y gratitud vamos a hacer ese cántico. 

Enseguida iremos al intervalo, para administrar un importante Sacramento, que es el Sacramento de la Unción de los enfermos. Treinta y cinco hermanos fueron escogidos para ser ungidos por el aceite, que fue bendecido especialmente por Nuestro Señor para este ejercicio.

Cada uno de nosotros es invitado a acompañar a esos hermanos para que, espiritualmente,  pueda suceder lo que Cristo necesita que suceda.  

No podemos poner de pie.

Canción: La Cena (en portugués).

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL BALNEARIO EL CÓNDOR, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

No se dejen engañar, muchos dentro de Mi Iglesia usarán Mi Nombre para poder defenderse, pero el peso de sus faltas los dejará en el vacío del abismo, porque quedarán desnudos ante los ojos de todos.

Ustedes no deberán defenderse, porque ya lo dije una vez, por sus frutos los conocerán.

Quien siembre en Mi Tierra cosechará maravillosos frutos, pero quien siembre en su propia tierra tendrá frutos podridos.

Que nada los sorprenda, la Iglesia que una vez fundé en la Tierra está cayendo, porque sus cimientos están putrefactos por no haber buscado la fortaleza en Mi Corazón verdadero.

Pero no todo estará perdido, llegará la hora en que la humanidad conocerá a los últimos testigos y ellos no surgirán de la Iglesia aparentemente constituida.

Esos testigos serán los humildes de corazón, los que no tienen poder, autonomía ni prestigio.

Con Mi propia vara limpiaré la impura Iglesia de sus más graves pecados y cuando Yo retorne triunfará la Iglesia Celestial, la única que he enseñado.

Mientras tanto, los que siguen a Mi Iglesia que se arrepientan y no miren la paja en el ojo del prójimo; primero que se saquen la propia, porque ya lastimaron y ofendieron al Señor con cientos de niños inocentes que confiaron en Mis débiles sacerdotes.

Que Mi Iglesia no juzgue Mis otras Obras, porque el fuego de la purificación está llegando y a todo penetrará.

Mientras tanto, la nueva Iglesia, que no tiene nombre, ya navega en su barca, mar adentro, y nadie podrá detenerla.

¡Les agradezco por considerar Mis Palabras de corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 44.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy vengo para estar cerca de aquellos que han sido constantes Conmigo, dentro de Mi Plan de Amor y de Redención por la humanidad.

Hoy vengo para estar con los Míos, con los que más prefiero para Mi Plan, pues aquí debe alzarse la Nueva Iglesia, para que nuevas almas se congreguen, bajo el espíritu de la fe y del amor.

Yo Soy su Santo Corazón de Amor, Aquel que ha venido a dar todo por todos en esta hora crucial del planeta. Por eso a mi alrededor traigo al Universo, para que puedan contemplarlo en su interior, en lo que Yo llamo de “Cristo interno”.

Hoy vengo a pedirles, compañeros, que dejen emerger su Cristo interior en este momento; la Llama crística del amor, aquella que fue depositada por Dios desde sus orígenes. Nada más importa en este momento. Que este Cristo interior pueda aparecer y sea el que gobierne sus vidas, para conducirlos por el camino de la evolución y de la paz.

A través de la oración misericordiosa que hoy han realizado, Mi Sagrado Corazón ha estado más cerca de ustedes, más de lo que imaginan. Eso significa para Dios, en Su Propósito, que en los planos internos se está dibujando el Reino de Dios en aquellas criaturas que se han autoconvocado para vivirlo, por muchas, muchas más.

Coloquen sus manos en señal de recepción, para que hoy pueda sacramentarlos a todos, sabiendo que esta bendición es la máxima que Yo puedo entregar a Mis discípulos, después de todos los Sacramentos que he instituido en el mundo. Porque ante la presencia de su Rey, todo es posible.

Quiero que los consagrados se postren en reverencia, para pedir por la humanidad ingrata, por todos sus hermanos que aún no saben encontrar la redención; para que el gran portal de la Misericordia se abra para cada uno de ellos.

Hoy vengo con un símbolo importantísimo para el mundo: con el Santo Grial, aquel que recorrió muchos espacios de esta humanidad después de Mi Resurrección.

Fue vuestro Maestro del Amor el que convocó a Sus elegidos; más de setenta y dos, para llevar adelante esta misión, hasta que el Santo Grial llegara a uno de los rincones más olvidados del mundo, en donde Mi adversario nunca lo encontraría; en donde las almas, al final de los tiempos, podrían beber de esa majestuosa energía, que es Mi Sangre glorificada y divinizada.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Maestro en este momento está colocando el Santo Grial en levitación.

Fueron siete los escogidos para esta misión, que hoy están entre ustedes y llevan estampados en sus espíritus esa experiencia. Ellos los representaron a todos ustedes, para que en los tiempos de hoy, esta coyuntura pudiera darse, en este mismo instante, en esta misma hora y bajo la congruencia de muchas estrellas y planetas.

Es así que hoy también les muestro la vida universal en esta sagrada herramienta del Santo Grial, con la cual he pedido a todos los hombres, en los confines de la Tierra, que imitaran Mi última Cena.

En este sagrado instrumento de Luz se guarda el preciosísimo código transfigurador que es capaz de liberar la condición humana para siempre.

Quiero que ustedes comprendan este misterio, compañeros, que Mi Sagrado Corazón hoy hace levitar sobre sus consciencias.

En este Sagrado Cáliz se encuentra depositada la máxima expresión del Amor de Jesús, el hombre, y del Cristo vivo, como espíritu y divinidad.

Hoy los invito internamente a beber de esta sagrada Alianza, cada uno en su oportunidad, en su despertar y en su profunda adhesión.

Este es el Cáliz de la Reparación. Dichosos los que beben de él sin cansancio, porque nunca dejarán de ser renovados por Mis códigos crísticos de Amor.

Este es el Cáliz que ahora se encuentra en el norte del planeta, vibrando en luz por las almas y por todas las consciencias creadas a imagen y semejanza de Dios.

Este es el Cáliz de la Renovación y es depositado en las manos de los simples, en los corazones puros.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Ahora Jesús está mostrando cientos de ángeles que tienen cálices en sus manos, como si se hubieran multiplicado por mil. Sobre todo este escenario, aparecen esos ángeles, glorificando al Hijo de Dios.

Los ángeles están repitiendo una frase: "Aleluya, aleluya, Él está vivo en los redimidos".


Es así como Yo vengo también a partir el pan de la fraternidad, para que coman de él, en perfecta comunión, Mi Cuerpo glorificado y divino.

Ustedes han abierto las puertas para que esto suceda. Es la puerta de sus corazones la que todo lo permite, todo lo concede y todo lo renueva, hasta el fin de los días.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Ahora Jesús está con un libro abierto entre Sus Manos,un libro abierto. Y ha dejado el pan también en levitación, al lado del Cáliz.

Él está sobre un altar celestial, rodeado de luz blanca y celeste, rodeado por todos los ángeles. Él dijo que esos ángeles son nuestros ángeles de la Guarda, que lo están honrando, que lo están alabando.

Los ángeles están diciendo: "Santo es el Nombre del Señor, para siempre. Dichosos los que viven en Él, porque nunca perderán la esperanza, hasta que Él venga en Su Gloria. Todos los seres de la Tierra sean dignos de escuchar las trompetas del Cielo; aquellas que anunciaron la venida del glorioso Rey para todo el Universo".

Los ángeles piden que los corazones se abran ante tan majestuosa Presencia.: "Adonai está aquí y Yahvé ora por ustedes, ¡Aleluya, aleluya!"

Ahora pueden dejar de postrarse, pero sigan en la misma sintonía Conmigo, pues Mi Palabra no ha terminado. Dichosos serán los que la escuchan con los oídos del corazón, en donde se siembra la Obra y se realiza en el mundo por medio de todas las almas.

Quiero que, en paz, enciendan una vela. Traigan aquí las velas de la procesión para que Yo las bendiga para cada uno de sus hermanos. Y cada uno la encenderá en este momento, para que la Gloria de Dios y Su Reino desciendan a la Tierra.

Mientras espero, alabaremos el Nombre de Dios, a través del siguiente canto: “Desciende el Supremo Amor.”


Adonai, concede a Tus hijos la Luz del mundo, la luz del mundo que fue creada por Ti en el principio y desde lo profundo de Tu esencia. Tú,todo lo manifestaste.

Adonai, que esa Luz nunca se apague en tus hijos. Que siempre la sepan encontrar en su interior, para que ellos puedan vivir en Tu Gracia y en la plenitud eterna de Tu Amor.

Adonai, recibe la ofrenda de Tus hijos que nace de lo más íntimo de cada ser.

Recibe el amor de Tus criaturas para que el Plan en la Tierra sea renovado y todos cumplan con Tu Voluntad, hasta que Tú, Padre amado, indiques la hora de Mi Retorno, en donde Yo viviré entre Tus hijos para siempre; para seguir alabándote, exaltándote y adorándote, como todo el Universo Te adora.

Que esta Luz se multiplique en las almas de toda la Tierra.

Que cada alma pueda reconocer Tu camino para que nunca se sienta perdida en las manos del mal.

Te pido, Padre Santo, que separes a Mis discípulos de la perdición.

Que cada alma encuentre el auxilio en Mi Corazón, que por todos los tiempos se dona para que las consciencias no se sientan solas en el momento de su redención.

Deposita sobre las manos de Tus hijos, que hoy Te claman, los prodigios máximos de Tu Obra.

Que cada alma, con esta Gracia, se purifique, para que finalmente alcance Tu Paz y la alianza final con Tu Divino Espíritu.

Consagra cada corazón, así como cada corazón se ofrenda en este altar celestial que hoy muestro para los Míos.

Que sus ángeles de la Guarda guíen sus pasos definitivamente para que la humanidad, como raza, sea liberada de la indiferencia planetaria y reine el amor, reine la Misericordia; para que reine la paz en cada interior.

Padre, hoy Soy Tu Sacerdote. Ofrezco Mi Corazón por Tus hijos, porque sé que muchos más pueden confiar en Mí. Y aunque no tengan la Gracia de verme, tienen la Gracia de poder sentirme en su interior.

Que todos los seres del mundo, como los hijos que hoy están aquí, a Tus pies, amen la Voluntad divina y confíen en todo lo que les he mostrado, porque en lo oculto del espíritu, se revelará el propósito para esta humanidad. Que así sea.


Usarán estas velas que he consagrado hasta que se terminen y orarán con ellas todos los días, por la intención de un semejante o por algún Reino de la Naturaleza, que también sufre la esclavitud de la humanidad. Así aprenderán a amar todo lo que Dios ha creado desde el principio de este Cosmos, en donde surgió el Propósito Mayor para que todas las almas lo vivieran hasta el fin de sus días.

Recibo en Mi altar sus plegarias de estos dos días. Póstrense ante el Señor y descansen en Mis Brazos.

Confíen en que todo saldrá bien. No tengan miedo de ser probados, porque si Yo viví la prueba por ustedes, Yo vengo a enseñarles cómo poder vencerla a través del amor.

Hoy los dignifico ante el Padre.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Él está levantando Su Mano derecha, y colocando Su Mano izquierda sobre el Corazón. 

Los dignifico ante la Fuente Primordial para que retornen a Ella y así se cumpla el Proyecto Universal. Que así sea.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Los ángeles también se han postrado ante el Redentor. En Sus manos están las Llagas, casi cicatrizadas, pero se ve la carne de Sus Manos. De las Llagas sale luz. Su Corazón también se ilumina, como toda Su aura, más brillante que un sol.

Esta luz que hoy les muestro, es el Amor que Yo tengo por cada uno de ustedes, más allá de sus errores, de sus imperfecciones.

Yo fui quien dio la vida por ustedes. Seguiré dando Mi Vida hasta los últimos días, hasta que finalmente Yo sea en ustedes y ustedes en Mí.

Mientras consagro los elementos, hoy los bendeciré a cada uno de ustedes, como también a aquellos que los recibirán.

Quiero que Me canten una canción, que es universalmente ecuménica, en donde las almas pueden sentirse exaltadas en un profundo gozo, con sus ángeles de la Guarda.

Hoy vengo a decirles compañeros, que son más que dos y que a través de este Sacramento, no solo se cumple Mi Profecía; también son regenerados con la Fuente de Amor que se expresa a través de este Sacramento..

Nunca se cansen de alabar a Dios, así como lo hacen en este momento. Ustedes no imaginan cuántas penas se borran en sus corazones, cuántos sufrimientos son liberados cuando sus corazones se abren para reconocer el amor que palpita en todo el Universo. Sean dichosos por este amor y así vivirán la paz para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Mientras Me elevo, sigan cantando.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 7, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Paz sea en ustedes.

Que suenen treinta y tres campanadas anunciando Mi Retorno y Mi Resurrección en los corazones que estaban muertos.

Mi Reino es su Reino. Mi casa es su casa.

Yo no soy de este mundo, pero vine para salvarlo.

Dichosos de los corazones que se abrieron para escuchar Mi Voz, porque el Espíritu Santo está haciendo morada en esas almas en este día de resurrección de los espíritus que estaban caídos.

Eleven sus corazones hacia el Trono del Padre.

Que sus corazones se sientan glorificados y bienaventurados, porque la Promesa que fue escrita se está cumpliendo. Y los nuevos seres sobre la Tierra escribirán en el Libro de Luz las Palabras de Dios.

Glorifiquen al Padre en este momento.

Alabemos al Dios del Amor y de la Unidad.

Los supra universos vienen a este lugar.

Las estrellas y soles se congregan por un Plan Mayor, irradian sus rayos y sus luces sobre el mundo en este día.

Así están conociendo el Poder del Hijo de Dios, el cual viene a acogerlos y reunirlos en el nombre del Amor.

Glorifiquen al Dios de las Alturas, porque está enviando por segunda vez a Su Hijo a la Tierra.

Les pido nuevamente sean testigos de todo lo que han vivido en estos días, porque alguien lo deberá vivir también en un próximo tiempo, a través de todo lo que ha quedado sembrado en sus corazones.

Hoy Mi Corazón se enriquece por su amor.

Hoy Mi Corazón siente la paz de sus corazones, y las espinas que fueron retiradas de Mi sangriento Corazón durante estos siete días consecutivos.

Siervos de Mi Padre, amigos Míos, no comprenderán lo que esto significa, pero los sigo invitando a que amen lo invisible, allí está el verdadero Plan del Padre para este mundo.

Los Reinos se abren ante sus ojos y corazones, para que las Palabras de Luz sean sembradas en sus esencias y las Leyes se cumplan en los corazones que están pobres, que han quedado sin Dios y sin el Amor. Por eso ustedes son los llamados apóstoles del nuevo tiempo.

Sus consciencias son reunidas en este ciclo de Apocalipsis, para cumplir con lo que está en la Escritura.

Muchos han entendido que eso sucedería en otras religiones. Pero Yo vengo nuevamente a los más simples, como Yo fui simple entre ustedes desde el principio.

Hoy les entrego Mi humildad y Mi pacificación, pilares importantes para poder sustentarse en este fin de tiempo. En el Amor podrán vivir las Leyes que el Señor espera en ustedes.

Yo los necesito todo el tiempo disponibles y abiertos para escucharme.

No podré decirles cuando retornaré por tantos días seguidos.

Que sus células sientan grabadas los códigos de Mi Luz, Mi Luz Crística y Redentora.

Con Amor y Misericordia he compartido el Espíritu de Mi Sangre Divina. Derramé el Agua que nació de Mi Costado sobre sus seres, para poder preparar sus consciencias hacia lo nuevo.

Pero de todos los que fueron llamados, sé que pocos Me responderán.

En un pequeño Cenáculo Yo regresaré, y los más simples Me esperarán para la nueva Cena, donde Yo volveré a compartir el Pan de Vida y la Sangre que transfigura sus cuerpos.

Sírvanse de este Misterio tan infinito, amen este Misterio tan infinito,  así podrán ingresar a lo que Yo necesito que ingresen. Que sus moradas sean templos para Dios, donde se viva la Ley, la Unidad y el Amor.

Sientan Mi Paz en este momento y únanse a Mí, como en el primer día; pero en el término de este día, intentaré hacer algo más con ustedes. Ábranse para eso que es desconocido a sus ojos y que no tiene ninguna respuesta para sus mentes.

Mi Espíritu ya es omnipresente y poderoso, y Él se proyecta sobre diferentes partes de la Tierra para congregar a los que se han olvidado del Padre, que vinieron a cumplir con esta parte del Proyecto de Dios. Pero hoy quiero en alegría y en gloria, comulgar con ustedes, que reciban nuevamente, a través de esta Comunión, Mi símbolo de paz.

Alégrense, porque vuestros corazones comulgarán de Mi Cuerpo Glorificado y beberán de la Sangre de la Redención.

Recuerden que cuando estén delante de estos elementos sagrados, están delante de la Presencia de Dios. Por eso cuiden lo que les ha sido entregado con tanto Amor.

Muchos desearían recibir este don tan especial, esta Gracia suprema que desciende directamente a sus corazones, sin ningún intermediario, solo a través de Mi Corazón Misericordioso.

¿Saben lo que esto significa para este tiempo actual?

Pero, nuevamente, vengo a recordarles la importancia de vivir Mi Evangelio, porque delante de todo lo que han recibido hace tantos años ya están preparados para ayudar a sus semejantes, para asumir tareas maduras y conscientes y propagar sobre todos los lugares de la Tierra la Paz de Cristo.

Los ciento cuarenta y cuatro mil ya no son una teoría. Yo vengo a revelar ese Misterio que muchos no conocen. Los ciento cuarenta y cuatro mil están siendo llamados desde los cuatro puntos de la Tierra.

Y se están congregando las viejas tribus de Jerusalén, para un tiempo actual y necesario, en donde se necesita del amor y de la disposición, para que todos se unan a través del Amor de Cristo y permitan cumplir el Plan del Padre, como mediadores sobre la Tierra.

Yo los llamo para esta tarea mayor. Únanse primero a Mi Espíritu paternal, y a su tiempo Yo diré todas las cosas que deseo.

Ahora vengo fuera de Mi Iglesia, porque todos son merecedores de Mi Divina Misericordia. Por eso vengo a hablar en este fin, del principio de Mi Iglesia, de la Iglesia interior, que muchos han dejado atrás por vivir en la iglesia exterior.

El Espíritu de Mi Padre es la gran Iglesia en sus corazones, que deberá elevarse hacia los Universos de Luz, para que después de esta vida terrenal, encuentren la vida eterna y el paraíso, consciencias supremas que existen sobre este universo, donde muchos son moradores, santos y bienaventurados que trabajan por este Plan Mayor e Infinito.

Dios me ha instituido como el Omega y también como el Alfa. Yo abrí la puerta de la liberación para ustedes en el principio de Mi venida a la Tierra como el Mesías; ahora Yo cerraré la puerta para el mal, pero será necesario que existan apóstoles dispuestos a seguirme.

Yo siempre escucharé sus sinceras peticiones.

La nueva Iglesia de Mi Corazón deberá erguirse en las esencias de sus corazones, para que ellas glorifiquen a Dios a través de la oración y de la unidad.

Este es Mi importante mensaje para la humanidad de hoy, busquen la Iglesia interior, el Templo verdadero del Único y del Supremo. Vuélvanse hacia adentro por tan solo un instante, y observen como está su iglesia interior. ¿Está abandonada? ¿Le falta Luz o Amor? ¿Dónde está la semilla que Dios les dejó a través de Mí? Busquen dentro de ustedes lo que aún no han encontrado. En el centro de sus corazones se encuentra la respuesta.

No se sientan perturbados ni solos, porque cuando el tiempo de la tribulación descienda sobre esta humanidad actual, y aunque los demonios hagan adversidades sobre los cuerpos de los seres humanos, el Hijo de Dios descenderá con Su Poder, derramando Gracias y Misericordia sobre los caídos, cerrando los infiernos que abre esta humanidad, la falta de consciencia en todo lo que hacen.

Yo los vendré a resucitar de nuevo en el espíritu y verán a sus antepasados en la Gloria de Dios, pronunciando la promesa al pueblo de Israel, la cual, hasta los días de hoy, no viven ni creen, y verán en las estrellas del Cosmos a los grandes maestros, donde enviarán el Espíritu de Dios para que fecunde la paz y todos serán uno ante los ojos de Mi Padre y todo lo que no ha ido bien a lo largo de los siglos, será destruido por la fuerza de Mi Amor poderoso.

Me verán venir entre las nubes y las estrellas, y muchos Me podrán encontrar en el corazón, porque sintonizarán Mi Clave Cósmica, aquella que Yo pronunciaré de nuevo para la Tierra, que transformará a la humanidad, a los continentes y a los Reinos de la Naturaleza.

Y el Hijo de Dios, bajo la autoridad de Su Supremo, reinará entre las almas para siempre. Y el Reino de Dios será verdadero sobre la Tierra, dejará de ser invisible para los ojos de muchos.

Por eso, antes que esto suceda, Mis queridos, Dios envía a Su Sierva fiel, aquella pequeña consciencia que dijo “sí”, desde el principio y abrió la gran puerta para la redención de la humanidad.

¿Ustedes han pensado, queridos compañeros, si María hubiera dicho “no” al llamado de Dios? Pero Su pureza era más grande que Su pensamiento terrenal. Ella era invadida desde el nacimiento por el Espíritu Santo. Su gestación fue preparada por el Espíritu de Dios, Su pureza fecundó a la nueva Tierra y permitió la liberación de Israel y de todas las tribus que vivían en aquel tiempo sobre el mundo.

Pero Ella volvió a lo largo de los tiempos, anunciándose como el Ave del Espíritu Santo, cuidando con amor y paz a la humanidad.

Muchos han llegado al Cielo por escuchar Su mensaje. Muchos han aliviado Mi Corazón sufrido por todo lo que ha hecho la humanidad a lo largo de los tiempos.

Y ahora, Yo se las envío con amor y reverencia para que transmita a sus esencia los aromas celestiales, aquellos que formaron parte desde el principio en nuestros espíritus y permitieron la liberación de esta humanidad decadente.

Ahora aunque el Reino está un poco caído sobre la Tierra, no será necesario que exista ningún otro Rey.

Sepan que Yo soy el Gobernante del Universo y como Gobernante Mayor vendré a la humanidad, anunciando la palabra de cura y de misericordia.

Por eso, Mis ángeles anunciarán ese momento tan esperado por todos, y la aurora amanecerá en los corazones que escuchen Su voz. Ella erguirá hacia los Cielos la venida del Mesías y las estrellas del Cosmos serán vistas por todos, porque cada una, en su brillo particular, anunciará Mi llegada para estar entre los Míos y para que todo  vuelva a comenzar.

Canción: Espíritu Santo ven

A pedido de Nuestro Señor, vamos a repitir la oración al Santo Grial de Jesucristo  y Él nos pidió que todos los hermanos que están coligados en este momento, comulguemos al mismo tiempo del pan y del vino, como una sola humanidad, respondiendo al llamado de Cristo.

Oración: Oración al Santo Grial de Jesucristo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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