MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE  ENTRE LAS CIUDADES DE JOINVILLE, SC, Y PORTO ALEGRE, RS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos,

Con sus corazones dentro de Mi Corazón Castísimo, contemplen hoy la gran necesidad del mundo.

Siempre debo recordarles el inmenso padecimiento de Dios por todo lo que aún sucede en la Tierra. Y en este día, les pediré una oración especial por todos los cristianos del mundo, todos aquellos que, en sus corazones, fueron llamados a unirse al sacrificio de Cristo y renovarlo con acciones de amor y de paz.

Hijos, ese amor se está perdiendo en los corazones de muchos de los que dicen seguir a Cristo y, nuevamente, los seres se rinden al odio y al temor para, en nombre del Señor, librar batallas y responder a las guerras que acontecen en el mundo.

Cuanto más se pierde el espíritu cristiano en una parte del mundo, mayor debe ser el esfuerzo consciente de los que están despiertos. Porque les digo, Mis amados, que mucho peor que la guerra en la materia es la guerra sin precedentes que se vive en el espíritu, en los niveles invisibles, donde las fuerzas del caos actúan libremente incentivando a las almas a la perdición y llevándolas al abismo.

Hijos, un corazón que no puede vivir el amor y responde a una guerra en nombre de Cristo, ya perdió sus posibilidades de seguir los Planes de Dios porque sus acciones demuestran la oscuridad en la cual se encuentra su corazón.

Oren para que otros cristianos no sean incentivados a participar de las guerras y del caos en el mundo. Que aquellos que tienen la misión de seguir los pasos de Cristo no se pierdan, porque los nuevos Cristos deben ser una realidad y el amor debe prevalecer en la consciencia humana.

Vean, Mis hijos, los acontecimientos del mundo y sientan en su propio interior la urgencia de estos tiempos. Sientan la urgencia de ser otros, sientan la urgencia de transformar el mundo desde el propio interior.

Aquellos que son más conscientes deberán vivir un sacrificio mayor. Háganlo conscientemente, con libertad de corazón y con amor al Propósito Divino.

El Creador los necesita despiertos.

Oren, oren por los cristianos del mundo entero y por todos aquellos que deben despertar al principio del amor verdadero.

Que el propósito de amar permanezca vigente en el corazón humano.

Su Padre y Compañero, Este que los despierta a la urgencia de los tiempos,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE JOINVILLE, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Para encontrar la verdadera paz, deben aspirar a vivirla y buscarla más allá de sí mismos, de las propias tendencias y de los propios estímulos. Porque en estos tiempos, la consciencia humana es impulsada a vivir la búsqueda del poder, de la competencia, de la victoria por encima de los demás en todo, sin importar la vía para llegar a la propia meta. En estos tiempos, las mentes quieren tener razón, quieren prevalecer y sobresalir. Todo eso dificulta que se establezca la paz porque genera, constantemente, dentro y fuera de los seres, estímulos para el conflicto.

Para vivir la paz en estos tiempos, deberán renunciar, renunciar a tener razón, a sobresalir, a imponer las opiniones personales, a concretar sus ideas.

Para estar en paz, deberán vivir en el espíritu de la humildad. Eso no significa que estarán inertes, indiferentes o sin actuar en los Planes de Dios. Renunciarán a lo que viene de ustedes mismos, porque lo que viene de Dios abrirá las puertas de la manifestación, sin que sea necesario imponer nada.

Lo que viene de Dios se manifiesta también bajo el espíritu de la humildad y, cuando dan un ejemplo de renuncia y viven la paz, están disolviendo los obstáculos impuestos por el adversario para la manifestación de los Planes del Altísimo.

La vida superior se basa en otras Leyes, diferentes de las leyes de este mundo. Para vivirlas, deberán ser humildes y pacíficos.

Aquel que los ama y los llama a la pacificación del corazón,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE JOINVILLE, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Une tu corazón al Corazón de Dios, para que Él eleve tu pequeño ser a la Verdad, te revele la razón de los acontecimientos de tu vida, te muestre Sus Misterios y te permita comprender por qué guía tus pasos de determinada forma.

En estos tiempos, el Creador está ávido de revelarse, Él mismo, a los corazones de los hombres, porque cuanto más se aproxima la purificación planetaria mayor es la necesidad de la consciencia humana de ingresar en la comprensión de la Verdad y poder ser consciente de las fases espirituales de los acontecimientos venideros, para que la incomprensión y la duda no tengan lugar en los corazones de los autoconvocados.

Es por eso, hijo, que te llamo a profundizar en tu camino espiritual, en tu unión con Dios, como un servicio para prestar a toda la consciencia humana.

Ahora es tiempo de que los autoconvocados profundicen en el camino espiritual, porque lo que vivieron hasta hoy fue parte de una preparación y de un crecimiento interior; pero los próximos acontecimientos traerán, para todos, pruebas que los llevarán a la madurez inmediata y que no permitirán más que haya lugar para energías que los confundan ni los distraigan en el camino.

Hoy le hablo a cada corazón de la Tierra que se disponga a vivir la Verdad. Te hablo a ti, que te abriste de corazón y de espíritu a la guía de Mi Casto Corazón, porque sabes que Mi ejemplo es verdadero y que Mis palabras, cuando se las vive, te conducirán a Dios.

Hijo, te llamo a que seas un ejemplo para los demás, porque cada día la confusión en la mente humana crece y a los que están despertando ahora les costará mucho unirse a Dios, de verdad, y trascender los límites de la consciencia humana para lograrlo.

Si Me escuchas y Me comprendes en este momento es porque, en algún punto de tu evolución, ya viviste la unión con Dios y ahora debes recordarla.

Muchas almas quieren despertar y dar pasos, pero los conceptos y las instrucciones espirituales no son suficientes; ellas necesitan de un ejemplo vivo, así como tú, hijo, necesitaste delejemplo vivo de Cristo para despertar.

Así como el Señor renunció a todo para ser un ejemplo de unión con Dios para tu corazón y para aquellos que supieron verlo, ahora llegó tu hora, como siervo consciente del Creador, de renunciar y entregar a los Pies del Creador lo que aún te impide vivir Su santa Voluntad, para que así te conviertas en un verdadero instrumento de Dios en este mundo cada día más perdido.

Hijo, si te digo eso ahora es porque llegó la hora.

Medita con consciencia en lo que te digo y haz, tú mismo, tus elecciones, porque no podemos detener más los acontecimientos de la Tierra y ellos, después de todo lo que recibiste, exigirán de ti un ejemplo fiel, una unión verdadera con el Padre, un corazón dispuesto a ser un instrumento del Señor, ojos abiertos que reconocerán al Maestro entre las nubes y lo mostrarán a los demás que lo buscaban entre los hombres.

Únete, entonces, al Padre; intenta estar despierto para que Él deposite sobre ti Sus Dones, y disponte a la transformación absoluta, más de lo que te dispusiste hasta hoy.

Mi Casto Corazón te acompañará.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

En estos tiempos de caos, la necesidad de vivir el amor y la paz unirá religiones y culturas, razas, pueblos y corazones para proclamar la victoria de la Luz.

En los más jóvenes se gesta el espíritu del ecumenismo, porque aquellos que llegan al mundo en estos tiempos tienen la misión de vivir la unidad con el prójimo y de todos con Dios, para que, desde esa unión de las criaturas con el Criador, la ilusión se disuelva, los velos caigan de los ojos humanos y el tiempo del Universo se una al tiempo de la Tierra, atrayendo hacia la consciencia humana la veracidad de la vida superior.

Al no haber cultivado ustedes un camino de oración ni de comunión con Dios, muchas veces la misión ecuménica de los jóvenes de hoy se confunde con las experiencias que realizan por diferentes vías de perdición en los abismos del mundo, creyendo que están abriendo sus consciencias a lo nuevo.

Los errores y la rigidez del pasado, propios de la forma de pulir la consciencia humana de aquella época, apartaron muchos corazones de Dios. Y ahora, hijos, llegó el momento de que los más jóvenes puedan despertar a la vida del espíritu y, para que eso suceda aquellos que están adormecidos y confundidos necesitan el ejemplo de los que ya despertaron. Es por este motivo que les pedimos que los mismos jóvenes se impulsen unos a otros.

Con el tiempo, la propia energía espiritual hará que ustedes crezcan, maduren y se vuelvan verdaderos instrumentos de Dios. La vida espiritual es muy amplia e infinita, y tan grande es la ignorancia humana en relación a esa vida, que aquellos que se decidan a caminar jamás vivirán el tedio o el desánimo, porque siempre tendrán algo nuevo por vivir.

En estos tiempos, hijos, la humanidad necesita salir de un patrón degradado de consciencia para dar al menos los primeros pasos en la vida consagrada al Propósito Divino y, poco a poco, instituir los principios de la Nueva Humanidad.

Confíen en que los más jóvenes tienen esa posibilidad, que no depende de las apariencias, pues la apariencia es fruto de la ilusión en la cual aún viven, superficialmente, las criaturas. La Verdad solo se hace visible cuando el espíritu despierta. Hasta entonces, hijos, deben intentar contemplar la esencia de los seres y no lo que ellos aparentan ser.

Mi Corazón hoy agradece el impulso recibido por todos los jóvenes que aceptaron internamente vivir el despertar.

Como padre y compañero de todos, Yo los guiaré y estaré siempre al lado de cada uno.

Los bendigo hoy y siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PEDRA BRANCA, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

El despertar del alma comienza cuando el corazón se abre para descubrir la verdad sobre sí mismo.

Cuando se les presente un camino hacia la redención, no teman ni tengan recelo, pero sepan que jamás serán los mismos desde el momento en que digan sí a la propuesta que Dios tiene para sus vidas.

En la vastedad del universo, el Creador se multiplicó en Sus criaturas, aquellas esencias que le dan una oportunidad de desarrollar el Amor y la Unidad de Su Sagrado Corazón.

Desde la creación de sus esencias en el cosmos, ustedes recibieron de Dios un propósito para manifestar, un atributo espiritual y divino, que proporciona para toda la Creación la posibilidad de seguir evolucionando.

Desde que fueron creados, ya vivieron muchas experiencias en el universo y, de muchas formas, intentaron expresar el Pensamiento Divino para cada uno de ustedes.

El mundo en el cual viven es una gran escuela de amor, pero también una oportunidad de definición para sus espíritus.

Aunque no comprendan lo que les digo en este momento, dejen que Mis palabras les abran los ojos y que los despierten a una verdad que está latente dentro de cada uno.

Yo les digo que este planeta es una escuela de definición porque a partir de sus experiencias en este mundo es que determinarán el curso de su evolución. Aquí hijos, tienen la mayor oportunidad de amar de todo el cosmos, pero también tienen todos los abismos en los cuales hundir el propio espíritu; porque así como es la intensidad de la Luz, también es la intensidad de la oscuridad. Y, de una forma muy misteriosa para la mente humana, aquí se diseña un grandioso Proyecto Divino.

Hoy, hijos, vengo para congregar nuevos espíritus en el propósito de vivir la paz y el amor, porque los tiempos de experimentar ya están acabando y, poco a poco, las leyes del caos se apropian de la vida interna y externa de los seres de este mundo.

Sé que para muchos el despertar es brusco y, tal vez, el salto que les pedimos sea grande, pero aquel que pudiera ver con el corazón los acontecimientos del mundo sabrá que les pedimos muy poco y que multiplicamos las respuestas sinceras y las oraciones verdaderas para interceder por este planeta.

Es por eso, hijos, que los llamamos a dar un paso y a descubrir el vasto universo que los espera. Nosotros los llamamos a dar un sentido a la propia existencia y a descubrir que, transformando sus espíritus, pueden cambiar el destino de la Tierra, porque lo que más necesitan en estos tiempos no son soluciones materiales, sino la Misericordia de Dios y la unidad con el Padre, porque sin alimento del espíritu este mundo perecerá.

Les dejo Mi impulso de paz y de amor y los invito a seguir adelante.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Mientras el mundo vive sus primeras contracciones en este parto planetario, Yo los llamo a contemplar con amor lo que nacerá después de todo el esfuerzo que harán como humanidad en este nacimiento, porque el parto será doloroso y exigirá de todos esfuerzo, valentía y perseverancia constantes; sin embargo, solo Dios conoce la Gracia que sobreviene a ese doloroso parto planetario.

Hoy, y por algún tiempo, verán mucho sufrimiento y desesperanza en los corazones que no encontraron a Dios. Sentirán en su corazón el pesar del Creador por no triunfar en todas Sus criaturas, pero, a pesar de todo, deben contemplar el propósito y la meta de sus vidas, meta entregada por Dios Padre.

Sentirán la furia del enemigo en cada victoria que alcancen, en cada alma que despierte, en cada paso que decidan dar, porque él sabe que lo que para los ojos humanos es muy poco, parael Creador significa la manifestación de Su Plan y del triunfo de Su Sagrado Corazón.

Hoy les diré algo que deben conocer: Dios, hijos, compuso el espíritu humano con Su Esencia más pura, con Su Amor y con Su Verdad; sin embargo, la materia que sus seres cargan está compuesta también de partes oscuras, que representan la dualidad y la necesidad de redención de sus consciencias.

Esa parte impura de la materia es la que los anima a caminar, muchas veces, contra los Planes de Dios; es lo que les impide estar enteros ante el Propósito Divino, y eso también será curado en este tiempo. No obstante, ustedes necesitarán afirmar las bases de la consciencia en aquello que los asemeja a Dios, que es la esencia que guardan en el interior, y no en aquello que los sujeta al mundo, que son las vibraciones capitales que componen sus células. Para eso, hijos, siempre deben buscar la paz del corazón por medio de la oración, de la gratitud y de la unidad con el prójimo.

Por saber que esa batalla que viven y que vivirán no solo es con el mundo, sino también consigo mismos, Nosotros retornamos todos los días a la Tierra y los alentamos a seguir adelante, dictándoles los pasos que deben dar.

Hoy estoy aquí para fortalecerlos y entregarles, en la simplicidad de Mi Corazón, la valentía que necesitan para dar los pasos que el Creador espera de cada uno.

Sé que las batallas de este mundo son duras, porque Yo mismo las viví y sigo viviéndolas por todos ustedes. Por eso, hijos, les dejo en sus corazones Mi aliento y, en sus esencias, Mi Luz.

No desistan y no teman, porque cuanto mayor son el embate y el asedio del enemigo, mayor es la Luz de Dios en sus vidas.

Yo los amo y los renuevo en Mi corazón.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:

Aquel que aspira a transitar con sabiduría por los tiempos que vendrán debe observar, desde ya, los acontecimientos planetarios y tratar de aprender con todo, tratar de encontrar la paz en las situaciones de dolor y de caos.

Hijos, la mayoría de ustedes tiene la gracia de profundizar primero en la propia transformación antes de enfrentar los procesos de purificación planetaria. Esto es así porque deben preparar las bases para que otros puedan vivirlos con armonía. Ustedes están creando las condiciones para que sus hermanos, que aún viven en la ignorancia, puedan despertar.

Mientras tanto, el Creador permite que otros de Sus soldados ya vivan las consecuencias del caos. Pero deben vivirlas, hijos, como un aprendizaje único que ayudará a otros en el futuro. Deben utilizar las obras del caos para fortalecer el propio mundo interior y no permitir que el enemigo los venza con sus
planes de desestabilización.

La Misericordia de Cristo está intentando retener al máximo la acción del caos y de la Justicia, pero las naciones en su conjunto no buscan esa Misericordia y no oran para que la paz se establezca; al contrario, la oscuridad reina en muchos corazones que deberían ser embajadores de la paz y de la armonía en las naciones de este planeta. Por eso, Mis queridos, es ahora cuando deben acompañar los acontecimientos planetarios con sabiduría; saber que toda prueba los fortalece y desarrolla en ustedes el potencial de amar que, de otra forma, nunca emergió de su interior.

Sean fuertes y dejen que su fe encienda la fe en los corazones de sus hermanos. Vean en esos acontecimientos que no hay otra salida sino el Corazón del Padre y conduzcan a otras almas para que se nutran de esa fuente. Encontrarán allí cómo suplir toda carencia y descubrirán que, cuando tienen fe, la vida del espíritu puede ofrecer lo que necesitan en la materia.

Hagan de la pobreza la grandeza del espíritu. Dejen que el corazón experimente el perdón y la piedad; que comprenda a
los ignorantes y perdone a los equivocados, que redima a los perdidos y dé vida a los que mueren en espíritu.

Agradezcan a Dios por la oportunidad de practicar las instrucciones de Sus Mensajeros y hagan de la derrota en este mundo la victoria de Cristo.

Lo que el adversario no sabe, hijos, es que el verdadero amor surge también de las flaquezas materiales, y que la Gracia del perdón y de la misericordia trasciende lo que se vivió en la materia. Vean el ejemplo del Maestro y no teman imitarlo.

Dios está a su lado, porque ustedes están del lado de Dios

Aquel que los ama y los guía,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Quisiera decirles, en este día, que los acontecimientos planetarios ya están exigiendo de muchos servidores una fortaleza interior y un espíritu decidido a persistir en la paz y en la mansedumbre, independientemente de lo que ocurra a su alrededor. Muchos ya son llamados a trascender lo que piensan y lo que sienten para sustentarse no solo a sí mismos, sino también a otros que no conocen la oración ni viven la paz.

Es por eso que, en este día, con la intercesión que Me fue concedida después del llamado interior de Mis amados hijos de Venezuela, les pido un mayor espíritu de unidad y de fraternidad, y que desde ya se reconozcan como un solo cuerpo de luz, un único ejército que busca el establecimiento de la paz.

Aquellos que aún no están viviendo las purificaciones planetarias tan directamente puedan, de forma consciente, en sus oraciones, sustentar el mundo interno de quienes están viviendo en la piel la actuación de las leyes del caos.

Les pido que oren por el establecimiento de la paz en el interior de los servidores; porque si esos hermanos de Venezuela, que hoy necesitan de su apoyo y unidad, persistieran y alcanzaran la paz, ellos podrán ayudarlos con su experiencia, cuando el caos golpee también a la puerta del mundo interno de ustedes.

Es por ese motivo, hijos, que los llamo a que de verdad se sientan parte de la purificación de Venezuela y, aunque materialmente no puedan interferir en lo que ellos viven allí, por intermedio del clamor de sus hermanos venezolanos la paz puede volver a reinar en los corazones de los seres, y la desesperación no los debilitará, sino que los fortalecerá para ayudar a otros en el futuro.

Que la fraternidad sea una virtud viva en el corazón de todos los orantes.

Únanse a los Corazones de los Mensajeros Divinos para que podamos nutrir, con paz y esperanza, a Nuestros hijos que no la conocen y que, día a día, padecen por la purificación planetaria que, poco a poco, ingresa en el continente americano.

Oren, Mis amados, oren mucho y despierten nuevos corazones para el camino de la oración.

La unidad los hará fuertes, la unidad manifestará el Poder de Dios, porque serán dignos de vivirlo.

Su padre y compañero, el que se dispone a sustentar, en el corazón, a los más necesitados en estos tiempos,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que otras almas despierten, ustedes deben ser y vivir lo que ya saben.

Después de haber sido hijos de la Divina Misericordia, ahora deben vivirla y multiplicarla, propagando esta Misericordia en el planeta.

Sean misericordiosos no solo consigo mismos, sino también con los demás. Si no saben cómo hacerlo, busquen el ejemplo de Jesús tanto en Su pasaje sobre la Tierra como en Su acción en la vida de cada ser despierto en este tiempo.

Cristo siempre les da lo que no merecen y no coloca sobre ustedes la Justicia que, muchas veces, deberían recibir.

Así como para llegar al amor verdadero antes necesitan ser humildes, así también es para que sean misericordiosos.

La Misericordia no puede vivir en el corazón de los orgullosos porque, si juzgan que saben lo que cada uno necesita y quieren ser más jueces que el Juez Celestial, ¿cómo podrán dar al prójimo una oportunidad de transformación y evolución por la Divina Misericordia? ¿Cómo se tornarán canales de ese Manantial Divino si están llenos de sí mismos y de sus pareceres?

Muchos se creen misericordiosos, pero la mayoría está solo en el camino del discipulado de la Divina Misericordia. Porque les digo, hijos, que para expresar la verdadera Misericordia deben ser como el Creador, que entregó lo mejor de sí para ser destruido y rechazado por la humanidad, solo para seguir dando la oportunidad de que Sus criaturas aprendan sobre el amor.

A lo largo de la existencia humana muchos hicieron valer el sacrificio de Cristo, porque comprendieron y vivieron en sí la esencia de Su Amor. Y ahora, hijos, en el ápice de la manifestación del caos, ustedes deben volver a expresar esa Esencia Crística, profundizarla y multiplicarla entre las almas más perdidas.

El amor misericordioso vence el terror y vence el caos, pero deben vivirlo plena y verdaderamente.

Comiencen por buscar el camino de la humildad, de la paciencia y de la mansedumbre. Poco a poco, esos atributos se convertirán en comprensión, amor y misericordia. Deben intentar todos los días e ir construyendo esa fortaleza y ese Arquetipo Divino.

Un atleta no se profesionaliza de un día para el otro; él entrena todos los días, vence las dificultades, muchas veces se golpea, piensa en desistir; pero cuando persiste, se esfuerza y se deja corregir por los entrenadores, enseguida llega a la meta.

Así es para el discípulo de Cristo. Si ustedes permiten que el Maestro los corrija y siguen Sus indicaciones, aunque no sean Cristos de un día para el otro, en algún momento, el Señor alcanzará en ustedes Su Victoria y se asemejarán a Él o incluso harán cosas más grandes que las que Él hizo; así como un joven atleta supera a su entrenador cuando es dedicado, obediente y humilde de corazón, por estar siempre dispuesto a aprender y a dejarse moldear.

¡Adelante, compañeros, rumbo a la vivencia de la Voluntad de Dios!

Aquel que los lleva al gran Maestro Universal,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El corazón que ora, aunque no sepa hacerlo, va descubriendo poco a poco los poderes de la oración.

Primero, orarán como la única salida para la ilusión permanente en la cual la consciencia humana en su mayoría está inmersa. Enseguida, encontrarán la paz y orarán por ustedes mismos, por sus amigos y familiares.

La propia oración les abrirá la consciencia a la realidad planetaria, y ya no dedicarán todo el tiempo a ustedes mismos, sino también a los más necesitados. Aquí la oración los impulsa al servicio.

Paso a paso, la oración los unirá un poco más a las realidades sublimes, donde habita la Consciencia Divina. A pesar de saber que todo lo que sienten y viven es real, el mundo interior encontrará muchos conflictos con la vida externa, por la discrepancia y, muchas veces, por la falta de coherencia con lo que viven interna y externamente. Aquí, serán impulsados a grandes cambios en sus vidas y dejarán de hacer muchas cosas que ya no tienen sentido, para dedicarse a otras que los aproximarán un poco más a lo que viven en su interior.

Siguiendo este camino, ustedes se tornarán buenas personas, buenos servidores y hasta buenos consagrados, pero a pesar de todo, la realidad material aún abarcará gran parte de sus consciencias, y el mundo interior buscará su expansión. Otro conflicto surgirá entre lo que viven interna y externamente, llamándolos a dar un paso aún más profundo, a una transformación no solo en su personalidad y en el estilo de vida, sino también en la consciencia.

Poco a poco, serán invitados a reconocer la verdad sobre sí mismos y, comprendiéndose mejor, que sean consecuentes con lo que ya saben.

Cuando se tiene un conocimiento más amplio de la vida superior, mayor es la batalla del alma, porque la vida material se encuentra aún más distante de la verdadera existencia. Pero, mientras el tiempo de las ilusiones no se disuelve en el tiempo real del universo*, deben ser perseverantes y ayudar a que este camino natural de transformación los conduzca a la realidad.

Recuerden, hijos, que toda crisis, toda prueba y toda purificación son impulsos que el alma y el espíritu proporcionan para que la consciencia viva una definición aun más profunda y no se estanque en su evolución, sino que se aproxime cada vez más a la realidad y pueda ser consecuente con ella.

Por eso, confíen en la conducción de los Mensajeros Divinos y déjense elevar a otro escalón, cada vez más alto, en el camino de la ascensión. Así, ustedes comprenderán cómo, de una forma tan simple, la consciencia se amplía y, en algunas circunstancias de verdadera oración y perseverancia en Dios, el corazón se abre como no pudo hacerlo en años de estudios y elucubraciones espirituales.

Es hora de la simplicidad para encontrar la humildad y, por medio de ella, la unión con Dios.

Aquel que los guía por el camino de la oración,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Buscar la unión con Dios es un camino arduo, cansador y, para el ego humano, lleno de muchas derrotas. Mientras caminan, despójense de sí mismos y vayan dejando de ser lo que hasta hoy son.

No reconocerse como personalidad humana es para muchos desesperante y angustiante. Por eso les digo, hijos, que si su meta primera no se encuentra en Dios, sino en sí mismos, aunque sea en la propia santidad, ustedes sufrirán mucho cuando el Creador los lleve a la nada.

La veracidad de este camino se encuentra en el amor a Dios. Aunque no sean sabios, no tengan destrezas, ni expresen virtudes, si aman a Dios y a Su Plan, eso es suficiente para cumplir con Su Voluntad.

El Creador no busca en ustedes, hijos, muchas destrezas y virtudes aparentes, Él busca un mundo interior verdadero.

En este mundo, aprendieron el camino inverso al de la transformación porque creen que aparentando ser algo fuera de ustedes será suficiente para alcanzar la meta. Sin embargo, hijos, la verdadera fortaleza es interna. Primero deben consolidar la adhesión interior al Plan sin importarles tanto cómo consigan expresarla; después, poco a poco, harán emerger lo que en verdad son. Si construyen esa fortaleza interior, podrán contar con ella cuando la necesidad planetaria lo dicte. Pero si ustedes se están esforzando solo para aparentar algo, verán cómo ante el primer viento colapsará esa fortaleza. Bastará que los acontecimientos no fluyan de acuerdo con su voluntad y ya verán que no eran tan fuertes como aparentaban ser.

Mis amados, hoy les dejo esta llave: ante todo, la unión interior y verdadera con Dios, aunque ella sea invisible a los ojos del mundo. No quieran demostrar nada, esfuércense antes en serlo.

Su Padre e Instructor,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE SAN PABLO, Y FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Es tiempo de vivir en el propio corazón el Amor de Dios o, por lo menos, de buscarlo. La búsqueda de ese Amor disolverá de sus consciencias todas las interferencias de la mente, las dudas y las desconfianzas que les impiden constantemente, salir del pensamiento tridimensional humano.

Solo quienes experimentan el Amor de Dios, aunque sea un poco, pueden percibir que cada uno establece los límites para la entrega. De la misma forma, las Dádivas de Dios en la vida de cada ser se manifiestan más o menos, dependiendo de la apertura del proprio ser.

Les digo esas cosas porque el tiempo sigue pasando y, si bien sus corazones se están abriendo a la vida del espíritu, esa apertura aún es muy parcial, y sus consciencias no se rindieron del todo a los misterios celestiales.

Cuando la entrega comienza a ser desconocida y el alma pierde el control de la propia vida, ahí se detiene la consciencia.

Aunque ustedes estén, en varios niveles, consagrados a Dios, hablo de una entrega más profunda. Hablo de aspectos que creen que nadie ve, esos aspectos que continúan aferrándolos a las dudas, a los recelos, a las propias ideas y a sus formas de pensar; esos aspectos que controlan hasta dónde el alma se lanza al abismo de Dios y desde dónde comienza a detener sus pasos. Hablo, hijos, de la vida invisible de cada uno, vida que en verdad piensan que es invisible pero es notorio que les impide verdaderamente dar pasos rumbo a la nueva humanidad.

Las pequeñas transformaciones están sucediendo en muchos, y ustedes ya pueden considerarse buenas personas, pero aquello que se necesita en estos tiempos es de verdaderos soldados. Un soldado sabe seguir las estrategias, sabe cumplir los planes y vive para ellos. Un soldado de estos tiempos debe ser consciente de la verdad, consciente de su misión y de lo que debe hacer para cumplirla.

Ustedes se preguntarán: ¿Cómo seré consciente de todas esas cosas? Yo les responderé: creciendo en espíritu, adhiriendo cada vez más el propio ser a este propósito que el Creador colocó en sus vidas, venciendo las resistencias a la transformación, ingresando en oración en el Corazón de Dios.

No se satisfagan con lo que alcanzaron porque eso los hará retroceder. El camino de la oración es transformación permanente y él solo tiene un destino: la unión con la Consciencia de Dios. Hasta que no lleguen a esa divina unión, deben seguir caminando.

Bienaventurados son los que escucharán con atención Mis palabras y harán de ellas el manual para sus vidas. Ellos comprenderán el motivo de Mi permanencia en este mundo.

Los amo y los bendigo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, CARAPICUÍBA, SP, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para amar al prójimo, deben ser humildes de corazón. No hay amor verdadero que no nazca de la Fuente de la Divina Humildad, porque el amor verdadero no busca recompensas ni méritos, no crea posesiones o propiedad, no espera ser amado para amar, no espera que el otro sea perfecto para entonces amarlo.

El amor verdadero es aquel que reconoce la esencia de cada ser, que sabe lo que son y que no se asemeja en nada a lo que aparentan ser. Por eso les digo que para amar deben ser humildes.

No es simple, para una humanidad que siempre cultivó el orgullo, el reconocimiento y la superioridad, vivir un amor que no da retribuciones visibles a los ojos humanos. Ese amor tiene su verdadero mérito en la vida del espíritu. Aun cuando amen a alguien que los odie y que jamás quiera recibir el amor de ustedes, esa experiencia invisible quedará marcada en la consciencia humana.

Sé que todos aspiran a amar como Cristo. Todos aspiran a alcanzar los grados de entrega de Su Sagrado Corazón, aunque son pocos los que creen verdaderamente que lo conseguirán, porque no creen en el propio esfuerzo y valentía, porque no se conocen a sí mismos y creen que con saber de su vida superficial y material ya es suficiente para saber lo que pueden ofrecerle a Dios y lo que no pueden.

Hijos, Mis ojos contemplan a la Tierra y los encuentran transparentes. Yo veo algo en ustedes que jamás conocieron y sé que si vinieron a este mundo no fue solo por un gran error en el Universo, sino también por un gran potencial de amar. Lo que ocurre es que el milenario orgullo humano les impide ser humildes, pedir perdón a los otros y a sí mismos, dar sin nada recibir, entregar todo y no querer nada.

Aquel que se anime a vivir una mínima experiencia de amor y de perdón, como tantas veces les pedí, y que no tema estar vacío de sí para reconocer los propios errores, verá delante de sí la puerta hacia la propia liberación. No hay mayor libertad que el amor sin condiciones, que donar sin necesidad de recibir.

La mayor prisión de la humanidad es la búsqueda permanente de resultados, de reconocimiento y de amor superficial de los otros. Ustedes pasan la mayor parte de la vida luchando para ser alguien cuando en verdad están aquí para ser nadie. Es por eso, Mis amados, que la verdadera alegría es conocida por pocos, y la plenitud por casi nadie.

Cristo, que vino al mundo para darles el ejemplo, era esperado como un rey y vino como un vagabundo. Y aun después de haber realizado muchos prodigios, entregó todo en las Manos de Dios, hasta Su propia Vida al morir en la Cruz.

Hoy les dejo una única llave: para amar de verdad, deberán ser humildes.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SP, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si quieren aprender a servir tendrán que ser mansos, humildes y simples. El verdadero servidor no impone su servicio; el Padre es quien dispone de su entrega para atraer hacia Él a los corazones más necesitados y a las situaciones más urgentes, para ser curadas y resueltas bajo el espíritu del amor y de la paz.

Hijos:

El mayor servicio en estos tiempos es la vivencia del amor y de la unidad entre los soldados que se autoconvocaron.

Cuando sus almas aprendan a amar y a superar los obstáculos impuestos por la propia incapacidad de aceptar las diferencias y limitaciones del prójimo; cuando sean capaces de vivir la unidad y la fraternidad sin miedo, sin competencias, sin ofensas, percibirán que abrirán en el mundo una puerta más amplia que la que abren con un plato de comida a un alma pobre y hambrienta.

No estoy diciendo con esto que no deben servir a los pobres y hambrientos, porque el auxilio a los más necesitados es la base de Mis instrucciones. Pero, hoy, necesito hacerles comprender que en estos tiempos existe un servicio mayor y prioritario que deben prestar; un servicio que para muchos es invisible, un servicio que no se revela a los ojos de los que están distraídos en la propia voluntad.

En estos tiempos deben profundizar en su crecimiento espiritual, pues eso repercutirá, en el futuro, en las vidas de muchos pobres, ciegos y perdidos que necesitarán auxilio no solo para sus cuerpos, sino sobre todo para sus almas; necesitarán un ejemplo de amor verdadero para vivir la propia redención y, si no existiera ese amor en sus corazones, de nada servirá llevar un plato de comida o un remedio para el cuerpo, si los que verdaderamente están enfermos son el alma y el espíritu.

Si los servidores descubrieran que la esencia del servicio son el amor y la unión entre ellos, si construyeran entre sí una fortaleza inquebrantable basada en la unidad y en el amor al Plan Divino, entonces sí serán, en estos tiempos y en los tiempos que vendrán, verdaderos instrumentos de Dios. Por eso todos los días, antes de pensar en servir lejos, piensen en servir cerca, piensen en servir a los que tienen al lado. Sirvan al prójimo comprendiendo sus limitaciones y dificultades, amando sus imperfecciones, para ayudarlo a transformarlas.

Sean verdaderos discípulos de Cristo y, en medio de la humanidad actual, tan ciega e ignorante, no habrá mayor servicio para prestar.

Si viven el amor, todo lo que hagan se volverá caridad.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el alma está frente a la propia oscuridad, sus ojos nada pueden ver. No hay claridad que le sea comprensible. La oscuridad del alma lleva a la oscuridad de los sentidos, de los pensamientos y del corazón.

No les hablo de la oscuridad espiritual que antecede al encuentro con Dios. Les hablo de la oscuridad de estos tiempos, en la que el alma ingresa cuando se sumerge en los abismos de la propia consciencia. Como esa oscuridad proviene de sí misma, no hay luz que la haga ver ni Gracia que la retire de las tinieblas. Es la misma alma la que debe dirigir sus ojos hacia lo alto y descubrir, más allá de sí misma, la luz que la ampara.

Muchas veces, el alma transita por sus abismos sin percibirlos, y aunque ella ya había conocido y experimentado la presencia de la luz, le costará mucho enfrentar con valentía la oscuridad e, incluso, aceptar que semejante negrura proviene de sí misma.

Para el alma que entra en sus abismos después de definir su adhesión a la luz, le llega la hora de dar un paso más y de dejar que la luz, que antes iluminaba y hacía relucir todo lo que era superficial y visible, ahora pueda llegar a los oscuros abismos y tornar luminoso aquello que los ojos no quieren ver.

Después de llevar la luz a lo que antes estaba en la oscuridad, cabrá a cada alma amar sus aspectos cavernosos, así como una vez amó sus virtudes y sus destrezas; porque, de la misma forma como todo lo que ya era positivo en el alma delante de la presencia de la luz se transformó, se consolidó y se ennobleció, también los aspectos oscuros deben recibir en sí parte de ese fluido curador, que proviene de la fuente del Amor-Sabiduría, para transformarse.

Para amar, ustedes tendrán que ser valientes. Aprendan en estos tiempos a amar como un corazón materno que, a pesar de ver las miserias más profundas e inexplicables en sus hijos, nunca deja de amarlos. La madre ama, no para que el hijo siga siendo miserable; ella ama porque sabe que para que su hijo sea digno y encuentre la verdad necesita ser amado, sobre todo por ella.

Cuando la consciencia se está transformando, el alma despierta debe actuar como una madre porque, para que sus aspectos no generen resistencias y se dejen modelar y corregir, ellos no solo necesitan de la serenidad, sino sobre todo del amor de la propia alma.

Cuando es el alma la que está inmersa en la oscuridad, ella necesita del amor del prójimo, silencioso y paciente, como una madre cuando ve a su hijo enredado en sí mismo y ciego.

Sientan en el corazón lo que les digo y ténganlo presente. Si hoy ustedes no comprenden lo que les hablo, lo comprenderán mañana.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CASA DE COSTURA OFICINA SAN JOSÉ, COMUNIDAD-LUZ FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El servicio dignifica al alma y le da al mundo el espíritu de la caridad, tan escaso en todos. Cuando un corazón descubre el amor al servicio, se torna pleno y encuentra un camino seguro para su consagración.

El segundo paso después del servicio abnegado, bajo el espíritu de la caridad, es el sacrificio consciente en nombre de los padecimientos de Cristo. Por más simple que les parezca lo que realizan, siempre que ofrezcan sus acciones en reparación del Corazón de Cristo, sus ofrendas son aceptadas y el Sagrado Corazón es aliviado.

Consagré esta casa a Mi Casto Corazón para que aquí vivan la simplicidad, la caridad y el amor entre todos. Quiero hacer de cada corazón servidor una fuente de paz para este planeta.

Muchos piensan que es necesario realizar grandes obras e ir muy lejos para que el servicio sea válido y verdadero, pero Yo les digo que fue dentro de una simple carpintería que presté el mayor servicio de Mi pequeño Espíritu y ahí encontré la santidad y la puerta a la Divinidad, que alcancé al lado de Mi Hijo.

La santidad en la vida de cada ser no depende de las circunstancias externas en que vive; depende solo de cada corazón, de la disposición de cada uno para tornar sagrada la propia existencia.

Si en el servicio que prestan ofrecen a Dios sus actos, descubrirán muchos misterios que les serán revelados como comprensiones, a veces inexplicables, que provienen del corazón y solo para él serán claras.

Me comprometo, como padre de todos los servidores, a estar presente entre ustedes siempre que invoquen Mi presencia a través de la oración, la caridad y los actos de compasión y de fraternidad.

Me comprometo a interceder por las almas y por los Reinos de la Naturaleza en este oratorio de caridad.

Solo les pediré que se acuerden de Mí y que hagan de este espacio un lugar de alegría, de caridad y de unidad entre los hombres y Dios.

Quisiera que en la entrada de esta casa estuviera la imagen de Mi Casto Corazón, consagrando y bendiciendo este lugar, que irradiará la inspiración al servicio para las almas que deben aproximarse en estos tiempos.

Yo los bendigo y los protejo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.

Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.

El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.

En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.

En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.

Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.

Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.

Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.

Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.

San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La esencia del despertar se encuentra en el desarrollo de la fe, porque la fe es la que los mueve a responder a los impulsos del corazón.

La fe es la que los hace trascender los atavismos de la limitada comprensión material, para que ingresen en los misterios de la vida superior.

La fe es la que los lleva a cruzar los umbrales de la vida en este mundo, para que a pesar de estar sobre él no pertenezcan solo a él y, sí, se perciban parte de una Creación infinita e indescriptible.

La fe no nace de la mente, proviene del espíritu y se expresa por medio del corazón. Por eso, si quieren que los impulsos recibidos no se pierdan, dejen que la fe se desarrolle libremente en su interior, aunque no comprendan bien el objeto de la propia fe.

Muchos se preguntan: “¿Tener fe en qué?”. Tengan fe en el Propósito, fe en la Enseñanza, fe en la Presencia de los Mensajeros Divinos, fe en lo que los mueve a la transformación, fe en la comunión con Cristo, fe en Su retorno, fe en la posibilidad que cada uno tiene de vivir los Planes de Dios, fe en la Fe.

Déjense transformar por los impulsos de su fe, para la cual las leyes de la materia no son las que prevalecen. La fe que proviene del espíritu se mueve con base en las Leyes espirituales; es por eso que los corazones que tienen fe pueden vivenciar lo que llaman milagros, que no son nada más que la acción de Leyes superiores en la vida de aquellos que se abren para vivirlas.

Descubran, hijos, el potencial de la propia fe y, por medio de ella, sus prodigios.

Su padre y amigo, en la fe y en la oración,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¡El Señor resucitó! Y disipó la oscuridad, el temor y la soledad absoluta de los corazones de los hombres.

¡El Señor resucitó! Y podrá resucitar todos los días en el interior de los muertos de espíritu que, despiertos por el Amor de Cristo, acepten la redención.

¡El Señor resucitó! Para demostrarle a la humanidad y a todo el universo que aquel que está unido a Dios trasciende las leyes de este mundo, incluso aquellas más materiales, que rigen el curso natural de la vida humana.

¡El Señor resucitó! Para demostrar que el amor no tiene límites y que aquellos que entregan la vida por amor reciben, a cambio, la eternidad con Dios.

Todos los seres vivientes son herederos naturales del Poder de Dios y de toda Su Gracia. Solo es necesario que acepten vivir como Sus hijos y que se reconozcan como tales, viviendo para manifestar Su Voluntad, sin importar cuál sea.

El Creador es el gran dueño de esta empresa de la vida universal. Para llevar adelante Su Obra, tendrán que servirlo y seguir Sus Pasos, para que un día sean uno con el Padre y tengan, por Gracia, la posibilidad de llevar adelante Su Plan.

¡Den Gloria y Gracias al que les muestra el camino por medio de Su Resurrección! Crean en la Presencia Viva de Cristo entre todos, guiando de cerca la Obra del Padre en la Tierra. Únanse a Él y a los códigos de Su Vida, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección, pues es tiempo de que los códigos dejados por la experiencia de Cristo se multipliquen y encuentren nueva morada.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla, hoy, el misterio de la muerte de Cristo y la soledad sentida por todos Sus apóstoles y discípulos, por todos Sus seguidores, ya que muy pocos fueron capaces de comprender la grandeza de Su Crucifixión.

Contempla en tu corazón el recogimiento de Cristo, Su silencio y la incertidumbre que ese silencio causaba dentro de los Suyos.

Los que lo esperaban estaban ante una prueba de fe, estaban sintetizando en su interior todo lo que habían recibido y todo lo que habían aprendido, para colocarlo en práctica al auxiliar a los demás.

Este Sábado Santo se asemejará a la prueba que vivirá la humanidad en tiempos futuros. Ahora, aún están en la presencia de Cristo, de María Santísima y de Mi Casto Corazón; ahora aún cuentan con la Instrucción y la Guía de Aquellos que fueron enviados por el Señor para que, en la materia, lo representaran y condujeran Su rebaño a Su encuentro. Pero llegará el tiempo en que a cada uno le cabrá confirmarse y afirmar su fe. A cada uno le cabrá repartir el pan y ser el puente hasta Dios para quienes están vacíos de espíritu. Le cabrá a cada apóstol y a cada discípulo de Cristo anunciar el amanecer que llegará después de los días oscuros y, así, mantener en pie y con fe en el corazón a aquellos que deben perseverar hasta el fin, porque se comprometieron con Cristo.

Contempla, entonces, la fe de las santas mujeres de Jerusalén y cómo ellas vencieron el dolor que sentían para así vivir el puro amor que el Señor les había enseñado. Contempla la devoción de esas santas devotas de Cristo, que no solo perseveraron en el Calvario, sino que también ungieron el Cuerpo de Cristo, lo vieron resucitado, viajaron por los continentes anunciando Su Victoria y, a lo largo de los siglos, retornan al mundo, aún como santas mujeres, para perpetuar la Obra del Salvador.

Obtén tu fuerza de los misterios del Calvario, de la victoria sobre la muerte, de la fe en los días de oscuridad y de la gloria de la resurrección.

Revive la historia de tu Señor y multiplica Su Gracia y Su Bondad, siendo tú mismo la Palabra Viva de Cristo y el cumplimiento de Sus promesas.

Haz cosas mayores de las que Él hizo y cumple con Sus Palabras, así como Él lo manifestó en las Escrituras.

Renueva la Iglesia de Cristo, que no está guardada en una religión, sino en el corazón de todo aquel que tiene fe y disposición para seguir los pasos del Señor.

Aquel que te guía hacia el Salvador,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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