MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Abrazando la Estrella de la Paz Universal, que anuncia el nuevo tiempo, hoy los llamo a incluir en vuestra tarea de oración a toda la humanidad para que ella pueda caminar dentro del nuevo ciclo; a todo el planeta para que la Luz de Dios pueda seguir iluminando; a todo el universo para que juntos comulguemos con toda la Creación.

Hijos Míos, un pedido especial es que oren por todos Mis hijos en India porque Mi Corazón Maternal ya inició el camino de salvación en todo el mundo antes del retorno de Mi Hijo.

Queridos hijos, por este motivo hoy vuestros corazones deben centrarse en estos importantes pedidos maternales para que los Planes de Dios se manifiesten en cada sector de esta humanidad.

Hijos Míos, vuestras oraciones colaborarán con el ciclo del Nuevo Tiempo que llega, así vuestros corazones y vuestras almas podrán estar preparados para la Buena Nueva de Cristo, que surge por segunda vez.

Queridos hijos, los invito a ingresar en el ciclo de los cambios profundos en la consciencia para que vuestro verdadero espíritu de paz despierte a tiempo delante de los acontecimientos.

Pequeños hijos, para que eso suceda, vuestra vida debe estar unida, en oración, al Universo Creador de Dios y, así, vuestra aspiración por el Infinito será verdadera. Desde allí proviene el Espíritu Santo; desde allí nace la Fuente de la Sabiduría para toda la Creación.

Por eso, queridos hijos, que vuestros corazones se abran para lo nuevo porque ha llegado el momento de unir los corazones en el amor y en la tarea, preparando vuestros hermosos Templos Internos para recibir a Mi Hijo, el Salvador.

¡Les agradezco por responder día a día a Mi llamado!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos Míos:

Con los brazos abiertos hacia el mundo, derramando inmensa Misericordia, hoy los llamo a contemplar de nuevo el flagelado Corazón de Jesús, el que recibe ofensas de parte de muchas almas negadas a la vida del Gran Espíritu de Dios.

Mis hijos, les pido que oren como todos los días para que Mis demás hijos también puedan recibir la Gracia de la salvación. Ustedes ya están dentro de la Gracia de Dios teniéndome a Mí todos los días a vuestro lado. Pero, queridos hijos, hoy deben saber que muchos corazones se desvían porque son tentados por los embates y por las trampas del enemigo, por lo que, Mi Inmaculado Corazón se dispone a luchar por la salvación de todos antes de que Mi Hijo descienda del Cielo por segunda vez.

Queridos hijos, en esta misión de salvación, ustedes pueden ayudarme orando por los que más necesitan de Luz y de Redención. Ha llegado el momento de auxiliar a todos los corazones que día a día se pierden por las modernidades del mundo.

Hijos Míos, ustedes tienen como alianza y como protección a Cristo, el Redentor; en Él podrán dar los pasos hacia la donación y la caridad por los demás.

Hoy les muestro una realidad del mundo que muchos, por ignorancia, no quieren ver.

Yo los llamo a colaborar con toda la humanidad y con vuestra casa, que es este mundo.

Queridos hijos, abriendo vuestros ojos al llamado serán invadidos por la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que, con firmeza, caminen rumbo a la misión orante que Mi Corazón les pide.

Ustedes, los más despiertos, pueden ayudar a consagrar, de nuevo, el mundo al Creador.

Obremos en nombre de la paz.

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

No Me cansaré de llegar a vuestras vidas porque, como Madre de la Misericordia, el mérito para todas las almas del mundo es la salvación.

Queridos hijos, con vuestros corazones abiertos alcanzarán la eternidad, por lo que hoy los invito a considerar como primordial la vida de oración. De esa manera, sus vidas estarán dentro del Reino del Creador. Hijos Míos, como Señora de la Paz, hoy les pido que oren, que oren con el corazón porque todo el Universo de Dios está atento a las súplicas de todos Mis hijos.

Queridos Míos, sostengan con manos firmes la oración para que ella, como Luz en el mundo, pueda auxiliar a los que más necesitan. Abran las Puertas de los Cielos a través de la oración, pues todo está permitido cuando ella nace de forma pura desde el corazón.

Hoy, permanezcan en Mí y no teman por nada, ya es momento de reverenciar a Quien los ha creado por amor y por devoción: Él es vuestro Único y Omnipotente Dios.

Queridos hijos, el tiempo de la Misericordia está transcurriendo velozmente en la vida de todas las almas; no tarden en llamar por la Presencia Divina que nace en el donado y amoroso Corazón de Mi Hijo. Todos son invitados a vivir en la insondable Presencia de Jesús. El Sacerdote del Amor, con Sus brazos abiertos hacia el mundo, los espera y les dice que ya es el momento de preparar el Templo Interior para Su retorno. Las sagradas palabras pronunciadas en el ayer por el Redentor se volverán realidad en los tiempos actuales.

Hijos Míos, aguarden día a día la venida silenciosa de Mi Hijo; Él es vuestra Estrella Guía, el Manantial que les saciará la sed que vuestros corazones tienen en estos momentos.

Beban de la Fuente y laven vuestros rostros con el Agua Divina que ha brotado desde Mi Hijo, porque será en esta ofrenda de Jesús donde encontrarán la Ley del Amor.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mi Inmaculado Corazón Celestial los guía e ilumina vuestro largo y extenso camino en este mundo.

Queridos hijos:

Con suma reverencia permanezcan durante todo este bendito día del Señor en la esencia infinita de la gratitud. Si sus corazones sienten hoy una sincera gratitud, Mi Materno Corazón podrá ayudarlos por más tiempo, como humanidad.

Vuestro mundo necesita de inmensa e inagotable Misericordia. Por eso, hijos Míos, abran vuestros ojos y vean a Mi Hijo Jesús frente a vosotros. Cristo aguarda, sin espera y sin demora, que vuestros pequeños corazones se aproximen a Él para que vuestras vidas puedan reconocer la grandeza de Su Amor Redentor.

Hijitos Míos, esto es motivo para que vosotros entréis, en confianza, hacia el verdadero universo de la oración, el cual deberán construir día a día en vuestros corazones y en el corazón de todos Mis hijos.

Como el mundo espera por Misericordia, la Misericordia de Dios a través de Cristo, Mi Hijo, Yo los invito a tomar consciencia de vuestra vida aquí en la Tierra y cuánto ella está, en entrega y en amor, colaborando con los Planes de Dios.

Hijos Míos, Mi misión mariana es advertirles que ya no son tiempos normales; es hora de orar con todo el fervor del corazón para así poder ser digno de la venida del Sumo Sacerdote del Amor, de Jesús, vuestro Salvador.

Hijitos, si sus corazones oran y vuestros pensamientos se calman en Mi Presencia Maternal, Yo, como Madre de todos, podré acercarlos cordialmente hasta la eterna presencia del Corazón Divino de Jesús. Vuestras vidas deben ser como la expresión de las rosas en un jardín celestial, porque así, ustedes se volverán dignos de recibir la belleza del Amor de Dios en cada una de vuestras vidas.

Como Mediadora delante de Dios, hoy les traigo, queridos hijos, el urgente llamado a la oración y a la reflexión para que de manera consciente ustedes puedan servir a todos en el nombre de Mi Eterna Paz.

Mi voz se anuncia a cada uno de vuestros corazones; Yo estoy aquí porque los amo y los guío.

Sean como Jesús, imiten el camino de la mansedumbre y de la humildad.

Oremos, solo oremos.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

¿Ustedes esperan la llegada de Mi Palabra Maternal cada día?

Yo quiero instruirlos para que sus corazones reconozcan la Presencia de Dios en toda la Vida Universal.

Yo quiero hacerles ver la realidad que el mundo vive por falta de la oración del corazón.

Yo quiero despertar del sueño a Mis soldados para que todas las almas sirvan a sus semejantes a través de la oración.

Por eso, hijos Míos, hoy los invito a considerar sagrada cada una de Mis amorosas palabras, palabras de Dios que Yo les entrego en cada mensaje diario. De esa manera, sus vidas podrán reconocer que Yo, como Madre de todos, quiero llevarlos hasta donde se encuentra Jesús para que rediman en la paz sus vidas, sus acciones y sus corazones.

El Señor, Dios Padre, promete un Manantial de Gracias para todos aquellos que escuchen Su Voz emitida a través de Su Hijo Predilecto y de Su Sierva Fiel de Nazaret.

Queridos hijos, el momento que ustedes están viviendo Conmigo es un último momento que no se repetirá porque la venida de la Luz del Cielo Divino intenta despertar la consciencia de ustedes y de todos Mis demás hijos en este mundo.

Guarden como un presente cada una de Mis instrucciones y siémbrenlas para que puedan brotar en el tiempo del retorno de Mi Hijo. Así sus corazones, entrenados en la oración del corazón, podrán dar testimonio de la Presencia de Cristo en sus vidas y, en especial, dar testimonio a todos los que aún no creen en la Misericordia de Mi Hijo.

Y, finalmente, Mis queridos hijos, recuerden que sus almas son bendecidas cada día por el Espíritu Santo a través de Mí, y eso es porque Yo los amo.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mientras Dios lo permita y, por amor, intercederé y estaré con ustedes todo el tiempo que sea necesario. Mi última presencia en el mundo acontecerá antes del retorno de Mi Hijo como una señal para las almas.

Hoy quiero invitarlos a interiorizar la lectura del Evangelio de Mi Hijo escrito por Sus fieles seguidores. Por detrás de los Hechos que Jesús vivió, existió una Consciencia Mayor, que es la Consciencia Única de Dios, que guió y acompañó todos los pasos de la resurrección de Mi Hijo.

Queridos hijos, para que vuestra vida crezca en dirección a Dios, el Altísimo, los invito a guardar en sus corazones las enseñanzas que Cristo manifestó al mundo con tanto amor.

Los misterios de Cristo fueron llaves de expansión del corazón para muchas almas, y, así, se manifestaba la cura en los hijos de Dios. Por eso, hijos Míos, las llaves que Él dejó a través de ejemplos, enseñanzas y parábolas, los llevarán a consagrarse cada vez más en el camino de Mi Hijo, un camino hacia la fraternidad.

Cristo, El que ha resucitado frente a los ojos del mundo, es Quien retornará como Buena Nueva para el tiempo presente. Es importante, pequeños Míos, que ustedes preparen desde ahora sus corazones porque cada momento de unión con Mi Hijo los fortalecerá. En cada nuevo encuentro con Él, ustedes estarán recordando la importancia de vigilar en la oración del corazón.

Sepan, hijos queridos y amados, que Él Me envía a ustedes para que, como una bondadosa Madre, los instruya y los guíe por el verdadero camino que Jesús recorrió cuando estuvo en este mundo. El camino de las almas es un camino celestial que deben recorrer en esta Tierra sin pertenecer a ella.

Ahora ha llegado el momento de la rehabilitación de todos los caídos, y Mi Inmaculado Corazón los invita a orar misericordiosamente por todos estos hijos que sin saberlo buscan a Dios.

Como soy la Madre de las Gracias, los llamo a colaborar con los Infinitos Planes de Dios.

¡Les agradezco!

Gracias por contestar a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como soy Madre mediadora entre las almas y Dios, hoy les pido, queridos hijos, que consagren sus vidas de forma definitiva al Plan de Dios, Plan de Amor que Nuestro Señor tiene para cada uno de ustedes.

Para eso, hijos Míos, despierten en este día y vean con los ojos del corazón toda la bondad y la Misericordia que Mi Hijo les está entregando a través de la Madre de la Paz.

Queridos hijos, saben que la humanidad diariamente necesita de Misericordia. Por eso, Yo los invito a recordar en cada momento la presencia del Corazón de Jesús en el mundo y, en especial, Su esperado retorno. Con sus corazones abiertos, también hoy los invito a permanecer en los brazos de Dios, el Creador, para que cada uno de Mis hijos pueda encontrar apoyo y firmeza para enfrentar los pasos de la transformación del corazón.

Sus vidas y el mundo entero transitan por grandes cambios, cambios que son vistos desde los Cielos y que son acompañados por la eterna donación de Jesús, de Su Sagrado Corazón, y por la entrega que Yo les hago por intermedio de Mi Inmaculado Corazón.

Con esto quiero decirles que no pierdan la aspiración a cumplir el Propósito de Dios porque los cambios los llaman a transformar el sentimiento y la consciencia interior llevando a un espíritu de total colaboración con las Obras Divinas del Padre.

Hijos Míos, en este sentido, es necesario que más almas puedan adherir a la propuesta celestial que Dios les hace a través de Mi Corazón Maternal y mediante Mi llamado diario para cada uno de ustedes.

Mi Corazón Maternal los espera para que, en alianza con Cristo, el mundo pueda resplandecer como el verdadero presente creado por Dios con Sus Manos, y que les donó por amor.

Todos Mis hijos son fieles corresponsables de la manifestación del Creador. Ha llegado la hora de reparar las faltas y de orar por toda la Creación, más aún por aquella que ha sentido la intervención inconsciente de la humanidad.

Hoy, coloquen en sus oraciones a todos los Reinos. Ellos esperan de ustedes una armoniosa donación. Reparemos, en el nombre del Amor de Mi Hijo, todo lo que necesita ser reparado.

Oremos con el corazón. Ese es vuestro compromiso con el Único.

¡Les agradezco!

Gracias por ayudar a todos los Reinos de la Creación de Dios.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Eleven sus corazones. Aspiren a los Cielos. Sepan que Yo soy vuestra Madre que los regocija y los ama al igual que amé a Jesús. Que desaparezca de ustedes todo desespero; que puedan en este momento encender Mi Paz Maternal en sus pequeños corazones.

Aspiren el perfume de Mis palabras, Yo soy la Reina de la Paz que acoge a todos los hijos de Dios. Yo soy para el alma la Mensajera del Espíritu Santo que quiere llevarlos hasta el Redentor.

No se desanimen por nada en la vida; renazcan ahora delante del Creador. Acepten los cambios que se aproximan; vivan hoy el Verdadero Amor del corazón. Dios escucha las plegarias cuando la oración es sincera porque ella adquiere la fuerza del Amor del corazón.

Levanten los brazos, Mis queridos hijos, que el Redentor Jesús llega de nuevo a sus vidas.

Sé que el mundo clama por la paz; Dios envía a Su Sierva para proclamar el amor en Mis hijos y el perdón de todo el pasado. Sientan en vuestros corazones la unión para que sean partícipes del nuevo espíritu de paz que está emanando desde Mi Inmaculado Corazón para el mundo.

Sepan que los conozco a todos muy bien, así como Mi Corazón de Madre conoce a Jesús. Sé qué necesitan y en qué ustedes deben madurar. Por eso, hijos Míos, sean verdaderos para que vuestros ojos puedan ver de cerca las huellas del retorno del Pastor del Amor.

Preparados como para una gran cena, vuestros corazones se alegrarán cuando escuchen el llamado que Mi Corazón proclamará.

Retornen todos los días a Dios para que Mis estrellas de la paz y de la anunciación sean la guía para sus consciencias. Vigilemos en oración para que todos sean partícipes de Mi Luz Maternal.

Los amo y los espero en oración.

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Los misioneros orantes marianos que se unen a la Luz de Mi Inmaculado Corazón deben vigilar en oración por los que aún no oran, no esperan y no aman al Dios celestial del Universo.

Este ejercicio de amor y vigilancia por las almas se realiza a través de la oración del corazón, porque por medio de esa oración llaves de sabiduría y discernimiento pueden despertar por la Presencia del Espíritu Santo.

Hoy los llamo, queridos hijos, para que sus vidas en estos tiempos de grandes cambios, aspiren a estar y permanecer bajo la Llama del Espíritu Santo. De esta manera, sus corazones serán partícipes del servicio abnegado a otras almas, servicio que puede despertar a través del corazón. Y en este espíritu de colaboración con todas las almas del mundo es donde sus vidas encontrarán la unidad perfecta con Mi Hijo Glorificado y, así, podrán ver los ojos de Jesús en cada uno de sus hermanos de camino.

Ahora, queridos hijos, a la humanidad le corresponde velar y llamar por la Presencia del Espíritu Santo para que todos los corazones en Cristo puedan misionar por la paz a través de la oración.

Queridos hijos, llegará el momento en que cada vida deberá irradiar el verdadero espíritu de la fraternidad que será necesario cultivar para que la Paz del Reino de los Cielos se manifieste en esta Tierra Prometida.

Por eso, queridos hijos, lleven con alegría en sus manos el don de la fraternidad para que uniendo corazón con corazón, y como humanidad, ustedes participen del retorno esperado de Mi Hijo. Con los brazos abiertos a la espera de Cristo, vuestros corazones se prepararán para la llegada de lo nuevo y para la venida del espíritu de la paz que muchos de Mis hijos podrán vivir.

Que Mi Hijo sea para vuestras vidas la primera aspiración a la Paz Celestial.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Madre y Puerta del Cielo hoy les digo, servidores de la paz, que vivan en la paz y por la paz, para que el mayor número posible de almas pueda buscar este Espíritu Divino de Reparación.

Queridos hijos:

El tiempo divino que transcurre en el mundo los quiere transformar en instrumentos de Dios, pero sus vidas caminan por aprendizajes que deben madurar la consciencia. Por eso, queridos hijos, cada momento que ustedes viven en el día a día, es una oportunidad para perdonarse y reconciliarse con Dios.

Cada momento de la vida debe hacerlos crecer en corazón y convertirlos en un precioso corazón de paz.

Muchos de los fieles devotos a Mi Inmaculado Corazón serán llamados servidores de la paz por la Voz Suprema de los Cielos. Esto quiere decir, que sus corazones deberán formarse en la escuela de la oración para que cada uno pueda colaborar en el rescate y en la salvación de otro hermano.

Por eso, ustedes deberán ser instrumentos marianos de la oración dedicada a Mi Inmaculado Corazón. Eso ayudará a que el Plan victorioso de la Misericordia de Mi Hijo pueda profundizarse en muchas almas, más aún en aquellas que todavía no reconocen el poder liberador de la Divina Misericordia.

Hijos Míos, por eso hoy los invito a ustedes y todos los orantes para que sean guardianes de la oración, en beneficio de todos los corazones, que deberán vivir el Plan de Salvación de Mi Hijo, cuando Él retorne al mundo.

Ahora, hijos Míos, sus corazones no solo deben estar en la humildad, sino que, a través de Mi Hijo, deben ser misericordiosos delante de la realidad de cada criatura y así verán el Servicio surgir delante de sus vidas.

El plan de la Paz es un propósito de Mi Inmaculado Corazón, por eso es importante la existencia de verdaderos grupos orantes consagrados a los Corazones de Jesús y María.

Estén en la Divina Paz de Mi Hijo.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Recen todos los días con la voz amorosa del corazón y, así, queridos hijos, estarán respondiendo al llamado de Dios.

Recen con amor y devoción porque así, hijos Míos, los Cielos Misericordiosos podrán salvar a muchas almas que sufren y viven inmersas en el dolor de la vida y del corazón.

Recen por la conversión y el perdón total del mundo para que Dios Altísimo los escuche y Él sepa que ustedes quieren, como humanidad, estar en Su Gracia Celestial.

Queridos hijos, recen por amor a todos los pequeños niños que, desamparados, necesitan de la fuerza de todas las oraciones para dirigir de nuevo los ojos hacia el Dios Creador, Dios de Amor y Verdad.

Recen por todas las causas que, día a día, son injustas para con los Cielos y que comprometen el caminar libre de los corazones.

Recen por la paz para que los Ángeles del Señor socorran a todas las almas que, perdidas, deben tener la esperanza de entrar al Reino de los Cielos.

Recen por el planeta y por todos los pequeñísimos reinos que pertenecen a Dios Creador y son ultrajados por las manos de la humanidad.

Recen por la venida del Espíritu Santo para que, a través del Corazón de Dios, este bendito Espíritu mude y transforme la consciencia de todas las almas para la Gloria y el Bien de Dios.

Recen por la presencia de la Divina Misericordia, necesaria y urgente para la vida de muchos hijos que, paso a paso, se alejan del Amor de Dios. Las propias decisiones en la vida desvían a las almas y el enemigo las aprisiona como en una cárcel de eternidad.

Recen por la llegada inmediata de Cristo a la Tierra y a la humanidad para que se cumpla la Voluntad del Padre. Así vuestros corazones se preparan para cuando el Hijo de Dios vuelva entre las nubes.

Recen por la conversión de los que hace tanto tiempo ofenden a Dios y por los que no oran a Mi Inmaculado Corazón.

Por tantas oraciones y ofertas por parte de Mis hijos que Me escuchan, Yo estaré eternamente agradecida.

Gracias por responder a Mi llamado.

La Luz de Dios esté sobre todos los corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como María de Nazaret, les doy hoy todo el Amor de Mi Inmaculado Corazón de Madre.

Queridos hijos:

Hace ya seis meses de mensajes diarios transmitidos con inmensa alegría y gratitud para ustedes. Con esto quiero decirles que el camino de oración es infinito para vuestras vidas y es en ese camino donde ustedes podrán encontrar la paz y la fe para el corazón.

Los acompaño hoy, como lo vengo haciendo desde hace seis meses, en este ciclo definitorio en la vida de Mis hijos en el mundo. La perseverancia de ustedes permitirá despertar la motivación espiritual de la oración en otros hijos. Cada acción que se realiza con el corazón glorifica a Dios Padre. Así ustedes estarán dentro del Reino de Su Amor y Su Voluntad.

Para que sus vidas puedan dar los pasos correctos hacia el Señor, ustedes deben imitar el camino de humildad y de obediencia que Cristo, Mi Hijo Resucitado, vivió delante de la Presencia del Corazón del Padre. Este ejercicio de obediencia y de humildad despertará la confianza en las decisiones misericordiosas de Dios y así vuestros corazones se podrán fortalecer en el camino.

Recuerden, hijitos, que las buenas obras que nacen desde el corazón no solo agradan al Corazón del Padre, sino que también repercuten en la misión redentora para la humanidad, misión que Mi Hijo llevará adelante en Su retorno a la Tierra.

Para esos momentos, vuestros corazones deberán estar en oración y despiertos delante de la necesidad real del mundo para que vuestros ojos, ojos de almas en servicio a Dios, puedan reconocer la Presencia de Mi Hijo entre ustedes.

Sepan, queridos hijos, que de la misma manera que Él estuvo entre sus seguidores después de la gloriosa resurrección, así Él estará de nuevo en el mundo, en especial con los nuevos discípulos que lo aguarden con el corazón abierto y entregado.

La Voluntad del Padre se podrá cumplir en este último ciclo a través de la respuesta de ustedes. Mi Voluntad de Madre viene desde la Voluntad Suprema.

Celebremos en oración los seis meses de encuentros diarios Conmigo, la Madre de la Paz.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

En las doce estrellas de Mi corona encontrarán la guía que Yo vengo a anunciar al mundo. Ellas son como la estrella guía de Belén para cada uno de Mis hijos. Las estrellas son como el amanecer y el lucero en el Cielo para todos aquellos que deben resucitar a la vida en Cristo.

Queridos hijos, con inmenso gozo los llevo hacia el Corazón de Mi Hijo quien debe ser amado y venerado diariamente por esta humanidad. Esta preparación les permitirá recibir al Redentor por segunda vez.

Queridos hijos, hoy los quiero invitar a que contemplen el Rostro Misericordioso de Dios Vivo a través de la presencia de Mi Hijo. Que ustedes también testimonien la Presencia del Corazón Amadísimo de Dios por medio de Mi Corazón Inmaculado.

Sepan, hijos Míos, que en Mis estrellas podrán ver el nuevo amanecer, los largos años de paz, aquella promesa escrita en el Corazón de Dios Padre para todos Mis hijos.

En el adorable y venerable Corazón de Cristo ustedes hallarán el camino seguro que los conducirá hacia el Reino de Dios.

La humanidad puede, con la oración, remediar el pasado y el sufrimiento que ella misma ha gestado desde hace tiempo. Ahora, Mis soldados marianos deben expresar la esperanza y la redención para todos los que aún no las tienen.

También, hoy les anuncio, queridos hijos, que Mi presencia mensual los días 12 y 13 de mayo, nuevamente en la resurgida y amada Portugal, se extenderá hasta el día 14 de mayo en una peregrinación de todos los presentes en las apariciones hacia el Santuario de Fátima y Aljustrel. En ese ejercicio ustedes estarán, como tantos otros hijos, aliviando Mi Inmaculado Corazón y aliviando la Justicia prometida para Europa. El Ángel del Señor los ayudará y Él considerará esa oferta humilde de parte de todos.

Gracias, hijos, por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

A los que están caídos, levantaré. A los que están tristes, alegraré. A los que perdieron la esperanza, les daré esperanza. A los que sufren, aliviaré.

Queridos hijos:

Estas son las promesas de Mi Hijo. Por eso, ¡oren!, oren con el corazón para que todos Mis hijos puedan recibir este precioso Acto Misericordioso de Mi Hijo. Mi Corazón les sirve de amparo, de resguardo y de salvación; por eso, no teman a las caídas en la vida. Hoy, Yo los invito a que se levanten desde donde están y caminen a través del Divino Espíritu de Cristo, de nuevo, tomados de las manos de Luz de Mi Hijo amado.

Ustedes, queridos hijos, deben construir en sus corazones las promesas del Cristo Vivo, a través de la oración, como una preparación para el nuevo tiempo de paz y en honor al retorno de Jesús esperado por todos.

Hoy, cada uno de Mis pequeños, véase como un discípulo que, habiendo recibido la instrucción del Maestro del Amor, ahora espera en vigilia el próximo llamado.

Así, hijos Míos, Mi Corazón de Madre les trae de nuevo, en este tiempo, el llamado a la oración, al perdón, a la reconciliación y a la Misericordia para que sus corazones purifiquen los sentimientos y toda intención se vuelva pura y cristalina como el agua de un hermoso río.

Abran día a día sus corazones delante de la voz de Mi Corazón y sepan que Dios los llama para que vuestras vidas manifiesten el don de la paz y de la mansedumbre en este tiempo.

El mundo podrá recibir de ustedes las oraciones pero más aún podrá recibir de ustedes el empeño para transformar la vida en un instrumento de Mi Paz.

Los preparo y los guío con inmenso Amor Maternal.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Estén en Jesús y vivan en Mi Hijo para que sus corazones preparen el Templo Interior para la venida del máximo y venerable Redentor.

Hoy los llamo a profundizar en el camino de la oración porque de esta manera, queridos hijos, permanecerán con vuestros corazones y con vuestras vidas más elevados, distantes de la tentación del mundo. Quiero estar con ustedes, acompañándolos desde la inmensidad de Mi Inmaculado Corazón para que sus pasos puedan seguir los caminos que Mi Hijo les revelará en Su Retorno.

Guarden en sus corazones todo lo que, como almas, pueden vivir a través de la oración porque, en este ejercicio, el Amor Verdadero podrá prevalecer en vuestros corazones. Por eso, hijos Míos, esperen en Mi Hijo lo nuevo, lo bueno y lo puro; pero ante todo, ustedes deben saber que deberán construir un camino permeado por Mi Paz y Mi Amor.

Como Madre Corredentora, los llevo a diario hacia Mi Hijo porque aún este mundo desvía a las almas del Propósito que Dios tiene reservado para cada pequeño corazón. Estoy aquí, entre vuestras vidas, para guiarlos y mostrarles cómo se llega a Mi Hijo Glorificado.

Los buenos ejercicios de fe y de oración elevan vuestros corazones como las grandes torres que vigilan la Presencia de la Luz de Dios. Nunca olviden que deben volverse hacia Dios con ojos de paz y de perdón para que el Propósito en cada uno de Mis hijos se pueda cumplir.

Sepan, queridos Míos, que la oración donada por sus corazones ayuda en la salvación de todos Mis hijos que aún viven sin esperanza y sin paz.

Los llamo a la perseverancia a través del poderoso y luminoso Corazón de Cristo.

Paz para el mundo, porque todos los días la humanidad necesita de paz, de la Paz de Dios.

Gracias por responder a Mi llamado.

Que Mi voz reverbere con amor en vuestros corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Amados niños de Dios: muchos aún no creen en el verdadero llamado de la Reina de la Paz.

Por eso, hoy les pido y les digo, hijitos: vengan a Mí porque si vienen, estarán en Mi Hijo, estarán en Mi Divina Paz.

Ya no teman por lo que aún no cambia en el corazón. Es importante, queridos hijos, que vuestros corazones estén en inmensa alegría cuando Mi Inmaculado Corazón viene al encuentro con todos ustedes. Ustedes son Mis amados hijos.

Y el mundo, ¿qué es para Mi Corazón? ¿Lo saben?

Yo les digo, queridos hijos, que la humanidad ha sido bendecida a lo largo del tiempo por los rayos misericordiosos de Dios. Dios no tiene ira por el mundo. Dios es Amor. Dios es Verdad. Dios es Esperanza y Perdón. Dios es la Fuente Primordial de la Paz para los corazones. Si ustedes, hijos Míos, dan los pasos en la consagración a Mi Inmaculado Corazón, les digo que lo estarán haciendo por todos Mis otros hijos que niegan el Amor Celestial de Dios.

Hoy Yo vengo a sus corazoncitos con un pedacito de Mi Cielo para que puedan venerarlo y honrarlo por amor al Creador del Todo.

Queridos hijos, ese pedacito del Gran Cielo es Mi Inmaculado Corazón, que debe ser reparado de tantas ofensas que recibe de los hijos de esta humanidad. Pero la Divina e Insondable Misericordia está presente todavía para aquellos que clamen por este aspecto divino de la Redención que Mi Hijo irradia al mundo.

En este ejercicio con la Divina Misericordia prepararán el camino para la hora de la Justicia, para el segundo retorno salvador de Cristo, Mi Hijo Universal.

Vivan en la fuente de la mansedumbre porque así hallarán el camino de la humildad.

¡Oremos hijitos; oren más!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

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En Mi espíritu de la paz y bajo Mi espíritu de la paz podrán construir los caminos de la fraternidad.

Queridos hijos:

La confianza absoluta en Dios los ayudará a estar en el Corazón de Mi Hijo y así el propósito de Mi Paz se cumplirá en cada alma de la humanidad.

La confianza plena en la Voluntad de Dios les permitirá crecer como flores en la primavera y madurar como frutos. Hijos Míos, vuestros corazoncitos deben estar dentro de Mi espíritu de la paz, así serán salvados y resguardados de toda tentación de este mundo.

Queridos hijos, por todo esto Yo hoy los invito a vivir la fraternidad desde el corazón; de esta forma, pequeños niños, estarán en el Corazón del Padre Celestial. Si la humanidad se reconciliara con Dios a través del sano espíritu de la fraternidad, de la caridad y del amor en el corazón, los caminos que le aguardan al mundo, por Mi intercesión, ya podrían ser otros.

Hijos Míos, Yo los llamo a prepararse en el camino de la oración para que la devoción que se guarda en vuestros corazones pueda servir y colaborar en el alivio de esta humanidad.

Hoy, nuevamente los llevo a todos en Mi Inmaculado Corazón para que vuestras vidas tengan fortaleza para responder, una vez más, a Mis pedidos. Los colmo con Mi Luz Maternal y estimulo vuestros corazones a vivir en Mi Hijo antes de que Él retorne.

Queridos hijos, lleven en sus corazones Mi Pureza Virginal y sientan que es posible mejorar todo en estos tiempos. Mi Paz Universal quiere estar sobre el mundo y, para eso, sus oraciones ayudarán a Mi fiel propósito de amor en los corazones.

Los guío. Vivan en Mi Fe.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Lleven Mi Paz en sus corazones y les aseguro que no perderán la fuerza de Mi Fe en sus vidas.

Ha llegado el momento, hijos Míos, que se perdonen los unos a los otros antes de que Mi Hijo pose Sus pies sobre la Tierra. Sean misericordiosos con cada uno de sus hermanos y alejen las mentiras que muchos crean, las que ofenden a Dios.

La oración, queridos hijos, es la llave primordial que abre la Gracia Infinita de los Cielos. Busquen día a día la llave preciosa de la oración y santifiquen sus vidas en la presencia de Mi Hijo. Ya no hay más nada que puedan perder. Ustedes deben arder en el absoluto Amor de Mi Hijo para que aprendan a amar y a reconciliarse en sus corazones. Hijos Míos, caminen en esta peregrinación Conmigo para que Yo los pueda guiar y los pueda proteger en los caminos que el mundo vive sin Dios.

Ustedes, hijos Míos, deben ser el puente entre los Cielos y la Tierra. Eso lo alcanzarán cuando oren perpetuamente Conmigo. La oración debe hacer crecer el amor en sus corazones para que Mi Hijo pueda vivir eternamente en ustedes como una llama de Dios Padre.

Por el reverendo amor que cada uno de ustedes tiene hacia Mi Hijo, Yo les pido firmeza y esperanza en sus vidas para los pasos que cada uno deberá dar en este tiempo de divina Justicia Celestial.

Sean pacientes para que sus corazones sean mansos y puros delante de Dios, el Padre Celestial.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz para el camino de todos Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

La soledad y la falta del Verdadero Amor a Dios en algunos corazones pueden despertar el miedo. Por eso, queridos hijos, ustedes, como instrumentos de la oración, deben amar a Dios Padre por sobre toda situación, sentimiento y pensamiento, para que así sus consciencias sean guiadas hacia el camino de la perfecta Luz de Dios.

Amados hijos, muchas almas necesitan de paz en la vida y en el corazón. Estas almas, que son Mis hijos, viven confusos, con poca sabiduría para dar sus pasos. Por eso, hijos Míos, los llamo con urgencia a la oración del corazón. Así Mi Hijo los podrá inundar con Su Misericordia y Sus Gracias en este final de los tiempos.

Queridos hijos, el mundo continúa ciego delante del Amor de Dios. Por eso Yo les pido que despierten en sus hermanos la compasión y el perdón tan necesarios para que la humanidad se redima. Todas las almas en estos tiempos están en su ciclo de definición y de juicio. Oren, queridos hijos, con mucho amor para que Dios los escuche y derrame Su Misericordia sobre el mundo.

La humanidad aún vive en la ilusión de que todo continuará igual. Yo les digo, hijos Míos: ¡despierten! Despierten porque Mi Hijo está retornando al mundo y el mundo debe pedir mucho perdón a Dios.

Vivan a diario el amor por el prójimo. Así, la Luz que tantas almas aguardan podrá ser la llama que Mi Hijo entregará a cada uno de sus corazones.

¡Recen! ¡Recen! No se cansen de rezar porque es necesario en esta hora de Juicio.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz para el camino de las almas.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Despierten la Luz de Dios en sus corazones y nunca pierdan la alegría de estar en Mi Hijo Resucitado.

Queridos hijos:

Cuando viven en el océano de la oración, ustedes, como humanidad, permiten generar una alianza perfecta con Dios Padre. Por eso, queridos hijos, el mundo diariamente necesita de fieles instrumentos de la oración que se unan a Mi Hijo a través de Mi Inmaculado Corazón. Por este sendero de oración que los llevará a la paz, hoy Yo los invito a recordar cuán importante es vivir del fruto constante de la oración.

El alma que es permeada por el espíritu de la oración estará reconciliándose con Dios Padre, y el Espíritu Santo le dará, por Gracia, cada uno de Sus Siete Dones.

Queridos hijos, por este motivo, no solo los invito a vivir de la oración, sino que les recuerdo a todos Mis hijos que también deberán ser salvados de sus vidas humanas. Ya es hora de que las almas manifiesten el don que Dios les concedió desde el momento de la Creación.

Hijos Míos, mientras del Espíritu Santo emanan Sus primeras señales para el mundo, a través de la presencia de Mi Inmaculado Corazón, Dios está irradiando Sus Dones de Paz por medio de Mi Corazón y del Espíritu Santo.

Amados hijos, el Espíritu Santo y Mi Inmaculado Corazón son la fuerza para despertar la Misericordia en las almas, preparándolas para cuando Mi Hijo retorne.

Queridos hijos, el camino que cada alma está decidiendo recorrer en la vida la llevará a estar más cerca o más lejos de Dios. Por eso, hijos queridos, Yo vengo día a día para recordarles que solamente existe un camino hacia el Padre, que es a través de Mi Hijo, quien Se anunciará al mundo por segunda vez. Busquen a Mi Hijo en sus corazones para que puedan verlo venir desde los Cielos.

Gracias por responder a Mi llamado.

Amor para todos desde Mi Inmaculado Corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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