MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Madre de los cristianos y de los no cristianos, en el nombre de la Luz de Mi Hijo, intento, día a día, retirar a muchas almas del largo desierto interior en el que viven por la falta de fe y de amor en el corazón.

En estos tiempos, queridos hijos, que vuestros corazones sean precursores activos de Mi llamado por la paz y por la salvación de las criaturas.

Queridos hijos, como Madre y Puerta del Cielo, hoy les pido que busquen a Dios dentro de vuestros seres internos, al Amor del Padre, al Espíritu Inmaculado de la Paz, porque ese Espíritu les permitirá crecer y los fortalecerá para las decisiones en la vida, en la mente y en el espíritu de cada uno.

Hoy los estoy llamando a preparar, con consciencia, vuestras moradas para que en poco tiempo, Jesús, el Rey del Universo, el Maestro de los maestros, encuentre reposo en moradas puras y cristalinas donde se pueda derramar Su Absoluta e Insondable Misericordia.

Queridos hijos, el mundo está viviendo grandes pruebas en la fe y en la vida de muchos corazones; por este motivo Yo les pido que coloquen a los millones de hijos que tengo a Mi resguardo en el verdadero ejercicio de vuestras oraciones para que ellos ingresen en la definitiva Ley del Perdón y de la Misericordia.

Como les he dicho, queridos hijos, este es un último ciclo para la confirmación de los corazones delante de los Planes de Dios. La humanidad puede vivir en el nuevo Plan de Dios, Plan que los llevará a permanecer en el verdadero estado de la paz y de la reconciliación.

Hijos Míos, es muy importante mantener encendido el fuego de la oración del corazón, oración que los une con el Sagrado Espíritu Divino de Mi Hijo. Pero para que eso suceda, queridos hijos, vuestros labios solo deben pronunciar palabras de amor y de paz, palabras que broten desde el corazón, palabras que alivien el gran sufrimiento que viven muchas almas solitarias.

Hijos Míos, hoy de nuevo les suplico y les hablo con el inmenso Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque como ustedes saben, estos ya son los últimos anuncios que Dios Me envía a transmitir para todos los corazones.

Delante del nuevo tiempo que llegará, hijos Míos, que vuestros corazones, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos sean misericordiosos para que dentro de ustedes reine Dios, reine por siempre el Amor de Mi Hijo.

Guarden en ustedes la gratitud para que ella irradie humildad y Misericordia.

Gracias por responder a Mi llamado.

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Un urgente llamado maternal

Queridos hijos:

Con el rosario entre Mis manos, oro para que Mis hijos despierten a tiempo.

Oro por todas las almas que se alejan de Dios.

Oro para que el mundo alcance la Gracia de la Paz.

Oro por todos aquellos que no oran.

Oro para que la fe pueda despertar a tiempo en vuestros corazones.

Oro para disolver las dificultades que muchos hijos están viviendo.

Oro por este tiempo de prueba y confirmación.

Oro para que todos Mis hijos se perdonen y se rediman a través de Mi Hijo.

Queridos hijos, perpetuamente oro por este tiempo definitorio en que las almas se postulan para estar en el rebaño de Mi Hijo o se postulan para estar fuera del rebaño de Mi Hijo.

Por eso, como Madre Intercesora, oro para que nadie se pierda, ni siquiera la más pequeña de las esencias.

Oro para que todos alcancen el perdón.

Oro en este tiempo de Misericordia porque está brotando la Justicia Divina.

Oro para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes.

Oro, suplicándole, para que Él los guíe nuevamente.

Oro por todo lo que observo en este mundo.

Oro por el nuevo ciclo que llegará.

Oro para que la reconciliación se pueda vivir en cada criatura como una emanación del espíritu de la paz. Oro para que la confianza en el Único pueda fortalecerse en los que se han entregado al Plan Divino.

Oro con esperanza por toda la humanidad.

Oro para que todos Mis niños tomen consciencia de que ya no son tiempos normales, que es necesario rezar con el corazón todos los días y no olvidar fácilmente el alimento que provee el poder de la oración.

Oro por todos ustedes para que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de Mis hijos.

Oro por los que no escuchan Mi llamado y por los que desmerecen las palabras de Mi Inmaculado Corazón.

Oro para que se manifieste la verdad en vuestras vidas.

Como Reina de la Paz, oro por su salvación.

Por eso hoy, queridos hijos, oremos por todas las intenciones, porque es necesario que sus corazones estén en constante servicio. Oremos por la Presencia de la Paz de Dios porque ella será la que sostendrá al mundo.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi urgente llamado por la paz.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mi Corazón Inmaculado irradia Amor al mundo.

Queridos hijos:

Hoy los invito, de manera especial, a unir vuestros corazones a la Luz de Mi Amor Materno que también brota en el Centro de Devoción de Medjugorje.

Por este motivo, los invito a orar por todos los Centros Marianos, en donde Mi Faz Inmaculada y Auxiliadora está presente para la vida de todas las almas.

Como Reina de la Paz, hoy los llamo a orar amorosamente por todos los peregrinos que, unidos a Mi Inmaculado Corazón, se esfuerzan por vivir la ciencia de la fe y la devoción del corazón.

Mi Corazón Maternal desciende una vez más sobre este mundo, como también día a día, a través de Mis anuncios en los mensajes diarios.

Hoy, Mis pequeños, Mi Inmaculado Corazón se refleja sobre la aldea mariana de Medjugorje.

Por eso, los estoy invitando a ingresar en el Reino y en el Espíritu de Mi Paz que están presentes en Medjugorje. Allí, desde hace ya treinta años y desde hace cinco años en América, Dios Me envía hacia ustedes para enseñarles a vivir en comunión diaria con Mi Hijo y a vivir en la reconciliación y en la paz. Las almas fácilmente olvidan la esencia de estos importantes atributos para el corazón.

Queridos hijos, hoy los invito a permanecer en el corazón devocional de Medjugorje porque así ustedes encontrarán Mi Presencia Maternal en vuestras vidas.

Recuerden que Dios contempla el ejercicio de vuestras oraciones, que Dios espera de todos Sus hijos el mayor esfuerzo y donación desde el corazón para que se cumplan los designios de Su amorosa Voluntad.

Por eso, queridos hijos, vivan Medjugorje como escuela de oración para vivir la Paz de Mi Reino Maternal.

¡Les agradezco por estar un mes más contestando a Mi llamado!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Abriendo nuevamente Mis brazos misericordiosos y con la oración perpetua entre Mis labios, hoy los invito a vivir Mi mensaje, hoy los invito a considerar cada una de Mis palabras, las que han sido pronunciadas a lo largo de estos últimos meses.

Hijos Míos, si así lo hicieren, ustedes podrán ser instrumentos de Dios, podrán ser el mensaje vivo para cada corazón de este mundo. Esto permitirá que cada una de Mis palabras se siembre en vuestros corazones.

Queridos hijos, sepan que como Intercesora de todas las almas, el mensaje divino que Yo les entrego amorosamente todos los días, es un mensaje de Luz que viene desde el Cielo.

Hijos Míos, hoy quiero que no solo despierten al llamado maternal, sino también que recuerden que cada una de Mis palabras llega a vuestras vidas para traerles el Perdón, la Reconciliación, la Misericordia, el Amor Divino y la Redención en este último tiempo.

Siendo Madre de Jesús, el Gran Sacerdote del Amor, quiero enseñarles a leer los mensajes, quiero enseñarles a meditar Mis mensajes y quiero enseñarles a interiorizar Mis palabras en vuestros corazones.

Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón ya le habló mucho a esta humanidad a lo largo de los siglos. Habló para hacerle recordar que Dios es vuestra única y verdadera aspiración para toda la eternidad.

Pero todavía, Mis pequeños hijos, gran parte de la humanidad está ciega, cierra su propio corazón al don de la vida que representa Mi Hijo y, más aún, acepta poco la Misericordia.

Por eso, queridos hijos, vuestra oración debe ayudar a restaurar todos estos acontecimientos para que vuestros corazones, como mediadores, reciban una Gracia Mayor de Perdón.

Hijos Míos, cuando sientan Mis mensajes, vuestras almas estarán en eterna oración. Mientras el mundo cambia rápidamente y sin detenerse en la reflexión, Mi Inmaculado Corazón se está ofreciendo a cada uno de ustedes para que, unidos en oración, cambiemos en la Gracia de Dios el rumbo de la humanidad.

Queridos hijos, recuerden sentir Mis palabras con el amor de vuestro corazón, permitan que la Luz del Espíritu Santo descienda desde el Infinito Corazón de Dios sobre toda la humanidad.

¡Oremos en este tiempo de emergencia! ¡Oremos por la presencia de la paz!

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Señora de las Rosas, quiero llevarlos a Mi jardín celestial para que todas las almas, reunidas como rosas, puedan permanecer en el prometido paraíso del Señor.

Queridos hijos, lindas son estas promesas, por lo que hoy los invito a la conversión de sus vidas, al perdón del pasado y a la reconciliación de sus corazones con cada uno de sus semejantes. Recuerden, hijos Míos, que en cada hermano se encuentra Cristo, Mi Hijo Resucitado. Por eso, los invito a ser consecuentes con el Reino de la Paz para que esté presente en cada uno de Mis hijos.

No teman por lo que aún no cambia en el mundo. Es necesaria la oración del corazón para encontrar la Luz del Padre.

Pequeños niños, corran como esencias puras hasta los pies del Creador, porque si ese gesto fuera sincero, a través de la oferta de la oración, el Señor Omnipotente los colmará con Sus Infinitas Gracias Reparadoras.

Hoy los observo y los coloco dentro del Reino Celestial. A toda la gran humanidad que no quiere cambiar aceptando los Planes de Dios por vivir su propia decisión de vida, la coloco en el interior del Reino Celestial de la oración, para que junto a Mis ángeles custodios, oremos por la salvación y la redención de todos Mis hijos.

Hijos Míos, a todos ustedes les cabe responder a los pedidos pronunciados por nuestro Dios en cada uno de vuestros corazones. Quiero hacerlos crecer desde el corazón para que muchos de Mis hijos puedan imitar ese simple camino de consagración al Santísimo Corazón de Jesús.

Es momento de reparar las grandes causas que han distanciado a las almas de Dios. Yo vengo aquí, hasta cada uno de ustedes, como Mediadora y Madre de Jesús, El Redentor, vuestro Salvador.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hoy los invito a consagrar vuestras vidas como un presente para Dios, siendo flores a los pies del Creador. Lleven en sus rostros la alegría de servirlo y, en armonía, manifiesten el Amor de Mi Hijo. Vivan bajo la Fuente del Amor del Salvador y, como buenos y humildes instrumentos, irradien la paz del corazón.

Sepan, queridos hijos, que a pesar de la forma en que el mundo se comporta delante de Dios, Mi Inmaculado Corazón los hace partícipes del nuevo camino que Yo quiero revelarles, camino de amor y de perdón.

Recuerden que ustedes sirven por absoluto amor a Dios, y que Mi Hijo los llama a beber de la Fuente de la Misericordia por todos aquellos que, con facilidad, olvidan la importancia de estar en Dios. Por eso, hijos Míos, cada acción de la vida debe estar consagrada a Dios, y en ese espíritu de paz ustedes deben obrar.

Muchos recibirán, a su debido tiempo, el último llamado de Dios, el Padre del Universo, y uno de Sus avisos será dado a través de la voz de Mi Inmaculado Corazón que llega al mundo para elevarlo como consciencia y como corazón.

Sean buenos discípulos de Mi Hijo. Sean verdaderos mensajeros de Su Divina Misericordia. La Hora Divina marca el momento de servirse del Perdón de Dios y de reconciliarse con sus seres queridos. Cada acto de perdón atrae la pureza original hacia sus corazones. La vida se vuelve luminosa delante del trono del Padre porque en ella existe una nueva morada, morada visitada por el Amor Compasivo de Mi Hijo.

Busquen la pureza para comenzar a vivir de la Inmaculada Paz de Mi Corazón.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

¡Alabado sea Jesús en sus corazones por toda la eternidad!

Hoy los invito a contemplar con gratitud el Sagrado Corazón de Mi Hijo porque Él les dará la fuerza necesaria para convertir sus corazones en instrumentos preciosos del amor y de la verdad.

Por eso, queridos hijos, guarden siempre en sus corazones y en sus vidas un momento de oración para conversar con el Dios Todopoderoso. Así sus almas podrán ser partícipes de la Misericordia del Redentor.

Hoy, Mis brazos de piedad están extendidos e irradian Mi Luz de Amor en lo profundo de sus espíritus. Para que esto pueda seguir ocurriendo, hijos Míos, deben vivir en el acto sincero y verdadero de la oración del corazón, porque así ustedes descubrirán cómo el espíritu de la oración del corazón los ayudará a perdonar y reconciliar sus propios corazones con Dios y, en especial, entre sus más queridos, familiares, amigos y otras almas conocidas.

Por eso, pequeños Míos, es hora de vivir el acto de la oración de la reconciliación para que todos Mis hijos puedan ser partícipes de las promesas de Cristo.

El compromiso de sus corazoncitos, que están sobre esta Tierra, es vigilar en oración, vigilar por los que no vigilan y por los que se distraen con las modernidades de este mundo.

De esta manera, hijitos Míos, vuestros corazones serán como los corazones de Mis ángeles querubines que vigilan, en la esencia del amor, por todos los que fácilmente día a día se alejan de Dios Creador.

Por eso, en el final de estos tiempos, la tarea de los grupos consagrados a Mi Inmaculado Corazón será vigilar en constante oración, porque así la fuerza de Mis hijos estará en el Verbo del Amor guiado por el Espíritu Santo.

¡Les agradezco, hijos Míos!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Nunca pierdan el gozo de vivir en el Señor y la alegría de responder a Su Divina Voluntad. Ustedes, hijos Míos, ya saben que la humanidad necesita de mucha oración para poder aliviar, desde el Corazón del Padre, todo el sufrimiento que ella vive.

La Gracia y la Reconciliación han sido llaves que les abrieron las nuevas puertas. Hoy les pido que siempre recuerden a todos los hijos que, inconscientes y sin orientación interior, se encaminan hacia los abismos a través de las tentaciones de esta época mundial.

Con la oración ustedes podrán auxiliar a todos estos amados hijos que no viven en Dios y que, tentados, decaen sin la salvación del alma. Dios quiere llegar hasta ellos, en esta hora, con Su Fuente de Misericordia y de Prodigios a través de todos los corazones marianos que responden al llamado por la paz y por la redención de todas las criaturas de este mundo.

Por eso, queridos hijos, todas las oraciones que ejerciten durante este tiempo repercutirán en la hora del llamado Juicio Final.

Mi llamado les pide que unan sus corazones al Corazón Divino de Mi Hijo para que el mundo, a través de los seres y almas consagrados, se pueda salvar y redimir.

Queridos hijos, ningún alma está distante de su propio Juicio ante Dios. Por eso, Él los invita a vivir en la reconciliación y en la oración para poder manifestar en ustedes la armonía y la paz.

Sepan hijos Míos, que Mi Corazón de Madre los espera en oración, porque la oración del corazón despierta la fe que es sustentada por la Llama del Espíritu Santo.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

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Queridos hijos:

Si llevan la cruz en la vida, es señal de que sus corazones deberán seguir caminando como caminó hasta el final el Corazón de Jesús. Por más que la cruz parezca pesada, ella es motivo para que ustedes, olvidados de todo y amando todo lo que cada uno tiene –lo que ha sido dado por el Señor– sigan el camino hacia la redención.

Sepan, hijos Míos, que el camino de la redención es un camino que los llama a la reparación del pasado mediante el perdón para que así sus corazones alcancen la reconciliación con Dios Padre. Él los espera con inmenso Amor y Compasión para que vuestras vidas, mediante la redención, puedan elevarse hacia los Cielos.

Queridos hijos, que cada cruz que cargan sea una oferta para la paz en el mundo y sobre todo para la reconciliación de todos los corazones con el Dios Altísimo.

La cruz del dolor ya fue cargada por Mi Hijo. Su Amor Redentor triunfó en el mundo y Él hizo retornar la vida eterna para todos.

Yo conozco el peso y la magnitud de cada cruz de Mis hijos y quiero ayudarlos a aliviar cualquier peso para que ustedes, con las manos y los brazos libres, puedan correr en inmensa alegría hasta Dios.

La humanidad lleva una gran cruz que, a lo largo del tiempo, el Padre Celestial ha intentado aliviar a través de la Presencia del Sagrado Corazón de Jesús y de Mi Inmaculado Corazón.

Pero ahora, pequeños hijos, ustedes, como verdaderos grupos de oración, podrán clamar por la fuente que todo lo cura y todo lo repara: la fuente inagotable de la Misericordia. Es en la Misericordia que todo podrá ser aliviado.

Confíen en Cristo Misericordioso porque Su Amor los abrazará cuando solo digan: “Sí, a Ti me entrego, Señor”.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

El mundo ofende a Cristo y aún son pocos los hijos que reparan Su Divino Corazón en la oración. Es la hora de la conversión de todas las vidas que todavía en estos tiempos no han vivido la reconciliación.

Queridos hijos, que nunca falte en sus rostros la alegría de estar Conmigo. Yo los amo y los acompaño en todos los cambios que vuestros corazones deben vivir. Pidan el auxilio de Mi Hijo porque Él en Su Misericordioso Poder los salvará y los perdonará.

Quiero dejarles hoy la fuente del perdón porque es el único camino que los llevará hacia el encuentro con Dios. Permitan que cada una de vuestras vidas se reconcilie día a día con Dios, con lo Alto y lo Supremo.

Queridos hijos, actúen como almas del Padre que en el ejercicio de la oración encuentran fortaleza y fe para los cambios. Aún la humanidad debe orar mucho más para que reciba la Gracia del Perdón Misericordioso.

Si ustedes están en Mi Hijo y adoran Su Corazón podrán dar los pasos hacia los tiempos que llegarán para el mundo. Por eso, vivan de la alegría del corazón para que sus corazones reciban el gozo del perdón y de la reconciliación con el Padre Supremo.

La gratitud por cada paso que sus vidas están dando les revelará con sabiduría el próximo camino que Mi Hijo les alumbrará con el poder de la Luz de Su Sagrado Corazón.

Para que sus corazones se fortalezcan, repitan con amor y humildad:

ORACIÓN A LA MISERICORDIA DE CRISTO

Señor, dame ojos misericordiosos

para que mi mirada

pueda ver la necesidad en cada lugar.

Señor, dame una boca silenciosa para que solo pronuncie

palabras de Amor y de Luz.

Señor, dame un camino humilde

para que mis pies caminen por el sendero de la simplicidad.

Señor, dame oídos cristalinos

para que solo oiga

Tus palabras en todo lugar.

Señor, dame un corazón puro

para que guarde la esperanza

y, en Tu Divina Misericordia,

alcance la Redención.

Señor, dame manos prodigiosas

para que solo done y sirva

a los necesitados de Ti.

Amén.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

A los que están caídos, levantaré. A los que están tristes, alegraré. A los que perdieron la esperanza, les daré esperanza. A los que sufren, aliviaré.

Queridos hijos:

Estas son las promesas de Mi Hijo. Por eso, ¡oren!, oren con el corazón para que todos Mis hijos puedan recibir este precioso Acto Misericordioso de Mi Hijo. Mi Corazón les sirve de amparo, de resguardo y de salvación; por eso, no teman a las caídas en la vida. Hoy, Yo los invito a que se levanten desde donde están y caminen a través del Divino Espíritu de Cristo, de nuevo, tomados de las manos de Luz de Mi Hijo amado.

Ustedes, queridos hijos, deben construir en sus corazones las promesas del Cristo Vivo, a través de la oración, como una preparación para el nuevo tiempo de paz y en honor al retorno de Jesús esperado por todos.

Hoy, cada uno de Mis pequeños, véase como un discípulo que, habiendo recibido la instrucción del Maestro del Amor, ahora espera en vigilia el próximo llamado.

Así, hijos Míos, Mi Corazón de Madre les trae de nuevo, en este tiempo, el llamado a la oración, al perdón, a la reconciliación y a la Misericordia para que sus corazones purifiquen los sentimientos y toda intención se vuelva pura y cristalina como el agua de un hermoso río.

Abran día a día sus corazones delante de la voz de Mi Corazón y sepan que Dios los llama para que vuestras vidas manifiesten el don de la paz y de la mansedumbre en este tiempo.

El mundo podrá recibir de ustedes las oraciones pero más aún podrá recibir de ustedes el empeño para transformar la vida en un instrumento de Mi Paz.

Los preparo y los guío con inmenso Amor Maternal.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En el día de ayer los invité a vivir en la reconciliación del corazón; hoy los invito a seguir ejercitando este atributo de los Cielos porque cada reconciliación que se viva aliviará el peso del sufrimiento en el mundo.

Por eso, hijos Míos, lleven en vuestras manos Mi estandarte de la paz y en la oración hecha con el corazón ustedes permitirán que Dios los colme con Sus Dones y Sus Gracias.

Saben, pequeños Míos, que la humanidad le teme al tiempo de los grandes cambios, pero les digo que en verdad deben orar más para que todo temor desaparezca. El enemigo distrae a los corazones a través del temor. Por eso hijitos, si sus corazones son vigilantes en la oración, ayudarán a que esa creencia del miedo desaparezca delante de la fuerte presencia del amor.

Queridos hijos, quédense en Mi Presencia Protectora y Maternal para que sus vidas encuentren el verdadero refugio del corazón: la Paz.

La vida en la paz es como la elevación de un puente de Luz hacia los Cielos. Ese sendero lo construirán con la oración diaria, una oración que los prepara para los nuevos tiempos.

Ahora ya es momento de que irradien a sus hermanos el amor que sus corazones sienten por Mi Glorificado Hijo. De esta manera, podrá surgir desde cada vida un rayo de amor fraterno que la humanidad necesita reencontrar en estos tiempos.

Queridos hijos, en Mi presencia está cada uno de sus corazones. Yo los llamo a reconciliarse con Dios a través del acto del perdón.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Queridos hijos:

Con inmenso regocijo preparo Mi llegada a cada uno de vuestros corazoncitos en el mes de mayo en Portugal y en junio en Argentina. Hoy los invito a acompañarme en los Planes de Paz y de Reconciliación que Dios tiene para cada criatura.

Como el Inmaculado Corazón, queridos hijos, los acerco diariamente hacia Mi Hijo porque en Él fortalecerán el Don del Amor.

Hijos Míos, en los días de encuentro en Portugal y en Argentina, Yo los invito, como grupos de oración, a colmar los Cielos de plegarias. Eso ayudará a que estas naciones reciban la Gracia del Perdón que Mis hijos necesitan.

Quiero pedirles, también, que en cada encuentro de los grupos de oración, clamen con vuestras oraciones y vuestros corazones por la presencia del Ángel de la Paz. De esta manera, hijitos, vuestras vidas se prepararán para recibirme durante los meses de mayo y de junio, y juntos podremos renovar la Divina Misericordia en cada hijo amado.

Queridos hijos, vivan hoy la presencia de Mi Paz Universal a través de la unión de cada alma con el Ángel de la Paz, así vuestros corazones prepararán Mi llegada con inmensa alegría.

Sepan, hijos Míos, que Mi Corazón llega hacia ustedes a Portugal y a Argentina por segunda vez para que, como humanidad, renueven la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Quiero que en los próximos meses puedan vivir en Mi Paz como una preparación para los tiempos que llegarán.

Caminen en la vida de oración; Mi Corazón está con ustedes y con todo el mundo. Yo los abrazo con Mi Luz Maternal y los coloco bajo Mi Manto.

Que para esos meses que vendrán, sus corazones vivan en un solo corazón grupal de caridad y servicio por las almas, y por las almas de aquellos que están dispersos por el mundo.

Los aguardo a todos en oración por la Misión de la Paz de Dios en todos Mis hijos de esta humanidad.

Alegren sus vidas para poder recibirme.

Los ama desde el Infinito Corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Sepan, hijos Míos, que Mi Inmaculado Corazón está entre ustedes para que sus vidas, como pequeños niños del Gran Padre, puedan ser guiadas por los caminos de la paz y de la redención.

Por esto, hijitos, hoy Yo los invito a vivir de la oración a través de la unión Conmigo en la devoción al Amadísimo Corazón de Jesús. Así, queridos hijos, ustedes estarán saciando la sed de almas de toda esta humanidad que Mi Hijo tiene.

Yo solo les pido, hijitos, que confíen en el propósito de Mi Paz para que ella pueda manifestarse en todos los corazones que están con sed de paz. Vuestros corazoncitos, unidos a Cristo, alivian el gran dolor de esta humanidad a la cual le ha llegado la hora de reconciliarse con el Padre Celestial. Y esto acontecerá mediante el camino de oración que cada uno de ustedes construye día a día.

Así, queridos hijos, la Fuente Primordial de la Divina Misericordia de Mi Hijo podrá derramarse por un tiempo más sobre el mundo, más aún sobre todos aquellos hijos que no escuchan la voz de Mi Inmaculado Corazón. A todos ellos les llegará la hora del reencuentro con el verdadero Padre Eterno.

El camino de la redención del corazón es un camino que Mi llamado está preparando día a día a través de los mensajes diarios. Por eso, a todos aquellos hijos que se aproximen a Mí mediante los mensajes diarios, podré decirles que están en el camino de la redención.

Yo les prometo estar presente cuando los corazones se unan a Mí. Allí, en ese momento, Mi Corazón Maternal será uno con cada uno de Mis pequeños niños.

Que la Paz Celestial reverbere en vuestros corazones para que vuestras vidas se conviertan en una pura oración.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

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Hijos Míos:

Hoy los invito al recogimiento de sus corazoncitos para aguardar el despertar del Señor Jesús, Mi Hijo Glorificado. Recuerden, queridos hijos, que durante esta semana, sus vidas se preparan para entrar por las puertas redentoras de la Pascua que Mi Hijo hace reverberar a través del acto de la Pasión de Su Sagrado Corazón.

Por eso, queridísimos hijos, ahora ustedes ya están prontos para volver a comulgar de Mi Hijo, el Salvador de todas las almas. Para llegar a vivir ese sublime acto de amor por Jesús, Yo les pido que perdonen y reconcilien sus vidas con la de cada uno de sus hermanos, que también son Mis hijos en la Redención.

Queridos hijos, Yo los llamo a contemplar hoy, profundamente en la oración, el misterio de la Resurrección de Cristo a través del poder del Amor. Si sus corazones ya dieron ese paso de Amor, Mi Inmaculado Corazón podrá dar más vida y salvación a muchos de Mis hijos que están muy lejos de Dios.

Hijos Míos, celebren esta Pascua como la primera Buena Nueva que viene en el fin de este tiempo a aliviarlos de todo el sufrimiento de sus vidas. Por eso, queridos hijos, la oración del corazón los llevará a encontrar, en el camino, la Presencia de Mi Hijo, de Su Santo Corazón de Amor.

¡Santos y venerables sean los Ángeles del Señor! porque ellos, a través del sacrificio que Mi Hijo entregó por amor, podrán ayudar en la redención del mundo.

Abran las puertas de sus corazoncitos y busquen a Cristo, porque Mi Hijo está allí en cada uno de ustedes. Acepten los brazos de Amor y Redención que Mi Hijo les extiende. Permitan que vuestros corazones ardan de amor por Cristo. Si así lo fuera, queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón de Madre podrá, a través de la Misericordia, socorrer al mundo que está perdido. Oren con el corazón. Abracen con paz cada misterio de la Pasión porque ya ha llegado la hora de que vuestras vidas crezcan.

Gracias por responder a Mi llamado.

En la Buena Nueva de la Resurrección de cada vida y de cada pequeño corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Alegren sus corazones por la Presencia Eterna de Mi Hijo y porque cada una de sus vidas está siendo partícipe de la Mesa del Señor, de esta Pascua de Cristo.

Queridos hijos, por eso hoy los invito a que preparen sus vidas a través de la verdadera oración hecha con el corazón; esto les permitirá vivir una Pascua de comunión interior con Cristo Jesús.

Este camino de reconciliación y perdón misericordioso que están siendo llamados a vivir, deberá ser vivido en nombre de toda la humanidad que a lo largo de los tiempos ofende a Dios. Para aliviar el Corazón del Amadísimo Padre Celestial, Yo los invito a experimentar, durante esta semana de la Pascua, un estado desconocido de paz y de reconciliación a través de la oración diaria.

De esta manera, hijos Míos, sus corazones comulgarán en la mesa con Mi Hijo, pudiendo así presenciar Su Sublime Corazón de Paz.

Los invito a vivir de nuevo la Pascua porque ustedes, como almas de la humanidad, necesitan de una rápida conversión del corazón para que el Padre, en Su Infinita Gracia Celestial, manifieste Su Voluntad a través de los instrumentos donados y transformados por Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, si en verdad supieran cuán importante es esta Pascua de la Nueva Era, sus corazones vivirían en un profundo gozo y alabanza. La Presencia de Mi Hijo, a través de los Misterios Dolorosos, los llevará a comprender y a vivir los pasajes que hicieron eco en el universo a través de la entrega y del sacrificio de Jesús.

Hijos Míos, que la Pascua les despierte el ánimo de querer estar en Mi Hijo, en Sus brazos de Misericordia.

Queridos hijos, el compromiso de cada uno de ustedes es vivir esta Pascua con el corazón pudiendo transmitir así la importancia de este momento de perdón y de reconciliación a cada uno de Mis hijos.

Confiesen vuestros corazones con Mi Hijo. Vivan en vuestras vidas el Sagrado Corazón de Cristo. Canten en gloria la venida del Redentor.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz Eterna para las vidas de todos Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En la devoción a Mi Inmaculado Corazón la paz será alcanzada, y el mundo vivirá un tiempo más de Gracia. Vean emerger de sus corazones la presencia de Mi Amor Maternal y sus vidas estarán más cerca de Dios Padre.

Queridos hijos, Mi Corazón clama por la redención del mundo y de tantos hijos que sus pequeñas manos no podrían contar. Amados Míos, el universo al cual sus corazones pertenecen está lleno de Luz y de Gracia pero la humanidad poco ha aprendido a vivir de Dios. Por eso, alcen sus ojos siempre hacia el Reino del Santísimo Padre para que en el camino que ustedes están recorriendo puedan ver a su lado a Mi Hijo. Él es quien retorna por Amor, Redención y Paz. Encuentren en sus vidas a Dios a través de la oración.

Queridos hijos, acepten entrar en el camino de Mi Paz para que Mi Corazón los guíe y los proteja. Mientras el mundo aún cree vivir bien, así como fue formado a través de las generaciones, Yo les digo que todas las almas deben rendirse delante del trono del Creador para que Él los vea con ojos de Misericordia.

Amados hijos, cumplan con la promesa que sus corazones han hecho a Mi Hijo; antes de todo, vivan perpetuamente en Él para después, bebiendo del Manantial de Su Corazón, fundirse con Su Santo Espíritu de Amor.

Yo hoy los invito a que sus consciencias retornen a la unión con Mi Hijo que cada una de sus vidas ha tenido en el principio. Para eso, queridos hijos, alcancen la redención de sus vidas a través de la oración, la comunión con Cristo y la reconciliación con el Altísimo.

En cada nueva conversión estarán ayudando a aliviar al mundo para que el Amor Eterno de los Cielos reine sobre la Tierra dolorida.

Gracias por responder a Mi llamado.

Misericordia Divina para los que aún no la han alcanzado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Yo soy como el Sol del Universo, que día a día los quiere iluminar y amar para que puedan vivir en Mi Hijo algo único y glorioso. Vivan en el Espíritu de Cristo y, en humildad, reconcilien sus vidas con Su Sagrado Corazón.

Queridos hijos, en la reconciliación diaria de sus corazones con Mi Hijo, ustedes ayudarán a que muchas almas perdidas en la vida del mundo, y almas que no sienten a Dios, puedan todas ellas ser conducidas por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.

Hijos pequeños, por la confianza en Cristo podrán renovar la vida y todos los errores cometidos, más aún aquellos que se repiten sin poder ser perdonados; todo esto recibirá la justa causa de la Divina Misericordia. Por eso, siendo sus corazones parte de la humanidad, revertirán situaciones mundiales que todas las almas viven como lo es la falta de fe y la carencia de amor.

Hoy los invito a renovarse delante de Mi Hijo a través de la oración para que todo pueda reconciliarse y perdonarse según los preceptos del Altísimo Dios.

Queridos hijos, en el acto de la reconciliación estarán siendo salvados. Asimismo, muchas almas que aún niegan y no viven al Dios Vivo podrán ser tocadas por la presencia de Mi Amor Maternal. Pero para que eso acontezca, los necesito en oración, afirmando en sus corazones la vida de la Misericordia para que la mayoría de las faltas cometidas por la humanidad sean perdonadas.

Hijos Míos, ya estamos en el camino hacia la reparación del corazón y de la vida. Por eso, Yo los invito a ejercitar la paciencia delante de lo que es inquebrantable y a permanecer en Mi Inmaculado Corazón para que Mi Amor todo lo pueda curar.

Reconozcan que sin Dios Padre nada se puede hacer. Que brote en ustedes la gratitud por estar delante de Su trono.

¡Misericordia para Mis hijos del mundo entero!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

¡Paz, Paz, Paz en la Tierra! ¡Paz!

Mis hijos necesitan de redención, conversión y reconciliación con Dios. El Padre Supremo los llama a la penitencia del corazón. Él los llama a la hora de la reflexión como almas de la humanidad. Quien escucha el llamado se salvará, y la Misericordia abrazará su alma. Pero aún muchos corazones no escuchan cuán importante es la conversión del corazón en estos tiempos. Si Mi Corazón Inmaculado les habla de la conversión es porque aún no han purificado suficientemente el corazón.

Por eso, queridos hijos, Yo los invito a la oración grupal para que la comunión con Mi Hijo se manifieste en sus vidas. Muchas almas deben recuperar la alianza con Cristo, más aún aquellas que se unen a los principios del mundo. Yo llamo a la hora de la reconciliación a todos aquellos corazones perdidos en los vicios del mundo. Ellos no tienen fuerzas en el corazón para salir del camino que están recorriendo. Por eso, Yo los invito a orar por todos ellos para que Dios, en Su Misericordia, los pueda rescatar.

Queridos hijos, el mundo está en un tiempo final de cambios; es una verdad universal que aún muchos corazones no quieren ver. Por eso, llegó el momento de ejercitar todo lo que fue enseñado para que sus corazones, como instrumentos del Padre, sean la emanación de la paz para el mundo.

Queridos hijos, en esta reflexión y llamado a la reconciliación estarán construyendo el puente hacia la fraternidad entre los corazones de todos los hombres.

Yo los guardo dentro de Mi Corazón. Oremos y clamemos por la presencia de Mi Hijo para que Él, al enviar Su Misericordia al mundo, despierte los corazones al llamado.

Gracias por responder a Mi llamado.

Amor: vertiente divina de Luz para los corazones.

Que así sea.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Amados hijos:

Que en sus corazones, el día de hoy comience delante de la presencia amadísima de Mi Hijo.

El Rey llegará para reinar de nuevo sobre la vida de todas las almas. Él saciará la sed del corazón y renovará la esperanza en todos aquellos que la han perdido.

Queridos hijos, hoy los llamo a presenciar el insondable manantial de vida y de salvación que viene a través de Mi Hijo, el Redentor. Vengan todos hacia Mi Corazón, queridos Míos, para que caminemos juntos en esta peregrinación hacia la conversión del corazón. La hora de la reconciliación está siendo entregada a cada uno de Mis hijos. Por eso, pequeños, vayan, en oración y en adoración, anunciando al mundo que el Redentor de almas está llegando con una Buena Nueva de Paz y de Misericordia.

Queridos hijos, la Gracia de Dios debe ser una vivencia para sus corazones. Así, queridos niños, ustedes llegarán a vislumbrar el camino hacia la consagración del corazón. Hoy les irradio Mi llama de la paz para que ella disipe el miedo de sus corazones. Vean llegar nuevamente a sus vidas a la Señora rodeada por el Sol para que esta señal restaure en el mundo lo que hasta ahora ha sido injusto para con Dios. Vengan a Mi encuentro para que Yo los ayude a reconciliar sus corazones con el Altísimo.

Mis amados hijos, la fuente y el manantial de Mi Paz y los de Mi Venerable Hijo Jesús están abiertos y en abundancia para todos los corazones. Comulguen de la presencia de Cristo para que Su Sagrado Corazón les muestre el camino nuevo a recorrer.

Queridos hijos, oremos con el corazón por la paz de todos los corazones solitarios.

Yo los guío por este camino hacia la verdadera paz.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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