MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mi Corazón de Luz puede convertir, por amor, a los corazones.

El mayor dolor de la humanidad es la culpa en el corazón. Es como una flecha clavada que no permite la liberación ni el perdón. Por esto, Yo los llamo para aliviar la culpa del mundo, culpa que separa a los corazones de Dios y que genera sufrimiento.

Al mundo le ha llegado la hora de revertir todo por la presencia de la paz. La culpa provoca ausencia de paz en los corazones de Mis hijos. Por eso, queridos hijos, cada culpa que sientan en sus corazones debe ser curada a través de un sincero acto de amor y de reconciliación.

Cada uno de los Dones de Dios, así como Su Espíritu y Su Misericordia, pueden ser la Fuente Primordial que los ayude, como humanidad, a liberarse de la culpa y del dolor.

Queridos hijos, la humanidad está a las puertas de la redención y, también, cada uno de Mis hijos. Por eso, la fuerza permanente de la oración del corazón les permitirá persistir.

El Corazón de Mi Hijo es ofendido diariamente, pero cuando alguno de Mis hijos cae en la culpa o en el dolor, Mi Inmaculado Corazón auxilia a ese corazón que deberá, como alma, comenzar de nuevo.

Hijos Míos, cada uno de vuestros corazones debe redimirse a través de la Misericordia. Por eso acepten que aún están en el camino de la rehabilitación del espíritu y del corazón porque si así lo hicieran, ustedes podrían transitar en la vida por los senderos de Mi Paz.

Al mundo le falta mucha paz, pero aún más le falta la serenidad en el corazón a cada uno de Mis hijos, que podrán hallarla en la oración diaria. Sean conducidos por Mi Gracia Maternal de Redención. Ya no ofendan más y vivan en el Corazón de Mi Hijo. Mi Espíritu Maternal los perdona y los ama.

Gracias por responder a Mi llamado.

¡Redención para el corazón de cada uno de Mis hijos!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Contemplen Mi Inmaculado Corazón para que sus vidas se conviertan en fuentes cristalinas de pureza y de paz. Permitan que sus corazones vivan la conversión a través de la oración diaria ofrecida al mundo que vive sin paz y sin redención.

Hijos Míos, preparen sus corazones por medio de la gloriosa alegría que Mi Hijo les traerá con motivo de socorrer al mundo necesitado de Dios. Tengan todos Mis hijos corazones mansos y pacientes para que los cambios que deben acontecer en sus vidas se lleven adelante en la Paz y en la Presencia del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, continúen penetrando los Cielos a través del simple instrumento de la oración. Así todas las almas que en el mundo necesitan de Luz recibirán, por la expansión de Mi Manto de Luz, todas las Gracias Espirituales para la redención de cada corazón. Hijos amados, amen perpetuamente a Mi Hijo; así ustedes abrirán los Cielos para el descenso de los Rayos de la Misericordia que muchos de Mis hijos necesitan.

Si aún viven los cambios de la transformación, vívanlos con absoluta alegría, porque eso les indicará que llegarán Buenas Nuevas a sus vidas.

Queridos hijos, unan vuestros corazones en la Luz para que Dios les muestre los pasos victoriosos de Su Voluntad y de Su Misericordia.

Solo les pido, hijitos, que en la Pascua que se aproxima renuncien a lo que aún no han renunciado elevando así vuestros corazones hacia el Creador.

Estén en Mi Paz Perpetua.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Alegren sus corazones por la Presencia Eterna de Mi Hijo y porque cada una de sus vidas está siendo partícipe de la Mesa del Señor, de esta Pascua de Cristo.

Queridos hijos, por eso hoy los invito a que preparen sus vidas a través de la verdadera oración hecha con el corazón; esto les permitirá vivir una Pascua de comunión interior con Cristo Jesús.

Este camino de reconciliación y perdón misericordioso que están siendo llamados a vivir, deberá ser vivido en nombre de toda la humanidad que a lo largo de los tiempos ofende a Dios. Para aliviar el Corazón del Amadísimo Padre Celestial, Yo los invito a experimentar, durante esta semana de la Pascua, un estado desconocido de paz y de reconciliación a través de la oración diaria.

De esta manera, hijos Míos, sus corazones comulgarán en la mesa con Mi Hijo, pudiendo así presenciar Su Sublime Corazón de Paz.

Los invito a vivir de nuevo la Pascua porque ustedes, como almas de la humanidad, necesitan de una rápida conversión del corazón para que el Padre, en Su Infinita Gracia Celestial, manifieste Su Voluntad a través de los instrumentos donados y transformados por Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, si en verdad supieran cuán importante es esta Pascua de la Nueva Era, sus corazones vivirían en un profundo gozo y alabanza. La Presencia de Mi Hijo, a través de los Misterios Dolorosos, los llevará a comprender y a vivir los pasajes que hicieron eco en el universo a través de la entrega y del sacrificio de Jesús.

Hijos Míos, que la Pascua les despierte el ánimo de querer estar en Mi Hijo, en Sus brazos de Misericordia.

Queridos hijos, el compromiso de cada uno de ustedes es vivir esta Pascua con el corazón pudiendo transmitir así la importancia de este momento de perdón y de reconciliación a cada uno de Mis hijos.

Confiesen vuestros corazones con Mi Hijo. Vivan en vuestras vidas el Sagrado Corazón de Cristo. Canten en gloria la venida del Redentor.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz Eterna para las vidas de todos Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Que en sus vidas prevalezca la alegría delante de los cambios. Hoy los invito a compenetrarse con el universo de la oración para que aprendan, dentro de esta escuela, a sentir las sagradas palabras de la oración diaria.

Recuerden, queridos hijos, que mientras gran parte del mundo no ora al Dios Celestial, a todos Mis hijos más conscientes les corresponde multiplicar en sus vidas el ejercicio de la oración. De esta manera, Mis pequeños, el mundo podrá cambiar su situación espiritual a través del sabio ejercicio de la oración que cada uno de Mis soldados orantes deberá realizar día a día. Dejen brotar la Fuente inagotable de las Gracias para que sus vidas se vean permeadas por el supremo Amor de Dios.

Hoy, también los invito a recordar la presencia de los Ángeles del Señor sobre esta Tierra. Para eso, la reverencia y el amor por cada uno de Ellos les permitirá mantener una verdadera comunión con Mi Hijo porque, los santos ángeles, en su obediencia, también los conducirán hasta el Corazón del Cristo Vivo.

Por eso, queridos hijos, abracen a través del poder de la oración la llama de la paz eterna que los ángeles traen a la Tierra. Cada ángel tiene la misión de conducir a la humanidad hacia la Redención.

Hijos Míos, lleven en sus corazones la presencia de Mi Corazón para que puedan reconocer a Dios Padre en cada uno de ustedes.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz para la vida de Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Nunca olviden reservar y dedicar un tiempo para el encuentro con Mi Hijo y Conmigo a través de la oración y de Nuestra Presencia en sus corazones. En estos tiempos, queridos hijos, Nuestro esmero es que Nuestros Corazones, de Madre y de Hijo Redentor, sean las columnas que puedan sostener cada una de sus vidas.

Queridos hijos, Nosotros, como Corazones, nos hemos ofrendado al mundo porque Dios, en Su Bondadosa Misericordia, nos envía para recuperar al mundo y a todas las almas que están sobre la faz de la Tierra.

Hijos Míos, para que el enemigo no interfiera en Mis Planes de Paz, Yo los invito a seguirme día a día en la oración. No pierdan la fe que Yo les he donado con amor y con gratitud. Cuando pierdan la fuerza para orar no se detengan, corran hacia Mi Hijo para que Él los abrace y los ampare. Cuando sientan falta de amor no desesperen; penetren en la Luz de Mi Inmaculado Corazón y afirmen Mi Presencia Maternal en la vida de cada uno de ustedes. Yo los amo profundamente y los espero como verdaderos misioneros de la oración porque así podrán ayudar a irradiar la paz y la fe que tanta falta hacen en los corazones de todos Mis hijos.

Despierten la alegría y alaben a Dios por todo el cambio que en sus vidas están viviendo; esta es la señal de la consagración de sus corazones.

Gracias por responder a Mi llamado celestial.

¡Alegría verdadera para sus corazones!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy los invito a permanecer en la sagrada serenidad de Mi Corazón. Para ello quiero enseñarles a vivir en un corazón sereno y pacífico. El talento de la serenidad es necesario para el mundo porque ella armoniza a los demás corazones.

Queridos hijos, una vez que vivan la serenidad del corazón a través de la oración diaria, encontrarán la paz en el alma. La serenidad los llevará a reconocer el silencio. Una vez que estén en silencio y en oración, el mundo se verá favorecido ya que el silencio neutralizará el ruido constante en el que la humanidad vive día a día.

Por eso, queridos Míos, Mi Corazón Inmaculado quiere darles a conocer estos talentos que viven dentro del corazón de todos los hombres pero que la vida diaria del mundo hace que se pierdan. Yo los quiero invitar a transitar por este camino, queridos hijos, para que no pierdan tiempo; cuando estén en oración, ella los fortalecerá en la comunión con Mi Hijo. Eso les permitirá estar cerca de la sagrada serenidad que Mi Corazón quiere enseñarles a vivir en el presente.

Cuando la mayoría de los corazones viva en la serenidad y en la oración, el silencio penetrará la consciencia de todo el mundo y muchos verán que es necesario silenciarse y orar. Para que el mundo sea aliviado del sufrimiento, todos los corazones deberán donar su tiempo dedicándolo a la oración y a la unión con los Cielos y con la serenidad, la que se comenzará a expresar en el silencio del corazón.

El Señor los está llamando no solo a vivir eternamente en la fe que Cristo en Su Misericordia les entrega, sino que también los llama a observar en el corazón el despertar de la serenidad. Así el mundo podrá alcanzar la paz en el corazón, en la vida y en las familias.

Todo comienza en la unión de cada alma con la oración. Ella los llevará hacia Mi Hijo. De esta manera, queridos hijos, la realidad del mundo podrá ser otra cuando todos se unan en fraternidad. Para iniciar el camino de la serenidad, primeramente deberán vivir en la esperanza para que la oración los lleve hacia la paz y el silencio.

Es momento de que sus corazones hablen a través de la oración para que el silencio se establezca en cada momento de la vida.

Oremos por el mundo con el corazón puro.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Queridos hijos:

La paz llega cuando se la llama a través de la oración diaria. La paz se construye como un Templo Interior y tiene sus bases en el amor y en la armonía. El Amor Divino y la armonía es lo que le falta al mundo; por eso en la oración se encuentran las llaves que permitirán a todos vivir en la verdadera paz.

Queridos hijos, la Paz es como la gran estrella guía que el mundo hoy necesita para que los acontecimientos en la humanidad puedan cambiar. La paz les irradia esperanza y la esperanza les traerá el perdón junto a la Misericordia. Por eso, el camino de la oración deben construirlo como un hermoso jardín de rosas para que, juntos en fraternidad, todos sientan y vean en sus corazones los diferentes talentos que despierta el alma en oración.

Hoy, queridos hijos, les entrego los siete talentos de la oración:

- El talento del Amor a través de la donación absoluta del corazón;

- El talento de la Paz a través de la esperanza que pueda emanar de la vida;

- El talento de la Alegría a través de la armonía;

- El talento de la Compasión a través de la humildad en el corazón;

- El talento de la Fe a través de la perseverancia en la oración;

- El talento de la Luz a través de la comunión con Cristo;

- El talento de la Misericordia a través del perdón diario que emana de la vida del alma.

La oración despierta talentos en los corazones que siguen el camino de comunión interna con Mi Hijo Glorificado.

Queridos hijos, el camino de la oración es profundo y hermoso para sus corazones. Por eso, Yo los invito a caminar en confianza dentro del océano de la oración para que sus almas encuentren a cada momento el Amor y la Faz de Mi Hijo.

Pequeños hijos, en la oración se abren los caminos para que la devoción a Mi Inmaculado Corazón llegue como un afluente de la Gracia para todos Mis hijos. Cada nuevo día esperen la Paz de Dios en sus corazones.

Gracias por responder a Mi llamado.

Que la Divina Esperanza brote en cada alma.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Cada día deberán sentir con sus corazones y decir:

La oración es la fuerza de mi fe, que trae victoria a la vida.

Es mi escudo, es mi Luz, es la fuente que sacia mi sed.

La oración es la esperanza, es la emanación original del Amor.

La oración es la vertiente de Gracias que es derramada sobre el mundo.

La oración es el consejo para el prójimo, es la confesión íntima con Dios.

Ella es el escudo para mi alma, es el emblema de la Nueva Humanidad.

La oración es la contemplación del corazón, es la renovación de la vida.

Es el poder que libera todo mal, porque en la oración se encuentra la salida.

En la oración encuentro la Luz que mi corazón busca para iluminar el camino hacia el Señor.

La oración es el anuncio de la Buena Nueva, es la unidad para cada criatura.

En la oración descubro el Don de la alegría y encuentro la paz para el corazón.

En la oración el alma se expresa a Dios y el Señor nos responde con Su Inmensa Misericordia.

La oración es la columna para toda la existencia, ella es la comunión interna con el Hijo de Dios.

Por la oración retorno a Cristo y en Su Corazón reconcilio la vida.

La oración es una estrella que prenuncia la venida de lo Nuevo para el mundo.

Por la oración me encuentro día a día con el Inmaculado Corazón de María.

El alma alaba con la oración a la Reina de los Ángeles y de los Patriarcas.

Con la oración entrego el corazón para vivir en la paz.

La oración nos acerca a la vida eterna y amorosa de la Reina de la Paz.

En la oración construimos el camino hacia la fraternidad, porque somos dignos hijos del Padre, que en oración se donan a la paz.

La oración es la fortaleza que eleva la humanidad a la Redención.

Con estas afirmaciones, queridos hijos, estarán confirmando la alianza con Mi Hijo a través de la oración. Para que la paz sea vivida en el mundo debemos orar y afirmar nuestra aspiración al camino del bien y de la pureza. El corazón necesita ser oración en vida y en espíritu para que más almas dormidas despierten a la misión de la oración por la paz.

Honremos al Señor, queridos hijos, para que la Gracia de la Reconciliación pueda irradiar a los corazones de los hombres.

Con la respuesta que sus corazones dan a través de la oración, el mundo se torna más pacífico, y un Nuevo Amor, el Amor de Mi Inmaculado Corazón, podrá surgir en la vida de todos los hijos que aspiran a vivirlo.

Gracias por responder a Mi llamado.

La paz en el corazón de todos,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Con alegría preparo Mi inmaculado Corazón para los días 25 y 26 de este mes, momentos en que Yo apareceré para toda la nación de Brasil. El Señor les estará concediendo, en esos días, la Gracia especial del perdón y de la conversión del corazón. Todo esto comenzará, queridos hijos, con la práctica de la oración diaria. De esta forma, pequeños niños, más Gracias serán derramadas en varias naciones que están nece-sitadas de paz. Mi llamado a la paz es para toda la humanidad. Pero este estado de paz, primeramente deberá comenzar en lo profundo de sus corazones.

Alegren sus corazones en este día, Mis queridos hijos; brillen como las estrellas en una perpetua oración para el mundo y por todas las almas. Ustedes saben que Yo he aparecido a muchos corazones y en diferentes tiempos del mundo; hoy estoy llegando de nuevo al mundo y desde los Cielos a través de distintas pero unidas apariciones. Mi Corazón quiere permear a todos los hijos, porque Mi reclamo a todos ustedes es el llamado de atención a la tarea diaria de la oración.

Queridos hijos, sus corazones están a tiempo de convertir el dolor en alegría y el sufrimiento en donación para Dios. Sus esfuerzos como almas entregadas a la Voluntad del Supremo los ayudarán en la transformación real de sus corazones. Amen la Voluntad Divina. Amen la Voluntad Infinita que viene desde nuestro Padre Celestial.

Pequeños niños, hoy los invito a preparar sus corazones para el encuentro Conmigo en este mes. La alegría y la gratitud serán las llaves que abrirán las puertas para lo nuevo.

Queridos hijos, Dios Padre bondadoso Me concedió la Gracia de que nos encontremos en Figueira los días 25 y 26 del próximo mes de febrero. Allí, Mi Inmaculado Corazón les dará la paz a través de Mi voz.

Estamos en tiempo de Redención, Mis pequeños niños. Sus corazones no podrán perder el llamado que Yo hago a cada corazón.

El mundo podrá vivir en paz cuando todas las almas busquen a diario la oración. Así Mi Inmaculada Paz será vida y esperanza para muchos.

Gracias por responder a Mi llamado.

Escucho sus oraciones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy les dejo a cada uno de sus corazones el signo de Mi Paz; esta señal la encontrarán en la oración diaria. Pequeños: otro signo para sus almas es la conversión. El Señor los invita a convertir el espíritu en un sagrado templo de perdón y restauración de la vida.

Queridos hijos, en la consagración de sus vidas mediante el Verbo Divino de la oración, hallarán el camino que los conducirá hasta las Puertas de la Paz, Puertas de Mi Reino.

Pequeños Míos, es hora de preparar sus consciencias para lo que pronto llegará desde los Cielos. Mi Inmaculado Corazón trae un prenuncio para todos los hijos que se unen a Dios. Por eso, pequeños niños, el mundo también deberá seguir convirtiéndose a través de las oraciones de todos los hijos del mundo. Si supieran cuán necesario para sus corazones es orar, estarían a cada momento impregnados por la Luz de Mi Corazón.

Quiero que reconozcan que estamos en el momento de irradiar paz a quienes la necesitan. Sus vidas deben convertirse en constantes instrumentos de Dios; así el Plan Divino del Padre fluirá según los designios sobre cada una de las almas. Este preciosísimo plan de amor aliviará la generación constante de faltas que muchas almas cometen delante del trono del Padre mientras viven en el mundo. Para eso, Mis queridos hijos, Yo los espero abiertamente para fundirnos en oración por todos estos hijos. Como humanidad, deberán aprender muchas lecciones de paz y de humildad.

En este camino de construcción del plan interior Me encontrarán. Solo basta que cada una de las almas se abra para Mi inmaculado llamado a la conversión.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Paz para las vidas.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Si en verdad sus corazones conocieran el poder de Mi Amor en las palabras, desde sus almas despertaría una reverencia eterna.

Hoy querido Mío, querida Mía, camina hacia el interior de Mi Inmaculado Corazón para que, encontrando refugio interior, tu corazón se llene de gozo y amor. Cuando dirijas tus pasos hacia Mí, recuerda despojar tus rostros, los que pudieron haberse grabado en los aprendizajes de la vida. Lávalos con el Manantial de la Fuente Divina para que tu alma y tu corazón renueven el sentimiento de Amor por Dios.

Coloca tus pequeñas manos dentro del manantial y siente el don de la renovación y del perdón de toda falta cometida. Frente al Manantial de Mi Inmaculado Corazón, el cual te llevará hasta los pies puros del Divino Padre, desprende de tu corazón el pasado para que avances hacia el Corazón del Señor.

En el camino que Dios creó para cada alma y para cada corazón, solo existe Misericordia. Cada paso en la vida es el cruce del peregrino hacia las Puertas del Cielo. Cada aprendizaje en la vida solo existe para reformar el corazón y para convertirlo en el olvido de sí. Una llama mayor llegará para el auxilio de cada peregrino; ella será el fuego ardiente de la oración, un ejercicio de religación entre el alma y Dios.

Pequeño Mío, pequeña Mía, une a diario las cuentas a través de la oración para que tu corazón pueda reconocer Mi Faz Inmaculada. Respira lentamente la brisa que Yo traigo desde los Cielos. Abre tus pequeños ojos para que ellos puedan presenciar la venida del Ave del Sol desde las alturas. Fortalécete en la humildad para poder llevar la paz a cada corazón hermano.

Pequeños Míos, Yo vengo desde los Cielos para anunciar Mi Buena Nueva: los corazones deberán despertar a la realidad celestial del Señor. Una nueva comunión con Mi Hijo resurgirá para volver a conducir a las almas hacia el Corazón Infinito del Redentor. Esta nueva alianza con el Salvador preparará la venida gloriosa de Mi venerable Hijo resucitado.

Por eso, Mis pequeños, cada corazón deberá estar abierto al llamado. La voz de Mi Corazón se está anunciando por última vez como ya se anunció en Fátima, Lourdes y en Medjugorje. Yo transformo corazones en templos eternos de oración y de Luz. Estoy abriendo el Manantial de las Gracias para auxiliar a todos Mis hijos que con amor Me llevan en sus corazones. La hora del retorno interno de Cristo está a la víspera de los que aún duermen distantes del rebaño del Señor.

Por eso, Mis pequeños, los corazones deben perdonar delante de Dios para que las ofensas sean purificadas y permeadas por la Divina Misericordia. Los ciclos en la humanidad están cambiando; por eso, el camino de la oración los conducirá. Yo los ayudaré.

Los acompaña desde el Inmaculado Corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mi Corazón irradia Luz y Amor a los pequeños corazones que en esta fecha en el mundo celebran Mi Presencia Maternal.

Es importante, queridos hijos, que todos los corazones recuerden el sagrado ejercicio diario de la oración contemplativa y el ejercicio semanal del ayuno por la paz. De esta forma, Mis pequeños, estarán uniendo sus corazones por amor a todos los hijos que no escuchan a Dios, no adoran a Dios y no aman a Dios.

Mis pequeños, Yo vengo desde el Cielo Único para anunciar a sus corazones que la preparación del corazón en este último tiempo será rápida, veloz.

Quiero decirles, Mis queridos, que todos ustedes, día a día, deben amar la fuente inagotable de la oración y de la donación de sí. Así ayudarán a que muchos de Mis hijos vuelvan a aproximarse a Mi Inmaculado Corazón.

Velen en cada momento por la unión de cada corazón con Mi Presencia Maternal. Les ha llegado ahora, a todos ustedes, el momento de amar al prójimo verdaderamente a pesar de los hechos de la vida. Así ustedes estarán cumpliendo en fraternidad con las parábolas que fueron proclamadas una vez por Mi Hijo.

En este día dirijan sus corazones hacia el Santísimo Corazón de Cristo. Preparen sus moradas para que los rebaños puedan entrar y ellos puedan establecer la nueva Luz de Cristo en sus corazones y en los de sus hermanos.

¿Quiénes serán los nuevos rebaños?

Serán los hijos que despertarán a la Luz de los acontecimientos y los que irradiarán el Amor Infinito de Cristo. Por los senderos del Maestro Redentor encontrarán resguardo en sus moradas.

Los ama siempre y los acompaña de corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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