MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando las vidas están al margen del abismo, cruzando la noche oscura, Yo Me presento como la Luz y la salida absoluta y segura para cada ser. Y vengo al encuentro de los que decaen por diversas situaciones en el camino espiritual.

Mi Misericordia viene al mundo para rescatarlos del camino del engaño y de la ceguera que pueden despertar los aspectos de la vida, manifestados en una consciencia que ha decidido seguirme. La fe y la constancia por estar Conmigo, en estos impredecibles tiempos del mundo, serán lo que definirá si un alma se consagrará en espíritu a Mi Corazón o si vivirá la vida que el mundo le ofrece a través de las ilusiones y de las fantasías.

El camino hacia la Luz es recto como una escalera que sigue hacia lo Alto. En Mi Sendero no existen dos caminos para llegar hasta Mí; el alma durante el curso de la vida tiene la oportunidad de reconocer Mi Camino Evolutivo y, a partir de allí, definir si seguirá al Pastor o si seguirá a su propio rey.

Estoy dando a todos la misma oportunidad que Yo di durante el tiempo de Mi Pasión. El mundo está en el momento de su propio juego y de su definición espiritual por lo Divino o por lo mundano.

Mi Corazón acoge todos los ofrecimientos de las almas, pero algunas Me han dicho desde el principio que en estos tiempos estarían Conmigo para cumplir el propósito de la redención y de la conversión de las consciencias. Una barca no se desplaza sin la ayuda de los remos.

Es necesario comprender el punto en el cual se encuentran sus pequeñas consciencias. Yo les irradio Mi Paz y Mi Luz para fortalecerlas.

Es momento de definir con qué rey desearán quedarse: con el Rey Eterno del Universo o con el rey creado por el mundo. 

Por eso Mi Espíritu viene para liberar las almas y mostrarles el camino hacia el Señor. Confíen en Mi Misericordia.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por comprender Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

A cada paso dado por cada uno de Mis Compañeros Yo, como Hijo de Dios Todopoderoso, conquisto muchas almas, las que a través de Mi Amor Redentor encuentran el camino de la Reconciliación con Mi Eterno Padre.

Hoy quiero que me abran la puerta de sus consciencias para poder entrar y, por intermedio de cada uno de ustedes, llegar a más almas, sobre todo a aquellas que se pierden en medio de la ilusión.

Quiero que los que ya me dejan habitar en sus mundos interiores, me sigan en todo, sin temor, sin vacilar, porque es en ellos que estoy depositando la fuerza interior que dará la señal para que otros hijos de Mi Rebaño se animen a caminar Conmigo por los caminos de este mundo.

Necesito de aquellos que no aspiren a nada más que vivir de Mi Amor, en ese Fuego Celestial que Mi Padre encendió en Mí y que arde eternamente en el Universo.

Quiero que aprendan a servir a ese Fuego que redime, que perdona, que trasciende todas las barreras de las mentes y encuentra espacio real dentro de las esencias de los hombres.

Quiero que ardan en ese Fuego, que es Mi Fuego de Amor, que viene de Mi Padre.

No les ofrezco tranquilidad, solo la seguridad infinita y gloriosa de Mi Amor.

No les ofrezco un futuro, solo el eterno presente, para servir junto Conmigo eternamente al Universo y al Plan de Mi Padre.

Les ofrezco sacrificio, renuncia, entrega, para que así Me ayuden a salvar a esta, nuestra humanidad.

Solo les ofrezco Mi Eterno Amor, Mi Amor de Maestro, de Hermano Mayor, de Amigo, de Compañero en esta tarea sideral.

Aquí estoy, presente frente a todos ustedes para que Me sientan, para que Me entreguen lo que son, para que Me sigan por toda la Eternidad.

Creo en ustedes, porque los amo y llamo hoy a aquellos que quieran ser Mis Compañeros.

Los espero en Mi Corazón Sagrado.

Gracias por escuchar Mis Palabras y guardarlas en el corazón.

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.

En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.

Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.

Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.

Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.

Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.

Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.

Los espero siempre en oración.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Guarden Mis Palabras Maternales en sus corazones para que nunca olviden que ellas vienen del Señor. Despierten en ustedes el Sagrado Espíritu de Dios, y que vuestras vidas sean una gran paloma de Luz que transmite paz a los que no la tienen y fe a los que la han perdido.

Queridos hijos, ustedes son Mis Misioneros de la Paz. Esto deben recordarlo bien, esta es una misión de paz y de redención que Mi Inmaculado Corazón los invita a vivir día a día.

Sepan que Yo estoy aquí porque los amo, y Mi Hijo Jesús Me envía al mundo como mediadora entre las almas y Dios Padre. Yo soy la Llama Maternal del Amor y del Auxilio y quiero enseñarles a no perder tiempo en los actos normales. Cada nuevo día, vuestro espíritu debe colocarse delante de la Voluntad de Dios para que sus corazones reconozcan que son llamados a vivir en el eterno Reino de Dios.

Queridos hijos, con suprema compasión por Mis hijos, a quienes contemplo entre Mis manos, hoy los invito a reconocer la importancia de una oración sincera que pueda socorrer con su Luz al mundo entero. Ustedes, Mis pequeños, son llamados a ser nuevos discípulos de Mi Hijo, son llamados a unir el Cielo y la Tierra a través de una honesta oración del corazón.

¡Es momento, Mis pequeños!, ¡ya es momento de que abran vuestros brazos y reciban la Gracia Maternal que Mi Corazón de Paz está derramando! Muchos de Mis niños que forman parte de la humanidad pierden el tiempo precioso de sus vidas inmersos en la ilusión. Yo los llamo con la Voz de lo Alto a la reflexión para que sus corazones puedan resplandecer en el Trono de la Eternidad de Dios.

Sépanlo bien, Mis queridos hijos, que los necesito a pesar de todo, porque Mi Hijo está llegando y Él tocará cada corazón antes de ser llamados en consciencia. Los invito a la sincera preparación de vuestras vidas mediante la oración.

¡Despierten, Mis pequeños!

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Con la Cruz Redentora y Salvadora de Mi Hijo entre Mis manos, hoy les digo: ¡conviértanse en el nombre del amor! ¿Qué esperan ustedes de este camino?

Pequeños corazones, llegó el momento de alzar al Cielo el corazón y de abandonar por entero las ilusiones del mundo. Ustedes y todos Mis hijos son llamados al tiempo de la conversión, camino que los lleva a la Redención para encontrar el perdón absoluto de Dios.

Por eso, queridos hijos, vigilen, vigilen y vigilen con la Luz del corazón para que nada en vuestras vidas se pierda. Yo los invito a vivir de la oración para encontrar en ella el poder divino del Espíritu Santo. Recuerden que el mundo está cambiando, y que ustedes necesitan fortalecer la vida del espíritu para poder vislumbrar el Reino amoroso de Dios.

Hijos Míos, busquen la quietud y la paz delante de cada situación. Persistan en el Propósito de Dios y, en esperanza interior, reciban el Amor de Mi Hijo en vuestros corazones.

¡Levántense Mis pequeños! ¡Es hora de la conversión del corazón! Es hora de abrir la Puerta del Cielo a través de la oración. Cada vez que sus corazones oran, el Señor Me permite derramar los dones sobre todos Mis hijos.

Ustedes pueden ser fieles servidores de Mis Planes de Paz. Sepan, queridos hijos, que los quiero llevar a la eternidad, al descubrimiento del Amor de Dios en sus corazones.

Los necesito en Mí, los acompaño, los comprendo, los acojo. Es momento de cambiar, de aceptar y de crecer como una bondadosa alma en los brazos de Dios.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

La soledad y la falta del Verdadero Amor a Dios en algunos corazones pueden despertar el miedo. Por eso, queridos hijos, ustedes, como instrumentos de la oración, deben amar a Dios Padre por sobre toda situación, sentimiento y pensamiento, para que así sus consciencias sean guiadas hacia el camino de la perfecta Luz de Dios.

Amados hijos, muchas almas necesitan de paz en la vida y en el corazón. Estas almas, que son Mis hijos, viven confusos, con poca sabiduría para dar sus pasos. Por eso, hijos Míos, los llamo con urgencia a la oración del corazón. Así Mi Hijo los podrá inundar con Su Misericordia y Sus Gracias en este final de los tiempos.

Queridos hijos, el mundo continúa ciego delante del Amor de Dios. Por eso Yo les pido que despierten en sus hermanos la compasión y el perdón tan necesarios para que la humanidad se redima. Todas las almas en estos tiempos están en su ciclo de definición y de juicio. Oren, queridos hijos, con mucho amor para que Dios los escuche y derrame Su Misericordia sobre el mundo.

La humanidad aún vive en la ilusión de que todo continuará igual. Yo les digo, hijos Míos: ¡despierten! Despierten porque Mi Hijo está retornando al mundo y el mundo debe pedir mucho perdón a Dios.

Vivan a diario el amor por el prójimo. Así, la Luz que tantas almas aguardan podrá ser la llama que Mi Hijo entregará a cada uno de sus corazones.

¡Recen! ¡Recen! No se cansen de rezar porque es necesario en esta hora de Juicio.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz para el camino de las almas.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Con amor les pido, en este día, una perpetua oración hecha con el corazón. Yo los espero todos los días para que sus almas se fundan en Cristo y así los Planes de Paz, que son urgentes para el mundo, se puedan cumplir.

Eliminen de sus vidas la ignorancia y la ilusión para que Mi Inmaculado Corazón sea el Propósito seguro para llegar a Mi Hijo. En este día de oración, ayuno y retiro, ofrezcan sus intenciones verdaderas para que los Cielos las reciban y les envíen una sincera respuesta a sus pedidos según la Voluntad del Padre.

Queridos hijos, ustedes saben que Mi Corazón desborda de alegría cuando las almas se colocan bajo Mi Manto de Madre, pero Mi Inmaculado Corazón también sufre por ver a muchos hijos aún lejos del Amor del Padre, Amor que Yo estoy derramando sobre el mundo tanto en Medjugorje como en Carmo da Cachoeira.

Quiero decirles, amados hijos, que Mi Propósito Maternal, Inmaculado y Universal es el mismo para todo el mundo.

¿Por qué Mi Corazón está en dos lugares al mismo tiempo y con horas anunciadas? Porque aún el mundo no aprendió a vivir del Amor real y puro que Dios expresa en la Creación por todas las criaturas. Por eso Dios Me envió al Brasil, porque gran parte de esta nación se ha consagrado a Mi Inmaculado Corazón.

Yo soy la Señora Aparecida que trae para América un nuevo llamado y pedido de atención a todos los corazones. La Voluntad del Padre es que Yo acompañe a América del Sur por un tiempo más a través de la renovación del culto de consagración a Mi Inmaculado Corazón.

Bajo el poder del Espíritu Santo que Yo traigo para todos, los invito a buscar esta Luz Mayor como un último recurso de paz para el mundo. Por ello, queridos hijos, Mi Corazón, Mi voz y Mi Presencia Maternal se presentan en esta parte de América porque Mi Corazón deberá abrazar más al mundo y, en especial, a muchas almas que no están siendo conducidas por buenos caminos.

Por eso, no sólo llamo a la comunidad cristiana, sino que Mi Corazón clama más aún por todos los que están solos y distantes de Dios. Mi único llamado y misión es para que todos puedan preparar sus corazones en la paz antes que el mundo cambie rápidamente. Con esta finalidad Mi Inmaculada Faz está apareciendo en Brasil y en Uruguay.

Queridos hijos, solo les digo que ya estamos en la hora de vivir el ecumenismo del corazón a través de la fraternidad. Yo los invito a orar profundamente con el corazón para que los planes que Dios Me encomendó para el Brasil se cumplan por amor y por la salvación de más almas que están sin Mi Hijo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Sea la paz la vertiente de esperanza para sus corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy los invito a vivir en Mi Luz Eterna. Que Mi llamado resuene en lo profundo de sus pequeños corazones. Que la humanidad pueda renacer en las Manos de Dios para que sea perdonada y convertida a Mi Inmaculado Corazón.

Para eso, Mis pequeños, el Señor los quiere ver verdaderamente compenetrados con la oración esencial, una oración que transfigure sus consciencias y los convierta en dignos instrumentos de Dios.

Quiero pedirles, Mis pequeños, que hoy permanezcan delante de Mi Faz Misericordiosa y que dejen abiertos sus corazones para que Yo pueda entrar y para que en ellos haya vida. A todos los adoro profundamente, pero acuérdense, Mis queridos, de todos aquellos corazones que solo buscan la buena vida en la vida material.

Para disolver de los corazones estas grandes ilusiones que hacen decaer a la humanidad, Yo los llamo a profundizar en el sentido constructivo de una oración que pueda elevar a todos los corazones distantes de Dios. En esta misión, Mi Inmaculado Corazón los acompañará.

Acompaño a todos los corazones en esa meta interna de responder a Mi llamado.

Por la perseverancia y por la fe en Mi presencia en vuestras vidas, gracias por responder a Mi llamado.

Que los Cielos Divinos sean la nueva morada de los corazones puros.

Los adora perpetuamente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Yo conozco las ofensas que pueden emitir sus corazones; pero, Mis queridos, detengan el tiempo y la mirada en Mi Inmaculado Corazón para que Mi Amor Divino los pueda ayudar a revertir y convertir lo que aún no se ha transformado.

Caminen sin detenerse por la vía de la oración; el Señor, en Su Gloria, acompaña los pasos y los aprendizajes de la vida. No teman por ustedes mismos, teman por el dolor del mundo que ofende a Dios y que no ora sinceramente para recibir el perdón por todas las faltas cometidas.

Por eso, Mis pequeños, Yo estoy formando ángeles de la oración en la Tierra para que, junto a Mi Corazón Inmaculado, Me ayuden en la conversión de las almas que están presas de sí mismas y de la ilusión del mundo. Escuchen Mi llamado con los oídos del corazón, así comprenderán que ya estamos en la hora de la batalla y en la hora del rescate de las almas.

Yo los amo a todos, Mis pequeños, y el tiempo de crecer está llegando; eso será día a día en la oración. Cuando sientan haber ofendido a Dios, no se envuelvan en sus imperfecciones, elévenlas hacia Mi Corazón para que Mi Luz los ayude.

Alegren sus corazones porque Mi Amor viene en auxilio de todos los corazones que claman.

Los ama eternamente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto