MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Antes de que el Ángel de la Justicia llegue a la Tierra, deseo derramar sobre ustedes y el mundo entero, la Fuente de Mi Divina Misericordia.

Para que eso sea posible, deberán existir fieles invocadores de Mis Rayos Misericordiosos, así Yo podré liberarlos del pecado, y el enemigo, durante la última hora, será vencido por el poder infinito de Mi Amor Redentor.

Hoy los invito a imitar la fidelidad de los humildes pastores de Emaús¹ , aquellos que creyeron desde el primer momento en Mi Resurrección. Que este ejemplo, de apostolado y de fidelidad, los ayude a reunir las fuerzas internas necesarias para los grandes momentos que vendrán para la humanidad. 

No deben perder ni un instante de la Hora de Mi Divina Misericordia; que ante ese momento de reparación, de cura y de perdón, sus seres se postren en el suelo sagrado de la oración, para que en verdad sean ayudados, y nada relacionado con sus procesos internos los pueda confundir.

Los invito a ser defensores de la Hora de Mi Divina Misericordia, porque de esta manera estarán ayudando en la redención de la humanidad. Recuerden que estoy en el corazón de aquellos que lo abren para que Yo pueda visitarlos siempre.

Bajo la Luz del Padre, sean perdonados y sean misericordiosos.

Gracias por considerar Mis Enseñanzas desde el corazón.

Cristo Jesús, el Maestro de la Divina Piedad

 

                                      
1.  Antigua localidad de Palestina.