Martes, 14 de agosto de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Apreciados hijos:

Hoy agradezco en especial a todos los servidores donados a Mi Inmaculado Corazón. Mi tarea por la paz se difunde por la espontánea y abnegada colaboración de muchos de Mis servidores marianos en el mundo.

El mensaje de hoy lo dedico, con amor y agradecimiento, al grupo de almas donadas a la misión de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Sin la dedicación total de vuestras vidas, muchas almas no hubieran podido salvarse. Sepan, Mis queridos hijos, que Mi Corazón no elogia, pero sí irradia amor y agradecimiento celestial por la tarea que vosotros, como hijos, hacéis posible en esta parte del mundo, en esta parte de América del Sur.

Queridos hijos, por tal motivo, a todo este dedicado grupo de almas les extiendo Mis brazos para que a todos, tomados de Mis Manos Maternales, Yo pueda elevarlos hasta el Reino de Dios.

Hijos Míos, recuerden que vuestra morada debe reposar todos los días porque Dios necesita que vuestro templo esté firme y fuerte para que puedan continuar con la tarea que Yo les he confiado.

Como soy Madre de todas las almas, hoy pido a todos Mis hijos que oren, que oren por todo este grupo mariano de almas para que la Luz del Espíritu Santo los colme, los guíe y les entregue sabiduría espiritual para cada uno de los pasos que realizarán Conmigo, en esta tarea de paz, en esta Mi Misión Maternal.

Agradecida por entero a todo este grupo dedicado a llevar el Mensaje de Mi Inmaculado Corazón les pido, hijitos Míos, que colaboren sinceramente para que esta tarea pueda continuar por mucho tiempo más. Dios Me encomendó venir a vosotros, y Jesús Me ha pedido que Yo sea una Gran Protectora de vuestros corazones.

Queridos hijos, continúen por este camino, Dios hoy está alegre por la donación de todos.

¡Bienvenidos a Mi Reino, misioneros de María!

Les agradezco desde el Corazón de Dios.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad