Jueves, 8 de noviembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Espero que a lo largo de este último año de Mensajes Diarios ustedes hayan aceptado vivir en la Gracia de Dios. Es una misericordiosa revelación que Mis Maternales Palabras hayan acompañado a cada uno de ustedes en todo este tiempo que pasó, durante el cual vuestros corazones han tenido que crecer y madurar ante la realidad del final de este tiempo.

Hijos Míos, por esto hoy los llamo a profundizar en vuestros corazones la gratitud hacia Dios; gratitud porque, a través de Mi Hijo y Su amorosa intercesión, Dios Me permitió venir a vuestro encuentro, diariamente, por medio de los mensajes.

Queridos hijos, ustedes saben que el mundo está sufriendo mucho y que, cada nuevo día, innumerables almas se pierden condenándose al camino del purgatorio.

Por eso, Yo los llamo a vivir la oración del corazón porque vuestra oración será la única esperanza para la salvación de muchos corazones, sobre todo de aquellos hijos que en la ignorancia de sus vidas ofenden a Dios.

Amorosamente les pido que recen bajo la Luz de Dios y que a Él encomienden a todas las almas que sea posible a través del poder de la oración. Aquellos que aún no oran es porque carecen del Amor Materno y necesitan saciar la sed que sus almas sienten hace mucho tiempo.

Queridos hijos, este es un tiempo definitorio, un tiempo de cambios; por eso, los invito a concientizar vuestra tarea de oración para que más Luz desde el Universo de Dios pueda socorrer y salvar almas condenadas.

Hijos Míos, sostengan en vuestras manos la oración del rosario y que cada nueva oración que ustedes realicen sea una oferta y una súplica a la Misericordia de Jesús.

En Mi Hijo está el camino. En Mi Hijo se encuentra vuestra redención y vuestro perdón.

¡Estén despiertos a la oración!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad