Domingo, 19 de febrero de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Vivan en el Reino de la Eternidad; eso comienza con la aspiración a vivir en él. Hoy el Señor y Mi Inmaculado Corazón los invitamos a descubrir ese Reino a través de la oración y del sentimiento elevado.

De esta manera, queridos hijos, el mundo podrá ser permeado por la Luz de ese Reino victorioso que muchas almas buscan y que se llama Paraíso Interior. El camino de la oración los conduce por el sendero directo hacia Mi Hijo y ahora, pequeños Míos, las almas deben recordar cuán importante es anhelar vivir en el Reino del Paraíso, en el Reino Único de Dios. Por eso, queridos hijos, Yo estoy aquí entre sus corazones presenciando el camino que los llevará hacia ese Reino.

Hoy los invito, pequeños Míos, a trabajar incansablemente para que cada ser pueda tener un corazón puro. De esta manera, amados Míos, la humanidad encontrará el alivio que tanto busca.

A través del camino perseverante de la oración y del sentimiento puro, Yo los podré ayudar para que el dolor que cada uno carga desde hace tiempo pueda desaparecer; así vivirán la conversión del corazón.

Una parte del universo está con Sus brazos abiertos. Dios los espera cada día para caminar junto a Él. Queridos hijos, Él los llevará hacia el estado verdadero del Perdón y de la Redención.

Pequeños Míos, el camino del perdón está abierto para todos; ustedes no solo son caminantes de la oración, también son caminantes que descubren, a través de la fe, los preceptos de Dios.

Queridos hijos, todos necesitan conducirse a través del amor. En el amor nada malo les pasará porque Mi Corazón estará sobre ustedes. Mi victoria sobre el mundo será perfecta porque la redención será la vida para muchos que por su propio dolor se han alejado de Dios.

La paz es el siguiente propósito para el mundo, una paz verdadera y transparente que pueda cambiar la consciencia de muchos corazones. Por eso, queridos hijos, Yo aún permanezco sobre el mundo custodiando el corazón y la vida de todos para que en la consagración se unan a la grandeza de Mi Hijo hasta los últimos días.

Yo los preparo desde el corazón para un nuevo camino que todos deberán animarse a recorrer: el camino de la oración y el sendero hacia la Gracia. En este trayecto sus corazones se aliviarán y ya no existirá sufrimiento.

Quien contesta a Mi llamado diario, lo hace por el mundo y por las almas necesitadas de Mi Corazón.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz en lo profundo de cada corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad