Miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy permanezcan en confianza bajo Mi Manto Protector. El Señor los ama y los protegerá en este camino de desafíos, entrega y consagración que sus pequeños corazoncitos están viviendo.

Hoy los invito a reunir las fuerzas del amor del corazón de cada uno de ustedes para que ese amor se funda con el Amor de Mi Inmaculado Corazón. Así, Mis pequeños, los guiaré en cada momento de la vida, y no perderán tiempo buscándome porque Yo, la Reina de la Paz, los aguardaré.

Que Mi Inmaculado Corazón sea para sus corazones el escudo de Luz que los amparará del mal que está disperso por el mundo. Para eso, Mis pequeños, hoy estamos en la hora preparatoria de los soldados que son formados bajo el principio creador de la oración viva y redentora.

Aspiren a penetrar en el Reino de los Cielos a cada momento de la vida. Así, Mis queridos, estarán consagrando la existencia dentro de este mundo. Ahora debemos, día a día, ir al encuentro de las almas que están perdidas y sedientas de Dios, pero que no saben cómo comenzar su propia reconciliación con Él.

Para eso, queridos Míos, estoy formando soldados de la oración consagrados a Mi inmaculado Corazón; soldados que Me ayudarán día y noche en el rescate orante de los corazones que han caído en las faltas y el error.

Para eso, Yo vengo al encuentro de sus corazones desde los Cielos para irradiarles Mi esperanza y Mi Reinado de Paz a sus vidas. Solo basta, en este último tiempo, beber de la fuente de la oración para así poder estar resguardados de todo y en todo.

Quien ora Conmigo, Mis pequeños, estará llegando antes del término de su vida en la Tierra hasta las Puertas del Paraíso para encontrarse en adoración frente al Maestro Universal del Amor y el Perdón.

Hoy, Cristo los llama a permanecer en adoración y oración constante; de esta forma, pequeños hijos, estarán ayudando en la restauración del mundo herido. Se unirán de corazón a corazón con las almas que claman por la Luz y permanecerán en vigilia por la paz en el mundo. Así podré decir que Mi Inmaculado Corazón triunfará.

En amor y adoración por los pequeños corazones,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad