Viernes, 4 de agosto de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los ciclos te piden renovación, déjate renovar. Los relojes de este mundo ya no marcan las horas que pasan en los ciclos de la Naturaleza. El Tiempo del Universo está llegando a la Tierra.

Cuando los ciclos te piden transformación, déjate transformar. El cambio es parte de las Leyes de la Vida, la transformación es parte de la actuación del Amor en las consciencias.

Si las necesidades te piden, hijo, que le entregues a otros el castillo que construiste para ti, deja ese legado para los que más necesitan de él. Con esto, quiero decirte que el pasado solo es válido si puede donarse como base para que se construya el futuro, que puede ser diferente de todo lo que diseñaste en el plan de tu vida.

Vengo a pedirte que seas agradecido por todo lo que viviste, pero que no mires hacia atrás con nostalgia y esperanza de volver a vivir lo que ya pasó. Dios quiere construir, por tu intermedio, una nueva vida, un nuevo diseño, un Plan que es nuevo para la humanidad, pero que es eterno para el Creador.

Sin pesar y con alegría, permite que el Universo te conduzca al cumplimiento de las Leyes de estos tiempos, que son el servicio abnegado y el amor absoluto.

Ya no estás en el ciclo de la construcción y del fortalecimiento de tu interior. La vida está golpeando en la puerta de tu corazón, con un ciclo en el que la humanidad necesita de tu rápido auxilio.

Los Puntos de Luz que Dios fundó en la Tierra, deben estar sobre la mesa de la consciencia planetaria, iluminando los abismos y dando a conocer a las almas el camino hacia la redención y el retorno al Origen.

Las Islas de Salvación, en las que Dios te llamó a servir, deben abrir sus puertas al nuevo tiempo, porque el planeta se está ahogando y las almas necesitan, sin demora, del amparo y del refugio preparados para ellas, hace tanto tiempo.

Vengo a decirte, hijo Mío, que llegó el tiempo del servicio y que tu corazón debe estar situado en el punto correcto de la donación para los demás. Guarda en tu interior, como un Templo de Paz y de Unidad con Dios, lo que construiste hasta hoy por medio de toda la Instrucción recibida; pero no esperes, hijo, que fuera de ti los ciclos sean iguales, que las formas y la vida sean las mismas.

Ha llegado el tiempo de que cedas el confort de tu casa para aquellos que nunca lo tuvieron. A ti, todo te fue entregado, para que aprendas a donar cuando sea necesario. Llegó la hora de la donación, del servicio incondicional, del amor absoluto y de la fraternidad. Que tu corazón en purificación se equilibre por el amor que permites que de él emane hacia los demás.

El verdadero secreto para encontrar la paz en estos tiempos es saber amar y dejarse amar, sin resistencias, para encontrar en el prójimo el Corazón Vivo de Dios.

Yo te invito a este nuevo ciclo y, como tu Padre y Amigo, te conduzco a dar todo de ti, por amor al prójimo y sobre todo, por amor al Plan de Dios, que se diseña con el lápiz de tu vida.

Tu Padre y Compañero,

San José Castísimo