Viernes, 31 de agosto de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contemplen a la Consciencia de Dios como un gran Reino de infinitas proporciones y belleza, y a cada uno de Sus Aspectos como una puerta a un estado de consciencia de ese Reino Celestial.

Contemplen a los Aspectos de Dios como un gran camino de ascensión construido por el propio Padre para que Sus hijos puedan llegar a Él.

Cada Aspecto de Dios es un puente de elevación hacia una dimensión superior, y el contacto gradual con Ellos los hace retornar a la Fuente de la Unidad, en donde todo se hace Uno nuevamente.

Cada Aspecto de Dios, además de un puente, también es un Reino que se revela cuando el corazón se abre para descubrirlo.

Dentro del corazón humano se encuentra una llave única que abre las puertas a cada una de las dimensiones del Reino de Dios, en la medida en que ese corazón vive mayores y más elevados grados de Amor.

El Reino de Dios en la Tierra, aún desconocido para los hombres, es la manifestación de un Aspecto del Padre que solo se puede revelar a los corazones que aman. Para vivir la Revelación de la Vida en este mundo y conocer lo que está oculto, tanto en el interior de la Tierra como en lo invisible de la superficie que pueden ver con sus ojos materiales, primero ustedes deben aprender a amar aquello que les es accesible, palpable y visible.

Para acceder a un estado superior y vivir una Revelación Divina, primero deben aprender a manifestar el amor en el nivel en que se encuentran.

Manifiesten el amor a la vida, a sus hermanos, a los Reinos de la Naturaleza, a la propia consciencia del planeta y ustedes verán como sus corazones y sus consciencias accederán a dimensiones de la vida que siempre estuvieron aquí, pero que nunca pudieron ver.

Encontrarán, entonces, la verdadera expresión de Dios en la Tierra, la Revelación de Su Reino y de lo Sagrado que Adonai manifestó en la vida material como parte de sí mismo, como una dimensión de lo que Él es y que fue entregado a los hombres para que, en comunión con el Dios que se manifiesta en la materia, pudieran renovar la Consciencia Divina a través del amor.

Mientras el mundo se estremece, Dios los llama para despertar sus consciencias al verdadero sentido de la vida y que, a través del amor que nace de sus corazones, puedan acceder a lo que es real y trasciende a todo el conocimiento e incluso a toda la sabiduría humana.

Solo con el corazón y la consciencia sumergidos en la verdad y en la Revelación del Reino de Dios, Reino que cohabita con la vida en la Tierra en dimensiones que los corazones que no se abren al amor no pueden ver, es que ustedes podrán superar los tiempos que llegarán.

Todas las mentiras saldrán a la luz. Todo lo que parecía perfecto, pero que pertenecía a la ilusión, caerá por tierra y volverá al polvo.

Para los corazones que no sepan amar y que no vivan la Revelación del Reino de Dios, no quedará vida, porque las bases de sus vidas se desmoronarán y no verán más que polvo delante de sus ojos y confusión en su mundo interior.

En contrapartida, los corazones que despierten al amor y a la Verdad y permitan que Dios les revele Su Reino y la vida superior que en Él habita, mirarán el polvo y, detrás del polvo, verán la Verdad manifestada.

Por eso hoy Yo les digo, hijos, que para vivir tendrán que amar, porque solo encontrarán la vida cuando el amor les revele lo que, sin él, no se ve.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo