Viernes, 3 de marzo de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras haya guerras en el mundo, dentro de los seres no habrá paz.

Mientras haya muerte y ultraje de los animales en la Tierra, en la mente de los hombres no habrá paz.

Mientras los seres descuiden el contacto con el propio mundo interior, el tiempo de la Tierra aún estará distante del Tiempo Real y la ilusión será la que indicará los pasos de la mayoría de los seres humanos.

Con esto, vengo una vez más a decirles, hijos, que lo que acontece dentro de cada uno de ustedes, así como sus acciones, sus decisiones, sus pensamientos y sus sentimientos; todo esto influye en la vida sobre la Tierra, influye en el movimiento de los elementos, influye en las Leyes Universales y en sus Rayos.

Una oración sincera abre las puertas del Cielo, une el planeta con la Consciencia Divina, detiene la Ley de la Justicia y abre camino para la Ley Misericordia. De la misma forma, el ultraje a los Reinos de la Naturaleza cierra las puertas del Cielo, detiene las Gracias que serían vertidas por las Manos de Dios del Universo Celestial, abre las puertas para que fuerzas oscuras controlen la mente, las emociones y las acciones humanas e impide que los seres conozcan la paz.

La vida sobre la Tierra es simple, y simple es mantenerse en la Ley y encontrar la Voluntad Perfecta de Dios; pero, con esta misma simplicidad, pueden hacer lo contrario y establecer en la Tierra el mundo de ilusiones y oscuridad que ven hoy.

La vida es construida en cada instante con las decisiones correctas ante los estímulos que reciben; con la palabra cierta y el silencio cierto, cada cual en su momento; con la oración sincera, la entrega verdadera y el servicio abnegado. Así, se construye el nuevo ser, de adentro hacia afuera.

Oren, sí, por el fin de las guerras, pero no se olviden, hijos, que el fin de las guerras comienza adentro de ustedes y no afuera. Por eso, sean paz para el mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo