Viernes, 14 de octubre de 2016

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos, en este tiempo profundicen en su propia vida espiritual. Mientras crece la tensión en la vida planetaria por la expansión del caos dentro y fuera de los hombres, ustedes deben estar cada vez más afianzados en el Propósito Superior, cada día más adheridos al Plan de Dios y menos identificados con las cosas del mundo.

El reino de la materia ya está en decadencia. Como en tiempos anteriores, llegó la hora de cruzar un umbral en la consciencia y encontrar la Verdad que siempre buscaron.

Muchos de ustedes piensan en buscar la Verdad. Sin embargo, delante de ella dudan, tienen recelo, despiertan miedos y no dan un paso en dirección a ella, ni para descubrirla y menos aún para vivirla.

Ya les dijimos tantas veces que la realidad no se asemeja en nada a las cosas de este mundo; sin embargo las mentes siguen buscando compatibilidades entre la vida del espíritu y la vida en la materia. Llegó la hora, hijos, de renovarse y de soltar las cosas del mundo, para conocer, aun en vida, la realidad superior. Sus almas claman a Dios por el despertar definitivo y sus espíritus aspiran ardientemente cumplir con su misión.

Hoy, les abro una puerta delante del corazón: la puerta de la humildad, porque por esa puerta tendrán que entrar en la vida del espíritu. Después, les muestro una segunda, que es la puerta del sacrificio. Luego les muestro una tercera puerta, la de la entrega. Y después de esta, una cuarta: la puerta de la fe absoluta en Dios y en Sus Mensajeros.

Observen, en sus vidas, por cuáles puertas ya pasaron y sigan caminando hasta que se disipe toda duda y puedan vivir, con base en la humildad y en el principio de la fe, una vida pautada por la Verdad de Dios.

Les digo esto porque quisiera que, en sus vidas, dieran pasos más concretos que puedan expresar lo que vinieron a hacer en este mundo como misión espiritual para su propia redención y para el triunfo del Plan de Dios. Y para que esto sea una realidad, es necesario dar un paso en la humildad, en el sacrificio, en la entrega y en la fe absoluta. Si se disponen a vivir estas cosas, mucho le podrá ser revelado al mismo corazón y no tendrán miedo ni duda de seguir esa voz que lo llama a caminar.

Escuchen Mis Palabras no solo como un mensaje más, sino realmente como  una necesidad interna de salir del punto en que se encuentran espiritualmente y al final descubrir y vivir lo que vinieron a hacer en este mundo, esa misión que es puramente espiritual y que en nada se asemeja a lo que hacen hoy. No se trata de una destreza, pero sí de asumir sus puestos en la manifestación del Plan de Dios y de expresar la virtud espiritual que guardan, en su propio interior.

Aquel que aspira salir de donde está y vivir lo que digo, que ingrese por esas puertas, clamando al Padre por el despertar, y experimenten, por sí mismos, esta instrucción que les traigo.

Les dejo Mi Bendición para que puedan caminar.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo