Viernes, 13 de enero de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VUELO ENTRE LAS CIUDADES DE MIAMI, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS, Y SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Agradezcan cada instante en el que el Cielo se aproxima a la Tierra.

Agradezcan cada instante en el que Dios se hace sentir en los corazones.

Agradezcan cada pequeño misterio que se les revela.

Agradezcan cada gota de nuevo conocimiento que ennoblece al alma y despierta al espíritu a la Verdad, al Origen.

Agradezcan cada etapa de sus vidas: cuando ven el triunfo de Dios manifestándose y también cuando perciben una caída, un aparente fracaso, porque reconocer un error es sinónimo de crecimiento para aquellos que aspiran a dar pasos rumbo a la evolución.

Agradezcan todas las oportunidades de corregir sus vidas. Aunque sea algo que les cause dolor.

Agradezcan cada alegría y cada momento de plenitud.

Agradezcan cuando los caminos se abran y cuando tengan obstáculos, porque los obstáculos en el camino son sinónimos de fortaleza y del despertar de la fe para aquellos que se disponen a caminar, a pesar de las circunstancias.

Agradezcan cuando un ciclo termina y reciban en el corazón las semillas dejadas por él. Reciban con gratitud los ciclos que se inician, reverenciando cada etapa de la vida como algo único.

Agradezcan cada día como si fuese el último.

En la esencia de la gratitud, hijos, se encuentra la unión con Dios y la clave para que vivan la experiencia de la Tierra colmados por el Espíritu de la Paz.

En el acto de agradecer por todas las cosas se encuentra la diferencia entre estar con Dios y estar sin Él.

El corazón que es agradecido abre los caminos para vivir la Paz; ni las grandes alegrías ni las tristezas abismales lo harán cambiar su unión con Dios, pues encontrará en sí mismo, por medio de la gratitud, la esencia de cada aprendizaje y todo será motivo de crecimiento interior.

Agradezcan cada palabra que escuchan de Dios o de sus hermanos, porque así sabrán encontrar allí la enseñanza oculta que les ofrece el Universo.

Les agradezco, hoy  y siempre, por acompañarme.

Y agradezco a Dios, por permitirme estar entre los hombres.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo