Sábado, 9 de abril de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Mientras el mundo vive sus primeras contracciones en este parto planetario, Yo los llamo a contemplar con amor lo que nacerá después de todo el esfuerzo que harán como humanidad en este nacimiento, porque el parto será doloroso y exigirá de todos esfuerzo, valentía y perseverancia constantes; sin embargo, solo Dios conoce la Gracia que sobreviene a ese doloroso parto planetario.

Hoy, y por algún tiempo, verán mucho sufrimiento y desesperanza en los corazones que no encontraron a Dios. Sentirán en su corazón el pesar del Creador por no triunfar en todas Sus criaturas, pero, a pesar de todo, deben contemplar el propósito y la meta de sus vidas, meta entregada por Dios Padre.

Sentirán la furia del enemigo en cada victoria que alcancen, en cada alma que despierte, en cada paso que decidan dar, porque él sabe que lo que para los ojos humanos es muy poco, parael Creador significa la manifestación de Su Plan y del triunfo de Su Sagrado Corazón.

Hoy les diré algo que deben conocer: Dios, hijos, compuso el espíritu humano con Su Esencia más pura, con Su Amor y con Su Verdad; sin embargo, la materia que sus seres cargan está compuesta también de partes oscuras, que representan la dualidad y la necesidad de redención de sus consciencias.

Esa parte impura de la materia es la que los anima a caminar, muchas veces, contra los Planes de Dios; es lo que les impide estar enteros ante el Propósito Divino, y eso también será curado en este tiempo. No obstante, ustedes necesitarán afirmar las bases de la consciencia en aquello que los asemeja a Dios, que es la esencia que guardan en el interior, y no en aquello que los sujeta al mundo, que son las vibraciones capitales que componen sus células. Para eso, hijos, siempre deben buscar la paz del corazón por medio de la oración, de la gratitud y de la unidad con el prójimo.

Por saber que esa batalla que viven y que vivirán no solo es con el mundo, sino también consigo mismos, Nosotros retornamos todos los días a la Tierra y los alentamos a seguir adelante, dictándoles los pasos que deben dar.

Hoy estoy aquí para fortalecerlos y entregarles, en la simplicidad de Mi Corazón, la valentía que necesitan para dar los pasos que el Creador espera de cada uno.

Sé que las batallas de este mundo son duras, porque Yo mismo las viví y sigo viviéndolas por todos ustedes. Por eso, hijos, les dejo en sus corazones Mi aliento y, en sus esencias, Mi Luz.

No desistan y no teman, porque cuanto mayor son el embate y el asedio del enemigo, mayor es la Luz de Dios en sus vidas.

Yo los amo y los renuevo en Mi corazón.

San José Castísimo