Ora no solo en un momento de urgencia y de agonía; ora por una nueva vida, ora por el despertar de tu corazón y de tu consciencia a un nuevo tiempo, a una realidad superior.
Ora por todas las naciones, ora por los continentes y por los mares, porque llegó el momento de la gran prueba de la Tierra y la humanidad no puede estar indiferente delante de lo que sucede en el planeta.
Ora para traer la paz, ora para saber discernir y para que la sabiduría impregne tu espíritu, tu mente y tu corazón, retirando de tu consciencia las potestades del miedo y de la inseguridad.
Encuentra tu refugio en Dios, hijo, contemplando la grandeza de Su Plan para los corazones de los hombres, y ora para que este Plan, que es perfecto, descienda sobre la Tierra y sobre la consciencia humana.
Ora para que los corazones conozcan el amor y que sea el propio amor que los impulse a la unidad y a la transformación. Ora para que haya paz y se disipe la ignorancia de los hombres. Ora también por los que despertarán tarde y precisarán de una oportunidad para vivir la propia redención.
Ora para que en los corazones de los hombres siempre haya piedad y humildad, para que sepan perdonar y reconciliarse con el prójimo y con Dios.
Ora sin cesar y sin cansancio; ora porque esta es la herramienta para estos tiempos, que abre las puertas para que descienda sobre ti y sobre el mundo todas las virtudes que sustentarán la Tierra.
Ora y no te canses de orar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo