Miércoles, 19 de febrero de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE MENSUAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PAUJÍ, VENEZUELA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados y tan queridos hermanos:

En la víspera del aniversario de Mis Apariciones, quiero dejarles un regalo, un servicio más para prestar al mundo. Les hablo de la Sagrada Casa del Misericordioso Servicio de San José, casa que deberá ser llevada adelante mediante el espíritu de humildad, caridad y servicio, y que trabajará conjuntamente con las hermanas del Misericordioso Servicio en la ciudad de Caracas, Venezuela.

Esta casa será protegida por Mi simple Consciencia, que asumirá toda esta región de Venezuela, por medio del amor y de la caridad irradiada por Mis hijos misioneros y por Mis hijas consagradas de la Orden Gracia Misericordia.

Esta casa será un reflejo de la vida de la Sagrada Familia e irradiará al mundo la simplicidad, la caridad y la humildad vivida por los Sagrados Corazones hace tanto tiempo.

Aquí aprenderán a vivir una vida de humildad y austeridad, pero llena de alegría, porque la vida de la Sagrada Familia era una vida plena del Espíritu de Dios, ese que conlleva la vivificación para el espíritu humano.

Mis queridos, quiero expandir así por el mundo el espíritu de caridad y despertar en los corazones la vocación del servicio abnegado, porque hoy les digo, que el verdadero servicio realizado con amor, transmuta y transforma la condición humana.

En breve verán los frutos que surgen de los árboles que son plantados con amor y la propia necesidad del mundo les mostrará el camino que deben seguir. Mi paternidad guiará los corazones valientes y les aportará el sustento necesario para seguir adelante.

El mundo necesita corazones firmes y dispuestos a transformar la maldad y la falta de amor que hay en los corazones, para ello cuentan con Mi intercesión.

Hoy estuve delante de Dios y, por el sentir y el impulso de los corazones y de las almas, intercedí por el mundo, para que más seres fueran liberados de la situación en que viven. Esto generó, para el propio mundo, los méritos para abrir una casa, renovada por el Espíritu de Dios y protegida por Mi Casto Corazón.

Bajo la guía de Mi Espíritu, caminarán y contarán siempre con Mi sacratísima intercesión.

Su amado Instructor, San José