Martes, 5 de abril de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El corazón que ora, aunque no sepa hacerlo, va descubriendo poco a poco los poderes de la oración.

Primero, orarán como la única salida para la ilusión permanente en la cual la consciencia humana en su mayoría está inmersa. Enseguida, encontrarán la paz y orarán por ustedes mismos, por sus amigos y familiares.

La propia oración les abrirá la consciencia a la realidad planetaria, y ya no dedicarán todo el tiempo a ustedes mismos, sino también a los más necesitados. Aquí la oración los impulsa al servicio.

Paso a paso, la oración los unirá un poco más a las realidades sublimes, donde habita la Consciencia Divina. A pesar de saber que todo lo que sienten y viven es real, el mundo interior encontrará muchos conflictos con la vida externa, por la discrepancia y, muchas veces, por la falta de coherencia con lo que viven interna y externamente. Aquí, serán impulsados a grandes cambios en sus vidas y dejarán de hacer muchas cosas que ya no tienen sentido, para dedicarse a otras que los aproximarán un poco más a lo que viven en su interior.

Siguiendo este camino, ustedes se tornarán buenas personas, buenos servidores y hasta buenos consagrados, pero a pesar de todo, la realidad material aún abarcará gran parte de sus consciencias, y el mundo interior buscará su expansión. Otro conflicto surgirá entre lo que viven interna y externamente, llamándolos a dar un paso aún más profundo, a una transformación no solo en su personalidad y en el estilo de vida, sino también en la consciencia.

Poco a poco, serán invitados a reconocer la verdad sobre sí mismos y, comprendiéndose mejor, que sean consecuentes con lo que ya saben.

Cuando se tiene un conocimiento más amplio de la vida superior, mayor es la batalla del alma, porque la vida material se encuentra aún más distante de la verdadera existencia. Pero, mientras el tiempo de las ilusiones no se disuelve en el tiempo real del universo*, deben ser perseverantes y ayudar a que este camino natural de transformación los conduzca a la realidad.

Recuerden, hijos, que toda crisis, toda prueba y toda purificación son impulsos que el alma y el espíritu proporcionan para que la consciencia viva una definición aun más profunda y no se estanque en su evolución, sino que se aproxime cada vez más a la realidad y pueda ser consecuente con ella.

Por eso, confíen en la conducción de los Mensajeros Divinos y déjense elevar a otro escalón, cada vez más alto, en el camino de la ascensión. Así, ustedes comprenderán cómo, de una forma tan simple, la consciencia se amplía y, en algunas circunstancias de verdadera oración y perseverancia en Dios, el corazón se abre como no pudo hacerlo en años de estudios y elucubraciones espirituales.

Es hora de la simplicidad para encontrar la humildad y, por medio de ella, la unión con Dios.

Aquel que los guía por el camino de la oración,

San José Castísimo