Llegó el momento de retornar, de retornar al Corazón de Dios, de retornar al principio puro y simple de su existencia, de retornar a la esencia de lo que ustedes son, a la esencia de la Vida.
Llegó el momento de retornar, de retornar al Padre, renovados por la presencia de Su Espíritu, llevando con ustedes todo lo que aprendieron en este mundo y en todos los otros.
Llegó el momento de retornar, de retornar en consciencia al punto que dejaron atrás, antes del pecado original; de retornar en consciencia a la Verdad, recobrando la sabiduría que, como hijos de Dios, guardan en su mundo interior.
Llegó el momento de retornar, de retornar a la Vida y salir de la muerte en la cual muchos escogieron estar.
Llegó el momento de comenzar a recorrer conscientemente el camino de retorno, el que no significa dejar de existir, sino existir dentro de la Verdad, perteneciendo a la Verdad, siendo uno con ella.
Retornar significa volver a la Consciencia Divina, volver a la consciencia de su Origen, destituyendo la fuerza de la ilusión y de la ignorancia, y abriendo espacio para que la realidad se manifieste.
Llegó el momento de retornar, porque todo lo que pertenece a la ilusión se desvanecerá con ella.
Oren y aspiren, verdaderamente, a estar en Dios, a conocer y a reconocer Sus misterios, y a dejar que, cada día más, Él se exprese en sus corazones.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo