Martes, 2 de abril de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como Tu Señor renovó todas las cosas en cada paso con la Cruz, renuévate tú también en esta pasión planetaria, hijo Mío.

No hay peso que Dios coloque sobre ti que no puedas soportar.

No hay caída que vivas de la cual no te puedas levantar.

El amor que está latente en tu interior debe despertar y crecer, y eso sucederá con la superación de ti mismo cada día.

Recibe del Padre las gracias para que tu corazón este firme y cimentado en el amor a Su Propósito Divino.

Ora y que tu oración sea sincera, porque de ella surgirá la fortaleza que te hará levantar, una y otra vez, con la cruz de estos tiempos. Y con cada caída el amor crecerá en tu interior, en cada paso el amor se expandirá dentro de ti.

Vive sin temor las agonías, vive sin temor las humillaciones, vive sin temor la soledad, vive sin temor el sacrificio.

Fija tu mirada y tu corazón en el calvario de este tiempo, en el que no solo morirás para ti mismo, sino que entregarás todo lo que eres para que, a través de ti, Dios renueve y supere Su Amor.

Anímate sin temor, vergüenza u orgullo a ser un Cristo del Nuevo Tiempo, porque para eso Tu Señor te llamó por el nombre. Que cada día sea vivido por este Propósito Divino.

Contemplando la memoria de tu Señor con la Cruz, imita Sus pasos y deja que tu corazón encuentre el Amor que Él sintió por el mundo y por las criaturas que en él habitan, el Amor que Él sintió por el Universo y por toda la vida que en él evoluciona.

Permite que tu corazón ceda espacio al Corazón de Cristo para que aprendas a estar en la pasión de este tiempo, no solo como un hombre imperfecto, sino como un espíritu pensado y manifestado por Dios para recrear Su Creación.

Esto es lo que eres. Esto es lo que este momento planetario forjará en ti.

Por eso, suelta las riendas de tu vida y ya no camines hacia aquello que piensas que debes ser. Es así, como eres, que Dios hará de ti un Cristo. Solo vive este calvario y supérate cada día. Llegará el momento en el que Dios mismo se superará en tu interior.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo