Martes, 19 de marzo de 2013

Mensajes mensuales
MENSAJE MENSUAL DEL CASTÍSIMO CORAZÓN SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MG, BRASIL A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos Míos:

Vengo en este día a transmitir un mensaje dedicado de forma especial a las familias, familias que viven su camino en el mundo y familias que inician el camino de la consagración y de la entrega a Dios para vivir los nuevos pasos de la humanidad.

Como Corazón Castísimo, vengo a derramar este arquetipo de castidad sobre cada uno de ustedes aquí presentes y sobre todos aquellos que están dispuestos a dar los pasos rumbo a la Nueva Humanidad.

Por la intervención de Mi Corazón, queridos hermanos, podrán encontrar la respuesta que buscan para develar el camino de la consagración.

Una familia en camino a la consagración deberá vivir sobre todo la castidad, la unidad y el servicio, como vivió la Sagrada Familia de Cristo hace 2013 años.

Hermanos en Cristo, aquellos de ustedes que acepten seguir este ejemplo de consagración deberán dar los primeros pasos en la vida de servicio, porque a través del sacrifício y de la humildad encontrarán el impulso para la consagración de la vida, sobre todo de la vida en familia.

El servicio, hermanos queridos, les brindará la simplicidad y el amor necesarios para comprender y vivir la vida grupal. Y es por eso que hoy invito, de forma especial, a todas las familias que buscan dar el paso de la consagración que Me acompañen en esta Misión por el mundo. Y a través de Mi compañía en el servicio, podré enseñarles a cada uno de ustedes cómo deberán vivir en la Nueva Familia, como una preparación para vivir los tiempos venideros de la humanidad.

Estén abiertos, queridos, para que Mi consciencia pueda sembrar en vuestros corazones el arquetipo de la Nueva Familia y de la Nueva Humanidad. Este es uno de los motivos de Mi presencia en este tiempo. Que por intermedio de Mi consciencia puedan despertar a la verdadera vida –la vida de humildad, castidad y simplicidad–, a la vida de la consagración día a día, en cada acción cotidiana, despertando lo sagrado en todo lo que parecería no serlo.

Les agradezco por recibir a Mi Casto Corazón.

San José, Misionero y Obrero de Dios.