Domingo, 31 de mayo de 2020

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma devota y dispuesta a dar siempre más de sí a Dios, mientras oraba, le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, elevo mi voz a los Cielos y ruego por las almas que sufren, por los Reinos de la Naturaleza, por el planeta, por Tu Plan. ¿Qué más debo hacer para que esta oración verdaderamente llegue a Ti y genere méritos para la salvación y la redención del mundo?”.

Y el Señor le respondió: “Mientras oras, habla Conmigo, pronuncia cada palabra no solo para escuchar tu propia voz y sentir que estás cumpliendo con tu parte; ora, dejando que tu esencia Me mire a los Ojos, que tu corazón esté dentro del Mío y que tu verbo sea un eco en todo el Infinito, en toda la Creación.

Para orar así, hija amada, alma Mía, necesitas estar entera ante Mí, sin que te importen el tiempo, el cansancio, las sensaciones del cuerpo o aquellos que están a tu alrededor, si ellos se esfuerzan como tú lo haces o si duermen y se distraen con sus palabras. Que no te importe nada más que Mi Presencia y la imperiosa necesidad que el mundo tiene de oraciones sinceras y verdaderas.

Cuando cantes, que a tus oídos no le importe el sonido de tu voz, que a tu mente no le importe quién te está escuchando, sino que a tu corazón le importe afinar tu voz y estar ante Mí, cantándole con perfección a Aquel que es el Dueño de todo sonido, el Creador de cada nota, de cada tono, capaz de transformar tu vibración en Dones que se expanden por la Vida, transformando vidas. Así, alma pequeña, debe ser tu oración”.

Que este diálogo les enseñe, hijos, a profundizar cada día en sus oraciones. Que ellas sean sinceras y que lleguen a Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo