Cuando sus vidas forman otra vida, queridos hijos, como lo dice la canción del “Ave María”, es verdad que sus consciencias son llevadas por Mi divina Luz a desprenderse del pasado, del error y del pecado. Por eso Mi tarea maternal con ustedes es formar, a partir de sus vidas presentes, futuras vidas en redención y en paz.
Hijos Míos, ustedes irán conociendo la llamada condición humana, que en verdad es lo que ha llevado a las almas a ingresar en el camino de la perdición y a alejarse del Amor de Dios, al perder de vista la Voluntad Divina.
En este tiempo de purificación para todos, verán cosas de ustedes mismos que antes no conocían o no querían ver, lo que llamo actitudes humanas, que en ciertos casos o en ciertas almas hacen retroceder su proceso de evolución y de mayor despertar.
Vivir para Dios no significa solamente estar en Él y recordarlo todo el tiempo, sino que requiere en este momento de una verdadera definición interior de qué camino escoger. Por eso Mi Inmaculado Corazón se ofrece como mediador e intercesor entre sus almas y Dios, para que Mi Amor materno actúe y abra las puertas hacia nuevas y renovadas oportunidades.
Todo es concedido, queridos hijos, por el estado perpetuo de Mi Gracia para con la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz