Sábado, 28 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El silencio de María

Durante la Pasión de Mi Hijo, la llave que abría la puerta a la Gracia era el silencio.

El silencio hacía invisible a su Madre, porque en el silencio está presente Dios y todas Sus manifestaciones. Su Madre no solo tuvo un Corazón doloroso, sino que también vivió como un Corazón silencioso, esto permitió cerrar las puertas profundas al mal.

El enemigo no sabe lo que es el silencio, porque vive a través del conflicto y del desorden.

El silencio penetra en la consciencia como espíritu de serenidad y de armonía. Es ese silencio interior y misterioso el que llevó adelante toda la Obra redentora de Mi Hijo durante Su Pasión. En silencio, soportó todos los martirios, porque Su divina Consciencia estaba unida a Dios y a Su gran Propósito.

Por medio del silencio se vence al mal y él se desorienta porque no encuentra ninguna puerta hacia el conflicto. Ese silencio fue el que preparó a Jesús durante los cuarenta días antes de comenzar con Su vida pública.

El silencio diseña en el espíritu un estado capaz de trascender los conflictos más resistentes en las consciencias. Alcanzar ese estado de silencio, no arrogante ni introspectivo, significa una tarea de desprendimiento de formas y de modos que pueden interferir en el despertar de cada alma.

El silencio es más que quedarse callado o no emitir palabras; el verdadero silencio del universo se alcanza a través de la conexión interna con la oración, que es el primer paso para ir disolviendo las raíces humanas que generan el desorden en la vida material.

En este momento el planeta está muy lejos del verdadero silencio. Por eso, su Madre les enseña que el silencio es un acto de oración capaz de alcanzar planos de consciencia en donde reina la paz.

El silencio también es cura, es una vertiente poderosa que en estos tiempos ayudará a salvaguardar el camino espiritual de las consciencias que acepten penetrar en ese estado de unión con el Creador.

El silencio trae luz, trae sabiduría, trae serenidad y renueva el espíritu para que tenga el impulso de continuar en la Obra divina.

El silencio total de una parte de la humanidad podría revertir todas las causas que se aprovechan del ruido y del desorden para generar el conflicto mundial.

El silencio es como un remedio contra la verborragia que ocasiona deudas y constantes faltas.

El silencio libera sin batallar.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los lleva al silencio interior,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz