Sábado, 13 de septiembre de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE MENSUAL PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, SEÑORA DE LA PIEDAD, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

Que en vuestros rostros hoy pueda surgir la sonrisa y la alegría de volver a encontrarse Conmigo.

Yo regreso a la ciudad de Betim debido a la respuesta que todos Mis hijos Me han dado para estos tiempos.

Hoy vengo con la esperanza de derramar Mi Divina Piedad sobre los corazones necesitados. Mis brazos de Madre se abren para acoger a cada una de vuestras vidas.

Como Reina y Salvadora de almas Yo conozco vuestros pesares, dolores y aflicciones; vengo para traer el Amor que tanto buscan en este mundo.

Nuestros Sagrados Corazones, recogen vuestras ofertas sinceras para que ellas sean contempladas por el Corazón Amadísimo de Dios.

De esta forma Mi Proyecto se cumple a través de los buenos servidores e hijos Míos que en devoción responden a Mi llamado.

Llego a Betim con la esperanza de reabrir las puertas a la conversión y a la redención que muchos necesitan vivir para estos tiempos. Yo guardo el Don de Dios, el que les permitirá alcanzar la redención y la paz; este Don tan preciado por el Padre se llama: Amor, el Amor del corazón.

Mi propósito es que desde aquí, desde esta ciudad y desde todos los pueblos que viven humildemente la devoción a Mi Inmaculado Corazón, puedan surgir grupos de oración renovados por el Espíritu Santo, que en este día Yo les traigo en nombre del Amor de Mi Hijo Resucitado.

Oro por ustedes todo el tiempo, y les digo que ahora el Cielo necesita de todas vuestras vidas para poder Obrar y cumplir el Plan de Paz que el mundo tanto necesita.

Hoy recibo de vuestros corazones las verdaderas urgencias y necesidades de cura física y espiritual, pero el verdadero milagro que existe para vuestras vidas es permanecer en Dios y con Dios por encima de todas las cosas.

Mi Espíritu Maternal e Inmaculado los quiere animar a servir plenamente, porque solo a través de la caridad y de la donación, el mundo como totalidad podrá equilibrarse.

Con este fin Yo visito sin tiempo y sin demora a las grandes ciudades, lugares en donde se encuentran Mis preciosas almas, aquellas que deben ser retiradas, a través de Mi intercesión, de los engaños y de los desvíos del enemigo.

Cuando vuestros corazones se encienden por la oración y por el canto, las Puertas Mayores y Supremas de la Cura, de la Misericordia y de la Redención se abren al solo escuchar el clamor y los ruegos de las almas simples.

Recuerden, que Yo Soy Vuestra Mediadora y Señora de la Piedad.

Desde el Cielo les traigo la oportunidad de reencontrar el camino de la Luz y, así, Yo los separo de las tinieblas, curando vuestros corazones.

Por todos los que en estos días, se dedicaron a responder de forma inmediata a Mi llamado, ¡Yo les agradezco ahora y siempre!

El Cielo los bendice en Gracia y en Misericordia.

Vuestra Madre María, Señora de la Piedad y del Cielo Azul