Miércoles, 13 de julio de 2016

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS​

Emerge, desde los niveles invisibles de la Tierra, toda la oscuridad que estaba oculta. Las almas que por siglos permanecieron en pena y sufrimiento levantan sus brazos, pidiendo la Luz y el Perdón de Dios. El mal ya no esconde su actuación, porque el Bien también se expande y anuncia su triunfo.

Es una gran batalla entre la dualidad de este mundo, porque llegó el tiempo de definición para toda la raza humana; es tiempo de vivir la unidad absoluta con Dios o ser llevado a escalas primarias de evolución, para recomenzar.

En muchas partes del mundo, parece que las nubes del dolor y el sufrimiento ocultan el Sol.

En Oriente, lo que un día fue un mar de Gracias, se convirtió en un mar de terror y desespero por la indiferencia de los hombres. Pero esto no significa, hijos Míos, que Mi Corazón no triunfará.

En el corazón de América, la luz comienza a expandirse y el Sol de un nuevo tiempo se levanta como la Aurora del amanecer. El fuego que emana su cósmica luz proviene del amor de los corazones despiertos.

Los seres humanos están descubriendo la semejanza con Dios a través de la oración, y la verdad desciende sobre la Tierra con la misma potencia de la Misericordia de tiempos atrás emanada por Mi Hijo en Su Cruz.

A todos los que Me escuchan, les diré que no teman, sino que sientan en sus vidas el triunfo de Mi Corazón. Mi manto se expande más allá de los continentes y hago crecer la semilla de la nueva vida que planté en América, en el corazón de todos aquellos que, en cualquier parte del mundo, acepten responder a Mi llamado.

No habrá tribulación que derribe a Mis soldados, pues ellos serán sustentados por la fuerza de Mi Amor maternal e infinito. Ni la mayor de las bestias que se levante contra Mis pequeños los hará titubear, porque la verdad impresa en sus corazones puros les traerá la certeza de que la realidad solo habita en la Luz y en la Consciencia de Dios. Todo lo que está fuera de Él es parte de una ilusión milenaria, que ata a las consciencia a las perdiciones del mundo.

Hijos, aunque la oscuridad que emerge dentro y fuera de ustedes, y en muchas partes del mundo parece infinita, no teman y recuerden Mis palabras cuando les digo que el potencial del Sol de Dios en sus corazones vencerá cualquier noche y cualquier tiniebla. La noche más oscura anuncia la claridad de un día de renovación y de Gracias.

Para que haya mil años de paz, cada corazón y cada consciencia deberá elegir vivir el amor y la unidad con Dios.

Después que la semilla del amor esté plantada en la consciencia de todos aquellos que se comprometieron con Mi Hijo, ya será suficiente para el triunfo del Creador, porque la cristificación solo florecerá plenamente, en una raza entera, cuando la Luz prevalezca en la Tierra y, con otro nombre consagrada, ingrese en el nuevo tiempo, en el tiempo real.

Poco a poco los velos caen de los ojos de Mis hijos y todo aquello que quedó guardado en los libros sagrados como cuentos e ilusiones tomará su lugar dentro la verdad, y destituirá el reinado de la indiferencia y del adormecimiento.

Hijos amados, a pesar del terror que ven en muchas partes del mundo, quiero que en sus corazones nunca desaparezca la certeza del triunfo de Mi Corazón, porque así como la purificación comenzó de forma repentina e inesperada para muchos, la Luz también emergerá repentinamente y se consolidará en la consciencia, sin que se den cuenta.

Oren de corazón y cuando menos lo esperen, Mi Hijo, quien reina en los Universos, reinará en cada partícula de sus seres y comenzará a construir, dentro de cada uno de ustedes, la Nueva Jerusalén, la raza de los redimidos por Cristo.

Los amo y les dejo Mi Paz,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz