Martes, 17 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras los Sagrados Corazones trabajan incansablemente por este mundo, el llanto de los más pequeños de Medio Oriente es escuchado ante la falta de misericordia y de compasión.

En los más pequeños existe el espíritu de la pureza interior, esa pureza e inocencia que intentan ser desterradas a través del miedo, del pánico y de la perturbación.

Es por eso que los Sagrados Corazones de San José y de María ingresaron en las regiones de mayor conflicto para ayudar espiritual y materialmente a todas las familias que viven en el mar de la desesperación y del exilio.

Vuestra Madre Celeste implora decididamente al Santo Arcángel Miguel para que Él coloque el Poder Creador de Su espada de Luz sobre aquellas regiones y consciencias del planeta que provocan el desorden mundial.

Si esto llegara a suceder, la Ley será dura para los ingratos e injustos, lo que no podría revertirse.

Es para impedir un castigo, que podría quedar marcado en la humanidad, que Vuestra Santísima Señora del Cielo desciende al mundo para rogar a todos Sus hijos que pidan por misericordia y redención. Será por la súplica profunda y verdadera de los orantes del mundo que un tiempo más de paz podría alcanzarse.

De lo contrario, si la humanidad más consciente y despierta no pusiera atención al llamado que viene directamente desde el Cielo, la humanidad verá mucho más que sangre correr y que cuerpos descomponerse en las calles de las naciones del mundo.

Si eso sucediera, quedaría establecido en el mundo un reino de oscuridad, pero como sé que Mi Inmaculado Corazón triunfará, Yo vendré para pedir la vida y la entrega de algunos servidores para que en el Nombre Santo de Jesucristo, ellos equilibren todas las causas degeneradas en este mundo de hoy.

Eso evitará que ese reino injusto se establezca y permitirá que el Poderoso Corazón de María triunfe en las grandes regiones de la Tierra; de esa manera los Ángeles de la Santísima Trinidad descenderán al planeta para retirar a las consciencias que abrieron las puertas al mal.

Así muchos verán en el horizonte el gran prodigio de la Madre del Sol, una señal que marcará el comienzo de los esperados mil años de paz. Para que eso suceda, todo lo que parece imposible y sacrificado se les pedirá a los que dieron el sí a Jesucristo.

Será de esa forma que la Obra de Dios no se perderá como se pierde la sangre inocente que hoy corre en las calles del mundo, y la Obra de Dios tendrá su victoria a través de la Gracia.

¡Les agradezco por abrazar en confianza Mi importante llamado!

En vigilia de luz y de oración,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz