Martes, 13 de enero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SEÑORA DEL SANTÍSIMO ROSARIO DE LA PAZ,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo vengo al mundo, como la lluvia que bendice al planeta. Traigo desde el Reino de Dios, la llave para cada ser, la que abrirá la puerta para aprender a amar y a perdonar.

En Mi Corazón se cumple la promesa de salvar a Mis hijos y entre Mis brazos de luz coloco a cada una de las criaturas de Dios.

Queridos hijos, en este ciclo que comienza, vengo para agradecerles por la Vigilia de Oración ocurrida en el día de ayer; Mi Corazón entró en regocijo cuando todos ustedes se dispusieron a servir, sabiendo que Yo no descendería al mundo, pero Mi Espíritu estuvo entre ustedes y Mi alegría interior colmó a los corazones que se abrieron a escuchar Mi mensaje.

Por eso hijos Míos, hoy Yo estoy aquí y estaré entre ustedes todo el tiempo que Me lo permitan. Recuerden, niños, que ya están caminando y aprendiendo a dar los primeros pasos, como buenos corazones que son.

Hoy Mi pedido de oración no solo se extiende por el mundo entero, sino también por todos los cristianos que injustamente están siendo mutilados y desaparecidos en Oriente.

Les pido: recen de corazón y ofrezcan al Altísimo un pedido de misericordia, para que las familias de Oriente que están siendo desintegradas y separadas, puedan recibir la ayuda espiritual que necesitan.

¡Le suplico a todos los orantes de América y del mundo!, que a través de la fuerza y del poder infinito de la oración, ayuden a cambiar el cruel destino que otras consciencias vivirán por causa de la injusticia y de la maldad de los corazones cerrados a Dios.

Como protectora de las esencias del mundo Yo llego, en este día de gozo pero también de dolor, a pedirles una colaboración inmediata por las faltas gravísimas que la humanidad comete día a día.

El enemigo ha impuesto la separación y la falta de hermandad y de paz entre los hombres. Por eso, bajo el espíritu del Amor y antes de que la Justicia de Dios sea derramada sobre el mundo, Yo vengo a despertarlos y a llamarlos al trabajo constante por la paz. Esto permitirá que todas las almas de Oriente, que sufren, reciban un poco de la Misericordia de Cristo.

El mundo está a punto de colapsar espiritualmente y las redes del mal atrapan cada vez más la atención de Mis hijos. Con espíritu de oración y de sabiduría, hoy descenderé a Aurora a pedirles un despertar mayor, para que al menos una parte de la humanidad más consciente destierre las ideas de destruir el Propósito de Dios.

Cuantas más almas en el mundo supieran de Mi convocatoria y rezaran de corazón, menor será la actuación suprema de la Justicia. Dirijan sus peticiones a Dios por los sacerdotes, por los obispos y por los religiosos de la Iglesia de Cristo, muchos de los cuales se están dejando convencer por las cosas del mundo y no por la verdadera búsqueda del Amor de Dios.

Naciones enteras prometen modificar las leyes de la Tierra, como lo ha hecho el Uruguay, esto atrae consecuencias injustas para muchos pobres corazones. El pecado se ha vuelto moda y tendencia, y la falta de reconciliación y de penitencia está generando alianzas con las ideas del enemigo.

Solo a través de los que se dispongan a defender y proteger el llamado, se podrá cumplir la Voluntad de Dios y dejará de actuar la soberbia de los hombres ingratos.

Mientras Mi Gracia maternal los colma, abracen internamente las Gracias que Yo derramo, pues estas ya son las últimas que despertarán a los nuevos apóstoles de Cristo.

¡Agradezco la respuesta sincera de todos los hijos de Dios!

Los bendice, los ama y los guía,

Vuestra Madre María, Señora del Santísimo Rosario de la Paz

¡Atentos a las urgencias del Cielo!