Viernes, 7 de agosto de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, CON MOTIVO DE LA BENDICIÓN DE LA SAGRADA ERMITA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijos:

Los ángeles del Cielo se reúnen en este día alrededor del cenáculo de esta sagrada casa para traerles la palabra de vida.

Por eso, Mi Hijo vino en estos días a prepararlos para vivir un nuevo camino hacia la redención y hacia la paz.

De esa forma, el Señor los invitó a revivir el misterio de los santos sacramentos para que todos recordaran que a través de este ministerio sacerdotal de Cristo, nuevas puertas al Cielo y al Paraíso se abrieron para que todos ingresen en el Corazón de Dios y así reconcilien sus vidas para siempre.

He venido como vuestra Madre Celeste acompañando estos acontecimientos durante los últimos días, he visto que muchos de vuestros corazones reencontraron el camino hacia la verdad y así descubrieron un sentido a la vida y al espíritu.

Yo, como vuestra Madre, deseo todo el tiempo vuestra salvación, por eso en estos últimos años intenté hacerlos orar y amar ese ejercicio vivo en vuestras almas. De esa forma hijos, se abrieron los caminos que estaban cerrados y ahora ya están prontos para vivir el tiempo tan necesario de vuestra purificación.

Pero Yo estaré entre ustedes, como lo estoy todos los días para guiarlos hasta el final, hasta que encuentren el camino de ingreso al Corazón de Dios.

Hijos, ahora que ya aceptaron este llamado con regocijo y amor, busquen permanecer el mayor tiempo posible en las Manos de vuestro Padre Celestial, así Él nunca dejará de mirarlos con bondad y misericordia.

Será así que no se perderán; por eso día y noche Yo les pido que estén en Mis brazos, para que pronto abandonen la prisión de una vida materializada en el error y en la mentira que ofrece este mundo de hoy.

Aceptando y viviendo Mi sagrada convocatoria, el Plan de Dios se derramará en vida y espíritu sobre vuestros corazones y serán permeados por la Luz poderosa de la redención.

Queridos hijos, Me alegra verlos reunidos en comunión. Por eso todos los días deseo que caminen a Mi lado y que participen de esta vida celestial que es realidad y omnipresencia en el Reino de los Cielos.

Cuando vuestros corazones oran con amor, siempre estarán uniéndose al Principio Divino del Creador, que es el Amor en todo lo manifestado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une al Principio del Amor de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz