Miércoles, 25 de junio de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ EN LA CIUDAD DE RECIFE, PERNAMBUCO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados:

Mi Corazón se alegra por poder llegar a tantos lugares del mundo al mismo tiempo. Así podrán comprender cuán infinita es la Misericordia de Dios, que jamás dejará desamparadas a sus criaturas.

Mi Corazón llega al mundo para bendecir las vidas, convertir y transformar el destino de los seres. Solo les pido que Me den permiso para hacerlo.

Hijos Míos, ¿porque temen tanto Mi presencia si la única cosa que traigo para sus vidas es la Luz y la Paz de Mi Reino? Nada malo pasará con aquel que acepte seguir este camino trazado por Dios.

No estoy aquí para formar nuevas religiones. Estoy aquí, Mis amados, para que sus pequeños seres puedan comprender un poco más el Reino de Dios y los Misterios Celestiales. La mayoría de los seres camina por el mundo en completa oscuridad espiritual y Mi Luz llega para iluminar vuestros caminos.

Hijos Míos, no quiero crear una nueva Iglesia, sino traer hacia Mi Corazón a aquellos que no pudieron comprender las enseñanzas de Mi Hijo. Los Mensajeros Divinos están renovando la Fe de este mundo, para que puedan descubrir que la vida del espíritu es mucho más amplia de lo que todos conocen. Solo ábranse de corazón y permítanme llegar a vuestras vidas.

Si Me siguieran en confianza, aunque sus ojos no puedan contemplar el final de este camino y no sepan lo que encontrarán en la próxima curva, poco a poco, podrán descubrir la grandiosidad de esta obra que está construyendo Mi Corazón junto a los Sacratísimos Corazones de Cristo y de San José.

Mis amados, vuestras almas más adelante podrán ver cuán majestuosa construcción está creando el Señor en el interior de Sus criaturas. Pero hoy les digo que aún son pocos los que verdaderamente quieren seguir este camino y no desconfían por un solo instante, de lo que Yo estoy construyendo en este mundo.

Es necesario tener en este tiempo un corazón simple y humilde, porque aquel que reconoce que nada sabe y se deje guiar, ese llegará más rápido al Templo Eterno de Dios.

Hoy, les pido a aquellos que tengan miedo a seguir Mis pasos que humildemente sostengan esas manos Celestiales que se extienden hacia este mundo y, en vez de sufrir por algo que no murió, descubran cuán viva y amplia se volvió la enseñanza. Abracen la alegría de permanente renovación de vuestras vidas y la posibilidad de compartir la redención con muchas almas que, de otra forma, no podrían haber despertado.

Quiero agradecer desde lo profundo de Mi Corazón a todos aquellos que de norte a sur de este país están abriendo la puerta de sus hogares para recibir a Mis queridos hijos y decirles que, en verdad, la abrieron para Mí y que Yo soy quien está ingresando más profundamente, no solo en sus casas, sino también en sus vidas y en sus almas.

Reciban con amor Mis bendiciones.

Les agradezco siempre por venir a Mi encuentro y responder con amor a Mi Llamado.

Los ama siempre, María Madre y Reina de la Paz