Domingo, 26 de junio de 2016

Mensajes diarios
APARICIÓN EXTRAORDINARIA RESERVADA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, CORRESPONDIENTE AL MENSAJE DIARIO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando las almas en el mundo se pierden Yo les hago reencontrar el camino hacia Dios a través de Mi Amor. La redención se establece en los corazones que piden Mi auxilio y también en los corazones que piden por sus hermanos para que Mi Plan de paz se pueda establecer en la humanidad; así Yo le cierro la puerta a Mi adversario, quien corroe a las almas espiritualmente, coloca obstáculos en sus vidas y las lleva a la perdición, principalmente, a la ausencia del amor.

He venido aquí, queridos hijos, para encontrarme con ustedes bajo la Unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque la Santísima Trinidad Me ha enviado en este ciclo y en estos tiempos a prepararlos para lo que vendrá. Necesito que sus corazones establezcan Mi reinado en este mundo. Necesito que cumplan Conmigo el Plan de paz que el Señor tanto espera.

El mundo aún está sordo y ciego, mas sus corazones están abiertos para Mí, y ustedes, queridos hijos, saben que eso es así y que Yo necesito de sus corazones para cumplir Mis designios sin importar cómo ustedes sean y cuán imperfectos, ante los ojos del Universo.

No vengo aquí a buscar su indignación, su indiferencia u omisión. Vengo a buscar en ustedes lo que en verdad existe en lo profundo de sus seres y que se llama Dios; es en ese Dios que deben vivir en este tiempo por todos aquellos que no lo viven. Y recuerden a Dios, queridos hijos, cada nueva mañana que despierten, porque Dios es olvidado en este tempo por los corazones que no Lo han comprendido ni han aceptado Su Voluntad, que no es la voluntad inferior humana.

Yo necesito instaurar aquí, queridos hijos, un Reino que sería imposible de establecer en estos tiempos, pero que es posible cuando sus corazones se abren para escuchar Mi llamado cada vez que Yo lo anuncio al mundo.

He venido a Cataluña para traerles el misterio de Mi Amor, como ya se los traje una vez cuando los encontré anteriormente en esta misma ciudad para renovar los votos ante el Padre Celestial. Y quisiera, queridos hijos, que en este tiempo fortalecieran esos votos, no solamente por ustedes sino por sus hermanos que están en este camino y también por los que no lo están y han olvidado a Dios, al Padre del Amor y de la Unidad. Si el amor y la unidad viven entre ustedes y trabajan por ese amor y por esa unidad, Mi Plan triunfará en esta humanidad.

No importa lo que suceda a su alrededor, porque Yo estaré entre ustedes para impulsarlos a caminar y a seguir los pasos de Cristo, pasos que en este tiempo todos tienen la opción de dar por la humanidad y por el planeta.

Aún, queridos hijos, no conocen Mis dolores profundos por esta raza, por todas las almas. Aún no conocen lo que significa sustentar la gravedad de estos tiempos y a una raza sumergida en su ignorancia y en su ceguera.

Yo, como la Madre de la Bondad y de la Misericordia abro las puertas a todos los que no lo merecen, porque la semilla crística está en ustedes y en sus hermanos; semilla que nunca desaparecerá y nadie se la podrá quitar. Es la semilla de la unidad y el amor que Yo vengo a regar de tiempo en tiempo con Mis oraciones, Mis palabras y Mis súplicas por ustedes ante el Padre Celestial. Es la semilla que nunca se podrá secar ni deberá perderse de vista. Es la semilla crística que Mi adversario teme aunque desconozca, porque cuando ella brota, florece y da sus frutos, es invencible.

Queridos hijos, hoy Yo vengo a hacerles reconocer su filiación con el Padre Celestial, filiación que es única para cada uno de ustedes, es preciosa y también misteriosa para muchos. Considérense dignos hijos de Dios y la humanidad entera será digna hija de Dios por los pasos que ustedes den en este tiempo hacia Mi Hijo, hacia Su Sagrado Corazón.

No les vengo a pedir, queridos hijos, lo que no Me pueden dar, sino lo que en verdad Me pueden donar de corazón, con sus vidas en cada acto del día, en cada ejemplo de caridad y de bien para con el semejante. Así, queridos hijos, Yo los invito a compartir las miserias del mundo y a soportarlas Conmigo mediante la oración, el servicio y el sacrificio. Sé que muchos le temen al sacrificio porque piensan que sufrirán, pero Yo no les vengo a traer sufrimiento, sino la Paz del Reino Celestial vivida perpetuamente por los ángeles y arcángeles, en cada momento del Universo Divino y Espiritual. Yo les abro las puertas hacia el conocimiento sagrado que se llama Universo Celestial.

Yo quiero que sean conscientes, queridos hijos, de esta tarea tan importante de fundir el Cielo y la Tierra en una sola unidad. Así las puertas a los infiernos de la vida se cerrarán y poco a poco los corazones perderán su ignorancia, porque los velos caerán de sus consciencias y reconocerán que se olvidaron de Dios y se animarán a retornar al camino de Mi Hijo, que es el camino del amor y del perdón.

Sigan adelante a pesar de lo que suceda y recuerden que Yo los considero Mis columnas de luz y de paz en este mundo infiel. Hagan triunfar Mi Corazón en sus vidas y vívanlo plenamente, porque el tiempo ya llegó y es hora de batallar por este Plan de paz en el mundo, mundo que cada uno construye día a día con su actitud, su pensamiento, su sentimiento y su oración.

Unida a ustedes y junto a cada uno de sus espíritus triunfa Mi Plan, y Mi adversario pierde la guerra que tanto quiere batallar. Ya es hora, queridos hijos, de que sean portadores de Mi Paz y de que la transmitan al mundo, esa es Mi principal tarea con ustedes en estos tiempos.

Ahora coloquen en Mi Corazón Misericordioso e Inmaculado sus intenciones. Yo abro Mi Corazón de luz para que depositen sus súplicas, sus invocaciones, sus pedidos al Gran Padre Universal que los ama profundamente y nunca se olvida de ustedes. Depositen en el silencio de sus corazones esas intenciones.

Ahora extendiendo Mis brazos y aproximando Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, rezaré por España derramando Mis Gracias sobre ella:


       Padre Santo, Soplo del Espíritu,
       derrama Tu Luz sobre las consciencias,
       que nunca se desanimen de buscarte,
       para que puedan encontrar Tu Paz y Tu Verdad.

Fortalece cada chispa de Tu Espíritu
       que se ha congregado en torno a Mi Corazón Inmaculado,
       para reverenciar Tu Presencia y Tu legado con toda la Creación.

       Ángeles del Cielo, Consciencias Mayores,
       guíen a las almas por el buen camino
       y llenen el vacío de amor que muchas sienten en su corazón.

Viertan el Espíritu Divino de Mi Hijo,
       para que ellas puedan vivir en Su Sagrado Corazón
       y ser en este tiempo como una estrella
       que todo ilumina desde el Universo.

Amén
 

Yo los bendigo, queridos hijos, y bendigo todo lo que han traído a Mi altar en reverencia y amor. Bendigo la unión que buscan con Mi Hijo todos los días sin olvidarse de Él, su Maestro, su verdadero amor.

Tráiganme aquí la ofrenda de la Eucaristía para que Mis Ángeles la transubstancien en la verdadera materia espiritual y divina que nutre sus espíritus y consciencias.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz