Domingo, 23 de agosto de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, HACIA CÓRDOBA, ARGENTINA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

El amor verdadero del corazón es capaz de desatar cualquier nudo de la consciencia.

El amor es capaz de hacerlos aceptar la condición de vida del prójimo y abrir las puertas a la caridad.

El amor es el camino directo a la compasión y al sagrado entendimiento de toda realidad humana, a través de la sabiduría del amor del corazón.

Hijos, el amor humilde cura porque es un amor sin restricciones, libre de apegos y lleno de maternidad y de paternidad.

El Amor de Dios, cuando es invocado, libera y transmuta las condiciones de una vida material y superflua.

Queridos hijos, hoy los invito a conocer el Amor de Dios y eso ocurrirá cuando den el primer paso, por medio de la oración como oferta de reparación. En cada hermano suyo existe una semilla de amor, solo que pocos la hacen crecer hacia el Cielo y otros la entierran para no verla ni hacerla madurar.

Dios les dio a su Madre del Cielo para que conocieran la esencia del amor del Universo. Acepten esta convocatoria, vivan el amor y siéntanse unidos todos los días a través de él, porque el amor quiebra barreras y une los puentes internos entre los corazones.

Quien vive en el Amor de Dios no rechaza el sufrimiento propio ni ajeno porque aprende, a través de él, a dar testimonio al mundo entero. La fuente del amor de ustedes está en Jesús y Jesús está en el corazón de los mansos y de los pacificadores.

Ser pacificador es una escuela, es una preparación para los tiempos que vendrán.

Busquen Mi Amor diciendo la siguiente oración:


Oración para vivir en el Amor de María

Madre,
Tú, que eres Belleza del Amor de Dios manifestado.

Tú, que por amor y silencio
llegaste por nosotros hasta los pies de la Cruz.

Tú, que por amor a todos guiaste a los apóstoles.

Tú, que por amor vives eternamente en la Gloria de Dios.

Madre,
Tú, que te hiciste pequeña y servidora
entre todas las mujeres.

Tú, que por amor aceptaste en humildad
la Voluntad de Dios.

Tú, que por amor eres amor, maternidad y compasión,
convierte mi corazón en la llama viva
de Tu Amor Inmaculado
para que pueda ver a través de Tus Ojos
el amor vivo en mis hermanos.

Madre,
me consagro al eterno Amor de Tu Corazón.

Amén.


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une al Amor de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz