Martes, 24 de septiembre de 2013

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA 

Ora con tu corazón y con tu espíritu; así, Mi Verbo se unirá al tuyo y Mi Presencia será percibida por tu pequeño ser.

Ora por las naciones, por los pueblos, por el mundo, y ve, con tu más pura intención, a recorrer este planeta; así, aprenderás a volar como el Ave Luminosa que rescata a los que más lo necesitan. 

Ora por tus hermanos, por tus amigos y por tus enemigos, con el mismo amor y con el mismo fervor; porque la diferencia entre las almas está en tus ojos y no en los Ojos de Dios.

Únete al Mirar Divino y contempla la esencia única de cada criatura que vive sobre la Tierra. 

Ora con amor por los Reinos, tal como orarías por los que están a tu lado y sufren mucho; porque los Reinos también están a tu lado y, muchas veces, sufren aún más que tus hermanos.

Ora, dirigiendo tus aspiraciones hacia el universo, al infinito, para que Aquel que reina en este universo pueda recibir tus aspiraciones y concretar en ti Su Voluntad Mayor.

Ora por lo que sabes que necesita de tus oraciones, pero ora también por las situaciones que desconoces, porque tus ojos tienen límites y tu conocimiento también; pero existe Aquel que no tiene límites, que todo lo ve y que puede conducir tus oraciones hacia donde son más necesarias. 

Ora por los océanos y por todo lo que vive dentro de ellos. 

Ora por el aire y por todos los que lo respiran. 

Ora por lo que te es visible y por lo invisible también. 

Ora por lo que sabes que está vivo y por lo que no sabes, pero que también tiene vida. 

Deja que tu oración se amplíe y que tu verbo cruce las paredes de tu pequeña casa. Permite que tu oración sea infinita y poderosa, que sea fuerte lo suficiente para recorrer el mundo entero. Esto lo conseguirás si tomas tu pequeño verbo y lo ofertas al grandioso Verbo Divino.

Une tu voz a la gran Voz del Universo.

Une tu corazón al Corazón Universal y, de esta forma, te encontrarás dentro de todo, dentro del Todo. 

Te vengo a conducir a este estado de consciencia, porque llegó el momento de ser uno con Aquel que está en todo, y descubrir a este Rey Universal y Divino en todas las cosas. 

Si escuchas Mis Palabras con el corazón y, mientras oras, recuerdas cada una de ellas, pronto descubrirás este gran y silencioso misterio, en el cual tu pequeña consciencia está inmersa. 

Busca ser simple, hijo Mío, para que en la simplicidad conozcas a Aquel que es la propia Pureza, que es el propio Amor y la propia Verdad. 

Pon tus manos sobre las Mías y camina a Mi lado; hoy vengo a conducirte hacia el Universo Celestial. 

Te agradezco por caminar Conmigo en esta trayectoria universal. 

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad