Lunes, 21 de mayo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los que una vez despertaron a Dios

Mírate y con fe observa lo que ha sucedido en tu vida después de estos últimos y largos años.

Mira con amor y fervor todo lo que de a poco ha cambiado, cuántas cosas ya se disolvieron y cuánto hay aún por sublimar y entregar.

Reconoce que eres un milagro de Dios y que tu consciencia fue bendecida por el Padre Celestial.

Después de tantos esfuerzos, pruebas y desafíos, mira con gratitud dónde te encuentras hoy y quiénes te rodean. Ellos son tus amigos, tus compañeros y tus apóstoles, los apóstoles del camino.

No pierdas la esperanza y vislumbra con alegría las maravillas que el Señor ha hecho en tu vida.

Mira el pasado transformado y convertido, y contempla el presente consagrado a la Voluntad de Dios.

Todo en la vida tiene un porqué. Todo en la vida tiene un sentido y una meta. Todo lo que sucede tiene un motivo y es parte de un principio infinito y eterno.

Alégrate y vuelve a confirmarte en el camino del amor, de la constancia, de la perseverancia, de la fe.

El mundo necesita un alma valiosa como la tuya, que pueda ser receptáculo de todas las Gracias y aliento para los que más sufren.

Escucha, escucha de nuevo el llamado del Señor y deja que sea Él el que guíe tu vida hacia la próxima etapa.

Ha llegado la hora de que reconozcas la divinidad en ti, siendo un alma pobre, despojada y libre a los Pies del Redentor.

Recuerda, día y noche, cuántas cosas ha hecho el Señor de la Vida en tu vida. Penetra, finalmente, el Gran Misterio y sé parte de la Creación, estando en comunión interna con el Cielo y la Tierra.

Solo agradece, una y otra vez; agradece para que el espíritu de la gratitud reconstruya el planeta y, sobre todo, a la humanidad; que la gratitud te lleve a comprenderlo todo y a amarlo todo sin condiciones y sin expectativas.

Y ahora, después de tantos años de bendiciones y de instrucciones, celebra con el Cielo la victoria del Rey en tu pequeñísima vida.

Comparte con el mundo el sentimiento profundo del Amor de Jesús, para que hasta la más pequeña partícula de vida sea renovada. Celebra el Sacramento de la fe y de la esperanza.

Deja que el Santo Espíritu impulse tu vida hacia los nuevos cambios y que, por muchos años más, seas el ejemplo de una conversión alcanzada, de un milagro sucedido, de una obra realizada en lo más íntimo de tu corazón.

Todo es parte de la Gracia y del Amor de Dios.

Todo es parte de una Voluntad Suprema, inalterable e irrefutable.

Todo es parte de la Obra de la redención y de la paz.

Sigue siendo el ejemplo de la persistencia; sigue siendo el ejemplo de la fe y del servicio por la humanidad.

Que toda tu consciencia, alma y vida hoy sean bendecidas, a fin de que se cumpla lo que está escrito.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz