Domingo, 12 de enero de 2020

Mensajes semanales
Mensaje para la Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones recibido en la ciudad de Minas, Lavalleja, Uruguay, transmitido por María, Rosa de la Paz, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Soy la Señora de los Treinta y Tres. Soy la que impulsó la liberación del pueblo uruguayo.

Regreso a esta patria, en este día, porque he visto brillar el Sol Confederado en los corazones que, en este tiempo, se abren para asumir responsablemente las diferentes etapas del Plan.

Soy la Señora de los Treinta y Tres, la Madre del Amor Confederado y guío al pueblo uruguayo para que, en este tiempo, alcance la libertad espiritual de las cadenas que le impusieron a esta querida patria a través de las ideas, de los pensamientos y de las acciones que la condenaron.

Pero con la fuerza del amor de los corazones uruguayos confederados, junto a la Señora de los Treinta y Tres, erguiremos esta sagrada tierra que fue testigo del exterminio indígena, de sus raíces y de sus valores espirituales.

Por eso, en este día, retorna la Señora de los Treinta y Tres, la Virgen Inmaculada del Uruguay, para que más uruguayos despierten y se posicionen en las filas del cumplimiento de las próximas etapas del Plan.

Así, el Uruguay alcanzará un estado de consciencia más elevado, y todo su pueblo percibirá que sus dirigentes desviaron el camino de todo un país.

Y, poco a poco, las voces pedirán justicia para que los más pequeños no sean retirados de los vientres de sus madres, para que los más jóvenes y los ancianos no sean un modelo alucinógeno del fin de los tiempos; para que regrese la paz y la seguridad a todo este querido pueblo.

Que Uruguay se vuelva a erguir y que los opositores de Cristo, así como su Iglesia arcaica, coloquen la cabeza en el suelo y pidan perdón para que la Gracia de la Señora de los Treinta y Tres les conceda la paz, el amor y la libertad espiritual que todo el Uruguay necesita.

Hoy regresa la Señora de los Treinta y Tres para despertar a los que están dormidos, para que despierten los últimos Cristos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Su Madre María, Rosa de la Paz